Comercio exterior y microempresas

en Centroamérica. Una visión

desde las condiciones laborales

de los trabajadores* Ana Escoto**

12,02

11,38

11,67

21,22

13,24

16,46

21,18

13,81

17,81

47,44

31,66

38,87

23,37

32,09

28,57

46,37

45,46

45,95

18,56

27,96

23,67

31,13

24,45

27,15

11,95

15,83

13,72

21,98

29,000

25,79

24,28

30,22

27,82

20,5

24,9

22,51

RESTO

MICRO

TOTAL

RESTO

MICRO

TOTAL

RESTO

MICRO

TOTAL

GUATEMALA

EL SALVADOR

COSTA RICA

Otros transables

Transable Concentrado

NT. Sin Crecimiento

NT. Con Crecimiento

ES NECESARIO INDAGAR QUÉ CONDICIONES LABORALES SE MANTIENEN EN LAS MICROEMPRESAS Y SU RELACIÓN CON EL MODELO ECONÓMICO Y LA ESTRATEGIA COMERCIAL, PUES MUCHOS CENTROAMERICANOS SE EMPLEAN EN ESTAS UNIDADES. PARA ELLO, PRESENTO UN ANÁLISIS DE DICHAS CONDICIONES EN RELACIÓN A UNA CLASIFICACIÓN PRODUCTIVA DE RAMAS DE ACTIVIDAD LIGADAS O NO CON EL COMERCIO EXTERIOR. LOS RESULTADOS INDICAN QUE EXISTE UNA DIFERENCIACIÓN DE LAS CONDICIONES LABORALES Y QUE SU RELACIÓN CON EL COMERCIO EXTERIOR ES POLARIZADA, DENTRO DEL COMERCIO MISMO; Y, ADEMÁS MEDIADA POR EL TAMAÑO DEL ESTABLECIMIENTO.

-0,32

-0,12

-0,34

0,10

-0,06

-0,45

-0,45

-0,42

-0,30

0,23

-0,21

-0,42

T. CONCENTRADOS

NT. SIN CRECIMIENTO

NT. CON CRECIMIENTO

MICROEMPRESA

O. TRANSABLES MICRO

M1

M2

M3A

M3B

-1,02

-0,19

-0,22

-0,94

-0,17

-0,12

-0,42

-0,45

-0,42

-1,23

0,08

-0,19

-0,25

T. CONCENTRADOS

NT. SIN CRECIMIENTO

NT. CON CRECIMIENTO

MICROEMPRESA

O. TRANSABLES MICRO

M1

M2

M3A

M3B

-0,20

-0,10

-0,17

0,11

-0,49

-0,45

-0,42

-0,06

0,00

0,29

T. CONCENTRADOS

NT. SIN CRECIMIENTO

NT. CON CRECIMIENTO

MICROEMPRESA

O. TRANSABLES MICRO

M1

M2

M3A

M3B

PALABRAS CLAVES: CONDICIONES LABORALES; COMERCIO EXTERIOR; MERCADO DE TRABAJO; MICROEMPRESAS

IT IS NECESSARY TO INVESTIGATE WHICH WORKING CONDITIONS MAINTAIN IN MICRO ENTERPRISES AND ITS RELATION TO THE ECONOMIC MODEL AND TRADE LIBERALIZATION SINCE MUCH OF CENTRAL AMERICANS ARE EMPLOYED IN THESE UNITS. TO DO THIS, I PRESENT AN ANALYSIS OF THESE CONDITIONS RELATED TO AN ECONOMIC CLASSIFICATION OF INDUSTRIES LINKED OR NOT TO FOREIGN TRADE. THE RESULTS INDICATE THAT THERE IS A DIFFERENTIATION OF WORKING CONDITIONS AND THEIR RELATIONSHIP TO INTERNATIONAL TRADE IS POLARIZED, WITHIN THE TRADE, AND ALSO MEDIATED BY THE SIZE OF THE ENTERPRISE.

KEY WORDS: WORKING CONDITIONS; FOREIGN TRADE; LABOR MARKET; MICROENTERPRISES

Introducción

Documento presentado en el Simposio Retos de los Encadenamientos Globa-les y del Desarrollo en América Latina el 13 de julio en el 55 Congreso Inter-nacional de Americanistas, celebrado en San Salvador, El Salvador en la Uni-versidad Francisco Gavidia, del 12 al 17 de julio, 2015.

El papel de las microempresas en Centroamérica es crucial para entender las dinámicas laborales de

gran parte de la población. Según los censos y directorios económicos de la región, más de la mitad de las empresas emplean a menos de cin-

___________________________

** Doctora en Estudios de Población, investigadora post-doctoral, El Colegio de México.

Correo electrónico: arescoto@colmex.mx

Recbido: 1° de febrero del 2016.

Aceptado: 8 de marzo del 2016.

co empleados.1 Del mismo modo, alrededor de la mitad del empleo lo proveen estas microempresas, de acuerdo a las encuestas de hoga-res.2Esta participación obliga a co-nocer con más certeza las condicio-nes en que laboran y, además, si estos desempeños se ven diferen-ciados por el sector económico donde la empresa actúa, y, además, la relación de este sector en el mapa global económico, a través del comercio.

1. Para ejemplificar esta aseveración tene-mos que, en el directorio de empresas costarricenses de 2014, el 64% de las empresas mantenía a un personal ocupa-da de menos de 5 personas (Directorios de establecimientos INEC, 2014). Mien-tras que este porcentaje en el directorio salvadoreño más reciente, es de 54.5% (Directorio de establecimientos, DIGESTYC, 2011) Desde las encuestas de hogares tenemos que 54.32% del em-pleo guatemalteco se da a empresas de este tamaño (ENEI, 2010), un 59.64% del empleo salvadoreño (EHPM, 2010) se da en estas condiciones y un 45.46% del empleo en Costa Rica (ENAHO, 2010).
2. Agradezco el comentario de Minor Mora, de visibilizar el papel de las microempre-sas en el análisis del comercio y las con-diciones laborales para la región centroa-mericana.
3. En general, en este artículo se ha deter-minado el tamaño de las empresas en re-lación al número de sus trabajadores. El tamaño de la empresa incluye también otras características como activos y volu-men de ventas. Sin embargo, dado que se ha diseñado la perspectiva de análisis desde la información desde los hogares de los trabajadores, la única variable dis-ponble es el número de empleados. Por tanto, se considera una microempresa a unidad económica o establecimiento de menos de cinco trabajadores.

Anteriormente, se ha discutido en la región la importancia de la

capacidad exportadora de las micro-empresas aunadas a las pequeñas y medianas empresas, desde una perspectiva de la competitividad (CEPAL, 1999 y 2001; Hernández, 2001) y sus necesidades de forma-ción (Montero, 2006). Sin embargo, poco se ha discutido de cómo eva-luar la participación de las empresas tomando en cuenta el bienestar de quienes laboran en ellas. Por tanto, este estudio propone una metodolo-gía que permite estudiar desde los trabajadores, elementos como las características de los sectores y su relación con el comercio exterior, así como el tamaño de las empresas en las que laboran.

Por tanto, en el presente do-cumento se busca, en primer lugar, analizar las condiciones de trabajo en relación a una clasificación pro-ductiva de las ramas de actividad ligadas o no con el comercio interna-cional. Este primer objetivo, marca el contexto para la participación de los trabajadores de las empresas de menor tamaño en relación con su acceso a los sectores con diferentes perfiles de participación en el comer-cio internacional, retomando a Esco-to (2013) y Escoto y García (2015). Esta participación no solo implica establecer cuánto del empleo es creado en las unidades productivas de menor escala, sino también eva-luar sus condiciones laborales. Sin duda, lograr una mayor calidad de vida de los trabajadores es un reto que concierne a todas las unidades productivas y se vuelve aún más acuciante para las unidades más pequeñas.3

Para lograr estos objetivos, el presente artículo se divide en tres partes. En una primera parte, se retoman las tesis sobre el comercio y desarrollo, para leer nuestros resul-tados desde los aportes analíticos que intentan predecir los beneficios de la apertura comercial, tomando en cuenta los perfiles de comercio exterior diferenciados. En una se-gunda parte, se reseña brevemente algunos enunciados sobre la hetero-geneidad estructural y el papel de ella en los resultados del mercado de trabajo. Finalmente, en la tercera parte se retoman los resultados de los modelos estadísticos que permi-ten establecer las diferencias en términos de distribución del empleo en los sectores laborales, las condi-ciones que se gestan y las distancias al interior de los países marcadas por la inserción laboral en sectores ligados a patrones diferenciados de comercio internacional; y cómo las microempresas se desempeñan al interior de estos sectores.

Comercio exterior y condiciones laborales: supuestos,

expectativas y complejidades

Esta investigación se concen-tra en tres países: Guatemala, El Salvador y Costa Rica, como casos representativos de la región cen-troamericana. Estos países, nos dan un panorama de diferentes modelos institucionales, pero además distinta especialización exterior.

El comercio no es homogé-neo, no se desarrolla igual. Existen múltiples formas de comerciar casi como productos y servicios se pro-ducen en un país. La consolidación de los procesos de apertura comer-cial en las últimas dos décadas ha ampliado la cantidad de mercancías y servicios que se comercian, y con quién existe intercambio internacio-nal. Cada país de estudio tiene dife-rentes principales productos de exportación, estos pueden conside-rarse como una radiografía rápida de la composición de sus exportaciones y su diferenciación.

Según la herramienta de con-sulta del Intracen(s.a.), Guatemala, mantiene en su listado de los diez productos más exportados, produc-tos agrícolas de larga tradición como el café, banano y azúcar. El Salva-dor en su principal tríada de produc-tos, tiene en cambio productos de manufactura de baja tecnología co-mo los textiles (T-shirts y camisetas interiores, de algodón, de punto; y, jerseys, cardiganes y artículos simi-lares de algodón, de punto), así co-mo el alcohol etílico sin desnaturali-zar. En cambio, Costa Rica, presenta en sus principales mercan-cías exportadoras su dualidad entre productos (ensamblados en el país) de alta tecnología (circuitos monolíti-cos integrados, y otros; partes y accesorios de máquinas de proce-samiento automático de datos y otras unidades) y los de origen agrí-cola como el banano. Esto no es casual, existe un papel activo de las acciones políticas públicas (comer-ciales, como los tratados señalados, y las productivas) junto con los pro-cesos de especialización, en la de-terminación de perfiles distintos en Centroamérica.

A pesar de estas diferencias, los países coinciden en un gran ras-go: la alta dependencia de las expor-taciones con EE.UU. Los tres casos estudiados dependen de la capaci-dad de compra de este socio comer-cial. No obstante, hasta en el país con superiores desempeños y mejo-res intentos de diversificación, Costa Rica, EE.UU. ha pasado de repre-sentar casi la mitad de sus exporta-ciones en el 2003 a solo el 38.5% en el 2010. A pesar de la mejoría, la dependencia es sustancial. (WITS, s.a.).

Existen muchas expectativas sobre el papel del comercio y la apertura económica sobre el bienes-tar y el desarrollo; sin embargo, po-cas establecen un vínculo certero desde el bienestar de los trabajado-res. Existen posturas ortodoxas, algunas más optimistas que otras, que explican que el comercio propi-cia el crecimiento económico, puesto que este redundaría en mecanismos automáticos que harían que los sala-rios mejoraran debido al aumento de la productividad (si se pagan los factores de acuerdo a esta).4La lógica es que “el derrame” facilitado

4. Por ejemplo, este es el esquema general se puede encontrar en el funcionamiento del modelo básico Heckscher-Ohlin y la especialización comercial en los sectores con abundancia relativa (véase Krugman y Obstfeld, 2003).
5. Katz y Autor, 1999; Feenstra y Hanson, 2001; Acemoglu, 2002; Feenstra, 2007 discuten estos dos elementos, y desde una lógica de la Inversión Extranjera Di-recta (IED), Bustos, 2005 y Salvia (2010). Mientras que Goldberg y Pavcnik, 2006 retoman todos estos elementos, incluyen-do la poca movilidad de los factores.

por el comercio, a través de la tecno-logía y la información, así como del crecimiento mismo, tiene un efecto positivo en las condiciones laborales, o al menos eso es lo esperado (para un enfoque bastante entusiasta se puede revisar Flanagan, 2006). Sin embargo, los trabajos que han sido citados en Baliamoune-Lutz y Bok (2012), Rodríguez (2011); y Sriniva-san y Bhagwati (1999), existe un cúmulo de críticas teóricas y empíri-cas de cómo llegar a establecer la relación entre el comercio y creci-miento. Normalmente, estos estudios buscan establecer una única direc-ción: el comercio tiene un impacto positivo “a menos que” una serie de condiciones y supuestos no se cumplan.

Esta concepción ortodoxa fue la base del programa de ajuste, mismo que favoreció los cambios estructurales (Katz, 2001 y Stalling y Peres, 2000). Sin embargo, se han presentado reformulaciones durante las últimas dos décadas ante los trabajos empíricos de los procesos de apertura en países “en desarro-llo”, ante los efectos de la apertura. Estas reformulaciones toman en cuenta el cambio de supuestos, pero no así la lógica del comercio. Así, se explica que existen procesos de Inversión Extranjera Directa (IED) de Skill Biased Technologial Change (SBTC) y de outsourcing que po-drían menoscabar las virtudes del comercio, e incluso este podría pro-piciar condiciones de aumento de la desigualdad laboral.5 Estas reformu-laciones y nuevas formas de estudiar el comercio internacional evidencian que este es parte de un proceso

amplio, relacionado con otras políti-cas y diferentes características pro-pias de los procesos globalizadores, como la apertura de la cuenta de capital (de inversión) así como los esquemas de liberalización comer-cial arancelaria.

Sin embargo, si nos alejamos de las formulaciones esenciales de la política comercial ejecutada, des-de la postura económica heterodoxa la lógica es distinta, pues no existen ajustes automáticos ni en el corto ni el largo plazo. Los costos unitarios laborales, determinarían de esta manera el tipo de cambio real y se-rían la base de la competitividad. Shaik (1992:155-173) explica que el funcionamiento del comercio, no ha sido cuestionado en sus bases pues se asume que es determinado por la abundancia o escasez relativa de los factores. En realidad, lo que estaría determinando cómo se comercia y quién gana del comercio vendría dado por la “ventaja absoluta”, obte-nida de los costos unitarios. Por lo que pueden existir procesos produc-tivos que en realidad estén asocia-dos con mejoras de la productividad, o bien, los costos unitarios se redu-cen en función de los ingresos retri-buidos a los trabajadores por su trabajo, bajo un esquema de “com-petitividad espuria” (Góchez, 2008).

Otro elemento que se cuestio-na desde perspectivas heterodoxas es la asunción de la fuerza de traba-jo como un stock limitado. Las con-diciones de los mercados de trabajo centroamericanos con subempleo y sin políticas de seguros de desem-pleo, podría coincidir con los mode-los de oferta laboral ilimitada, este concepto de corte más estructuralis-ta, es similar al marxista el Ejército Industrial de Reserva (EIR), lo que implica que la permanencia de una población dispuesta a trabajar man-tiene los salarios en los mínimos, a pesar del aumento de la producción y la productividad (véase Lewis, 1954 y Ranis, 2004).

Se parte de la premisa de que las condiciones laborales pueden ser diferentes en los sectores económi-cos si están más o menos vincula-dos al comercio exterior. Se busca deslindar la naturaleza de este vínculo, a través de la intensidad de la relación comercial en distintos sectores de la economía, la existen-cia de poco o muchos socios comer-ciales y, además, tomando en cuen-ta las especificidades de los casos nacionales, que mantienen condicio-nes económicas estructurales del momento de análisis y años prece-dentes. Además de estas hipótesis relacionadas con el comercio, se han considerado elementos de la fuerza de trabajo para evidenciar y controlar su heterogeneidad en términos de sus características sociodemográfi-cas (como el sexo, la edad, la esco-laridad, lugar de residencia y estado civil).

Lo que se pretende es, meto-dológica y conceptualmente, retomar al mercado de trabajo como el inter-mediario entre el comercio-producción y el bienestar, a través de la aproximación a las condiciones laborales para cada uno de los paí-

ses en estudio. Sin embargo, tam-bién es necesario aproximarnos más a las condiciones estructurales na-cionales, los elementos sustantivos, se pueden leer en el siguiente apartado.

La heterogeneidad estructural, tamaño de empresas

y posibles implicaciones

6. Octavio Rodríguez (1998) establece una recopilación de los aportes de Prebisch en tanto al término, denotando dos acepcio-nes al concepto. En primer lugar, se dice que la estructura productiva es heterogé-nea cuando al interior de ella coexisten dos sectores, uno con niveles altos de productividad y otro caracterizado por po-seer niveles bajos. La rama económica avanzada en cuanto a productividad se denomina sector capitalista (con racionali-dad de acumulación) y al sector con baja productividad se le llama no capitalista (con racionalidad de subsistencia). Mien-tras que la otra acepción considera una dicotomización de la producción y del mercado de trabajo: por un lado el sector formal y, por el otro, el informal.
7. El autor mide la heterogeneidad estructu-ral con el coeficiente de variación de la productividad intersectorial y también en relación al mercado de trabajo incluyendo el tamaño de las empresas y la categoría ocupacional de los trabajadores.

La heterogeneidad estructural es un concepto que permite rastrear las condiciones históricas de la des-articulación de los aparatos producti-vos centroamericanos y además introducir el efecto del proceso de apertura. Bielschosky (2006) resume la teoría estructuralista cepalina de los años cincuenta, como aquella que consideraba las naciones lati-

noamericanas como países de baja diversidad productiva, con un grado alto de especialización en recursos naturales (agricultura o minería) y con una marcada dualidad o hetero-geneidad tecnológica. Esto último refería a la coexistencia de sectores de alta productividad y con abundan-te ocupación de mano de obra, con niveles próximos a los de subsisten-cia. Además de esto, se agrega que existe una institucionalidad inadecuada y falta de capacidad empresarial.

Esta heterogeneidad estructu-ral cuya conceptualización tomó los aportes de Lewis, Furtado, Pinto y fue expuesta como tal por Prebisch desde el estructuralismo latinoameri-cano,6 es retomada por Agustín Sal-via (2010:328) quien establece que esta es una característica típica de los países subdesarrollados y refiere al desequilibrio que presentan en cuanto a la orientación de la inver-sión externa, su integración sectorial, modos de asimilar el progreso técni-co, capacidad de emplear producti-vamente la fuerza de trabajo exce-dente y sus efectos sobre el crecimiento y la distribución.

Recientemente, los conceptos de la heterogeneidad estructural han sido retomados por la CEPAL. Así, Infante (2010) realiza una clasifica-ción regional de los países según sus niveles de heterogeneidad es-tructural para el momento dado (año 2007),7 clasificando a los países en estudio de la siguiente manera: Cos-ta Rica se encuentra en el grupo de heterogeneidad “moderada”; mien-

tras que El Salvador y Guatemala pertenecen al subconjunto de nacio-nes con heterogeneidad “severa”. Esta misma investigación señala una relación entre la estructura producti-va y el comercio internacional, expli-ca que “únicamente algunos de los países con una estructura productiva moderadamente homogénea mostra-rían una inserción internacional apreciable”, mientras que los países con estructuras severamente hete-rogéneas, tienen peores inserciones comerciales (p.87)

Por lo anterior, se sabe que la presencia de establecimientos de diferente tamaño se traslada en una heterogeneidad productiva, misma que se traduce en una heterogenei-dad de las condiciones laborales. El presente documento es más bien un instrumento para evaluar los desem-peños de las empresas en términos de su posición en el comercio con las condiciones laborales. Así, se puede retomar la visión de los traba-jadores. Para ello se tomará el ta-maño del establecimiento donde laboran los trabajadores (en especí-fico la diferenciación entre micro empresas y el resto); así como la interacción de estos dos elementos. De esta manera, se pueden estable-cer las diferencias en términos de ingresos y acceso a seguridad social que mantienen los trabajadores de las microempresas en sectores que conservan diferentes relaciones con el comercio exterior. Esto nos brin-dará un panorama global de cada país desde las condiciones laborales de los trabajadores, para establecer los desafíos que en términos de calidad del empleo se tiene frente a las ramas que se comercializan en los países.

La relación entre condiciones

laborales, comercio

internacional en Centroamérica

y las microempresas

En este apartado se quiere examinar de manera conjunta los resultados más importantes del análisis sobre estos tres países cen-troamericanos, en términos de las condiciones laborales existentes en distintos sectores económicos defi-nidos según su vinculación con el comercio internacional. Para ello, primero se focaliza sobre la distribu-ción de la fuerza de trabajo en diver-sas situaciones relacionadas o no con el comercio; enseguida se preci-sa el monto del empleo en los secto-res donde se presentan las mejores y las peores condiciones de trabajo, así como las ramas más representa-tivas; y finalmente se analizan los perfiles sociodemográficos de los trabajadores en contextos de comer-cio internacional diferenciados.

Conviene aclarar, que no se puede establecer una causalidad entre la vinculación con el comercio internacional y las condiciones labo-rales. Más bien se ha buscado preci-sar la existencia o no de esta rela-ción (montos, dirección, algunos factores intervinientes), y establecer regularidades en tres países con políticas económicas e instituciona-les muy diversas. Por una parte, se

ha cuantificado la intensidad del vínculo comercial, el número de so-cios comerciales y la dinámica de crecimiento económico en diferentes sectores económicos, y por la otra nos hemos detenido en un análisis detallado de las condiciones labora-les existentes en cada caso, tenien-do en cuenta los perfiles sociodemo-gráficos de los trabajadores y su pertenencia a las microempresas. Se considera que el estudio que se ha llevado a cabo constituye un primer paso para conocer los efectos de las políticas y los vínculos comerciales sobre el mercado de trabajo, y se espera que sea de utilidad para otras investigaciones sobre este tema, que se basen en información económica, social y política distinta a la nuestra.

Distribución de la fuerza

de trabajo según sectores

económicos vinculados

al comercio internacional

8. COMTRADE: Commodity Trade Statistics Database; Intracen: International Trade Center.
9. Las correspondencias establecidas se realizan a una apertura de dos dígitos de la CIIU Rev. 3. Las tablas de correspon-dencias están disponibles con petición a la autora.

Para estudiar la relación entre la configuración económica leída desde el comercio exterior se debe homologar la información sobre el mercado de trabajo con los datos de los flujos de bienes y servicios. Los datos de las condiciones de trabajo del 2010 se obtienen de la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos,

ENEI (2010) para el caso guatemal-teco; de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, EHPM (2010), para el salvadoreño y de la Encuesta Nacional de Hogares, ENAHO (2010), para Costa Rica. Para la estructura productiva, se utilizan agregados económicos, obtenidos de las cuentas nacionales y de las bases de comercio exterior como COMTRADE (s.a) y de Intracen (s.a).8

La base de la clasificación productiva propuesta es el Código Industrial Internacional Uniforme (CIIU) Revisión 3. Al usar las clasifi-caciones internacionales como el código del Sistema Armonizado (SA) para el comercio internacional y la Clasificación Ampliada de la Balanza de Pagos de Servicios (EBOPS, por sus siglas en inglés), para el inter-cambio de servicios, se pueden es-tablecer correspondencias algunas veces directas y otras parciales a la estructura de la CIIU. Del mismo modo, los bancos centrales de El Salvador y Guatemala utilizan el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN -1993) para obtener informa-ción sobre la producción, que tam-bién se pueden aproximar a la CIIU.9

Se ha propuesto una clasifica-ción que da cuenta de la configura-ción diferenciada entre los países, pues dependen de manera distinta de los sectores transables y no tran-sables para la generación de em-pleos. En esta clasificación se han priorizado algunos elementos sus-tantivos para el análisis que obede-cen a cuatro criterios básicos: la

intensidad del comercio en términos del volumen de exportaciones e im-portaciones; la concentración de los socios; y el crecimiento dentro de la economía doméstica de las ramas no relacionadas con el intercambio internacional.

Esto nos ha permitido estable-cer una clasificación a dos niveles. El primero separa a las actividades relacionadas con el comercio exte-rior de las que no lo están. Y el se-gundo tiene en cuenta la concentra-ción de socios y la dinámica de crecimiento económico en los secto-res no directamente relacionados con el comercio.

De esta forma, se define a los sectores transables, que se refieren a ramas de actividad que presentan flujos de bienes o servicios que se intercambian entre el país de estudio y otros socios comerciales, durante el 2002-2010. Se incluyen aquí a ramas de actividad con flujos bilate-rales de importación y exportación (que denominamos no especializa-dos) y a ramas que se concentran en ser exportadoras o importadoras (especializadas). Los sectores no transables se refieren a ramas de actividad que no presentan flujos de bienes o servicios que se intercam-bian entre el país de estudio y otros socios comerciales (o que los tienen en muy pequeña escala).

En el segundo nivel de la cla-sificación, un sector transable se considera como concentrado, si está compuesto por ramas de actividad con flujos bilaterales de importación y exportación (no especializados), pero cuyo mercado está concentrado en términos de países a quiénes se dirigen las exportaciones. Por su parte, se aglutinó en otros transa-bles, al resto de las ramas de activi-dad transables. Estas pueden incluir a ramas de actividad con flujos bila-terales de importación y exportación (no especializados), pero que tienen un mercado diversificado en térmi-nos de países a quiénes se dirigen las exportaciones. También se pue-de tratar de ramas especializadas con un flujo unilateral en el inter-cambio (netamente exportadoras o netamente importadoras). Es impor-tante destacar que los otros transa-bles constituyen los sectores de exportación no tradicionales en los distintos países.

En el caso del segundo nivel para los sectores no transables, se utilizó como criterio de diferenciación el dinamismo interno. El sector no transable sin crecimiento, se refiere a las ramas de actividad económica que se estancaron o que mantuvie-ron un crecimiento proporcional a su participación dentro del valor agre-gado al inicio del período 2002-2010. Mientras que el sector transable con crecimiento, incluye a las ramas de actividad que durante el período de estudio crecieron, tanto en volumen de valor agregado como en su parti-cipación dentro de la estructura pro-ductiva, durante el mismo período.

A partir de esta diferenciación económica, se puede avanzar en nuestro análisis de las condiciones laborales, tal como se observa en el

gráfico 1. Se distingue que el país que mantiene una mayor parte del empleo en sectores relacionados con el comercio exterior, es Costa Rica; seguido por Guatemala; mien-tras que El Salvador mantiene supe-rioridad del empleo en sectores no transables. En una primera instancia se considera este resultado como esperado, porque Costa Rica es el país con mayor cantidad de tratados y socios comerciales como se vio en el apartado anterior. Esto es, existe una correspondencia entre los mayo-res esfuerzos realizados por este país para ampliar su comercio, y la mayor proporción de su mercado de trabajo en sectores transables.

GRÁFICO 1

DISTRIBUCIÓN DE LOS OCUPADOS DE ACUERDO A LOS SECTORES

Y SU RELACIÓN CON EL COMERCIO INTERNACIONAL. PRIMER NIVEL

GUATEMALA, EL SALVADOR Y COSTA RICA

2010

Nota: Para Guatemala se excluye el sector agrícola de subsistencia. Para Costa Rica, se excluye el sector de Restaurantes y Hoteles. Todas pruebas chi-cuadrado representativas al 0.05 de significancia.

Fuente: Elaboración propia.

Sin embargo, conviene espe-cificar la distribución de los ocupa-dos según el segundo nivel de análi-sis, teniendo en cuenta la dirección de flujos y socios comerciales (sec-tores transables), y su dinamismo en la economía interna (sectores no transables) (gráfico 1).

Los sectores transables con concentración de socios comerciales (transables concentrados) abarcan a una gran cantidad de ocupados, sobre todo en el caso de Costa Rica. Ha sido muy relevante constatar este dato, dado el esfuerzo realizado por este país para diversificar sus socios comerciales y la baja concentración que presenta en relación con los demás. Se trata principalmente de sectores no agrícolas (31.13% de los transables concentrados), y de una minoría de agrícolas (14.86% de los transables concentrados) (datos no incluidos en la gráfica 1, cálculos propios con base en la ENAHO, 2010). De modo que una gran canti-dad de ocupados en Costa Rica están vinculados a sectores que presentan una relativa alta vulnerabi-lidad en su comercio exterior, por estar vinculados a pocos socios co-merciales.

En Guatemala y en El Salva-dor, los sectores transables concen-trados no son tan amplios como en el caso costarricense, pero también son de magnitud considerable. En cambio, en el sector de otros transa-bles, los cuales se caracterizan por una diversidad de socios y abarcan a las exportaciones no tradicionales con más alta tecnología, se ocupa una proporción mucho menor de la fuerza de trabajo en los tres países (de 11.72 a 17.81%). Esto constituye un resultado muy importante de nuestra investigación en el cual pro-fundizaremos en el análisis que si-gue. (Cálculos propios con base a la ENEI, 2010 y EHPM, 2010)

En el caso de los sectores no transables, la situación varía por país. En Guatemala y Costa Rica, las ramas que generan mayor pro-porción empleos son las “con creci-miento”; en el caso salvadoreño, la situación es muy cercana entre los dos.

En el gráfico 1, también se puede observar la distribución de los trabajadores de microempresas y la del resto de trabajadores. Las dife-rencias entre estos resultados son estadísticamente significativas (al establecer una prueba chi-cuadrado de independencia al 0.05 de signifi-cancia) (Cálculos propios con base a la ENEI, 2010; EHPM, 2010; y, ENAHO, 2010). Lo que indica que, en efecto, la distribución de los tra-bajadores en los sectores económi-cos no es independiente del tamaño de la empresa en los sectores.

Como era de esperarse, es evidente que la participación de los trabajadores en microempresas se amplíe para los sectores no transa-bles de la economía y se constriña para los sectores que sí mantienen algún tipo de comercio internacional, tal como sucede en el caso costarri-cense y guatemalteco. Hay que re-cordar que los sectores no transa-bles están mucho más ligados con

servicios y comercio; mientras que los transables se refieren a produc-tos como materias primas o bien, algunos productos procesados.

En el caso salvadoreño si bien no existe un cambio tan dramático en participación entre los trabajado-res de micro empresas y el resto en términos de la diferencia entre tran-sables y no transables, sí se observa un cambio en su distribución interna: las microempresas brindan más empleo en los sectores no transa-bles, pero aquellos menos dinámicos en la última década.

Esta primera revisión, nos permite observar cómo las distribu-ciones del empleo son diferenciadas. Pero se debe mover el análisis a los otros elementos estudiados en esta investigación, y, sobre todo, a nues-tro objeto de estudio: las condiciones laborales prevalecientes en los dis-tintos sectores. Bajo esta perspecti-va, en la siguiente sección nos interesa profundizar en la determina-ción de los sectores que se denomi-nan “ganadores” y “perdedores” en cuanto a condiciones de trabajo, pues nuestro sujeto de estudio son los y las trabajadoras. Para ello, se resume primero las definiciones y la metodología que se utilizó para es-tudiar la manera en que se “gana” o “pierde” en los tres países.

¿En cuáles sectores se “gana”?

¿En cuáles se “pierde”?

El resultado más importante de nuestro análisis de las condicio-nes laborales, con énfasis en el in-greso laboral por hora y la seguridad social, en tres naciones diferentes, es que los sectores menos favoreci-dos son los transables concentrados y los que mantienen mejor desem-peño son los denominados otros transables.

Estas conclusiones mantienen una predominancia en el criterio del ingreso laboral por hora, sobre la otra condición analizada, la seguri-dad social. Se ha considerado una jerarquía intersectorial de acuerdo a la comparación de los coeficientes estimados en las regresiones linea-les robustas, cuya variable depen-diente es el ingreso laboral por hora, correspondiente a los sectores económicos en análisis (transables concentrados, otros transables, no transables con crecimiento, no tran-sables sin crecimiento). A partir de estas estimaciones, se pudo cons-truir la estructura de las condiciones laborales.

Al usar herramientas estadís-ticas multivariadas se controlaron y se evidenciaron los efectos de la composición de la fuerza de trabajo al interior de los sectores, de acuer-do a características sociodemográfi-cas que se mantienen presentes en diversos estudios de la fuerza de trabajo: área de residencia, condi-ción de hombre o mujer, edad, esco-laridad, posición y sector institucio-nal. También se incluyeron controles específicos por país. Para Guatema-la y El Salvador, se controló por agricultura de subsistencia, por la importancia de estos sectores en la

fuerza de trabajo y su condición dis-cutible de transabilidad; mientras que, en Costa Rica, esta misma discusión llevó a que se controlara por “Restaurantes y Hoteles”. Tam-bién se incluyeron como variables dependientes, categorías referidas a grupos demográficos específicos en cada país: adscripción indígena, en Guatemala; receptores de remesas, en El Salvador; y, por condición de migrante, en Costa Rica.

10. En general se dice que los sectores son los perdedores o ganadores, pero más bien hay que referirse a los sectores don-de se “gana” o “pierde” debido a la posi-ción relativa de los trabajadores insertos en cada caso.

Si bien, sí se analizó la jerar-quía respecto a la seguridad social, debido a las particularidades de los contextos nacionales este criterio no fue utilizado para definir en qué sec-tores se gana y en qué sectores se pierde. En dos países, Guatemala y El Salvador, las condiciones de des-protección son generalizadas, por lo que las relativas “mayores” protec-

ciones dentro de los sectores, no implican una probabilidad de protec-ción significativa. Mientras que la situación contraria, se presentó en Costa Rica, donde la protección es generalizada. Sin embargo, este análisis ayudó a evidenciar que los sectores transables son relativamen-te más protegidos que los no transa-bles, resultado que se mantuvo en todos los países.

A partir de estos resultados, se presenta el cuadro 1, donde se especifica qué sectores son los “ga-nadores” y cuáles los “perdedores”, su rama representativa y se puede evidenciar las discrepancias y simili-tudes, en términos de composición y magnitud.10 Como se había mencio-nado, estos resultados extremos (perder-ganar) se mantienen dentro de los sectores transables.

CUADRO 1

FUERZA DE TRABAJO ANALIZADA Y DEFINICIÓN DE LOS SECTORES GANADORES Y PERDEDORES EN CADA PAÍS DE ESTUDIO

Guatemala

El Salvador

Costa Rica

Fuerza de trabajo analizada

4,014,120

2,512,156

1,839,958

Comercio internacional

Sector "ganador"

Otros transables

Otros transables

Otros transables

% de la FT

11.72

15.80

17.81

Rama representativa

Elaboración de productos alimenti-cios y bebidas

Elaboración de productos alimenti-cios y bebidas

Informática y activida-des conexas

Sector "perdedor"

Transable

concentrado

Transable

concentrado

Transable

Concentrado*

% de la FT

38.77

27.40

45.99

Rama representativa

Agricultura, gana-dería, caza y actividades de servicios conexas

Agricultura, gana-dería, caza y actividades de servicios conexas

Agricultura, ganadería, caza y actividades de servicios conexas

Este caso nacional es muy particular puesto que el sector transable concentrado se puede desglosar según la naturaleza agrícola o no agrícola.

Fuente: Modelos 1 al 6, según cuadros A1-3 en anexos.

El sector “ganador” en todos los países se refiere a los “otros transables”. Como se analiza en el Cuadro 1, estos sectores “ganado-res” mantienen una importancia pe-queña en relación al total del em-pleo, sobre todo en Guatemala, su peso en la distribución es del 11.72%; en El Salvador 15.80% y en Costa Rica 17.81% de los trabajado-res. Es muy importante señalar que la estructura de las condiciones labo-rales se caracteriza, en todos los casos, por mantener solo un peque-ño grupo de trabajadores que acce-den a las mejores condiciones.

Mientras que el sector perde-dor en todos los países corresponde al “transable concentrado”; su peso es fundamental en las distribuciones de la fuerza de trabajo en todos los casos, pueden llegar a representar casi la mitad de la fuerza de trabajo, el 45.99% del total en Costa Rica y 38.77% en Guatemala (cuadro 1).

En el caso salvadoreño, se mantiene un poco más abajo con un porcenta-je de 27.40% (cuadro 1). En este sentido, es observable que si existie-ra algún tipo de “derrame” hacia los trabajadores en los sectores ligados al comercio este está lejos de llegar a ser una situación generalizada, y parecería más bien una excepción.

Se ha mencionado en la sec-ción anterior, que existen diferentes perfiles de los países en términos de sus características productivas y de especialización exportadora. Por ello, es importante revisar en qué actividades económicas están inser-tos los trabajadores; pues se man-tienen las particularidades naciona-les, que marcan diferencias y regularidades entre los países, tal como se observa en el cuadro al leer las ramas representativas de los sectores ganadores y perdedores. Por ello se describirá, en primer lu-gar, qué significa ganar.

11. Bulmer-Thomas (1989 [2011]: 291-309) señala que se estableció un “modelo hí-brido”, pues a diferencia del resto de Amé-rica Latina, en Centroamérica la industria-lización se forjó a partir de un mercado regional y no solo con los mercados inter-nos, pues estos eran de un tamaño redu-cido. Además, explica que la estructura de protección del MECCA favoreció la pro-ducción de bienes de consumo, a costa de todos los demás. Esto fue por la adop-ción del arancel externo común, que au-mentó la protección nominal a los bienes de consumo. El autor señala que para fi-nales de los sesenta, más del 50% de la producción industrial era de alimentos.

Se observa cómo en los dos países pertenecientes al triángulo norte (conocido como CA-3), Gua-

temala y El Salvador, sobresale una de las industrias más relacionadas al comercio intrarregional enmarcado en el Mercado Común Centroameri-cano (MECCA): la fabricación de alimentos y bebidas. Esta rama den-tro de los “otros transables” es con-siderada como altamente transable (de alta exportación e importación) que comercia en un mercado de pocos socios comerciales.

Por su parte, Costa Rica, con una política de diversificación y una historia de especialización distinta, cuenta con una rama más tecnifica-da como representativa de su sector ganador: Informática y actividades conexas. Esta rama, está dentro del sector de “otros transables” como una rama netamente exportadora, lo que quiere decir que su especializa-ción hacia afuera la hace adoptar tecnologías y necesidades diferen-ciadas al mercado interno, puesto que estas no se desarrollan para el consumo nacional.

Como ya se señaló, en Gua-temala y El Salvador se mantiene una reminiscencia histórica con res-pecto a sus sectores “ganadores”, sobre los pilares de las exportacio-nes precedentes al cambio estructu-ral, puesto que estos coinciden con los sectores pioneros en el intento de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) que se com-binó con los incentivos del MECCA en los años cincuenta y sesenta. En esta época el comercio regional se dinamizó por la incipiente manufac-tura, sobre todo en esta rama de alimentos.11

En la estructura de las expor-taciones el comercio interregional centroamericano ha aumentado en el último quinquenio (2005-2010) donde los flujos tienen un volumen 40% mayor (Urrutia Nájera, 2011). El Salvador y Guatemala son los paí-ses que tienen mayores interrelacio-nes entre las naciones centroameri-canas, presentándose como los principales socios comerciales para países como Honduras y Nicaragua. Esto coincide con las recientes ads-cripciones a tratados comerciales de la región como el CA-3 como un bloque negociador hacia el comercio extra-regional.

Tal como se señaló, Costa Ri-ca mantiene en su comportamiento reciente, un camino independiente de negociación internacional, con mercados más consolidados con respecto a los otros dos países. Del mismo modo, se caracteriza por mantener un mercado internacional más diverso en términos de socios y productos, y esto coincide con su comportamiento que destaca por su poca dependencia de los flujos re-gionales de comercio, a pesar del aumento regional descrito por Urrutia Nájera (2011). En este sentido, es consistente la diferenciación cualita-tiva de su sector “ganador”, hacia un sector netamente exportador, con un mercado que excede a la región centroamericana. Sin embargo, esto tampoco se traduce en un sector ganador medio o amplio, puesto que su importancia en la distribución se mantiene del mismo tamaño que en otros países, sobre todo en El Salvador.

La expansión del mercado ex-tra-regional de las exportaciones costarricenses data de la década de los ochenta, cuando Costa Rica era una nación sin los conflictos internos que mantenían Guatemala, El Sal-vador y Nicaragua, que también eran sus socios comerciales. A partir de esos años se pusieron en práctica políticas económicas independientes con respecto al resto de la región.

Desde el lado de los organis-mos internacionales, a principios de la década actual, el Banco Mundial, BM, (De Ferranti, Perry, Lederman y Maloney, 2002), calificaba varios elementos positivos en la estrategia costarricense. Uno se refería a la alianza “muy exitosa” entre el sector público y privado a través de la Coa-lición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE), organismo fun-dado a principios de los ochenta que ha logrado crear el ambiente que los organismos internacionales conside-ran como propicio para la atracción de inversión extranjera directa (IED). Un segundo elemento que conside-ran positivo, consistía en el gran éxito del hecho que la nación costarricense pudiera haber atraído a la compañía Intel, como la estrate-gia a seguir para pasar de los recur-sos naturales a la economía del conocimiento.

Sin embargo, esta diversifica-ción y tecnificación extrovertida, tal como ya se ha señalado, ha recibido críticas sobre la capacidad de arras-tre y encadenamiento de los “nue-vos” sectores exportadores, tanto en Costa Rica como en el resto de Cen-

troamérica (Matarrita, 2010 y Ros, 2004); y más aún esto cuestiona que el “derrame” del comercio interna-cional llegue a los trabajadores, pues incluso en el caso costarricense, las mejores condiciones laborales son menos probables que las peores, pues los sectores ganadores alcan-zan pequeños porcentajes de la fuerza laboral. En la lógica del SBTC, este tipo de producción au-menta la demanda relativa de los trabajadores calificados, lo que se traduce en una polarización de los ingresos entre la población trabaja-dora entre los más calificados (que son una pequeña cantidad) y los que no (los de mayor presencia).

Todo esto explica el porqué de las diferencias cualitativas de los sectores ganadores en los casos costarricense frente al salvadoreño y guatemalteco. La historia y la adop-ción de políticas han sido diferencia-das, sobre todo por la amplia tradi-ción institucional de Costa Rica, que, sumada a un diferente ritmo y adop-ción de las políticas de ajuste, re-dundan en mercados donde los be-neficios, si bien escasos, aparecen en actividades de naturaleza distinta a los otros países.

Se debe recordar que, en el caso de los sectores ganadores, “otros transables”, estos engloban ramas económicas con relaciones comerciales con menos socios y con unidireccionalidad en los flujos. Por lo que se establece que existen ele-mentos que caracterizan la forma en que se comercia y con quién y para quién se comercia que pueden ayu-dar a comprender, por qué ante el comercio internacional, la relación con las condiciones laborales es tan diferenciada.

Una vez que establecimos nuestra descripción de la parte supe-rior de la distribución, continuamos nuestro análisis con lo que sucede en la parte mayoritaria, es decir, qué significa perder. Se reitera la ampli-tud de estos sectores en todos los países estudiados. Esta situación da cuenta que, pese a los cambios es-tructurales en la región y las especi-ficidades de cada país, se mantienen los indicios de una relación pernicio-sa entre las condiciones laborales y el comercio exterior, sobre todo cuando el comercio exterior está supeditado a un mercado depen-diente de pocos socios comerciales y, además, con competencia en el mercado interno por el lado de las importaciones de otros países.

En este sentido, este grupo de hallazgos no se alejan de algunas concepciones que datan de décadas atrás, como es el caso de la teoría de la dependencia y el deterioro de los términos de intercambio. Predo-mina que las peores condiciones se mantengan en los sectores agrícolas y, además coincide en todos los países una condición más precaria en las dinámicas rurales, lo que re-fiere a una continuidad histórica de exclusión.

Si bien en los tres países, des-taca la participación agrícola y es su rama representativa, estos se dife-rencian en sus pesos. En el caso

guatemalteco y salvadoreño se pue-de hablar que el sector perdedor es meramente agrícola: el 69.15% y el 78.29% de los trabajadores inser-tos en estos sectores se mantiene dentro de la actividad agrícola. El caso costarricense es diferente, la diversificación productiva y la apertu-ra hacen que este sector transable incluya otras ramas. Si bien, lo agrí-cola es lo más importante, solo re-presenta un tercio (32.53%) de los trabajadores dentro de este sector. Otra rama que destaca es la ligada a otras actividades empresariales, que representa el 27.90% de este sector. Sin embargo, destaca cómo a pesar de la variedad productiva, la diversi-dad en socios comerciales no se traslada tan fácilmente a las condi-ciones laborales.

La participación

de las microempresas

en los sectores ligados

o no al comercio internacional

Se ha establecido con cierto grado de certeza cómo opera la es-tructura productiva calificada por su relación con el comercio internacio-nal en las condiciones laborales. Centroamérica es una región que se caracteriza por una alta proporción del empleo establecido en empresas de menos de cinco trabajadores.

Para las fuentes y universos que se estudian, se tiene que, en el caso guatemalteco de 2010, el 54% de la fuerza de trabajo se emplea en microempresas; en el caso salvado-reño, el 59.64%; mientras que las proporciones se establecen a un nivel ligeramente menor en Costa Rica, representando un 45.46%. Esta es una variable transversal, y que, por tanto, es esencial para de-terminar si los sectores operan de igual manera al interior de los mis-mos, dadas las condiciones de su tamaño (Cálculos propios con base en la ENEI, 2010; EHPM, 2010; y ENAHO, 2010).

Dado que ya se estableció la distribución total de la población ocupada en los sectores definidos por su relación con el comercio in-ternacional (véase gráfico 1). Es importante, ya que ya se ha señala-do a los ganadores globales, revisar cómo el tamaño de la empresa juega en la composición dentro de los sectores. Lo más lógico sería anali-zar si existen diferencias en el com-portamiento del ingreso laboral por hora y el acceso de la seguridad social a través de esta distinción de tamaño de las empresas, en cada uno de los sectores analizados. Sin embargo, acotaremos nuestro análi-sis al ingreso laboral por hora, por la importancia ya observada para defi-nir a los sectores ganadores y perdedores.

El análisis consta de dos pa-sos. El primero consiste en volver a correr las regresiones lineales robus-tas, incluyendo la variable “Trabaja en una microempresa”, como varia-ble independiente. En un segundo momento, se realiza una interacción de esta variable con la clasificación del sector económico, en términos de su relación con el comercio inter-

nacional. Los resultados se pueden observar en los gráficos 2, 3 y 4.

En estos gráficos se pueden observar los resultados de los coefi-cientes de las regresiones lineales robustas sobre el ingreso laboral por hora. El resto de coeficientes se pueden consultar en los anexos en los cuadros A4 a A6. Se procederá a leer los resultados, asumiendo que el resto de valores por las que se han controlado los modelos se dejan en sus valores constantes.

En estos gráficos se considera como modelo 1, el modelo donde no hemos incorporado la variable del tamaño de la empresa. Por tanto, solo aparecen barras para los secto-res económicos, las que indican el cambio en el ingreso por hora, con respecto a los otros transables, que es la categoría de referencia.

El modelo 2, refiere a incorpo-rar la variable independiente “trabaja en una micro empresa”. Al incorpo-rarla como variable independiente de los sectores económicos, su valor se lee independientemente del sector al que pertenece el trabajador.

Finalmente, el modelo 3 incor-pora una interacción entre los valo-res de los sectores económicos. En este sentido, la categoría de referen-cia ya no es solo “otros transables”, sino que se compara contra los tra-bajadores del sector “otros transa-bles”, pero que “no trabajan en una microempresa”. Por tanto, se tiene un coeficiente nuevo para los que trabajan en el sector de “otros tran-sables”. Para una mejor lectura se ha colocado una primera versión del modelo, suponiendo los sectores y no trabajar en una microempresa (M3, variante “A”) y una segunda versión, donde agrupa los resultados para los que trabajan en los distintos sectores y en microempresas (M3, variante “B”)

En el gráfico 2, se ve en parti-cular el caso guatemalteco. Como se ve, al introducir la variable de micro-empresa se nota que existen cam-bios en la dinámica de los sectores. Si se compara el modelo 1 con el 2, se nota que el valor de estar en una microempresa hace que un trabaja-dor en las mismas condiciones, reci-ba 0.45 dólares menos por hora que otro que no lo está. Además, la in-clusión de esta variable vuelve signi-ficativas a las categorías de los sec-tores no transables que antes no lo eran. De esta manera el sector no transable con crecimiento supera al sector “otros transables”, en térmi-nos de ingresos. Lo que da cuenta de la alta participación de las micro-empresas en este sector. Sin em-bargo, la modelización que deja que los sectores actúen diferentes según la pertenencia a las microempresas es tanto más interesante. Primera-mente, porque dentro del sector “perdedor” de transables concentra-dos, se puede observar que, en el caso guatemalteco, el efecto negati-vo sería menos perjudicial en las microempresas que en el resto de unidades productivas. Hay que re-cordar que en este sector hay una amplia participación de los sectores agrícolas. En los sectores no transa-

ble sin crecimiento pasa algo similar, con un efecto positivo en las micro-empresas y uno negativo en el resto de establecimientos. Pero, además lo más sustancioso es que el tamaño de empresa neutraliza cualquier efecto positivo que tenía el sector de “otros transables”, si se está en este sector, pero en una microempresa se obtiene 0.42 dólares menos que otro trabajador en la misma rama, pero en una empresa mayor. Lo que plantea una gran barrera a los bene-ficios del comercio.

GRÁFICO 2

COEFICIENTES DE LAS REGRESIONES ROBUSTAS SOBRE EL INGRESO PARA LOS SECTORES ECONÓMICOS CLASIFICADOS SEGÚN EL COMERCIO INTERNACIONAL, MICROEMPRESA Y SUS INTERACCIONES

Guatemala, 2010

Fuente: Cuadro A4, en anexos. Si el coeficiente no es significativo al menos al 0.05 no se incluye en la gráfica.

El caso salvadoreño se des-cribe en el gráfico 3. La incorpora-ción de la variable de microempresa, disminuye los efectos de los secto-res económicos clasificados según el comercio internacional, mas no cambia su dirección.

GRÁFICO 3

COEFICIENTES DE LAS REGRESIONES ROBUSTAS

SOBRE EL INGRESO PARA LOS SECTORES ECONÓMICOS

CLASIFICADOS SEGÚN EL COMERCIO INTERNACIONAL,

MICROEMPRESA Y SUS INTERACCIONES

El Salvador, 2010

Fuente: Cuadro A-5, en anexos. Si el coeficiente no es significativo al menos al 0.05 no se incluye en la gráfica.

Lo que es sumamente eviden-te es la diferencia que hace el tama-ño de empresa al interior de los sec-tores, al establecer las variantes “A” y “B” del tercer modelo. Como se observa en los sectores transables, el pertenecer a una microempresa, esto implica una reducción del ingre-so frente a los que no trabajan en unidades de más de cinco trabajado-res. Esto sucede tanto en el sector “ganador”, otros transables, como en el “perdedor”, de los transables con-centrados. Esto implica una barrera que detiene los beneficios del co-mercio y otra que acrecienta las desventajas. En el caso de los secto-res no transables, el efecto es mixto, es positivo para los sectores no tran-sables sin crecimiento, pero es ne-gativo para los sectores más dinámi-cos de la economía.

Finalmente, en el caso costa-rricense se ve otro panorama del efecto del tamaño de la empresa y el comercio internacional en las condi-ciones laborales. Al introducirla co-mo una variable independiente de los sectores implica 0.42 dólares PPA en los ingresos de los trabaja-dores frente a los que trabajan en empresas con mayor número de trabajadores. Además, disminuye el efecto de los sectores transables concentrados y vuelve significativo al sector no transable con crecimiento. Nuevamente, se nota la importancia de las microempresas en los secto-res no transables.

GRÁFICO 4

COEFICIENTES DE LAS REGRESIONES ROBUSTAS

SOBRE EL INGRESO PARA LOS SECTORES ECONÓMICOS

CLASIFICADOS SEGÚN EL COMERCIO INTERNACIONAL,

MICROEMPRESA Y SUS INTERACCIONES

Costa Rica, 2010

Fuente: Cuadro A6, en anexos. Si el coeficiente no es significativo al menos al 0.05 no se incluye en la gráfica.

Al estimar el tercer modelo, que plantea una interacción entre las dos variables de interés, se tiene que hay resultados mixtos. Al igual que en el caso guatemalteco, se tiene que el estar en una microem-

presa amortigua algunos efectos, puesto que el coeficiente es menor que el asociado a participar en una empresa de mayor tamaño y estar los sectores transables concentrados y no transables. En el caso de los otros transables, no existe efecto alguno, pero tampoco constituye una barrera. Esto plantea, lo que ya se ha señalado antes con respecto a los casos nacionales. Costa Rica al ser un país con menor heterogenei-dad estructural, los efectos de estar en una empresa de menor tamaño a lo largo de los sectores económicos definidos por el comercio internacio-nal, es menor. Sin embargo, si se consideran los sectores indepen-dientes, el tamaño de la empresa sigue siendo una desventaja, tal como se muestra en el modelo 2.

Reflexiones finales

Este trabajo se considera una primera exploración del trinomio condiciones laborales, comercio exterior y tamaño de empresas, la que nos arrojó un panorama, donde el tamaño de las empresas dota de heterogeneidad y brinda desempe-ños diferenciados al interior de los sectores económicos, clasificados según su relación con el comercio internacional.

Si bien existen limitantes en el uso de las fuentes de información desde la fuerza de trabajo, para es-tudiar estos fenómenos de mayor alcance como el comercio y la inser-ción diferenciada por tamaño, nos brinda la riqueza de tener un pano-rama más preciso de las condiciones laborales.

La apertura comercial y el subsecuente intercambio de mer-cancías y servicios, es solo uno de los aspectos que configura estos modos de producir y generar valor agregado hacia el exterior. Es nece-sario que existan más investigacio-nes que logren deslindar los elemen-tos de la complejidad de los fenómenos productivos y sus reper-cusiones en el mundo del trabajo.

La fragmentación de los mer-cados laborales es una consecuen-cia de la globalización la cual ha establecido modelos extrovertidos de desarrollo. Este mismo fenómeno lleva consigo un detrimento de las instituciones como los sindicatos y otros representantes de la clase de trabajadores, ya frágiles en los casos salvadoreño y guatemalteco, y una erosión en Costa Rica. No es casual entonces que en los sectores donde el poder de compra de las exporta-ciones está más concentrado, resul-te en peores condiciones laborales, pues además de lo que se explica desde los esquemas económicos, sobre una distorsión de mercado con características de monopsonio y oligopsonio que generan reducción de precios y cantidad exportada, existe una situación donde la nego-ciación salarial se ha debilitado des-de las políticas de flexibilización. En estas condiciones donde los poderes de negociación están muy sesgados, Deardoff y Rajamaran (2009) expli-

can que los avances tecnológicos favorecen a las grandes escalas de operación extranjeras. Esta situación acrecienta la contradicción entre el bienestar de los trabajadores y las lógicas productivas nacionales frente a la competencia internacional en situaciones de desventaja de poder de mercado.

Para concluir, a partir de lo es-tudiado para tres países en un año específico, no se puede afirmar que el comercio ha llevado al bienestar generalizado ni a una capacidad de “comprar” mejores condiciones labo-rales tal como proponen los entu-siastas como Flanagan (2006). Esto es sobre todo cierto para los casos guatemalteco y salvadoreño. A pesar que en el caso costarricense haya mejores condiciones laborales que en estos dos países, en términos relativos, los sectores asociados al comercio exterior tampoco generan beneficios significativos que logren llegar al derrame hacia el bienestar general de la población.

Es muy importante mencionar que las características de cómo se lleva a cabo el comercio internacio-nal aparecen como el gran elemento diferenciador en las condiciones laborales, en todos los países. En todos ellos, los sectores ligados al comercio que están concentrados en pocos socios difieren en desempe-ños de los otros transables (sectores altamente transables pero que se desarrollan en mercados con más socios comerciales o sectores espe-cializados en ser exportadores o importadores). Esto muestra que hay elementos del comercio y el tipo de mercado en el que se desarrolla el intercambio de bienes y servicios que constriñen más los desempeños de las condiciones laborales, en específico, en términos de los ingre-sos laborales por hora. Tal como se esperaba, en espacios donde exis-ten condiciones menos concentradas de países compradores, las condi-ciones laborales parecen tener me-jores resultados para los trabajado-res. No obstante, estos sectores ganadores son pequeños en relación a los perdedores. Esta polaridad dentro de los sectores transables es el hallazgo más importante de nues-tra investigación.

Este comportamiento entre los sectores transables se mantiene en todos los países, pese a todas las diferencias que se han señalado para los tres casos, entre las que resaltan los contextos históricos institucionales. Los países coinciden en una historia común de tener un pasado anclado en modelos agroex-portadores, por lo cual hay una coin-cidencia interna en que los sectores ligados a la agricultura estén dentro de los sectores más amplios, al mismo tiempo los más concentrados y además con las peores condicio-nes laborales. Mientras que sus sec-tores ganadores, están conformados por una pequeña minoría de trabaja-dores que se logra insertar a otros esquemas más diversificados de exportación.

Los trabajadores de microem-presas enfrentan un empeoramiento de las condiciones de trabajo, en

términos del ingreso. Si se considera el tamaño de la empresa como inde-pendiente de los sectores, en todos los casos nacionales, se presenta una desventaja el pertenecer a una microempresa que al resto de unida-des productivas. Pero cabe resaltar, que los efectos son mixtos en térmi-nos del comercio exterior. En dos casos nacionales (Guatemala y Cos-ta Rica) puede significar un amorti-guamiento del efecto pernicioso de estar adscrito a los sectores transa-bles concentrados, pero en dos ca-sos nacionales (Guatemala y El Salvador), también conlleva una desventaja en el sector ganador. Esto implica un nuevo panorama de precarización ligado a la escala de la producción y a la misma heteroge-neidad estructural de la región. Esto plantea desafíos específicos para este sector desde el diseño y elabo-ración de las políticas públicas.

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Recursos electrónicos

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World Trade Organization, (s.a.). World Integrated Trade Solu-tion (WITS). Revisado junio 2011 (El Salvador); junio 2012 (Guatemala); enero 2013 (Costa Rica)

ANEXOS

CUADRO A1

RESULTADOS DE LA REGRESIÓN LINEAL ROBUSTA

SOBRE EL INGRESO LABORAL POR HORA Y EL MODELO LOGIT PARA EL ACCESO A SEGURIDAD SOCIAL

Guatemala, 2010

Modelo1: Ingreso Dólares PPA

𝜷̂/(ee)

Modelo 2: Seguridad Social Razón de momios

𝒆𝜷̂/(ee)

Área de residencia

Metropolitana

+

+

Resto urbano

-0.2711*

0.5224*

(0.024)

(0.044)

Rural

-0.2476*

0.4959*

(0.026)

(0.049)

Condición de hombre o mujer

Hombre

+

+

Mujer

-0.2256*

0.6993*

(0.019)

(0.053)

Edad

0.0250*

1.0807*

(0.003)

(0.015)

Edad2

-0.0003*

0.9989*

(0.000)

(0.000)

Adscripción étnica

No indígena

+

+

Indígena

-0.1540*

0.6328*

(0.020)

(0.054)

Unido

+

+

No Unido

-0.1264*

0.8610**

(0.021)

(0.069)

Escolaridad

Hasta primaria

+

+

Primaria y más

0.2872*

2.0213*

(0.022)

(0.163)

Ocupación

Funcionarios y Prof., oficina

+

+

Vendedores y servicios

-0.7393*

0.4485*

(0.032)

(0.047)

Operadores, operarios

-0.5387*

0.4180*

(0.032)

(0.044)

No calificados

-0.7117*

0.3498*

(0.033)

(0.039)

Modelo1: Ingreso Dólares PPA

𝜷̂/(ee)

Modelo 2: Seguridad Social Razón de momios

𝒆𝜷̂/(ee)

Sector según comercio

Otros sectores transables

+

+

T. Concentrado

-0.1521*

0.9968

(0.031)

(0.112)

NT. Sin crecimiento

-0.0591**

0.5216*

(0.033)

(0.063)

NT. Con crecimiento

-0.1049*

0.7458*

(0.033)

(0.087)

Sector institucional

Sector privado

+

+

Sector público

1.5920*

8.1012*

(0.042)

(1.240)

Subsistencia agricola

No subsistencia agrícola

+

+

Subsistencia agrícola

-0.9486*

0.2720*

(0.024)

(0.036)

Constante

1.8917*

0.2516

(0.072)

-2804.1697

r2

0.36313639

Seudo: 0.2516

% Clasificados correctamente

N.A:

83.95%

N

7,013

7,023

* p<0.05, ** p<0.10, + Categoría de referencia, errores estándar en paréntesis.

Fuente: estimaciones con la ENEI, 2010.

CUADRO A2

RESULTADOS DE LA REGRESIÓN LINEAL ROBUSTA SOBRE EL INGRESO LABORAL POR HORA Y EL MODELO LOGIT PARA EL ACCESO A SEGURIDAD SOCIAL

El Salvador 2010

Modelo 3: Ingreso Dólares PPA 𝛃̂/(ee)

Modelo 4: Seguridad Social Razón de momios 𝐞𝛃̂/(ee)

Área de residencia

Zona rural

+

+

Zona urbana

0.1903*

2.0879*

(0.013)

(0.081)

Condición hombre o mujer

Hombre

+

+

Mujer

-0.1903*

1.3251*

(0.013)

(0.049)

Edad

0.0331*

1.0804*

(0.002)

(0.008)

Edad2

-0.0004*

0.9991*

(0.000)

(0.000)

Escolaridad

Ninguna

+

+

Hasta primaria

0.2039*

3.6062*

(0.018)

(0.318)

Secundaria y media

0.3813*

10.7076*

(0.020)

(0.952)

Superior y más

1.3286*

14.3807*

(0.032)

(1.540)

Estado civil

No unido

+

+

Unido

0.1168*

1.8383*

(0.013)

(0.069)

Remesa

No recibe

+

+

Recibe

-0.0210

0.7112*

(0.014)

(0.032)

Ocupación

Funcionarios y Prof., oficina

+

+

Vendedores y servicios

-0.9681*

0.2773*

(0.026)

(0.017)

Operadores, operarios

-1.1146*

0.2457*

(0.026)

(0.015)

Modelo 3: Ingreso Dólares PPA 𝛃̂/(ee)

Modelo 4: Seguridad Social Razón de momios 𝐞𝛃̂/(ee)

No calificados

-0.7781*

0.1937*

(0.025)

(0.012)

Sector según comercio

Otros transables

+

+

T. Concentrado

-0.8143*

0.6502*

(0.019)

(0.033)

NT. Sin crecimiento

-0.2920*

0.4229*

(0.019)

(0.021)

NT. Con crecimiento

-0.2504*

0.4706*

(0.021)

(0.026)

Sector Institucional

Sector privado

+

+

Sector Público

1.7596*

25.2591*

(0.027)

(2.462)

Subsistencia Agrícola

No subsistencia agrícola

+

+

Subsistencia agrícola

-1.3692*

0.1307*

(0.019)

(0.015)

Constante

2.0796*

(0.050)

R2

0.33381287

0.3591

% Clasificados correctamente

N.A.

84.32%

N

33,323

33,323

* p<0.05

+ Categoría de referencia, errores estándar en paréntesis.

Fuente: estimaciones con la EHPM, 2010.

CUADRO A3

RESULTADOS DE LA REGRESIÓN LINEAL ROBUSTA SOBRE EL INGRESO LABORAL POR HORA Y EL MODELO LOGIT PARA EL ACCESO A SEGURIDAD SOCIAL

Costa Rica, 2010

Modelo 5: Ingreso

Modelo 6: Seguridad Social

Dólares PPA

Razón de momios

𝛃̂/(ee)

𝐞𝛃̂/(ee)

Área de residencia

.

.

Zona urbana

+

+

Zona rural

-0.2243**

1.0869

(0.029)

(0.050)

Condición hombre o mujer

.

.

Hombre

+

+

Mujer

-0.2692**

1.5383**

(0.030)

(0.079)

Estado civil

.

.

No unido

.

.

Unido

0.2107**

1.7772**

(0.030)

(0.084)

Escolaridad

Ninguna

+

+

Hasta primaria

0.1213

1.1988

(0.079)

(0.121)

Secundaria y media

0.4824**

1.4311**

(0.082)

(0.154)

Superior y más

1.8187**

1.2265

(0.091)

(0.160)

Edad

0.0760**

1.0927**

(0.006)

(0.009)

Edad2

-0.0008**

0.9989**

(0.000)

(0.000)

Migrante

No migrante

+

+

Migrante

0.0098

0.4869**

(0.046)

(0.030)

Ocupación

.

.

Funcionarios y Prof., oficina

+

+

Vendedores y servicios

-1.2981**

0.6631**

(0.048)

(0.057)

Operadores, operarios

-1.1544**

0.4582**

(0.047)

(0.036)

Modelo 5: Ingreso

Modelo 6: Seguridad Social

Dólares PPA

Razón de momios

𝛃̂/(ee)

𝐞𝛃̂/(ee)

No calificados

-1.1566**

0.4694**

(0.046)

(0.036)

Sector según comercio

Otros transables

+

+

T. Concentrados

-0.1843**

0.9372

(0.041)

(0.063)

NT. Sin crecimiento

-0.1236*

0.6243**

(0.059)

(0.055)

NT. Con crecimiento

-0.0849

0.4802**

*Restaurantes y Hoteles

0.3814**

0.6750**

(0.069)

(0.071)

Sector Institucional

.

.

Sector privado

+

+

Sector Público

1.6111**

20.3395**

(0.046)

(4.480)

r2

0.1777472

Clasificados

80.28%

N

14,811

15829

* p<0.05

** p<0.001

+ Categoría de referencia, errores estándar en paréntesis.

Fuente: Eestimaciones con la ENAHO, 2010

CUADRO A4

RESULTADOS DE LA REGRESIÓN LINEAL ROBUSTA

SOBRE EL INGRESO LABORAL POR HORA INCLUYENDO MICROEMPRESAS E INTERACCIONES

Guatemala, 2010

Modelo GT1: Ingreso

Modelo GT2: Ingreso

Modelo GT3: Ingreso

Dólares PPA

Dólares PPA

Dólares PPA

𝛃̂/(ee)

𝛃̂/(ee)

𝛃̂/(ee)

Resto Urbano

-0.3493*

-0.2803*

-0.2804*

(0.029)

(0.028)

(0.028)

Rural

-0.5100*

-0.4140*

-0.4112*

(0.031)

(0.030)

(0.030)

No unido

-0.1585*

-0.1472*

-0.1493*

(0.026)

(0.025)

(0.024)

Más de primaria

0.3311*

0.2831*

0.2773*

(0.027)

(0.026)

(0.026)

Mujer

-0.3006*

-0.2425*

-0.2544*

(0.024)

(0.023)

(0.023)

Edad

0.0570*

0.0545*

0.0540*

(0.003)

(0.003)

(0.003)

Edad2

-0.0006*

-0.0006*

-0.0006*

(0.000)

(0.000)

(0.000)

Indigena==1

-0.2514*

-0.2206*

-0.2199*

(0.024)

(0.023)

(0.023)

Vendedores y servicios

-0.9228*

-0.8358*

-0.8113*

(0.039)

(0.037)

(0.037)

Operadores, operarios

-0.7876*

-0.6500*

-0.6476*

(0.039)

(0.038)

(0.038)

No calificados

-0.8131*

-0.7205*

-0.7357*

(0.040)

(0.038)

(0.039)

Sector público

1.6048*

1.4344*

1.4249*

(0.051)

(0.050)

(0.050)

T. Concentrados

-0.3242*

-0.3434*

-0.3009*

(0.038)

(0.036)

(0.053)

NT. Sin crecimiento

0.0449

0.0960*

-0.0568

(0.041)

(0.039)

(0.060)

NT. Con crecimiento

-0.1167*

-0.0597

0.0713

(0.040)

(0.038)

(0.060)

Microempresa

-0.4510*

-0.4179*

(0.023)

(0.063)

T. Concentrados + micro

-0.0662

(0.069)

NT. Sin crecimiento + micro

0.2323*

Modelo GT1: Ingreso Dólares PPA 𝛃̂/(ee)

Modelo GT2: Ingreso Dólares PPA 𝛃̂/(ee)

Modelo GT3: Ingreso Dólares PPA 𝛃̂/(ee)

(0.078)

NT. Con crecimiento + micro

-0.2093*

(0.077)

Constante

1.5107*

1.6059*

1.5995*

(0.087)

(0.083)

(0.089)

r2

.27278776

.29431564

.29664345

N

7013.0000

6992.0000

6992.0000

df_m

15.0000

16.0000

19.0000

* p<0.05

Los resultados de GT1 no coinciden con el modelo 1 del cuadro A1, porque no incluyen la varia-ble “agricultura de subsistencia”. Esta variable es colineal con la presencia de microempresas por sector.

Fuente :Estimaciones con la ENEI, 2010.

CUADRO A5

RESULTADOS DE LA REGRESIÓN LINEAL ROBUSTA

SOBRE EL INGRESO LABORAL POR HORA INCLUYENDO MICROEMPRESAS E INTERACCIONES

El Salvador, 2010

Modelo ES1: Ingreso

Modelo ES2: Ingreso

Modelo ES3 Ingreso

Dólares PPA

Dólares PPA

Dólares PPA

𝛃̂/(ee)

𝛃̂/(ee)

𝛃̂/(ee)

Área urbana

0.2214*

0.1980*

0.1483*

(0.015)

(0.014)

(0.014)

Mujer

-0.2178*

-0.2349*

-0.2611*

(0.015)

(0.015)

(0.014)

Unida

0.1858*

0.1673*

0.1533*

(0.015)

(0.014)

(0.014)

Hasta primaria

0.1688*

0.1443*

0.1280*

(0.021)

(0.020)

(0.019)

Secundaria y media

0.3956*

0.3216*

0.3042*

(0.023)

(0.022)

(0.021)

Superior y más

1.4675*

1.3594*

1.2937*

(0.036)

(0.035)

(0.034)

Edad

0.0772*

0.0723*

0.0679*

(0.002)

(0.002)

(0.002)

Edad2

-0.0008*

-0.0008*

-0.0007*

(0.000)

(0.000)

(0.000)

Recibe remesas

-0.1325*

-0.0983*

-0.0625*

(0.016)

(0.016)

(0.015)

Vendedores y servicios

-1.2260*

-1.0498*

-1.0753*

(0.030)

(0.030)

(0.029)

Operadores, operarios

-1.2198*

-1.0534*

-1.0293*

(0.029)

(0.029)

(0.028)

No calificados

-0.9528*

-0.8564*

-0.8472*

(0.029)

(0.028)

(0.027)

Sector público

1.7282*

1.5480*

1.7389*

(0.031)

(0.031)

(0.030)

T. Concentrados

-1.0164*

-0.9403*

-0.4467*

(0.022)

(0.022)

(0.031)

NT. Sin crecimiento

-0.1946*

-0.1676*

-0.4167*

(0.022)

(0.022)

(0.029)

NT. Con crecimiento

-0.2184*

-0.1151*

-0.0146

(0.024)

(0.024)

(0.034)

Microempresa

-0.4151*

-0.2484*

(0.015)

(0.033)

T. Concentrados + micro

-0.7815*

(0.040)

Modelo ES1: Ingreso

Dólares PPA

𝛃̂/(ee)

Modelo ES2: Ingreso

Dólares PPA

𝛃̂/(ee)

Modelo ES3: Ingreso

Dólares PPA

𝛃̂/(ee)

NT. Sin crecimiento + micro

0.4999*

(0.040)

NT. Con crecimiento + micro

-0.1932*

(0.044)

Constante

1.1783*

1.3930*

1.4176*

(0.056)

(0.055)

(0.055)

r2

.2720988

.28018959

.2963371

N

33412

33412

33412

df_m

16

17

20

* p<0.05

Los resultados de ES1 no coinciden con el modelo 3 del cuadro A2, porque no incluyen la varia-ble “agricultura de subsistencia”. Esta variable es colineal con la presencia de microempresas por sector.

Fuente: Estimaciones con la EHPM, 2010.

CUADRO A6

RESULTADOS DE LA REGRESIÓN LINEAL ROBUSTA

SOBRE EL INGRESO LABORAL POR HORA INCLUYENDO MICROEMPRESAS E INTERACCIONES

Costa Rica, 2010

Modelo CR1: Ingreso

Modelo CR2: Ingreso

Modelo CR3: Ingreso

Dólares PPA

Dólares PPA

Dólares PPA

𝛃̂/(ee)

𝛃̂/(ee)

𝛃̂/(ee)

Rural

-0.2210*

-0.1795*

-0.1803*

(0.029)

(0.028)

(0.028)

Unida

0.2141*

0.2109*

0.2142*

(0.030)

(0.030)

(0.030)

Hasta primaria

0.1128

0.1218

0.1175

(0.079)

(0.078)

(0.078)

Secundaria y media

0.4716*

0.4766*

0.4827*

(0.082)

(0.081)

(0.081)

Superior y más

1.8042*

1.8175*

1.8147*

(0.092)

(0.090)

(0.090)

Mujer

-0.2493*

-0.1618*

-0.1973*

(0.030)

(0.030)

(0.031)

Edad

0.0769*

0.0733*

0.0723*

(0.006)

(0.006)

(0.006)

Edad2

-0.0008*

-0.0008*

-0.0007*

(0.000)

(0.000)

(0.000)

Migrante

0.0220

-0.0348

-0.0344

(0.046)

(0.045)

(0.045)

Vendedores y servicios

-1.2707*

-1.1599*

-1.1559*

(0.048)

(0.048)

(0.048)

Operadores, operarios

-1.1779*

-1.0233*

-1.0025*

(0.047)

(0.047)

(0.047)

No calificados

-1.1628*

-1.0632*

-1.0738*

(0.046)

(0.046)

(0.046)

Sector público

1.6019*

1.3684*

1.4821*

(0.046)

(0.047)

(0.049)

T. Concentrados

-0.1963*

-0.1674*

-0.2305*

(0.041)

(0.041)

(0.051)

NT. Sin crecimiento

0.0732

0.1067*

0.0940

(0.051)

(0.051)

(0.066)

NT. Con crecimiento

-0.0993*

0.0241

-0.2622*

(0.049)

(0.048)

(0.064)

Modelo CR1: Ingreso

Dólares PPA

𝛃̂/(ee)

Modelo CR2: Ingreso

Dólares PPA

𝛃̂/(ee)

Modelo CR3: Ingreso

Dólares PPA

𝛃̂/(ee)

Microempresa

-0.4880*

0

(0.030)

(.)

T. Concentrados + microem-presa

0.1746*

(0.079)

NT. Sin crecimiento + micro-empresa

0.0785

(0.099)

NT. Con crecimiento + micro-empresa

0.5547*

(0.095)

Constante

1.9992*

2.0454*

2.1384*

(0.145)

(0.143)

(0.144)

r2

0.17711024

.18311693

.18447349

r2_a

0.4410

0.4531

0.4550

N

14811

14811

14811

df_m

16

17

20

* p<0.05

Los resultados de CR1 no coinciden con el modelo 5 del cuadro A3, porque no incluyen la varia-ble “agricultura de subsistencia”. Esta variable es colineal con la presencia de microempresas por sector.

Fuente: Estimaciones con la ENAHO, 2010