La cohesión social

en América Latina: Algunas

generalidades de la región

Vinicio Sandí Meza* centroamericana

DELINEA LA PROBLEMÁTICA DE LA COHESIÓN SOCIAL EN EL CONTEXTO CENTROAMERICANO, ABORDANDO SUS DIFERENTES CONCEPCIONES Y FOCALIZANDO LA DISCUSIÓN EN LAS RELACIONES ENTRE CENTROAMÉRICA Y EUROPA.

PALABRAS CLAVES: COHESIÓN SOCIAL / CENTROAMÉRICA / EUROPA / CONCEPTOS

Introducción

El proceso de globalización, está provocando en la actualidad severas transformaciones en las estructuras políticas, sociales, económicas, ambientales y hasta culturales de los países. Es un pro-ceso muy heterogéneo y se acentúa conforme los países no consideren adecuadamente la dinámica del de-sarrollo y crecimiento. Eso causa necesariamente una fricción entre modelo desarrollo y sociedad con

* MSc. en Política Económica con énfasis en Economía Internacional. Consultor y Técnico del Área de Gestión de Políticas y Negociaciones Internacionales del Ins-tituto Centroamericano de Administra-ción Pública, ICAP.

Recibido: 28 de abril del 2007.

Aceptado: 11 de julio del 2007.

resultados muy poco halagüeños para la población en general. Es un proceso muy económico, caracteri-zado por el aprovechamiento de las ventajas comparativas y competitivas de los distintos actores (ser humano, empresas y Estado), y que contribu-ye a evidenciar más claramente las diferencias entre unos y otros. Eso ha generado roles de poder en dis-tintos campos de acción; a saber:

Las empresas han ganado fuerza y espacio internacional y absorben la mayor cantidad de los recursos económicos generados en las transaccio-nes diarias a escala mundial, gracias a la conectividad in-formática durante 24 horas al día. Esa facilidad en el tras-lado de capital y otros bienes o servicios, se ejecuta en tiempo real de un lugar a otro.

El Estado ha perdido espacio de acción y maniobra con res-pecto a las empresas transna-cionales. Su rol primordial como creador y tomador de decisiones se ha reducido (en muchos casos) exclusivamen-te a las reglas del mercado y su función se centra actual-mente, en ser un Estado más fiscalizador y menos ejecutor.

El ser humano, podría carac-terizarse como el más sacrifi-cado en este proceso. Muchos habitan zonas geográficas de países altamente empobreci-dos, con ciclos de desarrollo más viciosos que virtuosos, caracterizados por altas tasas de endeudamiento interno y externo; reducida tasa de in-versión en sectores claves como salud, educación, infra-estructura productiva, entre otros. Estas y otras variables (especialmente el desempleo), han producido un fuerte debili-tamiento del ser humano que conlleva a una fuerte desarti-culación social, que mina el verdadero significado de la in-tegración social, económica, comercial y política.

Ante ese panorama, se ha generado una fuerte discusión del tema en distintos niveles sociales y en diferentes grupos políticos y económicos a escala mundial. Apa-recen una serie de explicaciones que abordan el tema social en el proceso global y han evidenciado elementos importantes relacionados con la pro-blemática, a saber: poco acceso a servicios básicos, reducida inversión, poca diversificación de las estructu-ras productivas y el creciente pro-blema del desempleo.

Para los gobiernos de los paí-ses menos adelantados, lo anterior no es una situación nueva, por el contrario han dejado en evidencia que el proceso actual, es la principal causa del problema del desarrollo. Sin embargo, son conscientes de que el esfuerzo particular ha sido muy poco para poder subsanar el vacío entre unos y otros. Dos situaciones importantes se pueden señalar:

a) Muchos de los países menos adelantados, incurren actual-mente en gasto militar en per-juicio de la inversión a secto-res sociales, lo que reduce las posibilidades de alcanzar nive-les de desarrollo similares al de los países desarrollados.

b) El apresurado paso de una economía de monocultivo o poco diversificada a una eco-nomía de mercado, altamente competitiva, sin planificación a largo plazo, provoca una reingeniería total en términos sociales que provoca una po-larización de las clases, en perjuicio de la cohesión social.

En América Latina y el Caribe el concepto de cohesión social surge ante la necesidad de encarar perti-naces problemas que, pese a algu-nos avances logrados en los últimos años, aún perduran: altos índices de pobreza e indigencia; la extrema desigualdad que nos caracteriza; diversas formas de discriminación y de exclusión social que se remonta a un lejano pasado. Los actores que bien podrían estar llamados a cons-truir espacios de interacción positiva no cuentan con una comunidad de principios de cooperación y de co-municación. Si bien las razones de los desencuentros suelen ser múlti-ples, destaca entre ellas el endeble asidero material de la cohesión so-cial, aunque ciertamente el problema trasciende la mera satisfacción de necesidades materiales (Cohesión Social: sentido de inclusión y perte-nencia, CEPAL. Marzo 2007:9).

En el caso de la región cen-troamericana, los problemas sociales son abrumadores y afectan a más de una tercera parte de la población. Estos han sido el resultado de una serie de acontecimientos muy rela-cionados a la mala praxis política debido en gran parte a gobiernos corruptos, altamente militarizados; coadyuvados por la proliferación de grupos guerrilleros durante la déca-da de los ochentas, y más actual-mente, por grupos de crimen organi-zado como las maras1 (caso de Guatemala, El Salvador, Honduras) y el narcotráfico. Estos y otros acon-tecimientos (desastres naturales,

1. Grupos de pandillas, altamente criminales. Se distinguen como: Mara Salvatrucha y Mara 18.

epidemias, entre otras), han minado fuertemente el entorno social, lo que conlleva a que una gran proporción poblacional, se desplace hacia acti-vidades muy lucrativas pero ilegales (trasiego de drogas y de personas) a escala intrarregional; y otro buen número de personas emigren hacia otros países fuera de la región en busca de mejores oportunidades de vida personal y familiar.

Marcelo Lasagna afirma, “que la gobernabilidad como concepto relacional que expresa tanto la ca-pacidad que tienen los gobiernos para atender en forma legítima y eficaz las demandas de la sociedad como la capacidad de esta última para expresarse a través de múlti-ples canales institucionalizados, el proceso de desarrollo y construcción institucional requerido para ese fin, pasa por procesos reticulares de democratización y ciudadanización que están estrechamente relaciona-dos con la generación de capital social”.

La situación anterior ha contri-buido para que en los últimos años, los gobiernos apuesten a nuevos procesos de integración comercial y apertura económica, los que parecie-ran ser los ejes centrales para lograr tan ansiado salto económico que países como Japón, China Popular, Singapur y otros han logrado; sin embargo, en nuestra región los re-sultados no han sido tan positivos, por ejemplo, aún no se logra conso-lidar una correlación positiva entre lo comercial y lo social, entre el creci-miento del Producto Interno Bruto, PIB, y el Ingreso Per Cápita, entre la cantidad de empleos generados y la población económicamente activa.2

2. Es importante hacer la diferenciación entre Crecimiento Económico y Desarrollo Económico. El primero obedece al mejo-ramiento de variables estadísticas muy re-lacionadas con la productividad económica de un país como lo son el Producto Interno Bruto, las Exportaciones, las Importacio-nes, las Reservas Internacionales, etc. El segundo, está relacionado con la mejora de variables estadísticas sociales como el Ingreso Per Cápita, el Empleo, acceso a servicios básicos como salud y educa-ción, etc. La buena marcha del primero, conlleva a una mejora proporcional en el segundo. Sin embargo, en nuestra región, la condición no ha sido necesaria ni suficiente.

Más actualmente, el esfuerzo se ha centrado en la necesidad de entender, promover y consolidar procesos que conlleven a una mayor cohesión social. Que contribuyan a un mejoramiento real y acordes con las necesidades de la población centroamericana.

Por tal razón, este artículo en una primera parte pretende hacer referencia a las diferentes definicio-nes del término de cohesión social, y la diferencia que puede existir del mismo según las regiones (caso de Europa y Centroamérica); un se-gundo apartado, que contribuye de manera general a explicar el término cohesión social como tema central en las relaciones entre Centroamé-

rica y Europa. El tercer apartado, se orienta al entendimiento de cuáles han sido las líneas de trabajo que se han implementado en el estudio del tema de la cohesión social; y final-mente, algunas conclusiones.

Cohesión social: más allá

de lo económico y comercial

Los jefes de Estado y de go-bierno de los países de la Unión Europea, UE, y de América Latina y el Caribe celebraron su IV Cumbre en la ciudad de Viena, Austria, el 12 de mayo del 2006. La primera cum-bre tuvo lugar en Río de Janeiro en junio de 1999. Posteriormente se reunieron en Madrid, en mayo del 2002, y en Guadalajara, en mayo del 2004, en un esfuerzo por desarrollar una “alianza estratégica” entre am-bas regiones. En diciembre del 2005, en el marco de los preparativos para la Cumbre de Viena, la Comisión Europea aprobó una comunicación en la que se analizaron los desafíos actuales, y se propuso una serie de recomendaciones para revitalizar las relaciones birregionales. Entre sus propuestas se incluyen acciones orientadas a fomentar el intercambio comercial, promover la cohesión social, e incentivar la integración regional (Banco Interamericano de Desarrollo, 2006:2).

En ocasión de la cumbre, rea-lizada en Guadalajara, ambas regio-nes concluyeron que la cohesión social y la integración regional cons-tituían prioridades de interés mutuo. La experiencia de la UE en la pro-moción de la cohesión social, así como en la reducción de las asi-metrías entre sus propios países miembros, podía ser un elemento de cooperación birregional en estos campos. A su vez, la integración regional y subregional permitiría acelerar el crecimiento económico, fortalecer las relaciones birregionales y enfrentar los nuevos desafíos globales.tituían prioridades de interés mutuo. La experiencia de la UE en la pro-moción de la cohesión social, así como en la reducción de las asi-metrías entre sus propios países miembros, podía ser un elemento de cooperación birregional en estos campos. A su vez, la integración regional y subregional permitiría acelerar el crecimiento económico, fortalecer las relaciones birregionales y enfrentar los nuevos desafíos globales.tituían prioridades de interés mutuo. La experiencia de la UE en la pro-moción de la cohesión social, así como en la reducción de las asi-metrías entre sus propios países miembros, podía ser un elemento de cooperación birregional en estos campos. A su vez, la integración regional y subregional permitiría acelerar el crecimiento económico, fortalecer las relaciones birregionales y enfrentar los nuevos desafíos globales.

3. Coordinador General de la Iniciativa Inter-americana de Capital Social, Ética y Desa-rrollo del Banco Interamericano de Desarro-llo, BID.

Considerando los elementos de cohesión social anteriormente citados, desarrollados en el marco de las distintas cumbres y encuen-tros organizados por la UE, se podría decir que el término de cohesión social conduce a la integración plena del conjunto total de los ámbitos que conforman un Estado. Diferentes han sido las definiciones para este término, pero es importante desta-car el énfasis que han puesto en el tratamiento de los problemas relacionados con la pobreza, la desigualdad y la exclusión social. Esta última se ve intensificada por la discriminación a grupos sociales definidos en función del sexo, la raza, la posición social, el origen étnico, asimismo, la localización de los individuos puede afectar fuerte-mente el nivel de inserción, como parte de las crecientes desigualda-des regionales, que afectan la co-hesión de una nación. La identidad, así como el origen de los individuos,

son elementos claves para determi-nar la cohesión social dentro de un país.

El concepto de cohesión so-cial, requiere de una mayor precisión operacional. En los últimos años se han hecho esfuerzos para convertirla en un instrumento útil para medir y orientar los procesos de integración y desintegración que se producen en las sociedades (Villasuso, 2006. Tomado de Osterlof, Doris y No-walski, Jorge, 2006:47).

La cohesión social se podría entender como los vínculos, las rela-ciones y los valores de las personas de una sociedad, que fomentan la inclusión de todos los miembros de esa sociedad en el proceso de desa-rrollo (Osterlof, Doris y Nowalski, Jorge, 2006:47).

El concepto de cohesión so-cial, considera el conjunto de meca-nismos de integración que existen en una sociedad y las percepciones de la ciudadanía sobre la operación de estos mecanismos. Determina el sentido de pertenencia al colectivo social por parte de los grupos que los conforman. (Villasuso, 2006. Tomado de Osterlof, Doris y Nowalski, Jorge, 2006:47). Asimis-mo, hace referencia al carácter plu-ridimensional de la pobreza, por lo que la buena bonanza representada por el PIB no es una condición sufi-ciente para lograr el desarrollo so-cial, sino solamente una condición necesaria. Bernardo Klinksberg,3 argumenta que en “cuanto más capi-tal social, más crecimiento y desa-rrollo económico a largo plazo, me-nor criminalidad, más salud pública, más gobernabilidad democrática.

En países desarrollados, la renta per cápita elevada no es una garantía de un menor grado de desigualdad y pobreza. El acceso a la educación y la sanidad, a infraes-tructuras básicas como agua potable y a un empleo decente, así como la participación en la vida política y social del país, son elementos tan importantes como la renta por sí sola. La no participación en la vida social, la representación política y la justicia son una fuente de exclusión ignorada con demasiada frecuencia. La cohesión social, implica necesa-riamente una complicidad benéfica entre el modelo de desarrollo (de un país, región, bloques de países) y la sociedad. Es decir, sociedad-crecimiento-desarrollo económico, deben emerger de manera paralela y entrelazada.

Europa y Centroamérica.

Un mismo término,

situaciones distintas

Las relaciones entre América Latina y Europa, tienen una larga tradición, basada en elementos históricos y culturales, complementa-riedades políticas, intereses económicos y consideraciones es-tratégicas. Existe una herencia com-partida, producto de movimientos migratorios intensos, lo que ha dado como fruto una comunidad cultural y de pensamiento en donde am-bas regiones se reconocen. (Iglesias, Enrique. Secretario General Iberoa-mericano. Boletín EUROsociAL – Fiscalidad, 2007:5). Sin embargo, las regiones son dispares en térmi-nos sociales, económicos y políti-cos; condiciones muy evidentes en los países de América Latina y en especial la región centroamericana.

La cohesión social es un tema muy relevante para Europa, así como para Centroamérica. Sin em-bargo, existe una gran diferencia y razones muy distintas de entender el término, a saber (Sberro, 2006:1):

1. En Europa la cohesión social es importante debido a las si-guientes razones:

o Es considerada uno de los elementos clave de las sociedades europeas actuales.

o La preocupación por el término, identifica a los europeos de otros proyec-tos de sociedad.

o El término de cohesión social, es un proceso a nivel interno y entre los Estados miembros, lo que garantiza el buen desarro-llo y aplicabilidad de los procesos de desarrollo social.

o El éxito de la integración de Portugal, Grecia, Es-paña e Irlanda, que pasa-ron de ser países muy po-bres, a alcanzar niveles de desarrollo similares al resto de socios.

o El trato especial y diferen-ciado a las regiones más periféricas de la UE.

Es importante señalar, que los Jefes de Estado y Gobierno de la UE, en el Consejo Europeo de Lis-boa, en marzo del 2000, definieron una lucha contra la exclusión social y la pobreza. Los objetivos primordia-les de esta estrategia fueron:4

4. (http://ec.europa.eu/index_ es.htm . consul-tada en marzo del 2007. Sitio oficial de la Comisión Europea).

5. Más ética, más desarrollo. Por Bernardo Klinksberg Coordinador General de la Ini-ciativa Interamericana de Capital Social, Ética y Desarrollo del BID.

Artículo publicado en La Nación Line: http://www.lanacion.com.ar/03/02/21/do_ 475292.asp

La creación de empleos esta-bles y de calidad.

La modernización de las es-tructuras económicas.

El esfuerzo de la cohesión social.

Si bien es cierto que en regio-nes con un mayor crecimiento económico (UE) se destina a comba-tir la pobreza, en proporción del PIB de 10 a 15 veces más recursos que en América Latina, las razones que explican la desigualdad existente, en términos de gobernabilidad y de desarrollo entre Europa y América Latina, no pueden ser explicadas aludiendo exclusivamente por la

diferencia en los montos de las in-versiones destinadas con ese fin. Es aquí donde el término de Capital Social funciona porque introduce la variable de lo social para explicar y al mismo tiempo atender, los pro-blemas de integración y de desarro-llo político y económico de una sociedad.5

De esa forma, la manera de atender y dar solución a los proble-mas en la región centroamericana, son suficientemente distintos.

2. En el caso de Centroamérica, es importante destacar:

o El problema de cohesión social se considera un fenómeno a nivel interno, cuando en realidad invo-lucra a toda una región. El carácter incipiente de la integración regional hace que el problema de la desigualdad social sea esencialmente considera-do un problema interno.

o Es una de las regiones más desiguales en térmi-nos de distribución del ingreso.

o La pobreza afecta a todo el sector rural y algunas poblaciones por sus ca-racterísticas étnicas o raciales.

Existe un proceso complejo en el estudio y aplicabilidad de herra-mientas para lograr cohesión social, particularmente en Centroamérica. Los problemas institucionales y fi-nancieros (políticos y militares), han provocado un fuerte retraso en el avance de políticas para la imple-mentación de la cohesión social. Los países de la región están cons-cientes de la rapidez con la que deben actuar, sin embargo pocos han logrado avanzar. En el caso de Europa, ha sido la única región que ha fomentado la cohesión social, sin embargo, el ejemplo europeo podría tener algunos tropiezos al momento de su implementación en la región, a saber:

El componente de coopera-ción económica (cercanos a los 900 millones de dólares entre el 2008-2013, en el marco del Acuerdo de Asocia-ción entre Centroamérica y la Unión Europea) puede no ser suficiente para la gran canti-dad de necesidades que en-frenta la región.

Falta de coordinación y solida-ridad entre los países de la re-gión. Posiblemente en Cen-troamérica, ningún país quiera financiar con recursos propios, el desarrollo de una región muy pobre que no sea parte de su territorio.

La ayuda para lograr cohesión social, puede ser vista como una simple transferencia de recursos, sin embargo, de-berían de existir más políticas solidarias entre los países de la región.

Al mismo tiempo, aprovechar acciones que ha tomado la UE como: a) separar por primera vez los presupuestos de cooperación desti-nados a Asia y América Latina; y b) el establecimiento de un fondo de solidaridad birregional (Sberro, 2006:3). Sin embargo, las anterio-res acciones no pueden lograr por sí mismas un desarrollo importante de la cohesión social en la región, si los países no actúan en el marco del desarrollo integral y cooperativo.

Cohesión social como eje

fundamental en las relaciones

entre Centroamérica y Europa

Es bien sabido, que el pro-greso sostenido de la región no se alcanzará plenamente, hasta no lograr un avance social importante, centrado en el combate de la exclu-sión social de una gran parte de la población.

Ha habido avances importan-tes, sobre todo en el progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el acceso a enseñanza primaria. Sin embargo, existen aún graves problemas en el tema de mortalidad infantil, acceso al agua potable, y transmisión de enfermedades. Los anteriores son indicadores de pobre-za, que afectan a más de un tercio de la población centroamericana.

La región presenta graves problemas en términos de desigual-dad del ingreso, así como a la distri-bución de la renta, bienes como la tierra, educación y crédito. Parale-lamente, los países presentan fenó-menos muy característicos, como la convergencia económica de regio-nes con infraestructura productiva adecuada y con fácil acceso a mer-cados y recursos humanos muy cua-lificados. Esa situación produce un distanciamiento económico y social regional dentro de un mismo país, así como a una inequitativa distribu-ción de las ganancias producidas.

Las desigualdades producidas por esos y otros procesos, contribu-yen a la exclusión de determinadas capas sociales. La mejora en la acción política a escala local, nacio-nal y regional, puede convertirse en un factor esencial para detener los procesos de autoexclusión económi-ca, política y social.

6. http://ec.europa.eu/index_es.htm visita mar-zo del 2007. Sitio oficial de la Comisión Europea).

Actualmente, la región está iniciando las negociaciones de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, que incluye tres compo-nentes muy importantes, a saber: a) cooperación; b) política; y c) comer-cio. En vista de ese proceso, Cen-troamérica debe dar inicio a un tra-bajo muy fuerte, de tal forma que pueda entenderse la dinámica que involucra cohesión social, como eje fundamental del desarrollo regional y de las buenas relaciones entre las regiones. Para eso, la UE ofrece en primer lugar la experiencia en el

proceso de integración más com-pleto y consolidado; y segundo, la solidaridad con la que han traba-jado ese proceso. Esos son algunos de los elementos que la región debe considerar.

Sin embargo, la cohesión so-cial es una prioridad de orden moral, económico y político. La región debe poner mucha atención a estos tres componentes, debido a que:6

Desde la arista moral, la ex-clusión y la miseria son contra-rias a los valores fundamen-tales de la dignidad humana y el respeto a los derechos humanos.

A nivel económico, las desigualdades sociales impi-den a capas enteras de la so-ciedad contribuir al creci-miento mediante el consumo, el ahorro y la inversión.

El punto de vista político, las desigualdades y la exclusión debilitan la democracia y cons-tituyen una amenaza para la paz y la estabilidad.

Por lo tanto, se deben profun-dizar las relaciones en toda una se-rie de sectores de gran importancia estratégica para ambas regiones, como la energía, el medio ambiente, la investigación o la educación supe-rior. Pero considerando, que la piedra angular de estas relaciones debe ser la promoción del desarrollo humano sostenible, que contribuya al establecimiento de una capacidad social real que conlleve a la co-hesión social en la región.

Cohesión social: amalgamiento

del tema a nivel regional

Los países centroamericanos mantienen rezagos importantes en su desarrollo, problemas de pobreza, inequidad y exclusión, producto de profundas asimetrías económicas y sociales a lo interno de cada país. Cuenta con un total aproximado de 37 millones de personas, con un ingreso per cápita mensual de US$282. Un 55% de la población vive en la pobreza y el 23% en ex-trema pobreza. Solamente el 20% de la población vive en hogares con un ingreso superior a los US$360, y tan solo el 10% vive en hogares con un ingreso per cápita mensual supe-rior a US$600. (Paes de Barros, tomado de Osterlof, Doris y Nowalski, Jorge, 2006:6).

El alto grado de pobreza en la región, es parte considerable del grado de desigualdad en la reparti-ción de los recursos. Las desigual-dades intensifican las exclusiones entre los grupos poblacionales. En la región el 40% más pobre se apro-pia solamente del 8% del ingreso total, mientras que el 10% más rico se apropia del 47%. Además, el 20% más pobre posee el 2% del ingreso total, mientras que el 20% más rico, el 64%. (Paes de Barros, tomado de Osterlof, Doris y Nowalski, Jorge, 2006:6).

En el caso de la democracia, la mayoría de los países centroame-ricanos están apenas en sus prime-ras etapas de maduración de los procesos democráticos. Lo que evidencia una debilidad de los ins-trumentos utilizados en este campo. Asimismo, cuando la gente pobre, está excluida de los procesos de toma de decisiones en el campo económico, político y social, se genera una efervescencia en contra de todo el modelo de desarrollo del país, lo que deteriora el Estado – Nación.

Por lo tanto, la persistencia de los problemas en los países cen-troamericanos, junto con la cre-ciente apertura económica y comer-cial, así como la entrada en vigencia de Tratados de Libre Comercio con otros países como Estados Unidos, México, Chile, etc.; obliga a los paí-ses a diseñar e implementar medi-das tendientes a resolver asimetrías. Además, obliga a generar condicio-nes sociales propicias para el desa-rrollo humano, y a la vez dinamizar el desarrollo económico, de forma tal que éste sea sostenible e incluyente. (Osterlof, Doris y Nowalski, Jorge, 2006:7).

En el caso centroamericano, el tema de la cohesión social es relativamente nuevo. Se ha discu-tido ampliamente, debido a los es-fuerzos por desarrollar una “alianza estratégica” entre América Latina y la UE (que involucra a Centroamérica), y que promulga desafíos y beneficios para la región centroamericana en términos del intercambio comercial; promover la cohesión social; e incen-tivar la integración regional. Esta posición se ha fortalecido con el inicio de la negociación del Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea, cuyo objetivo principal es la puesta en práctica de una serie de herramientas que con-tribuyan con la cohesión social en la región.

Las oportunidades y desafíos de este acuerdo no son simplemente comerciales sino que forman parte de una estrategia más amplia, orien-tada a un desarrollo sostenible, la estabilidad macroeconómica, el alivio de la pobreza, y la consolidación de la democracia y el buen gobierno. Además, el campo de la coopera-ción incluye actualmente nuevos asuntos, como la migración, la pre-vención de conflictos y la lucha contra el terrorismo. Como se puede ver, no es un simple acuerdo co-mercial, centrado en bienes y servi-cios, sino, un acuerdo más amplio y que será el primero, con estas ca-racterísticas, a negociarse en nues-tra región.

Un buen proceso negociador del acuerdo podría ser una herra-mienta fundamental para el desarro-llo, sin embargo, se deben conside-rar que existen desigualdades entre los individuos de la región, que existe un acceso dispar a los ingre-sos, a los servicios sociales como salud y educación, y a los factores productivos como la tierra, el crédito y la tecnología. Por otro lado, hay una dimensión geográfica de la des-igualdad. Los países difieren en ta-maño, en su dotación de factores, en la flexibilidad de sus mercados de bienes y factores de producción, en la calidad de sus instituciones y, en general, en su nivel de desarrollo económico y que además, la compe-titividad y la solidaridad son, de hecho, metas esenciales para el tipo de integración que comparten ambas regiones.

El requisito puesto por los eu-ropeos para plantear un verdadero proceso de integración y negociación conjunta, obliga a los países cen-troamericanos a mirarse conjunta-mente y no como competidores. La región debe mirar las ventajas reales de la integración. La implementa-ción de un buen proceso de integra-ción coadyuvado por el desarrollo social, contribuye al desarrollo económico al facilitar cambios positi-vos en la estructura productiva y en el mundo del trabajo. Ayuda a cerrar brechas entre sectores productivos, tipos de empleo, así como las de género, edad y capacidades.

Esa forma de ver el proceso de integración debe ser fundamental, considerando que son procesos altamente políticos; por lo que las asimetrías sociales y económicas socavarían los procesos integracio-nales. La no resolución a los pro-blemas que originan la pobreza, la desigualdad y la inequidad, conlle-van a un problema social insosteni-ble en contra de toda decisión política y económica que afecta al Estado.

En ese sentido, el Estado, tiene un papel trascendental al esta-blecer y ejecutar políticas que facili-ten sistemas de distribución y redis-tribución que reduzcan las exclusiones, las inequidades y la pobreza. La función principal del Estado es lograr el bien común, debe plantearse en lo económico, entre otros aspectos, que las finan-zas públicas estén sanas, el que las políticas productivas y la de inversión generen oportunidades empresaria-les, empleos de calidad, y un cre-cimiento sostenido. (Osterlof, Doris y Nowalski, Jorge, 2006:48).

El Estado debe priorizar la in-versión en educación y formación profesional de alta calidad, la inver-sión en salud y el desarrollo de una protección social adecuada y de servicios sociales de calidad, acce-sibles a la mayoría de la personas. (Osterlof, Doris y Nowalski, Jorge, 2006:48).

Por lo anterior y a manera de conclusión, se debe indicar que, los países de Centroamérica deben amalgamar y entender que el pro-blema social no se excluye de los demás procesos, estrategias o polí-ticas de desarrollo. Por el contrario, entender que la cohesión social a partir del desarrollo de las capacida-des humanas, accesibilidad a servi-cios básicos y empleo, contribuye linealmente al logro de las metas propuestas por los gobiernos de los Estados, y que representan una condición inseparable en el proceso de toma de decisiones.

Conclusiones

La toma de decisiones en la gestión pública, es una repre-sentación activa y real de la ciudadanía, lo que contribuye a que la sociedad sea más cohesionada. Por otra parte, se puede fomentar el sentido de pertenencia a partir de la consolidación de valores para una convivencia pacífica, ar-moniosa y solidaria. Eso ayuda considerablemente a la implementación de procesos de toma de decisiones más in-tegrativos socialmente.

La noción de Capital Social, que en términos generales se refiere al valor colectivo de las redes sociales, y de las incli-naciones que surgen de estas redes para hacer cosas con otros, valoriza el conjunto de relaciones sociales existentes en función de las cualidades positivas definidas como ne-cesarias para la realización de objetivos comunes, y la puesta en marcha de proyectos colec-tivos. Lo que deriva en un tipo de integración social que no implica la homogeneización, sino la corresponsabilidad.

Debe considerarse, que la toma de decisiones afectarán en igual medida a todos los sectores. Sin embargo, en términos económicos, el Óptimo de Pareto, señala que, éste se alcanza cuando se obtiene el bienestar de un grupo de personas a partir de la disminución del bienestar de al menos otra persona. Por lo que, siempre habrá insatis-facción social, sin embargo, esta insatisfacción disminuirá conforme se logren integrar e interrelacionar los procesos de desarrollo y crecimiento económico.

Los procesos de integración en Europa son totalmente dis-tintos a cualquier proceso en Centroamérica. Deben consi-derarse las similitudes pero evidenciando las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.

La cohesión social es una herramienta muy útil para construir espacios donde el Estado tome las decisiones validadas por la ciudadanía. De esa forma, se asegura una participación activa en las so-luciones para atender los problemas que aquejan a la región.

Para Centroamérica las opor-tunidades del Acuerdo de Asociación son más amplias, y pueden desembocar en exce-lentes resultados en términos de desarrollo y crecimiento económico. Si consideramos la importancia y correlación de
los temas que encierra el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, podría ser más sencillo y factible en términos sociales y políticos, obtener mejores resultados del comercio, pero, si única-mente pensamos en la fortale-za comercial, dejando de lado los otros temas del Acuerdo, no estaremos aprovechando la verdadera esencia de lo que los europeos nos proponen. Recordemos que la exclusión económica y social limita la posibilidad de que una región logre un crecimiento y desa-rrollo sostenido. Eso ha sido base fundamental para la inte-gración europea.

Bibliografía

Bessis, Sophie. De la exclusión so-cial a la cohesión social. Síntesis del Coloquio de Ros-kilde 2 a 4 de marzo de 1995. Universidad de Roskilde.

Klinksberg, Bernardo. Capital Social y Cultura. 2001.

__________________. Más ética, más desarrollo. Coordinador General de la Iniciativa Inter-americana de Capital Social, Ética y Desarrollo del BID. 2004.

Lasagna, Marcelo. Liderazgos para la gobernabilidad y el desarro-llo en la Sociedad de la Infor-mación. 2006. Coordinador de la Escuela Virtual, Universidad de Cataluña, España.

Machado, Roberto. Los sistemas de gasto público en América Cen-tral y República Dominicana: disciplina fiscal y eficiencia. Banco Interamericano de De-sarrollo, noviembre del 2006.

_________________. ¿Gastar más o gastar mejor? La eficiencia del gasto público en América Central y República Dominica-na. Banco Interamericano de Desarrollo, noviembre del 2006.

Osterlof Obregón, Doris. Nowalski Rowinski, Jorge. La integra-ción centroamericana. Hacia una relación virtuosa entre co-hesión social y desarrollo económico. Documento de trabajo. Centro Internacional para el Desarrollo Humano. 2006.

Ottone, Ernesto y Sojo, Ana. Co-hesión social: inclusión y sen-tido de pertenencia en Améri-ca Latina y el Caribe. División de Desarrollo Social de la CEPAL. Enero del 2007.

UNCTAD. Los países menos adelan-tados. El desarrollo de nuevas capacidades. Informe del 2006. Naciones Unidas.

Boletines y revistas

EUROsociAL – Fiscalidad. Boletín, Edición Especial. Junio del 2007.

Páginas de Internet revisada

http://ec.europa.eu/index_es.htm

http://ec.europa.eu/external_

relations/la/sc/sc_es/index_es.htm

http://www.eurosocialfiscal.org/

http://www.sre.gob.mx/uaos/

ponencia/20IEIESberro.doc

http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/4/27814/Cohesion%20socialV4.pdf

http://www.sre.gob.mx/uaos/ documentos/notacohesion.doc

http://www.sre.gob.mx/uaos/

documentos/notacohesion.doc

http://www.coe.int/T/E/Social_

cohesion/

http://www.unesco.org/most/

bessspa.htm

http://www.eclac.cl/cgi-bin/getProd. asp?xml=/publicaciones/xml/4/ 27814/P27814.xml&xsl=/tpl/p9f.xsl

http://es.wikipedia.org/wiki/Cohesi%C3%B3n_social