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La profesionalización
Rafael Martínez Puón** del empleo público*
ANALIZA EL ROL DEL RESPONSABLE DE LA PROFESIONALIZACIÓN, FACTOR CLAVE EN LA IMPLEMENTACIÓN Y EN LOS CAMBIOS QUE SE GENERAN EN LAS INSTITUCIONES, ASÍ COMO EN EL PERSONAL SUJETO A LA PROFESIONALIZACIÒN. EN TÉRMINOS GENERALES ESTAS PESONAS DEBEN SER ABIERTAS AL CAMBIO, CON CARAC-TERÍSTICAS DE LÍDER, CAPACIDAD DE MEDIADORES, SENTIDO DE POLIVALENCIA, VISIONARIOS, ETC. SON MUCHOS LOS FACTORES QUE PUEDEN INFLUIR AL DESENVOLVIMIENTO DE LA FORMACIÓN DE FORMADORES.
PALABRAS CLAVES: PROFESIONALIZACIÓN / EMPLEO PÚBLICO / FORMACIÓN DE PERSONAL / APTITUDES
La profesionalización del empleo público es un tema que admite muchos enfoques para ser abordado. 1 Por ejemplo el análisis puede realizarse desde una pers-pectiva institucional, esto es, a partir de la importancia de los servicios civiles, sus tendencias y su impacto en el funcionamiento de un sistema democrático (por ejemplo, este fue uno de los enfoques empleados en el último Foro celebrado en Tegucigalpa, Honduras en el 2004). También el tema puede ser visto, desde una visión política, esto es, a partir del reconocimiento de la profesionalización del empleo pú-blico como una política pública que impacte en las demás políticas. También desde una perspectiva estrictamente organizacional y téc-nica, esto es, ver la profesiona-lización en el empleo público, como un instrumento de gestión de recursos humanos, que contribuye a mejorar el desempeño de los servidores públicos y por ende el bienestar general de los ciudadanos. O bien, desde una perspectiva comparada de lo que pasa en un país con relación a otros (asunto más que abordado en los Congresos del Centro Latinoamericano para la Administración del Desarrollo, CLAD).1 2
* Documento presentado en el XIII Foro de la Función Pública del Istmo Centro-americano, Panamá y República Domi-nicana: “Globalización, Buen Gobierno y Función Pública”, realizado del 27 al 29 de setiembre del 2006, en Guatemala, República de Guatemala, y organizado por el Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP, y la Oficina Nacional de Servicio Civil, ONSEC, de la Presidencia de la Repú-blica de Guatemala.
** Dr. en Gobierno y Administración Pública por el Instituto Universitario Ortega y Gasset (adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, España). Coordinador Técnico de la Unidad de Recursos Humanos y Profesionalización de la Administración Pública Federal. Director General de la Revista Servicio Profesional de Carrera que edita la Red Mexicana por la Profesionalización del Servicio Público.
Recibido: 20 de setiembre del 2006.
Aceptado: 5 de febrero del 2007.
1. Véase Iacovello Mercedes y Laura Zuvanic (2005) Desarrollo e Integración de Recursos Humanos en los Estados latino-americanos X Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago de Chile, 18-21 de octubre.
2. Longo, Francisco (2004) Mérito y Flexi-bilidad. La gestión de las personas en las organizaciones del sector público. Ed. Paidós, Barcelona, España.
En esta ocasión, el interés es abordar el tema de la profesiona-lización desde la perspectiva de los implementadores, llámese los res-ponsables o protagonistas de llevar a cabo la profesionalización en el empleo público; los encargados de hacer posible la operación de herra-mientas para mejorar la gestión y dirección de las personas, pero también de provocar el cambio cultural necesario para lograr su institucionalización, además de poder convencer, tanto a los polí-ticos electos y designados de su importancia en la agenda política-administrativa del país.
El propósito precisamente de esta conferencia, es la de establecer una serie de atributos que deben de tener los implementadores para el desarrollo y puesta en marcha de la profesionalización del servicio público.
El papel de los implementadores
Es importante arrancar con una idea que es fundamental para desarrollar una forma de profe-sionalización en el empleo público: “Necesitamos profesionales para la profesionalización”.
De modo que, precisamente en el marco del “XIII Foro de la Función Pública del Istmo Centro-americano, Panamá y República Dominicana”, en el que dan cita los distintos responsables de sus ser-vicios civiles, se tiene que hacer propia esta idea de los “profesio-nales para la profesionalización”. Y esto requiere por parte de los responsables un nivel de compro-miso diferente, que no admite improvisados, ni gente que no esté convencida de este desafío.
Y hablar de profesionalización conduce irremediablemente hablar de capacidades en las personas, entendidas como habilidades, com-portamientos y conocimientos. Y para ello, se tiene que hacer una importante pregunta consistente en ¿qué tipo de capacidades requieren nuestros implementadores o res-ponsables para abordar el reto de la profesionalización? Y por lo tanto, se tiene que pensar en capacidades diferenciadas para los distintos responsables.
De manera que, organizacio-nalmente hablando, estaríamos ubi-cando a tres tipos de responsables que se encuentran en la parte:
GRÁFICO No. 1
UBICACIÓN DE LOS RESPONSABLES DE LA PROFESIONALIZACIÓN DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS
¿Qué capacidades requieren
los implementadores
o responsables que se encuentran en la parte estratégica?
¿Qué tipo de capacidades
requieren los implementadores
o responsables a nivel directivo?
¿Qué capacidades requieren
los implementadores
o responsables a nivel
operativo?
Le preguntaban en una ocasión a uno de los fundadores de Hewllett Parckard, William Hewllett, cuáles eran las razones o causas por las que había creado un área de recursos humanos en la empresa. Sobre todo en atención a la idea, de que estas áreas, además de verse como una carga burocrática, bien sus actividades podrían ser exter-nalizadas. Al respecto contestó, que la razón principal para su creación (de hecho esta definición me parece que es una de las más completas para un área de recursos humanos) era:
Mejorar la capacidad
de dirección
de la organización
Y en efecto las áreas de recursos humanos deben estar orientadas a mejorar la dirección de las personas, lo que no es un proceso fácil, ya que en él están mezclados una serie de factores que van desde los propios conocimien-tos, sentimientos, aspiracio-nes, etc.
Pero aún más, las áreas de recursos humanos no están únicamente para mejorar pro-cesos y normas y hacerlos cumplir. En el fondo están para formar personas, de modo que más allá de la existencia de una estructura formal dedicada a estas actividades, la enorme visión será que absolutamente todo el personal de cualquier área de organización esté prepa-rada para ello, de modo que el tema de la dirección y gestión de las personas sea un hábito organizacional de todo mundo, y en ese sentido, el papel de las áreas de recursos huma-nos se magnifica y cobra un papel mucho más relevante del que pudiera tener ahora en el seno de las organizaciones públicas.
Por supuesto que este no es un tema novedoso,2 3 para el caso latinoamericano, se han comenzado a sentar las bases con la creación de la Carta Iberoamericana de la Función Pública, tratando de implementar esta idea, la que se refuerza con el seguimiento perió-dico de la misma a través de los distintos foros y reuniones que se han venido realizando, pero que amerita una reflexión profunda sobre las bases en las que se trabaja para echar andar un proyecto de profesionalización del empleo público.
En ese sentido, tratando de ser provocador en el marco de la necesidad de la profesionalización del empleo público y de sentar sus bases, bien cabe hacerse a nivel de cada país, las siguientes preguntas:
¿Están hoy día, los implemen-tadores o responsables, preparados con la profesionalización, tanto a nivel de compromiso como técnico?
¿Los conocimientos del siglo pasado, nos sirven para afrontar los retos del presente?
¿Están hoy día compartiendo la misma visión y los mismos valores las personas responsables de este proyecto, en los tres niveles antes descritos en la pirámide?
¿Se tiene la capacidad de trabajar en equipo, dejando de lado los intereses personales y el status quo en un proyecto de esta naturaleza?
¿Se está realmente conven-cido del proyecto de la profesiona-lización del empleo público?
¿Les interesa realmente a nuestros políticos electos y desig-nados, la cuestión de la profesio-nalización? ¿Tenemos en ellos un verdadero apoyo?
¿Están preparadas nuestras áreas de recursos humanos para dar ese salto cualitativo de ser áreas tramitadoras, a áreas con nuevas herramientas, y con una nueva forma de gestionar a las personas?
¿Se cuenta con los suficientes recursos tecnológicos y financieros para poder consolidar un proyecto de profesionalización en el empleo público?
¿Existen condiciones reales tanto políticas, sociales y culturales como para poder impulsar la profesionalización en el empleo público?
¿Seremos capaces de agre-garles valor a nuestras orga-nizaciones a través de la profe-sionalización?
¿Hemos construido hasta hoy día, los suficientes argumentos para convencernos y convencer a los demás de la importancia de la profesionalización en nuestros países?
Es más que obvio, que yo no tengo todas las respuestas. Me parece que a cada responsable de este proyecto le corresponde tratar de contestarlas.
Conclusiones
Como se puede observar, la profesionalización del empleo pú-blico requiere de muchos elementos y factores de todo tipo que contribuyan a su éxito, el papel de los implementadores o responsables del mismo, no es un asunto menor, en el recae parte de la enorme responsabilidad de hacer posible y factible el proyecto. La definición y la redefinición de los roles de los implementadores será fundamental para la consecución de los objetivos. Es probable que estas propuestas de capacidades para cada uno de los tres tipos de responsables sean limitadas o tengan poca profundidad. En todo caso, se admite que son puramente referenciales con la idea de que puedan ser enriquecidas o incluso ampliadas.
Decía Charles Darwin; “que las personas más exitosas no son las más inteligentes ni las más capaces, son aquellas que están preparadas para el cambio”.
Bibliografía
Iacovello Mercedes y Laura Zuvanic (2005). Desarrollo e Integra-ción de Recursos Humanos en los Estados latinoamericanos. X Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago de Chile 18-21 de octubre.
Longo, Francisco (2004) Mérito y Flexibilidad. La gestión de las personas en las organizacio-nes del sector público. Ed. Paidós, Barcelona, España ◊