Régimen de importación, venta

y distribución de banano: la Unión

Europea y los países productores

Vinicio Sandí Meza* de América Latina

ANALIZA LAS NUEVAS REGLAS QUE LA UNIÓN EUROPEA, UE, BUSCA ESTABLECER EN SUS IMPORTACIONES DE BANANO, BASADO EN UN RÉGIMEN DE ARANCEL ÚNICO CON UN MÍNIMO DE 230 EUROS A LA IMPORTACIÓN DE BANANO PROVENIENTES DE LOS PAÍSES DE AMÉRICA LATINA.

PALABRAS CLAVES: BARRERAS COMERCIALES / BANANO / UNIÓN EUROPEA

Introducción

* Magíster Scientiae en Política Econó-mica con Énfasis en Economía Interna-cional. Consultor y Técnico del Área de Gestión de Políticas y Negociaciones Internacionales del Instituto Centroa-mericano de Administración Pública, ICAP.

Recibido: 30 de marzo del 2007.

Aceptado: 7 de setiembre del 2007.

1. Cabe destacar que durante la década de los ochentas, el modelo de implementa-ción productiva en América Latina estuvo fundamentada en la incorporación de pro-ductos no tradicionales con apoyo de me-didas fiscales por parte de los Estados y apoyados por los Programas de Ajuste Es-tructural por parte de Instituciones Finan-cieras como el Fondo Monetario Interna-

Las economías de los países en desarrollo, han establecido mar-cadamente patrones productivos fundamentados en sectores prima-rios y secundarios. Por un lado, la

producción de bienes primarios pro-venientes de la agricultura como el banano, café, y la consolidación a partir de la década de los ochentas, principalmente de productos no tra-dicionales, como el melón, flores, follajes, entre otros.1

cional. En el caso de productos primarios, éstos representaron casi el 70 por ciento de las exportaciones agrícolas de Costa Rica en los años noventa, proporción aproximadamen-te idéntica a la de Nicaragua y considerable-mente superior a la de Guatemala.

En el sector secundario y ter-ciario, las economías latinoamerica-nas han experimentado el creci-miento de sectores productivos, basados y promovidos por inversión extranjera directa proveniente de países desarrollados caracterizados por un gran componente de manu-factura textil y tecnológica, provo-cando una readecuación de las es-tructuras productivas de estas eco-nomías. Esta readecuación se debe entre otras cosas, a los cambios que la globalización acarrea, dentro de los que se incluyen una mayor inser-ción en el mercado internacional para atraer recursos que resulten en beneficios económicos para los países.

Aún así, en este contexto, los sectores productivos tradicionales han mantenido su importancia parti-cipativa comercial en los mercados internacionales, eso ha hecho que productos como el banano (que es una de las frutas que más se con-sume a escala mundial), se manten-gan vigentes en los gustos y prefe-rencias de los consumidores a nivel global, y que además, sean muchos los países en desarrollo los que se dedican a la producción y comercia-lización de este producto, en con-traposición del trabajo científico y tecnológico al que se dedican los países desarrollados; no obstante la exportación de banano y la actividad como tal, contribuye a la generación de divisas y empleos en distintas zonas de las economías latinoameri-canas, convirtiéndose en un sector sensible socialmente.

Con ello se propone estudiar el nuevo sistema de un arancel único a la importación de banano que pre-tende implantar la UE, el que ha generado un gran debate entre los países latinoamericanos y las em-presas estadounidenses estableci-das en la región, de manera que países motivados por sus intereses como Ecuador, Costa Rica, Colom-bia, Panamá, Guatemala y Honduras oficializaron su solicitud de arbitraje de la Organización Mundial del Co-mercio, OMC, para definir el régimen de ingreso de la fruta de América Latina a la UE. Todo lo anterior hace suponer, como ocurrió en los años noventa, una nueva “Guerra del Banano”; en la que no cabe más opción que negociar para obte-ner como resultado un acuerdo mu-tuo satisfactorio entre las partes involucradas.

El artículo que a continuación se presenta, está desarrollado en varias secciones, de esta manera iniciamos con aquellas cuestiones que fueron la base de la circunstan-cias actuales de la exportación de banano, o que otorgan una referen-cia actual a la dicotomía del régimen de importación de banano hacia la UE, esto es la “primera Guerra del Banano”, en los años noventa, entre Estados Unidos y la UE.

En una segunda sección se incluye un componente teórico sobre las cuotas de importación y los aran-celes, así como un componente del actual y el futuro régimen de impor-tación de banano hacia la UE; sin dejar por fuera, aquellas ganancias y pérdidas que ha dejado el actual régimen.

Unido a la segunda sección, se encontrará la justificación que la UE ofrece ante su iniciativa de un arancel único, más específicamente, el por qué la UE pretende el cambio de un arancel de 75 a 230 euros sobre las exportaciones de los paí-ses latinoamericanos en merced de sus ex -colonias.

Ante tal situación, se torna ne-cesario la exposición de aquellos costos y beneficios que de una u otra manera arrastrará el nuevo sis-tema arancelario, tanto para África, América Latina y la UE como actores claves de este sistema, de manera que se logre comprender que no sólo América Latina, África o la UE serán beneficiados o perjudicados con dicho sistema.

En último lugar, se rescata la participación de la OMC y la reac-ción y propuestas de los países lati-noamericanos. De manera que en las secciones quinta y sexta, serán expuestos los argumentos teóricos, tanto de la OMC como de aquellos que respaldan la posición de Améri-ca Latina, ante la dicotomía de la importación de banano por la UE.

Antecedentes

El problema de las cuotas

de importación del banano

Las principales exportaciones de América Central en décadas an-teriores fueron el café y el banano. En virtud de la Convención de Lomé, la UE estableció contingentes de importación de varios productos tropicales. El contingente del banano ha sido de especial importancia para varios pequeños países del grupo de Estados de África, el Caribe y el Pacífico (en adelante ACP). Estos contingentes redujeron eficazmente el acceso al mercado del banano europeo de la mayor parte de los países latinoamericanos. La tensión sobre el contingente del banano de la Comunidad Europea se intensificó en primer lugar, cuando en 1992 la Comisión Europea anunció una re-ducción del contingente exento de aranceles correspondiente a Améri-ca Latina y un derecho del 170% sobre las importaciones que su-perarán el límite especificado; y en segundo lugar, cuando en 1993 con la creación de un mercado único de la UE, el mercado del banano co-menzó a ser regulado por una serie de tarifas y cuotas diseñadas para proteger a los productores de los países de la ACP de las importacio-nes más baratas procedentes de América Latina.

Bajo este contexto, en marzo de 1994 la UE llegó a un acuerdo complementario con cuatro países latinoamericanos: Colombia, Costa Rica, Nicaragua y Venezuela, para aumentar los contingentes. No obs-tante, los acontecimientos arrojaron inmediatamente dudas sobre la sos-tenibilidad del acuerdo, en parte porque los países excluidos, en par-ticular Guatemala y Honduras, lo impugnaron ante el Tribunal Euro-peo. Si bien, éste confirmó la legali-dad del sistema de contingentes del banano, los cuatro países latinoame-ricanos signatarios del acuerdo complementario comenzaron a po-ner en duda su participación. En agosto de 1994, representantes de los países productores de banano de América Latina se reunieron en la ciudad de Panamá para establecer una política común. El grupo, en el que estaban representados todos los países centroamericanos (con ex-cepción de El Salvador que no pro-duce banano), propuso la restricción de los suministros mundiales para elevar los precios y formular una propuesta conjunta a la OMC, en protesta contra la política de la UE. Además de la influencia directa de la limitación del acceso al mercado europeo, los contingentes tenían como resultado una intensificación de la competencia y una disminución de los precios en otros lugares, es-pecialmente en los Estados Unidos.2

2. Mayor información: http://www.fao.org/ documents/show_cdr.asp?url_file=/ DOCREP/003/V6800S/v6800s10.htm

3. Mayor referencia: http://www. comex.go. cr/difusion/comunicados/ CP-473.htm

4. Más detalles: http://www. news.bbc.co. uk/hi/spanish/business/newsid_4284000/ 4284419.stm

Durante la década de los no-venta, la UE y Estados Unidos se enfrentaron debido a desacuerdos en materia de importación bananera. El conflicto surgió cuando Estados Unidos se mostró descontento con la UE por favorecer a los productores de banano de sus territorios y a ex-colonias europeas en el Caribe en perjuicio de los productores latinoa-mericanos y de las empresas esta-dounidenses ubicadas en esta re-gión como Chiquita Brands y Dole Food Co. Al descontento de Estados Unidos se unió el de América Latina y el Caribe, por el gran significado

que la producción y exportación de banano tiene en sus economías.

Los setenta y nueve países que conforman el grupo ACP tenían un acceso casi exclusivo al mercado de la UE, esta fue la razón por la cual la demanda de Estados Unidos recibió el apoyo de los países de América Latina y el Caribe, quienes consideraron esas preferencias in-justas.

En 1997 el régimen de la UE de importación, venta y distribución de banano fue condenado por un panel y por el Órgano de Apelación de la OMC. El fallo de la OMC no definió cómo debía la UE ponerse a derecho. Entre diferentes alternati-vas para hacerlo, la UE escogió la de convertir el régimen actual en uno exclusivamente arancelario.3

La UE al haber perdido la dis-puta contra Estados Unidos ante la OMC, fue obligada a derogar su régimen bananero. Fue así como se comprometió a eliminar sus políticas de importación de banano, califica-das en un dictamen de la OMC como discriminatorias y violatorias de las normas de comercio internacional.

Con lo anterior, la UE se ha visto presionada para modificar el régimen existente y hacerlo compa-tible con las reglas comerciales in-ternacionales.4 Es así como en julio del 2001 las partes interesadas acordaron una nueva tarifa/cuota con la condición de que ésta sería remplazada por una tarifa fija y no un sistema de cuotas. En 1999, la OMC le concedió la razón a los Estados Unidos y emi-tió un fallo histórico que les permitió como represalia, imponer onerosas tarifas sobre artículos de lujo impor-tados desde Europa, este hecho desencadenó la denominada “Gue-rra del Banano”.

Situación actual

Aranceles y cuotas

de importación, un acercamiento

teórico4

5. Krugman y Obstfeld, 1999:11.

6. Krugman-Obstfeld, 1999:151.

Los países realizan comercio internacional por dos razones bási-cas, cada una de las cuales aporta su ganancia del comercio, a saber:

Los países comercian porque son diferentes entre sí, las na-ciones, como los individuos, pueden beneficiarse de sus di-ferencias mediante una rela-ción en la que cada uno hace aquello que sabe hacer relati-vamente bien.

Los países comercian para conseguir economías de esca-la en la producción de un bien, es decir, si cada país produce sólo un limitado número de bienes, puede producir cada uno de esos bienes a una es-cala mayor y, por tanto, de
manera más eficiente que si intentara producir de todo.5

Los aranceles son la forma más antigua de política comercial y han sido usados tradicionalmente como una fuente de ingresos del Estado. Por ejemplo, al principio del siglo XIX el Reino Unido usaba aranceles, las famosas “Leyes de Cereales” (Corn Laws), para prote-ger su agricultura de la competencia de las importaciones. A finales de este siglo, Estados Unidos y Alema-nia utilizaban los aranceles como una forma de proteger sus nacientes sectores industriales, de tal forma imponían aranceles a los productos manufacturados importados.6

En la actualidad, los aranceles han declinado su importancia, ya que los Estados modernos prefieren utilizar barreras no arancelarias co-mo la cuotas de importación, (que limitan la cantidad de importaciones), y restricciones a la exportación para proteger sus industrias.

Cuotas de importación

al banano: actual Régimen

de Importación

La cuota de importación es una restricción directa de la cantidad de algún bien que se puede impor-tar, la que es impuesta mediante la concesión de licencias a algún grupo de individuos físicos o empresas (Krugman y Obstfeld, 1999:161). En este caso los únicos individuos o empresas que pueden exportar el bien son los que tienen el derecho a importar un máximo de libras al año y se determina por la cantidad de producto que importó el año anterior. Esta restricción a la importación de un producto, es entonces a cambio de la cantidad de importaciones que los países de otras regiones hayan realizado al mercado importador, de manera que este mercado asegura la venta o exportación de sus bienes o servicios.

Cuando se limitan las importa-ciones, la consecuencia inmediata es que la demanda del bien excede la oferta nacional más las importa-ciones, lo que provoca un aumento en los precios hasta el punto de al-canzar un desabastecimiento del mercado, por lo que una cuota de importación, aumenta los precios nacionales en la misma cantidad que un arancel que limite las importacio-nes hasta el mismo nivel.7

7. Krugman y Obstfeld, 1999:161.

8. Krugman y Obstfeld, 1999:161.

9. Más información: SELA. http://www.sela. org/news_gen.asp?dd=4&mm=4&aa= 2005

En este caso la diferencia entre una cuota de importación y un arancel radica en que con una cuota el Estado no recibe ingresos. Lo más importante es que cuando se utiliza una cuota en vez de un aran-cel, el dinero que se hubiera obteni-do por concepto de ingresos del Estado con un arancel, es recolecta-do por quien tenga en su poder las cuotas de importación. Eso demues-tra que los que poseen las licencias de importación de un producto, pue-

den comprar productos importados y venderlos a un precio más elevado en el mercado nacional. Estos bene-ficios obtenidos son conocidos como las rentas de la cuota.

En la valoración de los costes y los beneficios de una cuota de importación, es crucial determinar quién obtiene las rentas. Cuando los derechos de vender en el mercado nacional son asignados a gobiernos de los países exportadores, como ocurre a menudo, la transferencia de rentas al exterior hace el coste de una cuota sustancialmente más ele-vado que el arancel equivalente.8

Actualmente, el sistema euro-peo de importación del banano, vi-gente desde enero del 2002, consis-te en dos cuotas de 2,200,000 y 453,000 toneladas, abiertas a todos los países, entre ellos los latinoame-ricanos, con un derecho de aduana de setenta y cinco euros por tonela-da y de otra cuota de 750 mil tonela-das sin aranceles, reservada a los países de la ACP. Las importaciones adicionales a estas cuotas están sometidas a un arancel de 680 euros por tonelada, que para los países de la ACP es de 300 euros.9 La UE permite el comercio del banano bajo un sistema regido por complejas cuotas de importación, con un aran-cel único y global que actualmente es de 75 euros (aproximadamente $98) por tonelada.

Cabe señalar que las naciones que integran el grupo de países de la ACP lo hacen libre de aranceles, y recibe un trato preferencial por parte de la UE, de ahí que se vean benefi-ciados con una cuota de exportación o importación libre de aranceles.

GRÁFICO No. 1

GANADORES Y PERDEDORES

UNA CUOTA DE IMPORTACIÓN

Precio

Oferta

Pi

Pm

Demanda

Cantidad de producto x en toneladas métricas

01 02 D2 D1

Donde:

Pi: es el precio que existe en el mercado interno del producto en cuestión

Pm: es el precio que existe en el mercado mundial del producto en cuestión.

a + b + c + d: pérdidas de los consumidores
a: ganancias de los productores.
c: ganancias o rentas para los exportadores extranjeros.
b+d+c: pérdida neta por distorsiones del país importador.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Krugman y Obstfeld, 1999:162.

Los efectos sobre el bienestar de la cuota de importación se indican por las áreas a+b+c+d, en este caso representa la pérdida en la que incu-rre el consumidor. Las ganancias de los productores internos está repre-sentada por el área “a”, dos razones justifican esta afirmación:

10. Chiquita cultiva en sus propias plantacio-nes en Panamá, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Colombia y Australia. La empresa también compra banano de los productores nacionales en la Costa de Marfil, Martinique, Honduras, Guatemala, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Panamá y Nicaragua.

11. Es la empresa productora y comercializa-dora de fruta fresca más grande del mun-do con un poco más de un cuarto del mercado mundial de banano. Produce ba-nano en plantaciones completamente de su propiedad o en parte en Costa Rica, Guatemala, Honduras, Ecuador, Colom-bia, Camerún, Costa de Marfil y las Filipi-nas. Dole también compra de los produc-tores nacionales en Ecuador, Costa Rica, Guatemala, Honduras y las Filipinas. En el Reino Unido, Dole tiene una parte en la empresa JP Fruit que vende banano de Jamaica y Costa Rica.

12. Fresh Del Monte es propietario en parte de algunas de las operaciones en Costa Rica, Guatemala, Camerún y Brasil, y compra de los productores nacionales de Costa Rica, Guatemala, Ecuador, Panamá y las Filipinas.

Los beneficios de la protec-ción del sector productivo en cuestión.

El precio interno (Pi) más ele-vado que el precio mundial (Pm) que pagan los consumi-dores por adquirir este bien, lo que se convierte en un benefi-cio directo para el productor.

En el caso de los exportadores extranjeros, el beneficio se represen-ta en el área “c” ya que poseen las cuotas de importación. Las pérdidas netas por distorsiones del país im-portador se representan en el área b+d+c. La mayor cantidad de pérdi-das se debe a que son los extranje-ros los dueños de las cuotas de importación.

El sistema aplicado por la UE consiste en la asignación a cada país de un porcentaje de una cuota global de 2,5 millones de toneladas anuales, que los países europeos se comprometen a comprar cada año a América Latina por medio de aque-llas compañías (en su mayoría ex-tranjeras), que tienen las “licencias o cuotas de importación” para la ex-portación del banano. Estas com-pañías tienen más del 90% del ba-nano vendido internacionalmente, su producción se realiza en plantacio-nes de monocultivo en América Lati-na, África Occidental y las Filipinas. Estas plantaciones están principal-mente bajo el control de tan sólo cinco empresas extranjeras.

Dos de estas empresas, que son las más grandes productoras y distribuidoras de banano, tienen su sede en los Estados Unidos: Chiqui-ta Brands International10 (conocida anteriormente como la United Fruit Company y luego como United Brands) y Dole Food Co.11 (ante-riormente Standard Fruit). Cada una de ellas comercializa un cuarto del total del banano a nivel mundial.

A éstas le sigue Del Monte Fresh Produce,12 propiedad del Gru-po IAT con sede en Chile (el capital se encuentra en los Emiratos Árabes Unidos), el que controla alrededor del 15% del comercio bananero. La sede de Del Monte Fresh permanece en Estados Unidos.

La cuarta en orden de impor-tancia es Noboa (más conocida como Bonita), la gigantesca empresa ecuatoriana que controla más de un tercio de las exportaciones ecuato-rianas y por ende cerca del 11% del total de las ventas mundiales. En quinto lugar, con un porcentaje entre 7 y un 8 %, se encuentra la empresa Fyffes13 con sede en Irlanda.

13. Las únicas plantaciones de su propiedad o bajo su dirección están en Belice, la anti-gua colonia británica. Fyffes compra ba-nano de Belice, Surinam, Jamaica, las Islas Barlovento, Colombia, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Honduras y las islas Canarias.

14. Mayor información: http://www. bananalink.org.uk/espanol/companias/ companias.htm)

15. Pt”=Pt-t. Precio de importación más el arancel impuesto por el país al bien impor-tado.

Por su tamaño, las empresas son sumamente poderosas, tanto en los países exportadores como en sus países de origen. Hoy día insti-gan a los países productores a com-petir entre sí, obligando a gobiernos a aceptar imposiciones de tipo fiscal; preferencias arancelarias; acceso acreditativo preferencial y la desre-gulación de las políticas sociales y ambientales

Las empresas nacionales re-presentan alrededor de la mitad de toda la producción para el mercado

mundial, aunque la proporción varía de país a país. Por ejemplo, en Ecuador casi toda la producción está en manos de las empresas ecuato-rianas, mientras que las empresas costarricenses sólo dan cuenta de la mitad del banano que se produce en este país. No obstante, en la mayor-ía de los casos las empresas nacio-nales bananeras exportan su fruta por medio de una de las cinco gran-des empresas multinacionales. Bajo este panorama, tan sólo el 12% del precio final se queda en los países productores, mientras que a los pe-queños productores les llega una proporción aún más pequeña, entre un 5 y un 10%, o a los trabajadores de plantación, entre el 1 y el 2%.14

Arancel único: Nuevo

Sistema Arancelario

Desde el punto de vista de alguien que comercia con bienes y servicios, un arancel es como un costo de transporte. Eso se debe porque el arancel produce una dife-rencia de precios entre los dos mer-cados. El arancel incrementa el precio en el país X hasta Pt y reduce el precio en el resto del mundo hasta Pt”= Pt-t.15 En el país X, a un precio más elevado, los productores ofre-cen más, mientras que los consumi-dores demandan menos, por lo que se demandan menos importaciones. En el extranjero el menor precio conduce a una reducción de la oferta e incremento de la demanda y de ese modo a una menor oferta de exportaciones.

GRÁFICO No. 2

BENEFICIOS Y COSTOS DE UN ARANCEL

Pt

Pm

Pt”

Oferta

Precio

01 02 D2 D1

Cantidad de producto x

en toneladas métricas

Demanda

Donde:

a+b+c+d es igual a pérdida de los consumidores
a es igual a ganancia de los productores
c+e es igual a ingresos del Estado.

Fuente: Elaboración propia a partir de Krugman y Obstfel, 1999:158.

El gráfico No. 2 ilustra los cos-tos y beneficios de un arancel para un país importador. El arancel au-menta el precio de Pm a Pt pero reduce el precio de los exportadores extranjeros de Pm a Pt”. La produc-ción nacional aumenta de O1 a O2, mientras que el consumo se reduce de D1 a D2. Los costos y beneficios de los distintos grupos pueden ex-presarse como la suma de las cinco áreas marcadas, a saber: a, b, c, d y e. Los productores nacionales reciben un precio mayor, lo que se conoce como el excedente del pro-ductor. Los consumidores naciona-

les se enfrentan a un precio más elevado. El excedente del consumi-dor es igual al área por encima del precio pero por debajo de la curva de demanda, dado que el precio para los consumidores aumenta de Pm a Pt, el excedente del consumi-dor se reduce en el área indicada por a+b+c+d. Así (en teoría) los con-sumidores se ven perjudicados por el arancel. Existe un tercer jugador: El Estado. Éste gana recaudando el ingreso del arancel. Es igual al tipo arancelario multiplicado por la canti-dad importada del producto. El in-greso del Estado es igual a la suma de las áreas c+e.

16.Detalles en: http://www.informador.com. mx/informa/21em01i.htm

17.Ecuador provee el 40% del banano que se consume a nivel mundial, por eso apoyaba el sistema de “el primero que llega es el primero que se atiende”, porque la elimi-nación de las cuotas que este sistema es-tablecía le permitiría exportar más. Para más detalles http://news.bbc.co.uk/hi/ spanish/news/newsid_1274000/1274275. stm

Unión Europea y Nuevo

Sistema Arancelario

En el 2001 la UE propuso cambiar su sistema de importaciones por un régimen de tarifa única al banano. De esta manera se puso fin a la llamada "Guerra del Banano" con Estados Unidos. "A Europa se le pidió que cambiase su sistema de importación de banano".16 La UE debe modificar su régimen de impor-tación de banano, a demanda de la

OMC, eliminando los actuales con-tingentes de importación y estable-ciendo únicamente un arancel, que debe negociar con los países lati-noamericanos exportadores.

En América Latina, el fin de la llamada “Guerra del Banano” entre Estados Unidos y la UE, pareció satisfacer a la mayoría de los países exportadores, con la notable excep-ción de los bananeros de Ecuador, principal productor de la fruta a nivel mundial.17

De acuerdo a lo establecido en el 2001, en febrero del 2005 la UE anunció que establecería un arancel a la importación de banano de 230 euros por tonelada, en lugar de setenta y cinco euros que con-templa el régimen actual. Ante esta situación ni los setenta y nueve paí-ses de la ACP ni los de América Latina estuvieron de acuerdo, los primeros lo consideran demasiado bajo, y los segundos muy alto.

Con esta propuesta que la UE planteó a Colombia, Ecuador, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Pa-namá y Nicaragua, pretende cumplir con lo ordenado por la OMC y reem-plazar el sistema de importación que hasta ahora rige para la fruta lati-noamericana, sustituyéndolo por un único arancel en aduana.

Lo anterior, ha generado des-contento entre los países latinoame-ricanos, ya que este nuevo arancel representaría un alza de más del 300%; la base actual del arancel es el monto que los países latinoameri-canos quieren continuar pagándole al bloque. La UE se ha visto obliga-da a buscar un nuevo sistema aran-celario debido al crecimiento de las exportaciones africanas a la UE, y a la disminución de la demanda de bananos frente a otras frutas (Borrel y Bauer, 2004:3). La disminución de la demanda del banano frente a otras frutas, como se observa en el gráfico No. 3, puede estar influen-ciada por un cambio en los gustos y preferencias de los consumidores europeos, o al aumento en el precio del banano como causa de la pro-tección en la importación del produc-to. Las barreras ante la importación de otras frutas son relativamente bajas en la UE, y desde luego son más bajas que para los bananos y la mayoría de los demás productos agrícolas. En consecuencia, los ba-nanos se encuentran ante una fuerte desventaja competitiva frente a otras frutas (Borrel y Bauer, 2004:5).

GRÁFICO No. 3

CONSUMO PER CÁPITA DE FRUTAS EN ESTADOS UNIDOS

COMPARACIÓN DE LOS AÑOS 1993 y 2000

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, 2004.

Para 1993 el consumo de otras frutas representaba un 46,1%, mientras que para el 2000 aumentó a un 50,5%. La situación para el banano es muy distinta ya que para 1993 el consumo representaba un 10% y para el 2000 un 8,5%.

Se ha dicho en ocasiones que la UE busca el establecimiento de este nuevo régimen arancelario por-que necesita generar mayores ingre-sos arancelarios para la Comisión de la UE; tomarse la revancha contra los productores latinoamericanos y los comerciantes estadounidenses por los éxitos cosechados por estos últimos a través de la OMC, inclu-yendo dentro de este rubro el “rom-per el poder de las multinacionales estadounidenses”.18

18. Cadot y Webber, 2001 en Borrel y Bauer, marzo 2004:25.

Su acogida dependerá de:

El nivel de dicho arancel.

El potencial de suministro de los países africanos como respuesta a cualquier incre-mento de las preferencias arancelarias bajo la política de arancel único.

La tasa de cambio de Estados Unidos-UE.

La demanda de bananos en la UE (Borrel y Bauer, marzo 2004:7)

Beneficios y costos

de los países involucrados

África

El análisis por diferencial de precios indica que el equivalente arancelario de la protección que actualmente se otorga a los produc-tores de la ACP a través de cuotas y aranceles es de apenas 64 euros por tonelada. Sin embargo, documentos jurídicos de la UE y de la OMC su-gieren que existe la intención de ampliar el margen de preferencia actual hasta 300 euros por tonelada en un régimen de arancel único. Un arancel de 300 euros por tonelada aumentaría el nivel de preferencia y protección para África en un 400%. Los resultados del modelo indican que, a ese nivel de preferencia, África vería aumentada significati-vamente su cuota de mercado de la UE. De hecho, verían ampliada su cuota de mercado con cualquier arancel superior a los setenta y cinco euros por tonelada.

Con pocas restricciones y unos costos competitivos, África podría fácilmente duplicar con creces su producción a lo largo de un perío-do de seis años. Con importantes incrementos en los precios de los productores, es probable que los inversionistas establezcan extensas explotaciones nuevas en África con gran rapidez, sobre todo en Costa de Marfil, Camerún y otros países pro-ductores de bananos africanos per-tenecientes al bloque de los países

de la ACP (Borrel y Bauer, marzo 2004:4).

Desde la introducción en 1993 de la política común sobre bananos que actualmente se mantiene en vigor, Costa de Marfil y Camerún, los dos principales proveedores africa-nos de bananas en la actualidad, han visto aumentadas sus exporta-ciones al mercado de la UE en más del 100%, desplazando a otros pro-veedores de la ACP. Además, los costos de producción africanos han descendido y ya se sitúan a niveles competitivos con los de muchos exportadores latinoamericanos.

Sumado a lo anterior, la cer-canía geográfica existente entre los países africanos y Europa es mayor, de manera que como para Estados Unidos su mercado más inmediato es Centro y Sur América, para la UE es África, así que deberá trabajar en ese mercado por afinidad geográfica, además de existir un “compromiso moral” con sus ex-colonias africanas. De manera que a diferencia de los países de la ACP, isleños que se enfrentan a restricciones territoriales y otras limitaciones, tanto medioam-bientales como climáticas, los pro-ductores africanos son casi tan efi-cientes y dinámicos como los productores latinoamericanos. En 1998, la eliminación de cuotas por países de la ACP a nivel individual, permitió que los países africanos entraran en competencia directa con otros, esto para cubrir la cuota. Dada su ventaja competitiva y el arancel preferente de setenta y cinco euros por tonelada que prevalece en la actualidad, África tuvo mayores incentivos para ampliar sus exporta-ciones a partir de 1998.

Un aumento en la preferencia arancelaria supondría un incentivo incluso mayor para aumentar su producción. Bajo el Acuerdo de Cotonou entre la UE y los países de la ACP, las tasas preferentes para productores africanos se man-tendrían a los niveles actuales hasta el 2008. A partir de entonces, la intención de la UE se decanta hacia la conservación de las tasas prefe-rentes, como lo evidencia su plan para establecer pactos de comercio preferentes a través de “Acuerdos de Cooperación Económica” con los países de la ACP (De la Rocha 2003). El que estos acuerdos y la continuación de las tasas preferen-tes estén considerados como ajusta-dos a lo dispuesto por la OMC es un asunto jurídico polémico, pero la UE con toda probabilidad mantendrá como principal prioridad, la continua-ción del trato preferente hacia los países de la ACP (Borrel y Bauer, marzo 2004:4-5).

El crecimiento en la produc-ción de banano para el 2012 en África es la situación que más des-taca dentro del contexto del nuevo sistema arancelario, ello gracias al incremento de precio del 57% en el producto proveniente de los países latinoamericanos. De hecho, con ese gran incremento de precio, es probable que exista un incentivo para la inversión extranjera destina-da a establecer nuevas empresas bananeras en los países de la ACP que producen este bien y que están situados en el continente africano. De la mano de la inversión extranje-ra, también llegará un nivel elevado de transferencia tecnológica. Si los países africanos son capaces de alcanzar los niveles de rendimiento y productividad de Ecuador, por ejem-plo, podría triplicar su producción para el 2012 (Borrel y Bauer, marzo 2004:14).

No obstante, si la UE propu-siera una tarifa demasiado baja, el efecto podría ser un exceso de fruta en el mercado, provocando la caída de los precios, y en consecuencia, la destrucción de la industria bananera de la UE, localizada principalmente en las Islas Canarias, Martinica y Guadalupe, y en los países de la ACP más vulnerables, principalmen-te Santa Lucía, San Vicente, Domi-nica, Jamaica y Belice, un resultado no favorable política y socialmente para esas naciones.190 Por otro lado, mientras las barreras de la UE ante las importaciones de bananos se mantengan a un nivel mayor que para otras frutas, existe la fuerte probabilidad de que se mantenga la tendencia descendente en la de-manda de bananos en la UE (Borrel y Bauer, marzo 2004:8), y en conse-cuencia, la producción bananera africana podría convertirse en un importante exceso de fruta a pesar de su bajo costo dentro de los mer-cados europeos.

19. Mayor información: http://news.bbc.co.uk/ hi/spanish/business/newsid_4284000/4284419.stm

20. Mayor información: http://www.rel-uita. org/sectores/banano/banano-2.htm

Con niveles arancelarios de 300 euros por tonelada, los precios al consumo en la UE aumentarían en un 5%, eso podría provocar una disminución en la demanda. Si a ello añadimos la suposición del des-censo continuado de la demanda de bananos, el consumo de la UE (con veintisiete Estados Miembros) podría descender de 4.5 millones de tone-ladas a 4 millones de toneladas en el 2012. Este descenso reduciría el valor de las exportaciones latinoame-ricanas a la UE en torno a unos 500 millones de dólares al año (Borrel y Bauer, marzo 2004:15).

América Latina

Los costos y beneficios del nuevo sistema arancelario no sólo son para África, sino que con los bajos precios de producción en al-gunos lugares de África, es posible que se desarrolle una fuga de inver-siones hacia ese continente, lo que significa una disminución importante de inversión en América Latina y por ende de empleos, pues esta activi-dad en Panamá, por ejemplo, signifi-ca alrededor de unos 10.000 emple-os, para Guatemala unos 40.000 y para Costa Rica 150.000.20

El mercado de la UE es el ma-yor mercado bananero del mundo, y el banano es la fruta que genera más comercio en el mundo. No obs-tante en América Latina, bajo el régimen de preferencias arancelarias elevadas, en el 2012 esta región solamente llegarían a exportar 1,65 millones de toneladas a la UE, lo que representa un descenso del 50% (Borrel y Bauer, marzo 2004:7 y 15).

La UE juega un rol vital en la OMC y su soporte a las reglas multi-laterales del sistema comercial es crucial para que el sistema pueda compartir los beneficios del comercio entre los países miembros. El hecho de que la UE es el primer exportador de bienes y el segundo importador en el mundo,21 muestra la importan-cia de su mercado para los miem-bros de la OMC, en particular los países en desarrollo.

21. Importa materias textiles, productos de madera, plásticos y productos de consu-mo ligero, entre otros de las economías emergentes, y exporta productos de alto valor añadido y de alta elaboración como sustancias químicas, aviones, automóvi-les y maquinaria, entre otros. (Comisión Europea, “ La Unión Europea y el comer-cio mundial”. Comunidades Europeas, 2000: 3).

22. Más detalles: http://www.sela.org/news_ gen.asp?dd=29&mm=10&aa=2004#0

Con estas particulares carac-terísticas, el viejo continente está comprometido con el sistema multila-teral de comercio, especialmente con el sistema multilateral de los países menos desarrollados o en desarrollo, por medio de la extensión de acuer-dos regionales y sistemas preferen-ciales con estos Estados. Así que, mientras se aplique el nuevo sistema arancelario, la UE podría perjudi-car la credibilidad y el liderazgo en los asuntos mundiales, así como las perspectivas de éxito de la Ronda de Doha y la exacerbación de

las tensiones comerciales entre los países en vías de desarrollo y los desarrollados.

Para tener una idea de la magnitud de este mercado, en el 2000, los mercados de la UE impor-taron cuatro millones de toneladas de banano, 2,5 millones (62,1%) de América Latina, 782.000 toneladas (19,2%) de los productores del blo-que (España, Francia, Grecia y Por-tugal) y el resto de África, el Caribe y el Pacífico.22

Unión Europea

Los efectos de este nuevo sis-tema incluyen los consumidores de la UE, quienes seguirían pagando precios innecesariamente altos por los bananos que consumen, todo ello sin aportar una ayuda eficaz a los países en vías de desarrollo (Borrel y Bauer, marzo 2004: X).

A todo lo anterior, es posible adjuntar los grandes costes económicos para la UE, pues de comprobarse trato ilegal hacia los países latinoamericanos, se ve obli-gado a pagar una enorme indemni-zación (Borrel y Bauer, marzo 2004: 25).

Organización Mundial

del Comercio, OMC

Normativas de la OMC

ante la nueva “Guerra

del banano”

La OMC es el único organismo internacional que supervisa el co-mercio de mercancías, servicios y derechos de propiedad intelectual entre los países. Aunque esas nor-mas multilaterales son negociadas por los gobiernos, su objetivo es asegurar un marco comprensible y fiable, de modo que los importadores y los exportadores de todo el mundo, así como las empresas suministrado-ras de bienes y servicios, puedan actuar con la certeza de que no se producirá ningún cambio de política súbita o imprevisible, todo lo anterior, en busca de un desarrollo eco-nómico y prosperidad de cada país.

Este componente teórico que en la práctica demuestra y alcanza muchos y diversos factores difíciles de resolver, se debe a que la UE promueve la inclusión en su política comercial de: “el respeto a las reglas de juego comercial” (Comunidad Europea, 2000: 4-5) No obstante, con el propósito de proteger sus intereses, la UE ha actuado en algu-nas ocasiones de manera distinta a esta política que promueve. Tanto así, que en varias ocasiones ha sido demandada por otros países. Una de esas ocasiones fue en la década de los noventa, durante la ya mencio-nada “Guerra del Banano”. Hoy bajo este contexto, la UE vuelve a crear bases para ser demandada por los países latinoamericanos ante la OMC, por medio de un arbitraje que logre resolver la “nueva Guerra del Banano”.

En este contexto, la reducción del nivel de acceso latinoamericano podría tener serias consecuencias para la UE ante la OMC. Bajo la Decisión de Renuncia de la OMC que permite las preferencias arance-larias para el bloque de los países de la ACP, las preferencias podrían declararse ilegales por la OMC si el acceso total al mercado por parte de los proveedores latinoamericanos de bananas no “se mantiene como mínimo”.

La OMC podría valorar los da-ños provocados a los productores latinoamericanos en caso de elevar los aranceles a más de setenta y cinco euros por tonelada. Bajo el Artículo XXVIII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Co-mercio, GATT, la UE se vería obliga-da a pagar una indemnización a los países latinoamericanos afectados. Dada la larga historia de la UE de aplicar restricciones cuantitativas discriminatorias en materia de bana-nos, la indemnización que deba a los proveedores afectados podría impli-car una comparación entre los valo-res comerciales anuales probables bajo un arancel alto y los valores comerciales que se habrían alcan-zado bajo un régimen de mercado libre, es decir, un mercado sin dis-criminación mediante aranceles o cuotas. (Borrel y Bauer, marzo 2004: IX)

América Latina

y la producción bananera

Reacción de los países

latinoamericanos

La primera reacción de los países latinoamericanos al conocer la decisión tomada por la UE fue el rechazo unánime del incremento arancelario.

La oferta mundial de banano ha venido siendo liderada en los últimos años principalmente por cinco países. Ecuador es el principal exportador con una participación del 22%, seguido por Filipinas 12%, Costa Rica 12%, Colombia 9% y Guatemala con 5%, siendo abaste-cido el 60% de la demanda mundial por estos países

GRÁFICO No. 4

PAÍSES SUPLIDORES DE BANANO EN EL MERCADO MUNDIAL

2005-06

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Fajardo y Vacca, 2005.

De ahí el descontento que produjo en ellos la posible creación de un impuesto único de 230 euros a las importaciones de banano. Un arancel tan elevado en comparación con el actual (setenta y cinco euros) los perjudicaría directamente, pues según la demanda del banano, ésta se concentra en primer lugar en la UE con un 34%, seguido por Esta-dos Unidos con el 28% del consumo, Japón 7%, Rusia 5% y China 2%, en conjunto representan el 76% del consumo mundial de la fruta, el 24% restante se distribuye entre los paí-ses del Cono Sur, Medio Oriente y África.23

GRÁFICO No. 5

DEMANDA MUNDIAL DE BANANO

PAÍSES Y REGIONES

2005-2006

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Fajardo y Vacca, 2005.

__________________

23. Flor Marina Fajardo y Paola Andrea Vacca, 2005: 1.

El arancel fue calificado como excesivo en la Declaración de Presi-dentes de los países latinoamerica-nos productores de banano, firmada en Quito, Ecuador. Para ellos el cálculo obtenido es errado. Afirman que la metodología que debe utili-zarse en estos casos debe contener aspectos dinámicos del mercado, para que garanticen en un futuro el acceso del banano latinoamericano a los mercados a los cuales se ven-de actualmente.

Los países argumentan que esta decisión de la UE va en contra de la decisión adoptada por el Órga-no de Solución de Diferencias de la OMC, y el Anexo de la Exención de Doha al Artículo I.1 del GATT 1994, acordada en la Conferencia Ministe-rial de la OMC en Doha, el 14 de noviembre del 2001, la que estable-ce la obligación para la UE de ase-gurar el mantenimiento al menos, del acceso total a los mercados para los abastecedores de banano en régi-men de Nación Más Favorecida.

Propuestas

Los presidentes de los países latinoamericanos que producen ba-nano pretenden negociar con la UE un arancel menor. Ellos pretenden que se fije un arancel mucho más bajo, con un tope máximo de hasta $95 por tonelada, el que les permitir-ía seguir teniendo una participación grande en el mercado que confor-man los miembros de la UE, el que creció con la incorporación en el 2005 de diez nuevos miembros.

El problema es que existen in-tereses contrapuestos, incluso los países de la ACP pretenden fijar a los países latinoamericanos produc-tores de banano, un impuesto a las importaciones de aproximadamente $346 por tonelada, el que según ellos les permitiría mantener la ventaja competitiva de un arancel reducido.

En el caso de que no se al-cance un acuerdo en la materia, los países latinoamericanos ya estudian varias alternativas. Se ha hablado en primer lugar de apelar ante la OMC y proponer un arbitraje.

Algunos consideran que no existe más remedio que esta opción:

“No se trata de renunciar des-de ahora a las demás gestio-nes diplomáticas y de otra na-turaleza que se puedan emprender individual o colecti-vamente; la decisión de la UE sobre el nuevo arancel no en-traría en vigencia hasta enero del 2006. Pero la preparación de un juicio arbitral de esta envergadura requiere un aná-lisis pormenorizado de las normas jurídicas que rigen la materia, la sustanciación de pruebas sobre el daño actual o potencial a las exportaciones y la generación de divisas, em-pleo (directo e indirecto) y a las recaudaciones fiscal y mu-

nicipal, necesarias para em-prender obras sociales y de in-fraestructura”.24

24. Periódico La Nación, Costa Rica. 2 de febrero del 2005.

25. Más información: http://www.informador. com.mx/informa/21em01i.htm

La UE está anuente a some-terse a un árbitro independiente, ante el reiterado rechazo por parte de los países productores latinoame-ricanos a la medida que pretenden implantar. "La UE está dispuesta a plegarse a la voluntad de un árbitro independiente si a ese árbitro se le pide que discuta y establezca si ese arancel es o no correcto".25

Conclusiones

Cada día se apuesta por una regionalización o formación de blo-ques para lograr incorporarse con menos complicaciones y mayor faci-lidad y beneficios al mercado mun-dial. No obstante la realidad es otra, la inserción en el mercado europeo, aunque sea en bloque no es fácil, pues a pesar de que cada vez se eliminan más las barreras arancela-rias surgen las técnicas al comercio internacional, lo que complica la exportación e importación de banano al mercado europeo.

Bajo esta situación, la confron-tación entre las partes es tensa. La UE, en la práctica quiere beneficiar a los países de la ACP, sin ponderar

en su totalidad, que un aumento en los aranceles a la exportación de banano de Latinoamérica, provocará una disminución de las exportacio-nes de banano de la región hacia ese mercado. Asimismo, los países de la ACP tendrán la posibilidad de aumentar su producción y acarrear inversión extranjera a la región.

Aunque las posiciones entre las partes estén encontradas y no exista por el momento un consenso, la UE está dispuesta a negociar con los países de América Latina. La alternativa más viable podría ser someter la diferencia a la OMC, para que sea ésta mediante un árbitro quien establezca el monto del aran-cel a cobrar.

Las importaciones de bananos a la UE han sido y continúan siendo el foco de una seria y amarga dispu-ta comercial entre la Unión Europea y los países de América Latina, apo-yados por varias compañías multina-cionales de capital estadounidense; de manera que se hace necesario llegar a una resolución satisfactoria del caso.

La situación presente, es una señal para los países latinoamerica-nos en la que se vislumbra la nece-sidad de estudiar arduamente el contexto actual y futuro, incorporan-do planes en los que se busque di-versificar las estructuras productivas; aumentar la competitividad de los sectores y trabajar fuertemente para lograr encadenamientos productivos, ya que se tornan más complejas las relaciones entre los distintos bloques comerciales.

En América Latina las com-pañías que realizan la producción y posterior exportación de banano hacia Europa, en su mayoría son de capital extranjero (las más podero-sas en manos estadounidenses). Eso genera un roce comercial entre potencias donde los más perjudica-dos son aquellos países que mantie-nen una estructura económica im-portante basada en productos tradicionales (caso de América Lati-na) y en manos de transnacionales dueñas de las cuotas de importa-ción. Así las cosas, la situación de la exportación de banano para los latinoamericanos, no es más que una traba comercial, que perjudicará parte del crecimiento de las econom-ías latinoamericanas.

Si bien, el tema tiene una alta concentración comercial, deben con-siderarse sus efectos en otros secto-res. Por ejemplo, una mala decisión al momento de negociar la reducción de las distintas barreras comerciales existentes en la comercialización del banano o ciertas determinaciones por parte del Órgano de Solución de Diferencias, OSD, de la OMC, tendr-ía un efecto negativo importante en el sector empleo, es decir, una re-percusión muy fuerte en términos de ingresos/salarios, lo que agravaría el problema social en América Latina. La repercusión de las barreras co-merciales al banano y/o otros pro-ductos, no es solamente comercial, éstas tienen una gran injerencia en la cohesión social latinoamericana, ya que atenta contra el bienestar social de la población en general.

El Acuerdo de Asociación en-tre Centroamérica y la Unión Euro-pea, podría subsanar el problema comercial, siempre y cuando, se logre entender en el proceso de ne-gociación, que nuestros sistemas productivos son un modo de vida, como lo estipulan los productores europeos, del que dependen una gran cantidad de personas.

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