Política Regional de Igualdad
y Equidad de Género,
PRIEG: Experiencia
y perspectivas Miosotis Rivas Peña*
EN DICIEMBRE DE 2013, LOS JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO DE LOS PAÍSES MIEMBROS DEL SISTEMA DE LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA, SICA, APRUEBAN LA POLÍTICA REGIONAL DE IGUALDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO. DICHA POLÍTICA CONSTITUYE UN ESFUERZO DE FORMULACIÓN INTERINSTITUCIONAL, INTERGUBERNAMENTAL Y CON ALTA PARTICIPACIÓN DE DIFERENTES EXPRESIONES DE SOCIEDAD CIVIL Y ENTIDADES ACADÉMICAS, LIDERADO POR EL CONSEJO DE MINISTRAS DE LA MUJER DE CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA, COMMCA. SU IMPLEMENTACIÓN CONSTITUYE UN RETO PARA EL TRABAJO COORDINADO TRANSVERSAL.
PALABRAS CLAVES: IGUALDAD DE GENERO; DERECHOS HUMANOS; POLITICA SOCIAL; SICA; AMERICA CENTRAL;
KEY WORDS: GENDER EQUALITY; HUMAN RIGHTS; SOCIAL POLICY; SICA; CENTRAL AMERICA
1Introducción
La autora agradece a Ada Méndez Nar-váez, Coordinadora del Proceso de Formulación de la PRIEG, y a Raquel Lozano Marco, Coordinadora del pro-yecto de “Transversalización de Géne-ro en la Agenda de Desarrollo de la In-tegración Centroamericana” por sus
El siguiente artículo contiene una recopilación del proceso de for-mulación de la Política Regional de Igualdad de Género del Sistema de la Integración Centroamericana, SICA, recientemente aprobada por los Jefes de Estado y de Gobierno de los Países Miembros en su XLII Reunión Ordinaria celebrada el 14 de diciembre de 2013 en Buenaven-tura, Panamá.
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valiosos aportes en la elaboración de este artículo.
Correo electrónico: miosotisr@gmail.com
Recibido: 27 de mayo del 2014.
Aceptado: 20 de agosto del 2014.
El proceso de formulación fue liderado por el Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica y Re-pública Dominicana, COMMCA, en coordinación con la Secretaría Ge-neral del SICA y la Secretaría Técni-ca de la Mujer, COMMCA/SICA. Dicho proceso se inició en junio de 2010 tras el mandato recibido de los Jefes de Estado y de Gobierno al instruir al COMMCA a presentar unos lineamientos a diciembre de 2011; y posteriormente instruir, en base a los lineamientos aprobados, la formulación de la Política Regional de Igualdad y Equidad de Género, PRIEG.
En el documento se hace un recorrido por los antecedentes a la formulación, el proceso de for-mulación, la estructura de la Polí-tica, la arquitectura institucional para su implementación, y finalmen-te los principales retos para su implementación.
La igualdad de género
en el marco de las políticas
públicas.
De políticas públicas
e igualdad: los conceptos
El concepto de políticas públi-cas tiene múltiples definiciones. Una de las más sencillas las concibe como un curso de acción o flujo de información relativos a un objetivo público, las cuales son desarrolladas por el sector público frecuentemente con la participación de la comunidad o el sector privado, pudiendo las mismas incluir orientaciones o con-tenidos, instrumentos o mecanismos, así como aspectos institucionales (Lahera, 2000,p.3). Para este autor más que el propio concepto, lo más importante es saber dónde se origi-nan las mismas, cómo se diseñan, se gestionan y evalúan.
Por su parte, Subirats plantea que las políticas públicas son:
“una serie de decisiones o de acciones, intencionalmente coherentes, tomadas por dife-rentes actores, públicos y a veces no públicos -cuyos re-cursos, nexos institucionales e intereses varían- a fin de re-solver de manera puntual un problema políticamente defini-do como colectivo. Este con-junto de decisiones y acciones da lugar a actos formales, con un grado de obligatoriedad va-riable, tendentes a modificar la conducta de grupos sociales que, se supone, originaron el problema colectivo a resolver (grupos-objetivo), en el interés de grupos sociales que pade-cen los efectos negativos del problema en cuestión (benefi-ciarios finales).” (Subirats, 2008, p.36).
Al igual que Lahera, para este autor es importante el análisis de lo que denomina el “ciclo de la política pública” en el que la fase de surgi-miento y percepción del problema, pasando por la de incorporación en la agenda pública, su formulación, implementación y evaluación, juegan
un papel muy importante en el éxito de la misma. Para los temas rela-cionados con la igualdad de género, la percepción del problema y la in-corporación de los mismos en la agenda pública, constituyen elemen-tos fundamentales en los que la lu-cha de poder permean todos los esfuerzos que se realizan desde todas las expresiones e instancias que trabajan por el avance y promo-ción de los derechos de las mujeres.
2
Por su parte, el concepto de igualdad ha estado ligado, a “un sentido eminente abstracto, formal y racional que prevalece todavía hoy en día en la mayoría de los cuerpos jurídicos de muchas sociedades contemporáneas” (Rivas Peña, 2013, p. XX). Este concepto se basa en una igualdad de derecho o formal derecho, lo que “implica que la ley en su texto proteja a todas las per-sonas sin distinción, y requiere que esta protección sea igualmente ac-cesible para todas las personas en la situación descrita por la norma jurí-dica mediante los actos de aplica-ción individuales de esta ley (Rivas Peña, 2013, p. XX).
Es a esta concepción de la igualdad donde el pensamiento fe-minista ha realizado una de sus prin-cipales críticas, centrándose en la base de que el mismo se enmarca en un espacio público, el de la políti-ca, de sujetos iguales que quedan
sometidos al control y la racionalidad de Derechos, olvidando que existe otro espacio, el de lo privado o do-méstico-familiar, el cual queda con-cebido como espacio de la vida y el cuidado de la especie, el espacio sometido a las leyes de la naturaleza que imponen cualidades morales e intelectuales distintas para hombres y mujeres, en función del diferente llamado a cumplir: la reproducción o la producción.1
Más recientemente, la entrada en vigor de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Violencia contra las Mujeres, CEDAW, por sus siglas en inglés, trae a la discusión la necesidad de avanzar en una igualdad sustantiva o igualdad de hecho. Su Artículo 4 faculta a los Estados Partes a la adopción de medidas especiales de carácter temporal encaminadas a acelerar la igualdad de facto entre el hombre y la mujer, considerando que las mismas no serán discriminación en la forma en que se define en la Convención; y que las mismas cesa-rán cuando se hayan alcanzado los objetivos de igualdad de oportunidad y trato.
Las políticas públicas
de igualdad: definición
y evolución
Las políticas de igualdad son definidas como “el conjunto de prin-cipios, normas y objetivos formula-dos explícitamente y sancionados por el Estado, dirigidas a la conse-cusión de la igualdad de hecho y de
derecho de mujeres y hombres” (García Prince, 2008, p. 62). En di-chas políticas, el eje central está en los derechos, siendo un importante aliado el principio de no discrimina-ción y donde no basta con concebir la igualdad como un tema de oportu-nidades, sino que debe pensarse la igualdad como aquella que se pro-duce de hecho y en la que los Esta-dos, tal y como lo establece la CEDAW, deberán poner en práctica todas aquellas medidas que se con-sideren necesarias para lograrla.
Siguiendo a García Prince, la autora sintetiza cuatro fases en la evolución brindada por los gobiernos a las necesidades, intereses y asun-tos de las mujeres.23La primera se remonta al período comprendido entre los años 1945-1962 en el cual se creó la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, cuyo foco fundamental fue el interés cen-trado en señalar las desigualdades y en determinar los obstáculos para el logro de la igualdad. La Comisión, creada por el Consejo Económico y Social es el principal órgano interna-cional, intergubernamental, dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empodera-miento de la mujer.
http://www.americalatinagenera.org/es/do cumentos/doc_732_Politicasdeigualdad23 junio08.pdf
En una segunda fase, com-prendida entre 1963-1975, se desta-can varios hechos relevantes como lo fue la celebración de la Primera Conferencia Internacional de la Mu-jer celebrada en México en 1975, la declaración, a partir de esa fecha en el marco de las Naciones Unidas la década de las mujeres. Además, para este período comienza a apa-recer los primeros departamentos de estudios de la mujer como campo interdisciplinario de investigación académica que se caracteriza por aproximarse a los temas relativos a las mujeres, el feminismo, el género y la política, desde los presupues-tos de una teoría crítica. Una de sus principales exponentes, Ester Boserup presenta en 1970 su inves-tigación “El Rol de las Mujeres en el Desarrollo Económico” la cual hizo duras críticas a las políticas de desa-rrollo existentes, cuestionando los supuestos teóricos de las concep-ciones tradicionales de desarrollo que ignoraban la participación de las mujeres y poniendo en tela de juicio el impacto de las políticas de desa-rrollo implementadas, al desconocer estos aportes.
La tercera fase, situada entre 1976-1985 se caracteriza por un cambio en la conciencia internacio-nal sobre el impacto de la situación de la mujer en el desarrollo, espe-cialmente a través de fenómenos generalizados como la pobreza, la superpoblación, el analfabetismo, la desnutrición y otros semejantes. Se denota como un aspecto relevante la nueva concepción de la mujer como agente y beneficiaria del proceso de
desarrollo en todos los sectores y todos los niveles. En este período se celebran la segunda y tercera Confe-rencia Internacional de la Mujer, se adopta la CEDAW, y de las acciones más comunes desarrolladas estuvie-ron los programas dirigidos a muje-res de sectores en desventaja para fortalecer sus capacidades económi-cas productivas y elevar capacida-des sociales básicas. Asimismo, se denota un fortalecimiento progresivo de la institucionalidad a cargo de los asuntos de las mujeres.
Para los años 1986-1995, se sitúa la cuarta fase en este proceso de evolución de la atención brindada a los temas relacionados a las nece-sidades, intereses y asuntos de las mujeres, la cual tiene como uno de sus principales hechos la celebra-ción de la VI Conferencia Internacio-nal de la Mujer en 1995 y la adop-ción de la Plataforma de Acción de Beijing con doce esferas de preocu-pación para que las mujeres pudie-ran avanzar, real y efectivamente, en el disfrute y goce pleno de sus dere-chos. En dicha Conferencia se adop-ta la estrategia de transversalización de la perspectiva de género o “gen-der mainstreaming”, como una estra-tegia de alcance global que debe involucrar a todos los actores, im-pregnar todas las acciones y acele-rar los cambios estructurales. Esta época se “caracterizó por el impulso significativo que llegaron a cobrar los asuntos de la población femenina en la discusión sobre las políticas públi-cas en general, en el marco de una creciente comprensión de sus nece-sidades, gracias, especialmente a la irrupción del enfoque de género, como referencia esencial para en-tender, significar y proponer cambios que eliminen los factores estructu-rantes de la exclusión y de la subor-dinación de las mujeres (García, 2008, p.9).
A partir de 1995 y hasta la fe-cha, se puede apuntar que nos en-contramos ante una fase de evolu-ción a la que se suele llamar Post-Beijing, en la cual se han desarrolla-do herramientas e instrumentos im-portantes para apoyar a los gobier-nos en los avances de los derechos de las mujeres y el propio concepto de la igualdad ha adoptado matices fundamentales para captar mejor la realidad a la que se quiere llegar en materia de derechos de las mujeres. Como hechos relevantes de este período se pueden mencionar la adopción del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, ECOSOC (1997) de manera formal de la transversalización de la pers-pectiva de género siendo definida como “el proceso de evaluar las implicaciones que tiene para hom-bres y mujeres, cualquier acción que se planifique, incluyendo las de tipo legislativo, las políticas o los pro-gramas en todas las áreas y a todos los niveles. Es una estrategia para hacer de las experiencias y necesi-dades o intereses de hombres y mujeres una dimensión integral en el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de las políticas y los pro-gramas en todas las esferas políti-cas, sociales y económicas con la finalidad de que hombres y mujeres
se beneficien por igual y desaparez-ca la desigualdad”.
Otros hechos importantes son las celebraciones de las Conferen-cias Regionales de la Mujer, princi-palmente México (2005), Quito (2007); Brasilia (2010) y Santo Do-mingo (2013) en cuyos consensos se avanza considerablemente en el fortalecimiento del papel de los Me-canismos Nacionales y Regionales de la Mujer y colocándose en la agenda temas de tan alto interés como presupuestos públicos sensi-bles a género, estadísticas e indica-dores de género, encuestas de uso del tiempo, participación política de las mujeres, trabajo doméstico re-munerado, y Tecnologías de Infor-mación y Comunicación, TIC´s, entre otros.
Cabe destacar que en cada una de estas fases se han desarro-llado una serie de enfoques que han permitido el abordaje de los temas de los derechos de las mujeres en la política pública. Estos enfoques fueron impulsados principalmente desde los espacios de cooperación internacional y motivados por los trabajos realizados por Boserup. Entre los dos principales enfoques se pueden mencionar el enfoque de Mujeres en el Desarrollo, MED y el de Género en el Desarrollo, GED, los cuales, como se ve en la Tabla 1, difieren, tanto en su marco teórico, enfoque, planteamiento del proble-ma, como en sus objetivos, solucio-nes y estrategias. Una de estas principales diferencias está relacio-nada en la forma de concebir el pro-blema de las mujeres en el desarro-llo y la forma de solucionarlo. Mientras el enfoque MED ve el pro-blema centrado en un tema de ex-clusión de las mujeres del proceso de desarrollo, el enfoque GED se centra en la desigualdad existente entre las relaciones de poder entre hombres y mujeres las cuales condi-cionan su posición y situación en todas las esferas de la sociedad. La respuesta que se da a la solución del problema también varía en cada uno de los enfoques en tanto el MED considera las mismas de responder a las necesidades prácticas de las mujeres, por ejemplo aumentar sus ingresos; mientras que el enfoque GED lo hace desde avanzar en in-tereses estratégicos, como la adop-ción de leyes que promuevan sus derechos, por ejemplo.
TABLA 1
COMPARACIÓN ENTRE EL ENFOQUE MUJERES EN EL DESARROLLO, MED. Y EL ENFOQUE GÉNERO EN EL DESARROLLO, GED
|
Mujeres en el Desarrollo, MED |
Género en el Desarrollo, GED |
Marco Teórico |
Ausencia de las mujeres de pla-nes y políticas de desarrollo. |
Desarrollo enfocado en la inequidad de género y global. |
Enfoque |
Mujeres. |
Relaciones entre mujeres y hombres que son socialmente construidas. |
Problema |
Exclusión de las mujeres del proceso de desarrollo. |
Desigualdad en las relaciones de poder (Mujer / hombre, pobres / ricos) impide el éxito de las políticas de desarrollo y la participación plena de las mujeres en el desarrollo. |
Objetivo |
Desarrollo más eficiente y efectivo que incluye las mujeres. |
Desarrollo equitativo, sustentable que permite a las mujeres tomar decisiones sobre el desarrollo. |
Solución |
Integrar a las mujeres en las intervenciones del desarrollo existente. |
Empoderar a las mujeres para trans- formar las relaciones de géneros desiguales. |
Estrategia |
|
Abordan intereses estratégicos de género. |
Fuente: Elaboración propia.
Los derechos de las mujeres
en la agenda del proceso
de integración centroamericana
La incorporación en el 2005 del COMMCA al SICA, puede ser considerado como el hecho que marca un antes y un después en la incorporación de los derechos de las mujeres en la agenda del proceso de la integración centroamericana.
Este hecho, tal y como lo ex-presa el Acuerdo 13 de la XXIV Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros, encierra varios aspectos claves para la agenda que luego se articula a favor de la promoción y el avance de los derechos de las mujeres y la institucionalidad de la igualdad en el quehacer regional:
a) El acuerdo ratifica el compro-miso adquirido en los marcos internacionales. La creación del COMMCA es una respues-ta a los compromisos adquiri-dos en diferentes esferas in-ternacionales como son las Naciones Unidas, la Organi-zación de Estados America-nos, etc. En efecto, la adop-ción de instrumentos como la CEDAW en la que los Estados convienen en seguir, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, una política enca-minada a eliminar la discrimi-nación contra la mujer (Artícu-lo 2); o la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Vio-lencia contra la Mujer; la Pla-taforma de Acción de Beijing, las Conferencias Regionales de la Mujer de la Comisión Económica para América Lati-na y el Caribe, CEPAL, entre otras, han significado grandes avances a lo interno de los Es-tados en lo que a derechos de las mujeres se refiere, mejo-rando su situación, condición y posición dentro de los mismos.
Al incorporar al COMMCA, la región se compromete a abor-dar estos temas de forma conjunta y solidariamente en la agenda de la integración centroamericana.
b) El acuerdo instruye a garanti-zar la incorporación de la agenda de género en el quehacer institucional de la in-tegración. A diferencia de otros Consejos incorporados en el proceso de integración centroamericana cuyos man-datos se enmarcan dentro de acciones sectoriales, el Con-sejo de Ministras de la Mujer recibe un mandato transversal constituyendo su quehacer un accionar más sistémico que necesita de la realización de alianzas estratégicas a lo in-terno del SICA, tanto institu-cionalmente como en los países.
c) El acuerdo da a la Red Regio-nal de los Mecanismos Nacio-
nales para la Promoción del Tema de la Mujer rango de Consejo de Ministros confor-me a la nomenclatura SICA. El Consejo de Ministras de la Mujer es el esfuerzo de la Red Regional de Mecanismos Na-cionales para la Promoción de la Mujer que se reunía perió-dicamente en el marco de la región de Centroamérica y el Caribe. Las Ministras cen-troamericanas ven la necesi-dad de trabajar de la mano de la institucionalidad y solicitan la incorporación al Sistema. Su entrada confiere, según el Protocolo de Tegucigalpa, una serie de facultades jurídicas, políticas y procesales para su accionar y poder colocar en la agenda de la región los temas de su competencia. 4
http://www.sica.int/consulta/reunion.aspx?i dn=83142&idm=1
La Política Regional de Igualdad
y Equidad de Género del SICA
Primeros antecedentes
El primer antecedente que se puede señalar en la elaboración de la PRIEG, data del 5 de diciembre de 2008, donde en su XXXIII Reunión Ordinaria, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del SICA acordaron:
“Instruir a la SG-SICA para que, en coordinación con el COMMCA y la Presidencia Pro Tempore, inicien a la bre-vedad los trabajos preparato-rios intersectoriales con los Consejos de Ministros que sean necesarios, para cele-brar, en el segundo semestre del año 2009, una Reunión Extraordinaria de Presidentes destinada a debatir el tema de Género, Integración y Desa-rrollo, y preparar el Año Inter-americano de la Mujer en el 2010.”3
El acuerdo, es el primer logro del esfuerzo realizado por el Consejo de Ministras de la Mujer y su estruc-tura, consolidados en la Resolución COMMCA 001-084 y en la presenta-ción realizada al Consejo de Minis-tros de Relaciones Exteriores el 4 de diciembre de 2008, Órgano Principal de Coordinación del Sistema tal y como lo establece el Artículo 16 del Protocolo de Tegucigalpa, el cual tiene dentro de sus funciones revi-sar y aprobar todos los documentos
que serán conocidos por los Jefes de Estado y de Gobierno en sus Reuniones. El acuerdo cuenta con dos objetivos claros. Primero, deba-tir el tema de género, integración y desarrollo; y segundo, preparar el Año Interamericano de la Mujer, conforme a lo establecido en el mar-co de la Organización de Estados Americanos, OEA.
Por otra parte, el acuerdo pre-sentó la oportunidad de la prepara-ción de una Cumbre coordinada conjuntamente, donde la institucio-nalidad centroamericana pudiera dialogar sobre el tema, previo a la reunión, permitiendo generar una serie de acciones tendientes a propiciar un empoderamiento por parte de los principales tomadores de decisiones.
Como parte de las prepara-ciones para dicha Cumbre, las Minis-tras reunidas en el COMMCA deci-dieron encomendar la realización de varios documentos conceptuales que dieran la pauta para la discusión que habría de darse con los Jefes de Estado y de Gobierno de los países del SICA en diciembre de 2009. Bajo la Presidencia Pro Témpore de Costa Rica y en coordinación con la Secretaría Técnica de la Mujer COMMCA/SICA y el apoyo de la cooperación española se iniciaron la elaboración de tres documentos en los temas de autonomía económica de las mujeres; participación política e institucionalización de género en el SICA, los cuales serían abordados por la Reunión Extraordinaria de Presidentes. Con la elaboración de estos tres documentos el COMMCA hizo una propuesta de declaración la cual debía ser asumida por la Reunión de Presidentes. Entre los puntos de la misma estaba el man-dato de preparar los lineamientos para la elaboración de una Política Regional de Igualdad y Equidad de Género.
Sin embargo, por razones re-lacionadas a la situación política que enfrentaba la región, la Cumbre fue suspendida y no es hasta junio de 2010, bajo el liderazgo de la Presi-dencia Pro Témpore de Panamá en la que se adopta la Declaración de Panamá sobre “Género, Integración y Desarrollo” y en la que se consigna dos mandatos sumamente importan-tes para el avances de los derechos de las mujeres en la región. El pri-mero de ellos:
“2. Incorporar la igualdad y la equidad de género como te-mas estratégicos y de alta prioridad, en las políticas y planes de desarrollo naciona-les y regionales, tanto en el Sistema de la Integración Centroamericana, como en los Estados que lo integran.”
Y, el segundo:
“7. Solicitar a la Reunión de Presidentes, instruya a la Se-cretaría General del SICA, para que en coordinación con el Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica y las entidades regionales compe-tentes, elaboren y presenten a
la Reunión Ordinaria de Presi-dentes, en el segundo semes-tre de 2011, una propuesta de lineamientos para la adopción de una Política Regional de Equidad de Género para el Sistema de la Integración Centroamericana.”5
Recuperado el 17 de mayo 2014 en: http://www.sica.int/Consulta/Documento.a spx?Idn=83174&idm=1
Ambos mandatos son com-plementarios. Mientras el primero abre las puertas para ir avanzando en el proceso de transversalización de la perspectiva de género en el quehacer institucional, conforme lo expresó el acuerdo que incorpora al COMMCA; el segundo instruye a la operativización del primero con ins-trumento concreto como lo es la Política Regional.
Los lineamientos
El segundo paso importante para la elaboración de la política puede considerarse la priorización que hace el COMMCA de los secto-res en los que enfocará su estrategia de trabajo de cara a la institucionali-zación de la igualdad y equidad de género en el SICA. En efecto, reuni-das extraordinariamente el 23 de setiembre de 2013, el COMMCA aprueba el documento “Liderazgo Político y Técnico del COMMCA en el proceso de Institucionalización de la Igualdad de Género en el SICA”.6
Los sectores priorizados son una mezcla de la propia agenda del COMMCA y a los acuerdos emana-dos de la Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de países del SICA, realizada el 20 de julio del 2010, en la cual se esta-blecen como prioridades del Relan-zamiento de la Integración Centroa-mericana: seguridad democrática; prevención y mitigación de los desastres naturales y de los efectos del cambio climático; integración social; integración económica; y el fortalecimiento de la institucionalidad regional.
Para el 30 de noviembre de 2011 el COMMCA aprueba, en reunión extraordinaria, la resolución sobre los lineamientos para la Políti-ca Regional de Igualdad y Equidad de Género la cual es refrendada por la XXXVIII Reunión de Presidentes el 16 de diciembre 2011.
El acuerdo 5 de la Declaración Conjunta de esta reunión establece lo siguiente:
Artículo 5: “Refrendar la Re-solución sobre Lineamientos para la Política Regional de Igualdad y Equidad de Gé-nero para el SICA, aprobada por el Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica y República Dominicana, COMMCA, en la reunión cele-brada el 30 de noviembre de 2011, que da cumplimiento a los acuerdos emanados del Plan de Acción de la XXXV Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Panamá en junio de 2010, e instruir a dicho Consejo a que conjuntamente con la SG-SICA garanticen el cumpli-miento de dicha resolución.7”6
http://www.sica.int/Consulta/Documento.a spx?Idn=83183&idm=1
El acuerdo no solo aprueba los lineamientos, sino que retoma el Plan de Acción de la XXXV Reunión
de Jefes de Estado y de Gobierno del 29 de junio de 2010 en el que ha sido acordada la Declaración de Panamá sobre “Género, Integración y Desarrollo” y por tanto, reafirma el compromiso emanado en dicha De-claración de avanzar en la incorpo-ración de la igualdad y equidad de género en el quehacer institucional y tener estos temas como estratégicos y de alta prioridad para el Sistema.
La mencionada Resolución sobre los Lineamientos de la Políti-ca, en su primer acuerdo solicitó a la Reunión de Presidentes que instru-yera “al COMMCA para que, conjun-tamente con la Secretaría General del SICA, las entidades regionales competentes, la participación de la sociedad civil, y con el apoyo de la cooperación internacional, coordinen en lo inmediato, la elaboración y presentación, al segundo semestre de 2013, de la Política Regional Igualdad y Equidad Regional de Género del SICA en base a los si-guientes lineamientos.”
TABLA 2
LINEAMIENTOS PARA LA POLÍTICA REGIONAL DE GÉNERO REFRENDADOS EN LA DECLARACIÓN COJUNTA DE LA XXXVIII REUNIÓN ORDINARIA DE JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO
DE LOS PAÍSES MIEMBROS DEL SICA
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Fuente: Elaboración propia a partir de COMMCA 2011.
Los lineamientos incluidos en la Resolución abarcan aspectos relativos a la condición social y jurí-dica de la mujer, autonomía econó-mica, salud, seguridad democrática y violencia contra las mujeres, educa-ción, cambio climático, participación política e institucionalización de la igualdad de género. Los mismos, como se ha mencionado anterior-mente, conjugan la agenda propia del Consejo de Ministras con las prioridades del relanzamiento de la integración regional.
Encuadre, institucionalidad
y ruta crítica en la
construcción de la PRIEG
Recibido el mandato por parte de la Reunión de Jefes de Estado las Ministras se abocaron a la orga-nización de los trabajos que permi-tieran cumplir con los tiempos indi-cados. Para ello se convocó a un taller de estructuración de la Política cuyo objetivo principal fue desarro-llar, a partir de los lineamientos aprobados por las Ministras y refren-dados por los Presidentes del SICA, una propuesta de estructuración de contenidos y del proceso de cons-trucción participativa que habría de darse en esos dos años que se te-nían por delante para el mismo.
De ese primer taller se trabajó el documento de orientaciones con-ceptuales y metodológicas conocido como el “Encuadre de la PRIEG”, el cual fue aprobado por las Ministras del COMMCA en su XXXIII Reunión Ordinaria celebrada en San José en mayo de 2013. En esa misma reunión, se aprobó el perfil de acto-res participantes en el proceso: re-presentantes de la institucionalidad SICA, organizaciones del movimien-to de mujeres vinculadas con agen-das regionales, expertas en políticas de igualdad, instituciones nacionales sectoriales y Mecanismos Naciona-les de la Mujer. Asimismo, se apro-bó la ruta crítica que seguiría el pro-ceso, el cual tenía una combinación de acciones técnicas y de carácter político.
GRÁFICO 1
RUTA CRÍTICA EN EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN
Y APROBACIÓN DE LA POLITICA REGIONAL DE IGUALDAD
Y EQUIDAD DE GÉNERO, PRIEG
Fuente: COMMCA-SICA 2013.
Dada la aprobación del En-cuadre, se abrió la fase de consulta. Para ello, el COMMCA acordó solici-tar al Secretario General del SICA la constitución de un Comité Técnico Interinstitucional ad hoc, el cual se concibió como un actor elemental para concretizar la participación de la institucionalidad del SICA en la construcción de la PRIEG. El mis-mo, estuvo conformado por perso-nas delegadas de las instancias e instituciones responsables de los temas sectoriales al interior del SICA, puntos focales de género en instituciones especializadas, y dele-gadas de los mecanismos naciona-les integrantes del COMMCA.
La misión de este Comité fue de actuar como instancia interlocuto-ra a lo interno del SICA, durante el
proceso de definición de la política regional de igualdad. Para el fiel cumplimiento de tal misión, se solici-tó que las personas a comisionar cumplieran el siguiente perfil:
Esta fase, conforme lo plantea el propio documento de la PRIEG, reunió las actividades para la cons-trucción colectiva de las medidas de la PRIEG. Se eligió la modalidad de Consultas Especializadas y Encuen-tros por Eje. Entre los temas que fueron objeto de consultas especiali-zadas están el de seguridad alimen-taria y la agenda de las mujeres rurales, realizados en Nicaragua y Costa Rica respectivamente. En los Encuentros Regionales por Eje, se llevó a discusión un inventario de propuestas recolectadas en diferen-tes espacios provocados en fases previas del proceso de las PRIEG; y fue a partir de estas propuestas pre-liminares que, mediante un diálogo constructivo, los actores participan-tes consensuaron el contenido de cada Eje de la PRIEG. Estos even-tos dieron como resultado propues-tas en tres ámbitos: mejoramiento de la condición jurídica y homologación de normativas, fortalecimiento insti-tucional y mejora en la calidad de las políticas sectoriales. Entre En-cuentros y Consultas, se logró con-vocar un total aproximado de 250 personas, la mayoría mujeres, pro-venientes de los sectores antes mencionados.
La fase de aprobación se inició con la validación del primer borrador completo por parte del Co-mité Técnico Interinstitucional. Con esta instancia se priorizó la revisión de la parte programática de la políti-ca: los Ejes y la propuesta de arqui-tectura institucional. Posteriormente, la Política fue presentada al COMMCA, que la aprobó mediante el Acuerdo No. 1 de su Reunión Extraordinaria del 7 de noviembre de 2013. Como hito conclusivo de esta fase, la PRIEG fue aprobada en la XLII Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno del SICA, desarrollada en Buenaventura, Pa-namá, el 14 de diciembre de 2013. El acuerdo tiene dos partes impor-tantes, una la propia PRIEG y por la otra, su operatividad.
“14. Aprobar la Política Re-gional de Igualdad y Equidad de Género, PRIEG, e instruir a la institucionalidad del SICA y al Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica y Re-pública Dominicana, para que en coordinación con la Secre-taría General del SICA, esta-blezcan los mecanismos que
sean necesarios para su operatividad.”8 7
http://www.sica.int/Consulta/Documento.a spx?Idn=83304&idm=1
En los dos puntos siguientes, se abordarán cada una de estas partes, analizando en la segunda, los retos que sugiere la implementa-ción de dicha Política en el marco de la institucionalidad regional.
La PRIEG
El documento aprobado por la XLII Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno expresa la voluntad política institucional de una región que avanza conjuntamente hacia la paz, la democracia y el desarrollo conforme a los principios del Protocolo de Tegucigalpa.
Su gran apuesta es que, al 2025, los Estados partes del SICA hayan incorporado las medidas ne-cesarias para garantizar el pleno desarrollo y el adelanto de las muje-res de Centroamérica y República Dominicana, en condiciones de igualdad y equidad, en las esferas política, social, económica, cultural, ambiental e institucional, tanto a escala regional como en los ámbi-
tos nacionales. (COMMCA-SICA, 2013, p.40)
En su estructura, la PRIEG cuenta con una serie de alcances y características que definen temas relacionados al hecho de ser un instrumento vinculante, ser la agen-da de género del SICA, su intersec-torialidad y el llamado de ser una herramienta de colaboración inter-gubernamental, así como un “valor agregado regional” a las políticas sectoriales y a las políticas específi-cas de igualdad de género de cada uno de los países que conforman el SICA las cuales dan base a la políti-ca regional. (COMMCA-SICA, 2013, 30).
Por otra parte, el documento aprobado por los Jefes de Estado y de Gobierno, define una serie de principios orientativos, enfoques y estrategias, con la finalidad de ase-gurar que la misma contribuya a la igualdad y la equidad de género desde una perspectiva transversal en la que se busca permear el quehacer institucional del Sistema y dar cumplimiento al mandato que incorpora el COMMCA al Sistema.
TABLA 3
EJES ESTRATÉGICOS, PRINCIPIOS Y ENFOQUES DE LA POLÍTICA REGIONAL DE IGUALDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO DEL SICA
Ejes Estratégicos (en concordancia con los Lineamientos) |
Principios
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Enfoques
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Transversal: Condición Jurídica y Social de la Mujer de la región. |
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Fuente: Elaboración propia a partir de COMMCA 2013 y COMMCA-SICA 2013.
Asimismo, tomando en cuenta los lineamientos refrendados por la Reunión de Presidentes en diciem-bre de 2011, se definen siete ejes estratégicos, de los ocho lineamien-tos aprobados, pasando el primero de estos sobre la condición jurídica y social de la mujer a convertirse en un elemento transversal de todos los ejes.
En total, la PRIEG cuenta con sesenta y dos medidas que queda-ron repartidas en los diferentes ejes, tal y como se puede ver en el gráfico 2. De las mismas, trece están relacionadas a los temas de homologación y armonización de los marcos normativos; veinte medi-das a fortalecimiento de políticas sectoriales y veintinueve a medidas relacionadas con el fortalecimiento institucional.
GRÁFICO 2
Fuente: COMMCA 2013 a.
En cuanto a los arreglos insti-tucionales, la PRIEG requerirá de una arquitectura regional para la coordinación, el seguimiento y la evaluación que fortalezca el manda-to rector del COMMCA y de los Me-canismos Nacionales para el Adelan-to de las Mujeres; a la vez que permita una sana distinción de roles en dos niveles: entre instituciones con mandatos transversales y secto-riales; y entre instituciones regiona-les y nacionales.
Es así, que la arquitectura de la PRIEG contará con tres mecanismos:
La implementación.
Perspectivas hacia el futuro
Como se mencionó en la se-sión anterior, entre las característi-cas de la política están temas rela-cionados a la transversalidad siendo la PRIEG, una política que atraviesa los temas considerados como los pilares del proceso de integración y que se coloca en la corriente princi-pal de las políticas sectoriales que se impulsan desde el Sistema. Además, entre dichas características vimos que la PRIEG constituye un llamado a la intersectorialidad y la cooperación intergubernamental, al tiempo que constituye un valor agre-gado regional a las políticas sectoria-les existentes. Estas características hacen que su implementación en sí misma, sea un reto para la institu-cionalidad centroamericana y sus correspondientes mecanismos na-cionales, toda vez que sus manda-tos se relacionen con el contenido de las medidas propuestas.
Una vez aprobada la PREIG por las instancias correspondientes, queda en la mano del Consejo de Ministras, la Secretaria General y la institucionalidad regional su operati-vidad tal y como lo instruye el Acuerdo. La práctica en el SICA es que, salvo la Estrategia Regional de Seguridad que se ejecuta con un alto apoyo de la Secretaría General por ser la Secretaría de la Comisión Regional de Seguridad, las políticas sectoriales o transversales descan-san en el Consejo encargado del tema. Por tanto, la PRIEG tiene como principal instancia de liderazgo al Consejo de Ministras y a su Se-cretaría Técnica de la Mujer como instancia técnica que debe asegurar la ejecución de la estrategia que se ha de diseñar para poner a operar la arquitectura regional pensada para la misma.
Dicho liderazgo no solo se centra en el hecho de lograr una coordinación interinstitucional sino también garantizar los recursos hu-manos, técnicos, tecnológicos y fi-nancieros que permitan avanzar en la implementación de los ejes estra-tégicos y así alcanzar el objetivo planteado al 2025.
El COMMCA, teniendo claro este rol de liderazgo, recientemente ha aprobado el proyecto ““Puesta en
marcha e implementación de la Polí-tica Regional de Igualdad y Equidad de Género del SICA: Un bien público regional catalizador del desarrollo de la Región SICA", el que se ubica en el Eje de integración social y lucha contra la pobreza del Fondo España-SICA 2014-2017 y corresponde su ejecución a la Secretaría Técnica de la Mujer del COMMCA/SICA, con-tando con un monto total de US$ 600.000, 00.”9 8
Con este proyecto, el COMMCA se propone desarrollar las condiciones para la efectiva imple-mentación de PRIEG, enfocándose en fortalecer la arquitectura para la igualdad de género en la institucio-nalidad del SICA que potencie el desarrollo de medidas e iniciativas orientadas a la reducción de la de-sigualdad de género, resultado que está contenido en el Plan Estratégico del COMMCA 2014-2018.
La implementación de la PRIEG, además de un mandato presidencial y la vía de dar cumpli-miento a un número significativo de otros tantos de dicho nivel o ministe-riales además de la normativa inter-nacional, regional y nacional en la materia, es una demanda de los países SICA, la cual se manifiesta, de forma reiterativa en la preocupa-
ción por los elevados niveles de discriminación de género y de los índices de violencia contra las muje-res, lo que no solo afecta a más de la mitad de la población de la región sino que a todo el conjunto y en con-secuencia a su propio desarrollo, dado que la igualdad de género es concebida como un factor sine qua non de dicho desarrollo, además de la posibilidad de garantía de la paz, libertad y democracia desde un en-foque de derechos humanos, que potencie las capacidades humanas y procure la cohesión social, el creci-miento económico y el bienestar de sus pueblos, tal y como lo apuntan diferentes informes internacionales.
Esta demanda no deja de lado la constatación de las múltiples ba-rreras, retos y limitaciones existentes para lograr la plena igualdad de gé-nero, pero tampoco el compromiso de emprender esfuerzos para su-perarlos, lo que implica considerar la PRIEG como uno de ellos, con la consciencia de que en todos los ámbitos político, económico, social, cultural, ambiental, civil e institucio-nal, deberán tomarse medidas de forma sectorial e interinstitucional, tanto a nivel regional como nacional.
Dado el carácter estructural por la desigualdad de género causa y efecto que impide el desarrollo, abarcativo por implicar todas las esferas de la vida, tanto en el ámbito público como privado, la magnitud de violación sistemática a los dere-chos humanos y la regionalidad de la problemática, por ser común a todos los países, y que (además incluye
fenómenos como la trata de mujeres y otros delitos que implican un abor-daje transfronterizo) y la acción re-gional genera un valor agregado para su prevención, atención, san-ción y reparación de derechos. Su-perar esta problemática supone el concurso de cada persona e institu-ción independientemente de su cua-lidad, incluyendo a la cooperación internacional, como un actor clave para apoyar la adopción de medidas contra la discriminación hacia las mujeres y de avance para la igual-dad y equidad de género. Esto, tra-ducido al ámbito regional, supone una oportunidad sin precedentes, por ser la PRIEG un instrumento de política, además de vinculante, de carácter articulador, intersectorial, transversal y orientativo, que ade-más de tener un marco de acción delimitado, proporciona directrices (medidas) desarrolladas a partir de criterios de pertinencia, valor regio-nal agregado, viabilidad, priorización y consenso, siendo además elabo-rada de forma participativa y con vocación de impulsar la propia agenda del SICA, a la vez que cons-tituirse en parte de esta. Es en con-secuencia la PRIEG, la agenda de género del SICA, y los planes secto-riales e institucionales que le den vida, las agendas de género de los mismos/as. Por lo anterior, también es relevante destacar que dicha Política está construida orientando su accionar en los pilares priorizados en el proceso de relanzamiento de la integración regional.
Entre las muchas virtudes de la PRIEG, otra relevante es que es susceptible de ser monitoreada, deficiencia que suelen observase en muchas políticas, no obstante es una condición importante para su impulso y oportuna implementación. Es una Política del SICA, lo que supone un factor de sostenibilidad al ser compromiso de todos los secto-res y formar parte de su agenda. Además tiene su rectoría en el COMMCA, que junto con la STM-COMMCA/SICA son los entes espe-cializados en la materia. Es por ello, también incluso en términos de sos-tenibilidad precisa que este rol sea fortalecido.
Trabajar interinstitucionalmen-te, de forma articulada, coordinada y transversal en muchos de los casos, es un proceso de aprendizaje cuan-do menos algo de reciente data que se está dando en el entramado re-gional y nacional del SICA. Además de ello y de las limitaciones existen-tes en términos de capacidades para responder oportunamente a los retos que plantea avanzar en la igualdad de género, los niveles de desarrollo existente en todos los sectores que agobia las capacidades de respuesta a los mismos, implica la necesidad de acompañar a la institucionalidad en el proceso de implementación de esta Política.
Será necesario, para el éxito de la Política, el desarrollo de ins-trumentos normativos, técnicos, in-formativos, formativos para dotar de herramientas que orienten la articu-lación, la implementación, el moni-toreo y evaluación, así como acompañamiento técnico en virtud
de las oportunidades que posibilita el mismo.
Para evitar la dispersión en esta Política, es una oportunidad también potenciar la eficacia de los esfuerzos políticos e institucionales ya en curso en la materia, trayendo otros nuevos en un escenario orde-nado, focalizado, que resulte en una mayor focalización y eficacia de los mismos, tanto a nivel institucional como intersectorial. El proceso, además, posibilitará una mayor vi-sualización de la problemática y su abordaje, no solo a nivel político, técnico e institucional sino también financiero, lo que contribuirá a la posibilidad de movilizar recursos propios, de la cooperación interna-cional y sur-sur para ello, lo cual dado el carácter programático y de gestión basada en resultados y de-más cualidades vigentes de la PRIEG que serán consustanciales a los Planes, implicará que dicha cooperación también se haga con-templando los criterios establecidos en el Mecanismo de Gestión, Coor-dinación e Información de la Coope-ración Regional del SICA y los prin-cipios de eficacia de la cooperación para el desarrollo (Principios de la Declaración de París) así como otros criterios establecidos por el Comité de Ayuda al Desarrollo, CAD, de la Organización para la Coopera-ción y el Desarrollo Económico, OCDE.
Finalmente, pero no menos importante, está la participación de la sociedad civil en todo el proceso de implementación. Desde su dise-ño, el COMMCA procuró involucrar diferentes expresiones regionales de la sociedad civil a través de las con-sultas que se llevaron a cabo en los países de la región. Asimismo, el Comité de Expertas que acompañó el proceso de formulación, compues-to por reconocidas y reconocidos académicos del ámbito de la igual-dad, así como de los temas de la integración regional. Para el proce-so de implementación, será impor-tante diseñar los mecanismos para la participación de la sociedad civil, tanto en el plano regional como na-cional. En el regional, la PRIEG presenta una excelente oportunidad para fortalecer estos temas dentro del Comité Consultivo de la Sociedad Civil y, a nivel nacional, para realizar una estrecha coordi-nación con los Mecanismos Nacio-nales de la Mujer que son las institu-ciones llamadas a liderar los procesos de implementación en los países y garantizar la debida coordi-nación entre todas las instancias correspondientes.
Conclusión
Sin lugar a dudas el proceso de formulación de la Política Regio-nal de Género representa una expe-riencia a replicar en otros sectores del proceso de integración centroa-mericana y que muestra no solo la convergencia de intereses naciona-les en el marco de un Consejo de Ministras, sino de toda una interinsti-tucionalidad regional y de expresio-
nes de sociedad civil y de coopera-ción internacional que participó en un proceso que convocó un sin nú-mero de actores por un período de tres años.
En dicho proceso cabe desta-car la clara estrategia definida por el COMMCA en el proceso y el lideraz-go jugado por cada una de las Minis-tras que ocupaban las Presidencias Pro Témpore a lo largo del mismo. La experiencia aquí expuesta da cuenta de una combinación de ele-mentos políticos, técnicos, adminis-trativos y financieros que permitieron la concreción de un producto en el tiempo definido y en seguimiento y cumplimiento de los Mandatos Pre-sidenciales recibidos al respecto.
A futuro, la PRIEG se enfrenta con el reto de su implementación a través de garantizar la intersectoria-lidad, la coordinación interinstitucio-nal e intergubernamental pero a la vez de mostrar que tiene múltiples bondades para guiar un trabajo sis-témico y que redunde en beneficios para el desarrollo de la región SICA y por tanto para sus ciudadanas y ciudadanos.
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