PROSPECTIVA ESTRATÉGICA:

ORÍGENES, CONCEPTOS CLAVE E

INTRODUCCIÓN A SU PRÁCTICA

Resumen

El artículo trata de ofrecer una visión general sobre los orígenes,

conceptos e ideas clave de la prospectiva estratégica, así como

sobre su utilización en el ámbito de organizaciones, empresas,

gobiernos y territorios, y su aportación al desarrollo, buen gobier

no y sostenibilidad de los mismos. A partir de la exposición de los

principios sobre los que se sustenta la prospectiva como discipli

na, el artículo se centra en exponer su aportación a los procesos

reflexión estratégica y de planificación, planeación o planeamiento

de los territorios, organizaciones y empresas. Asimismo, se expo

nen algunos casos relevantes de aplicación en diferentes ámbitos,

el enfoque y características principales, los requisitos y condicio

nes principales para ello, y se finaliza con los retos de futuro que

se le plantean a la propia prospectiva estratégica.

Palabras claves

Estrategias a futuro, sustentabilidad, estrategia de reflexión, pla

neamiento territorial, organizaciones, negocios, casos de estudio.

Abstract

This article tries to provide an overview about the origins,

concepts and key ideas regarding strategic futures, as well as

their use in the field of organizations, companies, governments

and territories, and their contribution to development, good

governance and sustainability. From the principle’s exhibition

in which the prospective is based on discipline, the article has

been focused to show its contribution to the processes about

planning and strategic reflection, planning of territories, orga

nizations and companies. Also, it presents some important ca

ses of application in different areas, their approach and main

features, requirements and main conditions to do, and it ends

with the future challenges posed to the own strategic futures.

Key words

Strategic futures, sustainability, strategic reflection, planning,

territories, organizations, businesses, cases.

1. La prospectiva

La prospectiva es una disciplina de aparición relativa

mente reciente, dado que no es hasta la finalización de

la Segunda Guerra Mundial, con el crecimiento del papel

de los estados, de la organización del desarrollo econó

mico y social, y el progreso de la planificación, cuando

la prospectiva adquiere un estatuto de relevancia.

El concepto fue acuñado a comienzos de los años

50 por el pensador francés Gaston Berger, uno de los

autores que podemos considerar como pioneros de

la disciplina, y es utilizado con éxito en el contexto

del mundo latino: Iberoamerica, España, Francia, Italia,

mientras que en el mundo anglosajon prevalecen los

términos “foresight”, “future studies” o incluso también

“forecasting”, y conceptos asociados a los mismos.

Pese a sus diferencias, y contemplados en términos

generales, podemos considerarlos como relativamente

cercanos y, en mi opinión, a menudo complementarios.

En los textos de los pioneros recopilados por Philipe

Durance en “De la prospective, Textes fondamentaux de la prospective française. 1955-1966. (Durance,

2007), Gaston Berger definía la prospectiva como “la

ciencia que estudia el futuro para comprenderlo y poder influir en él”. Es decir, se trata de que estudiando

e imaginando el futuro se sientan las bases para trans

formar el presente. Así es como nos encontramos con

que “el futuro es la razón de ser del presente”. Ber

ger añadía y recalcaba que mediante la prospectiva se

debía “observar lejos, ampliamente y profundamente,

pensar en el hombre y asumir riesgos”.

Otro de los primeros pensadores o pioneros de la dis

ciplina, el también francés Bertrand de Jouvenel, aportó

en sus escritos el concepto de los futuros posibles o

“futuribles”, es decir que el futuro se puede concebir

como una realidad múltiple (Jouvenel, 1964)

Es decir, para la prospectiva, dichos futuros existen,

aunque sea en el mundo de lo imaginario, pero pue

den ser imaginados y analizados, y podemos tratar de

encontrar y escoger el más conveniente para tratar

de ser construido estratégicamente desde el presente.

Por lo tanto, el enfoque defendido por Berger o Jou

venel, se presenta contrario al pensamiento predictivo

determinista sobre el futuro.

Como subraya Mojica (2008) la prospectiva o el “arte de la conjetura” como lo denominaba Jouvenel, podría

ser entendido, entonces, como un proceso intelectual

a través del cual tratamos de representar lo que pue

de suceder, los “futuros posibles” pero también lo que

nos gustaría que sucedieran, es decir nuestros propios

proyectos. Este concepto, se ha recogido a menu

do bajo el término de “futuro deseado” o “escenario

deseado” y también en ocasiones como “escenario

apuesta” o “futuro apuesta” para una sociedad, organi

zación, empresa o territorio determinado.

Por lo tanto, la prospectiva no tiene por objeto predecir

el futuro. Entre otras cosas porque, pese a lo que algu

nos deterministas pretenden, el futuro no está escrito en

ninguna parte. Por otra parte, desde su inicio quedaba

claro que la prospectiva trata o debe tratar de ayudar

a construir el futuro, sentando las bases para enlazar la

prospectiva con la estrategia y la planeación estratégica.

La prospectiva bien ejercida, se reconoce más bien

como un proceso sistemático, participativo, de cons

trucción de una visión a largo plazo para la toma de

decisiones en la actualidad y a la movilización de ac

ciones conjuntas. Y es por ello por lo que rápidamente

se asocia casi de manera natural y completándolas, a la

planeación y a la reflexión estratégica como una alia

da natural y un importante elemento de apoyo como

veremos más adelante.

Aunque existen diversas definiciones del término,

como recoge el profesor Ben Martin (2001), la OCDE

define la prospectiva, enfocando hacía lo que se ha

venido conociendo como “prospectiva tecnológica”,

como el conjunto de “tentativas sistemáticas para observar a largo plazo el futuro de la ciencia, la tecnología, la economía y la sociedad con el propósito de identificar las tecnologías emergentes que probablemente produzcan los mayores beneficios económicos y/o sociales”.

Conviene que destacar varios aspectos en esta defi

nición que inciden en lo que se señalaba anteriormente:

en primer lugar, se trata de tentativas sistemáticas, lo

que presupone la aceptación de una disciplina meto

dológica y una voluntad de continuidad ordenada en

el tiempo; en segundo lugar, está proyectada y refe

rida al largo plazo, lo que quiere decir que no se está

hablando de prospectiva cuando se hacen previsiones

sobre lo que puede ocurrir dentro de unos meses; y

finalmente, se tiene en cuenta la evolución y los con

dicionamientos de la economía y la sociedad, lo que

hace que los ejercicios de prospectiva tengan un ca

rácter multidisciplinar.

Se trata, por consiguiente, de una herramienta de ob

servación del entorno a largo plazo que tiene como

objetivo la identificación temprana de aquellos aspec

tos y tecnologías que pueden tener una gran impacto

social, tecnológico y económico en el futuro, los “gér

menes de cambio” (Godet 1997) a los que hace men

ción Michel Godet en sus obras. De hecho el profesor

Godet define la Prospectiva como una reflexión para

la acción y la anti-fatalidad que ofrece una clave para

comprender y explicar las crisis.

Como se apuntaba hace ya más de 20 años, mientras

que las primeras iniciativas institucionales tienen lugar

de la mano de los estados, posteriormente otro tipo

de organizaciones se van a interesar paulatinamente

por la prospectiva, al tiempo que las áreas de aplica

ción de la disciplina van a extenderse (Hatem, Cazes y

Roubelat, 1993). Y afortunadamente, hoy en día el uso

de la prospectiva se ha generalizado todavía más.

Como indicaba en mi curso del TEC de Monterrey (As

tigarraga, 2015) el auge de la prospectiva estratégica

y la visión a largo plazo, tanto el ámbito organizacional

y como en el del desarrollo de los territorios, es pro

bablemente fruto por un lado de la velocidad de los

cambios que afectan a los entornos de las organizacio

nes, lo que las hace ser más vigilantes con el medio y

largo plazo; por otro, es debido a una mayor relevancia

de los conceptos ligados a la sostenibilidad, también

en el mundo de las organizaciones; y finalmente qui

zá también debido a cierta incapacidad de la previsión

económica clásica para ofrecer modelos que se ajus

ten a la realidad y acierten en sus previsiones, lo que

ha propiciado en su conjunto, la búsqueda de modelos

prospectivos para orientar la estrategia de organiza

ciones, empresas y territorios.

La misma apreciación es recogida por una reciente pu

blicación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Inno

vación Productiva de Argentina (Beinstein, 2016), que

aprecia una verdadera explosión de estudios prospec

tivos en el siglo XXI, por parte de gobiernos nacionales,

organismos internacionales, empresas, organizaciones sociales que han comenzado a utilizarla. La prospectiva

se ha extendido desde su origen en la Europa Occi

dental y algunas grandes empresas y organismos ofi

ciales, a los países de alto desarrollo.

Se observa tanto la multiplicación de estudios pros

pectivos en todos los países, en un número creciente

de áreas temáticas (industriales, tecnológicas, científi

cas, territoriales, sociales, políticas, militares, geoestra

tégicas, religiosas, agrícolas, alimentarias, poblaciona

les). Y se ha comenzado a utilizar no solo en grandes

organizaciones públicas o privadas, sino que también

se extienden a PyMEs o asociaciones y grupos de Py-

MEs, proyectos innovadores y start-up, asociaciones

sin ánimo de lucro y ONGs, administraciones públicas

locales o regionales, pequeños municipios, etc.

2. Estrategia y visión de futuro

Podemos definir la estrategia, como el conjunto de

acciones que se llevan a cabo para lograr un determi

nado fin. Se atribuye a Alfred D. Chandler Jr. (1962/1998)

la definición de estrategia como “la determinación de

los objetivos a largo plazo y la elección de las ac

ciones y la asignación de los recursos necesarios para

conseguirlos”.

También en el ámbito empresarial y organizacional, Igor

Ansoff por su parte, señalaba que estrategia es la dia

léctica de la empresa con su entorno y, junto a Alvin

Toffler, profundizaba sobre el concepto de las tur

bulencias y cambios ambientales y sus implicaciones

en la relación entorno-empresa, que hoy día en parte

entroncan con los análisis de tendencias de entorno y

de futuro.

Otro de los ya clásicos en planificación estratégica

organizacional, Michael E. Porter (1996), señala, que “la

estrategia competitiva consiste en desarrollar una am

plia fórmula de cómo la empresa va a competir, cuáles

deben ser sus objetivos y qué políticas serán necesa

rias para alcanzar tales objetivos”

La planeación estratégica se entiende como lo que al

gunos denominan el arte y ciencia de formular, implan

tar y evaluar decisiones inter-funcionales que permitan

a la organización llevar a cabo sus objetivos. Y enten

diendo la planeación como el proceso mediante el cual

se analiza la situación externa e interna de la empresa, estableciendo objetivos generales y formulando las

estrategias a seguir para lograr los objetivos que se

han planteado.

En este sentido, la planeación estratégica, dejando de

lado que ha sido criticada por autores como Henry

Mintzberg (y otros), entre otras razones por tratar de

sistematizar el pensamiento estratégico y la formación

de la estrategia, que a juicio de Mintzberg son inheren

temente actividades creativas, enlaza con buena parte

de las características de la prospectiva ha sido critica

da que argumenta son.

A mi juicio, la planeación estratégica lleva implícita la

visión de futuro aunque sea referida a un plazo relati

vamente corto, los 3-5 años de vigencia del plan es

tratégico, comparado con los horizontes que tradicio

nalmente aborda la prospectiva, y así se lo indicamos a

nuestros alumnos de diferentes cursos de prospectiva

estratégica y de estrategia empresarial.

En cualquier caso, parece evidente que la planeación

estratégica, al igual que otras funciones de la organiza

ción, requiere de un conocimiento y de un trabajo de

recogida de información y de análisis de tendencias

del entorno empresarial, sectorial, social, sociopolíti

co, en el que tanto Pymes, como grandes empresas

y organizaciones debe desenvolverse, que permita la

reflexión acerca del futuro de la empresa y la toma de

decisiones sobre el mismo.

Aunque la función prospectiva en la empresa puede

abarcar variados aspectos que pueden ir ligados a

la planificación estratégica, el marketing, la vigilancia

estratégica o la movilización de recursos, por ejem

plo, que tendrían en común el esfuerzo de preparar y

construir la empresa hacia el futuro, o ser integrada en

la propia cultura de empresa, también se ha de hacer

hincapié en la importancia de la prospectiva como he

rramienta de apoyo a la toma de decisiones en la em

presa y a la gestión empresarial en general.

La prospectiva es una importante herramienta de apoyo

a la planeación, a la reflexión estratégica y a la toma de

decisiones que en situaciones de incertidumbre cada

vez mayores deben asumir los decisores en todo tipo

de organizaciones. La utilización de la prospectiva en el

análisis externo o análisis del entorno de los procesos

de planificación, planeamiento o planeación estratégica es clave a la hora de la identificación de tendencias y su

impacto en el sistema analizado, en la elaboración es

cenarios de factores de éxito futuros, o en la reflexión

estratégica y la formulación de estrategias.

A medida que la conciencia de hallarse en un mundo

cada vez más cambiante e incierto, que pone en cues

tión formas de gestionar el territorio y la administra

ción pública con carácter más reactivo, va creciendo,

las administraciones públicas, las organizaciones y em

presas se interesan cada vez más por la prospectiva.

Las circunstancias actuales, caracterizadas por la glo

balización de la economía, los cambios en las costum

bres sociales, el acelerado ritmo del progreso tecnoló

gico y la reducción del ciclo de vida de los productos,

entre otros factores destacables, generan crecientes

incertidumbres acerca de la evolución futura del entor

no social, económico, tecnológico, legal, etc. en el que

deberán desenvolverse los diferentes actores econó

micos y sociales y que en consecuencia afectan a los

mercados en los que se desenvuelven las empresas.

En este contexto, cualquier organización o empresa,

cualquier territorio y, en consecuencia, cualquier ad

ministración publica ligado a él -, se ve en la nece

sidad de elaborar estrategias que orienten sus líneas

de actuación en el futuro a corto, medio y largo pla

zo. Y a menudo recurre implícita o explícitamente a la

prospectiva. Ésta es una labor que debería realizarse

de forma periódica y sistemática. No obstante, la ex

periencia práctica demuestra que las urgencias del “día

a día” impiden a menudo disponer del tiempo y los

recursos necesarios para hacer un alto en el camino y

reflexionar acerca del futuro. Esta circunstancia se hace

aún más patente en el contexto de la administración

local, provincial y a veces regional que a menudo ca

recen de recursos para destinar a éste tipo de análisis

de prospectiva.

3. La prospectiva estratégica

La prospectiva estratégica es una convergencia de

varios campos disciplinarios que hemos ido mencio

nando anteriormente la prospectiva y los estudios de

futuro, la planeación estratégica, la prospectiva cientí

fica y tecnológica, el desarrollo organizacional, y cuyo

inicio podemos fijar a finales de los años ochenta del

siglo XX.

A menudo su origen se ha atribuido a la denominada

“escuela francesa de prospectiva”, con la que personal

mente mantenemos una estrecha relación, y puede ser

que así sea. Pero como hemos tratado de hacer ver,

la reflexión y planeación estratégicas llevan implícitas

la visión de futuro y comparten el propósito transfor

mador característicos de la prospectiva, por lo que la

confluencia ha resultado casi natural. Desde los años

ochenta, diferentes académicos, profesionales y orga

nizaciones han ido consolidando, y continúan hacién

dolo, el marco teórico de la prospectiva estratégica

por un lado y su el ámbito de su aplicación práctica,

por otro.

Desde hace tiempo y especialmente en obras como

“La prospectiva estratégica para las empresas y los te

rritorios” (Dunod , Paris, 2011), el profesor Godet señala

como consecuencia de la falta de previsión, el presen

te está repleto de preguntas que antes eran insigni

ficantes, pero que hoy se han hecho urgentes y que

hay que solucionar rápido, si no se corre el riesgo de

sacrificar el desarrollo a largo plazo.

En un mundo en permanente mutación, en el que las

fuerzas del cambio trastocan constantemente la iner

cia y los hábitos del pasado, las organizaciones y

empresas se ven obligadas a hacer un esfuerzo pros

pectivo cada vez mayor para reaccionar con flexibi

lidad pero sin perder el rumbo y así, dar pruebas de

flexibilidad estratégica.

Para controlar el cambio en vez de sufrirlo, las empre

sas deberán prever correctamente ni demasiado tem

prano, ni demasiado tarde los diversos virajes técni

cos, organizativos, reglamentarios, etc.

Tanto el propio Godet (2011), como Guillermina Baena

(2012), otros autores y nosotros mismos, incidimos en

que el administrador/gestor público o privado puede

adoptar diferentes actitudes posibles para afrontar el

futuro: como “Avestruz pasiva” que cierra los ojos

ante el futuro hasta la siguiente administración, como

“bombero reactivo apagafuegos”, cuando el futuro lle

ga es cuando lo enfrenta; apaga incendios , una vez

éste se han declarado, sin tener tiempo de prevenirlos,

como vendedor de seguros o “asegurador pre-acti

vo”, actitud pre-activa, toma algunas previsiones ante

lo que se viene como inevitable, pues sabe que la re

paración sale más cara que la prevención, y finalmente como “conspirador pro-activo”, el audaz, el que va más

allá, hacia la construcción de los futuros y decide so

bre aquél que puede parecer mejor y trata de provo

car los cambios deseados.

Añade Godet que como conclusión práctica para los

decisores: cuando establezcan un plan de actuación,

deberían abrirse tres columnas, de anotaciones, una

para la reactividad, otra para la pre-actividad y final

mente, otra para la proactividad.

Ninguna de las teóricas columnas debería quedar ni de

masiado llena o ni demasiado vacía. En la práctica suce

de que, en un contexto de crisis la reactividad prevalece

sobre el resto, mientras que en un contexto de creci

miento, es preciso anticipar los cambios y provocarlos,

fundamentalmente, por medio de la innovación.

En términos similares a los de Mintzberg, Michel Godet

señala que después de un cuarto de siglo de reflexiones

y de estudios prospectivos sobre los territorios, las em

presas y las grandes apuestas que tienen las sociedades

modernas, ha llegado a una constatación conocida aun

que, generalmente ignorada: son siempre los hombres y

las organizaciones los que crean la diferencia.

Así es como nos encontramos con el deseo como

fuerza productora, creadora o constructora de futu

ro, que se convierte también en el principal motor de

la organización y del cambio, en el sentido apuntado

por Gaston Berger, el futuro como razón de ser del

presente”.

3.1 Prospectiva estratégica sectorial

Ciñéndonos al ámbito de la prospectiva tecnológica,

Rodriguez Cortezo, Director General de la antigua Fun

dación OPTI, Observatorio de Prospectiva Tecnológi

ca Industrial, hoy integrada en la Escuela de Organiza

ción Industrial, define la prospectiva como el “ejercicio

colectivo de análisis y comunicación entre expertos

para identificar las componentes probables de esce

narios de futuro: las proyecciones tecnológicas de los

mismos, sus efectos sociales y económicos, obstá

culos y fuerzas a favor” (Cortezo, 1999) , y también

destaca el aspecto de ejercicio colectivo, y dirigida

al largo plazo. Las técnicas Delphi (Landeta, 1999; As

tigarraga 2003), muy usadas en los análisis de pros

pectiva, permiten trabajar y afinar los resultados en este sentido. Por otra parte, los aspectos relativos a la

prospectiva como ejercicio de reflexión colectiva son

subrayados también en numerosos trabajos (Ortega y

Medina, 1999;) llevados a cabo tanto en Latinoamérica

(Cordeiro coord., 2016) como en Europa (Zugasti, Her

naez, Destatte, Van Custemm y Arle Roels, 2011).

Por otro lado, y en relación con la contribución de la

prospectiva al diseño de políticas sectoriales, pode

mos tomar el ejemplo de su aporte a las políticas de

innovación, donde más allá del aporte de información

sobre tendencias futuras en el desarrollo tecnológico,

la prospectiva es relevante “como proceso organizado

de creación de consenso sobre las tendencias futu

ras y de alineamiento de los intereses diversos de los

actores del sistema de innovación” (Sanz, L, Antón, F

y Cabello, L; 1999), contribuyendo a la construcción

de los objetivos y prioridades consensuadas para el

sistema y la política de innovación, utilizándola como

herramienta de coordinación y alineamiento de las

expectativas tecnológicas que tienen los actores del

sistema de innovación, para la producción y a la defi

nición de la política de innovación de un país.

La misma reflexión y posterior conclusión puede ser

aplicada a otros sectores y sistemas de un país o re

gión como pueden ser el sanitario, el energético, el

agrícola, el industrial, el educativo, etc.: la prospectiva

se convierte en un instrumento de apoyo en la elabora

ción de políticas y estratégicas sectoriales, y no en un

mero suministrador de información sobre tendencias

de futuro.

La experiencia práctica en países como Japón, Francia,

Alemania, Holanda, Reino Unido, Australia, Estados Uni

dos y más recientemente España, ha demostrado que

los ejercicios de prospectiva incorporados de forma

sistemática en los sistemas de ciencia y tecnología

han servido para orientar las estrategias y los planes

de actuaciones futuras, tanto del sector público como

del sector privado. En el caso del sector público, los

resultados de la prospectiva han incidido en la defini

ción de políticas científicas y tecnológicas, ayudando

en la definición de las políticas nacionales de Ciencia

y Tecnología entre otras, mientras que en caso del

sector privado se han utilizado para orientar mejor sus

estrategias empresariales a largo plazo.

La prospectiva se centra en las complejas interaccio

nes entre la ciencia, la tecnología y la sociedad para identificar las tendencias a largo plazo y para prever

futuros escenarios. En la conferencia “Europe’s regions

shaping the future - the role of foresight” (Las regio

nes de Europa modelando el futuro: el papel de la pros

pectiva) se estudiaba la utilización de la prospectiva a

nivel regional. En ella se afirmaba que “el crecimiento,

la innovación y la creación de empleo están muy de

terminadas por las acciones regionales y es vital que

éstas estén guiadas por perspectivas futuras, en vez

de por las pasadas” y para la Unidad de Previsión de la

Dirección General de Investigación de la Comisión Eu

ropea, la prospectiva regional es el vehículo perfecto

para ello (Clar, G, Corpakis, D y Landabaso, M. ,2001)

3.2 Auge de la práctica de la prospectiva

estratégica en la organizaciones

Afrontar la situación de incertidumbre resultante de

un entorno cada vez más cambiante y diseñar una es

trategia para construir un futuro mejor y sostenible,

forma parte o debiera hacerlo, del núcleo de las preo

cupaciones en la gestión estratégica de las administra

ciones, organizaciones y empresas.

En nuestra opinión, en este contexto la prospectiva es

tratégica cobra una relevancia cada vez mayor como

una importante herramienta de ayuda en la gestión y a

la mejora en los procesos de toma de decisión.

Si tuviéramos que establecer una taxonomía de la uti

lización de la prospectiva estratégica en las organiza

ciones, administraciones y empresas, creo que podría

mos enmarcarla en cinco ámbitos principales:

    • la ayuda en los procesos de reflexión y planifica
    • ción estratégica;
  • el suministro de información relevante, compren

sible y a tiempo respecto al entorno y aplicable

en diferentes funciones de la gestión de organi

zación, empresa o territorio. Por ejemplo, la evolu

ción sectorial, le evolución tecnológica, perspec

tiva de las actividades económicas del territorio,

la profundización en el conocimiento de tenden

cias, alternativas tecnológicas, que impactan en el

territorio y su priorización,

la difusión de una cultura de innovación, de creación

de futuro, en la organización o en el territorio y,

    • en el ámbito del cambio organizacional, la prepara
    • ción de la organización a cambios profundos.
  • Normalmente, los estudios de prospectiva requie

ren la participación de comités de expertos, en

cuestas a expertos, realización de trabajos de con

sultoría, análisis de escenarios posibles, discusiones

en mesas redondas, presentaciones públicas, etc.

Habitualmente, se trata de procesos largos, pero el

resultado es mucho más que la suma de todas estas

herramientas. Estos estudios suponen una puesta en

común, una interacción entre los actores que intervie

nen en el proceso, conllevando incluso un cambio en la

mentalidad de los mismos.

3.3 Enfoque y características de la práctica de

prospectiva estratégica

Desde hace más de 25 años hemos tenido la oportuni

dad de participar y colaborar en numerosos procesos

de reflexión prospectiva estratégica desde el ámbi

to de la consultoría (Prospektiker, LKS) como desde

el ámbito universitario (Deusto Bussines School, TEC

de Monterrey, UNED Colombia,) o desde el guberna

mental, y estamos en condiciones de afirmar que el

proceso es a menudo más importante o al menos tan

importante como los resultados del mismo.

Si Godet nos hablaba del conocido triángulo griego de

la prospectiva en el que se conjugan los conceptos de

anticipación, apropiación y acción, y que son ampliados

al cuadrilátero por varios autores, entre otros nuestro

amigo el profesor Francisco Jose Mojica, introducien

do el término de “aprendizaje” como valor añadido en

la aplicación de la prospectiva (Mojica, 2007).

El profesor y experto en prospectiva tecnológica Greg

Tegar señalaba tambien que, debido a la naturaleza in

teractiva de la prospectiva, los propios outputs del

proceso son a menudo tan importantes o incluso más

importantes que los propios productos.

Así, identifica lo posibilidad de obtener beneficios de

ese proceso prospectivo estratégico a través de la

implementación de las seis “C”s: Comunicación (Com

munication); Concentración (Concentration); Coordina

ción (Coordination); Consenso (Consensus); Compro

miso (Commitment); Comprensión (Comprehension).

(Tegart, 1999).

El éxito del proceso de aplicación de la prospectiva

estratégica, vendría como consecuencia de la integra

ción de los seis criterios mencionados.

La prospectiva estratégica territorial se centraría en la

prospectiva aplicada a los territorios, municipios, de

partamentos, distritos industriales, puertos etc. con el

fin de promover la competitividad y el desarrollo inte

gral de sus habitantes.

En los últimos años, la prospectiva estratégica territo

rial se ha extendido bastante en Europa, Estados Uni

dos, América Latina, Australia.

De hecho, muchos de los trabajos de prospectiva es

tratégica desarrollados recientemente se han centrado

en el ámbito del futuro de los territorios. Los méto

dos utilizados en similares, pero adaptados a las con

diciones peculiares regionales y locales en aspectos

relativos a la movilización de agentes, la participación

ciudadana y social, la estructura de las poblaciones, el

impacto de las mega-tendencias o el planteamiento de

los retos de futuro, por ejemplo.

En Europa, los propósitos principales en la prospectiva

territorial (Yves Paris, 1998) se han centrado en la ne

cesidad de aumentar la “gobernanza” urbana (auto-or

ganización, calidad de la decisión pública, aprovecha

miento de la inteligencia colectiva), la promoción de

la inteligencia económica (competitividad territorial,

gestión local – global), y el aprovechamiento del po

tencial de innovación.

De manera general podrían distinguirse dos tipos de

enfoque en la práctica de la prospectiva aplicada al de

sarrollo territorial:

Al comienzo de la aplicación de los estudios de futu

ro al análisis y planificación del territorio, los estudios

prospectivos tuvieron un enfoque puramente técnico-

tecnocrático, era el trabajo de un experto que domi

naba técnicas de modelización. El análisis del futuro

del territorio se apoyaba en modelos previsionales o

econométricos.

Sin embargo, el uso de la prospectiva ha evolucionado

hacia una participación más amplia e importante de los

grupos u organismos socio-profesionales, de la po

blación en general y la sociedad civil organizada en la

creación de visiones de futuro.

En este sentido, hay una evolución desde la ortodoxia

basada en el propio modelo, a la participación ciuda

dana. Pero probablemente la clave del posible éxito

de la prospectiva y la prospectiva estratégica en la

planificación estratégica territorial se encuentre en la

articulación de ambos componentes.

Desde otro punto de vista, se podría constatar que la

prospectiva estratégica ha ido pasando por fases di

ferenciadas (Daheim, Gereon, 2006) donde han pre

dominado diferentes paradigmas, perspectivas y, en

consecuencia, resultados. Se ha pasado de una fase en

la que la prospectiva se realizaba basada casi exclusi

vamente en expertos o a veces incluso “gurus”, con uso

de técnicas Delphis, roadmaps, escenarios, a otra en la

que predominaba el paradigma basado en modelos (ex

trapolación, matrices de impactos.) y

tras pasar por una fase de prospecti

va estratégica caracterizada el análi

sis de tendencias (alertas tempranas,

identificación de señales débiles, in

dicadores, tendencias, bases de da

tos, vigilancia, monitorización) como

paradigma dominante, desembocaría

en la fase actual en la que se va impo

niendo el paradigma de la prospec

tiva abierta (“open foresight”) acorde

con la sociedad conectada en la que

vivimos y con el auge de tendencias

relacionadas con el conocimiento

abierto (“open knowledge”), la inno

vación abierta (“open innovation”)o la

ciencia abierta (“open science”). Esta prospectiva

abierta (“open”) estaría identificada por una mayor par

ticipación, mayor interacción, procesos abiertos, uso

de escenarios, mayor orientación a la innovación y la

acción, uso de técnicas y recurso a la creatividad, entre

otras características.

Por otra parte, y adentrándonos ya en la práctica de

la prospectiva estratégica en organizaciones y em

presas, el estudio “Strategic Foresight in Companies“

de la University of St. Gallen, ofrece algunas pistas

sobre la práctica de la prospectiva estratégica (Muller

y Z_punkt, 2006).

En primer lugar, recalcan que la prospectiva estratégica

es, también en la práctica, continuada en el tiempo. Por

ejemplo, la mayoría de las organizaciones consultadas

llevaban más de 10 años desarrollando la labor en el

seno de sus empresas.

Por otra parte, los principales objetivos perseguidos

mediante la utilización de la prospectiva estratégica

son: el soporte a la toma de decisiones estratégicas

dentro de las organizaciones (90% de los casos), la

mejora de la planeación a largo plazo (75% de los casos)

la alerta temprana (65%) o la mejora de los procesos de

innovación (58%).

Pero en resumen y como tratamos de reflejar en la fi

gura 1, las organizaciones consultadas señalan que para

ellas se trataría de por un lado “explorar el futuro” y

por otro, crear, construir o dar forma al futuro de la

organización.

Los métodos y actividades de prospectiva estratégi

ca en las grandes organizaciones europeas consultadas

reflejan un amplio abanico de prácticas, desde análisis

de tendencias, escenarios, métodos de creatividad y

participación, roadmapping, simulaciones, Delphi, cada

organización hace uso de las herramientas que juzga

oportunas para el objetivo perseguido.

Conviene recordar que la prospectiva estratégica

posee un gran número de herramientas, propias de la

prospectiva o afines (forecasting, foresight) que han

sido recogidas en diferentes publicaciones: Godet

y Dulance (2011), Gandara y Osorio (2014), Beinstein

(2016) Baena (2015), o que son accesibles hoy día por

Internet. En cualquier caso, tengamos en cuenta que

ni siquiera cuando hablamos del método de escenarios, podemos referirnos a una sola técnica, dado que Por otra parte, objetivos más relacionados con esti

existen más de una veintena de ellas (Bishop, P., Hines, A. mular la construcción de futuro de la organización y la

y Collins, T., 2007). identificación, diseño y construcción de futuros nue

vos servicios, nuevos productos o nuevos mercados.

Por otro lado, los factores críticos de éxito de la apli

cación de la prospectiva estratégica

mencionados por las grandes orga

nizaciones europeas consultadas por

la University of St Gallen, fueron los

siguientes:

    • Lograr la participación de la alta
    • dirección
    • Fijar metas y objetivos explí
    • citos, con control de resultados
  • Realizar evaluación y revisión

periódica del proceso. Es decir

dar continuidad a la prospectiva

estratégica en la organización

Prestar atención a la importancia

del trabajo en red, a la creación

de comunidad, a comercializa

ción de la prospectiva corporativa, a la utilización

de portavoces, comunicadores o difusores de los

trabajos de prospectiva.

Además, podemos añadir que como en cualquier área

de conocimiento a la hora de desarrollar los análisis, una

buena identificación de la problemática, del objeto de

análisis y de sus claves es fundamental para realizar un

buen trabajo y obtener resultados acordes.

Fruto de ello, las organizaciones pretenden cumplir una

serie de objetivos principales mediante la utilización

de la prospectiva estratégica, como se refleja en la

figura 2.

Por un lado, la identificación temprana de cambios y

transformaciones en el entorno y el desarrollo de es

trategias futuras consistentes, que a su vez permitan

en lo que se refiere al análisis y exploración de cambios

del entorno competitivo y social en el horizonte más

próximo; de cambios en las necesidades y condiciones

de clientes, usuarios, ciudadanos en el medio plazo; o la

exploración de posibles tecnologías o servicios disrup

tivos en el futuro un poco más lejano (8 - 10 años o más)

3.4 Algunos ejemplos de aplicación de la

prospectiva estratégica

La prospectiva estratégica de manera más o menos

sistematizada y más o menos integrada en la estruc

tura organizacional, es ampliamente utilizada en las em

presas y organizaciones de cierto tamaño. Son cono

cidos y divulgados los ejemplos de empresas como

Shell. Siemens, British Telecom, Electricité de France,

de Administraciones públicas y gobiernos como el co

misariado de prospectiva y estrategia del Primer Minis

tro en Francia, los ministerios de Ciencia y tecnología

en numerosos países (Argentina, Chile, México, España),

en números centros e instituciones tecnológicas, etc.

Precisamente, éste enfoque transversal que propo

ne el profesor Tegart y citabamos más arriba, es el

que algunas empresas como la eléctrica francesa EdF

(Electricité de France) fue fue tratar de inculcar la fun

ción prospectiva en la empresa, ligándola directamente

a su estrategia empresarial.

Como afirmaba Assaad-Emile Saab, responsable de la

llamada “Mission Prospective” en Electricité de Fran

ce en su artículo “EDF: The Utility of Futures-Thinking

“, en EdF la prospectiva, los estudios de futuro y la construcción de escenarios son procedimientos orgá

nica e institucionalmente vinculados a la toma de deci

siones estratégicas” (Saab, 2006).

Desde esta perspectiva, la penetración de todo el pro

ceso de “pensar en el futuro” o de “hacer prospectiva”

a través de la organización es esencial, incluso más allá

del objetivo pedagógico de preparar a la gente para

el futuro, como han indicado muchos autores (Mojica,

Medina, Baena)

La empresa Shell, una de las mayores multinacionales

del mundo, hace también uso de la planificación por

escenarios típica de la prospectiva estratégica.

De 1965 a 1990 Shell desarrolló su modelo de planifi

cación por escenarios y lo continúa utilizando. Shell ha

publicado recientemente su “Shell energy scenarios to

2050” (Shell International BV, 2008)

Se trata de una metodología diseñada por Pierre Wack

(Wack, 1985) y que, según relata la propia Shell, preparó

a la empresa para eventos como la crisis energética

de 1973; el severo aumento de precios del petróleo

en 1979; el colapso del mercado del petróleo en 1986;

la caída de la Unión Soviética; la presión para alinearse

con las tendencias ambientalistas.

En “Strategic Foresight in multinational enterprises a

case study on the Deutsche Telekom Laboratories”

(Rohrbeck, R., Arnold H. M. u Heuer, J., 2007) se resalta

que las actividades estratégicas de prospectiva per

miten a las empresas detectar señales débiles (weak

signals) para identificar oportunidades y amenazas.

Pero también basándose en un estudio de caso en

profundidad de los laboratorios de Deutsche Telekom,

se ofrecen recomendaciones sobre cómo vincular la

prospectiva estratégica con otras funciones en una

organización y tomando un proyecto de ejemplo, se

explora cómo la prospectiva estratégica se utiliza en

el nivel operacional de la gestión de la innovación. Así,

llegan a la conclusión de que la prospectiva estratégica

puede contribuir con éxito a la empresa al hacer frente

a la incertidumbre y la complejidad y permitir alimentar

el front-end de la innovación desde la perspectiva del

mercado (necesidades de los clientes) y la tecnolo

gía (las oportunidades de realización), y señalan unos

cuantos métodos a aplicar como escenarios, roadma

ping, estudios delphi internos y externos, análisis de tendencias, de patentes, de publicaciones, escenarios

de consumos, s-curve, simulaciones, focus groups,

encuestas cuantitativas y cualitativas, ...

Por su parte, Siemens, otra multinacional de origen ale

mán y dedicada a las telecomunicaciones, el transpor

te, la iluminación, la medicina, al financiamiento, equipos

eléctricos, motores, automatización, instrumentación

industrial, a la energía, entre otras áreas de la ingeniería,

llevó a cabo un análisis global (Siemens,2004) queincluíaun

ejercicio de desarrollo de escenarios globales. En este caso, la

consultora “TNS Intratest” colaboró en el trabajo, y en

el mismo se puede apreciar el carácter multidisciplinar

que caracteriza a la prospectiva estratégica.

Son sólo algunos ejemplos, otros ejemplos, más o

menos conocidos, pueden encontrarse (Astigarraga,

2011) en Internet: el futuro de las telecomunicaciones

segun Vodafone; British Telecom; BASF; DoCoMo;

Motorola en Motofuture y otras grandes y pequeñas

empresas, o asociaciones de pequeñas empresas, han

hecho públicos sus ejercicios de prospectiva estra

tégica y sus visiones del futuro. Una búsqueda en In

ternet y un vistazo rápido son aconsejables para los

interesados en el tema.

Internet y las nuevas tecnologías en general, han ace

lerado mucho los procesos de prospectiva, de elabo

ración de escenarios o de planificación estratégica en

general, pero todavía hoy el proceso de elaboración

de escenarios de forma integrada en la estrategia em

presarial es un proceso que requiere su tiempo.

Por ejemplo el proceso de creación de escenarios en

Shell, requirió de más de más de dos años como se

comprueba en su propio cronograma. También el pro

cedimiento de construcción de escenarios del entorno

de la aseguradora Axa en Francia requirió prácticamen

te de dos años.

Pero en cualquier caso, ya hemos indicado que la pros

pectiva estratégica debe ser continuada en el tiempo.

La estructura y regulación de la prospectiva estraté

gica en las organizaciones puede ser variada, Cornelia

Daheim y Gereon Urz (2006) basándose en trabajos

previos de Becker (2002), presentan la tipología que

hemos traducido y adaptado a continuación, y en la

que distinguen cuatro tipologías principales.

Un primer tipo limitado a la recogida de informaciones

existentes sobre tendencias de futuro en diferentes

formatos, recopilado en una especie de Repositorio

de información, un según tipo en forma de estructura

interna de observatorio de futuro y observatorio de

prospectiva, un tercero en forma de Think Thank en

focado en temas de futuro, compuesto por una red

interna y externa, y finalmente el recurso a la externa

lización del servicio, pero con interpretación, integra

ción y difusión interna

escenarios, pero que entiendo son extensibles a cual

quier técnica empleada en el ámbito de la prospectiva

estratégica.

Recordar siempre que nos encontramos en investi

gación y análisis permanente y provisoria de nuevos

datos y confrontación de las percepciones con la rea

lidad; ser flexibles, para corregir, repensar, volver atrás;

ser rigurosos, partiendo en la medida de lo posible de

las bases de datos lo más completas posible; recurrir al

rediseño continuo de las hipótesis y a la posibilidad de

plorar con los participantes las diferentes

ideas que van surgiendo, explorando

con libertad y exhaustividad hasta que

el equipo de reflexión prospectiva estra

tégica se sienta satisfecho de su análisis;

tratar de hacer participar e involucrar a

los actores en los procesos de prospec

tiva estratégica, con el fin de garantizar

la pertinencia de la información, la utiliza

ción y puesta en marcha de las propues

tas, estrategias y acciones definidas.

Garantizar una postura ética y crítica en

el manejo del ejercicio de prospectiva

estrategica y de la información, no re

produciendo simplemente el status quo.

Abundando en ello, se proponen una se-

Además, me gustaría hacer referencia a las condicio

nes para la aplicación de la prospectiva estratégica y

del método de escenarios, que recogidos desde Go

det (1997) como requerimientos de pertinencia, cohe

rencia, verosimilitud, importancia y transparencia en

el análisis. En concreto, pertinencia, como capacidad

de apuntar a los verdaderos problemas de la socie

dad/sector/territorio objeto de estudio; importancia,

en relación a la relevancia de los temas enfoca

dos; coherencia, como capacidad de mantener un hilo

conductor reconocible en los análisis y escenarios que

elaboremos; verosimilitud, relativo a elaborar hipóte

sis de futuro creíbles y compartibles por otras per

sonas; transparencia, para asegurar la trazabilidad en la

elaboración de escenarios , los análisis y los resultados,

por otras personas u organizaciones

Estas condiciones son reformuladas y ampliadas por

Masini y Medina (2000) respecto a la elaboración de

rie de normas de prudencia a la hora de

abordar los trabajos de prospectiva (Serra, 2008), que

derivadas de las consideraciones de los pioneros y di

vulgadas posteriormente en gran medida por Michel

Godet pueden resumirse en esforzarse en examinar la

acción presente en función del futuro, explorar futu

ros múltiples e inciertos, tratar de adoptar una visión

global y sistemática, tener en cuenta factores cualita

tivos, no solo los cuantitativos, y la estrategia de los

actores, cuestionar los estereotipos recibidos que a

menudo resultan equivocados , optar por el pluralismo

y la complementariedad de enfoques, y movilizar a

los actores que posibilitan el cambio y en definitiva la

acción hacia la que debe dirigirse la reflexión prospec

tiva para no quedarse en mera especulación intelectual.

Asimismo, desde sus escritos de los años 80 Michel

Godet (1985) propone un esquema metodológico para

la integración de prospectiva y estrategia, que con las

pertinentes actualizaciones (Godet, 1991; Durance y

Godet, 2011) desde hace 25 años hemos venido utili

zado con éxito nosotros mismo en nuestros trabajos con Prospektiker, con la Universidad, con administra

ciones, en ocasiones colaborando con el propio Michel

Godet, y realizados para numerosas organizaciones,

empresas, administraciones y gobiernos.

Dicho esquema, ha sido profusamente utilizado, pro

puesto y expuesto en numerosas obras con ligeras

modificaciones desde su “Manuel de prospective stra

tégique”, como en su adaptación inglesa Creating Fu

tures : Scenario-planning as a strategic management

tool y, o en la ya varias veces mencionada “La pros

pectiva estratégica” (2011) editada por UNESCO.

En dicho esquema metodológico, la fase de reflexión

prospectiva, habitualmente aunque no siempre, es

desarrollada hasta la construcción de escenarios, y

ha sido citada por autores de diferentes disciplinas

como por ejemplo, Jean-Jacques Lambin en su clásico

“Marketing Estratégico” (“Strategic Marketing Mana

gement”) Lambin (o también por SG Makridakis y SC

Wheelwright en su no menos clásico “Forecasting: Me

thods and Applications” .

De manera simplificada, el esquema propone un pri

mer nivel de reflexión prospectiva que abarcaría hasta

la elaboración de escenarios y el establecimiento de

la visión de futuro para la organización o territorio, y

que se continuaría con la reflexión estratégica donde

se abordaría el diseño de la estrategia, con la evalua

ción de las opciones estratégicas, el establecimiento

de las estrategias, identificar distintos objetivos es

tratégicos (OE’s) y, determinar finalmente las acciones

e iniciativas estratégicas (Ae’s/IE’s).

La implementación, es decir la puesta en marcha, de

esas acciones e iniciativas estratégicas, junto con su

vigilancia, seguimiento y control constituiría el último

eslabón de acción estratégica en un enfoque integral

de la prospectiva estratégica.

En todo el proceso hay un aprendizaje por parte de la

organización y sus miembros, y evidentemente no se

trata de un enfoque absolutamente lineal, es posible y

necesario establecer retroalimentaciones y revisiones

continuadas.

3.5 La prospectiva estratégica en la era digital

A lo largo del artículo hemos mencionado que varias

obras y autores que han subrayado el carácter participativo de la prospectiva, coincidimos con ellos. Pero es

ahora cuando las TICs permiten desarrollar al máximo.

Las nuevas formas de entender las redes promueven

que la organización, la innovación y el flujo de infor

mación dependan del comportamiento de las personas

que acceden a ellas, permitiéndoles un acceso mucho

más fácil y una mayor participación con herramientas

fáciles de usar.

Por ejemplo, estructuras abiertas, comunidades de

usuarios, colaboración, equipos de trabajo, conoci

miento abierto, trabajos no conclusivos, información

colectiva, son algunas de las características de trans

formación digital propiciada por el desarrollo de las

TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación).

Y aunque no debemos cegarnos por las posibilidades

que ofrece la tecnología para hacer participativa la re

flexión sobre el futuro y para trasmitir con velocidad

tendencias, cambios previstos, gérmenes de futuro,

etc, es cierto que facilita la reflexión compartida sobre

el futuro tanto a nivel societario como en organizacio

nes y empresas.

Además de determinadas herramientas y aplicaciones

de Internet, otros conceptos como estructuras abier

tas, comunidades de usuarios, colaboración, equipos

de trabajo, conocimiento abierto, trabajos no conclu

sivos, datos abiertos, información colectiva, caracteri

zan en buena medida la nueva realidad que ha irrumpido

con fuerza en nuestra sociedad y al que la prospectiva

no puede ser ajena.

¿Qué implicaciones puede tener dichos fenómenos

en la prospectiva? ¿Está la prospectiva adaptándose

a estos cambios y aprovechando las ventajas que

pueden generar? ¿Pueden surgir nuevas técnicas o

campos de aplicación para la prospectiva? Creemos

que hay un campo abierto y a explorar. ¿Puede imponer

se una prospectiva basada en modelos más colaborativos

y abiertos, y construida en mayor medida gracias la inte

racción de los propios actores y colectivos que crearán el

futuro? ¿Pueden aparecer herramientas que aceleren y pro

fundicen también en el carácter participativo de la prospec

tiva? Parece que el paradigma de la prospectiva abierta que

mencionábamos más arriba comienza a imponerse pero

quizá es pronto para sacar conclusiones.

En el fondo, el enfoque participativo no es reciente en la

prospectiva, resulta importante destacar y enfatizar que la

construcción y generación de resultados en interacción con

otros individuos es un aspecto que siempre ha caracterizado a la prospectiva. Obras como, por citar, “The image

of the future” (Polak, 1973), “Prospectiva: construcción social

del futuro” (Medina y Ortegon, 1997), “Prospectiva Política.

Guía para su comprensión y práctica” (Baena, 2004) y otras

muchas, lo atestiguan.

Así, en general, el conjunto de metodologías orien

tadas a la previsión y al estudio del futuro han hecho

cierto hincapié en la necesidad de enfoques compar

tidos y multidisciplinares. M. Godet y otros autores

destacan la importancia de la reflexión prospectiva

participativa.

La propia prospectiva ha sido definida como un “pro

ceso sistemático, participativo, de construcción de

una visión a largo plazo para la toma de decisiones en

la actualidad y a la movilización de acciones conjun

tas”. Por otra parte, la consideración de la prospectiva

al servicio del bien común, de la democracia, de la par

ticipación tampoco es un enfoque nuevo, y de hecho

ha primado entre numerosos prospectivistas. La propia

Massini destaca como hecho central que construir el

futuro es un proceso histórico y participativo.

¿Tiene este fenómeno global de transformación digital al

guna influencia en el futuro de la propia prospectiva estraté

gica o en el de sus metodologías y campos de aplicación?

A mi entender, sin olvidar que el objeto es estudiar

el futuro para transformarlo, la prospectiva estratégica

como disciplina debe incorporar y apoyarse de este

tipo de nuevas herramientas para estudiar el futuro de

forma colaborativa e incluso tratar de construir sus

propias herramientas de apoyo que funcionen con éste

filosofía, que está incidiendo en todo tipo de entornos.

Es decir, las nuevas tecnologías nos ofrecen herra

mientas apropiadas para ser utilizadas para estimular y

potenciar la reflexión prospectiva.

No debemos olvidar que la prospectiva es una disciplina

que se sustenta en la voluntad que el ser humano tiene

para construir un futuro diferente, un futuro deseado.

Términos como indisciplina científica, conspiración del

futuro, rebeldía ante lo predeterminado, pueden aso

ciarse al término comúnmente usado en la literatura

prospectiva conocido como proactividad, y que re

flejan el espíritu de la prospectiva que subyace en los

fundadores de la disciplina, y que aunque no siempre

sea evidente también está implícito en los enfoques

de fenómenos emergentes ligados al conocimien

to abierto u open knowledge, la open innovation, el open source (software y hardware), el open data, open

science, open access, en definitiva una nueva cultu

ra que creo que impactará y nos conducira hacía una

prospectiva estratégica más abierta, participativa y

también más efectiva y transformadora. Por ejemplo,

Karim R. Lakhani de Harvard Business School ha sumi

nistrado ejemplos de los beneficios en la resolución

de problemas de los nuevos modelos abiertos para la

innovación y la investigación en “Open Source Science:

A New Model for Innovation” (Lakhani, 2006).

Por lo tanto, ¿podemos comenzar a hablar, trabajar

y articular unos “Open futures studies” o una “Open

foresight”, una “ prospectiva estratégica abierta”, en

definitiva?

Numerosas organizaciones y gobiernos, comienzan a

sumarse a dicho movimiento, lo que supone que, al

igual que en otros ámbitos, los organismos e institu

ciones de prospectiva y estrategia debe adecuarse y

abrir vías para aplicar a la prospectiva moderna los nue

vos paradigmas de apertura de datos, apertura en los

análisis y colaboración en red.

Sin embargo, aunque superables, surgen dificultades

derivadas básicamente de que : a) en la práctica la dis

posición de información relevante sobre el futuro se

ha considerado a veces como un elemento de poder

lo que ha obstaculizado los procesos de difusión y

participación; b) en general, la poca experiencia y for

mación existente entre los prospectivistas en el uso

de las nuevas tecnologías que pueden apoyar y ser

usadas en los estudios de prospectiva supone también

un freno importante y c) la estructura a menudo dema

siado formal de los procesos de reflexión prospectiva

ha impedido la implantación de herramientas adscritas

a la denominada filosofía 2.0 y la revolución digital.

No obstante, al igual que en el pasado la prospectiva

fue capaz de evolucionar sustituyendo herramientas

de proceso manual de la información por procesamien

tos automatizados e informatizados, como es el caso

de las metodologías Delphi, metodologías de análisis

estructural prospectivo, análisis morfológico, probabi

lización de escenarios, etc., en la actualidad ya se están

dando los primeros pasos en la adopción de tecnolo

gías abiertas y colaborativas, tecnologías de difusión

de la información o de virtualización, que sin duda se

acelerarán en el futuro.

En cualquier caso, conviene recordar que las herra

mientas no son más que un apoyo a la reflexión pros

pectiva y el estudio del futuro. Conviene no cegarse

con las herramientas ni utilizarlas de manera automáti

ca. Por ejemplo, frecuentemente tendemos a aplicar

el análisis estructural y programas informáticos aso

ciados al mismo, de manera mecánica, superficial y en

detrimento de una reflexión profunda.

Es decir, herramientas sofisticadas para la creación de

escenarios, por ejemplo, no garantizan el éxito en su

elaboración, pero es cierto que las herramientas pueden

ayudarnos a difundir escenarios o trasladar imágenes de

futuro de una forma más clara a individuos, colectivos u

organizaciones que participan en el proceso, o ayudar

nos a incorporar nuevas aportaciones que enriquezcan

los procesos de análisis del futuro. Tengamos en cuenta

que las herramientas nos pueden ser de ayuda para tras

mitir o recoger conocimiento e ideas.

En definitiva, entiendo que los nuevos tiempos ligados

a las herramientas y la filosofía de colaboración en el

análisis y la investigación y el conocimiento abierto,

abren también campos y tiempos nuevos en la pros

pectiva estratégica.

Por último, somos conocedores del compromiso con

el desarrollo de la prospectiva estratégica en casi toda

Latinoamérica, a través de participaciones en la red

RIBER, el proyecto Millenio y la extensa red de cola

boraciones que se están produciendo entre diferentes

centros, redes y países de la región. En su conjun

to, me parece intuir que se está creando espacio de

encuentro y colaboración para tratar de dar solución

a las diferentes problemáticas sociales, económicas,

políticas, culturales, ambientales y organizacionales

de la sociedad actual con una clara visión prospectiva,

crítica y reflexiva.

4. Conclusiones y líneas futuras

de trabajo en Prospectiva

Estratégica

En su relativamente corta historia, resultado de la con

vergencia de varios campos disciplinarios, la prospec

tiva estratégica ha ofrecido una importante ayuda al

desarrollo de organizaciones, empresas, gobiernos y territorios, así como a los propios y gestores y miem

bros de los mismos a la hora de afrontar, planificar y

construir su futuro.

La utilización de la prospectiva estratégica prepara a

las organizaciones y territorios para el cambio. Pero

también, y no menos importante, a las personas que

forman parte de ellas. Permite integrar en las organi

zaciones, empresas, gobiernos, el pensamiento en el

largo plazo, la visión de futuro, y los posibles cambios

de todo tipo (social, tecnológico, cultural, demográfi

co, económico) que les afectarán, y que deberán tener

en cuenta en su estrategia y proceso de planeación.

En la actualidad, la prospectiva estratégica cuenta con

un amplio abanico de herramientas metodológicas,

incluidos programas informáticos, que sistematizan

y facilitan la reflexión prospectiva y el desarrollo de

estrategias para afrontar el futuro de cualquier sistema,

organización o territorio, pero que en ningún caso de

ben sustituir la reflexión y la participación de las perso

nas y organizaciones.

Las experiencias y los resultados obtenidos en el de

sarrollo e implantación de la prospectiva estratégica

en los últimos años son alentadores. Se están cons

tituyendo redes académicas y profesionales, se está

ampliando la oferta de formación y capacitación en

prospectiva a profesionales de diferentes áreas de la

tecnología y las ciencias naturales y sociales. Todo ello

aporta una mayor solidez a las metodologías utilizadas,

profundizan en ellas, y colabora en divulgar las buenas

prácticas y los casos de éxito.

Entendemos que debe profundizar y mejorar en la

labor realizada: formación, difusión, asentamiento de

metodologías y herramientas, colaboración con otras

ciencias y mejora de la presencia en la academia y or

ganizaciones. Estamos convencidos de que esa labor

se verá favorecida por la introducción de las nuevas

tecnologías, que completan, y junto a las anteriores,

los retos y las línea de trabajo a futuro para la propia

prospectiva estratégica.

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