El sector arrocero

en Costa Rica desde la perspectiva

Roberto Jovel Díaz** de cadenas globales

Rafael Díaz Porras** de mercancías*

SE ABORDA LA ACTIVIDAD ARROCERA EN COSTA RICA A TRAVÉS DEL ENFOQUE DE CADENAS GLOBALES DE MERCANCÍAS, CGM, PROPUESTO POR GEREFFI (1994). LA ACTIVIDAD ARROCERA ERA AUTOSUFICIENTE HASTA LOS AÑOS OCHENTA, PERO ACTUALMENTE SE VE AMENAZADA POR LOS FENÓMENOS DE LA GLOBALIZACIÓN Y LA APERTURA ECONÓMICA, QUE HAN DADO LUGAR A QUE EL 40% DEL ARROZ REQUERIDO PARA EL CONSUMO NACIONAL SEA IMPORTADO.

PALABRAS CLAVES: APERTURA COMERCIAL / CADENAS PRODUCTIVAS / ARROZ

Introducción

* Este artículo se desarrolla en el marco del Proyecto de Investigación “Soste-nibilidad de las cadenas agroalimenta-rias en Centroamérica”, del Centro de Información Nacional y Política Económica, CINPE, y la Universidad Nacional, UNA, sobre la base de la tesis de Maestría de R. Jovel, 2006.

** Los autores son, graduados de la Ma-estría en Política Económica, y Director General del CINPE-UNA, respectiva-mente.

Recibido: 10 de abril del 2007.

Aceptado: 7 de setiembre del 2007.

Gary Gereffi distingue dos ti-pos de Cadenas Globales de Mer-cancías, CGM, usualmente promovi-das por el capital comercial e industrial: las cadenas lideradas por los productores (producer-driven) y

las cadenas lideradas por los com-pradores (buyer-driven).

De manera general, Gereffi (1994) define estos encadenamien-tos productivos como “el rango com-pleto de actividades involucradas en el diseño, la producción y la comer-cialización de un producto”. Este concepto concibe la posibilidad de considerar una multitud de facetas de la estructura productiva y no so-lamente aquellas ligadas a la activi-dad de las empresas.

Las cadenas se analizan a través de distintas estructuras o di-mensiones:

La estructura insumo-pro-ducto. Refleja la secuencia de actividades económicas a través de las cuales se genera el valor agregado.
Territorialidad. Las cadenas pueden tener una ubicación nacional o internacional, dependiendo de los facto- res que incidan en su localización.

La dimensión institucional y política. Se refiere a las polí- ticas públicas que afectan la estructura y dinámica de las cadenas.

La estructura de gobierno o control dentro de la cadena. Refleja las relaciones de au- toridad y poder que deter- minan a calidad del vinculo entre los diferentes eslabones de la cadena.

Un elemento clave para las empresas insertas en las cadenas globales, a raíz de la globalización, es cómo ganar terreno en la cadena, lo que lleva a la problemática del upgrading. Este consiste en "el aprendizaje organizacional tendiente a mejorar la posición de las empre-sas nacionales en las redes interna-cionales de comercio" (Gereffi, 1999: 40). Este término refleja la necesi-dad, por parte de las empresas o sectores, de interpretar y tomar en cuenta los cambios de paradigmas operados a raíz de la globalización, los que han modificado el escenario en que actúan todos y cada uno de los agentes dentro de las cadenas.

Las posibilidades de upgra-ding en las cadenas de mercancías primarias, de acuerdo a Gibbon (2001), pueden ser de tres tipos:

A través de la obtención de márgenes más altos en pro-ductos no procesados.

A través de lograr un incre- mento en los volúmenes de producción y confiabilidad del abastecimiento.

Mejorando las formas exis- tentes de producción, pro- duciendo bienes más com- plejos y diferenciando productos.

Gibbon (2001), quien ha anali-zado la evolución de la agroindustria en ciertos sectores de las economías en desarrollo que se han visto ex-puestas a la apertura, señala que es dogmático esperar que el upgrading pueda darse en cada producto pri-mario, en todos y cada uno de los países en desarrollo, ya que las compañías multinacionales pueden "abusar con sus rigideces". Pero, eso depende de cómo estén organi-zadas, ya que pueden igualmente permitir una mejora competitiva o upgrading, para los países produc-tores rurales de bajos ingresos. Igualmente, afirma que es posible mejorar la situación de las firmas locales, aun cuando se da una in-corporación subordinada y la única vía de analizar las posibilidades de upgrading es en el marco de las CGM.

En este sentido, en el pre-sente artículo se realiza un análisis aplicado a la cadena agroproductiva del arroz de Costa Rica, que pre-senta la característica de estar orientada hacia el mercado interno, pero recientemente expuesta al ámbito internacional. El artículo se organiza con un análisis de la cade-na internacional del arroz, para luego analizar la cadena de arroz en Costa Rica, lo que nos lleva a un análisis de opciones de upgrading, y la propuesta de conclusiones y recomendaciones.

La cadena internacional

del arroz

El 90% de las tierras culti-vadas de arroz están en Asia, que aporta el 90% de la cosecha mundial (cuadro No.1), el resto de la produc-ción mundial se concentra en África, América y cinco países de la Unión Europea, UE, (Italia, España, Portu-gal, Francia y Grecia).

Los países en desarrollo han sido históricamente el centro del dinamismo mundial arrocero. Aun-que, su participación ha disminuido, aún concentran el 85% de las expor-taciones y el 80% de las importacio-nes mundiales de arroz (Gráfico No. 1). Tailandia, India, Vietnam, China y Pakistán, los principales exportado-res asiáticos concentran más del 70% de las exportaciones mundia-les, e Indonesia, Nigeria, Filipinas, Irak e Irán concentraron más del 30% de las importaciones (UNCTAD, 2005).

CUADRO No. 1

PRODUCCIÓN MUNDIAL

DE ARROZ GRANZA

2002

En toneladas

Continentes

Arroz Paddy

%

Asia

523.030,421

90.8

América

31.726,039

5.5

África

17.034,433

3.0

Europa

2.630,560

0.5

Oceanía

1.295.700

0.2

Totales

575.717,153

100

Fuente. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Ali- mentación, FAO.

El arroz comercializado por los grandes productores tradicionales asiáticos, por lo general se consume en el mismo continente. Aunque en las últimas décadas, Estados Unidos y los países de Europa mediterránea han adquirido importancia relativa en los intercambios de arroz. Ello se debe a tres razones principales: la necesidad de colocar los excedentes generados por el incremento de la producción, los nuevos hábitos de alimentación en los países desarro-llados (motivados en parte por la creciente inmigración), y el surgi-miento de nuevos nichos de comercialización en los países en desarrollo.

GRÁFICO No. 1

CADENA GLOBAL DEL ARROZ

Fuente: Elaboración propia, con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, UNCTAD.

Los países desarrollados aun-que en su conjunto sólo producen alrededor de 25 millones de tone-ladas de arroz, menos del 5% de la producción mundial, han venido ganando protagonismo en cuanto a la producción y comercialización internacional. En la actualidad con-trolan alrededor del 15% de las ex-portaciones mundiales de arroz y el 20% de las importaciones (UNCTAD, 2005).

En cuanto a las importaciones, los principales importadores son: Indonesia, Nigeria, Filipinas, Irak e Irán, países con altos índices de

consumo y poblacionales, y con limitaciones para expandir su producción.

La UE, que en general es defi-citaria en la producción de arroz (deficitaria para el arroz índica y excedentaria para la japónica), im-porta arroz de Estados Unidos, Tai-landia, India y Pakistán, países del Grupo de Estados de África, el Cari-be y el Pacífico, ACP, y Antillas Holandesas. Como sucede con la mayoría de los países, la UE favore-ce la importación de arroz paddy (granza) y grava en mayor medida el arroz blanco (UNCTAD, 2005).

En cuanto a Estados Unidos aunque su demanda interna se ha venido incrementando en los últimos años, esto no se ha traducido en un aumento sustancial de las importa-ciones; ya que los altos subsidios con que cuentan los productores en este país, estimulan la producción local y limitan la competitividad de otras regiones del mundo.

El ascenso de la producción

arrocera en Estados Unidos

apunta a la Región

Aunque más del 50% del arroz que se produce en Estados Unidos se consume internamente, en las últimas décadas se ha convertido en uno de los principales exportadores. Los Estados Unidos, suministran alrededor del 12% del arroz comer-cializado internacionalmente. Euro-pa, Arabia Saudita, Indonesia, Méxi-co, Centro y Sur América son los principales destinos que ha con-solidado este país, a partir de la promoción de variedades de alta calidad y valor (USARICE, 2005).

La creciente exportación de arroz, por parte de Estados Unidos se basa en la necesidad de este país de colocar el incremento en su oferta relativa de granos. En este aspecto, los productores norteamericanos del llamado cinturón agrícola de Estados Unidos cuentan, con el decidido apoyo del gobierno norteamericano (Stiglitz, 2004). Para ello, el gobierno hace uso de su influencia política internacional, que le ha posibilitado convertir en realidad la necesidad de trasladar al resto del mundo estos excedentes. Mecanismos como los préstamos de la Agencia Internacio-nal para el Desarrollo, AID, y más recientemente los tratados de libre comercio con México y Centroaméri-ca, han sido instrumentos claves, para alcanzar tales fines.

En la actualidad, Estados Uni-dos es el tercer exportador mundial, y América Latina es el principal comprador. Para el 2001 representa-ron el 40% de sus exportaciones. Sus mercados más estables son México, Centroamérica y Haití.

El hecho de que Estados Uni-dos esté orientando sus exportacio-nes a la Región se muestra no sólo en términos absolutos, sino también relativos. En términos per cápita, Centroamérica se ha convertido en el mercado por excelencia para Es-tados Unidos, superado solamente por Haití (Cuadro No. 2).

CUADRO No. 2

PRINCIPALES MERCADOS DE ARROZ PARA ESTADOS UNIDOS

2001

En toneladas métricas

Equivalente arroz de molienda

Mercado

Exportaciones

de Estados Unidos

Importaciones

per cápita Kgs.

Centroamérica

374,451

9.85

México

367,188

3.67

Japón

355,460

2.80

Unión Europea

277,671

0.73

Haití

181,937

25.00

Canadá

184,024

0.95

Arabia Saudita

141,059

6.00

Filipinas

100,950

1.24

Turquía

98,452

1.49

Gana

79,395

3.77

Fuente: United State Departament of Agrículture, USDA.

La política agresiva de Esta-dos Unidos en el campo ha trascen-dido del apoyo directo a los produc-tores, al incorporar el arroz en los tratados comerciales con México y Centroamérica, venciendo la oposi-ción de los sectores arroceros de esos países que pedían que el arroz fuera dejado de lado.1

1. En el caso mexicano el arroz se consideró de poca importancia en las negociaciones comerciales con EE.UU, ya que represen-taba una parte minúscula del Producto In-terno Bruto, PIB, agropecuario, no obstan-te alrededor de veinticinco mil familias rurales dependían de su producción, que además generaba más de treinta y seis mil empleos indirectos. Desde la liberali-zación comercial, la superficie cultivada ha venido disminuyendo, ya que el cultivo ha dejado de ser rentable, dado el bajo costo de las importaciones (Perales, 2004).

Por otra parte, los mercados de exportación de América del Norte y Europa están expandiéndose rápi-damente y están produciendo para sus mercados locales y para la ex-portación variedades altamente coti-zadas. Esto incluye esfuerzos para el mejoramiento, patentado y comer-cialización de arroces "gourmet", cuya demanda en el mercado inter-nacional es cada vez mayor. De ahí el esfuerzo de grandes empresas norteamericanas de patentar las tradicionales variedades aromáticas producidas en Asia, lo que ha gene-rado controversias por la negativa de los productores asiáticos de que esto suceda.

La revelación del genoma

del arroz ¿Una amenaza

para el Tercer Mundo?

En el 2002 la compañía agrí-cola suiza Syngenta anunció la de-codificación de la secuencia de 99.5% del ADN del arroz. Desde entonces las transnacionales agríco-las lideradas por Du Pont se han esforzado por seleccionar los genes que consideraban más útiles modifi-carlos y patentar variedades del producto. Las multinacionales han patentado más de 900 genes estu-diados, que representan rasgos es-pecíficos entre los que figuran la resistencia a sequías, pestes, pesti-cidas y a la salinidad, así como ca-racterísticas nutricionales y aromáti-cas (Tierramérica, 2004).

Estados Unidos no se ha hecho esperar en producir varieda-des genéticamente modificadas. Entre las empresas norteamericanas que han enfocado sus esfuerzos en la mejora genética y patentado de semillas están Rice Tec y US Grain Corporation, esta última en manos de Cargill y Continental que comer-cializa el arroz perfumado basmati originario de la India. Rice Tec ha patentado varias marcas basadas en variedades híbridas que producen granos con características similares o superiores a los del arroz basmati de buena calidad (Tierramérica, 2004).

Sólo una larga disputa origi-nada en 1997 impidió que la Oficina de Patentes de Estados Unidos re-chazara la solicitud de la compañía

Rice Tec para asegurarse los dere-chos intelectuales sobre la palabra basmati (Tierramérica, 2004).

De lo contrario, quizá en un fu-turo, el tradicional arroz asiático habría podido ver en peligro su en-trada al mercado de Estados Unidos, porque habrían sido las multinacio-nales las dueñas de este tradicional producto asiático y de su nombre.

Aunque no existen evidencias de que los productos genéticamente modificados causen daños a la salud humana o al medio ambiente, los países de la UE han cuestionado las importaciones de arroz estadouni-dense con el propósito de evitar el ingreso de arroz transgénico.

En esta dirección Costa Rica ha endurecido los requisitos para importar arroz de Estados Unidos, con el propósito de impedir su ingre-so y evitar tramitar los permisos que exige la Ley de Biodiversidad, para realizar este tipo de importaciones.

La cadena arrocera

costarricense

En Costa Rica actualmente, poco más de 450,000 has se dedi-can a los cultivos agrícolas, de ellas el 27%, unas 120,000 has, corres-ponden a granos básicos, fundamen-talmente maíz, arroz y frijoles (SEPSA, 2003: 51), en los que se basa la seguridad alimentaria del país. La superficie cultivada de arroz ascendió a 52,000 has en el 2003/2004, en manos de 935 pro-ductores, que al proporcionar un rendimiento de 3.99tn/ha, generó una producción de 207,000 tonela-das de arroz granza húmeda y sucia (CONARROZ, 2005).

Anteriormente señalamos que las cadenas de bienes tienen diver-sas estructuras o dimensiones. En los siguientes acápites analizaremos la cadena costarricense.

La estructura insumo-producto

La cadena del arroz para Costa Rica, consta de cuatro seg-mentos: la producción primaria, la industrialización, la comercialización y el consumo, a lo que agregaremos las actividades de apoyo.

GRÁFICO No. 2

SEGMENTOS DE LA CADENA ARROCERA

Fuente: Elaboración propia.

Producción primaria

En Costa Rica, las técnicas de producción son bastante homogé-neas en relación a la mayoría de países asiáticos, diferenciándose entre si los productores costarricen-ses, fundamentalmente por el núme-ro de hectáreas sembradas.

En el cuadro No. 3 se clasifi-can los productores de arroz de acuerdo al número de hectáreas sembradas en el período 2002/ 2003.

Aunque desde el punto de vis-ta numérico los pequeños producto-res predominan, la mayor parte de la producción de arroz está en manos de grandes y medianos productores. En los extremos tenemos que mien-tras el promedio para los pequeños productores está ligeramente por encima de las quince hectáreas, para los grandes productores supera las 500 hectáreas.

Llama la atención que el pro-medio general de siembra para los productores costarricenses está muy por encima del promedio de otros países como Japón que es de 0,8 hectáreas, Tailandia donde las ricas zonas arroceras del país tienen un promedio de cuatro hectáreas (FLAR, 2002), o Nicaragua cuyo promedio es de 4,5 hectáreas.

CUADRO No. 3

COSTA RICA

NÚMERO DE PRODUCTORES SEGÚN ÁREA SEMBRADA

2002/2003

Estrato (HAS)

No.de pro- ductores

%

0-50

654

76

51-199

161

19

Más de 199

41

5

TOTAL

856

Fuente: Corporación Arrocera Nacional, CONARROZ.

En el cuadro No. 4 se observa que en correspondencia con la re-ducción sensible de las tierras desti-nadas a arrozales, ha disminuido el número de productores. Dado que los pequeños productores de secano operan con mayores costos de pro-ducción, se han visto obligados a trasladarse a otras actividades, afec-tando posiblemente al grupo social con mayor arraigo cultural alrededor del arroz.

La reducción del número de productores y del área arrocera, se inició cuando se comenzaron a im-plementar las políticas de ajuste estructural. Pero, ésta no es la única causa, ya que a esta crisis con-tribuye, también, la caída en los precios internacionales del arroz. Así por ejemplo, el precio del arroz US5-55/70 pasó de más de $300 por tonelada, en 1997, a alrededor de $100 por tonelada, en el 2002 (gráfi-co No. 3).

CUADRO No. 4

COSTA RICA

ÁREA SEMBRADA, PRODUCCIÓN Y RENDIMIENTO

Promedio nacional

Años seleccionados

Período

Área sembrada Hectáreas

Producción Ton. granza

Toneladas x hectárea

1980-81

84,629

243,590

2.88

1984-85

72,335

222,740

3.08

1989-90

63,398

245,284

3.87

1994-95

44,112

194,254

4.40

1999-00

66,096

319,565

4.83

2000-01

66,083

274,595

4.16

2001-02

57,000

250,000

4.39

2002-03

48,906

221,414

4.52

2003-04

52,835

207,585

3.93

Fuente: Consejo Nacional de Producción, CNP.

GRÁFICO No. 3

EVOLUCIÓN DEL PRECIO FOB PARA EL GRANZA US2 (en US$).

Período 1994-2003

Fuente: Corporación Arrocera Nacional, CONARROZ.

Lo cierto es que han disminui-do tanto las áreas sembradas, como el número de productores. Así se pasó de 84,629 hectáreas en el ciclo 1980/81 a sólo 60,327 en el ciclo 86/87 (CNP, 2005) y el número de productores disminuyó de alrededor de 5,000 a inicios de los años ochen-ta, a alrededor de 1000 en la actuali-dad (CONARROZ: 2004). Por otro lado, las políticas de apertura y ajus-te estructural, y la adhesión de Costa Rica al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, GATT, consolidaron el marco legal para la aparición en el mercado na-cional de un nuevo elemento: el arroz importado proveniente de otros países, especialmente Estados Unidos.

En cuanto a la producción de semillas Costa Rica es prácticamen-te autosuficiente recayendo princi-palmente en la empresa privada, aunque ha habido una participación mixta; ya que en la certificación de semillas, mejoramiento y promoción de nuevos cultivos participan insti-tuciones públicas. No obstante, en los últimos diez años la labor del Estado ha disminuido, al reducirse la labor orientada al mejoramiento de semillas, que antes realizaba el Mi-nisterio de Agricultura y Ganadería, MAG, (Azofeifa, 2003: comunicación personal).

Procesamiento Industrial

Los industriales inician el pro-ceso de transformación una vez que compran el arroz granza húmeda y sucia (h y s) a los productores, y culmina con la venta a los mayoris-tas. La totalidad del proceso se ilus-tra a través del Gráfico No. 4.

GRÁFICO No. 4

SEGMENTO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

Fuente: Elaboración propia.

El arroz captado por el indus-trial es secado, hasta alcanzar un nivel de humedad adecuado, luego pasa por un proceso de temperado de dos días, después pasa a los silos de almacenamiento, donde puede mantenerse hasta por un año; siempre y cuando se le brinde la atención debida, como control de la humedad y de plagas. La capacidad de almacenamiento es de vital im-portancia para el industrial, ya que de ello depende el abastecimiento oportuno durante todo el ciclo, y por consiguiente, el grado de utiliza-ción de su capacidad instalada. (Hernández, 2005: comunicación personal).

El producto y subproductos

El proceso de molienda o in-dustrialización en granza da lugar a la aparición de arroz pilado, com-puesto en promedio por un 54.5% de grano entero, un 8.5% quebrado (partes de granos mayores de la mitad) y un 3.9% de puntilla (partes de granos menores de la mitad). De la molienda del arroz en granza se

derivan también la harina o semolina (10.37%) y un 22.69% de cascari-lla o granza propiamente dicha (Ofiarroz, 1994/95).

Comercialización

Hasta hace algún tiempo en los anaqueles de los supermercados predominaban los alimentos produ-cidos en la Región. La apertura co-mercial ha conllevado a la importa-ción de productos de alta calidad y bajo precio, generando un déficit creciente en la capacidad productiva nacional.

La comercialización del arroz al menudeo está básicamente en manos de los supermercados que comercializan el arroz con escaso valor agregado, en el mercado na-cional. Aunque existen muchas mar-cas de arroz la diferenciación real obedece principalmente al porcenta-je de grano entero. En los supermer-cados, generalmente se comercializa arroz con 80, 90, 95 y 98% de grano entero. El porcentaje de arroz ente-ro, que aparece claramente identifi-cado en cada bolsa y la marca, son los principales atractivos para el consumidor.

Consumo

Entre 1992/93 y el 2002/2003, el consumo nacional se ha incre-mentado en un 63%, lo que se debe a factores bien definidos: el incre-mento en el consumo per cápita y el crecimiento poblacional.

CUADRO No. 5

COSTA RICA

CONSUMO NACIONAL, MENSUAL Y PER CÁPITA

DE ARROZ PILADO

En toneladas

Años seleccionados

Concepto

1992/93

1994/95

1996/97

1998/99

2000/01

2002/03

Consumo nacional

140,045

155,769

188.189

193,389

201,265

218,940

Consumo mensual

11,670

12,981

15,683

16,116

16,772

18,245

Consumo per cápita

43.81

46.85

55.22

53.56

51.36

54

Fuente: Corporación Arrocera Nacional, CONARROZ.

Hasta inicios de los noventa, Costa Rica era autosuficiente en arroz. No obstante, desde entonces se han disparado las importaciones. En 1992/93 se importaron 23,734 tonela- das de arroz pilado, equivalentes al 26% del consumo nacional; en el per- íodo 2002/2003 se importaron 90,000 toneladas de arroz pilado, alrededor del 42% del consumo nacional (gráfi- co, No. 5).

GRÁFICO No. 5

COSTA RICA

PRODUCCIÓN, CONSUMO NACIONAL

E IMPORTACIONES DE ARROZ

En toneladas métricas

* Equivalente arroz pilado.

Fuente: Corporación Arrocera Nacional, CONARROZ.

Dado que el consumidor se orienta fundamentalmente por marcas y por la relación entre granos quebra-dos y enteros, los industriales y em-pacadores, por lo general, revuelven arroz nacional con importado. Ni el Estado, ni los productores, han im-plementado hasta el momento estra-tegias que diferencian el arroz nacio-nal ante los consumidores.

Localización de la cadena

En la región Chorotega, en co-rrespondencia con la concentración de la producción, se concentran el mayor número de arroceras. En Costa Rica, operaron, en el período 2003-2004, un total de veintitrés arroceras, de las cuales once (47.8%) se con-centran en esta región, seguida de la Meseta Central, con cinco (21.74%).

Las grandes industrias de esta región integran verticalmente varios segmentos de la cadena. Por ejemplo, "El Pelón de la Bajura" para abaste-cerse de la materia prima necesaria para producir arroz, incorpora varias fuentes de abastecimiento: ción propia, arroz importado y pras a otros productores de la región, a los que, a la vez, suministra servi-cios como alquiler de maquinaria, venta de semillas y asesoramiento técnico.

Debido a que la producción nacional de arroz sólo cubre alrede-dor del 60% de la demanda domésti-ca, Costa Rica ha importado, desde 1992, entre 36,000 y 159,000 tone-ladas métricas de arroz granza al año (CNP, 2005b).

En el cuadro No. 6, se mues-tra como ha venido disminuyendo la participación relativa del segmento de la producción, para hacer frente a las necesidades de consumo en la cadena costarricense; lo que a su vez, posibilita el accionar de otros actores ubicados, no necesariamente en Costa Rica. En correspondencia con las importaciones aparecen grupos emergentes de comerciantes (nacionales e internacionales) e in-dustrializadores que buscan consoli-dar su liderazgo.

CUADRO No. 6

COSTA RICA

PORCENTAJE DE SATISFACCIÓN DEL CONSUMO NACIONAL

DE ARROZ

Pilado con producción local

Período 1992/93-2002/2003

Período

Producción nacional

Consumo nacional

% de satisfacción

1992/93

139,022

140,045

99

1993/94

116,609

153,127

76

1994/95

126,906

155,769

81

1995/96

128,247

175,888

73

1996/97

158,384

188,199

84

1997/98

158,333

190,761

83

1998/99

172,138

193,389

89

1999/00

208,772

214,674

67

2000/01

179,392

201,265

66

2001/02

135,837

202,682

67

2002/03

144,650

218,940

66

Fuente. Oficina del Arroz, OFIARROZ, Departamento de Estadísticas del Banco Central.

Instituciones y políticas

de la cadena

Actores institucionales

en la cadena costarricense

Las políticas de apertura im-plementadas en Costa Rica, han modificado a los diferentes actores que intervienen en la cadena como se muestra en el cuadro No. 7.

Dada la disminución y el tras-lado de funciones del sector esta-tal, aparece a partir del 2002 Corporación Arrocera Nacional, CONARROZ, a la que le correspon-de un papel clave en la orientación de una estrategia de largo plazo, en

COSTA RICA

PRINCIPALES CAMBIOS EN LAS POLÍTICAS

HACIA EL SECTOR ARROCERO

Políticas públicas en los años sesenta y setenta

Políticas públicas actuales

Fuerte intervensionismo estatal. A través del Ministerio de Economía, Industria y Comercio, MEIC, Ministerio de Agricultura, MAG, y del Consejo Nacional de Producción, CNP. En-cargados de garantizar estabilidad a cada uno de los eslabones de la cadena.

Disminución del intervencionismo estatal. La política hacia el sector se basa en el sosteni-miento de precios, el Estado a través del MEIC regula los precios dentro de la cadena arrocera.

El Estado, a través del CNP, garantizaba la compra de las cosechas a los productores.

Eliminación de compras a los productores.

Restricción a las importaciones. Se importaba básicamente, cuando había problemas de abastecimiento.

Dado el déficit productivo, el sector arrocero industrial, a través de CONARROZ, realiza importaciones. Cualquiera puede importar pagando el arancel de 35%.

Gran preocupación por la seguridad alimen-taria (concepto afín al autoabastecimiento).

Cambio de filosofía en cuanto a la seguridad alimentaria, más afín con la capacidad de im-portar alimentos.

Asistencia técnica gratuita.

Asistencia mayoritariamente privada.

Fuerte investigación estatal orientada a in-crementar el rendimiento de los granos bási-cos, incluyendo la producción y venta de semillas.

Retraimiento de la labor de investigación por parte del Estado, la producción y venta de semillas es capitalizada por el sector privado.

Fuente: Elaboración propia.

función de preparar al sector de cara a los actuales y futuros acuerdos de libre comercio, particularmente el TLC con Estados Unidos y Repú-blica Dominicana.

CONARROZ nace el 30 de mayo del 2002 con la Ley No. 8285 que crea la Corporación Arrocera Nacional, cuyo objetivo, según el Artículo 1° es:

"Establecer un régimen de re-laciones entre productores y agroindustriales de arroz, que garantice la participación ra-cional y equitativa de ambos sectores en esta actividad económica, y además, fomen-te los niveles de competitivi-dad y el desarrollo de la activi-dad arrocera".

Esto permite a CONARROZ participar directamente en la fijación del precio al productor y en el esta-blecimiento de los márgenes de co-mercialización. De igual forma, CONARROZ interviene en la deter-minación de los montos a importar en cada período y se encarga de distribuir esas importaciones entre sus asociados. No obstante, es el Ministerio de Economía, Industria y Comercio, MEIC, la entidad encar-gada de la aprobación final de los precios y de autorizar importaciones.

CONARROZ, ha planteado que la crisis del sector arrocero se exacerbará si entra en vigencia el Central American Free Trade Agreement (por sus siglas en inglés), CAPTA, ya que al incorporarse el arroz a los acuerdos, se sumarían otros problemas a los ya existentes. Los principales cuestionamientos de CONARROZ al CAPTA, lo constitu-yen los procesos de desgravación paulatina y la salvaguarda bilateral incorporados a los acuerdos. La salvaguarda, durante el período de desgravación, únicamente permite retornar al nivel de arranque del arancel de importación (35%), mien-tras se cierran las posibilidades de uso de las salvaguardas contempla-das en la OMC.

Las políticas de fijación

de precios, en la cadena

costarricense

El punto de partida, en las po-líticas de fijación de precios, se en-cuentra en el primer eslabón de la cadena: la producción primaria. Las estimaciones de los costos de pro-ducción para los productores son realizadas por CONARROZ (véase cuadro No. 8), con base en ello el MEIC, fija el precio al productor.

CUADRO No. 8

COSTA RICA

COSTOS DE PRODUCCIÓN Y PRECIO AL PRODUCTOR

RECOMENDADOS POR EL MINISTERIO DE ECONOMÍA, INDUSTRIA

Y COMERCIO, MEIC, PARA LA FIJACIÓN DE PRECIOS

Junio /1998 a Febrero/ 2003

En colones corrientes/ hectárea

Concepto

Jun-98

Ene-99

Ene-00

Ene-01

Ene-02

Feb-03

Mano de obra directa

10,318

11,780

12,879

14,242

15,844

17,378

Labores Mecaniza- das

103,061

106,380

120,407

124,96

123,826

134,188

Materiales

94,063

99,728

109,348

124,706

131,309

143,072

Otros

18,748

19,210

21,982

29,811

54,307

52,598

Gastos administra- tivos y de ventas

36,128

42,284

46,100

52,725

54,397

59,092

Gastos financieros

19,211

21,976

24,342

24,818

25,433

29,840

Total costos x hectárea

281,528

301,288

334,958

370,899

405,516

436,130

Precios al produc- tor

5,508

5,888

6,240

6,240

6,240

7,240*

* El precio corresponde al fijado en junio del 2003, aunque en noviembre se incrementó de nuevo el precio al productor a 7,900 (equivalente a unos US$ 260 la tonelada métrica).

Fuente: Corporación Arrocera Nacional, CONARROZ.

El precio nominal recomenda-do al productor se mantuvo constan-te, desde enero del 2000 hasta junio del 2003, lo que refleja las dificulta-des por las que pueden pasar los productores cuando los precios al productor no se ajustan.

La negativa del MEIC se basó principalmente en la tendencia bajis-ta del precio internacional del arroz observada desde 1999; y no en crite-rios, que partieran de la necesidad de brindar protección a los pequeños productores. Lo anterior evidencia que Costa Rica pareciera estar lejos de lograr mecanismos de protección

como los que implementa la política agrícola norteamericana y europea, que otorgan precios de garantía para los productores locales, que operan de manera automática cuando los precios internacionales caen.

La caída en el precio interna-cional del arroz, que topó piso en el 2002, cuando llegó a alrededor de $100 la tonelada, sometió a los pe-queños productores de arroz a una severa crisis. El efecto de esa co-yuntura sobre el sector arrocero fue controversial, ya que los industriales que, por lo general, también son grandes productores, pudieron bene-ficiarse de las importaciones baratas, mientras los pequeños productores luchaban por sobrevivir.

La recuperación de los precios internacionales, a partir del 2003, ha generado un contexto más favorable para los productores nacionales, dado que en las actuales condicio-nes resulta rentable producir arroz. No obstante, ha quedado en eviden-cia la volatilidad de este mercado internacional, por lo que no resulta conveniente dejar al libre albedrío el abastecimiento de uno de los princi-pales productos de consumo de la mayor parte de la población.

Orientación de la cadena

para Costa Rica

A través de un vistazo de la actividad arrocera local en el ámbito mundial, podemos señalar las si-guientes características de la activi-dad en el país, desde la perspectiva de su ubicación en la cadena global:

La producción nacional se orienta exclusivamente al mercado local, por lo que la participación de Costa Rica en la cadena global se basa en importaciones.

En los últimos años se ha dado un creciente posiciona-miento de las empresas co-mercializadoras norteamerica-nas en el abastecimiento de arroz importado (como vere-mos en la próxima sección).

Dependencia casi absoluta de insumos y maquinaria im-portada.

Gran vulnerabilidad e incerti-dumbre de la producción local, con respecto a las fluc-tuaciones en los precios internacionales.

Están creciendo en importan-cia los industriales, grandes productores e importadores que desempeñan roles en la producción, industrialización e importación, en lo que fre-cuentemente se entremezclan empresas integradas vertical-mente o comercios.

Podemos observar que el po-sicionamiento del sector arrocero costarricense en la cadena global no es alentador, ya que el sector juega un papel subordinado dentro de la

telaraña que determina su fun-cionamiento global.

En la determinación de la orientación de la cadena local actúan tres agentes, que buscan consolidar su poder dentro de la misma:

Productores e industrializado-res locales.

Empresas comercializadoras internacionales.

Comercializadores e importa-dores locales.

Productores e industrializadores

locales

A diferencia de lo que sucede en la mayoría de las regiones del mundo que producen para el auto-consumo, los productores en Costa Rica, están orientados casi en un 100% hacia el mercado, bajo la lógi-ca de obtener rentabilidad y tomando en cuenta el costo de oportunidad de dedicarse a la actividad.

Entre productores, y entre és-tos y los industriales, puede existir cierto nivel de coordinación e inte-gración horizontal y vertical. Por lo general, los grandes productores tienen sus propios beneficios y even-tualmente comercializan sus propias marcas, lo que mejora su posición competitiva. La arrocera Costa Rica, situada en Alajuela es una muestra de este tipo de industrias, pues compra arroz, que es empacado y comercializado con marcas propias o de sus clientes minoristas.

Por otra parte, El Pelón de la Bajura ejerce un fuerte liderazgo en la región Chorotega en lo referente a técnicas de cultivo de arroz, produc-ción de semillas certificadas, e inves-tigación sobre técnicas de cultivos más amigables con el ambiente (como la siembra directa sobre ras-trojos, que disminuye el uso de quí-micos y la degradación de los suelos). Para desarrollar estas acti-vidades se han aprovechado de una gestión moderna que ha facilitado que instituciones como la Universi-dad de Costa Rica, UCR, realicen actividades de investigación en estas instalaciones.

Empresas comercializadoras

internacionales

Los estímulos a la producción y a las exportaciones de arroz en Estados Unidos y otras regiones del mundo, han hecho competitivos los precios internacionales en esos paí-ses; y, las empresas comercializado-ras no se han hecho esperar para obtener ganancias a partir de la labor de intermediación.

En el caso de las importacio-nes de Costa Rica, éstas son poseí-das por dos empresas comercializa-doras de Estados Unidos, ADM Rice y Rice Company, que se encargan de colocar en el mercado nacional la creciente demanda que no es satis-fecha por la producción doméstica

(Hernández, 2005: comunicación personal).

En Estados Unidos estas em-presas han creado verdaderas redes comercializadoras, que aprovecha las ventajas del río Misisippi. Esta-dos Unidos concentra casi toda su producción en Arkansas, California, Florida, Luisiana, Texas, Misisippi y Missouri. Ahí se concentran los 15 mil productores de arroz de ese país. Casi el 100% de las importaciones de arroz que Costa Rica realiza pro-vienen de Estados Unidos.

Actualmente se dan las condi-ciones para que esa situación siga afianzándose; ya que a la creciente oferta exportable de este país y a su tradicional agresividad en materia de comercio exterior se agrega el CAPTA, que abre contractualmente el mercado costarricense a las ex-portaciones de arroz de Estados Unidos. A ello se suma el factor ge-ográfico, ya que mientras se requiere más de un mes para trasladar un contingente de arroz a Costa Rica desde Asia, se requieren solamente ocho días desde Estados Unidos.

Comercializadores e importadores

locales

Uno de los mayores cambios en la orientación de la cadena, lo constituyen las alianzas entre indus-triales, comerciantes e importadores. Del futuro de estas alianzas y de las facilidades que brinden las políticas públicas depende su consolidación como agentes determinantes en el gobierno de la cadena.

Las cadenas de supermerca-dos, que han establecido alianzas con los industriales, para obtener arroz a menores costos y comerciali-zar sus propias marcas, desempe-ñan un papel cada vez más belige-rante por obtener un mayor control dentro de la cadena. Actualmente, empresas ligadas al comercio al detalle participan directamente en la importación no sólo de arroz empa-cado listo para ser comercializado, sino también de arroz en granza.

En noviembre del 2004, cuan-do existía el riesgo de desabasteci-miento, para la industria local, un grupo de arroceras (Demasa, El Porvenir, Miramar, Costa Rica y la comercializadora Hortifruty, del gru-po Más x Menos), importaron 31,000 toneladas de arroz, equivalentes a cerca de dos meses de consumo nacional.

Esta situación no sólo incre-menta el poder de negociación de estas empresas frente a los indus-triales, sino que también pone en riesgo la alianza que debe existir entre productores e industriales.

Costa Rica: cadena global

del arroz y UPGRADING

En este acápite abordaremos las posibilidades de upgrading pro-

ducción en la cadena de arroz a efectos de derivar las posibilidades de mejorar el posicionamiento de la entidad arrocera nacional en la co-mercialización internacional y de los logros en el campo de la mejora genética.

Liderazgo y 'upgrading'

en la cadena arrocera

Las áreas de 'upgrading'

y sus actores

Diferentes empresas situadas, tanto en países desarrollados como del Tercer Mundo, han implementa-do estrategias de upgrading en dife-rentes áreas. En el cuadro No. 9 se resumen esas áreas de upgrading, con el propósito de conocer las ten-dencias existentes a escala mundial.

CUADRO No. 9

PRINCIPALES ÁREAS DE UPGRADING

DENTRO DE LA CADENA ARROCERA

Áreas de

upgrading

Actores

Estrategia a consolidar

Producción de semillas

Agencias estatales (España, Tai-wán, etc.).

Empresas transnacionales: (Mon-santo, Bayer, Rice Tec, Us Grain Corporation, etc.).

Desarrollo de variedades con alta demanda en función de prote-ger la producción doméstica.

Desarrollo de variedades resis-tentes a pesticidas y herbicidas.

Producción de maquinaria e insumos

Empresas transnacionales (Du- pont, Monsanto, Bayer, etc.).

Fomento de la industrialización de la agricultura.

Gastos en investigación y desa-rrollo.

Patentado de variedades de alta demanda: aromáticas, híbridas y genéticamente modificadas

Productores del Tercer Mundo (China, Pakistán, Uruguay). Empre-sas multinacionales, encabezadas por Monsanto y Dupont.

Esfuerzos por mejorar y rescatar las variedades aromáticas produ-cidas por siglos.

Esfuerzos por aprovecharse de la revelación del genoma del arroz y otros avances de investi-gación.

Continúa…

…viene

Áreas de

upgrading

Actores

Estrategia a consolidar

Industrialización de productos con un mayor valor agregado.

Empresas de países desarrollados y algunas de países en desarrollo. (Estados Unidos, España, Uruguay).

Diferenciación de productos.

Aprovechamiento de variedades con demanda nacional, como base para el upgrading interna-cional (Arroz de Uruguay y de Valencia).

Comercializa- ción internacio- nal

Empresas comercializadoras inter- nacionales (ADM Rice, Rice Com- pany, Louis Dreifus, etc.).

Aprovechamiento de flotas mer- cantes, tecnologías de informa- ción y alianzas con industriales y comercializadores a lo interno de países productores y consumi- dores.

Comercialización interna

Empresas minoristas internaciona- les. Empresas nacionales apoyadas o no por instituciones públicas.

Publicidad promoviendo su consumo, empleo de estrate- gias de diferenciación de pro- ducto.

-Promoción del arroz nacional.

Fuente: Elaboración propia.

Como puede apreciarse en el cuadro anterior los esfuerzos por implementar estrategias de upgrading (local, regional o interna-cional) están presentes a lo largo de todos los segmentos de la cadena. Los encadenamientos, hacia adelan-te o hacia atrás, estarán en depen-dencia del eslabón donde esté pose-sionada la empresa y de su estrategia misma.

El upgrading lo desarrollan las grandes empresas transnacionales que producen insumos y maquina-rias, como Bayer y Monsanto, están encadenadas hacia atrás, ya que también están ligadas a la produc-ción de semillas que requieren el uso de estos bienes para un rendimiento óptimo. Existen empresas produc-toras, como Rice Tec, que tienen sus propias estrategias de indus-trialización y comercialización inter-nacional.

Sin embargo, este proceso re-quiere de estrategias políticas. En el caso de los países que han realizado esfuerzos de upgrading con el pro-pósito de proteger al sector producti-vo doméstico, el éxito de esta estra-tegia depende en buena medida de la adecuada combinación de esfuer-zos públicos y privados, orientados a elevar la productividad y la competi-tividad del sector en su conjunto, incluyendo la protección del mercado doméstico de la amenaza de impor-taciones y el fomento del consumo de variedades nacionales.

Opciones de 'upgrading'

para el sector arrocero

costarricense

En el caso de la actividad arrocera costarricense, la inserción en las cadenas internacionales no es promisoria para el sector. Como ha ocurrido con la mayoría de los gra-nos básicos, la inserción en las ca-denas internacionales se ha dado, no a partir de un esfuerzo que res-ponda a una estrategia de inserción internacional, sino a través de un proceso fortuito en el que se vio envuelto el sector, cuando con el proceso de apertura se eliminaron las barreras externas. De manera que, sin una preparación previa, el sector arrocero que tradicionalmente estuvo protegido, quedó expuesto a los vaivenes del distorsionado mer-cado mundial arrocero.

Así, la cadena del arroz de Costa Rica, que décadas atrás tenía una dimensión muy estrecha, adqui-rió una connotación internacional. Pero, la incorporación del sector en la cadena global, se da de manera subordinada, ya que la tendencia tiende a ubicar en otras regiones del mundo, no solamente la fabricación de insumos, sino también la produc-ción y comercialización del grano.

Dado el estancamiento de los esfuerzos en el campo de la mejora genética y el crecimiento de la pro-ductividad, resulta difícil pensar en la consolidación de una estrategia en el corto o mediano plazo similar a la implementada por países como Es-paña o Taiwán, basada en la mejora genética. No obstante, estas expe-riencias nos evidencian aspectos que deberían mejorarse en una es-trategia orientada a consolidar el sector arrocero nacional:

En la medida de lo posible promover la mejora genética de semillas. Esta mejora debe orientarse no sólo al creci-miento de la productividad, sino también debe considerar la posibilidad de producir nue-vas variedades, para el mer-cado local e internacional.

Promover nuevos métodos de producción, que aprovechen el historial medioambientalista de Costa Rica (arroz orgánico, siembra directa sobre ras-trojos).

Procesamiento industrial, que incentive el punto anterior, lo que implica que la integración debe estar orientada, no so-lamente a las economías de escala; sino también, de cara al desarrollo de nuevos productos.

En el campo de la comerciali-zación, plena identificación del arroz nacional e importado y de las técnicas medioambien-talistas usadas; incluyendo la comercialización de varieda-des nacionales con un mayor valor agregado.

El fortalecimiento de alianzas entre los agentes situados en
los diferentes segmentos de la cadena, con el propósito de incrementar la capacidad de negociación y mejorar la in-formación y reducir costos (in-sumos, uso de maquinarias, etc.).

Para realizar estas tareas se requiere de una estrategia que invo-lucre a los sectores interesados en superar la crisis (productores, indus-triales, Estado y universidades).

Productores

La estrategia llevada a cabo por las empresas cafetaleras más destacadas en Costa Rica, demues-tra que es posible incorporar un ma-yor valor al producto a través de una estrategia de promoción y diferen-ciación de productos. La crisis del café, puso de manifiesto que las empresas que venden productos sin una clara identificación entran en desventaja, con respecto a aquellas que implementan políticas de dife-renciación de productos. El sector cafetalero de Costa Rica, imple-mentó una estrategia de diferen-ciación de productos, a partir de nuevos métodos de producción (co-mo café orgánico) y comercialización que tuvieron como punta de lanza la promoción en Europa y Norteamé-rica de marcas que promueven el comercio justo y la protección al medio ambiente y un mejoramiento de la calidad a lo interior.

China, India y Egipto, sin tener la bandera del medio ambiente izada tan alta como Costa Rica, aunque con una mayor tradición arrocera, realizan importantes esfuerzos por producir variedades de arroz más cotizadas: orgánicas y aromáticas.

Industriales

En los anaqueles de los su-permercados encontramos cada vez una mayor variedad de productos provenientes de otros mercados, fundamentalmente Estados Unidos, España y Uruguay, países que han logrado diferenciar sus productos a través de marcas, empaques y la adición de especias. La mayor parte de esos productos cuentan con una diferencia de precios muy significati-va, con respecto a los arroces genéricos.

Por lo tanto, existen varias op-ciones de mejora competitiva que pueden implementarse en función de participar en este mercado emer-gente de arroces con un mayor valor agregado:

Emular las experiencias exito-sas de las firmas arriba men-cionadas, con el propósito de suplir la creciente demanda nacional de estos productos.

Buscar nuevos productos, más fáciles de cocinar, más acor-des con la propia idiosincrasia costarricense (gallo pinto, arroz precocido, condimenta-
do, etc.), o con la tradición medio ambientalista de Costa Rica.

Aprovechar el reconocimiento medio ambientalista ganado por Costa Rica, para que los productos producidos con téc-nicas más acordes con el am-biente, lleven las debidas es-pecificaciones (arroz orgánico, siembra directa sobre rastro-jos, etc.).

Centros de investigación

(universidades)

Dado el retraimiento de la la-bor de investigación por parte de instituciones como el MAG y CNP, las universidades tienen la posibili-dad de ser un vínculo importante entre los productores y el avance científico-tecnológico que se da a nivel mundial, por lo que, pueden contribuir a la ampliación de los co-nocimientos de los productores na-cionales.

En esa dirección la estrategia de CONARROZ, de conjugar la in-vestigación en coordinación con diferentes universidades y centros de investigación como el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, INCAE, Universidad de Costa Rica, UCR, Universidad Nacional, UNA, resulta acertada.

Gobierno

La globalización económica está llevando a una concentración sin precedentes de la industria semi-llera y de las técnicas de cultivo, volviendo la producción a escala mundial más intensiva en capital, en la medida en que ha ido eliminando a los pequeños productores, dado que no pueden enfrentarse a los altos costos de la producción industrial.

En Costa Rica, con el proceso de apertura la mayor parte de los pequeños productores de la década de los años ochenta han salido de la palestra. De ahí que el gobierno deba realizar esfuerzos, tanto nacio-nales como internacionales, en fun-ción de la conservación de la pro-ducción nacional de este alimento básico. Entre las prioridades que podría basarse la labor del Estado tenemos:

En tanto los principales com-petidores de los productores nacionales mantengan subsi-diados a sus productores, el gobierno debe mantener pro-tegido al sector, sin que ello implique el estancamiento del fomento competitivo.

Fomentar la investigación en coordinación con los producto-res y las universidades de nuevas variedades y méto-dos de cultivo que contemplen
no sólo el rendimiento, sino también la calidad del grano.

Promover programas de con-sumo que destaquen las cua-lidades del arroz producido en el país, lo que implica desarro-llar nuevas formas de presen-tación del grano.

Establecer controles que evi-ten la concentración de la pro-ducción, únicamente, en ma-nos de grandes productores, promoviendo el crédito a los arroceros pequeños.

Conclusiones

La forma en que se llevó a ca-bo la liberalización comercial en Costa Rica, dejó expuesto el sector arrocero local a los vaivenes en los precios internacionales del arroz y a otros factores adversos, generándo-se cambios importantes en el funcio-namiento de la estructura de la ca-dena arrocera costarricense. Dentro de esos cambios se destacan:

La salida del mercado de los productores de arroz más vul-nerables. Aunque tradicional-mente la producción había es-tado en manos de alrededor de cinco mil productores, la mayoría pequeños y media-nos, el 80% de ellos han desaparecido. Lo que refleja que la crisis del sector arroce-ro está produciendo un cambio
en los estratos de productores, afectando particularmente a los más vulnerables.

La apertura sin un previo acondicionamiento del sector arrocero a la nueva realidad, ha afectado severamente su estabilidad, dada la dificultad de la producción nacional para competir con las importacio-nes. El país que a inicios de los años ochenta era autosufi-ciente en la producción de arroz, ha dejado de serlo y debe importar entre 50,000 y 150,000 toneladas métricas de arroz al año, dejando el abas-tecimiento de uno de los prin-cipales alimentos de los costa-rricenses a merced de la economía mundial.

La apertura a las importacio-nes ha posibilitado no sólo que comerciantes sino también in-dustriales realicen importa-ciones, permitiéndoles obte-ner ganancias extraordinarias cuando los precios internacio-nales son bajos. Esta situa-ción, por un lado, genera el riesgo de romper el vínculo que debe existir entre la agricultura y la agroindustria y por otro, crea problemas a la hora de implementar políti-cas para proteger a los pro-ductores más vulnerables (como los precios de garant-ía), ya que muchos industria-les también son productores e importadores.

No obstante, pese a los costos que ha tenido que pagar el sector con el proceso de apertura, también se han generado efectos positivos:

Junto a la disminución de la participación del sector estatal se ha dado un incremento en la beligerancia del sector pri-vado, el que tiene una mayor conciencia de que las políticas sectoriales deben conducir al incremento de la eficiencia del sector en su conjunto.

Se ha dado un fortalecimiento de las asociaciones y coopera-tivas de productores e indus-triales, vinculados entre sí a través de CONARROZ. Esta última busca consensuar con el sector estatal una estrategia conjunta de apoyo al sector arrocero.

Pese a la disminución de la beligerancia del sector estatal, el arroz sigue siendo el único grano básico cuyo precio es regulado de manera oficial, con el propósito de compensar las distorsiones existentes en el mercado internacional. Por lo que, los efectos de la aper-tura han sido menos dramáti-cos que en el caso de otros granos básicos como el maíz y los frijoles.

Como compensación, ante la falta de políticas de largo plazo hacia el sector arrocero; CONARROZ se esfuerza por consolidar su agenda de competitividad. No obstante, el alcance de esta propuesta, está en dependencia del apoyo que reciba el sector arrocero del institucional-estatal.

Recomendaciones

Una de las hipótesis principa-les de las cadenas productivas es que la globalización exige vincularse con las empresas líderes más impor-tantes de la industria (Gereffi, 2001), pero el desarrollo no debe de darse de cualquier forma, ya que la incor-poración pasiva vuelve vulnerable la producción doméstica con respecto a otras regiones del mundo. En este sentido resulta relevante para los productores e industriales de Costa Rica, observar la evolución de los mercados internacionales y el posi-cionamiento del sector arrocero cos-tarricense con la finalidad de imple-mentar una estrategia de mejora competitiva para el largo plazo.

Si bien es cierto, la estrategia para el sector arrocero en el corto plazo debe enfocarse en la rentabili-dad del cultivo, es necesario tomar en cuenta, dentro de una estrategia de largo plazo, la necesidad de dife-renciar el producto en función de preservar los actuales nichos de mercado y participar de las opor-tunidades que presenta el mercado globalizado.

En cuanto a las políticas esta-tales de apoyo, éstas deben discri-minar en función de los productores más vulnerables, con el propósito no

sólo de conservar la producción de este alimento básico, sino también con la finalidad de implementar una política sostenible en términos de empleo.

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