Experiencias de incorporación

de emprendedurismo

en Instituciones

Miguel Ángel Guevara Agüero* de Educación

Oscar Gamboa Calderón** Superior

PRESENTA UN PRIMER ACERCAMIENTO A UN ESTUDIO DEL ABORDAJE QUE REALIZAN LAS UNIVERSIDADES A NIVEL CENTROAMERICANO SOBRE EL TEMA DEL EMPRENDEDURISMO EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR, ILUSTRÁNDOLO CON EL CASO DEL INSTITUTO TECNOLÓGICO DE COSTA RICA, ITCR.

PALABRAS CLAVES: EDUCACIÓN SUPERIOR / EMPRENDEDURISMO / PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA / DESARROLLO ECONÓMICO

Introducción

* Candidato a Doctor en Dirección de Empresas, Universitat de Valencia. Di-rector del Programa de Educación Técnica, Instituto Tecnológico de Costa Rica y Miembro de la Comisión de Deca-nas y Decanos del Consejo Nacional de Rectores, CONARE.

** Director de Maestrías en Sistemas Mo-dernos de Manufactura del Instituto Tecnológico de Costa Rica

Recibido: 12 de diciembre del 2008.

Aceptado: 24 de febrero del 2009.

En la era de la Sociedad del Conocimiento, los expertos han plan-teado tres formas de ver cómo las universidades abordan el desarrollo del espíritu emprendedor. Como

parte de este nuevo esquema, la universidad, en el mejor de los ca-sos, pasa a formar parte integral del desarrollo económico de las nacio-nes, convirtiéndose en generadoras y difusoras del acervo científico y tecnológico de la sociedad. La difu-sión, por tanto, debe ir más allá de la compleja tarea de formación acadé-mica, y debe ser capaz de llevar ese conocimiento al ámbito empresarial y productivo.

Dados los cambios actuales de la sociedad, es necesario tomar en cuenta la existencia de una si-tuación difícil, relacionada con los niveles de desocupación de los gra-duados universitarios, especialmente

en países en vías de desarrollo. Ante tal situación, algunas univer-sidades han iniciado un proceso dentro de sus recintos para generar nuevas experiencias, es así como han empezado a impulsar la crea-ción de empresas por parte de sus estudiantes.

No obstante, los nuevos em-presarios universitarios se enfrentan a una serie de barreras para la im-plementación de su empresa como lo son, por ejemplo: la falta de capa-cidad instalada, de habilidades de administración y gestión, y la escasa financiación, entre otros.1 Este últi-mo aspecto se considera uno de los más grandes obstáculos en el pro-ceso de creación de empresas, tal como lo destaca el Informe Global Entrepreneurship Monitor Project, GEM. (GEM, 2007).

1. Guevara, 2003; Castro et al, 2001, Cano et al, 2004.

Es necesario por tanto, reali-zar un análisis de los casos exitosos en diferentes universidades, para comprender qué actividades se han desarrollado para establecer un pro-grama victorioso de emprendedores. Acciones que han comprendido en-tre otras, el desarrollo de un plan académico del espíritu emprendedor, un proyecto de promoción de las ideas de negocios y la creación de parques de incubación de empresas.

El presente trabajo pretende a través de la presentación del caso del Instituto Tecnológico de Costa Rica, ITCR, mostrar evidencia de

cómo el abordaje del tema puede realizarse desde varios frentes, siendo la investigación de la univer-sidad, un eje motor del desarrollo del espíritu emprendedor. Este es un primer acercamiento a un estudio del abordaje que realizan las universi-dades a nivel centroamericano sobre el tema.

Emprendedurismo

y universidad

desde la literatura

Para hablar del emprendedu-rismo en las universidades, es nece-sario dar un vistazo a las investiga-ciones que se realizan en estos centros de estudios. Revisar la natu-raleza, antecedentes y efectos del desarrollo a nivel universitario, pue-de mostrar no sólo cómo se aborda el tema, sino la forma en cómo se proyectará dentro de estas casas de estudios. En los últimos veinticinco años, se ha tenido un gran progreso sobre el desarrollo de espíritu em-prendedor y la creación de empre-sas, tal y como se percibe en la lite-ratura especializada. Y en este sentido es necesario que nos haga-mos una pregunta, ¿qué podría haber desencadenado esta evolu-ción en las universidades?

Powers y McDouglas (2005), sugieren dos razones. La primera de ellas, debido a un aumento es-pectacular del uso comercial de la investigación universitaria en los EE.UU. y Europa, que llevó al surgi-miento del fenómeno de transfe-rencia tecnológica. La segunda razón, se refiere al papel de la uni-versidad en los Sistemas Nacionales de Innovación, transformando a la tercera misión de estos entes con respecto al desarrollo económico y social, las que además de una ense-ñanza de la investigación (Etzkowitz et al., 2000; Etzkowitz, 2003) se propone el surgimiento de las uni-versidades empresariales, como resultado de dos revoluciones académicas. La primera se desarro-lla a finales del siglo XIX, haciendo de la investigación en la universidad, una función adicional, además de la tarea tradicional de la enseñanza. Una segunda, logra una transforma-ción de la enseñanza, a partir de la investigación y el desarrollo econó-mico empresarial. miento del fenómeno de transfe-rencia tecnológica. La segunda razón, se refiere al papel de la uni-versidad en los Sistemas Nacionales de Innovación, transformando a la tercera misión de estos entes con respecto al desarrollo económico y social, las que además de una ense-ñanza de la investigación (Etzkowitz et al., 2000; Etzkowitz, 2003) se propone el surgimiento de las uni-versidades empresariales, como resultado de dos revoluciones académicas. La primera se desarro-lla a finales del siglo XIX, haciendo de la investigación en la universidad, una función adicional, además de la tarea tradicional de la enseñanza. Una segunda, logra una transforma-ción de la enseñanza, a partir de la investigación y el desarrollo econó-mico empresarial. miento del fenómeno de transfe-rencia tecnológica. La segunda razón, se refiere al papel de la uni-versidad en los Sistemas Nacionales de Innovación, transformando a la tercera misión de estos entes con respecto al desarrollo económico y social, las que además de una ense-ñanza de la investigación (Etzkowitz et al., 2000; Etzkowitz, 2003) se propone el surgimiento de las uni-versidades empresariales, como resultado de dos revoluciones académicas. La primera se desarro-lla a finales del siglo XIX, haciendo de la investigación en la universidad, una función adicional, además de la tarea tradicional de la enseñanza. Una segunda, logra una transforma-ción de la enseñanza, a partir de la investigación y el desarrollo econó-mico empresarial.

2. Kirby, 2006; Powers y McDouglas, 2005; Bains, 2005.

3. Louis et al., 1989; Klofsten y Jones-Evans, 2000; Laukkanen, 2003.

4. Brennan et al., 2005; Brennan y McGowan, 2006.

Es así como los artículos pu-blicados en las principales revistas especializadas, se enfocan en tres ejes centrales de la investigación:

Enfoque universidad empren-dedora.

El espíritu emprendedor académico.

La transferencia de tecnología universitaria (Yusof y Jain, 2007).

Varios autores se refieren al enfoque de universidad emprende-dora como la que estudia el proceso de emprendimiento en dos direccio-nes, tanto internamente, como aque-llas actividades que se desarrollan de cara a la sociedad. En el campo interno, se estudian las acciones que la universidad ejecuta con sus estu-diantes y sus docentes, las que pue-den conducir no sólo a la creación de las nuevas empresas, y otras formas de organización; sino que también las actividades de transfe-rencia tecnológica que incluyen, desde la comercialización hasta la relación Universidad-Gobierno-Industria.2

En lo que se refiere al enfoque del Espíritu Emprendedor Académi-co, se hace notar que entra en con-flicto con la visión tradicional de la universidad,3 y por tanto, se produce desde las afueras de la universidad; se centra en la creación de las nue-vas empresas, a partir de los aportes que desde la propiedad intelectual, como fuente del conocimiento, se puedan realizar.

El tercer enfoque por su parte, da un mayor énfasis a la transferen-cia tecnológica desde las universi-dades a las industrias,4 y la necesi-dad de desarrollar más rápidamente los vínculos entre la ciencia y la tec-nología. La utilización de esta línea de investigación ha sido causada, entre otros, por el rápido ritmo de cambio de la tecnología y los ciclos de vida de los productos, los que se están acortando. Este esfuerzo ha generado sinergias para la creación de parques tecnológicos, oficinas de enlace con la industria, incubadoras de empresas y otros bienes y servi-cios que podrían generar, potencial-mente, ingresos para la universidad. Los conocimientos forjados de este tipo de experiencias, pueden tener efectos secundarios a las empresas locales, por su impulso y desarrollo, y la creación de nuevos empleos e industria.

La investigación y el interés por determinar un nivel universitario del emprendedurismo, definitivamen-te hace crecer de cara hacia el futu-ro, debido a una serie de factores, entre los principales se mencionan en la literatura:

El aumento de los debates de políticas entre los gobiernos y las universidades sobre cómo deberían gestionar la propie-dad intelectual.

La creciente realización de que las inversiones en materia de propiedad intelectual, pue-de generar riqueza en las uni-versidades (Wright et al. 2004).

La cultura en las universida-des está cambiando hacia una ma-yor aceptación y una actitud más positiva hacia el desarrollo del espíri-tu emprendedor en las facultades y departamentos. De hecho, reciente-mente ha habido un mayor énfasis en el espíritu emprendedor como estrategia de la universidad, espe-cialmente en el fomento de la in-vestigación y la comercialización de la tecnología, y las invenciones desarrolladas por sus estudiantes y/o sus profesores.

Así, como cada uno de ellos concibe una determinada forma de generar investigación, también da una serie de pautas de cómo conce-bir el papel de la universidad en el desarrollo del espíritu emprendedor. Dependiendo del enfoque, así será la orientación del movimiento que en el desarrollo de las investigaciones se genere en la universidad, así también será la dirección que tomará el impulso para el desarrollo del espíritu emprendedor.

La creación de empresas:

iniciativas dentro del aula

En la Sociedad del Conoci-miento y como resultado del proceso de investigación, las universidades pueden asumir una determinada postura, y con ello pretender ser parte del engranaje que contribuya al desarrollo económico de las nacio-nes. Con el aporte de las investiga-ciones que realiza la universidad, se pretende contribuir como generadora y difusora del conocimiento; emisión que va más allá de la compleja tarea de formación, y tiene que reflejarse en avances científicos y tecnológicos eficazmente transmitidos al sistema productivo. Las universidades en algunos de los casos juegan un nue-vo papel, contribuyendo no sólo con la investigación para que se puedan dar las condiciones para la genera-ción de nuevas empresas, sino como promotora de su gestación dentro de su seno, tanto de sus estudiantes como de sus docentes. promotora de su gestación dentro de su seno, tanto de sus estudiantes como de sus docentes. promotora de su gestación dentro de su seno, tanto de sus estudiantes como de sus docentes.

5. Cever y de la Torre, 2004. Rusque, 2004.

6. Castro et al, 2001; Bosma et al., 2008.

En consecuencia, dentro del ámbito universitario, una gran canti-dad de facultades han implementado programas para el fomento del espí-ritu emprendedor, y la creación de empresas en la comunidad universi-taria, especialmente en el estamento estudiantil. Estos bocetos varían de acuerdo con el modelo a emplear, ya sea inclusión de asignaturas relacio-nadas con la creación de empresas, dentro del marco de la oferta académica,5 la institucionalización de oficinas de apoyo y asesoría a la creación de empresas, e incluso, el establecimiento de fundaciones para la cofinanciación de los proyectos productivos, como es el caso de las spin-off académicas (Leiva, 2004).

Producto de estos programas, dentro de las aulas universitarias se genera una gran gama de iniciativas para la creación de nuevas empre-sas de diferente naturaleza y en diferentes sectores económicos, desde las Organizaciones No Gu-bernamentales, ONG, hasta empre-sas de alta tecnología. La mayoría de estas iniciativas corresponden a pequeñas y medianas empresas.

Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los nuevos empresarios es la consecu-ción de fuentes de financiación, de-bido a la baja o casi inexistencia de

capital de riesgo en países en vía de desarrollo.6 Lo anterior ha hecho que desde las universidades se bus-quen otras alternativas que faciliten el nacimiento de estas empresas. Dada esta circunstancia es que de-ben buscarse opciones que puedan ayudar al desarrollo de estas em-presas desde la fase de gestación, procurando minimizar la mortalidad de ellas.

Las posturas que asuman las universidades para abordar el desa-rrollo del espíritu emprendedor estará de acuerdo con sus expe-riencias. El aprendizaje generado por las investigaciones realizadas, muestran los caminos que asumen las universidades.

Los centros de estudio que abordan el tema bajo el esquema del espíritu emprendedor académico, asumen una postura desde el abor-daje académico del tema. En este caso, la atención se centra en la implementación de uno o dos cur-sos, en los que se pueda abordar la temática. El plan de estudio incluye contenidos tales como:

Creatividad.

Generación de ideas.

o Valoración de ideas.
o Escogencia de ideas.

Plan de negocios.

o Estudio de mercado.
o Estudio de producto.
o Estudio administrativo.
o Estudio financiero. Requisitos para la creación de la empresa.

Fuentes de financiamiento.

Los esfuerzos que se realizan bajo esta concepción están orienta-dos a las acciones que se dan dentro de los salones de clase, para que los estudiantes puedan contar con herramientas y hacer frente al esfuerzo de la creación de empre-sas, (Rusque, 2004). Pero, la moti-vación y el esfuerzo necesario para la creación de estas empresas que-da por parte del estudiante, dado que “como universidad, más de allí no se puede hacer”, y este es un argumento que se utiliza por muchas universidades.

En el caso de la universidad emprendedora, como parte de su investigación, reconoce que el es-fuerzo necesario para impulsar la creación de empresas no sólo se cumple con la incorporación de con-tenidos para dotar al estudiante en esta labor. Por el contrario, se re-quiere de una serie de actuaciones adicionales para lograr resultados. Los esfuerzos que se realizan en algunos casos, incluyen a las comu-nidades o los sectores que están en contacto con la universidad, y ésta es parte de la misión de trasladar los conocimientos del centro de estudio a la sociedad (Subotzky, 1999).

Algunas acciones que se emprenden adicionales a la incor-poración de los cursos, están las actividades:

Para promover las ideas de los emprendedores mediante eventos, como ferias o certá-menes que motiven la genera-ción de ideas.

Encuentros de empresarios consolidados con emprende-dores, ya sea para establecer convenios de cooperación o para el patrocino de esas ide-as. Los cursos y las activida-des para este tipo de organi-zaciones, no se realizan en forma exclusiva en el entorno universitario, por el contrario, es posible que se lleven a ca-bo diligencias similares para la comunidad nacional o regional (Jacob et al., 2003).

En este caso como en los an-teriores, los cursos dirigidos a los estudiantes serán uno de los ele-mentos iniciales con los que se pue-de dar un primer paso de motiva-ción para que retomen sus ideas, y a partir de ellas, generar una empresa.

Las acciones que llevan a ca-bo las universidades para respaldar este proceso, implican un flujo de recursos para su desarrollo. Accio-nes tales como, feria de promoción de ideas de los emprendedores o concursos, pueden considerarse como un primer paso. La capacita-ción a los emprendedores será una actividad permanente para este tipo de universidades, pero de igual for-ma, los parques tecnológicos, y las incubadoras de empresas, estarán dentro de las aplicaciones con las que se comprometen para el desa-rrollo de nuevos emprendimientos (Kirby, 2006).

Los modelos expuestos en este apartado puede que no se desarrollen estrictamente tal y como se han descrito, pero cada uno de ellos tiene características que nos pueden ayudar a comprender el desarrollo que se da en las universi-dades con relación al tema del espí-ritu emprendedor. Es claro, que de acuerdo con la experiencia, los re-cursos y la misma investigación que realiza la universidad, se facilita la combinación de estos aspectos.

Caso de universidades

exitosas

El caso del ITCR es un proce-so que no se puede ubicar exacta-mente en uno de los modelos; su comportamiento de desarrollo es atípico, pero no por ello contrario a lo que podemos encontrar en América Latina. Si bien su inicio pareciera el de una universidad ubicada en el proceso de transferencia tecnoló-gica, esto se refiere sobre todo a su origen y misión. La universidad como un centro de estudio tecnoló-gico, nació con la finalidad de gene-rar procesos que pudieran integrarse a la industria del país. Los primeros pasos en el campo del espíritu em-prendedor no se dieron precisamen-te en el ámbito de la investigación, por el contrario, se inició directamen-te con un trámite de incubación de empresas.

En 1994, se inicia el procedi-miento con la apertura del Centro de Incubación de Empresas, CIETEC, como un centro para la generación de empresas de base tecnológica. Los emprendedores que podían hacer uso del Centro podían provenir del ITCR, ya fueran egresados o estudiantes, incluso funcionarios, tanto administrativos como docentes. De igual forma, estaba abierto para que no profesionales o empresarios pudieran hacer uso de las instalacio-nes y servicios del Centro. Entre los servicios que brinda el CIETEC están la incubación dentro o fuera del Centro, capacitación a empren-dedores y a empresas, asesorías y consultorías.

La capacitación dentro del Centro, incluye que las empresas incubadas comparten ciertas funcio-nes, con el propósito de minimizar los costos y no poner en riesgo el nacimiento de la empresa. Servicios como secretariado, instalaciones, servicio eléctrico y telefónico, entre otros, son puestos a disposición de los emprendedores, ya sea a costos muy bajos o asumidos por la univer-sidad. La intención con la incubación dentro del Centro es recrear un es-pacio físico protegido para la nueva empresa que se esté creando. Du-rante este proceso de formación, los emprendedores son guiados por expertos de la universidad y empre-sarios, con el propósito de llevar a cabo la diligencia en forma exitosa. Pasado cierto tiempo, que se deter-mina de acuerdo con los indicadores financieros, y de mercadeo de la empresa, se puede tomar la deter-minación de "graduar" a la empresa, y por lo tanto, se inicia su proceso para salir del CIETEC.

Por el contrario, las empresas incubadas fuera del Centro, llevan un proceso diferente que implica la reunión cada cierto tiempo, del em-prendedor o emprendedores con diferentes expertos, para ir evaluan-do y dar seguimiento a la empresa. De esta forma se establece un pro-grama en el que se le dará segui-miento a la empresa y capacitación a los emprendedores. Algunas funcio-nes, de secretariado o incluso de instalaciones pueden ser facilitadas para el desarrollo de esta nueva empresa, al igual que si se tratara de una empresa de incubación dentro de las instalaciones del Centro. Después de un tiempo, y si sus indi-cadores dan evidencia de que puede subsistir sin la ayuda del CIETEC, se procede a "graduar" a la empresa.

Otra de las acciones que el ITCR ha desplegado dentro del pro-ceso de desarrollo del espíritu em-prendedor, es el referente al curso de "desarrollo emprendedor". Está orientado a que los estudiantes de último año exploren su creatividad, y consideren algunos de los proyectos desarrollados a lo largo de sus estu-dios para ser retomados como nuevo proyecto, con la finalidad de que se transforme en un producto innovador que pueda ser el inicio de una nueva empresa. En este curso se brinda a los estudiantes la motivación para fomentar la creatividad, y se dan las herramientas necesarias para poder elaborar un plan de negocios, con el que puedan determinar la viabilidad de la nueva empresa.

Junto al curso, se ha desarro-llado una actividad denominada Fe-ria de Ideas de Negocios, en la que los estudiantes de los grupos de esta asignatura muestran durante dos días, sus ideas, tanto a la comunidad universitaria como a la nacional, quienes juzgarán los productos que se ofrezcan. En forma anónima un panel de jueces evaluará las diferen-tes propuestas realizadas por los estudiantes, y se obtendrán las me-jores ideas para ser desarrolladas en el CIETEC. Normalmente, esta acti-vidad se realiza al finalizar el primer semestre del año lectivo.

Así como se tiene la Feria de Ideas de Negocios, en la que partici-pan estudiantes de la universidad, también se cuenta con un proyecto destinado a emprendedores a nivel nacional; esta actividad se llama Concurso Nacional de Emprendedo-res, y es un proyecto mediante el cual emprendedores de todo el país pueden poner a prueba sus ideas para comenzar una nueva empresa. Inicia con un proceso de capacita-ción a los emprendedores o futuros empresarios, mediante el cual desa-rrollarán sus habilidades elaborando un plan de negocios que muestre la viabilidad y el compromiso que tie-nen con su proyecto. Aquellos que concluyan con éxito el proceso de capacitación, expondrán ante una comisión su proyecto, un prototipo de su producto y su plan de nego-cios. El jurado está integrado por empresarios y académicos quienes evaluarán los diferentes proyectos, y decidirán quienes serán los gana-dores, los que iniciarán el proceso de incubación dentro del CIETEC.

Grandes investigaciones en torno al tema de desarrollo del espí-ritu emprendedor nacen posteriores a las tres actividades que se han descrito anteriormente. Actualmente, se realizan estudios que se publican en diferentes revistas, tanto naciona-les como internacionales, así como se dan a conocer a través de con-gresos locales y mundiales. De igual forma, varios de los investigadores del ITCR forman parte de redes de investigadores a nivel nacional y de Iberoamérica. Con lo que se procura que las investigaciones que se hacen en el campo del espíritu em-prendedor puedan, no sólo ser de ayuda a nuestros emprendedores, si no verse fortalecida por el intercam-bio de opiniones y estudios con in-vestigadores de otros centros uni-versitarios y de otros países.

Conclusión

El seguimiento a las investiga-ciones no determina el camino que va a continuar una universidad para poder emprender su proyecto de desarrollo del espíritu emprendedor. Son las mismas búsquedas las que pueden indicar cuáles pueden ser las principales acciones por seguir. Una universidad enmarcada dentro del modelo clásico como tal, y que quiera desarrollar un proyecto en esta temática, se mantendrá dentro de lo que considera más apropiado dentro del modelo académico para desarrollar el proyecto. En este caso, el desarrollo de un curso de corte magistral o taller, podría ser uno de los elementos que implemente, y con ello apelará a la creatividad de los estudiantes para que por iniciativa propia, con las herramientas necesa-rias, puedan desarrollar su propia empresa.

Por el contrario, una universi-dad que apele a su propio empren-dimiento, a desarrollar emprendedo-res internos, que busquen generar sinergias y hacer florecer los proyec-tos dentro de la universidad, impul-sará una serie de actividades en las que intente que sus propios estu-diantes y funcionarios puedan gene-rar pequeñas empresas, y colabo-rará en el nacimiento de las mismas. Será un proceso más dinámico, con una universidad comprometida para el crecimiento de los emprendedores y de sus empresas.

Aquellas universidades que tienen un corte más social, podrán tomar sus innovaciones para llevar-las al mundo empresarial, desarro-llarán dinámicas que no sólo serán para proyectos al interior del centro de estudio, sino para poder acrecen-tar la región o inclusive comprome-terse con el desarrollo nacional. Cur-sos, parques tecnológicos, centros de incubación de empresas, capaci-tación, y otras actividades son las que se pueden encontrar en este conglomerado de universidades, donde el foco de las mismas siempre es el emprendedor.

No por ello podemos decir, que por su actividad de investigación una universidad tenderá a seguir un modelo determinado; por el contra-rio, dependiendo de su desarrollo, de su misión y de lo que concibe como investigación y extensión, puede ir complementando y generando su propio modelo para entender su particular proceso. Asimismo, una universidad puede ubicarse en un solo modelo o bien, sus diferentes escuelas y departamentos pueden crear sus propios tratamientos de desarrollo del espíritu emprendedor.

Este proceso en América Lati-na apenas inicia, por lo que falta mucho por caminar, pero lo impor-tante es saber que no tenemos que marchar solos, sino saber que los mejores procesos de emprendimien-to son aquellos generados en cola-boración, ya sea de universidades, gobiernos locales, empresarios y Gobierno Central. En este sentido, el mejor ejemplo de ellos puede ser en el emprendimiento desarrollado en Medellín, donde universidades públi-cas y privadas, empresarios, gobier-no local y nacional, se unieron para generar y ayudar a las pequeñas y medianas empresas.

No queda más que decir que el presente trabajo, es sólo un aporte de lo que en Centroamérica podría-mos empezar a impulsar: un trabajo conjunto en el que se puedan com-partir las acciones que se estén desarrollando, frutos de los diversos procesos emprendidos por varios sectores, de manera que la investi-gación generada, la capacitación y sobre todo la motivación, nos ayu-den a entender y comprender el proceso mediante el cual cada re-gión puede llegar a desarrollar el espíritu emprendedor.

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