Innovación, ciencia y tecnología
como bases del desarrollo
económico, social y ambiental
de la región en el actual
Olman Segura Bonilla** contexto internacional*
SE PRESENTAN LOS RASGOS BÁSICOS DE UN MODELO DE DESARROLLO APROPIADO PARA NUESTROS PAÍSES. PARA ELLO SE CONSIDERAN LAS CONDICIONES DE CONTORNO GENERALES QUE PRIMAN EN LA ECONOMÍA Y LA SOCIEDAD GLOBALIZADA DE NUESTROS DÍAS, Y CUÁLES SON LOS OBJETIVOS, FUNDAMENTOS E INSTRUMENTOS ESENCIALES A DESARROLLAR, SI QUEREMOS INCORPORARNOS CON ÉXITO A LA EMERGENTE “SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO”.
PALABRAS CLAVES: MODELOS; ECONOMÍA; SOCIEDAD; DESARROLLO; GLOBALIZACIÓN; SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
* Documento presentado en el XV Foro de la Función Pública de Centroaméri-ca, Panamá y República Dominicana “Compromiso con la innovación y la ca-lidad en la gestión pública”, realizado en San José, Costa Rica del 14 al 16 de abril del 2010 y organizado por el Insti-tuto Centroamericano de Administra-ción Púbica, ICAP y la Dirección Gene-ral de Servicio Civil, DGSC, de Costa Rica.
El autor agradece la colaboración en la elaboración de este documento al señor Miguel David Baraona Cockerell, Ph.D., Asesor de la Rectoría de la Universidad Nacional, UNA.
El Modelo de Desarrollo
Es importante señalar que, las condiciones necesarias para despe-
gar hacia el desarrollo, no son hoy las mismas que en el pasado, aun-que hay un elemento en común a todos los países desarrollados que se mantiene a lo largo del tiempo: la capacidad para ser gestores y prota-gonistas de su propio desarrollo, el que no puede ser importado ni pue-de depender de factores externos, sino de la capacidad para utilizar éstos en su propio beneficio. Es decir, de la capacidad interna de una determinada sociedad para contro-lar, regular, y en último término do-
_____________________________
** Rector de la Universidad Nacional de Costa Rica.
Recibido: 2 de abril del 2010.
Aceptado: 15 de julio del 2010.
minar, las condiciones de contorno generales que predominan en la economía, la política, la cultura y la sociedad globalizada de hoy. Todo desarrollo genuino es, por lo tanto, esencialmente endógeno.
Veamos entonces algunas de las condiciones básicas que deben respetarse en la actualidad para iniciar un proceso definitivo, sos-tenido y en incremento, hacia el desarrollo.1
Hacia un nuevo paradigma:
rasgos esenciales
del desarrollo
Empecemos por señalar que el crecimiento económico, aunque éste sea de gran magnitud y prolon-gado en términos del aumento anual del Producto Interno Bruto, PIB, no es sinónimo de desarrollo. En otras palabras, el modelo de desarrollo que deseo proponer a grosso modo, no es uno que está centrado en no-ciones economicistas, sino que pro-pone una visión orgánica y sistémi-ca, en que la relación entre los numerosos factores que constituyen la sociedad y la economía (incluyen-do el medio ambiente y su uso) no es más importante que ninguno de ellos en particular. Propongo aquí que consideremos como factores casi de igual trascendencia que el PIB, las relaciones complejas entre
educación, salud colectiva, recursos naturales, capital humano, ciencia y tecnología, infraestructura, sistema político, cultura, etc.
Se trata, por consiguiente de un paradigma que enfatiza el carác-ter multi-dimensional del desarrollo, más que alguna característica dis-creta en particular. El desarrollo en el presente globalizado y altamente competitivo, debe ser entonces más que un mero desarrollo económico; debe tratarse de un desarrollo que sea sostenible, integral, armonioso, y competitivo.
Más adelante intentaré pre-sentar esta visión de forma muy resumida, por limitaciones obvias de tiempo y espacio.
Desarrollo sostenible
Dentro de la perspectiva que deseo argumentar aquí, entiendo por desarrollo sostenible aquel que es doblemente sostenido, perdurable a lo largo del tiempo, y sustentable, es decir, que el modelo de desarrollo esté basado en un uso racional de los recursos naturales, y en la crea-ción permanente de los recursos humanos, financieros, científicos, tecnológicos y productivos para que el conjunto del sistema social y económico del país se mantenga competitivo y capaz de adaptarse con éxito a los vaivenes de la eco-nomía mundial, sin sacrificar el bienestar de la población ni el medio ambiente.
Desarrollo sostenible es por ende un modelo en que el desarrollo óptimo y simultáneo de la esfera económica, la esfera social y la esfe-ra ambiental son los tres pilares so-bre los que se sustenta la capacidad de un país para alcanzar y mantener la calidad y los niveles de vida indi-viduales y colectivos que correspon-den a un país que ha alcanzado los niveles más elevados de prosperidad dentro del concierto mundial de naciones.2
GRÁFICO No. 1
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Desarrollo_sostenible
Desarrollo integral
El desarrollo de una nación difícilmente puede ser sostenible en los términos definidos más arriba, si no está fundado sobre una sólida base de formación y actualización permanente de los recursos huma-nos, sin los cuales no podemos ni siquiera concebir el simple creci-miento económico, menos aún un desarrollo sostenible. Entiendo así que la noción de desarrollo integral, indispensable para alcanzar el desa-rrollo sostenible, implica que todos los individuos y grupos sociales que forman una determinada sociedad, deben ser adiestrados, educados, protegidos y estimulados para alcan-zar y entregar el máximo de sus capacidades e integrarse así en tanto protagonistas al desarrollo nacional.
Sólo una sociedad abierta, in-clusiva, libre, democrática y con un amplio abanico de oportunidades para el avance personal y la movili-dad social, impide el surgimiento de la marginación social que es exac-tamente lo opuesto de lo que llamo desarrollo integral.
Casi huelga decir que para al-canzar un desarrollo integral se ne-cesita un sistema educativo moder-no, eficiente, plural y que brinde oportunidades de adiestramiento cultural, educativo, técnico y profe-sional a todos los sectores de la sociedad.
El desarrollo integral es, por consiguiente, un desarrollo integrador.
GRÁFICO No. 2
Fuente: Elaboración del autor.
Desarrollo armonioso
Un desarrollo armonioso im-plica que hay una búsqueda cons-tante por gestar y sostener un equili-brio o balance entre los intereses privados y los públicos, el interés individual y el colectivo, los intereses de hoy y aquellos de las futuras ge-neraciones, entre los principios de equidad y los de la competencia, y entre la ganancia y la solidaridad.
GRÁFICO No. 3
Fuente: Elaboración del autor.
Desarrollo competitivo
Sería utópico pensar en un modelo de desarrollo exitoso en nuestra era, sin considerar las gran-des fuerzas económicas que pre-valecen y dominan los mercados globales.
Estamos inmersos en una economía mundial que se caracteri-za por mercados globales en que la competencia entre los diversos agentes económicos (privados y estatales) es cada día más intensa y demandante. El desafío para gene-rar y mantener un desarrollo soste-nible es doble, puesto que se debe atender la naturaleza nacional inter-
na de este proceso, al mismo tiempo que se necesita triunfar en el exte-rior. O sea que el desarrollo sosteni-ble no se consigue sólo con controlar el impacto endógeno de las variables económicas globales, sino en parti-cipar dentro de la gestación misma de esas condiciones de contorno, de tal manera que los frutos de la pro-ducción nacional sean colocados con las mayores ganancias posibles en el mercado mundial.
Por ello, aunque todo desarro-llo sostenible es ante todo un proce-so endógeno, éste no puede tener éxito si esa capacidad interna o doméstica, no se expresa en logros positivos dentro del contexto global.
GRÁFICO No. 4
Fuente: Elaboración del autor.
Los fundamentos del desarrollo
Son demasiados los funda-mentos del desarrollo como para mencionarlos aquí, y menos aún, para analizarlos en forma concien-zuda. No obstante, quiero abordar al menos algunos que a mi juicio con-sidero como cruciales.
Pero antes de proceder con ello, permítaseme aclarar en forma muy breve qué es lo que entiendo por fundamento del desarrollo. En términos muy escuetos, defino este concepto como los elementos es-tructurales o “building blocks” que sirven de cimiento a todo el edificio del desarrollo.
Así como los rasgos tienen que ver con el diseño arquitectónico de este edificio, los fundamentos son los materiales y los cálculos que definen la ingeniería del edificio.
La trilogía del éxito: el Estado,
el mercado y la sociedad civil
Ningún fundamento es más importante hoy en día, que las alian-zas estratégicas, la cooperación y el trabajo mancomunado, planificado y coordinado entre los tres grandes sectores de nuestras sociedades modernas, y sin cuyo concurso si-multáneo es inútil hablar de desarro-llo sostenible. Me estoy refiriendo, obviamente, al Estado, en tanto ga-rante, planificador y promotor del desarrollo nacional, y que abarca no sólo la administración central del país, sino también el sistema políti-co; el mercado, constituido por todos aquellos individuos, instituciones y empresas privadas y públicas que intervienen en la conformación y orientación de todas las múltiples y diversas actividades productivas y transacciones comerciales y finan-cieras, por medio de las cuales se genera y acumula el capital y la ri-queza de las personas y las nacio-nes; y por último, aunque no de me-nor importancia, la sociedad civil, que incluye a las personas individua-les, las familias, las organizaciones sociales sin fines de lucro, los clubes y asociaciones culturales y deporti-vas, las Organizaciones No Guber-namentales, ONG, los movimientos sociales, los medios de comunica-ción, las instituciones de caridad pública, las organizaciones popula-res, etc., etc. Es decir, el conjunto de la ciudadanía.
GRÁFICO No. 5
Fuente: Elaboración del autor.
Para que esta trilogía del éxito pueda constituirse, debe regir el imperio de la ley, que en turno debe ser diligente, equitativo y universal. Es necesario, además, un sistema político representativo y democráti-co. El Estado necesita ser reformado y modernizado hasta que sea un conjunto de instituciones ágiles y facilitadoras no sólo del bien común y la administración pública, sino de las garantías sociales e individuales que fomentan el crecimiento y con-solidación de la sociedad civil, al tiempo que elimina barreras y limi-tantes excesivas o innecesarias al crecimiento económico, permitiendo así la expansión del mercado. La sociedad civil debe ser también par-ticipativa, vigilante, dinámica, infor-mada, y consciente de sus numero-sos derechos como deberes. El mercado por su parte debe ser dinámico en la búsqueda del benefi-cio económico, pero siempre en consonancia con el marco institucio-nal, jurídico, político y administrativo del Estado, y respetuoso del bienes-
tar de la sociedad civil. A su vez, todos estos tres grandes sectores que conforman la trilogía del éxito, deben procurar en forma constante la preservación del medio ambiente mediante una explotación racional (planificada), legal, y mesurada de los recursos naturales, teniendo siempre presente el interés de las futuras generaciones por venir.
Democracia, libertad
y circulación de información
En los últimos veinte años, el mundo ha sido escenario de un pro-ceso de integración económica glo-bal a través de fronteras nacionales casi sin precedentes, y de un avance significativo de muchas naciones hacia sistemas políticos abiertos, representativos y más democráticos. Esto no ha sido posible sin numero-sos obstáculos, dilaciones, resulta-dos incompletos e insatisfactorios, pero no por ellos menos valiosos y positivos.
Hay naciones que han expe-rimentado tasas de crecimiento económico que son notables, sin embargo, por carecer de sistemas políticos más abiertos y que garanti-cen una libertad de opinión, informa-ción, participación y movilidad territo-rial, las posibilidades que esos países tiene de alcanzar el modelo de desarrollo sostenible que he es-tado planteando, son bastante remo-tas, por no decir nulas.
La circulación libre, sin corta-pisas y amplia de la información, es hoy en día una de las condiciones o fundamentos más trascendentes para el surgimiento y el desarrollo sostenible de una determinada so-ciedad. La amplia y sólida experien-cia acumulada hasta el presente, muestra sin ambages que los países que carecen de sistemas políticos democráticos y de plenas libertades individuales, son casi siempre los que ponen mayores barreras a la libre circulación de la información, disminuyendo así de manera sensi-ble sus posibilidades de alcanzar un modelo de desarrollo que se pueda sostener a través del tiempo sin que graves conflictos sociales y políticos, o la corrupción en sus múltiples for-mas, reduzca el dinamismo y los beneficios de altas tasas de creci-miento del PIB.
Difícil es también la defensa del medio ambiente, cuando se ca-rece de información y de los medios políticos y organizativos que permi-ten a la sociedad civil intervenir en su preservación.
Lo anterior no significa que in-cluso en los países en que se han instaurado sistemas políticos más democráticos, no sea indispensable luchar en forma permanente por la ampliación de la democracia, las libertades individuales y colectivas, y la circulación y acceso a la informa-ción. En todas las sociedades hay limitantes, obstáculos, barreras, e intereses de diversa índole que se oponen a la consecución plena del desarrollo sostenible.
GRÁFICO No. 6
Fuente: Elaboración del autor.
De la información
al conocimiento: la gran
transición
A medida que nos adentramos más en la globalización y se extien-den y consolidan los avances de-mocráticos en el mundo, la informa-ción asume un rol cada vez más crítico. Es claro que sin los instru-mentos modernos de acumulación, difusión, clonación y circulación de información, a gran velocidad y en todas direcciones, ni la globalización ni la ampliación de la democracia en nuestros días, habrían sido tan dramáticos, intensos y relevantes.
Pero así como el crecimiento exponencial de la información en la actualidad ha sido tan espectacular como incontenible, la necesidad y capacidad para procesar, digerir y asimilar un volumen gigantesco de datos, ha pasado a ocupar un lugar privilegiado en el desarrollo de las sociedades modernas. En otros términos, se puede afirmar que mientras más elevado sea el coefi-
ciente nacional de transformación de la información en conocimiento, más cercana estará ese país de incorpo-rarse con plenitud a la “Sociedad del Conocimiento” que es una condición sine-qua-non para iniciar y consoli-dar el despegue hacia el desarrollo sostenible.
GRÁFICO No. 7
Los instrumentos del desarrollo
3. Ver: Mario Bunge.1969. La investigación científica. Barcelona: Ariel. Mario Bun-ge.1980. Epistemología Barcelona: Ariel.
Volviendo a esa metáfora so-bre la edificación del desarrollo sos-tenible utilizada con anterioridad, diría que junto a los rasgos y los fundamentos de este proceso, los métodos, las prácticas, los medios, los espacios, los mecanismos y las instituciones que permiten forjarlo, son lo que llamo los instrumentos del desarrollo.
Ciencia, tecnología y técnicas:
algunas precisiones
Según el epistemólogo argen-tino Mario Bunge, la ciencia es “el conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y falible”, tal y como es definida y entendida en la actualidad. De otra parte, la tecno-logía es la mediación teórica y práctica que permite aplicar la cien-cia a la solución de problemas prácticos y concretos. Las técnicas serían métodos e instrumentos aún más específicos para resolver pro-blemas o realizar acciones de menor alcance. Cada tecnología suele ge-nerar una multiplicidad de técnicas en acorde con los principios que la informan.3
GRÁFICO No. 8
Fuente: Elaboración del autor.
La educación como ejercicio
y conquista de la libertad
y del progreso
Se puede argumentar, sin ma-yores riesgos de equivocarnos, que la educación formal y los sistemas de educación nacionales tienen un impacto decisivo sobre el desarrollo de cada país, determinando en parte no sólo su intensidad en términos de crecimiento económico, sino también su calidad y sostenibilidad. El nivel de educación formal de los indivi-duos predice estadísticamente su nivel personal de logros socioe-conómicos, de manera tan decisiva como la calidad, amplitud y accesibi-lidad para la mayoría de la población de los sistemas educativos naciona-les, predice a largo plazo el nivel y la calidad del desarrollo de cada país. La educación y los sistemas educati-vos ocupan, por consiguiente, un lugar privilegiado dentro de todos los instrumentos para el desarrollo.
La educación permite a los in-dividuos y las naciones formarse criterios independientes e informa-dos, eleva su capacidad de razona-miento crítico e independiente, y permite de este modo la emergencia de una ciudadanía capaz de luchar y defender sus libertades individuales y colectivas, sin las cuales no hay progreso real.
GRÁFICO No. 9
Fuente: Elaboración del autor.
La investigación y el avance
científico como fundamento
de la renovación cultural
para el progreso social
y económico
La formación de cuadros y la creación de infraestructura adecuada para el desarrollo científico que per-mita innovar, replicar, difundir y apli-car el conocimiento obtenido me-diante la práctica de las ciencias es, a su vez, una pieza clave dentro de los sistemas educativos nacionales. La vinculación dinámica entre la investigación científica y la industria y producción en cada país, plantea la necesidad, además, de diseñar e implementar modelos de investiga-ción científica que se ajusten de manera inteligente a las necesidades fundamentales del modelo de desa-rrollo nacional. Ese debe ser el propósito principal de la investiga-ción científica.
GRÁFICO No. 10
Fuente: Elaboración del autor.
La tecnología en tanto correa
de transmisión de la ciencia
y del conocimiento
Puesto que la tecnología es el puente entre la ciencia y las necesi-dades prácticas de la sociedad, es evidente que ésta tiene un sitial de primera importancia en el desarrollo nacional. De poco o nada sirve el desarrollo de la investigación cientí-fica nacional, si al mismo tiempo no se gestan las tecnologías apropiadas para convertir ese corpus de cono-cimiento teórico y abstracto en solu-ciones eficientes e ingeniosas me-diante tecnologías apropiadas. Para alcanzar un desarrollo sostenible, los países deben ser capaces no sólo de importar e incorporar tecnología de afuera, sino de generar sus pro-
pias modalidades de desarrollo tec-nológico que revelen la capacidad de gestación autónoma de la nación en las esferas científica y tecnológica.
GRÁFICO No. 11
El desarrollo técnico en tanto
instrumento esencial
del desarrollo económico
Pero es necesario insistir en que la tecnología aunque sea fun-damental, necesita coronarse con éxito mediante el desarrollo de ins-trumentos tecnológicos (maquina-rias, sistemas de cómputo, progra-mas virtuales, herramientas diver-sas, sistemas de riego, productos químicos, procesos de refinación, módulos de embalaje y distribución, infraestructura vial, etc.), que consti-tuyan una aplicación tangible e in-mediata a la solución de problemas prácticos. En este terreno tampoco bastará con importar instrumentos técnicos y depender por entero de su manufactura en el exterior.
GRÁFICO No. 12
Fuente: Elaboración del autor.
Centroamérica y los desafíos
del futuro
Mientras más nos adentremos en la globalización y el avance científico y tecnológico del mañana, vislumbrándose desde ya la bioinge-niería y la biotecnología en general como uno de esos campos que serán preponderantes en el avance cognoscitivo y en su aplicación al desarrollo, mayores serán los desafíos provenientes desde el exte-rior. La competencia se incrementará en el área del conocimiento y de su aplicación práctica. Nuevos avances científicos, servirán a su vez para
resolver problemas que hoy son foco de nuestra preocupación. Las tecno-logías alternativas o “verdes” permi-tirán armonizar el crecimiento económico con la preservación del medio ambiente. Pero para ello las naciones centroamericanas deben mejorar sus sistemas educativos, crear incentivos y estímulos especia-les para el desarrollo científico y tecnológico, y trabajar en forma mancomunada y coordinada. La integración política, económica, cul-tural, científica, tecnológica y educa-tiva de los países centroamericanos, facilitará y será decisiva en este proceso. La formación de bloques regionales de naciones, marcará el porvenir del mundo y, por ende, del Istmo centroamericano ◊