documentos
Política Agrícola
Centroamericana 2008-2017:
Una agricultura competitiva
Consejo Agropecuario e integrada para
Centroamericano, CAC* un mundo global
INSTRUMENTO REGIONAL QUE PLANTEA LAS ACCIONES DEL SECTOR AGRÍCOLA A NIVEL DEL ÁREA CENTROAMERICANA, DIRIGIDAS A ENFRENTAR LOS RETOS DE INICIOS DEL SIGLO XXI, Y ASÍ ALCANZAR UN MAYOR GRADO DE DESARROLLO EN ESTA MATERIA, DURANTE LOS PRIMEROS DIEZ AÑOS.
PALABRAS CLAVES: AGROINDUSTRIA / POLÍTICA AGRARIA / COMPETITIVIDAD / GLOBALIZACIÓN / CENTROAMÉRICA
Presentación
Centroamérica vive un mo-
mento histórico en su proceso de
__________________________________
* Órgano del Sistema de la Integración Centroamericana, SICA.
Reconocimientos
En el proceso de formulación de la
Política Agrícola Centroamericana, han parti-
cipado funcionarios del sector público agrope-
cuario centroamericano y de sectores relacio-
nados, organismos regionales e
internacionales, representantes de organiza-
ciones regionales y nacionales del sector
privado agropecuario, del cooperativo, de la
sociedad civil, académicos, proveedores de
insumos y servicios, cuyas opiniones han sido
consideradas y en una gran mayoría de casos
incorporadas en este documento.
incorporarse a la economía interna-
cional y, de esta manera, impulsar
__________________________________
Merecen un reconocimiento especial
los integrantes del Grupo de Trabajo de los
Ministerios de Agricultura, que lideraron técni-
camente el proceso de formulación de la
Política Agrícola Centroamericana; la Secre-
taría del Consejo Agropecuario Centroameri-
cano (SCAC), que coordinó ese proceso;
RUTA y el IICA, por el apoyo técnico y finan-
ciero que proveyeron desde su inicio, y el
BCIE, la PAO, el OIRSA, el SICTA y la
SIECA, por el apoyo técnico que brindaron.
Asimismo, se agradecen, los aportes de los organismos, empresarios, consultores y expertos que participaron en los Grupos Técnicos y de Expertos, así como de la Fun-dación ETEA para el Desarrollo y la Coopera-ción, que acompañó todo el proceso.
Recibido: 15 de diciembre del 2007.
Aceptado: 31 de marzo del 2008.
su desarrollo económico y social en
una forma sostenible.
El actuar conjuntamente les
permite a los siete países de la re-
gión enfrentar de mejor manera los
retos comunes de dicho proceso y
aprovechar las ventajas tradicionales
de la integración, entre ellas la cons-
trucción de un mercado integrado,
estrategias comerciales más ambi-
ciosas apoyadas en economías de
escala; ser más atractivos para la
inversión externa e interna; poder
aprovechar de mejor forma la coope-
ración internacional e incrementar la
capacidad negociadora frente a
terceros.
Estos factores cobran una
mayor importancia en el caso del
sector agrícola, entendido este en su
concepción ampliada, en la que no
solo se incluyen las actividades pro-
ductivas primarias, agrícolas y pe-
cuarias, sino también las de trans-
formación y comercialización de los
productos agropecuarios, ya que los
cambios estructurales que están
ocurriendo en los mercados mundia-
les están transformando el papel de
la agricultura.
Por una parte, la apertura co-
mercial ofrece múltiples retos al sec-
tor agrícola en su rol tradicional de
abastecedor de materias primas y
alimentos. Entre estos retos están: la
demanda de alimentos seguros y de
calidad; un mayor nivel de compe-
tencia, tanto en los mercados inter-
nacionales como en el mismo mer-
cado regional; la concentración de
valor en los eslabones de las cade-
nas agroproductivas comerciales
más cercanos al consumidor final;
los nuevos desarrollos tecnológicos
basados en las tecnologías de la
información y comunicación y en el
desarrollo del conocimiento; la de-
fensa y fortalecimiento del patrimo-
nio sanitario y fitosanitario de la re-
gión; y un mayor compromiso con la
preservación del medio ambiente.
Por otra parte, el sector agrí-
cola ha comenzado a jugar un papel
protagónico en la producción de
energía, un área de importancia
estratégica en el ámbito internacio-
nal, debido a lo cual se pueden reva-
luar algunas actividades agrícolas
estratégicas, como la producción de
granos básicos, en la que participan
miles de pequeños productores cen-
troamericanos y que está estrecha-
mente relacionada con la seguridad
alimentaria de la región. Además,
la agricultura ha empezado a
desempeñar otros roles no tradicio-
nales, como aquellos vinculados con
el turismo y con los servicios
ambientales.
En consecuencia, la Política
Agrícola Centroamericana, en ade-
lante también denominada la Políti-
ca, se orienta al logro de una visión
renovada y compartida, que guíe las
acciones del sector agrícola dirigidas
a enfrentar los retos de inicios del
siglo XXI y lograr así un mayor nivel
de desarrollo durante los próximos
diez años.
El contenido de la Política ha sido el resultado de un amplio pro-ceso de diálogo entre el sector públi-co, el privado y la sociedad civil,
tanto a lo interno de los siete países centroamericanos como en el ámbito regional. Este proceso, que fue lide-rado por el CAC, contó además con el apoyo de organismos regionales e internacionales que brindan coope-ración al sector agrícola regional.
La Política fue aprobada por el Consejo de Ministros del CAC y acogida con beneplácito por los Je-fes de Estado y de Gobierno de los Países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), el 19 de octubre y el 12 de diciembre de 2007, respectivamente, como el "instrumento clave para fortalecer la integración regional, la competitivi-dad del sector agrícola, la seguridad alimentaría regional, así como para propiciar un mayor acceso de los pe-queños y medianos productores a los beneficios de la integración regional y la complementariedad entre los sectores público y privado" (Acuerdo 20 de la Declaración de la XXXI Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países del SICA).
Lic. Bernardo López
Ministro de Agricultura, Ganadería
y Alimentación de Guatemala
y Presidente Pro Témpore
del Consejo Agropecuario
Centroamericano
I. Importancia, retos
y oportunidades del sector
agrícola en Centroamérica
El sector agrícola desempeña
un papel muy importante en el desa-
rrollo económico y social de Centro-
américa como una fuente tradicional
de empleo, generadora de alimentos
para la población rural y urbana y
productora de aproximadamente la
mitad del valor total de las expor-
taciones de la región. Desde hace
dos décadas se ha intensificado
una serie de cambios importan-
tes a nivel político, económico y
social que han tenido un impacto
significativo sobre el sector y que
plantean nuevos retos y oportunida-
des.
Situación e importancia
del sector agrícola
en la región
Centroamérica: Una región
con características similares...
En conjunto los siete países del istmo centroamericano poseen una extensión territorial de 521.610 km2. Poseen abundantes recursos naturales y una gran riqueza de sue-los, recursos hídricos, bosques y recursos marinos. La biodiversidad que hay en ellos es una de las más ricas del mundo.
FIGURA No. 1
CENTROAMÉRICA: POBLACIÓN TOTAL, POBLACIÓN RURAL
Y PIB PER CÁPITA
Nota: PIB per cápita expresado en US$ constantes del año 2000.
Fuente: CEPAL, 2007.
La población de Centroaméri-
ca suma 40,2 millones de habitantes
y la población rural representa cerca
de la mitad (45,5% para el año
2005). El país más poblado es Gua-
temala, con algo menos de 13 millo-
nes de habitantes, y el menos po-
blado es Belice, con 268,000
personas. En Belice, Guatemala y
Honduras, la población rural suma
más del 50% de la población total,
mientras que en Costa Rica, El Sal-
vador, Nicaragua y Panamá es cerca
de un 40% del total.1
en que la agricultura juega un
papel muy relevante en la eco-
nomía...
En años recientes, la contribu-
ción directa del sector agrícola al
PIB, medida en las cuentas naciona-
les de los países, representa cerca
del 20% en Guatemala y Nicaragua,
entre el 10% y el 15% en Honduras,
El Salvador y Belice y menos del
10% del PIB en Costa Rica y Pa-
namá. Pese a que este porcentaje
ha ido reduciéndose paulatinamente
desde 1990, los eslabonamientos de
la agricultura hacia atrás y hacia
delante con otros sectores de la
economía son amplios.
Más específicamente, el sec-
tor primario agrícola está en estre-
cha relación con otros sectores co-
mo el agroindustrial y el de
producción de alimentos por medio
de las cadenas agroproductivas co-
merciales en rubros como café, ba-
nano, azúcar, aceites, harinas, con-
centrados, frutales, carne, lácteos,
pesca y acuicultura, entre otros. Esto
implica que, si se considera al sector
agrícola ampliado (SAA) corno un
conjunto, su participación en el PIB
es mucho más significativa. Por
ejemplo, en Guatemala, Honduras y
Nicaragua, el aporte estimado del
SAA al PIB en el año 2004 superó el
30%.2
La importancia del sector agrí-
cola también se manifiesta en térmi-
nos de su contribución al comercio
intra y extrarregional. Desde 1990, el
comercio intrarregional se ha incre-
mentado significativamente, con una
participación destacada del sector
agrícola. Las exportaciones intrarre-
gionales pasaron de US$671 millo-
nes en 1990 a US$3.912 millones en
el año 2005, de las cuales el 32%
corresponde a exportaciones de
bienes agrícolas. Sin embargo, el
potencial de crecimiento es aún muy
importante, como refleja el hecho
de que en el 2006 las exportaciones
intrarregionales alcanzaron los
US$4.429 millones. En lo que res-
pecta al comercio extrarregional, el
sector agrícola juega un rol aún más
importante, ya que en el 2005 las
exportaciones del sector representa-
ron un 47,5% del total de las expor-
taciones de la región3.
y es una de las fuentes de trabajo
más importantes a nivel regional y
la principal en el medio rural...
El sector agrícola no es solo la
fuente de empleo más significativa
en el medio rural, sino que también
es un sector que actúa como
"colchón" para el empleo urbano en
caso de crisis. Por ello, los porcenta-
jes de ocupados en actividades agrí-
colas son bastante más elevados
que el aporte del sector a la produc-
ción regional.
En el año 2005, en Guatemala
y Honduras el 36% de la población
ocupada se dedicó a actividades
agrícolas, en Nicaragua el 29%, en
Panamá y El Salvador alrededor del
19% y en Costa Rica el 15%. Buena
parte de ese empleo agrícola, espe-
cialmente en los países con porcen-
tajes más elevados, corresponde a
la denominada "economía campesi-
na", conformada por trabajadores
por cuenta propia y trabajadores
familiares no remunerados, que tra-
bajan con baja productividad en una
economía de subsistencia y con
elevados niveles de incidencia de la
pobreza.
4. RUTA, 2007: Estudio sobre trabajadores
rurales en el Istmo Centroamericano.
5. CEPAL, 2004: Panorama Social de Amé-rica Latina y el Caribe, 2002-2003.
Considerando únicamente el
medio rural, el sector agrícola ab-
sorbe más de la mitad de ocupados
rurales en toda la región (54,1%),
aunque su importancia relativa varía
entre países. Su importancia es ma-
yor en Nicaragua, Honduras, Gua-
temala y Panamá, donde emplean a
más de la mitad de los ocupados
rurales. En Belice y El Salvador me-
nos de la mitad de los ocupados
rurales trabaja en el sector agrícola,
y en Costa Rica apenas un tercio de
ellos se dedica a la agricultura.
Además, es importante tener
en cuenta que el propio desarrollo
del sector agrícola crea una deman-
da de servicios rurales de comercio,
transporte, procesamiento y otros. El
crecimiento de estos servicios ha
provocado que la proporción del
empleo agrícola con respecto al
empleo rural total se haya venido
reduciendo durante la última década.
Muestra de ello es que, entre 1993 y
2003, el empleo agrícola como por-
centaje del empleo rural total se
redujo del 63% al 53,4%, mientras
que el empleo no agrícola aumentó
su peso en la economía de un 37%
a un 46,6%4.
pero con una baja productividad
que limita la competitividad de los
productos centroamericanos...
Pese a que la productividad
del sector agropecuario regional
entre 1990 y 2000 aumentó en pro-
medio un 20% en términos de valor
de producción per cápita en valores
constantes (es decir, un promedio
cercano al 2% anual), este importan-
te aumento se debió principalmente
a la recuperación económica que se
inició en 1990 tras la fuerte caída
sufrida en los años ochentas.
Tomando en consideración el
período 1980-2000, la productividad
promedio solo experimentó una muy
baja tasa de crecimiento de un 0,4%
anual5. Estos bajos niveles de pro-
ductividad, que limitan la competiti-
vidad del sector agrícola centroame-
ricano frente a otros países, están
influidos por aspectos como la baja
educación de la fuerza de trabajo, la
falta de adopción de nueva tecnolog-
ía y procesos de transferencia tec-
nológica y una limitada inversión
público-privada, entre otros.
Sin embargo, en la región hay
experiencias exitosas de inserción
en los mercados internacionales con
productos como azúcar, café, frutas
y hortalizas, entre otros, que de-
muestran la capacidad competitiva
de Centroamérica. Además, estas
experiencias ponen de manifiesto
que el sector agrícola tiene la capa-
cidad de aprovechar las oportunida-
des que se presentan a escala inter-
nacional.
6. RUTA, 2007: Estudio sobre trabajadores rurales en el Istmo Centroamericano.
y la pobreza es predominante en
el medio rural...
Centroamérica presenta ma-
yores tasas de pobreza en las áreas
rurales que en las urbanas. En el
año 2003, de los 18,7 millones de
personas pobres que había en la
región, 12 millones vivían en las
áreas rurales; es decir, el 64% de los
pobres viven en las áreas rurales.
Este patrón se repite en todos los
países: la incidencia de la pobreza
entre los habitantes de las áreas
rurales es superior a la de los habi-
tantes urbanos para cada uno de los
países de la región (ver cuadro 1).
Además, la incidencia de la pobreza
es mayor en los hogares de los rura-
les ocupados en actividades agrope-
cuarias (70,9%) que en las no agro-
pecuarias (40,6%)6.
Los residentes en las áreas
rurales también enfrentan carencias
básicas en aspectos tales como el
acceso al agua potable y el sanea-
miento, la educación, los servicios
de salud, la electricidad, entre otras.
Aunque el acceso a ciertos servicios
ha mejorado considerablemente en
la última década, la inversión de los
gobiernos en las áreas rurales ha
sido insuficiente, puesto que los
hogares rurales siguen presen-
tando mayores carencias que los
urbanos.
CUADRO No. 1
PORCENTAJE DE INCIDENCIA DE LA POBREZA
EN CENTROAMÉRICA
|
CA |
BLZ |
CRI |
SLV |
GTM |
HND |
NIC |
PAN |
2003 |
1995 |
2005 |
2004 |
2002 |
2003 |
2001 |
2005 |
|
Pobreza total |
48,4 |
33,0 |
21,2 |
47,5 |
60,2 |
74,8 |
69,3 |
33,0 |
Rural |
65,1 |
42,5 |
22,7 |
56,8 |
68,0 |
84,8 |
76,9 |
47,8 |
Urbana |
33,2 |
20,6 |
20,0 |
41,2 |
45,3 |
62,7 |
63,8 |
24,4 |
Fuente: Belice: Kairí Consultants Ltd, 1996; otros países: CEPAL, 2007.
sin olvidar la vulnerabilidad del sector agrícola...
7. Secretaría Ejecutiva del CAC, con base
en datos de CEPAL.
La ubicación y la geografía de Centroamérica hacen que esta re-gión esté expuesta a la incidencia de variadas amenazas naturales (hura-canes, el fenómeno de El Niño, erupciones volcánicas, inundacio-nes, deslizamientos y otros), ante las cuales la agricultura y el medio rural han mostrado ser particularmente vulnerables. Las mediciones dispo-nibles de los últimos desastres ocu-rridos en Centroamérica confirman que una buena parte de las pérdidas se concentran en el sector agrope-cuario. A modo de ejemplo, de los
más de US$6.000 millones en daños atribuidos al paso del huracán Mitch en 1998, prácticamente la mitad de ellos (49%) se registraron en el sec-tor agropecuario7.
Además de la magnitud y re-
currencia de amenazas naturales,
otro factor que incrementa la vulne-
rabilidad del sector agrícola de la
región es la fragilidad ambiental.
Entre los factores que aumentan la
fragilidad ambiental de la región se
encuentran los relacionados con el
uso del territorio, incluido el desor-
denado y poco planificado proceso
de urbanización, y los que tienen
que ver con la adopción de prácticas
insostenibles, como la inadecuada
disposición de desechos, la sobre-
explotación del recurso hídrico y el
pobre tratamiento de las aguas ne-
gras, la deforestación y la agricultura
en laderas sin planes de manejo y
conservación de suelos.
Además de los riesgos natura-
les y ambientales, el sector agrícola
centroamericano está sujeto a otros,
como el riesgo de mercado (por los
cambios de precios internacionales
de los bienes agrícolas o los cam-
bios en los patrones de consumo de
terceros países), los riesgos finan-
cieros (por la evolución de los tipos
de cambio) y los riesgos sanitarios y
fitosanitarios (ingreso y difusión de
plagas o enfermedades).
y su debilidad institucional...
9. CEPAL, 2003. Pobreza y vulnerabilidad
social: mercado de trabajo e inversión
social en el Istmo Centroamericano a ini-
cios del milenio
Las reformas que se imple-
mentaron en los años noventas (en
el marco del llamado Consenso de
Washington) llevaron al desmante-
lamiento de algunos entes del sector
agrícola e implicaron cambios en
aspectos de su institucionalidad (le-
yes, normas), limitando significati-
vamente su capacidad de definir la
política sectorial. Se privatizaron sus
activos y funciones, se ajustaron los
presupuestos, se redujo el personal
y se focalizó la acción en la provisión
de servicios públicos para los grupos
de menor capacidad8. En este nuevo
marco, los ministerios de agricultura
perdieron también muchos de los
instrumentos tradicionalmente em-
pleados para hacer política agrope-
cuaria (fijación de precios, fijación de
aranceles y cuotas de importación y
exportación, tasas de interés prefe-
renciales, etc.).
A lo anterior, se agregó la con-
tracción del gasto público real agro-
pecuario entre 1990 y 2001 en la
mayoría de países centroamericanos
(excepto en Nicaragua), en particular
el orientado a infraestructura, inves-
tigación y transferencia tecnológica9.
Esta reducción en los presupuestos
hizo que en los noventas la inversión
en caminos, escuelas rurales y agrí-
colas, obras de drenaje y áreas de
riego fuera muy limitada e insuficien-
te para impulsar un crecimiento sos-
tenible del sector agropecuario y del
medio rural.
La reducción del peso del sec-
tor público implicó el traslado de un
mayor poder de decisión al mercado
en temas como definición de precios
o estrategias de mercadeo. Sin em-
bargo, la escasa institucionalidad
privada existente, concentrada prin-
cipalmente en gremios productores
de ciertos bienes (en especial para
la exportación) no ha conseguido el
logro de mayores niveles de eficien-
cia. La poca competencia en los
mercados hace que los beneficios a
menudo no se distribuyan de mane-
ra equitativa entre productores, in-
termediarios y consumidores.
2. Retos y oportunidades del
sector agrícola
La situación actual del sector
agrícola centroamericano descrita en
el apartado anterior ofrece múltiples
desafíos que el sector debe enfren-
tar y oportunidades que debe apro-
vechar. La identificación de las ac-
ciones claves y su correcta
implementación deben permitir al
sector agrícola centroamericano
fortalecer su papel como generador
de riqueza y contribuir a la reducción
de la pobreza.
En cuanto al proceso de inte-
gración económica en la región se
plantea el desafío de aprovechar
plenamente las potencialidades del
mercado centroamericano para la
agricultura. Para ello, las economías
de la región deben desarrollar es-
tructuras productivas que las hagan
cada vez más complementarias en-
tre sí. Además, este proceso no se
está dando únicamente a nivel políti-
co, sino que el mismo mercado, con
la aparición de nuevos actores como
las cadenas de supermercados re-
gionales, está impulsando la rees-
tructuración de los mercados agríco-
las centroamericanos.
El principal reto a que se en-
frenta el sector agrícola es aumentar
su competitividad para aprovechar el
entorno comercial favorable resulta-
do de los avances en la liberaliza-
ción del comercio a nivel multilateral
y los tratados de libre comercio sus-
critos (o en vías de ser suscritos) por
la región. El objetivo es aprovechar
las mayores oportunidades de nego-
cios con terceros mercados, pero
también mantener o aumentar la
presencia en el mercado centroame-
ricano, mediante el avance y la pro-
fundización del proceso de integra-
ción económica, principalmente la
conformación de la Unión Aduanera
Centroamericana. La razón es que el
proceso de apertura es bidireccional,
lo que implica que, además de con-
solidar la oferta exportable de la
región, también abre los mercados
regionales a productos provenientes
de otros socios comerciales.
Con el fin de aprovechar al
máximo la apertura comercial e inte-
gración, uno de los principales de-
safíos es aumentar la productividad
en el uso de los factores (tierra, ma-
no de obra, capital, conocimiento) de
los grandes, medianos y pequeños
agricultores de la región. Aunque
como ya se ha mencionado en
algunos productos se han alcan-
zado logros importantes en la pro-
ductividad en otros esta sigue siendo
muy baja. En este sentido, la apari-
ción de nuevas soluciones que com-
binan tecnologías tradicionales y
biotecnologías ("eco-tecnologías"), o
la agricultura orgánica, plantean
nuevas oportunidades de desarrollo
económico.
Otro reto para el sector agríco-
la es la formulación de políticas que
consideren la diversidad de actores
con que cuenta la región, entre ellos
los pequeños productores, que son
los que enfrentan mayores dificulta-
des para acceder a los mercados y
beneficiarse de los procesos de
apertura comercial. Aun entre los
pequeños productores es necesario
diferenciar a los indígenas, los jóve-
nes y las mujeres rurales, que son
los que presentan mayores caren-
cias en cuanto a medios de produc-
ción y recursos de capital financiero
y humano para el incremento de la
productividad.
Para contribuir a aumentar la
productividad, también se debe lo-
grar que los países de la región in-
crementen su inversión en capital
humano e infraestructura física, lo
que hace necesario que construyan
instancias de concertación con otras
instituciones públicas. El aumento
sustancial de la formación en capital
humano, especialmente a través de
la mejora de la educación y forma-
ción profesional (en especial la edu-
cación técnica agrícola), salud y
seguridad laboral en las áreas rura-
les, es determinante para aumentar
la productividad laboral y el creci-
miento productivo. Por otro lado, es
preciso hacer un esfuerzo adicional
de inversión para la modernización y
el desarrollo de infraestructura (puer-
tos, aeropuertos, carreteras, teleco-
municaciones) que permita el acceso
de los productores a nuevos mer-
cados y reducir los costos de
transacción.
Además, los procesos de
apertura comercial generan, a su
vez, importantes desafíos, como la
necesidad de fortalecer la condición
sanitaria y fitosanitaria de la región
mediante el mejoramiento de los
sistemas cuarentenarios y el cum-
plimiento de los requerimientos sani-
tarios y fitosanitarios internacionales
y de los principales socios comercia-
les de la región.
Sin embargo, se están gene-
rando oportunidades que permitirían
reducir estas brechas productivas:
II. Contexto hemisférico
y regional
Durante la II Reunión Ministe-
rial sobre Agricultura y Vida Rural en
las Américas, celebrada en Panamá
en el año 2003, los ministros de agri-
cultura adoptaron una agenda com-
partida de largo plazo para el mejo-
ramiento de la agricultura y la vida
rural en las Américas: el Plan AGRO
2003-2015. El Acuerdo Ministerial
Hemisférico de Panamá fue avalado
por los Presidentes y Primeros Mi-
nistros en la Declaración de Nuevo
León de la Cumbre Extraordinaria de
las Américas (Monterrey 2004).
El Plan Agro 2003-2015 para
la Agricultura y la Vida Rural con-
templa una visión compartida al
2015, objetivos estratégicos para la
focalización de esfuerzos, acciones
estratégicas para avanzar hacia el
logro de esos objetivos y la formula-
ción e implementación de agendas
hemisféricas bianuales, la más re-
ciente de ellas aprobada en Antigua,
Guatemala, en julio de 2007.
El objetivo general que guiará
las acciones de la Política Agrícola
Centroamericana es consecuente
con el desarrollo sostenible de la
agricultura y de las comunidades
rurales, objetivo superior del Plan
Agro. Asimismo, la Política contribui-
rá de manera significativa a alcanzar
los objetivos estratégicos de prospe-
ridad rural, seguridad alimentaria,
posicionamiento internacional, com-
petitividad, sustentabilidad, equidad
y gobernabilidad que propone alcan-
zar el Plan Agro.
Por otra parte, la Política se
enmarca en el contexto del Sistema
de la Integración Centroamericana
(SICA), constituido en 1991, cuyo
objetivo fundamental es lograr la
integración de los países de Centro-
américa y, de esa manera, convertir-
la en una región de paz, libertad,
democracia y desarrollo. El SICA
tiene dentro de sus propósitos pro-
mover en forma armónica y equili-
brada el desarrollo económico, so-
cial, cultural y político de sus
Estados miembros y de la región en
su conjunto, así como fortalecerla
como un bloque económico para
insertarlo exitosamente en la eco-
nomía internacional.
El Consejo Agropecuario Cen-
troamericano (CAC), integrado por
los ministros de agricultura de los
países del Istmo, al amparo de sus
competencias, ha liderado en los
ámbitos técnico y político la formula-
ción de la Política Agrícola Centroa-
mericana. El CAC articula sus accio-
nes con otros foros ministeriales
sectoriales en el marco del SICA,
con los cuales comparte una agenda
de temas de carácter intersectorial.
La Política mejorará las relaciones
intersectoriales existentes, en parti-
cular las que se establecen con el
Consejo de Ministros de Integración
Económica (COMIECO), la Comisión
Centroamericana de Ambiente y
Desarrollo (CCAD) y el Consejo de
Ministros de Salud de Centroamérica
(COMISCA).
En el contexto de la integra-
ción económica centroamericana, la
Política Agrícola Centroamericana
está directamente relacionada con el
proceso de conformación de la
Unión Aduanera Centroamericana,
proceso en el cual participan Costa
Rica, El Salvador, Guatemala, Hon-
duras y Nicaragua, mediante la eje-
cución de planes de acción orienta-
dos a resolver algunos aspectos que
tocan directamente al sector agríco-
la, entre ellos los siguientes: la ar-
monización arancelaria de productos
agrícolas sensibles, la liberalización
de los productos que aún no gozan
de libre comercio en el ámbito regio-
nal y la armonización o convergencia
de medidas sanitarias y fitosanita-
rias, incluido el fortalecimiento de
puestos de control cuarentenario en
las aduanas periféricas. Otro tema
relevante para el sector agrícola es
la coordinación de medidas para la
administración de contingentes y
donaciones de insumos y produc-
tos agropecuarios, así como el reco-
nocimiento mutuo de registros
sanitarios.
Por otra parte, el Banco Cen-
troamericano de Integración Econó-
mica (BCIE) ha aprobado reciente-
mente su Estrategia de
Agronegocios para Centroamérica,
la cual se propone desarrollar
herramientas financieras (seguros
contra eventos climáticos, contratos
a futuro, servicios de garantías par-
ciales en agricultura, líneas de crédi-
to adecuadas a la agricultura regio-
nal, crédito estructurado y cadenas
de valor, financiamiento de largo
plazo para elevar la capacidad
agroindustrial en la región, sistemas
de crédito educativo agrícola, etc.),
programas de investigación, meca-
nismos para la modernización sani-
taria y otras herramientas para el
agronegocio regional. El alineamien-
to de esta estrategia del BCIE en
apoyo a la ejecución de la Política
Agrícola Centroamericana generará
una sinergia necesaria con el fin de
incrementar el impacto en el sector.
En forma complementaria al
proceso de integración económica,
las relaciones entre el sector del
ambiente y el de la agricultura se
han estrechado en los últimos años.
La formulación conjunta de una
agenda intersectorial entre el Conse-
jo de Ministros de Agricultura y el de
Ministros de Ambiente fue el punto
de partida de ese proceso, el cual se
ha consolidado con la participación
de los Ministros de Salud de Centro-
américa. En junio de 2006 se acordó
la elaboración de la Estrategia Re-
gional Agroambiental, que abordará
el manejo sostenible de tierras (ges-
tión de recursos hídricos y foresta-
les, ordenamiento territorial), el cam-
bio climático, la biodiversidad y los
negocios verdes, entre otros aspec-
tos.
La Secretaría Ejecutiva del
CAC coordina en el nivel operativo la
realización de acciones específicas
con otras instituciones regionales y
participa permanentemente en la
Comisión de Secretarías del SICA.
Además, mantiene relaciones de
trabajo con otras instituciones regio-
nales, entre ellas la Secretaría Ge-
neral del SICA, la SIECA, la
OSPESCA, el INCAP, el BCIE, el
CRRII, el CEPREDENAC, el SICTA,
el OIRSA y la SISCA.
Por otra parte, en el sector pri-
vado existen diversas organizacio-
nes regionales del sector agropecua-
rio o directamente relacionadas con
el sector, tales como la FECAGRO,
la FECAEXCA, la FECALAC, la
FEDAVICAC, la FECARROZ, la
FECCAPORC, la FECESCABO y
AICA. Estas organizaciones partici-
pan en los mecanismos instituciona-
les de consulta regional, que sirven
de contraparte al CAC, y serán be-
neficiarias directas de la ejecución
de la Política Agrícola Centroameri-
cana. Además, existen otras instan-
cias o redes regionales, tales como
la CCC-CA, la ACICAFOC y la
ACEAS, que constituyen otros acto-
res relevantes para la ejecución de
la Política.
La política agrícola regional es
un importante paso del proceso de
integración centroamericana y pre-
tende mostrar a la sociedad los be-
neficios tangibles que se derivan de
dicho proceso.
La formulación de una política
agrícola regional tiene algunos ante-
cedentes recientes dentro del proce-
so de integración centroamericana;
no obstante, el proceso de formula-
ción de la misma logró una mayor
focalización y selección de sus pro-
puestas, centrándose solo en algu-
nas de las áreas de política impor-
tantes para el sector y proponiendo
un nuevo marco institucional nacio-
nal y regional, acorde con lo necesa-
rio para su ejecución. Además, esta
iniciativa surge del interés y protago-
nismo de los propios países y, con el
liderazgo de los ministerios de agri-
cultura, ha estado sometida a un
amplio proceso de consulta con el
sector privado y la sociedad civil.
Como se ha indicado ante-
riormente, una política agrícola re-
gional puede proporcionar a los paí-
ses un marco propicio para el diseño
y la ejecución de acciones dirigidas
aprovechar algunas ventajas tradi-
cionales de la integración, entre ellas
la construcción de un mercado inte-
grado, estrategias comerciales más
ambiciosas apoyadas en economías
de escala; la posibilidad de atraer
mayor inversión externa e interna y
cooperación internacional y el incre-
mento de la capacidad negociado-
ra como resultado de la acción
conjunta.
La Política Agrícola Centroa-
mericana pretende:
ií) Brindar un mayor acceso de
los pequeños y medianos pro-
ductores a los beneficios de la
integración regional, promo-
viendo acciones que faciliten
su incorporación al mercado
regional a través de alianzas
productivas y comerciales
orientadas a consolidar y
desarrollar mercados regiona-
les y extra-regionales.
iii) Fortalecer la institucionalidad
regional pública y privada
del sector agrícola ofreciendo
un marco general para el
diseño de políticas agrícolas
nacionales.
El conjunto de medidas de la
Política Agrícola Centroamericana
también contribuirá a la seguridad
alimentaria regional, generando em-
pleo y estabilidad de ingresos
para los productores y trabaja-
dores agrícolas, contribuyendo a
garantizar la disponibilidad, acceso,
consumo y utilización biológica de
alimentos saludables y de calidad
para los consumidores centroameri-
canos, mediante la producción y el
comercio.
Para el desarrollo de los ins-
trumentos de ejecución de la Políti-
ca, se tendrán como factores de
primer orden la promoción de la
equidad de género, étnica y etaria y
el impulso de la responsabilidad
social de las empresas.
Otro aporte relevante de la
Política es la búsqueda de solucio-
nes compartidas para una serie de
problemas del sector que trascien-
den las fronteras de los países o que
son comunes a todos ellos, como
por ejemplo los relacionados con el
ambiente, la sanidad agropecuaria,
la innovación tecnológica y la gestión
de riesgos, así como los asociados a
la vulnerabilidad frente a fenómenos
climáticos adversos recurrentes en la
región.
La Política Agrícola Centroa-
mericana se constituye, además, en
una plataforma para impulsar desde
el sector agrícola algunas medidas
que no son estrictamente de su
ámbito de competencia o que son de
responsabilidad intersectorial. En
este sentido, se han identificado
temas relevantes que deberán abor-
darse en forma complementaria a
esta política, como por ejemplo el
mejoramiento de la infraestructura
rural (caminos rurales e infraestruc-
tura productiva) y la facilitación y
regulación de migraciones intrarre-
gionales para labores agrícolas.
IV. Principios, alcances
y objetivo
Las acciones desarrolladas en
el marco de la Política Agrícola Cen-
troamericana se sustentarán en los
principios establecidos en el Proto-
colo de Tegucigalpa a la Carta de la
Organización de Estados Centroa-
mericanos (ODECA) y en el Protoco-
lo de Guatemala al Tratado General
de Integración Económica, resaltán-
dose y complementándose con los
siguientes:
La Política tendrá los siguien-
tes alcances:
Los beneficiarios de la Política
son todos aquellos involucrados en
el sector: productores, agroempresa-
rios y sus organizaciones; inversio-
nistas; proveedores de insumos y
servicios financieros y no financie-
ros; consumidores; población rural
en general, gobiernos y organismos
de cooperación técnica y financiera,
los cuales podrán alinear de mejor
manera sus acciones a una política
regional.
Promover una agricultura cen-
troamericana sostenible, moderna,
competitiva, equitativa, articulada
regionalmente, concebida como
sector ampliado, con capacidad de
adaptarse a nuevos roles y oportuni-
dades, así como de fomentar la
complementariedad entre actores
públicos y privados.
Regionales
La Política Agrícola Centroa-
mericana descansa sobre dos ejes
articuladores: i) competitividad y
agronegocios y ii) financiamiento y
gestión de riesgos. En el primer eje
se incluyen las áreas de política
relacionadas con el comercio ultra y
extrarregional, sanidad agropecuaria
e inocuidad de los alimentos y tec-
nología e innovación. En el segundo
eje se incorporan la promoción del
financiamiento rural y la gestión
de riesgos.
Además de estos dos ejes, se
han definido tres temas transversa-
les que tienen que ver con la aten-
ción especial que requiere la peque-
ña agricultura empresarial, el
compromiso con la gestión ambien-
tal y las acciones necesarias en
cuanto al desarrollo de la institucio-
nalidad nacional y regional para
garantizar la ejecución de la Política.
En este capítulo se presenta
una valoración de la situación regio-
nal en los ejes, las áreas y los temas
transversales de la Política, así co-
mo las medidas regionales de políti-
ca acordadas en ellos.
FIGURA 2
EJES, ÁREAS PRIORITARIAS Y TEMAS TRANSVERSALES
Ejes
Competitividad y agronegocios
Financiamiento y gestión de riesgos
Comercio intra y extrarregional
Sanidad agropecuaria e inocuidad de los alimentos
Tecnología e
innovación
Financiamiento
Gestión de riesgos
Áreas prioritarias
Temas
transversales
Pequeña agricultura empresarial
Gestión agroambiental
Desarrollo institucional
Esta valoración de la situa-
ción regional se deriva del amplio
proceso de diálogo y discusión
sobre el contenido de la Política e
incorpora los aspectos más rele-
vantes planteados en las consultas
nacionales y la consulta regional
realizadas para su formulación.
Asimismo, cabe destacar que
las medidas regionales de la Política
se han definido tomando en conside-
ración los siguientes aspectos:
ii) que algunas de las soluciones
más relevantes para los pro-
blemas del sector deben abor-
darse con una lógica intersec-
torial que involucra la
participación no solo del CAC
y de los ministerios de agricul-
tura, sino también de otros ac-
tores relevantes en el ámbito
regional, por lo que se reque-
rirá una fuerte acción para
promocionar la participación
de estos;
iii) que la política regional com-
plementa los esfuerzos que se
realizan a nivel nacional y no
los sustituye;
iv) que los recursos disponibles y
los que se puedan obtener pa-
ra la ejecución de la Política
serán siempre limitados en re-
lación con las necesidades
existentes, lo que implica un
esfuerzo de priorización;
v) que existe un importante de-
sarrollo de acciones regiona-
les en el sector y que es posi-
ble alinear muchas de ellas
para apoyar la ejecución de
esta política regional;
vi) que la ejecución de las accio-
nes de la Política en su con-
junto debe contribuir al logro
de objetivos superiores, tales
como la seguridad alimentaria,
el desarrollo rural, la reducción
de la pobreza y la gobernabili-
dad en los pueblos centroa-
mericanos.
1. Eje de competitividad
y agronegocios
En el Eje de Competitividad y
Agronegocios se parte del entendi-
miento de la competitividad como la
capacidad de una empresa o sector
de implementar estrategias dirigidas
a crear valor que le permita acceder
y permanecer exitosamente en el
mercado.
Los agronegocios en Centro-
américa han basado su competitivi-
dad casi exclusivamente en el apro-
vechamiento de ventajas
comparativas que proporcionan los
recursos naturales y el bajo costo de
la mano de obra. El planteamiento
tradicional en general ha estado
basado en la producción de genéri-
cos de origen agrícola de poco valor
agregado, con bajo aprovechamiento
de la tecnología y baja productividad.
En un entorno de rápidos avances
tecnológicos y de concentración de
poder en los sistemas de distribu-
ción, es necesario contribuir a la
transformación productiva y moder-
nización del sector agropecuario en
Centroamérica a través de una ma-
yor integración intersectorial, por el
impacto de sus decisiones en la
producción, la seguridad alimentaria,
la salud pública, el comercio, la
competitividad, el turismo y el medio
ambiente. Asimismo, se hacen ne-
cesarias la coordinación y la integra-
ción estratégica entre el sector públi-
co y el privado, con el fin de
dinamizar los actores de las cadenas
agroproductivo-comerciales y el
mercado de los servicios para la
agricultura.
El comercio de productos
agropecuarios requiere un especial
esfuerzo en materia sanitaria y fito-
sanitaria (que incluye la inocuidad de
los alimentos) para garantizar la
protección de la vida y la salud de
las personas, animales y la sanidad
vegetal, así como para facilitar el
comercio intrarregional y extrarre-
gional y aprovechar las ventajas
competitivas en el sector agrícola,
que permita la consolidación de una
oferta exportable regional acorde
con los requerimientos sanitarios y
fitosanitarios internacionales y de
sus socios comerciales.
Esta situación se encuentra li-
gada a la capacidad institucional de
los países para la aplicación efectiva
de las exigencias sanitarias y fitosa-
nitarias, y la necesidad de contar con
una visión compartida con el sector
privado, con el fin de alcanzar una
mayor confiabilidad en sus procesos
e incrementar la credibilidad ante
sus usuarios y socios comerciales.
Existen ejemplos consolidados
que demuestran la capacidad del
sector agrícola centroamericano
para insertarse y mantenerse exito-
samente en los mercados interna-
cionales, lo que muestra el potencial
competitivo de la región.
No obstante, en la fase de
formulación y consulta de la Política
Agrícola Centroamericana, se identi-
ficaron una serie de restricciones
para que el comercio de la región
pueda aprovechar las oportunidades
de su entorno y lograr un mayor
aporte al desarrollo del medio
rural y de los países de la región en
general.
Algunas de estas restricciones
son las siguientes:
Para el abordaje de estos y
otros puntos críticos que permitan
lograr una mayor competitividad en
el sector agrícola la región no parte
de cero. En los ámbitos nacional y
regional en forma integrada se están
realizando esfuerzos que facilitan la
implementación de las acciones
incluidas en este eje de la Política
Agrícola Centroamericana.
Es importante tomar en cuenta
que el horizonte de la aplicación de
los componentes de este eje permite
ir evaluando y realizando los ajustes
necesarios propios del entorno cam-
biante de la agricultura; de esta for-
ma se podrán incluir los asuntos
emergentes que deban ser conside-
rados para lograr mayores niveles de
competitividad en los sectores agrí-
cola y rural, fomentando los agrone-
gocios, las cadenas de valor y la
inserción de todos los que dependen
de esta actividad económica.
Medidas regionales
Esta medida busca: i) reposi-
cionar al sector en los contextos
nacional y regional, con el objetivo
de que los ministerios de agricultura
y el CAC tengan una mayor influen-
cia en el proceso de toma de deci-
siones, procurando incrementar la
inversión pública en el sector; ii)
mejorar la imagen del sector mos-
trando que existen actividades ren-
tables, competitivas y con tecno-
logías innovadoras; y iii) mejorar la
percepción del trabajo en el campo
como una actividad moderna, gene-
radora de riqueza y atractiva para los
jóvenes rurales.
Instrumento para la im-
plementación: programa regional
para la difusión de una imagen posi-
tiva de la agricultura ampliada.
Los cambios estructurales en
los mercados internacionales de
productos agrícolas han tenido un
gran impacto en la región. En estos
casos, acciones nacionales con un
sentido más integral y el acompa-
ñamiento de una estrategia regional
pueden significar una oportunidad
para conciliar intereses económicos
y, así, contribuir a reducir la pobreza
y a la seguridad alimentaria.
Un ejemplo concreto para
atender asuntos emergentes es la
estrategia regional para la produc-
ción y el comercio de granos bási-
cos, ya aprobada por el Consejo de
Ministros del CAC, dado el creci-
miento excepcional en la demanda
internacional de maíz amarillo para
la producción de biocombustibles, lo
que ha encarecido y dificultado las
importaciones de ese producto es-
tratégico para la región.
Entre otros aspectos, esta es-
trategia considera los siguientes:
incrementar la producción regional;
perfeccionar el libre comercio
intrarregional; privilegiar el abaste-
cimiento regional; establecer un
sistema de información sobre los
granos e insumos relevantes; moni-
torear los principales mercados y
precios internacionales; considerar
la perspectiva climática y los pronós-
ticos operativos para la siembra;
establecer redes de especialistas en
tecnología e innovación; promover el
acceso a seguros, servicios de ga-
rantía y recursos financieros; impul-
sar la inversión y mecanismos de
coinversión para rehabilitar y moder-
nizar infraestructura; fomentar la
negociación conjunta para obtener
semillas e insumos claves para la
producción y promover la asociativi-
dad de pequeños y medianos
productores.
Instrumento para la im-
plementación: mecanismo de
coordinación público-privado para
atender situaciones excepcionales
que incidan en el sector agrícola.
3. Promoción de mecanismos de
mercado transparentes, efi-
cientes y eficaces que contri-
buyan a modernizar los servi-
cios de intermediación
comercial
Para promover la inserción en
los mercados de la agricultura regio-
nal, es necesario contar con meca-
nismos novedosos de comercializa-
ción que sean adaptables a las
realidades socioculturales específi-
cas y al nivel de desarrollo de cada
cadena agroproductivo-comercial,
que se dirijan al manejo transparente
de la información y negociación,
que brinden servicios con valor
agregado y que faciliten el desarrollo
empresarial, incluido el de pequeños
productores.
Entre estos mecanismos se
encuentran las centrales mayoristas
no tradicionales, los centros de aco-
pio territoriales, las subastas públi-
cas y las bolsas agropecuarias de
físicos y futuros; los mecanismos de
vinculación a las cadenas de super-
mercados y con la agricultura de
contrato. Estos mecanismos se en-
cuentran en diversos niveles de de-
sarrollo en los países centroameri-
canos y en cada uno de ellos hay
experiencias exitosas. Algunos de
ellos tienen un potencial interesante
como generadores o facilitadores del
comercio intrarregional.
La promoción de estos meca-
nismos se realizará mediante el es-
tablecimiento de redes regionales, la
divulgación de servicios y la capaci-
tación de pequeños y medianos pro-
ductores en su uso, el desarrollo
de marcos regulatorios para su fun-
cionamiento y regionalización y el
intercambio de experiencias e infor-
mación, entre otros.
Instrumentos para la im-
plementación: i) fortalecimiento de
las bolsas de productos y su integra-
ción en el nivel regional; ii) desarrollo
de nuevos instrumentos de financia-
ción y manejo de riesgos; iii) pro-
gramas de capacitación a producto-
res y compradores sobre el uso de
mecanismos de comercialización; iv)
programas para desarrollar la agri-
cultura de contrato y vinculación
con cadenas de supermercados; y v)
red de centrales mayoristas en
Centroamérica.
4. Evaluación, fortalecimiento e
integración de los sistemas de
información y de inteligencia
competitiva
Se proveerá al sector agrícola
de un análisis del entorno competiti-
vo, de las oportunidades de nego-
cios y de la posición de las empre-
sas, cadenas agroproductivas
comerciales y/o subsectores en el
mercado.
Se establecerá un sistema re-
gional que, entre sus componentes,
incluirá la formación de capacidades
para la recopilación y el análisis de
información a nivel nacional y su
integración con el sistema regional;
la identificación y análisis de oportu-
nidades de negocios; el manejo de
información secundaria sobre co-
mercio, precios, mercados, produc-
ción e indicadores económicos,
legales y políticos incluida en bases
de datos; y el análisis del entorno y
de la competencia.
Una especial atención se brin-
dará a la difusión de información, al
desarrollo de capacidades y a la
provisión de asistencia para que los
diversos actores del sector agrícola
regional utilicen de la mejor manera
posible la información del Sistema.
Los países de la región miem-
bros de la Organización de Informa-
ción de Mercados de las Américas
(OIMA), han avanzado en el diseño
de un programa para el fortaleci-
miento de los sistemas de informa-
ción de mercados agropecuarios, el
cual puede constituir una plataforma
para el desarrollo del instrumento
que se propone en esta medida.
Instrumento para la im-
plementación: Sistema regional
de inteligencia competitiva.
5. Promoción de mecanismos
que faciliten la integración
nacional y regional de los
actores de las cadenas
agroproductivo-comercia-
les, con especial atención a
la inserción de la pequeña
agricultura empresarial
La formación de alianzas es-
tratégicas entre el sector público y el
privado conduce a mejorar las con-
diciones de vida de los actores de
las cadenas agroproductivo-
comerciales, tanto en el ámbito na-
cional como en el regional. Asimis-
mo, las cadenas pueden aumentar la
competitividad del sector a través de
su integración y fortalecimiento, así
como de la definición de una agenda
de trabajo que tome en cuenta las
características técnicas, económi-
cas, comerciales, tecnológicas, am-
bientales y sociales de los diferentes
actores.
Se identificarán y priorizarán
cadenas en que existen problemas
comunes entre los países del CAC,
los cuales puedan atenderse a partir
de acciones regionales, así como
estructuras de negocios reales o
potenciales que presenten encade-
namientos regionales.
A nivel nacional se partirá de
la definición de una agenda de traba-
jo con acciones dirigidas a mejorar la
competitividad de la cadena. Luego
se establecerá un comité representa-
tivo encargado de dar seguimiento al
cumplimiento de la agenda de traba-
jo. Dicho comité estará integrado por
representantes de asociaciones de
productores, cooperativas de pro-
ductores, industrias de transforma-
ción, cooperativas agroindustriales,
empacadores, empresas de comer-
cialización y distribución interna y
externa; instituciones públicas de
mayor incidencia en la cadena; aso-
ciaciones de consumidores. Para
cada cadena priorizada se estable-
cerá una secretaría técnica, la cual
ejecutará la agenda nacional.
También se establecerá un
comité regional para cada cadena, el
cual promoverá el desarrollo de la
competitividad de los actores, el
mejoramiento del acceso a merca-
dos, los encadenamientos e inter-
cambios regionales orientados a
lograr un mejor posicionamiento y
una mayor competitividad en el mer-
cado regional e internacional, así
como el desarrollo de programas
regionales de preinversión e inver-
sión que atiendan sus asuntos
críticos.
Para aprovechar las ventajas
de acceso a los mercados interna-
cionales, se hace necesario reforzar
la difusión, transferencia e intercam-
bio de experiencias en materia de
procesos y desarrollo de productos,
lo cual será fundamental para avan-
zar más rápidamente en el mejora-
miento de la competitividad de las
empresas.
Adicionalmente, se requiere
implementar una estrategia de pro-
moción comercial que visibilice y
mejore el posicionamiento de los
productos agrícolas de la región en
los mercados internacionales, la cual
incluirá ruedas de negocios, misio-
nes comerciales, la participación
conjunta en ferias, el desarrollo de
marcas colectivas y de sellos de
diferenciación (denominación de
origen y otros). Esta estrategia se
orientará a mejorar las capacidades
que permiten aprovechar de mejor
manera los acuerdos comerciales.
Instrumentos para la im-
plementación: i) programa de
implementación de acuerdos de
competitividad de las cadenas agro-
productivas comerciales; ii) progra-
ma regional de promoción comercial;
iii) programa de cooperación hori-
zontal; y iv) programa regional de
asociatividad de pequeños producto-
res a las cadenas agroproductivas
comerciales.
6. Modernización de servicios
privados dirigidos al sector
agrícola
Esta medida tiene el propósito
de fortalecer el mercado de servi-
cios especializados con proyección
regional, entre los cuales sobresalen
los servicios de asistencia técnica,
transferencia de tecnología, mecani-
zación, riego, capacitación, infor-
mación, comercialización, gestión
empresarial, establecimiento y pro-
moción de alianzas comerciales,
reconversión productiva, logística,
transporte, certificación de material
genético animal y vegetal, denomi-
nación de origen y otros distintivos
de diferenciación.
Un especial énfasis se dará a
la provisión de apoyo a las organiza-
ciones del sector privado interesadas
en ofrecer servicios que antes eran
provistos únicamente por entes
públicos.
Instrumentos para la im-
plementación: i) fondos competiti-
vos regionales; ii) programa regional
de capacitación en servicios para el
sector agrícola; y iii) programa de
inversión para la modernización de
servicios privados dirigidos al sector
agrícola.
Los países que participan en
el proceso de conformación de la
Unión Aduanera Centroamericana,
en forma coordinada con la Secretar-
ía Ejecutiva del CAC y el OIRSA,
formularon una estrategia regional
para la modernización de los pues-
tos cuarentenarios periféricos, la
cual se implementará en el período
2007-2010. Esta estrategia tiene el
propósito de elevar la eficiencia y la
eficacia de los servicios cuarentena-
rios y facilitar el comercio, para lo
cual se ejecutarán acciones dirigidas
a: i) modernizar la infraestructura; ii)
dotar de equipo moderno y tecnolog-
ía adecuada; iii) capacitar y fortale-
cer el recurso humano; iv) eliminar la
discrecionalidad en los puestos de
cuarentena; v) reducir los tiempos de
diagnósticos en los puntos de ingre-
so; vi) establecer los controles nece-
sarios para el seguimiento y evalua-
ción del trabajo; y vii) mantener una
mayor coordinación entre las autori-
dades sanitarias, fitosanitarias y el
sector privado.
Esta estrategia incorporará a
Belice y Panamá, una vez que se
concluyan los diagnósticos de sus
respectivos puestos de control cua-
rentenario, con lo que se ampliaría el
ámbito de esta medida a los siete
países del istmo centroamericano.
La estrategia se implementará
en coordinación con OIRSA y el
Proyecto de Apoyo al Diseño y Apli-
cación de Políticas Comunes Cen-
troamericanas (ADAPCCA), finan-
ciado por la Unión Europea y
ejecutado por la SIECA.
Instrumentos para la im-
plementación: i) proyecto regio-
nal para la modernización de los
puestos cuarentenarios periféricos
de la UAC; ii) programa para la im-
plementación de normas y sistemas
de gestión de la calidad; iii) progra-
ma de capacitación; iv) estrategia de
incentivos y motivación a los funcio-
narios; y v) estrategia de selección y
renovación de los cuadros técnicos.
8. Revisión y armonización de
la normativa sanitaria y fito-
sanitaria
Se fortalecerá la capacidad
institucional para lograr la armoniza-
ción o convergencia de normas sani-
tarias y fitosanitarias en los ámbitos
nacional y regional, definiendo pro-
cesos de actualización continuos en
concordancia con la normativa inter-
nacional.
Para tal propósito, la revisión y
la actualización del Reglamento
Centroamericano sobre Medidas y
Procedimientos Sanitarios y Fitosani-
tarios es un factor determinante, así
como la implementación de los
acuerdos que se están desarrollando
en el marco del proceso de confor-
mación de la Unión Aduanera Cen-
troamericana, entre los que se pue-
den mencionar: i) la identificación,
publicación y puesta en línea de los
requisitos técnicos sanitarios y fito-
sanitarios en los países de la UAC;
ii) la directriz sanitaria y fitosanitaria
para la facilitación del comercio de
productos agropecuarios originarios
de los Estados Partes de la UAC; iii)
las directrices y procedimientos en
materia de inocuidad de los alimen-
tos; iv) la implementación de las
resoluciones COMIECO 117-2004 y
175-2006, que liberan 515 productos
y subproductos de origen vegetal
que por su naturaleza quedan exen-
tos de la autorización de importación
y del certificado fitosanitario de ex-
portación; y v) la ejecución de las
recomendaciones del diagnóstico
realizado de los puestos cuarentena-
rios de la UAC.
Instrumentos para la im-
plementación: i) operación y
fortalecimiento del Comité Centroa-
mericano de MSF; ii) fortalecimiento
del Subgrupo de MSF y articulación
con otros subgrupos relacionados en
el proceso de la UAC; iii) creación
y/o fortalecimiento de comités nacio-
nales de MSF en los países de la
región; y iv) fortalecimiento de los
comités nacionales de Codex Ali-
mentarius y articulación de estos con
los comités nacionales de Medidas
Sanitarias y Fitosanitarias.
9. Creación y adecuación de
sistemas de certificación re-
lacionados con la sanidad
agropecuaria y la inocuidad
de los alimentos
Esta medida se concentra en
la elaboración de reglamentos y
procedimientos que permitan esta-
blecer un sistema, centroamericano
de certificación sanitaria y fitosanita-
ria armonizado y auditado.
Instrumentos para la imple-
mentación: i) programa de capaci-
tación en temas relacionados con la
inspección, la verificación y la certifi-
cación; ii) programa de auditoría; y
iii) programa de certificación de pro-
ductos y/o procesos.
10. Fortalecimiento del uso del
análisis de riesgos por parte
de los países de la región
Se establecerá una estrategia
para fortalecer y consolidar las uni-
dades nacionales de análisis de
riesgo sanitario y fitosanitario, la cual
contemplaría la creación de la Uni-
dad Regional de Análisis de Riesgos
Sanitarios y Fitosanitarios, así como
un sistema que permita el acceso a
fuentes de información sobre salud
animal, sanidad vegetal e inocuidad
de los alimentos.
Instrumentos para la im-
plementación: i) programa de
capacitación continuo; ii) sistema
integrado de información del OIRSA,
la OIE y el PFI-CIPF; iii) suscripción
a fuentes de información (CAE Abs-
traéis, Crop Protection Compendium,
PQR, entre otras); y iv) Unidad Re-
gional de Análisis de Riesgos Sanita-
rios y Fitosanitarios.
11. Desarrollo de acuerdos de
equivalencia en MSF entre los
países de la región y sus so-
cios comerciales
Lo primero que llevara a cabo
para lograr estos acuerdos, será
elaborar y poner en práctica los pro-
cedimientos técnicos y administrati-
vos, según lo establecido en el Re-
glamento Centroamericano sobre
Medidas y Procedimientos Sanitarios
y Fitosanitarios y en la normativa
internacional de referencia. Asimis-
mo, es necesario crear las capaci-
dades para evaluar el desempeño de
los sistemas de sanidad agropecua-
ria e inocuidad de los alimentos de
los países, esto con el fin de identifi-
car y fortalecer las áreas suscepti-
bles para fijar equivalencias.
Instrumentos para la im-
plementación: i) programa de
capacitación continua; ii) promoción
del intercambio de experiencias con
países que han reconocido sistemas
de equivalencia en MSF; iii) meca-
nismo regional de seguimiento a las
negociaciones de acuerdos de equi-
valencia; y iv) revisión y aprobación
de acuerdos sobre el tema entre los
países de la región y sus socios
comerciales.
12. Desarrollo de las capacidades
de los laboratorios oficiales
para garantizar su competen-
cia y obtener reconocimiento
internacional
Para el desarrollo de las ca-
pacidades de los laboratorios oficia-
les que les permitan garantizar su
competencia y obtener reconoci-
miento internacional, se debe reali-
zar un diagnóstico del estado actual
de dichos laboratorios y de las nece-
sidades específicas en términos de
infraestructura, equipamiento, capa-
cidad técnica; también se deben
identificar los laboratorios que se
puedan utilizar a escala regional,
dada su capacidad actual o
potencial.
Además, debe promoverse el
fortalecimiento de las capacidades
de los laboratorios oficiales a través
de la implementación de sistemas de
aseguramiento de la calidad, la
acreditación para el reconocimiento
de su competencia técnica y la pro-
moción de la participación activa en
redes internacionales para mejorar
sus sistemas de calidad y fortalecer
la cooperación técnica y científica
regional e internacional.
En el marco del Proyecto de
apoyo al diseño y aplicación de
políticas comunes centroamericanas
(ADAPCCA), se ha previsto el otor-
gamiento de fondos para comprar
equipo de laboratorio y, de esta ma-
nera, fortalecer los laboratorios
oficiales.
Instrumentos para la im-
plementación: i) diagnóstico de
los laboratorios; ii) implementación
de sistemas de calidad en los labora-
torios —ISO 17025, QMS (Quality
Management System)— y de las
buenas prácticas de laboratorio, iii)
acreditación de los laboratorios; iv)
reconocimiento de laboratorios pri-
vados; y v) participación de los labo-
ratorios oficiales en redes interna-
cionales y regionales.
13. Establecimiento de pro-
gramas de prevención,
control y erradicación de
plagas y enfermedades que
restringen el comercio y
ponen en riesgo la salud
humana
Se fortalecerán los programas
existentes, entre ellos los dirigidos a
prevenir la brucelosis, la tuberculo-
sis, la rabia, las enfermedades rojas
de los porcinos (erisipela, fiebre por-
cina clásica y salmonelosis) y las
enfermedades aviares (Newcastle,
influenza aviar, laringotraqueítis y
salmonelosis). También se estable-
cerán sistemas de vigilancia de pla-
gas reglamentadas, entre otras Trips
palmi, cochinilla rosada, gorgojo
khapra, nemátodo dorado, amarilla-
miento letal del cocotero, carbón del
arroz y moscas de la fruta.
Se valorará la conveniencia de
establecer nuevos programas nacio-
nales y regionales dirigidos a la pre-
vención, control y erradicación de
plagas y enfermedades que restrin-
gen el comercio y al establecimiento
de áreas libres y de baja prevalencia
de plagas y enfermedades y de co-
rredores sanitarios y fitosanitarios.
De manera especial, se apoyará el
fortalecimiento de la capacidad de
respuesta de los países ante situa-
ciones de emergencia y otros asun-
tos emergentes.
Esta medida es congruente
con la estrategia regional de protec-
ción agrosanitaria, dirigida a evitar
pérdidas de competitividad por el
ingreso de plagas y enfermedades
exóticas o a mejorar la competi-
tividad mediante la erradicación
de plagas y enfermedades que
han sido reconocidas en el ámbito
internacional.
Instrumentos para la imple-
mentación: i) fortalecimiento
económico y de recursos humanos
de los programas; ii) aumento de la
capacidad de diagnóstico de los
laboratorios; iii) participación del
sector privado en las campañas de
prevención, control y erradicación;
iv) revisión y adecuación de la
legislación y de los programas vigen-
tes; y v) programa regional de
rastreabilidad.
14. Desarrollo de mecanismos
operativos y procedimientos
para la acreditación/autori-
zación/oficialización de terce-
ros, para la ejecución de ser-
vicios oficiales específicos
Esta medida contempla la
evaluación de las capacidades de
los sistemas de acreditación/auto-
rización/oficialización existentes en
los países y un programa para am-
pliar las capacidades de los servicios
de sanidad y fitosanitarios con la
delegación de acciones a terceros.
Se elaborarán reglamentos y
procedimientos centroamericanos
que faciliten los procesos de acredi-
tación, autorización y oficialización;
también se implementarán progra-
mas de acreditación/autorización/
oficialización, sin pérdida de la res-
ponsabilidad por parte de los entes
oficiales.
Finalmente se requiere apli-
car auditorías de calidad a los pro-
gramas de autorización, acreditación
y oficialización, con el fin de mante-
ner la confianza de los socios
comerciales.
Instrumentos para la imple-
mentación: i) capacitación del per-
sonal en sistemas de acreditación; ii)
linchamientos regionales para facili-
tar los procesos de acreditación,
autorización y oficialización; iii) mo-
nitoreo y evaluación de calidad de
terceros acreditados, autorizados y
oficializados por parte del sector
oficial; iv) verificación de que las
metodologías a utilizar estén valida-
das por los organismos internaciona-
les de referencia; y v) programa de
auditoría para las autorizaciones y
acreditaciones.
15. Participación activa en los
diferentes foros relaciona-
dos con la temática sanita-
ria y fitosanitaria
Los países centroamericanos
pertenecen a diversos foros interna-
cionales relacionados con la temáti-
ca sanitaria y fitosanitaria, entre ellos
el Comité de MSF de la Organiza-
ción Mundial del Comercio (OMC), la
Organización Mundial de Sanidad
Animal (OIE), la Convención Interna-
cional de Protección Fitosanitaria
(CIPF) y la Comisión del Codex
Alimentarius.
La participación coordinada de
los países centroamericanos en esos
organismos les permitirá gozar de
una mayor presencia y peso en
ellos, partiendo de la identificación y
concertación de posiciones en temas
de interés común; mantener un in-
tercambio de opiniones sobre temas
de actualidad que se discutirán en
las reuniones respectivas; y promo-
ver en esos foros temas de interés
regional y alianzas con otros países
o regiones.
Instrumentos para la im-
plementación: i) sistema regional
de seguimiento de los temas y dis-
cusiones en foros internacionales en
sanidad agropecuaria; ii) fondo para
facilitar la participación de los países
en las reuniones de los organismos
internacionales y regionales; y iii)
programa de formación y capacita-
ción continua de los representantes
(público y privado).
16. Promoción del diálogo, la in-
vestigación y la cooperación
regional e internacional para el
desarrollo de nuevas tecnolog-
ías, mejores prácticas y opor-
tunidades de negocios regio-
nales en la producción de
agroenergía
Uno de los nuevos roles asu-
midos por el sector agropecuario
centroamericano es la producción de
agroenergía, aunque al respecto
existen algunas preocupaciones. Por
ejemplo, persiste la inquietud de que
la producción de agroenergía podría
ensanchar la frontera agrícola o que,
dependiendo del tipo de producto
que se elija para su producción,
podría tener un efecto negativo en la
biodiversidad. Por otra parte, se
insiste en la necesidad de mante-
ner un equilibrio adecuado entre
la producción de energía y la de
alimentos.
Atendiendo a lo anterior, el
desarrollo de esta actividad puede
generar no solo beneficios
económicos, sino también ambienta-
les y sociales; por ejemplo, podría
contribuir a disminuir la contamina-
ción ambiental, a mejorar la salud y
la calidad de vida. También la pro-
ducción de agroenergía permite in-
corporar a esta actividad a los pe-
queños y medianos productores.
Instrumentos para la imple-
mentación: i) foros para el diálogo
regional; ii) programas de investiga-
ción y transferencia de tecnologías
que incluyan la sistematización y la
difusión de buenas prácticas y la
inteligencia de mercados; y iii) coo-
peración técnica horizontal a nivel
hemisférico
.
17. Fomento de los sistemas na-
cionales de innovación tec-
nológica y de su articulación
con el SICTA, orientados al
fortalecimiento de la competiti-
vidad de las cadenas agropro-
ductivas comerciales
La incorporación de tecno-
logías generadas en la región y la
transferencia de otras producidas en
el exterior han permitido que en dife-
rentes sectores se haya avanzado
en el logro de una mayor competiti-
vidad. En la región existe un gran
número de instituciones y organiza-
ciones que trabajan en el desarrollo
de investigaciones para el sector
agropecuario, pero lo hacen en for-
ma desarticulada.
Para mejorar los niveles de
competitividad es importante apoyar
la integración de sistemas naciona-
les que fomenten el trabajo conjunto
en materia de investigación y trans-
ferencia de tecnologías en produc-
ción primaria, manejo poscosecha e
industrialización. La participación y el
compromiso de diferentes sectores
en el área tecnológica se refleja en
el mejoramiento de los niveles de
productividad de las empresas y en
la generación de valor agregado en
los procesos productivos.
Por otra parte, la articulación
de esos sistemas nacionales al
SICTA mejora la capacidad de di-
chos sistemas para responder mejor
a las demandas de tecnología. El
desarrollo de proyectos conjuntos y
la formación de consorcios regiona-
les son dos de las alternativas que
deben promoverse en los próximos
años, para favorecer el mejoramien-
to de los procesos productivos y
comerciales de las cadenas en la
región.
Instrumentos para la im-
plementación: i) sistemas nacio-
nales de innovación tecnológica; ii)
foro regional de SNITA; iii) SICTA.
18. Promoción de una platafor-
ma regional para el desarro-
llo, gestión y uso seguro de
las agrobiotecnologías y
sus productos en Centro-
américa
El crecimiento de la demanda
de alimentos y de productos para la
exportación constituye un reto que la
región debe enfrentar en el corto
plazo, para lo cual es necesario
desarrollar una estrategia que ase-
gure un abastecimiento de calidad e
inocuo para las generaciones futu-
ras. El uso de nuevas tecnologías en
el sector agropecuario es una opción
que debe ser promovida, mediante la
constitución de una plataforma
científica, empresarial y comercial.
La región cuenta con una es-
trategia para el desarrollo de las
agrobiotecnologías, en la cual se
considera la integración de un grupo
intersectorial orientado a promover la
sensibilización del uso de las mis-
mas y a inducir el desarrollo de es-
pacios de reflexión y de desarrollo
tecnológico y empresarial.
También debe considerarse el
desarrollo de alianzas con los secto-
res productivos y con los actores de
las cadenas agroproductivas comer-
ciales regionales, para definir pro-
yectos de modernización productiva
que incorporen estas tecnologías en
forma segura. La estrategia contem-
pla cuatro ejes estratégicos: i) políti-
cas y marco legal; ii) percepción
pública e información; iii) mejora-
miento de capacidades institucio-
nales; iv) investigación, innovación
y comercialización de la agro-
biotecnología.
Instrumento para la im-
plementación: Estrategia Regio-
nal en Agrobiotecnología y Biose-
guridad para Centroamérica
19. Promoción de alianzas es-
tratégicas entre el sector
público, el privado y el acadé-
mico para atender las de-
mandas de innovación tec-
nológica requeridas con el
fin de mejorar la competitivi-
dad de las cadenas agropro-
ductivas comerciales
A partir de las señales que
dan los mercados, las empresas
deben responder con innovaciones
que incrementan sus niveles de pro-
ductividad y competitividad.
Para ello, se requiere que el
sector agroempresarial y los centros
de investigación científica (incluidos
los académicos) establezcan meca-
nismos de participación conjunta que
les permitan identificar demandas
tecnológicas y formular propuestas
para el desarrollo de soluciones tec-
nológicas. El modelo de un consor-
cio de innovación tecnológica que
promueva un desarrollo tecnológico
que beneficie a todos debe promo-
verse en las cadenas agroproducti-
vas comerciales.
Instrumento para la imple-
mentación: Consorcios de innova-
ción tecnológica en cada cadena
agroproductiva comercial.
2. Eje de Financiamiento y
gestión de riesgos
El Eje de Financiamiento y
Gestión de Riesgos consiste de dos
componentes fundamentales para
aumentar la competitividad del sec-
tor agrícola y lograr que este se
desarrolle en forma sostenida. El
primero es el financiamiento, que es
esencial para que los productores
rurales puedan realizar las inversio-
nes necesarias para aumentar su
productividad y competitividad. El
segundo es la gestión de riesgos,
pues es necesario reducir el riesgo
de invertir y producir en el
sector agropecuario, con el fin de
ampliar el acceso al financiamiento
para la producción e incrementar la
competitividad.
En el sistema financiero que
atiende a la agricultura existe una
gran diversidad de actores institucio-
nales, incluidos la banca privada, la
banca de fomento, las cooperativas,
las ONG, los proyectos especiales y
las empresas aseguradoras, entre
otros. Además, una proporción con-
siderable del financiamiento se otor-
ga entre actores de las cadenas
agroproductivas comerciales, en
especial por parte de las agroindus-
trias, los distribuidores de bienes
importados (especialmente maquina-
ria e insumos) y los exportadores.
Cada uno de estos actores del sec-
tor financiero (o que proveen finan-
ciamiento sin ser parte explícita del
sector financiero) atiende a actores
del sector agrícola en función de sus
intereses y requerimientos, conside-
rando la capacidad de quienes de-
mandan los servicios financieros.
Los servicios financieros no se
deben limitar únicamente a la provi-
sión de crédito, sino que también
deben considerar otros servicios
como el ahorro, cartas de crédito,
transferencias, certificados de de-
pósitos, seguros, etc., que son cada
vez más necesarios para ganar
competitividad y participar en los
mercados.
Sin embargo, una gran parte
de las medidas que competen al
desarrollo del sistema financiero,
incluido el que atiende a la agricultu-
ra, están reguladas por entidades del
sector financiero, entre ellas las enti-
dades nacionales (bancos centrales,
por ejemplo), organismos de super-
visión financiera y entidades regiona-
les, como el Consejo Monetario
Centroamericano.
Esto implica la necesidad de
mejorar las capacidades de los mi-
nisterios de agricultura para promo-
ver e incidir en las decisiones que
permitan un mayor desarrollo y regu-
lación de los servicios financieros al
sector agrícola.
En cuanto al componente de
la gestión del riesgo, este se debe
entender en forma amplia, por lo
que, además de los riesgos financie-
ros, se deben incluir los riesgos de
mercado, laborales, económicos y
de producción. En lo referente a
estos últimos, para la región cen-
troamericana son particularmente
relevantes aquellos asociados a
peligros socio-naturales, como sequ-
ías, desertificación, inundaciones,
terremotos, heladas, huracanes,
incendios forestales, etc., varios de
los cuales guardan estrecha relación
con la variabilidad y el cambio climá-
tico y, por tanto, con la gestión
ambiental.
En este campo, debe tenerse
en cuenta que por su grado de es-
pecificidad y afinidad temática, han
sido incorporadas en otros ejes al-
gunas medidas que ofrecen solucio-
nes en materia de reducción de ries-
gos. Entre ellas destacan la
información para reducir riesgos de
mercado y la reducción de riesgos
de carácter sanitario, que ya fueron
incluidos en el Eje de Competitividad
y Agronegocios.
En la fase de formulación y
consulta de la Política Agrícola Cen-
troamericana, se identificaron ele-
mentos que limitan el desarrollo de
los servicios financieros y de los
instrumentos de gestión de riesgos
en las áreas rurales, tales como los
siguientes:
Medidas regionales
20. Promoción y desarrollo de
servicios e instrumentos finan-
cieros novedosos para los
agronegocios
El sector financiero, especial-
mente los bancos privados, las ase-
guradoras y el BCIE, ha desarrollado
una gran cantidad de servicios e
instrumentos que son poco conoci-
dos por la mayoría de actores rura-
les. Su difusión les permitirá a los
diversos actores relacionados con
las cadenas agroproductivas comer-
ciales contar con un mayor acceso a
sistemas de financiamiento más
adaptados a sus necesidades.
Sin embargo, muchos de ellos
no son adecuados para las peque-
ñas empresas de la agricultura, es-
pecialmente el microcrédito. Esta
medida pretende promover en el
sector financiero la definición de
nuevos servicios que se adecúen
mejor a las condiciones de la agricul-
tura, especialmente para el finan-
ciamiento a largo plazo, tomando en
cuenta la estacionalidad de las co-
sechas y los ciclos comerciales.
Instrumentos para la im-
plementación: i) programa de
difusión de información y capacita-
ción sobre servicios financieros para
la agricultura; ii) programa de coope-
ración público-privada para el desa-
rrollo de nuevas tecnologías finan-
cieras para el agro; y iii) plataforma
de información sobre tecnologías
financieras novedosas para el agro.
21. Promoción de una mayor
profundización de los servi-
cios financieros rurales
Pese a la gran diversidad de
actores del sistema financiero (ban-
ca privada, banca de fomento, ase-
guradoras, cooperativas, ONG, cajas
rurales, entre otras), hay una escasa
profundización financiera en las áre-
as rurales, que se caracterizan por
una limitada presencia de interme-
diarios financieros. Además, una alta
proporción de las organizaciones
financieras que están presentes en
las áreas rurales son frágiles y ofre-
cen únicamente crédito o una gama
reducida de servicios de baja calidad
(no adecuados a las necesidades de
los demandantes) y a un costo total
elevado, incluidos costos de tran-
sacción y tasas de interés.
Por otra parte, es considerable
el financiamiento otorgado por em-
presas no financieras en el interior
de las cadenas, como son las
agroindustrias, las importadoras de
maquinaria y equipo y los supermer-
cados, entre otros.
Dado lo anterior, es necesario
fortalecer las capacidades de los
ministerios de agricultura para pro-
mover e incidir en la toma de deci-
siones que le permitan al sector
agrícola lograr un mayor acceso a
financiamiento y, de esta manera,
poder realizar las inversiones nece-
sarias para aumentar su competitivi-
dad y su productividad. Algunas de
las acciones claves que se deben
desarrollar son las siguientes: i)
promover una mayor presencia del
sistema financiero en el medio rural,
ii) regular el funcionamiento de los
intermediarios financieros rurales no
bancarios, y iii) desarrollar normas
para la intermediación de empresas
no financieras en el medio rural.
Instrumentos para la im-
plementación: i) programa para
la creación de capacidades sobre
financiamiento rural en los ministe-
rios de agricultura; ii) propuestas
sectoriales para promover una ma-
yor profundización de los servicios
financieros rurales.
Dadas las particularidades del
sector agrícola, el Estado le ha facili-
tado el acceso a financiamiento a
través de diversos mecanismos,
entre ellos la banca de desarrollo y
los fondos de garantía. En el pasado
los países han experimentado con
distintos modelos de estos meca-
nismos, lo que derivó en resultados
muy diferentes según el modelo,
sobre lo cual es posible extraer va-
liosas lecciones que se pueden in-
tercambiar entre los países de la
región.
Instrumentos para la im-
plementación: i) programa re-
gional para la sistematización e
intercambio de experiencias de ban-
ca de desarrollo; ii) programa regio-
nal para la modernización de los
fondos de garantía.
23. Desarrollo del subsistema de
información agroclimática en
el marco del SICAgro
Los productores centroameri-
canos han sido severamente afecta-
dos por fenómenos climáticos, tales
como inundaciones y sequías, entre
otros. La generación y difusión de
información agroclimática de calidad,
incluidas alertas tempranas y repor-
tes sobre evolución y perspectivas
climáticas de aplicación práctica y de
fácil comprensión para los usuarios,
son un factor clave para reducir la
vulnerabilidad del sector agropecua-
rio ante las amenazas naturales.
Esta medida busca aumentar
la disponibilidad y facilitar el acceso
a información, en concepto de bien
público, sobre variables climáticas
(valoraciones sobre comportamiento,
perspectivas y derivación de pronós-
ticos operativos de interés directo de
las cadenas productiva comerciales).
Instrumento para la im-
plementación: Foro centroameri-
cano del clima especializado para el
sector agropecuario.
24. Fortalecimiento de capacida-
des sobre manejo de riesgos
en los agronegocios
La actividad agrícola está ex-
puesta a riesgos de naturaleza va-
riada, tales como riesgos financieros
y económicos, riesgos de mercados
y precios y riesgos de producción
(climáticos, sanitarios, fitosanitarios y
tecnológicos, entre otros). Sin em-
bargo, los actores de las cadenas
agroproductivas comerciales no
siempre son conscientes de la exis-
tencia e importancia de manejar
estos riesgos.
Esta medida tiene como obje-
tivo que los actores de las cadenas
agroproductivas comerciales estén
sensibilizados sobre la importancia y
posibilidades de manejo de los ries-
gos, conozcan mejor las amenazas y
factores de riesgo a que se enfren-
tan, tengan acceso a la información
para la toma de decisiones en mate-
ria de prevención y mitigación de
estos riesgos y conozcan los instru-
mentos operativos disponibles.
Instrumento para la imple-
mentación: programa de capacita-
ción sobre manejo integral de ries-
gos en los agronegocios.
Los actores de las cadenas
agroproductivas comerciales no tie-
nen acceso a mecanismos de trans-
ferencia de riesgos (incluido segu-
ros) debido a los altos costos, a la
falta de oferta y, en algunos casos, a
la carencia de productos adaptados
a sus necesidades. Estos mecanis-
mos permiten: i) dar mayor certi-
dumbre al agroempresario y a sus
fuentes financieras; ii) evitar la des-
capitalización y mejorar las garantías
para el otorgamiento de créditos; y
iii) crear condiciones más atractivas
para la inversión en actividades
agrícolas.
El desarrollo de un mercado
regional requiere, entre otros aspec-
tos: i) un marco legal e institucional
adecuado; ii) un mayor desarrollo de
servicios de información especializa-
dos; y iii) el desarrollo del mercado
de reaseguros que permita que la
aseguradora ceda la parte del riesgo
que supera su capacidad financiera
y que el productor tenga mayor cer-
teza de recibir las indemnizaciones
acordadas.
Instrumentos para la im-
plementación: i) sistema de infor-
mación ad hoc para el mercado de
seguros y reaseguros (información
especializada para reducir los costos
de operación, el riesgo moral y la
selección adversa) en el marco del
SICAgro; ii) observatorio especiali-
zado en seguros agrícolas (informa-
ción de actores, modalidades, expe-
riencias exitosas); iii) marco legal e
institucional que facilite el desarrollo
del mercado de seguros y otros me-
canismos de transferencia de ries-
gos; y iv) programa de incentivos al
sector privado para el diseño e im-
plementación de mecanismos inno-
vadores para la transferencia de
riesgos.
3. Temas transversales
empresarial
Es necesario que las medidas
de la Política Agrícola Centroameri-
cana reconozcan las particularidades
de los pequeños agricultores y con-
sideren, cuando sea pertinente, ins-
trumentos que permitan enfrentar las
limitadas capacidades, el rezago
tecnológico, el poco acceso a finan-
ciamiento, la alta exposición a ries-
gos y la fragilidad en la dotación de
recursos de una parte importante de
este sector.
La Política Agrícola Centroa-
mericana pondrá especial atención
en favorecer la pequeña agricultura
empresarial, integrada por unidades
de producción agrícola y sus organi-
zaciones orientadas al mercado que
tienen una dimensión económica
pequeña, que utilizan principalmente
fuerza de trabajo familiar y sistemas
de producción diversificados, que
tienen variadas fuentes de ingresos
y un acceso limitado a servicios y
activos y que se caracterizan por su
heterogeneidad y su concentración
territorial.
Se debe promover la inserción
de la pequeña agricultura en los
mercados, así como su integración
regional, fortalecimiento organiza-
cional y asociatividad, para convertir-
la en un sector atractivo, rentable y
sostenible, de forma tal que contri-
buya a lograr un mayor nivel de de-
sarrollo humano con equidad de la
población rural centroamericana.
Lo anterior requiere definir ins-
trumentos y medidas diferenciadas
en respuesta a las condiciones par-
ticulares y a los requerimientos
específicos de la pequeña agricultu-
ra empresarial y los territorios rura-
les en que más se concentra.
Se deben establecer meca-
nismos efectivos que permitan a la
pequeña agricultura empresarial
tener acceso a servicios públicos y
privados y, de esta manera, mejorar
sus capacidades, facilitar su inser-
ción competitiva en los mercados y
hacer un uso sostenible de los re-
cursos naturales.
Los ejes de Competitividad y
agronegocios y de Financiamiento y
gestión de riesgos ya incorporan, en
diferentes medidas, instrumentos
específicos para la pequeña agricul-
tura empresarial, por lo que las me-
didas e instrumentos contemplados
en esta sección deben considerarse
como complementarios a los ya
planteados en los ejes mencionados.
Asimismo, en los temas de gestión
agroambiental y de desarrollo insti-
tucional, también se contemplan
acciones de apoyo a la pequeña
agricultura empresarial.
Medidas regionales
26. Fortalecimiento de capacida-
des nacionales y regionales
para el diseño, seguimiento,
evaluación y armonización de
estrategias territoriales dife-
renciadas dirigidas a la pe-
queña agricultura empresarial
Se espera promover un marco
regional para la definición de estra-
tegias diferenciadas en respuesta a
las condiciones particulares y a los
requerimientos específicos de la
pequeña agricultura empresarial,
con especial atención a los terri-
torios en los que se presenta una
mayor concentración de pequeños
productores.
Este marco regional se esta-
blecerá a partir de acciones de
sensibilización de los actores rele-
vantes, de la identificación y ca-
racterización de los territorios en
los que se tienden a concentrar los
pequeños productores y de las ne-
cesidades particulares de estos para
incorporar su producción en los mer-
cados locales, nacionales e inter-
nacionales.
También se promoverá el es-
tablecimiento de una red de expertos
del sector público, el privado, orga-
nismos internacionales, ONG y or-
ganizaciones de pequeños producto-
res, mediante la cual profundizar la
discusión y el intercambio de expe-
riencias exitosas para el diseño, el
seguimiento, la evaluación y la ar-
monización de políticas territoriales
diferenciadas dirigidas a la pequeña
agricultura.
Se establecerá un observato-
rio de la implementación de las polí-
ticas diferenciadas para la pequeña
agricultura empresarial en los territo-
rios en que existe una mayor con-
centración de pequeños productores.
Instrumento para la imple-
mentación: programa de gestión
participativa de políticas públicas
territoriales para la pequeña agricul-
tura empresarial.
27. Fomento de mercados de
servicios que respondan a
las condiciones particulares
de la pequeña agricultura
empresarial
Las condiciones particulares
de la pequeña agricultura empresa-
rial conllevan a la especialización de
una serie de servicios públicos y
privados de tipo financiero, tecnoló-
gico y de acceso a mercados.
Para ello se propone un me-
canismo regional que promueva y
facilite la adopción de esos servicios
especializados en los países, identi-
ficando y sistematizando experien-
cias exitosas y promoviendo metodo-
logías comunes y la transferencia de
conocimientos a nivel regional.
Como parte de esta medida se
contempla el fortalecimiento empre-
sarial de las organizaciones que
prestan servicios a la pequeña agri-
cultura y el desarrollo de capacida-
des de otros operadores de servicios
privados brindados a ese sector.
También es importante reto-
mar las funciones de regulación y
fomento que las instituciones del
sector público deben jugar en rela-
ción con la pequeña agricultura em-
presarial y su incorporación a los
mercados.
Instrumentos para la im-
plementación: i) programa de
incentivos de buenas prácticas en la
prestación de servicios a la pequeña
agricultura empresarial; ii) programa
de sensibilización y capacitación
sobre las necesidades particulares
de la pequeña agricultura empresa-
rial; iii) programa de capacitación y
asistencia técnica a organizaciones
de pequeños productores para la
prestación de servicios; iv) programa
para el uso de las tecnologías de
información y comunicación dirigido
a facilitar el acceso a servicios a la
pequeña agricultura empresarial; v)
red de sistemas locales y regionales
de innovación para la. pequeña agri-
cultura empresarial.
28. Promoción de la integración
de los pequeños productores
empresariales y sus asocia-
ciones en los programas de
Comercio Justo para aprove-
char las ventajas ofrecidas por
estas iniciativas
Los programas de Comercio
Justo abren espacios en los crecien-
tes mercados solidarios, sobre todo
de los países desarrollados, a los
productos que bajo ciertas condicio-
nes generan los pequeños producto-
res. Esos programas, entre otras
cosas, aseguran un precio mínimo
que debe ser pagado al pequeño
productor por su producto y/o inclu-
yen, un sobreprecio para inversiones
sociales en las comunidades de los
productores. También buscan crear
relaciones comerciales estables
entre los productores y los importa-
dores. En este caso se busca facili-
tar los cambios y ajustes que deben
realizar los pequeños productores
para cumplir los requisitos de los
programas de Comercio Justo, así
como cubrir los respectivos costos
de la certificación inicial.
Instrumentos para la im-
plementación: i) programa de
capacitación a productores para su
acceso a programas de Comercio
Justo; ii) fondo regional para el co-
financiamiento de los costos de certi-
ficación y las inversiones necesarias
para cumplir los requisitos de Co-
mercio Justo.
29. Creación de redes regiona-
les de actores de la produc-
ción orgánica y fortaleci-
miento institucional de las
autoridades competentes
Se busca articular actores a
nivel regional, con el fin de facilitar la
cooperación horizontal y armonizar
niveles de desarrollo de la actividad
orgánica para converger en acciones
regionales. Las redes estimularán
y promoverán el fortalecimiento insti-
tucional del subsector y favorecerán
su desarrollo y la integración a los
mercados de producción orgánica.
La gestión del conocimiento
será un elemento estratégico para
cumplir con los fines de las redes,
para lo cual se elaborarán y difun-
dirán boletines y se realizarán talle-
res, seminarios, pasantías y cursos,
entre otras acciones.
Instrumentos para la im-
plementación: i) red de autorida-
des competentes de la agricultura
orgánica; ii) red centroamericana de
pequeña agricultura empresarial
orgánica; iii) proyecto de fortaleci-
miento institucional para el desarro-
llo de la agricultura orgánica.
30. Establecimiento de políticas,
incentivos, leyes y otros ins-
trumentos para el desarrollo
de la producción orgánica, la
certificación y exportación de
sus productos y su integra-
ción en los mercados locales
La producción orgánica re-
quiere la definición de políticas, in-
centivos y otros instrumentos de
fomento que coadyuven a su desa-
rrollo. Para ello se apoyará a los
países en el desarrollo e implemen-
tación de estrategias, políticas y
otros instrumentos, a través de talle-
res locales, nacionales y regionales,
metodologías participativas, asesoría
técnica y cooperación horizontal,
entre otros.
Instrumentos para la im-
plementación: i) propuestas de
estrategias y políticas nacionales y
regional para el fomento de la activi-
dad orgánica; ii) proyecto de fortale-
cimiento institucional para el desa-
rrollo de la agricultura orgánica; iii)
transferencia de experiencias exito-
sas en materia de desarrollo de la
agricultura orgánica.
31. Desarrollo de empresas
agroindustriales rurales y
del turismo rural
La agroindustria rural, enten-
dida como el conjunto de activida-
des de poscosecha, conservación,
transformación y comercialización
que agregan valor a la producción
campesina, es un instrumento efecti-
vo para generar empleo, incrementar
los ingresos y combatir la pobreza,
tanto en forma directa como a través
de sus efectos multiplicadores de las
articulaciones económicas y sociales
que genera.
Una alternativa adicional que
favorece a las pequeñas empresas
es el turismo rural en todas sus
concepciones: agroturismo, ecotu-
rismo, turismo de aventura, turismo
gastronómico, turismo cultural, etc.
Contar con acciones que incentiven
la creación de empresas de turismo
rural contribuye a diversificar las
opciones económicas y el aprove-
chamiento de los recursos naturales,
sociales, económicos y culturales de
los territorios.
Se pondrá especial énfasis en
el desarrollo de las capacidades y
destrezas de jóvenes y mujeres, ya
que existe una vocación natural de
estos segmentos de la población
para desempeñarse en este tipo de
negocios.
Instrumentos para la im-
plementación: i) programa regio-
nal de agroindustria rural; ii) progra-
ma regional para el desarrollo del
turismo rural.
3.2. Gestión agroambiental
La gestión agroambiental re-
presenta, al mismo tiempo, una res-
ponsabilidad global con las genera-
ciones presentes y futuras y un
importante factor de competitividad.
Producir y conservar, generar servi-
cios ambientales, mitigar y adaptarse
a los cambios climáticos, prevenir los
riesgos sobre la biodiversidad y
hacer un manejo sostenible de las
tierras son factores claves para el
desarrollo sostenible de una agricul-
tura competitiva. El incremento en la
valoración de lo natural y limpio por
parte de los mercados, traducidos en
mayores exigencias ambientales,
conlleva riesgos de perder -en unos
casos- y oportunidades de garanti-
zarse o mejorar el acceso a los mer-
cados e incluso de optar por mejores
precios y producir con menores cos-
tos de producción.
En Centroamérica, la gestión
agroambiental se ha constituido en
un punto de encuentro de intereses
multisectoriales, entre los que desta-
can los de la agricultura, el ambiente
y la salud. Así, en la reunión conjun-
ta de los consejos de ministros de
esas tres áreas se decidió formular
una Estrategia Regional Agroam-
biental-ERA. En los acuerdos que
dan lugar a este proceso de formula-
ción se establece que dicha estrate-
gia deberá: i) promover procesos
productivos que aporten a la seguri-
dad alimentaria y a la sostenibilidad
ambiental, social y económica, con-
tribuyendo a la reducción de la po-
breza, en beneficio de la calidad de
vida de la población; y ii) incorporar
el manejo de los recursos naturales
de la región, que constituyen una
ventaja competitiva única en el mun-
do, para contribuir a consolidar el
Corredor Biológico Mesoamericano
como una imagen del desarrollo
sostenible de la región, mitigar los
impactos del cambio climático y re-
ducir la vulnerabilidad.
Es necesario tomar en cuenta
dos aspectos. El primero es que
acciones propias de la estrategia
regional agroambiental en materia
de desarrollo tecnológico, sanidad y
manejo de riesgos ya han sido con-
sideradas en los ejes de Competiti-
vidad y agronegocios y Financia-
miento y gestión de riesgos. El
segundo aspecto es que en los ca-
sos restantes, en los cuales las
competencias son más claramente
compartidas, la relevancia de las
propuestas de la estrategia regional
agroambiental para el sector agrícola
estará asegurada por las previsiones
que han sido hechas, lo que a su vez
resalta la importancia de contar con
la plataforma regional de colabora-
ción intersectorial institucionalizada
que representará dicha estrategia.
Desde un punto de vista
práctico, y en el contexto actual y
previsto, todas las empresas directa
e indirectamente vinculadas a la
agricultura deben incorporar los
principios de la gestión ambiental.
Este debe ser el propósito que guíe
la formulación de la ERA en relación
con la aplicación de la Política Agrí-
cola Centroamericana.
Esto permitirá a quienes se
dedican a la agricultura y agroindus-
trias conexas ahorrar energía, bajar
costos, prevenir y mitigar desastres,
adaptarse al cambio climático, con-
tribuir a la reducción de emisiones,
evitar sanciones, generar productos
de más calidad y con identidad y, en
algunos casos, lograr una certifica-
ción ambiental y ofrecer servicios
ambientales, todo lo cual puede
aportar para tener una mejor ima-
gen, un acceso preferencial a mer-
cados e incluso precios diferencia-
dos. Por tanto, esos principios de la
gestión ambiental deben hacerse
explícitos en el diseño de los instru-
mentos de política en los campos de
la tecnología, la sanidad, la inocui-
dad, el comercio y muy especialmen-
te el fomento de la inversión, su fi-
nanciamiento y el manejo de riesgos.
Todo esto implica desarrollar
la capacidad en los MAG, los INTA,
las direcciones de sanidad, las enti-
dades responsables del manejo de
los recursos hídricos usados en agri-
cultura y las organizaciones del sec-
tor privado de establecer una rela-
ción armónica y fructífera con las
entidades responsables de los asun-
tos ambientales y con aquellas que
aportan recursos en condiciones
especiales para la generación de
servicios ambientales.
Medidas regionales
32. Fortalecimiento de la gestión
agroambiental
La gestión ambiental es un
tema transversal de la Política Agrí-
cola Centroamericana, en el cual se
destacan el carácter intersectorial y
el enfoque multidisciplinario. El sen-
tido de lo regional es particularmente
notorio en este caso, ante la escasa
relevancia de las fronteras políticas
en materia ambiental, la presencia
de problemas comunes y la posibili-
dad de encontrar soluciones compar-
tidas entre países y sectores.
Las acciones en esta materia
serán materializadas mediante la
Estrategia Regional Agroambiental,
cuya formulación, es liderada por los
enlaces de los ministerios de agricul-
tura en conjunto con enlaces de los
ministerios de ambiente y salud de
los siete países centroamericanos
constituidos en un Comité Técnico
Interministerial. Este proceso es
acompañado por un equipo de traba-
jo de las secretarías del CAC, CCAD
y COMISCA y un grupo de organis-
mos constituidos en Comité Consul-
tivo Interagencial.
Esta estrategia se constituirá
en una plataforma regional de cola-
boración de los sectores agrícola,
ambiental y de salud para lograr la
armonización de políticas y la elabo-
ración de agendas comunes, que
permitirá priorizar y catalizar accio-
nes coordinadas de desarrollo y
conservación focalizadas en cuatro
ejes estratégicos: manejo sostenible
de tierras, cambio climático y variabi-
lidad climática, biodiversidad y ne-
gocios verdes.
Los ejes seleccionados res-
ponden a las más importantes in-
quietudes en materia de gestión
agroambiental de la región y del
mundo y a compromisos internacio-
nales (convenciones y convenios,
entre ellos los que derivaron de la
Cumbre de la Tierra en el ámbito
global y ALIDES en el ámbito
regional).
Las posibilidades de incidir a
lo largo del tiempo con este instru-
mento son altas. El enfoque que
vincula la gestión ambiental al desa-
rrollo del sector en su concepción
ampliada así lo anticipa. En cuanto a
recursos para su implementación, se
prevé que pueden derivarse de la
cooperación internacional, de las
acciones de responsabilidad social y
medioambiental y de decisiones
empresariales motivadas por la
combinación de beneficios económi-
cos y contribuciones al ambiente y la
salud que pueden lograrse a través
de la gestión ambiental (producción
ambientalmente sostenible, sana y
rentable).
Un aspecto medular de la
propuesta es el reto de producir y
conservar en los distintos eslabones
de las cadenas agroproductiva
comerciales.
Instrumento para la imple-
mentación: Estrategia Regional
Agroambiental.
3.3. Desarrollo institucional
La conceptualización de la ins-
titucionalidad en relación con la Polí-
tica Agrícola Centroamericana abar-
ca dos dimensiones: el marco
normativo (las reglas de juego) y las
organizaciones. Estas últimas inclu-
yen tanto las instituciones públicas
como las del sector privado y la so-
ciedad civil (gremios y asociacio-
nes). Por último, en el caso de la
ejecución de la Política se consi-
dera la necesidad de reforzar la insti-
tucionalidad tanto a nivel nacional
como regional.
En el ámbito regional, hay
numerosas instancias con las que el
Consejo Agropecuario Centroameri-
cano, como autoridad responsable
de la Política, tiene relación, inclui-
das la Cumbre de Presidentes, el
Consejo de Ministros de Integración
Económica, la Comisión Centroame-
ricana de Ambiente y Desarrollo, el
Consejo de Ministros de Salud de
Centroamérica y otros sectores rela-
cionados, cuyas decisiones influyen
en la competitividad de la agricultura.
Estas relaciones que se man-
tienen al más alto nivel político se
transmiten al nivel técnico a la Se-
cretaría del CAC, la que se interrela-
ciona con la Secretaría General del
SICA, la SIECA, la Secretaría
Ejecutiva de la CCAD, la Secretaría
de Integración Social, BCIE,
CEPREDENAC, CRRH, entre otras
entidades. También en el marco
regional existen otras instancias del
sector público muy vinculadas al
CAC, tales como el OIRSA, el SICTA
y la OSPESCA.
En el ámbito nacional, las au-
toridades responsables (los MAG)
tienen relación con instancias como
la Asamblea Legislativa y diversos
ministerios, en especial los de eco-
nomía, finanzas, comercio, ambiente
y salud.
La Política debe contribuir a
crear una plataforma de concerta-
ción intersectorial, liderada a nivel
regional por el Consejo Agropecuario
Centroamericano, que debe apoyar y
complementar los esfuerzos que
realizan los MAG a nivel nacional.
Desde el punto de vista de la
normativa, esta debe interpretarse
como las reglas del juego. Al respec-
to es fundamental reconocer que las
entidades son en algunos casos
creadas por leyes y son responsa-
bles, en todos los casos, de la apli-
cación de tales leyes, de acuerdo
con reglamentos para tal fin. Siendo
así, no siempre es factible moderni-
zar organizaciones sin tener claras
las normas que las rigen y que en
algunos casos podría requerirse
cambiar.
El desafío consiste en tener
leyes, decretos y normas en general,
que creen las condiciones adecua-
das para el desarrollo de la agricultu-
ra con una visión regional y con ne-
gocios que se forjen en dicho
espacio. Algunas de estas normas
se formularán y otras ya lo han
sido, pero podrían revisarse. La
instrumentación de tales medidas
es de responsabilidad de las
organizaciones.
Otro aspecto relevante es dife-
renciar los entes públicos de las
organizaciones privadas de derecho
público como los gremios, las aso-
ciaciones de productores, las coope-
rativas, entre otros.
Los entes públicos tienen la
mayor responsabilidad en campos
específicos de la Política Agrícola
Centroamericana, aunque no nece-
sariamente en el campo específico
de los subsectores y/o cadenas
agroproductivas comerciales. En
este último campo, intervienen las
organizaciones gremiales del sector
privado (como entes de derecho
público) a nivel nacional, las espe-
cializadas por cadenas agroproducti-
vas comerciales y las organizaciones
locales con mayor identidad con
problemas de tipo territorial, como el
manejo del agua, los problemas
ambientales, el control de plagas, los
caminos rurales.
Cabe destacar que las limita-
das instancias de coordinación entre
el sector público y el privado agrícola
a nivel de la región dificultan la defi-
nición y la implementación de políti-
cas sectoriales de cobertura regio-
nal. Los marcos reguladores y la
cultura de aplicación de normas son
a menudo innecesariamente compli-
cados, y no crean un clima propicio
para la inversión necesaria para
fomentar la capacidad competitiva
de los países de la región en el mer-
cado externo.
El desarrollo de capacidades
de las organizaciones debe ir acom-
pañado de un plan de transferencia
gradual de funciones de entidades
del sector público a las organizacio-
nes del sector privado, incluidas las
acreditaciones, cuando el caso lo
amerite.
Por otra parte, uno de los as-
pectos más importantes de la institu-
cionalidad regional para la instru-
mentación de la Política Agrícola
Centroamericana es la existencia de
organizaciones regionales y de sus
contrapartes nacionales, ambas con
la adecuada capacidad. Este es un
requisito que requiere la máxima
atención, especialmente para lograr
la transferencia gradual de funciones
y responsabilidades a las organiza-
ciones regionales.
Desde el punto de vista nacio-
nal y regional, la tarea consiste en
construir organizaciones capaces de
complementar y actuar en sinergia
para cumplir con los compromisos y
normas regionales y nacionales.
Desarrollar las capacidades de estas
organizaciones, incluidas organiza-
ciones representativas de pequeños
productores, o crearlas cuando no
existen, es la tarea más importante.
Esto debe ir también acompañado
de un programa de transferencia de
responsabilidades de los entes na-
cionales a los entes regionales, a
medida que la Política adquiere más
cobertura regional.
Finalmente se debe destacar
la importancia de los aportes que se
podrían realizar a través del estable-
cimiento de redes regionales que
involucren diversas instancias de
formación técnica y superior en el
sector agropecuario, para fortalecer
tanto la formación de los recursos
humanos como los aspectos rela-
cionados con la tecnología y la
innovación.
Medidas regionales
33. Fortalecimiento de las capaci-
dades de los MAG para coor-
dinar, dar seguimiento y ejecu-
tar la Política Agrícola
Centroamericana y articularla
con las políticas nacionales
Además del establecimiento
de contrapartes nacionales para la
coordinación y seguimiento de la
Política a lo interno de los países
miembros del CAC, se promoverá en
los ministerios y secretarías de agri-
cultura, una mayor institucionaliza-
ción y fortalecimiento de las unida-
des especializadas en comercio y
agronegocios y el establecimiento de
redes regionales que las vinculen.
Estas unidades no solo abarcarán
temas relacionados con la política
comercial, sino que también reali-
zarán las siguientes acciones: i)
apoyar y coordinar acciones para dar
a conocer la oferta nacional, regional
e internacional; ii) difundir oportuni-
dades de negocios, incluidas las
ofrecidas por los acuerdos comercia-
les; iii) promover el cumplimiento de
los compromisos acordados en
materia agrícola y la provisión al
sector privado de servicios de apoyo
al comercio y al logro de la competi-
tividad; y iv) coordinar acciones con
las unidades de sanidad agrope-
cuaria y tecnología e innovación.
En los casos de las áreas de
tecnología e innovación y de sanidad
agropecuaria, más consolidadas a lo
interno del sector público agropecua-
rio, es relevante promover la capaci-
tación y la sensibilización con res-
pecto a la ejecución de la Política y
se orientarán al apoyo de la búsque-
da de la competitividad de las cade-
nas agroproductivas comerciales con
visión regional.
Esta medida también estará
orientada a facilitar el entendimiento
recíproco entre los MAG y otras insti-
tuciones nacionales cuyas compe-
tencias están relacionadas directa-
mente con la ejecución de acciones
en el marco de la Política Agrícola
Centroamericana, tales como minis-
terios de economía o comercio, fi-
nanzas, relaciones exteriores, am-
biente, salud y las instituciones del
sector financiero, entre otras.
Instrumentos para la imple-
mentación: i) estrategia de comuni-
cación y promoción de la Política; ii)
programa de capacitación sobre
integración regional y sector agrope-
cuario en el marco del SICA; iii) asis-
tencia técnica directa; iv) redes re-
gionales de responsables nacionales
de la ejecución de la Política; v)
creación de unidades técnicas espe-
cializadas; vi) proyectos de inversión
en desarrollo institucional del sector
agrícola.
34. Seguimiento y diálogo con la
cooperación internacional pa-
ra apoyar la ejecución de la
Política Agrícola Centroameri-
cana
Bajo la coordinación del Co-
mité de Cooperación Internacional,
en forma bienal se organizará un
Foro de Cooperantes del CAC, con
el fin de establecer un mecanismo
de diálogo para la ejecución de la
Política.
En este foro se presentarían
informes de seguimiento y evalua-
ciones sobre los avances de la Polí-
tica como un mecanismo de rendi-
ción de cuentas y transparencia, que
pueda ser retroalimentado con las
opiniones de los representantes de
las agencias cooperantes. Además,
se presentarán iniciativas de accio-
nes, programas y proyectos regio-
nales, con el fin de obtener el
apoyo técnico y/o financiero de la
cooperación internacional.
Asimismo, el foro tendría la
función de contribuir al alineamiento
de la cooperación internacional con
las prioridades regionales estableci-
das en la Política Agrícola Cen-
troamericana.
En forma complementaria., se
llevará a cabo un inventario de las
acciones de cooperación internacio-
nal de ámbito regional que se reali-
zan en apoyo al sector agrícola cen-
troamericano. Este inventario se
actualizará periódicamente.
Instrumentos para la im-
plementación: i) Foro de Coope-
rantes del CAC; ii) inventario conti-
nuo de las acciones de cooperación
internacional regional que se reali-
zan en el sector agrícola a nivel cen-
troamericano.
Para tener éxito en la ejecu-
ción de la Política Agrícola Centroa-
mericana, el CAC requiere entidades
contrapartes fuertes y organizadas
regionalmente con las cuales dialo-
gar y analizar los avances y eventua-
les ajustes que a futuro se requieran
para la ejecución de la Política, así
como de otros temas relevantes de
la integración regional relacionados
con el sector agrícola.
Este fortalecimiento se reali-
zará tanto a nivel técnico como a
nivel organizacional. A nivel técnico,
se establecerán redes de trabajo
con funcionarios del sector público y
del privado para el análisis de temas
específicos de interés mutuo. Tam-
bién se promoverán estudios conjun-
tos, se realizará un foro anual para
revisar los avances en la ejecución
de la Política y además se proveerá
de asistencia técnica directa y capa-
citación a los funcionarios y miem-
bros de las organizaciones sobre la
integración regional y la Política
Agrícola Centroamericana.
Instrumentos para la im-
plementación: i) redes de exper-
tos públicos y privados; ii) programa
de capacitación sobre integración
regional y sector agropecuario en el
marco del SICA; iii) programa regio-
nal de apoyo a la inversión en desa-
rrollo institucional.
36. Creación del Sistema de In-
formación Centroamericano
del Agro (SICAgro)
La competitividad está basada
en la capacidad de transformar datos
en información e información en
conocimiento. La información y la
tecnología en la cual se apoya se
consolidan como "activos blandos" y
factores de generación de ventajas
competitivas. En este contexto, el
SICAgro rescata el papel protagoni-
ce de la información y de los adelan-
tos tecnológicos que facilitan su ge-
neración, análisis y difusión.
Con este sistema se pretende
avanzar hacia el óptimo aprovecha-
miento de los recursos en materia de
información para ponerlos al servicio
del logro de la competitividad de las
cadenas agroproductivas comercia-
les y del seguimiento de la Política
Agrícola Centroamericana. La idea
central es convertir al SICAgro en el
sitio o portal que facilite el acceso a
la información —sin importar donde
esta se ubique físicamente— para
favorecer la toma de decisiones de
productores, organizaciones rurales,
agroindustriales, entidades financie-
ras, bancos, aseguradores, deciso-
res de política y otros actores rele-
vantes del sector agropecuario
centroamericano.
Este sistema tiene la virtud de
aprovechar e integrar todos los sis-
temas en marcha, no sustituye sino
que complementa y agrega valor a
los sistemas nacionales. Asimismo,
articula y crea sinergias entre los
distintos sistemas regionales previs-
tos por la Política Agrícola Centroa-
mericana (inteligencia de mercados,
sanidad, tecnología, gestión de re-
ducción de riesgos, seguimiento de
la ejecución de la Política, entre
otros) que pasarán a ser componen-
tes del SICAgro. En este proceso de
manera paulatina se estandarizarán
datos y metadatos, se facilitará la
comparabilidad, se evitarán duplica-
ciones y se mejorará la calidad, la
oportunidad, el acceso y la cobertura
temática de la información del agro
en los países centroamericanos.
Instrumento para la im-
plementación: Sistema de Infor-
mación Centroamericano del Agro
(SICAgro).
37. Formación y fortalecimiento de
las capacidades técnicas del
recurso humano, público y pri-
vado, para mejorar la competi-
tividad del sector agrícola na-
cional y regional
Un elemento central para in-
crementar la competitividad de la
región será la formación de las ca-
pacidades técnicas del recurso
humano, público y privado, en un
entorno cada día más dinámico y
globalizante. Asimismo, la región
cuenta con una serie de institu-
ciones de enseñanza de nivel medio
y superior de amplia y reconocida
trayectoria nacional, regional e inter-
nacional.
A partir de un diagnóstico de
las necesidades de capacitación que
se identifiquen en los dos ejes es-
tratégicos, así como en los temas
transversales, teniendo en cuenta
las demandas del sector privado y
de otros actores del agro, se elabo-
rará un programa integrado de for-
mación, actualización, sensibiliza-
ción y fortalecimiento de las
capacidades técnicas orientado a
lograr un incremento en la competiti-
vidad del sector, tanto en las activi-
dades tradicionales como en las no
tradicionales y promisorias para el
sector agrícola.
Este programa será apoyado
con la creación de una red de cen-
tros de capacitación de nivel medio y
superior de la región que respalde la
ejecución del programa conforme a
las ventajas y especializaciones de
cada centro y, en casos muy califi-
cados, se promoverá la regionaliza-
ción de centros de enseñanza na-
cionales de excelencia.
Se promoverán el uso de las
TIC para brindar mayor cobertura al
programa y, en los casos pertinen-
tes, las acciones y materiales de
capacitación y formación se ade-
cuarán a las características de gru-
pos específicos de interés, como por
ejemplo los grupos indígenas.
Todos los programas tendrán
un componente de sensibilización y
divulgación de la importancia de la
integración regional centroamericana
y de las acciones que promueve la
Política Agrícola Centroamericana.
Instrumentos para la im-
plementación: programa regional
de formación y fortalecimiento de las
capacidades técnicas del recurso
humano, público y privado, del sec-
tor agrícola centroamericano.
ejecución
Para poder llevar adelante los
compromisos que implica la Política
Agrícola Centroamericana es fun-
damental un marco institucional re-
forzado y renovado a nivel del sector
agrícola.
En el ámbito normativo, se ac-
tualizará el Reglamento General del
CAC, que fue aprobado en 1995,
con el fin de adecuarlo a la situación
actual y a las normas regionales
vigentes en materia de: i) actos nor-
mativos de los órganos del SICA ii)
organización y funcionamiento de los
Consejos de Ministros del Subsiste-
ma de la Integración Económica, iii)
el convenio marco para el estableci-
miento de la Unión Aduanera Cen-
troamericana, y iv) la eventual incor-
poración de miembros asociados y
observadores al CAC.
En el nuevo Reglamento Ge-
neral del CAC, se deberán incorpo-
rar los lineamientos en torno al
marco institucional, tanto a nivel
nacional como regional, así como la
metodología de aprobación de nue-
vas propuestas para la revisión y
ejecución de la Política Agrícola
Centroamericana.
En términos de la estructura
del CAC, se establecerá el Comité
Técnico Regional, integrado por los
Directores de Política de los MAG o
por funcionarios de alto nivel desig-
nados por los respectivos ministros.
Este Comité asumiría dentro de sus
funciones la coordinación y el se-
guimiento técnico de la ejecución de
la Política, para lo cual contará con
el apoyo de la Secretaría Ejecutiva
del CAC. Asimismo, se crearán sub-
comités técnicos en aquellas áreas
específicas de la Política que así lo
requieran.
Un elemento central para la
coordinación, seguimiento y ejecu-
ción de la Política será reforzar los
recursos humanos y operativos de la
Secretaría Ejecutiva. Para ello una
de las primeras acciones de la eje-
cución de la Política debe ser la en-
trada en vigencia de un esquema de
financiamiento para la Secretaría
Ejecutiva del CAC, que incluya los
aportes de los países miembros y de
organismos de cooperación técnica
o financiera.
Los ministerios de agricultura
designarán contrapartes nacionales
para la coordinación y seguimiento
de la ejecución de la Política Agríco-
la Centroamericana a lo interno de
los países. Estas contrapartes con-
tarán con funcionarios dedicados
específicamente a las tareas antes
mencionadas, que serán objeto de
un proceso de inducción y capacita-
ción en materia de integración regio-
nal en general y de la Política en
particular. Estas unidades estarán
bajo la responsabilidad directa o en
estrecha coordinación con el repre-
sentante de cada ministerio de
agricultura en el Comité Técnico
Regional.
En el ámbito de la estructura
del CAC, también se institucionaliza-
rá el Comité de Cooperación Inter-
nacional, integrado por representan-
tes de los ministerios de agricultura y
de organismos de cooperación téc-
nica y financiera que brindan apoyo
al sector agrícola regional. Este Co-
mité orientará sus acciones con base
en los compromisos de apropiación,
alineación, armonización, orientación
a resultados y responsabilidad mu-
tua establecidos en la Declaración
de París sobre la eficacia de la ayu-
da al desarrollo, aprobada en marzo
de 2005, para lo cual aprovechará
las experiencias existentes en la
región.
Este Comité tendrá como
co-secretarías a la Secretaría Técni-
ca del CAC y a RUTA (para aprove-
char la experiencia y relaciones de
esta última con diversas agencias de
cooperación internacional) y tendrá
como propósito impulsar la participa-
ción de la cooperación internacional
en las acciones, programas y pro-
yectos regionales dirigidos a la eje-
cución de la Política Agrícola Cen-
troamericana, en complemento a los
esfuerzos y recursos que la región
destine a ellos.
Por otra parte, también se es-
tablecerá un mecanismo de diálogo
con las organizaciones regionales
del sector privado vinculadas al sec-
tor agropecuario, incorporando orga-
nizaciones representativas de los
pequeños productores. Este meca-
nismo de diálogo y consulta se
establecerá en concordancia con las
normativas regionales establecidas
en el Protocolo de Guatemala al
Tratado de Integración Económica
Centroamericana.
Desde el punto de vista insti-
tucional, se establece un mecanismo
de seguimiento y evaluación, que
incluye una unidad de seguimiento
de la Política en la Secretaría Ejecu-
tiva del CAC y un Comité de Segui-
miento integrado por representantes
del Comité Técnico Regional, de
organismos integrantes del Comité
de Cooperación Internacional y de
las organizaciones regionales del
sector privado agropecuario, inclui-
das las organizaciones representati-
vas de los pequeños productores.
Adicionalmente, están previstas eva-
luaciones externas coordinadas por
el Comité de Seguimiento.
El Sistema de Información pa-
ra el Seguimiento del Plan AGRO
2003-2015 será utilizado como base
para el Sistema de Seguimiento de
los Avances en la Ejecución de la
Política Agrícola Centroamericana.
Para difundir adecuadamente
la Política a los actores relevantes
relacionados con el sector agrope-
cuario regional, se desarrollará una
estrategia de comunicación, apoya-
da por organismos internacionales
como RUTA y el IICA. Esta estrate-
gia deberá contemplar el intercambio
de información en el marco de los
mecanismos de diálogo con las or-
ganizaciones regionales del sector
privado vinculadas al sector agrope-
cuario y de seguimiento y evaluación
de la Política Agrícola Centroameri-
cana, lo que favorecerá el logro del
principio de transparencia y rendi-
ción de cuentas en la ejecución de la
Política ◊
ANEXOS
¿QUÉ ES EL CAC?
El Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC) es un órgano del
Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). Desde la X Cumbre de
Presidentes de la región celebrada en El Salvador en julio de 1991, el CAC
es reconocido como el mecanismo institucional para la vinculación del sector
agropecuario con las otras instancias de la integración centroamericana.
Ese papel se consolidó formalmente con la firma y entrada en vigencia
del Protocolo de Guatemala al Tratado General de Integración Económica
Centroamericana, en el cual se define al CAC como uno de los órganos del
Subsistema de Integración Económica Regional.
El CAC, integrado por los ministros de agricultura de Belice, Costa
Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, articula sus
acciones con otros foros ministeriales regionales, con los cuales comparte
una agenda de interés común en aspectos tales como el comercio de produc-
tos agropecuarios, la gestión agroambiental y la sanidad agropecuaria e ino-
cuidad de los alimentos.
El Consejo de Ministros del CAC dispone de mecanismos instituciona-
les que le permiten dialogar con diversas organizaciones regionales del sec-
tor privado, así como coordinar acciones con organismos regionales e inter-
nacionales de cooperación técnica y financiera para el sector agropecuario
centroamericano.
El CAC cuenta con una Secretaría de apoyo técnico y administrativo
con sede en Costa Rica.
SIGLAS
ACEAS Asociación Centroamericana de Educación Agrícola
Superior
ACICAFOC Asociación Coordinadora Indígena y Campesina de Agro-
forestería Comunitaria Centroamericana
ADAPCCA Proyecto de Apoyo al Diseño y Aplicación de Políticas
Comunes Centroamericanas
AICA Azucareros del Istmo Centroamericano
ALIDES Alianza para el Desarrollo Sostenible
BCIE Banco Centroamericano de Integración Económica
BID Banco Interamericano de Desarrollo
BPL Buenas Prácticas de Laboratorio
CAC Consejo Agropecuario Centroamericano
CCAD Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo
CCC-CA Confederación de Cooperativas del Caribe y Cen-
troamérica
CCIE Comité Consultivo de la Integración Económica
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe
CEPREDENAC Centro de Coordinación para la Prevención de Desastres
Naturales en América Central
CIPF Convención Internacional de Protección Fitosanitaria
COMIECO Consejo de Ministros de Integración Económica
COMISCA Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica
CRRH Comité Regional de Recursos Hidráulicos
ERA Estrategia Regional Agroambiental
FAO Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (por sus siglas en inglés)
FECAEXCA Federación de Cámaras y Asociaciones de Exportadores
de Centroamérica, Panamá y el Caribe
FECAGRO Federación Centroamericana de Cámaras Agropecuarias
y Agroindustriales
FECALAC Federación Centroamericana de Lácteos
FECCAPORC Federación Centroamericana y del Caribe de Porcicultores
FECARROZ Federación Centroamericana del Arroz
FECESCABO Federación Centroamericana del Sector Cárnico Bovino
FEDAVICAC Federación de Avicultores de Centroamérica y el Caribe
IICA Instituto Interamericano de Cooperación para la
Agricultura
INCAP Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá
INTA Instituto Nacional de Tecnología Agrícola
MAG Ministerio de Agricultura y Ganadería
MSF Medidas Sanitarias y Fitosanitarias
ODECA Organización de Estados Centroamericanos
OIE Organización Mundial de Sanidad Animal
OIMA Organización de Información de Mercados de las
Américas
OIRSA Organismo Internacional Regional de Sanidad
Agropecuaria
ONG Organización No Gubernamental
OSPESCA Organización del Sector Pesquero y Acuícola del Istmo
Centroamericano
PFI Portal Fitosanitario Internacional
PIB Producto Interno Bruto
PIBA Producto Interno Bruto Agropecuario
PQR Plant Quarantine Report
QMS Quality Management System
RUTA Unidad Regional de Asistencia Técnica (por sus siglas en
inglés)
SAA Sector Agrícola Ampliado
SCAC Secretaría del Consejo Agropecuario Centroamericano
SG-SICA Secretaría General del Sistema de la Integración
Centroamericana
SICA Sistema de la Integración Centroamericana
SICAgro Sistema de Información Centroamericano del Agro
SICTA Sistema de Integración Centroamericana de Tecnología
Agrícola
SIECA Secretaría de la Integración Económica Centroame-
ricana
SISCA Secretaría de la Integración Social Centroamericana
SNITA Sistema Nacional de Innovación y Tecnología Agrícola
TIC Tecnologías de Información y Comunicación
TLC Tratado de Libre Comercio
UAC Unión Aduanera Centroamericana
Consejo Agropecuario Centroamericano
Consejo de Ministros
Hon. Vildo Marín Lic. Marco Vargas
Viceprimer Ministro y Ministro de Producción
Ministro de Agricultura y Pesca Costa Rica
Belice
Lic. Mario Salaverría Ing. Héctor Hernández
Ministro de Agricultura y Ganadería Secretario de Agricultura y Ganadería
El Salvador Honduras
Ing. Ariel Bucardo Lic. Guillermo Salazar
Ministro Agropecuario y Forestal Ministro de Desarrollo Agropecuario
Nicaragua Panamá
Lic. Bernardo López
Ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación
Presidente Pro Témpore del CAC
Guatemala
Grupo de Trabajo Coordinador del Proceso de Formulación
de la Política Agrícola Centroamericana
Ing. José Castellanos Ing. Román Solera
Ministerio de Agricultura y Pesca Ministerio de Producción
Belice Costa Rica
Lic. Karla Hernández Ing. Roberto Villena
Ministerio de Agricultura y Ganadería Secretaría de Agricultura y Ganadería
El Salvador Honduras
Ing. Julio C. Castillo Vargas Lic. Gabriela Díaz de Morales
Ministerio Agropecuario y Forestal Ministerio de Desarrollo Agropecuario
Nicaragua Panamá
Lic. Ligia Ríos
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación
Guatemala