ICAP-Revista Centroamericana de Administración Pública (70): 228-241, junio 2016
principio un hecho que vincule al
mundo físico de la economía, siem-
pre y cuando se rescate el valor que
tiene, tanto el capital natural como
humano” (Carraco, Ribot, &
Calderón, 2014, pág. 129) y, por ello,
la importancia de ahondar en los
postulados de la Economía Ecológi-
ca como sustento básico de análisis.
De acuerdo con la Organiza-
ción Panamericana de la Salud
(OPS), “en el entorno internacional,
la preocupación de organismos y
países, se ha centrado en el control
de la emisión de los gases de efecto
invernadero, base de ello, es el
acuerdo de Kyoto en donde se esta-
blece la política, mecanismos e ins-
trumentos tecnológicos y financieros,
para atender la problemática de este
fenómeno, responsable del calenta-
miento global y cambio climático
(Organización Panamericana de la
Salud, 2003, pág. 19). Es claro que
un manejo inadecuado de residuos
sólidos, contribuye a la generación
de gases efecto invernadero, por lo
cual se hace necesario encontrar un
sistema de disposición que sea ami-
gable con el medio ambiente.
Una alternativa viable para re-
ducir las emisiones de este gas, es
su utilización en la generación de
energía eléctrica, lo cual ya se lleva
a cabo en diversos países desarro-
llados, como Estados Unidos donde
existen más de 300 plantas de gene-
ración de energía eléctrica con bio-
gás. Para impulsar esta alternativa
en países en vías de desarrollo, el
Banco Mundial (BM) a través del
Global Environmental Facility (GEF),
ha promovido proyectos piloto en
Letonia y Uruguay (Organización
Panamericana de la Salud, 2003,
pág. 19).
Además, el adecuado manejo
de residuos sólidos puede no solo
ayudar a reducir los efectos negati-
vos sobre el medio ambiente, sino a
generar empleo y reducir la pobreza
que vista desde Sen (2001) incluye,
tanto la satisfacción de necesidades
básicas insatisfechas como el acce-
so a oportunidades que le permitan a
las familias que hacen parte de este
mercado desarrollarse dignamente.
“Los impactos ambientales y
[sus efectos] en la salud hu-
mana debido al inadecuado
manejo y disposición de los
residuos sólidos, ha llevado a
establecer estrategias [en la
mayoría de países] las cuales
incluyen la definición de un
marco normativo que permita
un control más eficiente de la
contaminación al ambiente, el
desarrollo de políticas para
reducir su generación, estimu-
lar su reutilización y reciclado
de materiales, el fortaleci-
miento a las instituciones in-
volucradas con el manejo y
operación de los residuos; y
la búsqueda de esquemas de
financiamiento adecuados a
las capacidades de pago de
los municipios” (Organización
Panamericana de la Salud,
2003, pág. 7).
En resumen, Claro (2011)
plantea tres actividades para alcan-