Perfil de competencias

generales del funcionario

público del Régimen

Jorge Allan Aguilar Cubillo** de Servicio Civil

Edith Fonseca Sandoval*** Costarricense*

ESTUDIO PRODUCTO DE UNA INVESTIGACIÓN EN EL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL COSTARRICENSE CUYO PROPÓSITO FUE ANALIZAR EL PROCESO DE RECLUTAMIENTO Y SELECCIÓN QUE REALIZA LA INSTANCIA RECTORA DE ESTE RÉGIMEN, LA DIRECCIÓN GENERAL DE SERVICIO CIVIL DE COSTA RICA, DESARROLLANDO Y PROPONIENDO UN PERFIL DE COMPETENCIAS GENERALES DEL FUNCIONARIO PÚBLICO DEL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL DE COSTA RICA.

PALABRAS CLAVES: INVESTIGACIONES; SERVICIO CIVIL; COSTA RICA; RECURSOS HUMANOS; FUNCIONARIOS PÚBLICOS; COMPETENCIAS

Introducción

* Galardonado con la Primera Mención Honorífica al Premio ICAP a la Investi-gación en Administración Pública, 2010, otorgado por el ICAP y el Foro de la Función Pública de Centroamérica, Pa-namá y República Dominicana, y entre-gado en el marco de la celebración del XV Foro de la Función Pública, en San José, Costa Rica, abril del 2010.

** Licenciado en Psicología de la Univer-sidad de Costa Rica. Funcionario de la DGSC de Costa Rica con experiencia en las áreas de Reclutamiento y Selección de Personal, Análisis Ocupacional, Ca-pacitación, Investigación y Desarrollo. Labora para el área de Investigaciones de Carrera Docente.

La Dirección General de Ser-vicio Civil, DGSC, con el propósito

de ponerse a la altura de los tiempos estableció un nuevo Modelo de Ges-tión del Potencial Humano con el que procura resolver más efectiva-mente las necesidades vinculadas con los recursos humanos de los ministerios e instituciones cubiertas por el Régimen de Servicio Civil, RSC. Uno de los insumos tomados en cuenta para la elaboración de

____________________________________

*** Estudios de Maestría en Gestión Social del Trabajo y Licenciada en Psicología de la Universidad de Costa Rica. Fun-cionaria de la DGSC de Costa Rica con experiencia en el campo de Recluta-miento y Selección de Personal

Recibido: 15 de enero del 2010.

Aceptado: 20 de mayo del 2010.

este modelo fue el documento titula-do “Propuesta del Nuevo Modelo de Reclutamiento y Selección del Talen-to Humano”.1 En este documento se presenta un modelo referente a la dotación de personal de estas insti-tuciones, mediante el que la DGSC procura llevar a cabo la selección de personal desde una perspectiva amplia y global, valorando la idonei-dad para el ingreso al RSC. Por me-dio de esta valoración, de carácter obligatorio e insoslayable, se preten-de evaluar aquellas capacidades y competencias generales e indispen-sables para el desempeño idóneo como funcionario público, y que inci-den en el desarrollo de una carrera administrativa exitosa.

1. El documento fue desarrollado por funcio-narios de las Áreas de Reclutamiento y Selección y Carrera Docente de la DGSC y fue aprobado por los directores de estas instancias en octubre de 2007. Acorde con las tendencias actuales se tiene por entendido que el talento humano debe ser sustituido por potencial humano, dado que esta concepción engloba el di-namismo e importancia del desarrollo de las potencialidades de las personas.

En virtud de cumplir con este cometido se planteó el diseño del Perfil de competencias generales del funcionario público que labore para el RSC, el que se convierte en el insumo que orientará la consecución de los futuros candidatos que ingre-sen a laborar para el RSC.

La construcción de este perfil, desde la perspectiva de evaluar la idoneidad para el ingreso a la Fun-ción Pública en el RSC, considera

los principios esenciales que carac-terizan a este Régimen, tales como son el mérito, la demostración de la idoneidad y la equidad. Igualmente, con ese propósito, es necesario, además, tomar en cuenta aquellos principios éticos fundamentales de la convivencia e interacción humanas y que son intrínsecos a la propia natu-raleza del trabajo esencial de todo servidor público, servir a la ciuda-danía, y que por ser indispensables e imprescindibles, se estima que todo servidor público debe poseer, mostrar y cumplir. Algunos de esos principios éticos primordiales que se deben tener presente son: el de im-parcialidad, legalidad, vocación de servicio, la transparencia, buena fe y el de responsabilidad pública.

El perfil desarrollado en la in-vestigación se confeccionó basado en el enfoque por competencia. Éstas constituyen una serie de ca-racterísticas personales deseables en los funcionarios públicos que laboran para el RSC. Son particula-ridades claves que distinguen al funcionario público con un desem-peño superior. Aseguran una cierta manera de cumplir con las respon-sabilidades laborales e instituciona-les, al desarrollar las funciones y tareas asignadas con excelencia, de reafirmar el cumplimiento de su fun-ción primordial de servidor público de manera sobresaliente, de asegu-rar el desenvolvimiento y ajuste a sus distintos contextos de manera productiva y exitosa. Por tal motivo, se configuran en un conjunto de características-tipo o referenciales, parámetros, de gran utilidad, con las que se comparan y orientan los pro-cesos relacionados con la admisión de personas, la formación y la capa-citación de los funcionarios.

Las competencias delimitadas se ubican al interior de cinco dimen-siones, a saber:

Organizativa-institucional: Compromiso organizacional, Esmero/Escrupulosidad, y Or-ganización/Orden.

Interrelacional y de Servicio: Orientación al cliente, Comu-nicación efectiva, Relaciones interpersonales y Trabajo en equipo.

Motivacional y Ética: Proacti-vidad, Integridad personal, Responsabilidad y Auto-aprendizaje.

Autorregulación: Trabajo bajo presión, Adaptabilidad/ Flexibi-lidad y Resolución de proble-mas/Negociación.

Cognitiva: Pensamiento con-ceptual, Pensamiento funcio-nal y Pensamiento operativo.

Las competencias fueron ope-racionalizadas, además se estable-ció la medición de ellas a partir de cinco niveles: muy alto, alto, medio bajo y muy bajo, de acuerdo a éstos se considera el nivel en que deberá estar presente la competencia en el funcionario público que labore para el RSC.

Justificación de la investigación

Las sociedades del mundo desarrollado, entre ellas la costarri-cense, han sufrido en las dos últimas décadas cambios vertiginosos en el contexto del trabajo humano, pro-ducto del impacto de la globalización y del desarrollo tecnológico, espe-cialmente en el campo de la infor-mación y las comunicaciones, y de un mayor nivel de conciencia del ciudadano común con respecto a la calidad de los servicios que debe suministrar el Estado.

Esta circunstancia, al plantear nuevas y más apremiantes deman-das a sus organizaciones, obliga al Estado a contar con instituciones más eficientes y eficaces en la pres-tación de sus servicios, con perspec-tivas más claras y precisas de la forma en que debe desarrollarse la relación ciudadano-Estado, funciona-rio público-usuario, lo que conlleva a las organizaciones al replanteamien-to y variación de los esquemas de la gestión del potencial humano.

La DGSC, con el propósito de estar a la altura de los tiempos, es-tablece un nuevo Modelo de Gestión del Talento Humano con el que pro-cura resolver más efectivamente las necesidades vinculadas con los re-cursos humanos de los ministerios e instituciones cubiertas por el RSC. Uno de los insumos que toma en cuenta para la elaboración de este modelo es el documento titulado “Propuesta del Nuevo Modelo de Reclutamiento y Selección del Talen-to Humano”, que presenta un mode-lo de dotación de los recursos humanos para estas instituciones, por medio del cual la DGSC procura llevar a cabo la selección de perso-nal desde una perspectiva amplia y global, valorando la idoneidad para el ingreso al RSC. Mediante esta valoración, de carácter obligatorio e insoslayable, la DGSC pretende evaluar entre los concursantes la posesión de las capacidades y com-petencias generales indispensables para el desempeño idóneo como funcionario público, y las que inciden además sobre el desarrollo de una carrera administrativa exitosa.

En consecuencia, dado que el proceso de Reclutamiento y Selec-ción del Talento Humano es relativo, cuya razón de ser es dotar a las organizaciones del recurso humano que requieren, resulta necesario contar con un perfil que establezca las características fundamentales y esenciales que debe reunir la perso-na que aspire a laborar como funcio-nario público en cualquiera de las instituciones al servicio de la socie-dad costarricense. Se deduce enton-ces la importancia de contar con el correspondiente perfil, en el tanto es el recurso que permitirá orientar el proceso de reclutamiento y selección a la búsqueda de mejores candida-tos con los cuales satisfacer las ne-cesidades de personal que se le presentan a tales instituciones. No podía ser diferente puesto, ¿cómo se va a seleccionar si no se tiene claro qué tipo de funcionario en ge-neral requieren estas instituciones, de cara a las necesidades y expecta-tivas de la sociedad costarricense del siglo XXI?

Descripción del problema

La DGSC, habiendo aprobado recientemente un nuevo Modelo de Gestión del Talento Humano a apli-carse para las distintas instituciones cubiertas por el RSC, y como parte de éste un nuevo Modelo de Reclu-tamiento y Selección, requiere contar con el correspondiente Perfil de Competencias Generales del Fun-cionario Público que le permita orientar los esfuerzos y recursos a la consecución de los candidatos que reúnan dicho perfil, a efecto de satisfacer adecuadamente las va-cantes que se presenten en estas instituciones.

Objetivos

General

Establecer el Perfil de Compe-tencias Generales del Funcio-nario Público del RSC.

Específicos

Determinar las competencias generales requeridas para desempeñarse como funcio-nario público en puestos cu-biertos por el RSC.
Elaborar el diccionario de competencias mediante el que se defina cada una de las competencias incluidas en el Perfil de Funcionario Público en referencia.

Establecer el nivel esperado para cada una de las compe-tencias delimitadas.

Marco teórico

2. Principios fundamentales del Régimen son: el mérito, la idoneidad, la equidad y la uniformidad, además de la transparen-cia, la flexibilidad, la rendición de cuentas y la innovación, a efecto de cumplir con el mandato constitucional de eficiencia y contribuir con las autoridades instituciona-les en la dignificación del funcionario del Régimen.

Como ya se indicó, el Nuevo Modelo de Reclutamiento y Selec-ción del Talento Humano, tomado como insumo del Modelo de Gestión del Talento Humano recientemente aprobado por la DGSC, requiere para su funcionamiento y desarrollo contar con el correspondiente Perfil de Competencias del Funcionario Público. Por tal motivo, en razón de que el producto de la presente inves-tigación se constituirá en uno de los insumos para el citado modelo, re-sulta lógico y esperable que del do-cumento que detalla la propuesta en mención, se retomen brevemente algunos de los aspectos planteados en ese documento, con el propósito de incorporarlos como parte del

marco de referencia del presente trabajo.

Marco legal relacionado

con la selección del talento

humano

El Perfil de Competencias Ge-nerales del Funcionario Público que se propone pretende ser un instru-mento de gran utilidad para el Mode-lo de Reclutamiento y Selección que aplique la DGSC, por lo que tendrá como ámbito de acción a las institu-ciones cubiertas por el RSC. Por tal motivo, debe considerar, respetar y contribuir al cumplimiento de una serie de principios y normativa vincu-lada con su contexto de aplicación.

El Régimen de Méritos tiene como fundamento básico referencial las disposiciones de los Artículos 191 y 192 de la Constitución Política de la República de Costa Rica, de donde se deriva la consiguiente normativa que regula la gestión de los recursos humanos dentro del RSC, en particular, la referente a las condiciones y requisitos para el in-greso a este Régimen, así como otros aspectos propios de los proce-sos de reclutamiento y selección, a efecto de garantizar la eficiencia de la administración pública.

Congruente con los principios del Régimen,2 resulta también apli-cable a los procesos de ingreso y selección lo estipulado por el Artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “…toda perso-na tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las fun-ciones públicas de su país…3

En consecuencia, el Perfil de Competencias Generales del Fun-cionario Público aquí propuesto y, en particular el proceso en que se utili-ce, debe propiciar el resguardo de la igualdad de oportunidades para el acceso y ejercicio de los cargos, sin considerar razones de orden político, religioso, racial, género, ubicación geográfica o de cualquier otra índole, garantizando de esta manera que la selección y nombramiento de los funcionarios se realice exclusiva-mente con base en sus méritos, en la idoneidad comprobada, en acata-miento a la normativa que regula la observación de tales principios.

3. Artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
4. Constitución Política de la República de Costa Rica, Artículo 11 señala que “Los funcionario públicos son simples deposi-tarios de la autoridad. Están obligados a cumplir los deberes que la ley les impone y no pueden arrogarse facultades no concedidas en ella. Deben prestar jura-mento de observar y cumplir esta Consti-tución y las leyes. La acción para exigir-les la responsabilidad penal por sus actos es pública”.
5. Señala en el Artículo 113 “El servidor público deberá desempeñar sus funcio-nes de modo que satisfagan primordial-mente el interés público, el cual será considerado como la expresión de los in-tereses individuales coincidentes de los administrados.
6. Los concursos son el medio por excelen-cia que tiene la ciudadanía para acceder a los puestos cubiertos por el Régimen de Servicio Civil de Costa Rica.

Para los efectos del presente trabajo cabe además considerar el

Artículo 11 de la Constitución Políti-ca de la República de Costa Rica, el que en términos generales señala el “Principio de Legalidad”4 como la responsabilidad primordial de todo funcionario público. Por su parte, la Ley General de la Administración Pública, LGAP,5 en el Artículo 113, plantea la satisfacción del interés público como el propósito fundamen-tal que debe orientar al servidor público, concepto que se comple-menta adecuadamente con el Artículo 114 de esta ley que estable-ce la “vocación de servicio” como lo que se espera de todo funcionario público.

Prosiguiendo con el esbozo del marco legal, el Estatuto de Servi-cio Civil en el Capítulo IV: “Del In-greso al Servicio Civil”, específica-mente el Artículo 20, establece las condiciones que se deben reunir para el ingreso al Servicio Civil en puestos del Título Primero, entre ellas demostrar idoneidad sometién-dose a las pruebas, exámenes o concursos que contempla esta ley y sus reglamentos (inciso d); mientras que los Artículos 21 al 31, Capítulo V: De la Selección de Personal, es-tablecen las competencias de la DGSC en cuanto a las condiciones y requisitos a cumplir en los concur-sos,6 el tipo de criterios de selección a utilizar, las escalas de calificación de las pruebas, el procedimiento a seguir en el llenado de las plazas vacantes, la conformación y solu-ción de las nóminas, entre otros aspectos.

Adicionalmente, el Reglamen-to al Estatuto de Servicio Civil com-plementa la regulación establecida para el ingreso al Régimen y el pro-ceso de reclutamiento y selección para puestos del Título Primero en los Capítulos III, IV y V, señalando por ejemplo que, además de cumplir con lo establecido en el Artículo 20 del Estatuto, los interesados deben poseer aptitud física, psíquica y mo-ral satisfactorias y que asimismo deben satisfacer los requisitos que se establecen para la clase y los requerimientos que señalan los perfiles de puesto y las bases de selección.

7. Del Estatuto de Servicio Civil.

Por otra parte y para los efec-tos del presente trabajo cabe indicar que, en lo que respecta a la selec-ción de personal para puestos do-centes o puestos del Título Segun-do,7 el Artículo 53 de la Ley de la Carrera Docente expresa, entre otros aspectos, que se debe “…exigir del servidor docente, la necesaria solvencia moral y profe-sional… y que además ‘todo as-censo o mejoramiento del ser-vidor docente, lo sea exclusiva-mente con base en sus méritos’ y antecedentes....”.

Consecuentemente, el inciso b) del Artículo 55 de esa misma Ley expresa que para ingresar a la carre-ra docente se requiere entre otros, reunir los requisitos indicados en el Artículo 20 del Estatuto de Servicio Civil.

Aspectos éticos

Para la obtención del Perfil de Competencias Generales del Fun-cionario Público que labora para el RSC, no deben pasarse por alto los aspectos éticos involucrados en el tipo de servidor que se desea para las instituciones cubiertas por este Régimen. La parte ética de un fun-cionario público no puede soslayarse en una sociedad como la actual, en que el problema de la corrupción en la función pública se hace sentir de manera preocupante, en que por un lado tal problemática incide en la calidad del servicio, deteriora la ima-gen institucional y afecta la credibili-dad estatal, y que por otro, daña la imagen del servidor público en gene-ral, tiene altos costos económicos por los litigios judiciales que ocasio-na y afecta la moral de los demás funcionarios.

Congruente con ello, como parte del marco ético se consideran algunas disposiciones generales que plantea la misma normativa ante-riormente mencionada, las que, en razón de su directa vinculación con la parte ética y moral de la función pública y por su misma cualidad de resumir lo correspondiente a las responsabilidades esenciales de todo funcionario público, resulta ne-cesario retomarlas nuevamente pe-ro, esta vez desde el punto de vista de los valores deseables en el servi-dor público.

En ese sentido, disposiciones que integran resumidamente tales responsabilidades y perspectiva son, por ejemplo, las que expresan el:

Artículo 11 de la Constitución Política de la República de Costa Rica,

Artículo 113, interés público o bien común.

Artículo 114 de la Ley General de la Administración Pública, vocación de servicio, inclu-yendo además el Artículo 118 de esa misma Ley.

8. El Artículo 11 indica: 1. “La Administra-ción Pública actuará sometida al orde-namiento jurídico y sólo podrá realizar aquellos actos o prestar aquellos servi-cios públicos que autorice dicho ordena-miento, según la escala jerárquica de sus fuentes. 2. Se considerará autorizado el acto regulado expresamente por norma escrita , al menos en cuanto a motivo o contenido, aunque sea en forma imprecisa.
9. Chiavenato, I (2002). Gestión del talento humano. Editorial McGraw Hill, Interame-ricana S.A. Colombia. p. 4.

La construcción de este perfil, en el tanto permitirá evaluar la ido-neidad para el ingreso a la función pública en el RSC, necesita ubicarse dentro de los principios esenciales que caracterizan a dicho Régimen, tales como son el mérito, la demos-tración de la idoneidad y la equidad. Requiere, además, tomar en cuenta aquellos principios éticos fundamen-tales de la convivencia e interacción humanas y que son intrínsecos a la propia naturaleza del trabajo esen-cial de todo servidor público, servir a la ciudadanía, y que por ser indis-

pensables e imprescindibles, se estima necesario que todo funciona-rio público posea, muestre y cumpla. Algunos de esos principios éticos primordiales que deben considerarse son: el de imparcialidad, legalidad, vocación de servicio, la transparen-cia y buena fe y el de responsabili-dad pública.

Otro referente como parte de este marco general, tendente al es-tablecimiento del Perfil del Funciona-rio Público del Régimen de Servicio Civil, lo constituye el documento “Decálogo del Servidor Público”, elaborado por la DGSC, el que inte-gra y resume una serie de carac-terísticas y principalmente principios, que todo funcionario público debe encarnar, a efecto de lograr una adecuada integración y cumplimiento de sus deberes. En éste se destacan los principios de lealtad, vocación de servicio, probidad, honradez, res-ponsabilidad, competencia, eficacia y eficiencia, civismo y transparencia; todos ellos valores o principios de-seables en todo funcionario público.

Marco conceptual del proceso

de selección del talento humano

Chiavenato,9 afirma que “las personas constituyen el elemento básico del éxito empresarial”, en el tanto “las personas pasan gran parte de sus vidas trabajando en las orga-nizaciones, las cuales dependen de las personas para operar y alcanzar el éxito.” (2002:4) Este autor indica además que:

“Las personas dependen de las organizaciones en que tra-bajan para alcanzar sus obje-tivos personales e individua-les. Crecer en la vida y tener éxito casi siempre significa crecer dentro de las organiza-ciones. Por otra parte, las or-ganizaciones dependen direc-ta e irremediablemente de las personas, para operar, produ-cir bienes y servicios, atender a los clientes, competir en los mercados y alcanzar los obje-tivos generales y estratégicos. Es seguro que las organiza-ciones jamás existirían sin las personas que les dan vida, dinámica, impulso, creatividad y racionalidad. Las dos partes mantienen una relación de mutua dependencia que les permite obtener beneficios recíprocos. Este es un ejem-plo de simbiosis duradera en-tre personas y organizacio-nes.” (2002:5).10

10. Op. cit.

Una de las formas de contri-buir al mantenimiento y consolida-ción de tal simbiosis es aprovechan-do los procesos por medio de los cuales la organización incorpora a las personas a sus labores cotidia-nas. En este sentido, la Admisión de Personas, constituida por los proce-sos de reclutamiento y la selección del talento humano, son un recurso de gran utilidad, mediante el que:

“…las organizaciones escogen a las personas que desean como empleados y las perso-nas escogen a las organiza-ciones donde pretenden traba-jar y aplicar sus esfuerzos. Esta elección recíproca de-pende de diversos factores y circunstancias. Para que esta relación sea posible es nece-sario que las organizaciones comuniquen y divulguen sus oportunidades de trabajo para que las personas sepan cómo buscarlas e iniciar su relación. Este es el papel del recluta-miento: divulgar en el mercado las oportunidades que la or-ganización pretende ofrecer a las personas que poseen de-terminadas características de-seadas. A través del recluta-miento, la organización (que forma parte del mercado labo-ral, porque ofrece oportunida-des de trabajo) comunica a determinados candidatos (que forman parte del mercado de recursos humanos) la oferta de oportunidades de empleo. El reclutamiento funciona co-mo un puente entre el merca-do laboral y el mercado de re-cursos humanos.” (ídem, p. 85).

Es oportuno señalar que el producto del proceso de reclutamien-to se convierte en un insumo del resto del proceso de selección, en el tanto hace posible el suministro de los oferentes, participantes, en cada concurso, para que posteriormente sean calificados en diferentes as-pectos, de conformidad con los criterios de selección previamente establecidos.

Prosiguiendo, el tratadista Ansorena Cao (1996:19),11 define la selección de personal como:

11. Ansorena, Álvaro. (1996) “15 pasos para la selección de personal con éxito”. Edi-ciones Paidós Ibérica S.A. Primera edi-ción. Barcelona, España.

“Aquella actividad estructura-da y planificada que permite atraer, evaluar e identificar, con carácter predictivo, las ca-racterísticas personales de un conjunto de sujetos -a los que denominamos “candidatos”- que les diferencian de otros y les hacen más idóneos, más aptos o más cercanos a un conjunto de características y capacidades determinadas de antemano como requerimien-tos críticos para el desempeño eficaz y eficiente de una cierta tarea profesional.”

Este autor expresa que “el buen candidato” en términos absolu-tos no existe, que:

“Una persona sólo es un buen candidato si se le coloca en una tarea profesional que sa-tisfaga sus necesidades, utili-ce sus capacidades y forma-ción y le estimule a alcanzar un puesto acorde con su nivel óptimo de capacidad. La adaptación de los candidatos-empleados...- al puesto de trabajo resulta, pues, de la

mayor importancia” (Ídem, p. 15).

Se deriva de tal afirmación que el proceso de selección justifica su existencia y aplicación en el tanto su propósito es buscar la adecua-ción, el ajuste del binomio que se conforma por las características de los puestos de trabajo y las particula-ridades del individuo. De allí que los especialistas recomiendan procurar que se armonicen las exigencias y expectativas de la organización con las características personales, ido-neidad, de sus colaboradores o so-cios, a efecto de que éstos se inte-gren productivamente a sus entornos.

Al respecto, Chiavenato indica que:

“Si no hubiera diferencias indi-viduales y si todas las perso-nas fuesen iguales y reunie-sen las mismas condiciones para aprender y trabajar, la selección de personas sería innecesaria, pero la variación humana es enorme...”

Señala además dicho autor que:

“La mejor manera de formular el concepto de selección es representarla como una com-paración entre dos variables: por un lado, los requisitos del cargo que debe llenarse (re-quisitos que el cargo exige de su ocupante) y, por otro lado, el perfil de las características de los candidatos que se pre-sentan para disputarlo. La primera variable es suminis-trada por la descripción y el análisis del cargo, mientras que la segunda se obtiene mediante la aplicación de las técnicas de selección” (Chia-venato, 2002:111).

En cuanto a los procesos de reclutamiento y selección, cabe ano-tar lo que este autor menciona en la obra citada:

“Mientras el objetivo del reclu-tamiento es abastecer el pro-ceso de selección con materia prima (los candidatos), el obje-tivo de la selección es escoger y clasificar los candidatos más adecuados a las necesidades del cargo y la organización” …“la selección busca los can-didatos -entre varios recluta-dos- más adecuados para los cargos de la organización, con el fin de mantener o aumentar la eficiencia y el desempeño del personal, así como la efi-cacia de la organización. En el fondo, está en juego el capital intelectual de la organización, que la selección debe preser-var o enriquecer (Chiavenato, 2002:110 y 111).

Ampliando al respecto convie-ne agregar que el proceso de selec-ción de personal es de carácter dis-criminatorio por definición, en el tanto pretende, mediante el uso de una serie de recursos e instrumen-tos, valorar las diferencias existentes entre los sujetos, con la intención de determinar aquellos que mejor se perfilan para cumplir con los reque-rimientos o exigencias en una de-terminada institución, de allí que las acciones desarrolladas como parte de este proceso, se orientan a la obtención de un pronóstico, al que se puede arribar aplicando básica-mente dos modelos de carácter ge-neral: el Modelo de Rendimiento o el Modelo Predictivo.

En el primer caso, el Modelo de Rendimiento se basa en la idea de que el éxito de una persona está determinado por lo que ha realizado en el pasado. Este modelo centra su atención en la tarea, especialmente en la medición de cualidades evi-denciadas a través del conocimiento específico, por esa razón le da im-portancia a la aplicación de pruebas de conocimientos y a la considera-ción de la experiencia para estable-cer la diferenciación entre las perso-nas. Parte del supuesto de que si una persona conoce la tarea, ya sea porque tiene formación teórica o porque la ha realizado, será exitoso en el futuro.

Este modelo, aunque tiene la ventaja de que goza de credibilidad, presenta, sin embargo, el problema de tener que construir pruebas de conocimientos que contengan los requerimientos técnicos a que obliga la objetividad, especialmente dentro del RSC. Además, en cuanto a la valoración de la experiencia, es co-nocida la dificultad de diferenciar entre los años laborados y los apor-tes brindados, agregándose que no necesariamente las prácticas del pasado son las adecuadas para enfrentar los problemas que se pre-sentan hoy en día, donde lo único permanente es el cambio.

Por otra parte, el Modelo Pre-dictivo se enfoca en la persona e intenta hacer un pronóstico a partir de las características que ésta po-see. No se centra en la tarea ni el conocimiento específico sino en aquellas cualidades necesarias para ejecutarla. Se parte de la idea de que las cualidades personales tienen cierta permanencia en el tiempo y que a través de ellas se puede medir la capacidad de adaptación al traba-jo y su buena ejecución. En razón de lo anterior, la evaluación no va dirigi-da necesariamente al conocimiento sino a las actitudes, aptitudes y ca-racterísticas de las personas, aspec-tos indispensables para la adecuada aplicación de ese conocimiento, y para cuya medición se recurre a las pruebas psicométricas.

En este sentido, dado que el modelo de selección que se aplica en la DGSC integra y combina las perspectivas y ventajas de ambos modelos, resulta necesario que el producto de la presente investiga-ción sea de utilidad para este mode-lo mixto y, por lo consiguiente, sumi-nistre la información necesaria y suficiente para poder determinar, escoger y aplicar los instrumentos propios del Modelo Predictivo: eva-luación psicométrica (de aptitudes, actitudes, personalidad, valores), sin que limite la posibilidad de utilizar el Modelo de Rendimiento, al tomar eventualmente en consideración la valoración de la formación académi-ca, de la experiencia y la capacita-ción de los concursantes e, incluso, la evaluación de conocimientos es-pecíficos, mediante los cuales, en conjunto, se puedan valorar las competencias conductuales y de otro tipo que se establezcan para ingre-sar al RSC.

Modelo básico de empleo

Aunque el modelo básico de empleo público que se toma de refe-rencia para el desarrollo del presente perfil se asemeja más al de “puestos de trabajo”, incluye a la vez un matiz propio del modelo de “carrera”, en el tanto concibe al candidato que in-gresa al Régimen como un funciona-rio con la posibilidad e intencionali-dad de hacer carrera administrativa dentro del mismo. Al respecto, se presenta la disyuntiva de que el pro-ceso de selección considere exclusi-vamente las necesidades del puesto o las exigencias más globales de la organización, para lo que se hace necesario reflexionar acerca de que cualquier puesto de trabajo no existe aislado, sino que forma parte de la red de cargos que integran la orga-nización y como tal, su existencia se justifica no sólo en función de las responsabilidades específicas que lleva a cabo, sino también por el cumplimiento de los intereses gene-rales de la organización.

En este sentido, debe tenerse presente que los funcionarios públi-cos son quienes hacen o no posible la satisfacción adecuada de las ne-cesidades particulares de los usua-rios, el cumplimiento de las exigen-cias específicas de cada puesto de trabajo, a la vez que son también quienes realizan la misión, visión y los objetivos generales de la organi-zación. Prosiguiendo con esa línea de pensamiento, cabe recordar que entre los principios fundamentales del RSC se encuentra el de la carre-ra administrativa, o de carrera do-cente, según se esté hablando del Título Primero o del Segundo-,12 por lo que resulta conveniente y necesa-rio orientar el proceso de selección hacia la evaluación de una idoneidad general o satisfacción de un perfil básico que deba cumplirse, como mínimo, para laborar como funciona-rio público en el RSC.

12. Del Estatuto de Servicio Civil.

Enfatizando, es en esta rela-ción simbiótica, que aporta benefi-cios recíprocos y en la medida en que sea duradera y productiva, que se espera que los candidatos a pro-ponerse producto de la aplicación del perfil propuesto, puedan desarro-llar una carrera administrativa exito-sa para el bien de la organización y el suyo propio. Esta perspectiva, al ser más funcional y práctica, presen-ta la ventaja adicional de contribuir a la atención más eficiente y eficaz de las crecientes demandas del sistema de gestión del talento humano en el RSC.

El enfoque por competencias

Se puede afirmar que el con-cepto de competencia es producto

del desarrollo histórico de la Psico-logía del Trabajo, disciplina que al estar orientada al estudio psicológico de la actividad laboral y su estructu-ra, ha generado como resultado de su evolución metodologías, concep-tos y teorías mediante las que pre-tende explicar el complejo fenómeno del trabajo en las sociedades mo-dernas. Consecuentemente, el apor-te del enfoque por competencias ha producido un cambio en la Gestión de los Recursos Humanos, específi-camente en los procesos de reclu-tamiento y selección, al pasar del énfasis que anteriormente se le daba a las tareas del puesto de trabajo, a un enfoque orientado hacia el ser humano, hacia las competencias personales, en razón de que éstas contribuyen a garantizar un mejor pronóstico personal dentro del con-texto global de la organización.

Este enfoque, al integrar los aspectos estructurales de la perso-nalidad de los individuos (construc-tos psicológicos) con los funcionales (su aplicación en el contexto laboral), ha hecho que actualmente ya no se busquen cualidades aisladas sino conjuntos de comportamientos que distinguen un desempeño excepcio-nal de los trabajos. Al respecto, hay tratadistas que sostienen que tal viraje se dio a partir de un artículo de David McCleland publicado por The American Psychologist, en 1973, donde se menciona que algunos:

“Estudios constatan la vincu-lación existente entre el éxito laboral (resultado obtenido por las personas en el trabajo) y la práctica reiterada de una serie de comportamientos observa-bles en el contexto de su acti-vidad productiva. La explora-ción e identificación de estos comportamientos, así como su análisis, por medio de ciertas técnicas los relacionan con la posesión de determinadas cualidades o características personales. Un descubrimien-to trascendente será que tales cualidades van más allá de los conocimientos técnicos espe-cializados que se habían con-siderado tradicionalmente co-mo determinantes de la cualificación profesional para adentrarse en motivos, rasgos de carácter, conceptos de uno mismo, actitudes o valores, destrezas y capacidades cog-noscitivas o de conducta.” (Longo, 2002: 42-43).13

13. Longo, F. (2002) “Mérito y Flexibilidad.” La gestión de las personas en las orga-nizaciones del sector público”. Editorial Paidós. Empresa. Madrid, España.
14. Alles, M. (2007). “Gestión por Compe-tencias. El Diccionario”. Editorial Grani-ca-Adelphi. Buenos Aires, Argentina.

McClelland, durante las inves-tigaciones que realizó en la década de los setentas logra determinar que para predecir con mayor precisión el rendimiento de los trabajadores, era necesario estudiar directamente a las personas en el trabajo, contras-tando las características de aquellas que son particularmente exitosas, con las de quienes alcanzan apenas el promedio. Se observa entonces que desde el inicio, las competen-cias aparecen vinculadas a una for-ma de evaluar lo que realmente cau-

sa un rendimiento sobresaliente en el trabajo y no la simple evaluación de factores que describen las carac-terísticas de una persona, es decir, su pretensión es establecer o definir aquello que permita pronosticar un mejor desempeño de los trabajos.

Por su parte, Lyle y Signe Spencer desarrollan un concepto de competencia, definiéndola como una característica subyacente al indivi-duo que está causalmente relacio-nada con un estándar de efectividad y/o a una performance superior en el trabajo o situación. Esta concepción, aunque apunta hacia aspectos pro-fundos de la personalidad, al señalar la relación causal existente, permite pronosticar el comportamiento en una extensa pluralidad de contextos y escenarios laborales, en virtud de que origina o predice el comporta-miento, así como el desempeño, según un estándar de efectividad. Para ellos, en tanto la competencia vaticina quién ejecuta o realiza algo adecuada o escasamente, partiendo de un criterio general establecido, concluyen que las competencias son “formas de comportamiento o de pensar que se generalizan en dife-rentes escenarios y su permanen-cia se da por un largo período de tiempo”.14

A partir de esta conceptualiza-ción, se extraen y tipifican cincos competencias, a saber:

De motivación, que se resume en los intereses que una per-sona considera o desea de forma consistente, donde las motivaciones direccionan el comportamiento, acercándolo o alejándolo de determinadas acciones u objetivos.

Características físicas y res-puestas consistentes a situa-ciones (por ejemplo el auto-control y la iniciativa) o información.
15. www.ilo.org/public/spanish/region/ampo/ cinterfor/temas/complab/.OIT-CINTERFOR. “Competencias Laborales”.
16. Alles, Idem.

Concepto propio o de uno mismo, que corresponden a la autoimagen, las actitudes y los valores de la persona.

Conocimiento que alude a la información que tiene una persona con relación a áreas específicas.

Habilidades como las capaci-dades para el desempeño de tareas de índole física o mental.

Spencer y Spencer, citados por Alles, M (2002), complementan la tipificación de las competencias con el Modelo del Iceberg, de forma que gráficamente dividen las compe-tencias en dos grupos. En el prime-ro, ubican las competencias fácil-mente detectables y susceptibles de ser desarrolladas, éstas son conoci-das como competencias de punto inicial, las que aluden a las carac-terísticas esenciales, conocimientos, habilidades básicas que todas las personas requieren para desempe-ñarse bien o a un nivel mínimo; es-

tando el segundo constituido por las competencias menos fáciles de ser detectadas y desarrolladas, las que reciben la denominación de compe-tencias diferenciales, distinguen a las personas de nivel superior y por consiguiente, van más hacia allá de lo común permitiendo un mayor nivel de exigencia personal. Tales compe-tencias le permiten a la persona visualizar mayores logros e, inclusi-ve, anticiparse a las necesidades, tanto de la empresa como de los clientes (visión futurista).

Posteriormente, otros especia-listas en el campo de las competen-cias, como es el caso de R. E. Boyatzis y Levy Leboyer15 llegaron a conclusiones interesantes relativas a que es factible establecer una serie de características personales rela-cionadas con el desempeño excep-cional en el contexto laboral, las que, en la medida que sean determina-das, permitirán encauzar los proce-sos de selección, capacitación y formación del personal, en procura de su desarrollo y consolidación, para beneficio de los trabajadores y la propia organización.

Por otra parte, a nivel latinoa-mericano, cabe citar los aportes brindados por Martha Alles, quien ha desarrollado guías para la elabora-ción de diccionarios de competen-cias para distintos tipos de organiza-ciones; en este sentido su obra “Gestión por Competencias. El Dic-cionario.”16 se convierte en un aporte de gran utilidad práctica y de aplica-ción concreta a los modelos por competencias que se orienta o ali-nean, no sólo con los objetivos orga-nizacionales, sino además con el desarrollo individual de las personas.

Como se puede entrever, en relación con el concepto “compe-tencia” se han elaborado múltiples y variadas definiciones, de las cuales, para los propósitos del pre-sente trabajo, cabe mencionar las siguientes:

17. Organización MailXMail.com (2008). Extractado del Curso: “Competencias La-borales, una alternativa de desarrollo or-ganizacional, Concepto de Competencia Laboral”, Capítulo 3:3.
18. OIT-CINTERFOR (2008). Documento digital “Competencia Laboral, Las 40 preguntas más frecuentes sobre compe-tencia laboral”, p. 3.
19. Ídem, p. 4.

“Las competencias son reper-torios de comportamientos que algunas personas domi-nan mejor que otras, lo que las hace eficaces en una si-tuación determinada (Leboyer, 1997). Según esta autora, las competencias son observa-bles en la realidad del trabajo, e igualmente en situaciones de test, y ponen en práctica de manera integrada aptitudes, rasgos de personalidad y co-nocimientos. Por lo tanto, las considera un trazo de unión entre las características indivi-duales y las cualidades reque-ridas para llevar a cabo las misiones del puesto.”17

Para el autor Boyatzis, “las competencias son características

subyacentes a la persona, que están causalmente relacionadas con una actuación exitosa en el puesto de trabajo” (MailXMail, 2008).

Otras definiciones,18 describen la competencia

“…como una capacidad efec-tiva para llevar a cabo exito-samente una actividad laboral plenamente identificada. La competencia laboral no es una probabilidad de éxito en la ejecución del trabajo, es una capacidad real y demostrada”.

Según el Instituto Nacional de Empleo, INEM, de España,

“El concepto de competencia engloba no sólo las capacida-des requeridas para el ejerci-cio de una actividad profesio-nal, sino también un conjunto de comportamientos, facultad de análisis, toma de deci-siones, transmisión de infor-mación, etc., considerados necesarios para el pleno desempeño de la ocupa-ción”.19

Por su parte:

“… la OIT ha definido el con-cepto de "Competencia Profe-sional" como la idoneidad para realizar una tarea o desempe-ñar un puesto de trabajo efi-cazmente por poseer las cali-ficaciones requeridas para ello. En este caso, los concep-tos competencia y calificación, se asocian fuertemente dado que la calificación se conside-ra una capacidad adquirida para realizar un trabajo o desempeñar un puesto de tra-bajo” (Ídem, p. 4).

Otra definición que resulta in-teresante es la que ha generado la Provincia de Quebec:

“Una competencia es el con-junto de comportamientos so-cioafectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo ade-cuadamente un papel, una función, una actividad o una tarea”. (OIT- CINTERFOR, 2008: 4)

20. Cejas Yanes, E. (2008). Artículo: “Un concepto muy controvertido: Competen-cias Laborales”, p. 4.
21. Vargas Hernández, José Guadalupe (2008). Las Reglas Cambiantes de la Competitividad Global en el Nuevo para-digma de la globalización”. OEI – Revista Iberoamericana de Educación, Nº 17.

En Australia “la competencia se concibe como una compleja es-tructura de atributos necesarios para el desempeño de situaciones especí-ficas. Es una compleja combinación de atributos (conocimiento, actitu-des, valores y habilidades) y las tareas que se tienen que desempe-ñar en determinadas situaciones” (Idem. p. 4). En este documento se aclara además que “este, ha sido llamado un enfoque holístico en la medida en que integra y relaciona atributos y tareas, permite que ocu-rran varias acciones intencionales

simultáneamente y toma en cuenta el contexto y la cultura del lugar de trabajo. Nos permite incorporar la ética y los valores como elementos del desempeño competente” (Ídem. p. 4).

Al respecto, esta definición por su concepción integral, conviene tenerla presente para los efectos de la presente investigación, en la me-dida que la determinación del Perfil de Competencias Generales del funcionario público que labora para el RSC debe integrar, además de los aspectos característicos propios del rol esencial de todo servidor público, aquellos otros relativos a la cuestión ética, al contexto y la cultu-ra, particulares de la función pública costarricense.

Desde ese punto de vista, el autor Pissinati define competencia como “la capacidad de movilizar, articular y poner en acción valores, conocimientos y habilidades necesa-rios para el desempeño eficiente y eficaz de actividades requeridas por la naturaleza del trabajo”. 20

Por su parte, José Guadalupe Vargas (2008:5)21 al realizar un aná-lisis desde una perspectiva psi-cológica de variadas definiciones del término “competencia”, destaca que en términos generales las competencias:

Son características permanen-tes de las personas.

Se ponen de manifiesto cuan-do se ejecuta una tarea o un trabajo. Están relacionadas con la ejecución exitosa de una actividad.

Tienen una relación causal con el rendimiento laboral, es decir, no están asociadas con el éxito sino que se asume que realmente lo causan.

Pueden ser generalizadas a más de una actividad.

Combinan lo cognoscitivo, lo afectivo, lo conductual

22 Zayas Agüero, P. (1997) “Las competen-cias como principal manifestación de la in-terrelación hombre-trabajo. Organización www.monografías.com p. 7.

23. Cooper, D., Robertson, I. y Tinline, G. (2003:25). “Reclutamiento y Selección, marco de actuación para obtener el éxito”. Thomson Editores, España.

Resumiendo, como lo indica-ran Cowling. A y James, P, citados por Pedro Manuel Zayas Agüero, “las competencias abarcan motivos, rasgos, conceptos de sí mismo, co-nocimientos y capacidades cognos-citivas y conductuales…de allí que las competencias constituyen reque-rimientos humanos valorados en la relación hombre-trabajo”.22 En otras palabras, se puede apreciar que el concepto “competencia”, retoma dialécticamente las características particulares del trabajo con las de su ejecutante, aspecto psicológico de la actividad, en el que a su vez, se integra lo cognitivo con lo afectivo.

No obstante el enfoque de carácter científico que se le ha dado

a tal concepto, la pretensión de que es factible identificar y medir las competencias para los empleos no está exenta de dificultades y dudas, pues como se señala en la obra Reclutamiento y Selección, marco de actuación para obtener el éxito:23

“Muchos autores escriben so-bre las competencias de forma muy natural, pues afirman que éstas están relacionadas con el comportamiento, hasta el punto de que, en ocasiones, definen las competencias co-mo dimensiones de un com-portamiento abierto. Sin em-bargo, basta echar un vistazo a las listas de competencias citadas, para darse cuenta de que no son comportamientos. El comportamiento tiene que definirse de forma inequívoca y, además, debe ser observa-ble. Frente a esto, la mayoría de las competencias que se utilizan habitualmente no son suficientemente específicas y, por tanto, no pueden clasifi-carse como comportamien-tos.” Incluso, las dificultades y dudas aludidas pueden rela-cionarse hasta con el concep-to mismo de competencia, en el tanto, como se menciona en la obra citada “…los autores más concienzudos que escri-ben sobre las competencias parecen no estar seguros so-bre si se están enfrentado a comportamientos, predisposi-ciones a comportarse de un modo concreto, capacidades, conocimientos o una combi-nación de muchos de estos conceptos” (Ídem, pp. 25-26).

A pesar de esos obstáculos, la realidad es que el concepto de com-petencia ha venido a satisfacer una gran necesidad en la Administración de los Recursos Humanos, al facilitar la vinculación de las diferencias per-sonales, específicamente en sus dimensiones psicológicas, con las necesidades de la organización, permitiendo de esta manera deter-minar los comportamientos indivi-duales que se estiman exitosos dentro del contexto laboral. Esto da como resultado que los procesos de reclutamiento y selección puedan enfocarse ahora, de manera más efectiva, hacia la valoración de com-portamientos específicos deseables en la realidad cotidiana del trabajo dentro del contexto particular de la organización y no a la evaluación de constructos abstractos en las perso-nas. Es por esto que “la concepción dialéctica de las competencias debe reflejar las propiedades básicas de la actividad al integrar las característi-cas del trabajo y las del ser humano en un todo, destacando el carácter activo y transformador del sujeto.” (Zayas Aguero, 2005:7).

En razón de lo expuesto se-guidamente se señalan algunos de los requerimientos que en términos generales debe reunir el enfoque por competencias:

Se debe contar con la defini-ción de la visión y misión, así como con los objetivos de la organización, para la delimita-
ción de las competencias de la organización.

Cada competencia se identifi-ca por un nombre y una defi-nición verbal precisa.

Para cada competencia se debe establecer un determi-nado número de niveles, de manera que se facilite reflejar, observar y evaluar las conduc-tas observables, a efecto de evitar juicios de valor.

Las competencias son facti-bles de desarrollarse (pasar de un nivel menor a otro ma-yor), aunque no de manera inmediata, como recibir un curso de formación. Su desa-rrollo requiere experiencia práctica.

Desempeñar un cargo de ma-nera excepcional lleva asocia-do un perfil de competencias, lo que no es más que un in-ventario de las mismas, junto con los niveles exigibles de cada una de ellas.

El requerimiento de tener que operacionalizar las competen-cias y de describirlas en términos conductuales, ofrece grandes posibilidades para la aplicación de herramientas y procesos que permitan valorar su posesión en los trabajado-res de la organización, así como en la determinación de los niveles en que se requiera su desarrollo.
Tales aspectos, le imprimen un carácter muy práctico al enfoque por competencias, de ahí que vincu-lar la presente investigación con este enfoque resulta una decisión espe-cialmente valiosa y útil, no sólo por-que permite detallar las característi-cas que debe poseer el funcionario público idóneo, sino también porque a su vez servirá para orientar los procesos de reclutamiento y selec-ción e incluso de capacitación y for-mación del personal de las institu-ciones del Régimen, en procura del servidor público ideal que requiere el Estado costarricense. La relevancia que reviste determinar el Perfil de Competencias Generales del Fun-cionario Público del Régimen de Servicio Civil puede deducirse de lo que expresara Henry Mintzberg:

“...Un buen perfil, especial-mente en su papel orientador del reclutamiento y selección, debe estar formado por pocas competencias, y todas ellas consideradas clave para un desempeño de éxito... con ga-rantías razonables de éxito, diseñar procesos de incorpo-ración eficaces a unos costes razonables y disponer de un conjunto de predictores con al-ta probabilidad de aproximar-se a la idoneidad persegui-da...” (Longo, 2002,124).

Procede indicar que en térmi-nos generales, dentro del enfoque por competencias se destacan dos perspectivas: una que se inclina más hacia la elaboración y utilización de competencias de tipo genérico, y otra hacia el establecimiento de competencias específicas. En nues-tro caso, para efectos de la determi-nación del Perfil de Competencias del Funcionario Público que labora para el RSC, se adopta el enfoque de competencias genéricas, en razón de que con la implantación del Modelo de Reclutamiento y Selec-ción aprobado, lo que se propone es primaria y principalmente evaluar la idoneidad general para el ingreso al Régimen, sin dejar por fuera la posi-bilidad de que, en caso que alguna institución estime necesario com-plementar esta valoración, la Oficina de Recursos Humanos, ORH, res-pectiva determine los aspectos es-pecíficos que se requieran tomar en consideración para la evaluación específica posterior. Debido a ello es que el perfil producto de esta inves-tigación se vincula con la concepción o paradigma donde el énfasis no se coloca exclusivamente en los pues-tos de trabajo con sus particularida-des, sino también en las competen-cias laborales personales, generales, que al ponerse en acción contribu-yan a garantizan un mejor desempe-ño personal y la eficacia de la orga-nización. Sobre el particular, cabe traer a colación que:

“Los diferentes puestos de trabajo y familias de puestos de trabajo requieren, eviden-temente, combinaciones dis-tintas de competencias, y cualquier empresa, por senci-lla que sea, necesitará una amplia variedad de competen-cias distintas. Con todo, es posible identificar un conjunto de competencias que sean universalmente aplicable, del mismo modo que podemos utilizar dimensiones de los Cinco Grandes (se refieren a las cinco grandes dimensiones mediante las que se puede definir la estructura de la per-sonalidad) como marco de ac-tuación para establecer las di-ferencias en cuanto a personalidad. Cualquier con-junto genérico de competen-cias de este tipo tendrá un atractivo y un valor evidentes.” (Cooper, Robertson y otros, 2005: 24).

24. Del Estatuto de Servicio Civil.

En consecuencia, ante la dis-yuntiva que se presenta relacionada con el interrogante de hacia dónde orientar el proceso de selección, si a solventar las necesidades exclusivas del puesto de trabajo o las exigen-cias más globales de la organiza-ción, fue necesario considerar varios aspectos para tomar la decisión adecuada. En ese sentido, como ya se indicó, debe tenerse presente el hecho de que cualquier puesto de trabajo no existe aislado, sino que forma parte de la red de cargos que integran la organización y como tal, su existencia se justifica no sólo en función de las necesidades específi-cas que satisface, sino también por el cumplimiento de los intereses generales de la organización. Se deduce de allí que el potencial humano, los ocupantes de los pues-tos, son los que hacen o no posible la satisfacción adecuada de las ne-

cesidades particulares de los usua-rios, el cumplimiento de las exigen-cias específicas de cada puesto de trabajo y, a la vez, la realización de la misión, visión y los objetivos gene-rales de la organización.

Además, es necesario tomar en cuenta que tal perspectiva coinci-de con las nuevas concepciones sobre el trabajo, las que promueven la polifuncionalidad en los colabora-dores dentro de sus particulares ámbitos de trabajo, la movilidad hori-zontal y vertical de los trabajadores, así como con la tendencia actual de establecer organizaciones con es-tructuras más planas. Coincidente con ello, es oportuno recordar que uno de los principios fundamentales del RSC es el de la carrera adminis-trativa o de la carrera docente, según se refiera al Título Primero o Segundo,24 motivos todos que argu-mentan y hacen conveniente orientar el proceso de selección hacia la evaluación y satisfacción de una “idoneidad general” o perfil básico que deba cumplirse como mínimo, para laborar como funcionario públi-co en este Régimen.

Se deduce de lo expuesto que el dilema de “un candidato para un puesto o un candidato para la orga-nización” se resuelve con claridad a favor de ésta, ya que resulta funda-mental que la persona disponga de un conjunto de competencias indis-pensables para desenvolverse ade-cuadamente en las diferentes situa-ciones laborales propias de las instituciones públicas del país. Al respecto, sostener una vi-sión estática y reducida que olvide el dinamismo de la administración pública, la constante evolución de los puestos de trabajo producto de los cambios frecuentes que se dan en las tareas, del impacto de las nuevas tecnologías y de los ajustes organizativos que se realizan a lo interno de las estructuras de las instituciones, del incremento de la formación académica y de la capaci-tación que experimentan los mismos funcionarios públicos, no sería con-gruente con la realidad imperante en la sociedad costarricense del siglo XXI.

Adicionalmente, determinar competencias laborales de tipo genérico tiene la ventaja de ser una opción pragmática, útil e integrativa para los intereses del RSC, puesto que concilia las distintas necesida-des de las instituciones cubiertas por dicho Régimen y las de la DGSC. Brinda por un lado la opción de satis-facer las necesidades de personal de las instituciones, al permitir sumi-nistrarles los candidatos que cum-plan con el perfil de ingreso del fun-cionario público, sin desconocer que en caso de necesitar funcionarios con otras características no conside-radas previamente en este perfil, las ORH podrán acceder adicionalmente a la posibilidad de la evaluación es-pecífica. Por otro, para la DGSC, presenta la ventaja de poder enfocar el proceso de selección hacia la búsqueda de candidatos que reúnan un único perfil, sin dispersar esfuer-zos y recursos en la consecución de distinciones innecesarias y poco útiles.

En virtud de lo expuesto, se observa que el éxito de una organi-zación depende de la calidad de sus trabajadores, del entusiasmo que éstos experimenten en el desempe-ño de sus puestos y en la forma en que se integren productivamente a sus entornos; es decir el éxito con que un funcionario pueda desempe-ñarse en un cargo se vincula en gran parte con la forma en que se armo-nicen las exigencias del puesto y de la organización con las característi-cas personales, idoneidad de su ocupante, colaborador o socio. En consecuencia, para el RSC resulta de gran provecho aumentar la posi-bilidad de que ingresen funcionarios públicos idóneos que contribuyan al desarrollo institucional y a la satis-facción de sus usuarios, mediante la aplicación de un proceso de admi-sión de personas efectivo. Se des-prende entonces que la determina-ción del Perfil de Competencias Generales del Funcionario Público que labora en el RSC ofrece el in-sumo que hará posible orientar los procesos de Reclutamiento y Selec-ción del Potencial Humano a la consecución del capital humano adecuado.

Esto concuerda con el hecho de que la tendencia actual va más allá de buscar trabajadores que cumplan con sus funciones y res-ponsabilidades y, es allí donde el enfoque por competencias brinda la posibilidad, entre otras, de detectar y seleccionar aquellos candidatos que puedan y quieran comprometerse con su trabajo, que aspiren y posean el potencial para brindar un aporte adicional a la sola realización de sus funciones y, por lo tanto, estén en capacidad de contribuir, en mayor grado, al desarrollo de la organiza-ción que los contrate. Se vislumbra, entonces por qué al determinarse los objetivos del presente se pretende contribuir a la búsqueda de funciona-rios que puedan integrarse producti-va y positivamente en la administra-ción pública y no sólo candidatos potencialmente idóneos para deter-minados puestos de trabajo.

Antecedentes del perfil

de competencias generales

del funcionario público

del Régimen de Servicio Civil

En el 2005 la Unidad de Inves-tigación y Desarrollo del Área de Reclutamiento y Selección de la DGSC, mediante Informe PDP-03-2005 de abril del 2005, titulado “Nuevas alternativas de concursos: Prueba de Proceso de Selección con Grupo Ocupacional e Inscripción”, describió los pasos que debían se-guirse para realizar un proceso se-lectivo mediante la implementación de un Grupo Ocupacional General, GOG, entendido éste como la agru-pación de clases por especialidades en función de una base de selección común, iguales predictores, donde la pretensión posterior era agrupar a los oferentes por área laboral es-pecífica, por ejemplo Ciencias Socia-les, Ciencias Exactas, Ciencias de la Salud, entre otras y, subsiguiente-mente proceder con la ubicación por clase de puesto y especialidad, según correspondiese. En ese mis-mo año se gestionó el Concurso Externo NO-03-05, el que atendería a esta modalidad.

A partir de este GOG se vis-lumbraron una serie de competen-cias incipientes que se consideró, debían formar parte del repertorio de características que estuviesen pre-sentes en toda persona que formara parte de los Registros de Elegibles, con los que solventarían las peticio-nes de personal formuladas por las ORH (véase Apéndice No. 1, Perfil general de competencias del funcio-nario del RSC). Para tales efectos se estableció una Base de Selección- predictores-, constituida por una batería de tres pruebas, a saber, de personalidad, valores e inteligencia, con sus respectivas ponderaciones, a ser utilizada en el proceso de eva-luación de los oferentes.

En esta ocasión, la selección se desarrollaría bajo la premisa refe-rente a la existencia de elementos constitutivos asociados a las áreas antes indicadas, que servían de refe-rencia para desempeñarse en pues-tos cubiertos por el RSC y, en este sentido, considerar las característi-cas que en general deben estar pre-sentes en todo funcionario público, además de garantizar que el princi-pio de igualdad de oportunidades se mantuviese presente. Los otros as-pectos asociados a lo que podría considerarse como competencias técnicas, se pretendió rescatar a partir de los conocimientos adquiri-dos producto de la educación formal, así como del proceso de inducción que, posterior a la contratación, se debe dar a los funcionarios, y con lo que se le permitiera a éste una ade-cuada incorporación a las condicio-nes organizacionales de la institu-ción contratante.

La visión contenida en ese perfil era la concebida a partir de una visión del Ser más que del Hacer, dado que los aspectos observados con el desempeño exitoso de un funcionario, no se relacionan direc-tamente con la ejecución de la tarea, sino por el contrario, se focalizan en las aptitudes asumidas por el funcio-nario para la atención de las necesi-dades de los usuarios, tanto internos como externos de la organización.

Esta primera aproximación a un perfil general de competencias, partió de la experiencia adquirida, durante más de quince años, de los profesionales en Psicología que intervinieron en la determinación de ese perfil. Asimismo, la medición de los resultados de la implementación de éste, se visualizaba en términos de establecer una muestra de fun-cionarios seleccionados de los Re-gistros de Elegibles, producto de la implementación del GOG, contrata-dos en distintas instituciones. Lo señalado permitiría consultar poste-riormente acerca del desempeño e incorporación de los funcionarios a las unidades administrativas respec-tivas y, analizar esta información con relación a variables asociadas a la escolaridad, centro de estudio donde se formó el funcionario, institución donde se contrató, tipo de actividad desempeñada, proceso de inducción y evaluación del desempeño, ello con la finalidad de evidenciar si la Base de Selección respondía a las características delimitadas en el perfil. Este proceso de medición, a la fecha, se encuentra pendiente de realizar.

La medición de las competencias

Para la evaluación de las competencias resulta conveniente que estén debidamente descritas y operacionalizadas, es decir, delimi-tadas a partir de comportamientos o conductas observables. Por lo tanto, partiendo de lo planteado por Martha Alles en su obra “Gestión por Com-petencias”, como requisito importan-te se debe considerar que:

Al trabajar con un modelo de competencias, éstas deben ser establecidas en grados o niveles.

Al definir los niveles o grados se requiere ir más allá de refe-rirse a la indicación de los mismos, Muy Alto, Alto, Me-dio, Bajo, Mínimo, sino que deben ser expresados a través de un enunciado o fra-se explicativa que permita en-tender qué se quiere decir, por ejemplo, con un nivel medio de determinada competencia. Al confeccionar un diccionario por competencias y compor-tamientos, se debe relacionar cada nivel con un mínimo de comportamientos a observar, el número se delimita a con-veniencia, pero se sugieren cinco comportamientos al me-nos. (Alles, 2007)

Marco metodológico

Enfoque de la investigación

El enfoque de la presente investigación es racionalista-deductivo, en el tanto el producto resultante, Perfil de Competencias Generales del Funcionario Público del Régimen de Servicio Civil, se obtendrá principalmente haciendo uso de procesos de razonamiento (intelectuales) mediante los que se analice la teoría que al respecto se haya emitido, las características generales del amplio contexto labo-ral del Régimen, así como las res-ponsabilidades básicas y fundamen-tales de todo cargo público. El análisis deductivo correspondiente abarcará no sólo esta teoría, sino además las características del con-texto en el que laboran los funciona-rios públicos, entorno en el que se desenvolverán y deberán ajustarse los candidatos escogidos, luego de la respectiva valoración propia del proceso de reclutamiento y selección.

Este análisis, al partir de con-ceptos, situaciones y recomendacio-nes teóricas amplias y globales, permitirá lograr como producto es-pecífico (se particularizará) en la determinación de las competencias laborales generales que requiere poseer todo funcionario público para poder desempeñarse con idoneidad en el Régimen. De allí que la vía de acceso al objeto de estudio, así como los mecanismos que se utili-cen para la producción y validación del conocimiento a obtenerse, estará dada principalmente por la razón.

Tipo de investigación

Consecuente con este enfo-que, la investigación que aquí se presenta es de tipo descriptiva-cualitativa, en el tanto se parte de una cierta realidad que resulta insu-ficientemente conocida, ¿Qué com-petencias generales requiere poseer todo funcionario público para que pueda desempeñarse de manera sobresaliente?, y al mismo tiempo relevante e interesante de ser apre-hendida. El desarrollo del carácter descriptivo de esta investigación se adecua con el objeto en estudio, en el tanto permite determinar y preci-sar las competencias generales me-diante las que se establezca el Perfil de Competencias Generales del Funcionario Público para su ingreso al RSC. Para su obtención se pro-cedió a la revisión de bibliografía especializada, seguida por la elabo-ración de definiciones que identifi-quen los elementos previamente seleccionados.

Por otra parte, la investigación es de tipo contrastativa porque, si bien parte de la delimitación concep-tual de las competencias, éstas se someterán a la validación por medio del método de criterios de expertos, con lo que se compararán las com-petencias previamente delimitadas con la información proporcionada por éstos. No obstante, se aclara, los alcances del presente trabajo se limitan, momentáneamente a la construcción del perfil.

Se desprende de lo expuesto que la investigación es principalmen-te de tipo cualitativo, en el tanto se orienta en esencia al establecimiento de los atributos o cualidades que identifican al funcionario público, sin recurrir a procedimientos matemáti-cos y estadísticos complejos que justifiquen los resultados obtenidos.

Es importante enfatizar en el hecho de que el producto resultante de la presente investigación se cons-tituye en uno de los principales in-sumos del Modelo de Reclutamiento y Selección que se aplica en la DGSC, modelo que se articula en un proceso que, como un todo, debe sustentarse en el Método Científico, por lo que tiene que reunir las carac-terísticas de objetividad, validez y confiabilidad requeridas, además de ser estandarizado. Tales condicio-nes, aunque no son inherentes al proceso de selección en sí, son ca-racterísticas deseables que se le adjudican o poseen los instrumentos, los criterios de selección y predicto-res que en él se utilizan, entre ellos, el Perfil de Competencias Generales que oriente este proceso selectivo.

En consecuencia, resultado de su aplicación, se pretende suminis-trar candidatos idóneos, con un ma-yor pronóstico de éxito, que sean enviados en nómina para satisfacer las plazas vacantes que se presen-ten en las distintas instituciones cu-biertas por el RSC. Esta combina-ción de instrumentos y predictores ofrece la ventaja de contar con un proceso de Reclutamiento y Selec-ción que se adecua y satisface los requerimientos del método científico, al permitir eventualmente investigar y evaluar su confiabilidad y validez, al correlacionar los resultados obte-nidos en las pruebas con el desem-peño real que muestren los funciona-rios escogidos in sito.

El perfil de competencias

propuesto

Características

Luego de haber detallado el marco de referencia que encausa la presente investigación, procede aho-ra especificar las características y competencias indispensables que debe poseer el funcionario público del RSC, de manera que producto de su utilización en los concursos que tramita esta Dirección General, permita identificar en los participan-tes la posesión de estas característi-cas, a efecto de comprobar su “ido-neidad general” para el desempeño de los cargos, ya sean éstos propios del Título I o del Título II.

A continuación se detallan las principales consideraciones que caracterizan el Perfil de Competen-cias Generales que se presenta en este trabajo:

Parte del supuesto teórico de que para fungir como servidor público eficiente y efectivo se requiere, al menos, cumplir con un perfil de competencias generales.

Cada competencia del perfil hace referencia a comporta-mientos indispensables en los servidores públicos en general para el cumplimiento cabal de su función.

La posesión de las competen-cias en un grado alto, posibili-ta el éxito del funcionario en cuanto a su desempeño como servidor público, así como su ajuste armónico al contexto laboral.

Las competencias reflejan una serie de valores y criterios que aglutinan la visión que se tiene del funcionario público del si-glo XXI.

Las competencias permiten enlazar las características in-dividuales con las necesida-des y objetivos organizaciona-
les de las instituciones del RSC.

A cada competencia se le asigna un nombre y tiene una definición que la delimita, des-cribe u operacionaliza.

Cada competencia hace refe-rencia a comportamientos observables.

Las distintas competencias pueden desarrollarse, lo que conlleva tiempo porque se re-quiere experiencia práctica.

Las competencias pueden ser medidas o evaluadas.

Cuando hay desajuste entre el Perfil de Competencias Gene-rales del Funcionario Público y la persona que desempeñe esta función, es muy probable que se vea afectada la ca-lidad del servicio que se pres-ta y el ambiente laboral de la organización.

Las competencias generales

del funcionario público

del Régimen de Servicio Civil

Las competencias que se indi-can, constituyen una serie de carac-terísticas personales deseables en los funcionarios públicos que laboran para el RSC. Son características claves que distinguen al funcionario público con un desempeño superior. Aseguran una cierta manera de cumplir con las responsabilidades laborales e institucionales, de reali-zar las funciones con excelencia, de reafirmar el cumplimiento de su fun-ción primordial de servidor público de manera sobresaliente, de asegu-rar el desenvolvimiento y ajuste a sus distintos contextos de manera productiva y exitosa. Por tal motivo, se configuran en un conjunto de características-tipo o referenciales, parámetros, de gran utilidad, con las cuales comparar y orientar los pro-cesos relacionados con la admisión de personas, la formación y la capa-citación de los funcionarios.

Consecuentemente, el funcio-nario público que trabaje para el RSC debe desempeñarse de mane-ra sobresaliente, con idoneidad, según las cinco dimensiones que a continuación se delimitan:

Organizativa-institucional: en su capacidad para compren-der las necesidades, objetivos y estrategias institucionales, asumiendo comportamientos y hábitos responsables y efi-cientes, tanto en lo concer-niente a su desempeño per-sonal como en las interacciones con sus compa-ñeros de trabajo, y en procura de prever situaciones riesgo-sas en las que pueda verse menoscabada su integridad personal y la de otros.

Interrelacional y de servicio: en su capacidad de interesar-se en conocer, comprender y resolver las necesidades y ex-
pectativas razonables de los stakeholders, personas intere-sadas, internos y externos, a partir de adecuadas relaciones interpersonales teniendo como puntos de partida la comuni-cación efectiva y el trabajo en equipo, y que se hacen efecti-vas por medio de la interiori-zación del rol esencial que como servidor público le corresponde ejercer.

Motivacional y ética: en su capacidad de actuar conse-cuentemente con los valores de la institución, los principios éticos del funcionario público y su profesión, aprovechando el conocimiento que a su alrede-dor se genera en procura de la mejora continua en la ejecu-ción de su trabajo y la gestión de la organización.

Autorregulación: en su capa-cidad de mostrar efectividad y versatilidad en situacio-nes de presión y cambio, manteniendo la autoconfianza en sí mismo y conciliando las discrepancias que puedan surgir en el desarrollo de sus actividades.

Cognitiva: en su capacidad de identificar, encadenar, anali-zar, comprender y concretar las acciones a partir de proce-sos lógicos y sistemáticos que permitan mejorar constante-mente los servicios y produc-tos brindados a los clientes in-ternos y externos.
Cada una de las dimensiones indicadas se desagrega a su vez en grupos de competencias, según se observa a continuación en la tabla No. 1.

TABLA No. 1

RESUMEN DE LAS DIMENSIONES Y LAS COMPETENCIAS

DEL PERFIL DE COMPETENCIAS GENERALES

DEL FUNCIONARIO PÚBLICO

Dimensiones

Detalle de las competencias

Organizativo-Institucional

1. Compromiso organizacional
2. Esmero/Escrupulosidad
3. Organización/Orden

Interrelación y Servicio

4. Orientación al cliente
5. Comunicación efectiva
6. Relaciones interpersonales
7. Trabajo en equipo

Motivacional y Ética

8. Proactividad
9. Integridad personal
10. Responsabilidad
11. Autoaprendizaje

Autorregulación

12. Trabajo bajo presión
13. Adaptabilidad/Flexibilidad
14. Resolución de problemas/Negociación

Cognitiva

15. Pensamiento conceptual
16. Pensamiento funcional
17. Pensamiento operativo

Fuente: Elaboración propia. Aguilar, J. y Fonseca, E., 2010.

En cumplimiento de los reque-rimientos del modelo de competen-cias seguido, cada una de las com-petencias previamente establecidas (e indicadas en la columna de la derecha del cuadro anterior) se ca-racteriza mediante una definición que operacionaliza con mayor preci-sión el concepto en referencia (véa-se apartado Diccionario de Compe-tencias de este trabajo).

El perfil de competencias

generales del funcionario público

Diccionario de competencias

del Régimen de Servicio Civil

Una vez que fueron definidas cada una de las diecisiete compe-tencias generales, se procedió a establecer una valoración de la im-portancia relativa de cada una de ellas para el contexto del RSC, según criterio de experto de los auto-res y considerando además la biblio-grafía consultada para estos efectos. El perfil resultante se muestra a continuación en la tabla No. 2.

TABLA No. 2

PERFIL DE COMPETENCIAS GENERALES DEL FUNCIONARIO PÚBLICO

Competencia

Muy bajo

Bajo

Medio

Alto

Muy alto

Compromiso organizacional

X

Esmero/Escrupulosidad

X

Organización/Orden

X

Orientación al cliente

X

Comunicación efectiva

X

Relaciones interpersonales

X

Trabajo en equipo

X

Proactividad

X

Integridad personal

X

Responsabilidad

X

Autoaprendizaje

X

Trabajo bajo presión

x

Adaptabilidad/Flexibilidad

X

Resolución de problemas/Negociación

x

Pensamiento conceptual

x

Pensamiento funcional

X

Pensamiento operativo

x

Fuente: Elaboración propia. Aguilar, J. y Fonseca, E., 2010.

Seguidamente se presenta el diccionario de las competencias generales anteriormente indicadas, agrupadas de conformidad con las cinco dimensiones previamente es-tablecidas. Ver Tabla No. 3.

TABLA No. 3

PERFIL DE COMPETENCIAS GENERALES

DEL FUNCIONARIO PÚBLICO

DIMENSIONES-COMPETENCIAS-OPERACIONALIZACIÓN-COMPORTAMIENTOS

Dimensiones

Competencia

Operacionalización

Organizativa-Institucional

1. Compromiso

organizacional

Capacidad para comprender y utilizar la dinámica que se genera a lo interno de las organizaciones y entre éstas y la ciudadanía, orientando su compor-tamiento en la dirección indicada por las necesida-des, prioridades, objetivos y estrategias de la organización.

2. Esmero/

Escrupulosidad

Disposición para asumir comportamientos y hábitos de trabajo responsables y eficaces que eviten o disminuyan razonablemente los posibles riesgos de errores, accidentes y de enfermedad profesional, tanto propios como de terceras personas.

3. Organización/

Orden

Facultad para organizar de manera efectiva el traba-jo propio y de colaborar con el de los demás, esta-bleciendo las prioridades, los procedimientos correc-tos y cumpliendo con los plazos establecidos.

Interrelación y Servicio

4. Orientación al

cliente

Disposición a colaborar, atender y resolver en la medida de lo posble, las necesidades y expectati-vas de los clientes, superiores y compañeros de trabajo, mediante el ejercicio efectivo del rol esencial de servidor público.

5. Comunicación

efectiva

Capacidad para expresar ideas, emociones y men-sajes en un lenguaje comprensble, así como com-probar su comprensión por parte del interlocutor. Implica establecer y mantener canales de comuni-cación efectivos con superiores, compañeros de trabajo y clientes de la organización.

Continúa…

…viene

Dimensiones

Competencia

Operacionalización

6. Relaciones

interpersonales

Habilidad para generar y mantener contactos y relaciones de colaboración y coordinación con per-sonas diversas, tendentes a promover un ambiente de trabajo cordial y de respeto, así como la atención cortés de las necesidades y expectativas razonables de los usuarios.

7. Trabajo en

equipo

Capacidad para trabajar efectiva y coordinadamente con superiores, compañeros de trabajo y clientes, con la finalidad de promover acuerdos que cuenten con el apoyo y aprobación de los involucrados y de alcanzar los objetivos de la organización. Implica la capacidad de renunciar a sus propios intereses e ideas a favor del objetivo del grupo, sin llegar a la sumisión irracional o servilismo.

Motivacional y Ética

8. Proactividad

Tendencia a emprender acciones, buscar y generar oportunidades que lleven al establecimiento de nuevas ideas y formas de hacer las cosas, en procu-ra de incorporar mejoras en la ejecución del trabajo y la gestión global de la organización.

9. Integridad

personal

Habilidad de provocar un efecto positivo en los demás e influir en la cultura de la organización, mediante el ejercicio habitual de comportamientos coherentes con los valores de la institución, los principios éticos del funcionario público y su profesión.

10. Responsabilidad

Propensión hacia el cumplimiento de los compromi-sos encomendados y asumidos, la aplicación de los procedimientos más ágiles y sencillos, a efecto de utilizar la cantidad de tiempo requerida, previa con-sideración de las consecuencias de las acciones a tomar. Incluye la tendencia a preocuparse por el trabajo bien hecho y la mejora constante de su propio rendimiento.

11. Autoaprendizaje

Apertura a la búsqueda e incorporación de nuevos conocimientos y destrezas que favorezcan un mejor desempeño laboral y potencialicen el desarrollo personal y profesional.

Continúa…

…viene

Dimensiones

Competencia

Operacionalización

Autorregula-ción

12. Trabajo bajo

presión

Capacidad para actuar con eficiencia en situaciones de presión, oposición y adversidad, insertándose de manera eficiente en contextos de trabajo con un alto nivel de dinamismo, exigencia y energía. Implica además, la capacidad de mantener la confianza y el control en sí mismo en situaciones estresantes que puedan provocar fuertes emociones.

13. Adaptabilidad/

Flexibilidad

Facilidad para desenvolverse con efectividad en un entorno cambiante, comprendiendo, asimilando y poniendo en práctica las variantes requeridas. Ca-pacidad de adaptación ante situaciones nuevas y de incertidumbre o en aquellas en que se planteen sugerencias y críticas personales o profesionales que requieran cambiar de criterio o manera de comportarse.

14. Resolución de

problemas/

Negociación

Facultad para resolver obstáculos laborales y dis-crepancias interpersonales, mediante la promoción de acuerdos y soluciones que cuenten con el apoyo y la aprobación de las personas involucradas.

Cognitiva

15. Pensamiento

conceptual

Habilidad tendente a identificar y encadenar la información que no está obviamente conectada y que debe ser considerada en situaciones interper-sonales y laborales que permitan respaldar las acciones futuras.

16. Pensamiento

funcional

Capacidad para analizar y comprender las situacio-nes de trabajo, estableciendo relaciones de causali-dad y resolución de los problemas que se le presen-ten, separando sus partes constituyentes, meditando sobre ellas de forma lógica y sistemática para extraer las conclusiones del caso.

17. Pensamiento

operativo

Aptitud para concretar las acciones, persistiendo en el logro de metas predefinidas, con el objetivo de mejorar constantemente los servicios y productos brindados a los clientes internos y externos de la organización.

Fuente: Elaboración propia. Aguilar, J. y Fonseca, E., 2010.

Bibliografía

Aguilar, J., Fonseca, E; Espinoza M. E. y Robles, B. (2007). “Pro-puesta Nuevo Modelo de Re-clutamiento y Selección del Talento Humanos para el Régimen de Servicio Civil”. Áreas de Carrera Docente y Reclutamiento y Selección de Recursos Humanos. DGSC. San José, Costa Rica.

Alles, Martha. (2007). “Gestión por Competencias. El Dicciona-rio”. Editorial Granica-Adelphi. Buenos Aires Argentina.

_________________. (2008). “Dic-cionario de Competencias. Gestión por competencias”. Editorial Granica-Adelphi. Buenos Aires, Argentina.

Anastasi, Anne y Urbina, Susana (1998). Tests Psicológicos. Prentice Hall. Sétima edición. México.

Bejarano, R., Fonseca, E. y Ramí-rez, S. (2005). Informe PDP-03-2005 de abril del 2005, de-notado “Nuevas alternativas de concursos: Prueba de Pro-ceso de Selección con Grupo Ocupacional e Inscripción”. Área de Reclutamiento y Se-lección de Recursos Huma-nos. DGSC. San José, Costa Rica.

Cejas, E.,y Pérez, J.(2008). “Un con-cepto muy controvertido: Competencias Laborales”. Ins-tituto Superior Pedagógico para la Educación Técnica y Profesional "Héctor Alfredo Pineda Zaldívar". La Habana, Cuba.

CINTERFOR,-Organización Interna-cional del Trabajo Competen-cia Laboral (2008). “Las 40 preguntas más frecuentes so-bre competencia laboral.

Cooper, D., Robertson, I., y Tinline, G. (2005). Reclutamiento y Selección, Marco de actua-ción para obtener el éxito. Thomson Editores, España.

Coronado, C., y Lara E. (2005). “La selección de personal por competencias laborales. Uni-versidad Autónoma de Ciudad Juárez, Departamento de Ciencias Administrativas. México.

Chiavenato, Adalberto (2002). Ges-tión del talento humano. Edito-rial McGraw Hill, Interamerica-na S.A., Colombia.

De Ansorena Cao, Álvaro (1996). 15 pasos para la selección de personal con éxito. Editorial Paidós Empresa. Barcelona, España. Primera edición.

Declaración Universal de los Dere-chos Humanos.

Estatuto de Servicio Civil y su Re-glamento.

XIII Foro de la Función Pública del Istmo Centroamericano, Pa-namá y República Dominicana (2006). “Globalización, Buen Gobierno y Función Pública. Experiencias innovadoras de Servicio Civil y Carrera Admi-nistrativa. Análisis y propuesta para la elaboración del perfil del Directivo Público Chileno. Subdirección de Alta Dirección Pública, Dirección Nacional del Servicio Civil, Ministerio de Hacienda Chile”. Ciudad de Guatemala, República de Guatemala.

Flores, Cecilia y otros (2004). Ética y Dignificación de la Función Pública Costarricense, Direc-ción General de Servicio Civil.

González Maura (2002.) “Qué signi-fica ser un profesional compe-tente. Reflexiones desde una perspectiva psicológica. Re-vista Iberoamericana de Edu-cación Vol. XXI, Nº 1, 2002. Universidad de la Habana, La Habana, Cuba.

Ley de la Carrera Docente y su Re-glamento.

Ley General de la Administración Pública.

Levy-Leboyer, Claude (1997). “Ges-tión de las Competencias: cómo analizarlas, cómo eva-luarlas, como desarrollarlas”. Editorial Gestión 2000. Barce-lona, España.

Longo, Francisco. (2002) “Mérito y Flexibilidad: La gestión de las personas en las organizacio-nes del sector público”. Edito-rial Paidós Empresa.

Organización mailxmail.com. (2008). “Competencias laborales, una alternativa de desarrollo orga-nizacional”.

Padrón Guillén, José. (1998). “La estructura de los procesos de investigación” (artículo).

Rodríguez Trujillo, Nelson (2008) “Selección efectiva de perso-nal basada en competencias”. Publicaciones Cinterfor/OIT. Escuela de Psicología, Uni-versidad Central de Venezue-la. Caracas, Venezuela.

Suso Llamas, Carlos (2009). “Pro-yecto piloto para el desarrollo personalizado de las compe-tencias”. XIV Congreso Inter-nacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública. Sal-vador de Bahía. Brasil.

Vargas Hernández, José. (2008). “Las reglas cambiantes de la competitividad global en el nuevo milenio. Las competen-cias en el nuevo paradigma de la globalización”. OEI, Revista Iberoamericana de Educación.

Zayas Agüero, Pedro (2008). “Las competencias como principal manifestación de la interrela-ción hombre-trabajo”. www.

Monografías.com. Organiza-ción emagister.com.

Otras referencias web

http//www.arearh.com/coaching/

http//www.cinterfor.org.uy.

http//www.ilo.org/public/spanish/region/ampo/cinterfor/temas/ complab/.OIT-CINTERFOR. “Competencias Laborales”.

http//www.oit.orgpublic/region/ ampo/cinterfor/tema/complab/ doc/otros/sel_efe/i.htm
http www.malisa.cl/inteligencia-emocional-como-competencia-laboral.

http//www.oei.es/etp/

competencias_laborales_base_ mejora _empleabilidad_ personas.pdf

http//www.oie.es/etp/

competencias_laborales_base_ mejora_empleabilidad_ personas.pdf

http//www.unicist-library.org. unicistwiki_library/ index.php/

APÉNDICE No. 1

PERFIL GENERAL DE COMPETENCIAS DEL FUNCIONARIO

DEL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL

GRUPO OCUPACIONAL GENERAL, GOG

5

4

3

2

1

x

Actividad

X

Inactividad

Sociabilidad

X

Retraimiento

Impulsividad

X

Autocontrol

Reflexibilidad

X

Ejecutividad

Responsabilidad

X

Irresponsabilidad

Autoestima

X

Minusvalía

Ansiedad

X

Tranquilidad

Felicidad

X

Depresividad

Obsesividad

X

Despreocupación

Autonomía

X

Dependencia

Culpa

X

Libre de culpa

Agresividad

X

Medrosidad

Asertividad

X

Sumisión

Manipulación

X

Empatía

Dogmatismo

X

Racionalidad

Practicidad

X

Practicidad

Orientación hacia Resultado

X

Orientación hacia Resultado

Variedad

X

Variedad

Decisión

X

Decisión

Orden y Método

X

Orden y Método

Metas

X

Metas

Abstracción y comprensión de relaciones

X

Poca Abstracción y compren-sión de relaciones

Fuente: Bejarano, R.; Fonseca, E. y Ramírez, S.