PROSPECTIVA ESTRATÉGICA:
UNA HERRAMIENTA PARA LA
La prospectiva es un instrumento que ayuda a prepararse de ma
nera más efectiva para los acontecimientos venideros, en el cual
ejercicios de tipo predictivo pueden tener un peso importante
aunque no determinante y en el que la inteligencia puede jugar un
papel fundamental. Además puede ser dependiendo del escenario
y la forma de aplicación un instrumento crucial en la creación de
un marco de orientación estratégica que permita a la organización
estar mejor preparado para los desafíos globales emergentes.
Después de todo, solo percibiendo el futuro con todos sentidos;
es posible tomar decisiones en el presente que ayuden a las or
ganizaciones a navegar las difíciles aguas del cambio global en el
que estamos inmersos.
Prospectiva, planeación, administración, políticas públicas, deci
siones, estrategias, tácticas.
The foresights prospective is an instrument that helps prepare
more effectively the upcoming events, those in which exerci
ses of predictive type can have a significant weight, although
not decisive and in which the intelligence can play a funda
mental role. In addition it may depend on the scenario and the
manner of implementing a crucial instrument in spite of a fra
mework of strategic orientation that would enable the organi
zation to be better prepared for the emerging global challenges.
Prospective, planning, administration, public policies, decisions,
strategies, tactics.
Desde el origen de la humanidad, el hombre ha tomado
decisiones desde la menos significante a la más com
pleja, esto le ha permitido mantenerse en constante
evolución tanto en el desarrollo de la vida como la di
rección de la organización de los diferentes estadios
económicos, desde el punto de vista familiar, empre
sarial e institucional.
En tal sentido, en este artículo, desarrollaré la prospec
tiva estratégica como una herramienta para la toma de
decisiones en la nueva era del siglo XXI, que toda or
ganización pública o privada debe tomar.en cuenta
para alcanzar el éxito deseado.
El objetivo general en este escrito es brindar un mar
co analítico, conceptual e instrumental que permita
asimilar un conocimiento introductorio y general de la
disciplina de la prospectiva. Pretende a la vez com
prender y vislumbrar su utilización como instrumento
para el diseño y la gestión de políticas públicas, prin
cipalmente a través de herramientas para: la elabora
ción de visiones de desarrollo de largo plazo con el
uso de la metodología de escenarios y la realización
de ejercicios de anticipación para apoyar la toma de
decisiones de los hacedores de políticas. Se pretende,
además, dar a conocer experiencias relevantes de la
disciplina de la prospectiva, aplicadas a distintas esca
las internacionales, regionales, y nacionales, que con
tribuyen al fortalecimiento del proceso de toma de
decisiones estratégicas en la gestión pública, muy a
pesar de paradigmas.
La prospectiva como herramienta que contribuye a
reducir la incertidumbre y a construir el futuro de la
ciencia, la tecnología, la economía y la sociedad con
el propósito de identificar las tecnologías emergentes
que probablemente produzcan los mayores beneficios
económicos y sociales.
Etimológicamente, el vocablo proviene del latín pro
(adelante) y spectare (mirar) y emerge como disciplina
a principios de los años cincuenta y sesenta.
Si bien la prospectiva es una disciplina relativamente
nueva en nuestro medio, en el mundo se viene aplican
do desde inicios del siglo XX. Los primeros estudios serios sobre escenarios futuros comenzaron a desa
rrollarse en los Estados Unidos en la década de los
años veinte, pero la recesión de 1929 y luego el inicio
de la II Guerra Mundial, diluyó este primer intento de
identificar escenarios futuros.
Al finalizar la guerra, Japón inició la búsqueda de me
todologías que le permitieran reactivar su industria, y
re-descubrió la prospectiva, convirtiéndose en el pri
mer país que emprendió con éxito su aplicación en el
planeamiento de su industria manufacturera. En la ac
tualidad, Japón ya está en su Séptimo Ejercicio Delphi
de Prospectiva, vigente para el período 2001-2005.
La experiencia exitosa del Japón convirtió a la pros
pectiva en una herramienta imprescindible para el pla
neamiento de las políticas públicas. Es así como, des
de la década de los ochenta, casi todas las naciones
de Europa y Asia vienen desarrollando sus Programas
Nacionales de Prospectiva. Incluso, la Unión Europea y
APEC tienen Centros Especializados en la formulación
y ejecución de estudios de prospectiva: el Institute
for Prospective Technological Studies (IPTS) en Sevilla
(España) y el APEC Center of Technology Foresight en
Bangkok (Tailandia), respectivamente.
América Latina no ha sido ajena a esta corriente. Gra
cias a la labor de la Organización de las Naciones Uni
das para el Desarrollo Industrial, ONUDI, desde 1998 en
Latinoamérica y el Caribe se vienen implementando los
respectivos Programas Nacionales de Prospectiva. Bra
sil, Argentina, Venezuela, Colombia, Uruguay, Ecuador,
Chile y México ya vienen ejecutando sus Programas
Nacionales con singular éxito, no así, en Centroamérica.
Brasil destaca por haber logrado llevar los resulta
dos de los estudios de prospectiva a los niveles de
decisión política y al logro de un consenso Esta
do-Academia-Sector Privado-Sindicatos. Las cadenas
productivas priorizadas hasta ahora en el Brasil son:
construcción civil, textiles y confecciones, madera y
muebles, y plásticos. El horizonte de planeamiento em
pleado es el año 2013.
El Perú ingresó a esta corriente de planeamiento, cuan
do los fondos de ONUDI para su Programa Latinoame
ricano ya estaban terminando. Sin embargo, el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC), em
pleando sus escasos recursos inició desde octubre del
2001 el proceso de formación de los recursos huma
nos nacionales en el campo de la prospectiva, habiendo diseñado una metodología propia denominada PROS
PECTA, gracias a la cual el Perú cuenta hoy con una
masa crítica de más de 300 profesionales capacitados
en el empleo de las principales metodologías usadas en
la formulación de los estudios de prospectiva.
La prospectiva no ha sido empleada solo por los go
biernos. Es en el campo empresarial donde ha tenido
un impacto significativo en las tres últimas décadas. La
primera empresa multinacional que empleó una de las
metodologías de prospectiva, el planeamiento por es
cenarios, fue la petrolera Royal Shell en 1968, anterior
mente a esa fecha, la Shell solo aplicaba métodos de
pronóstico, lo que les impedía identificar e interpretar
eventos cruciales para su industria como el ocurrido en
octubre de 1973 en Medio Oriente, que luego fue co
nocido como “la crisis del petróleo de 1973”. Al aplicar
las técnicas de prospectiva, la Shell pudo vislumbrar
este escenario poco deseable y plantear planes con
tingentes que fueron empleados en su momento. Con
los años, se demostró que el uso de la prospectiva
“tuvo un impacto fundamental en la forma en que la
empresa (Shell) en su totalidad atravesó la turbulenta
década de los setenta y principios de los ochenta”.
En la actualidad, la mayoría de las grandes empresas
internacionales, desde las automotrices hasta las líde
res de la microelectrónica y las telecomunicaciones, así
como bancos de inversión y trading companies, em
plean la prospectiva para el planeamiento de mediano
y largo plazo de sus operaciones.
Nos ha tocado vivir en una época en la que los cambios
se suceden a un ritmo nunca antes visto por ser la an
tesala histórica de un cambio de época, y por lo tanto,
la labor de planeamiento se ve seriamente impactada
por los desarrollos que suelen tomar los acontecimien
tos sociales, económicos, culturales y políticos.
Por esa razón, ya no es posible realizar el planeamiento
estratégico clásico, ni en lo político ni en lo empresarial,
basados en una visión única y siempre deseable para la
organización, sino que es preciso contar con estrate
gias robustas y planes contingentes basados en dife
rentes escenarios posibles y probables. Es aquí donde
la prospectiva produce su mayor beneficio.
Si una estrategia logra demostrar que será útil y pro
vechosa bajo escenarios distintos pero igualmente
probables, la organización podrá estar tranquila al im
plementarla.
Generalmente, las estrategias deben ser diseñadas para
funcionar acertadamente bajo determinadas condicio
nes del entorno, y si estas cambian su nivel de éxito
comienza a disminuir y hasta pueden llevar a la organi
zación al fracaso absoluto. De las cuales algunas em
presas han dejado de operar o se han fusionado en los
últimos veinte años.
En la mayoría de los países que desarrollan la pros
pectiva realizan estudios con fondos públicos y están
bajo la responsabilidad de instituciones del Estado,
como el National Institute of Science and Technolo
gy Planning, ) NISTEP, de Japón, el Korean Institute of
Science and Technology Planning, KISTEP, de Corea
del Sur o el Programa de Prospectiva Tecnológica del
Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil.
Lo mismo ocurre en Europa, aun cuando en algunos ca
sos el financiamiento lo realizan Fundaciones de carác
ter mixto (Estado-Sector Privado), como el Observa
torio de Prospectiva Tecnológica Industrial de España.
En todos los casos, los estudios de prospectiva se
convierten en el insumo principal para la formulación de
los planes y programas de desarrollo científico, tecno
lógico e industrial de los países desarrollados, de los
NICs (países en proceso de industrialización) y de los
países emergentes.
Ello se debe a que la prospectiva permite identificar las
necesidades de la población y de las empresas en la
sociedad futura, las tecnologías emergentes que per
mitirán satisfacer dichas necesidades, los programas
de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías,
en los casos que no exista una tecnología emergente
en este momento.
La prospectiva es la anticipación al servicio de la ac
ción, por lo tanto los estudios de prospectiva aunados
a una labor de seguimiento permanente del desarrollo
tecnológico, mediante la llamada “vigilancia o inteligen
cia tecnológica”, permiten racionalizar los esfuerzos de
investigación y desarrollo, orientándolos hacia aque
llos campos donde se podrán obtener los mayores
impactos sociales y económicos, sin descuidar lo que
en otras partes del mundo se viene investigando, de
sarrollando y patentando.
Muchos países, invierten en realizar investigaciones so
bre productos de mercados ya maduros, cuyo ciclo
de vida ya está por terminar, y descuidan e incluso,
desestiman, el ingresar a nuevos campos o ampliar las
fronteras de la ciencia, por el alto riesgo que ello implica.
Justamente, la prospectiva surge como disciplina para
realizar un adecuado manejo y control de la incerti
dumbre con la finalidad de reducir el riesgo inherente a
las diversas alternativas de futuro que se puede cons
truir. Por lo tanto, su aporte es sustancial en el momen
to histórico que vivimos.
La prospectiva parte del concepto que el futuro aún
no existe y “se puede concebir como una realizar múl
tiple” (Jouvenel, 1968) y que “depende solamente de
la acción del hombre” (Godet, 1987). Por esa razón, el
hombre puede construir el mejor futuro posible, para
lo cual debe tomar las decisiones correctas en el mo
mento apropiado.
Existen muchos futuros posibles, pero de ellos solo
algunos tienen en este momento la mayor probabilidad
de ocurrencia. En los próximos minutos puede ocurrir
algo lo suficientemente importante, como para cam
biar esa asignación de probabilidades. Por esa razón, la
prospectiva debe ser capaz de identificar aquellos es
cenarios futuros que en el período que va del presente
al horizonte del estudio, puedan presentarse.
Mediante el uso de metodologías que son emplea
das ampliamente en distintas disciplinas científicas, la
prospectiva busca identificar los escenarios futuros
más probables y deseables hacia los cuales debe en
rumbarse una organización, una región o un país. Exis
ten más de 120 metodologías distintas, aunque las más
usadas son:
• | Método de Probabilidades de Bayes: es la aplica |
ción de las fórmulas derivadas del Teorema de | |
Bayes a la determinación de las llamadas proba | |
bilidades revisadas; y que están asociadas a un | |
conjunto dado de hipótesis (escenarios posibles) | |
mutuamente excluyentes, como consecuencia de | |
la interacción de variables generadoras de futuros | |
(“drivers”). | |
• | Método de la Matriz de Impacto cruzado: su lógica |
básica subyacente consiste en hacer una explora | |
ción del futuro (prospectiva) sobre la base de las |
interacciones de una serie de variables (“drivers”)
que pueden o no tener influencia sobre el tema
bajo análisis dentro del horizonte temporal con
siderado.
• Método Delphi: que consiste en preguntarle a un
grupo de personas (expertos y no expertos en el
tema bajo análisis) sus opiniones (juicios de va
lor basados en conocimiento, experiencia, ima
ginación, sentido común o intuición), acerca del
comportamiento a futuro de un grupo dado de
variables (factores de cambio o “drivers”), con la
finalidad de tener una idea lo más clara posible de
la situación futura que esas variables producirán.
• Exploración del Entorno: es una técnica muy sim
ple de aprender pero muy poderosa por el nivel de
análisis que permite, y que se basa en la identifi
cación de variables de cambio (“drivers”) mediante
el empleo de diferentes enfoques temáticos.
• Método de Análisis Morfológico: esta técnica per
sigue explorar todas las posibilidades en las que
pueda evolucionar un sistema determinado. Para
ello, es preciso identificar con gran precisión lo
que se denominan los parámetros caracterizado-
res del tema bajo estudio.
Un adecuado balance en el uso de las distintas meto
dologías impide que se caiga en sesgos y enfoques
unilaterales. La principal barrera a eliminar es tratar de
“desaprender” y no extrapolar necesariamente el pa
sado. Eso permite tener la suficiente creatividad para
vislumbrar las oportunidades que el futuro puede crear
para nuestra organización.
Sin embargo, no es recomendable desprenderse to
talmente del pasado, pues se puede aprender mucho
de él. Por eso la prospectiva “debe usar el poder de la
retrospectiva para transportarnos a futuros mejores”
(Johnston, 2002).
Existen dos escuelas científicas que dominan el campo
de la prospectiva a nivel mundial. La primera funda
da en Francia en la década de los años sesenta por
Bertrand de Jouvenel y un muy joven Michel Godet,
se basa en el Humanismo para proponer que el futuro
puede ser creado y modificado por las acciones de los
actores sociales, ya sea individuales u organizados, y
propone estudios que caractericen la sociedad futura
en sus diversos enfoques: social, económico y cultural.
A la segunda escuela se le denomina Inglesa porque sus principales defensores se encuentran en las univer
sidades de Sussex y Manchester, aun cuando preferi
ría llamarla Anglosajona porque su influencia también
abarca Alemania y los Estados Unidos. Esta corrien
te de pensamiento considera a la tecnología como el
principal motor del cambio en la sociedad, y desde el
análisis del cambio tecnológico se proyecta hacia la
construcción de escenarios futuros, por lo que con
sidera que la acción de los actores sociales no es tan
importante como para marcar el rumbo del futuro. Ahí
radica su diferencia con la escuela francesa.
Para poder comprender el concepto de la prospecti
va estratégica es de suma importancia tener claridad
entre lo posible, lo probable, el pronóstico para dife
renciarlo de lo oculto y el aspecto importante para
vislumbrar el cambio metafórico de la geopolítica do
minante de la presente y las futuras generaciones, sin
que al momento la humanidad no logra comprender,
desde mi punto de vista es difícil que logre percibirlo,
por el mecanismo de control psicológico que ha sido
sometido, desde anteriores generaciones.
Es importante señalar la influencia del cambio de la era
de Piscis a Acuario acentuándose teóricamente dife
rente fechas de inicio y finalización, según teóricos
en la era de Acuario; el pensamiento ha penetrado en
el interior del individuo, instaurando en él la ley de la
mente y atenuando la ley meramente sentimental que
hasta ahora había regido sus actos. Al llegar a Acuario,
estamos más cerca de la armonía psíquica y espiritual.
En esta era, el conocimiento se ha democratizado tan
to y en tan poco tiempo, el fenómeno de Internet, la
mundialización de las comunicaciones y de las nacio
nes y los negocios, revelan un creciente e indetenible
proceso de interconexión planetaria.
En los tiempos que corren, todas las culturas se mez
clan; las disciplinas científicas y humanísticas se acer
can; el saber mágico y el tecnológico se funden en
armonioso mestizaje; y las religiones y credos espi
rituales empiezan a ver más sus similitudes que sus
diferencias.
Es de subrayar la importancia del desarrollo de capa
cidades analíticas de prospectiva para afrontar de ma
nera estratégica los desafíos a los que se enfrenta la acción exterior latinoamericana en los próximos años.
Para la implementación de herramientas de tomas de
decisiones y procedimientos de estudio del futuro,
es indispensable la creación de una cultura de pensa
miento estratégico y de previsión a nivel de gobierno,
instituciones, empresas y sociedad civil.
Latinoamérica se encuentra en un momento crucial de
su historia. A nivel doméstico, los países se enfrentan
en una de las más complejas crisis económicas que se
recuerdan. Esta difícil situación centra una gran parte
de los esfuerzos políticos en la resolución de proble
mas a escala nacional y limita la atención de las autori
dades públicas a cuestiones de corto plazo. Al mismo
tiempo, que cada país está inserto en una auténtica
revolución geopolítica y geoeconómica. Asistimos a
una reconfiguración del orden global en el que Occi
dente está llamado a jugar un papel menos importante
y en el que el rediseño de los patrones de competición
económica que han dominado las últimas décadas de
terminará de manera crucial quiénes serán los “ganado
res y perdedores” de los próximos años en un mundo
cada vez más interdependiente. Este nuevo escenario
se caracteriza por un grado elevado de incertidumbre,
al haberse difuminado un gran número de los referen
tes que han dominado la acción exterior latinoamerica
na hasta la fecha.
La elaboración de un concepto de política exterior li
gado al modelo centroamericano que queremos para
el futuro exige la realización previa de un análisis de
tenido de la realidad global. Es por ello que la capa
cidad de llevar a cabo estudios de prospectiva con
un grado elevado de sofisticación es fundamental para
así aproximarse estratégicamente a los problemas a
los que se enfrentará el bloque centroamericano. Ello
requiere un esfuerzo continuo de estudio y análisis de
la realidad internacional desde una perspectiva multi
disciplinaria y con un enfoque de futuro que permita la
identificación de tendencias y riesgos emergentes. La
información resultante de dicho análisis debe ser útil,
oportuna y relevante, de manera que pueda coadyuvar
a la toma de decisiones dentro del ciclo de elaboración
de la acción exterior. El objetivo último sería mejorar
la planificación estratégica en las instituciones públicas
de actuación basándose en análisis prospectivos de
medio y largo plazo, mirar hacia adelante no hacia el
futuro distante, más allá de la visión de los funcionarios
enfrascados en el humo y las crisis de las batallas actuales; lo suficientemente hacia delante para ver la for
ma emergente de las cosas que vendrán y delinear que
debería hacerse para enfrentarse o anticiparse a ellas, la
cual resulta particularmente perentoria en el contexto
de restricciones presupuestarias en el que cada país de
Centroamérica se encuentra inmerso.
En la actualidad la prospectiva engloba una gran va
riedad de actividades en un amplio número de áreas
temáticas que van desde la seguridad hasta la macro
economía, pasando por la ciencia y la tecnología, un
ámbito en el que los gobiernos de los países centro
americanos no han invertido recursos de manera sig
nificativa en los últimos años. Esta diversidad, tanto
conceptual como de materias refleja la mencionada
complejidad de los desafíos a los que se enfrentan los
estados modernos. De hecho, la prospectiva enfocada
a la política exterior es solo una parte de las activida
des de análisis del futuro y que se centra, tanto en
cuestiones domésticas como de carácter internacional.
Con determinados tipos de analistas se puede llevar
a cabo mejores predicciones que otros, en concre
to aquellos que son multidisciplinarios, tolerantes de
la complejidad y más prudentes. Sin embargo, es de
reconocer las limitaciones que el juicio humano, es po
sible hacer predicciones probabilísticas de determina
dos acontecimientos, incluyendo aquellos de carácter
político, las referencias juegan un papel fundamental;
ya que las predicciones referidas a acontecimientos
geopolíticos que tienen lugar en el plazo de menos de
un año tienden a ser más precisas.
En cualquier caso, son estas limitaciones y dificulta
des para discernir de manera clara el devenir de los
acontecimientos lo que hace necesario la realización
de estudios de prospectiva que incluyan el diseño de
futuros alternativos.
La prospectiva identifica variables clave y una varie
dad de alternativas que permiten una mejor prepara
ción para el futuro. No se trataría por tanto de intentar
pronosticar de manera exacta qué va a ocurrir, sino de
imaginar futuros alternativos que permitan una mejor
adaptabilidad y preparación para lidiar con los aconte
cimientos que pueden emerger de dichos escenarios.
En la relación entre prospectiva e inteligencia tam
bién plantea problemas conceptuales. Existe a priori
una diferencia clara entre la información recolectada
por el personal dedicado a labores de inteligencia y el ejercicio que supone el diseño de escenarios futu
ros alternativos con la finalidad de anticipar tendencias
emergentes.
La información recolectada para desarrollar mecanis
mos de alerta temprana y realizar de forma frecuente
ejercicios sistemáticos de formulación de escenarios
con el propósito de evitar sorpresas y mejorar la pre
paración estratégica de los gobiernos. Por lo tanto,
la inteligencia puede constituir un elemento de gran
importancia en el ejercicio de la prospectiva. En este
sentido, algunos autores hablan de “inteligencia pros
pectiva de seguridad”, que se definiría como “la utiliza
ción del conocimiento para la acción sobre futuros de
riesgo, sobre la trayectoria o trayectorias presentes
que conformarán esos futuros de riesgo.
Los ejercicios realizados suelen centrarse en el medio
y largo plazo, dentro de los cuales es de analizar ex
haustivamente en el año 2016 las grandes tendencias
que moldearán el mundo en los próximos 15 años y se
bosquejan escenarios alternativos de evolución de la
realidad internacional afectando o favoreciendo a los
países centroamericanos dependiendo con la óptica
que se observa o no se quiera observar.
Es posible también en el campo del ejercicio el análisis
que tengan como marco de referencia el corto plazo,
el cual suele referirse a acontecimientos que tendrán
lugar en los doce meses posteriores a la realización del
análisis. Por ejemplo, los fondos de inversión que ope
ran a nivel global suelen estudiar de forma sistemática
acontecimientos políticos que van desde una posible
intervención militar de EEUU en Oriente Medio hasta las
reuniones del Consejo Europeo. El objetivo de dicha
actividad es intentar anticipar el resultado de dichos
acontecimientos y estimar su impacto sobre los mer
cados financieros, un ejemplo más doméstico el in
greso y gasto público de los países centroamericanos.
Otra característica fundamental de los estudios del
futuro en la prospectiva es la aproximación multidisci
plinaria de los sujetos de análisis. Dada la complejidad
de la realidad nacional o internacional, la participación
de expertos que puedan contribuir al análisis de ten
dencias emergentes a través de la visión que le pro
porciona la experiencia en sus campos respectivos. Por
ejemplo, en la elaboración de estudios “macro” de la
realidad global como el Global Trends del NIC suelen
participar expertos de áreas tan diversas como la eco
nomía, la ciencia política, la informática, la biotecnolo
gía y la seguridad.
en las instituciones públicas de
los países centroamericanos
El sistema internacional en la etapa final del siglo XX y
en los primeros decenios del XXI estaría experimentan
do una mutación mayor, en la forma de un prolongado
proceso de transición desde un sistema ordenado en
torno a los Estados nacionales o sistema internacional
propiamente tal, hacia un sistema-planeta, organizado
y articulado en torno a ciertos Estados-potencias do
minantes, entidades supranacionales y actores corpo
rativos, dotados de poder a escala global.
Desde la paz de Westfalia (1643) hasta el ciclo llamado
de la Guerra Fría (1945-1990), el sistema internacional
se ha ido configurando y evolucionando dentro de ci
clos históricos sucesivos en los que la distribución de
las hegemonías y el balance del poder se han articu
lado en torno a ciertas potencias constituidas como
Estados nacionales y sistemas imperiales integrados
también por Estados nacionales, y otros actores.
De este modo, la unidad política denominada Esta
do-nación ha sido durante más de tres siglos, el eje
articulador y el actor político y estratégico determi
nante en el sistema internacional o en los regímenes de
dominación que operaban en su interior.
El cambio fundamental que está operando como ten
dencia profunda en el mundo, desde la segunda mitad
del siglo XX, es la emergencia gradual de una econo
mía-mundo y de una política global o globalizada, lo
que está dando forma a un ordenamiento político y
estratégico nuevo dominado por ciertas potencias o
Estados y otros actores supranacionales y corpora
tivos capaces de adoptar decisiones y de desplegar
estrategias y recursos de poder a escala del conjunto
del mundo. Está emergiendo y continuaría cristali
zando así durante el siglo XXI, una red de redes cada
vez más compleja de interacciones de poder a escala
global, en la forma de un sistema de sistemas y que
denominamos sistema-planeta.
De este modo, la posición de centralidad del Estado
nacional en el sistema internacional parece verse ame
nazada por dos fuerzas disociadoras distintas: desde el
interior de las fronteras nacionales, por la re-emergencia
y multiplicación de las identidades locales y regionales
y las aspiraciones independentistas; y desde el exterior,
por las corrientes generadas por las distintas formas de
globalización, por la emergencia de una política global
y de estrategias globales, las que pretenden imponer
nuevas hegemonías y formas de dominación.
Al revisarse la historia política y estratégica de Occi
dente y otras regiones del mundo, la tradición intelec
tual del realismo ha puesto de manifiesto la importan
cia crucial y decisiva de los intereses y los factores
y recursos de poder, como herramientas del poder
político, tecnológico y estratégico dentro del juego
real de las Relaciones Internacionales.
Desde la configuración moderna del sistema interna
cional, a partir del siglo XVII en adelante, han sido los
intereses y en particular los intereses de poder y los
nacionales, los móviles fundamentales que permiten ex
plicar las decisiones y las conductas de los actores en
la escena internacional, y en función de los cuales se ha
articulado el balance de poder en cada época o ciclo.
No obstante la conflictividad básica que caracteriza a
la escena internacional, producto del choque perma
nente de intereses de todo tipo, los Estados y los
principales actores de la escena mundial apuntan hacia
la estabilidad, pretenden garantizar la seguridad de sus
propios intereses, intentan mantener un cierto nivel de
equilibrio en el balance de poder en tanto en cuanto
satisfaga dichos objetivos fundamentales, y procuran
asegurarse un clima de paz en el entorno al que tienen
acceso, mediante la configuración de regímenes de
seguridad que convengan a sus intereses vitales.
Desde una óptica prospectiva, puede afirmarse que
el conjunto del sistema mundial que se encuentra en
vías de configurarse como un sistema planetario; rea
liza una prolongada fase de transición desde un orden
básicamente bi-polar hacia uno internacional multipolar,
de manera que en los primeros decenios del siglo XXI
el conflicto fundamental que dividirá al mundo, será al
mismo tiempo, la dualidad entre potencias dominantes
(ubicadas en el hemisferio norte) y naciones emergen
tes (situadas en el hemisferio sur o en determinadas “zonas de fractura” del mundo), y entre la potencia glo
bal única y aquellas potencias mundiales emergentes,
que aspiren a una cuota sustancial de poder mundial
desde una posición hegemónica a escala continental.
Al término del esquema bipolar, desde fines del siglo
XX se ha instalado la hegemonía estratégica de una po
tencia global, es decir, un orden unipolar en un escena
rio geopolítico inseguro e impredecible que ha traído
consigo una mayor inestabilidad e incertidumbre.
Los rasgos fundamentales que caracterizarían a este
período de transición desde la bipolaridad hacia la mul
tipolaridad, serían la incertidumbre, la imprevisibilidad
y la inestabilidad en un contexto de creciente interde
pendencia, los que podrían determinar gran parte de los
comportamientos de los actores del sistema mundial,
atravesará por una fase de hegemonía casi indiscutida
de una sola potencia global, donde forma transitoria
mente a un esquema de poder unipolar, mientras se pro
duce el reacomodo de las demás potencias continen
tales o regionales, y mientras comienzan a emerger las
potencias mundiales que presumiblemente- disputarán
en el siglo XXI o en el XXII la hegemonía global.
Puede suponerse también que las potencias centrales
y dominantes en el balance de poder global configura
rán alianzas de carácter estratégico y de alcance mun
dial durante la disputa por el poder global cuando se
observa el sistema internacional desde una perspectiva
macroscópica, debe reconocerse que aparece global
mente dominado y tensionado por dos tendencias in
terdependientes que se interpenetran, las que pueden
ser comprendidas también como manifestaciones de
grandes ciclos históricos en una u otra dirección. Estas
tendencias, además, operan en la forma de tendencias
profundas, es decir, como complejos movimientos
de larga duración, como conjuntos de procesos cuya
ocurrencia y persistencia en el pasado y en el pre
sente, permite pronosticar su continuidad en un fu
turo plausible.
Por un lado, funciona objetivamente una tendencia
centrípeta caracterizada por una corriente y un perío
do de tiempo que apunta hacia la concentración, unifi
cación o agrupamiento de los actores internacionales,
en torno a formas de estructuración u organización,
lo que genera un escenario internacional dominado por
unos pocos grandes actores fuertes y cohesionados.
Por otro lado, funciona también una tendencia centrífuga que consiste en una corriente y un lapso de tiem
po que apunta hacia la dispersión, disgregación y la se
paración de los actores internacionales, debilitando de
paso las organizaciones e instituciones internacionales
existentes, lo que da origen a un sistema internacional
caracterizado por la presencia de diversos escenarios
donde predomina una gran diversidad y complejidad
de actores y dinámicas.
El sistema internacional contemporáneo puede ser leí
do y comprendido también, sobre la base de la lógica
que subyace en las tendencias a la globalización y la
fragmentación del sistema desde una perspectiva re
alista, la globalización puede ser comprendida a la vez,
como una tendencia objetiva de las Relaciones Inter
nacionales, y como un discurso sobre sí misma a la
tendencia globalizadora, que pretende imponerse en la
esfera internacional, se acompaña una tendencia hacia
la dispersión y hacia la fragmentación de los antiguos
bloques bi-polares tradicionales. Esta tendencia hacia
la fragmentación se manifiesta, tanto en la formación
de bloques continentales, regionales y sub-regionales
de Estados y de economías nacionales, dando forma a
un nuevo ordenamiento mundial determinado por razo
nes geo-económicas, como en la evidente emergencia
de tendencias separatistas, regionalistas y localistas en
todo el mundo, en nombre de identidades étnicas, reli
giosas y culturales que se oponen a la globalización y
sus efectos culturales disolventes.
La globalización surge y se manifiesta como el proce
so de crecimiento y automatización de la economía
mundial respecto de la esfera política. Ella está de
terminada por la transnacionalización del capital y de
la información, por la deslocalización y la flexibilización
de los procesos productivos, por la desregulación de
los mercados y los intercambios.
Aun así, la globalización no puede ser reducida a una
simple configuración tecno-económica ni a una cierta
articulación geopolítica (representada por la expan
sión mundial del sistema liberal). Ella implica también
la extensión y mercantilización de cada vez más es
feras sociales, dando origen a procesos de descons
trucción social, de agravación y profundización de las
desigualdades culturales y sociales y de ubicuidad
de los conflictos.
Al desaparecer los límites sistémicos entre lo nacional
y lo internacional, entre lo público y lo privado, en
tre lo civil y lo militar, entre lo político-jurídico y lo
ideológico, la globalización en su práctica concreta y
no obstante su retórica benefactora, vuelve caducos
los instrumentos tradicionales de intervención social
intra-fronteras y las herramientas más sofisticadas
del derecho internacional como la no injerencia, dando
forma a “zonas grises” de no-poder y no-derecho.
La globalización es al mismo tiempo, una tendencia
profunda del desarrollo económico y político mundial,
es decir, una oportunidad, y una perspectiva de incer
tidumbre que desafía las mentalidades, las conciencias
y las visiones tradicionales. Si se la analiza desde la
óptica del cambio, ella puede producir una sensación
de umbral -en el sentido de que contiene dinámicas
tecnológicas y económicas transformadoras- pero al
mismo tiempo puede provocar numerosos rechazos
y cuestionamientos, en la medida en que se la percibe
como el vehículo más eficiente de vinculación imperial
de las economías subdesarrolladas y dependientes a
un proyecto de dominación mundial.
Toda forma de predicción es una impostura. El futuro
no está escrito sino que queda por hacer. El futuro es
múltiple, indeterminado y abierto a una gran variedad de
futuros posibles. Lo que pasará mañana, depende menos
de las fuertes tendencias que se impondrían fatalmente
a los hombres que de las políticas que desarrollan los
hombres al objeto de hacer frente a esas tendencias.
Si el futuro es en parte fruto de la voluntad, esta última
para ejercerse eficazmente debe intentar guardar el es
píritu de las cinco ideas clave de la prospectiva.
Después de un cuarto de siglo de reflexiones y de es
tudios prospectivos sobre los territorios, las empresas
y las grandes apuestas que tienen las sociedades mo
dernas, podemos decir que hemos llegado a una cons
tatación bien conocida y, por tanto, generalmente ig
norada: son siempre los hombres y las organizaciones
los que crean la diferencia. Así, cuando una empresa se
encuentra en dificultades, no sirve para nada buscar un
chivo expiatorio en la tecnología o en la competen
cia que además, como sabemos, muchas veces viene
con un carácter fuertemente desleal por motivo de
las subvenciones. En realidad, todo se explica mejor
si considerásemos que se trata de un fallo grave de
calidad en la administración y que se muestra incapaz de anticipar, de innovar y de motivar a los hombres.
El mundo cambia y los problemas permanecen. Tal es
la constatación que se impone cada vez que nos tro
pezamos con un problema con el que ya nos hemos
encontrado cinco, diez o incluso quince años antes.
Este es el caso de la energía, del transporte aéreo en la
región parisina, de correos, y de las apuestas de las so
ciedades modernas como el empleo y la formación. La
ventaja que para el hombre tiene la reflexión es enor
me: la inversión intelectual realizada no está apenas ob
soleta y es suficiente actualizarla con datos recientes
para que podamos rencontrar la mayor parte de los
mecanismos y constantes anteriores.
Los hombres tienen la memoria corta: desconocen lo
que es el largo plazo y sus enseñanzas. La historia no
se repite pero los comportamientos se reproducen.
Con el correr del tiempo, los hombres conservan in
quietantes similitudes de comportamiento que les
conducen, colocados ante situaciones comparables, a
reaccionar de manera casi idéntica y, en consecuen
cia, de una manera previsible. De este modo, es como
nos encontramos en el pasado innumerables lecciones
olvidadas, ricas en enseñanzas con respecto al futuro:
los ciclos de escasez y de abundancia relacionados
con las anticipaciones sobre la fijación de precios, la
sucesión de largos periodos de inflación seguidos de
otros de deflación, o la todavía inquietante coinciden
cia entre las evoluciones demográficas y la expansión
o el declive económico y político del país, testimo
niando esta realidad.
Cada generación tiene la impresión de que está vi
viendo una época de mutación sin precedentes. Esta
desviación es natural: esta época resulta terriblemente
excepcional para cada uno de nosotros puesto que es
el único tiempo que nosotros vivimos. De ahí viene la
tendencia, simétrica a la precedente, de sobrestimar la
importancia y la rapidez de los cambios, en particular
en lo concerniente a las nuevas tecnologías.
El mundo real es muchísimo más complejo de lo que
pensamos y sería inútil esperar que un buen día alguien
diese con la ecuación que nos descubriese su eventual
determinismo escondido (mano escondida), e incluso,
en caso de que ello llegara a suceder, la incertidumbre,
inherente a toda medición sobre todo social, man
tendría el abanico de los futuros posibles totalmente
abierto y desplegado, al menos en el interior de nuestras almas. Puesto que el determinismo es indetermi
nable, es necesario hacer como si nada estuviera deci
dido, como si la revolución de la voluntad fuese capaz
de hacer frente y darle la vuelta a la tiranía del azar y
de la necesidad.
Cómo podríamos reconocer los puntos de las bifurca
ciones, qué acontecimientos, qué innovaciones perma
necerán sin originar consecuencias, cuáles de estas
afectarán a la globalidad del sistema, trastocándolo,
determinando irreversiblemente la elección de una evo
lución, cuáles son las áreas donde podría realizarse la
elección, cuáles son las áreas de estabilidad. He ahí las
cuestiones que plantea Ilya Prigogine (1990). Estas cues
tiones constituyen el menú cotidiano de la prospectiva.
Cuando identificamos el abanico de los futuros posi
bles a través de la elaboración de escenarios estamos
reconociendo el diagrama de las bifurcaciones. Los pa
rámetros de las bifurcaciones son las variable-claves
del análisis prospectivo.
En estos últimos años, se constata una convergencia
entre las diferentes teorías hacia el concepto de au
to-organización que permite la adaptación hacia lo
“nuevo” y la creación de lo nuevo. Todo está ocurriendo
como si hubiésemos reinvertido la flecha del tiempo de
suerte “lo que hacemos hoy se explica, no por sus con
dicionamientos, sino por el objetivo que explicitamos y
hacia el cual tendemos” (Jean-Pierre Dupuy (1982).
Así es como nos encontramos con “el futuro como
razón de ser del presente” (Gaston Berger) lo que nos
permite un avance en el que el deseo como fuerza pro
ductora de futuro se convierte también en el principal
motor de la auto-organización.
Es necesario transmitir herramientas complejas para
leer la complejidad de la realidad, históricamente las
personas que han estado dotados de un pensamiento
complejo han sabido, mejor que otros, dar con leyes
relativamente simples a la hora de comprender el uni
verso. Como por ejemplo los principios de la termodi
námica y la teoría de la relatividad.
Maurice Allais (1989), economista, creador de la Teoría
cuyas hipótesis y consecuencias no puede ser contras
tada con la realidad carece de todo interés científico.
Maurice Allais añade que nunca tendremos modelos perfectos sino solamente modelos que se aproximan
a la realidad y precisa; de dos modelos, el “mejor” será
siempre aquel que por aproximación representará de
la manera más sencilla los datos que se derivan de la
observación de la realidad.
Ejemplo de ello, el 11 de enero de 2016, comienza otra
historia; la caída de la bolsa de valores en los merca
dos chinos. En Hong Kong, vinculada parcialmente a
Shanghai, el índice Hng Seng cayó a 2.76% Bangkok a
un 0.78%, esta situación afecta la economía internacio
nal, y desde luego también toda planeación estratégi
ca dentro del marco de la prospectiva de los países
emergentes.
En síntesis, el análisis de prospectiva es un instrumen
to que puede ayudar a actores, tanto públicos como
privados a prepararse de manera más efectiva para los
acontecimientos venideros, en el cual ejercicios de
tipo predictivo pueden tener un peso importante (aun
que no determinante) y en el que la inteligencia puede
jugar un papel fundamental.
Nadie pone hoy en duda ni la utilidad ni la relevancia de
los estudios de prospectiva en un mundo que, debido
a la creciente interdependencia y a la acelerada dinámi
ca de cambios que experimenta, se ha complejizado
de manera muy notable. No existe; sin embargo, una
única forma de mirar al futuro. Mas sí emergen, no obs
tante, claras tendencias sobre cómo debe conformar
se esa capacidad en materia de acción exterior. Así, en
primer lugar, frente a la multiplicidad y al solapamiento
de entes de análisis y prospectiva, una mayor coordi
nación y el trabajo en red son las posibles soluciones.
En segundo lugar, frente a su uso puntual, es deseable
la integración directa de estas herramientas de pros
pección en el ciclo de formulación de la acción exterior.
Esto permitiría un uso más eficiente y estratégico de
las posibilidades que estos análisis brindan en relación a
una gran variedad de asuntos). En tercer lugar, la crea
ción de una cultura de prospectiva puede ser útil para
explicar a la ciudadanía no solo cual debe ser el encaje
de España en el mundo, sino también cuales son las
opciones disponibles para alcanzar ese futuro deseado.
En definitiva, la prospectiva puede ser un instrumento
crucial en la creación de un marco de orientación es
tratégica que permita al gobierno estar mejor preparado para los desafíos globales emergentes. Después de
todo, solo mirando al futuro es posible tomar decisiones
en el presente que ayuden al país a navegar las difíciles
aguas del cambio global en el que estamos inmersos.
En tal sentido, la Administración Pública es un campo
interdisciplinario que tiene en cuenta cualquier rama del
conocimiento y que es necesaria para comprender al
gunos aspectos de la función gubernamental, no es
una ciencia social o una disciplina, sino una aplicación
de las ciencias sociales y de otras ciencias al análisis
de la comprensión de los asuntos públicos.
La competitividad tan fuerte que se vive, aunada al
proceso de globalización, ha provocado cambios en
los estilos de administración de las empresas públicas
y privadas para poder sobrevivir a largo plazo. Entre
los principales detonadores que han propiciado estos
cambios en los sistemas de información para facilitar la
toma de decisiones, están los siguientes:
• Control de calidad. Es una filosofía de una cultura
de trabajo, que compromete al recurso humano
con mejoramiento continuo, de tal manera que a
través del tiempo se logre la productividad de
seada y con ello se consiga un liderazgo en costos
que permita competir. Hoy en día no puede acep
tarse que una empresa que decide ser de clase
mundial ignore esta cultura de calidad total.
• Orientación hacia los clientes. Esta década se ha
caracterizado por una fuerte disposición a escu
char al cliente, de tal manera que se le ofrezcan
productos y servicios que lo satisfagan plena
mente. Ello se logra cuando el cliente determina
si el producto o servicio ofrecido le proporciona
un valor que justifica pagar un determinado precio
por dicho producto o servicio. Esta nueva cultura
de comportamiento por parte de los clientes obli
ga estar atento para eliminar todos aquellos pro
cesos o actividades que confunden recursos que
le cuestan a la organización, pero que no generan
valor agregado al cliente.
• El tiempo como factor clave. El tiempo es la va
riable más relevante para el proceso de toma de
decisiones, por ejemplo, saber cuándo comprar y
cuándo vender una acción son decisiones crucia
les para tener éxito en dicha transacción. Ante el
entorno de fuerte competitividad el tiempo es un
factor clave en cada una de las etapas de la cade
na de valor. Las organizaciones requieren diseñar,
producir, vender, entregar y cobrar, tratando de
minimizar el tiempo con la finalidad de aumentar
la liquidez, eliminar almacenajes innecesarios, re
ducir la cobranza vencida, circunstancias que no
solo dañan la liquidez, sino también la rentabilidad
ya que provocan costos sin financieros al pedir
prestado para fondear las inversiones que pueden
evitarse o eliminar aquellas actividades o procesos
que no generan valor.
• En la actualidad, las empresas se ven casi obliga
das a efectuar métodos que les permitan ser más
competitivas a nivel nacional e internacional; por lo
tanto, en los últimos años se han ido implementan
do y aplicando una serie de herramientas y meto
dologías que permiten una mayor productividad
de la empresa, buscando una mejor respuesta por
parte de los clientes en pro de beneficios econó
micos y de reconocimiento para la empresa.
Algunas tendencias son:
• Competitividad. La competitividad en el mundo
actual se define como la capacidad de generar una
mayor producción al menor costo posible, aun a
costa de los derechos humanos de los trabaja
dores, ya que en aras de la competitividad los sa
larios de los trabajadores han ido decreciendo en
todo el mundo.
• Calidad. La calidad es una propiedad inherente de
cualquier cosa que permite que esta sea compara
da con cualquier otra de su misma especie.
• Justo a tiempo. Herramienta encargada de proveer
la cantidad de materiales en cada fase del proceso
productivo y una vez terminado, al cliente, en las
cantidades requeridas y en el momento solicitado
• Coaching. Algunos expertos lo definen como un
proceso de orientación y entrenamiento que mu
chas compañías prestan a directivos que están
consolidados en sus puestos y que son valiosos
para las propias empresas.
La administración pública ha logrado cumplir varias
expectativas importantes en relación con el ambien
te empresarial. Sin embargo, todavía no ha logrado
un pleno desarrollo en la búsqueda de mejoras en las
organizaciones. Actualmente el avance tecnológico y cultural ha desencadenado que la administración se dé
a la búsqueda de nuevas técnicas, procesos y siste
mas para seguir en vanguardia junto con el desarrollo
de las empresas.
Por lo que se considera que la administración es una
carrera multifuncional, completa y con diferentes enfo
ques de desarrollo. Está basada en principios lógicos,
prácticos y esenciales en todas las organizaciones. Al
contar con cimientos estables y fuertes es difícil que
no logre cumplir con los resultados esperados.
La carrera es multifuncional siendo inminentemente
que todas las organizaciones cuenten con una buena
administración, con personal capacitado y así lograr
sus objetivos así como el crecimiento constante. Es
importante que no se vea como un gasto sino como
un costo, una inversión a futuro, que generará mayores
ganancias de las esperadas, y abrirá las puertas a nue
vos horizontes de mejora.
La tendencia de la administración a un cambio de pa
radigmas en los cuales está presente el anagrama: Cali
dad-Atención-Innovación-Acción (CAIA) que debe ser
parte de la visión de la empresa, es decir como una
divisa, como una señal que indique que lo que se busca
es lo mismo que existe en la oficina matriz.
Si la administración toma en cuenta una visión holística
en prospectiva, habrá que entender más criterios de
relevancia y de alcance que a los de profundidad. Esto
último está íntimamente relacionado con el objetivo
de la prospectiva que persigue brindar a los tomadores
de decisiones una guía conceptual que involucre los
aspectos más transcendentes de la realidad actual.
Para valorar la importancia de este elemento básico en
prospectiva, Ackoff expresa respecto al modelo de
idealización (futuro deseable), lo siguiente: “La ideali
zación revela que los diseños y planes de sistemas,
cuyos elementos parecen ser impracticables cuando
se consideran por separado, son factibles, o casi total
mente factibles, cuando se consideran como un todo.”
Tiene dos características esenciales: la primera enten
dida como “la capacidad de dar origen a las cosas nue
vas y valiosas y de encontrar nuevos y mejores mo
dos de hacerlas”. La segunda, la prospectiva impulsa el desarrollo de la creatividad ya que esta generalmente
se da como respuesta a un deseo de encontrar una
solución a algún asunto que se plantea como desafío.
Con la participación se promueve el intercambio de
ideas creándose la oportunidad para solucionar con
flictos y corregir interpretaciones erróneas entre las
partes involucradas.
Lo que promueve necesariamente la cohesión es com
partir un objetivo común, un acuerdo sobre la proble
mática estudiada, el análisis de las capacidades y po
tencialidades para la acción.
Implica dar oportunidad para que aquellos que sostie
nen valores diferentes discutan sus puntos de vista y
expresen sus deseos, preferencias y creencias. En esta
sola acción, la prospectiva proporciona una forma de
pensar sobre el futuro que repercutirá en los procesos
de planeación y de implementación.
El diseño del futuro brinda la oportunidad para que
quienes sostienen valores diferentes, discutan sus
distintos puntos de vistas (divergencia). Sin embargo,
ya al optar por un determinado escenario normativo,
se requiere del acuerdo en el nivel estratégico de los
ideales (convergencia).
Es importante definir el alcance de la prospectiva, el
¿hasta dónde llega? La respuesta requiere de dos pla
nos: conceptual y práctico.
La conceptual parte de la consideración de que la
prospectiva es una forma de analizar, pensar y actuar
hacia el provenir, concibiéndolo como un horizonte de
posibilidades, de acciones y de logros.
El práctico parte de los pasos que encierra mayor
complejidad, ya que se encuentra asociado a factores
como beneficios inmediatos (utilidad), cambios políti
cos, convencimiento en la apertura del futuro.
Administración Moderna, Peter Drucker.
Andrés Montero Gómez (2006), Inteligencia Prospectiva de Seguridad.
Bas, Eric, (1999). Prospectiva, herramienta para la gestión estratégica del cambio, Ariel, Barcelona. Observatorio
de prospectiva tecnológica industrial.
CNN expansión, Lunes 11 de enero 2016 a las 06:57.
Concepto y aplicación de la prospectiva, Francisco José Mojica, Director del Centro de Pensamiento Es
tratégico y Prospectiva la Universidad Externado de Colombia.
Dra. Eunice Olivé Álvarez, artículo Los estudios de futuro, herramienta para la competitividad de las empresas.
Economía, planeta, diccionario enciclopédico, 1980, América Economía No. 34, 1989.
El Arte de Prevenir el Futuro Político. Jouvenal Bertantd (1968).
Estudio de prospectiva regional, escenario y marco de la acción estratégica de la formación para el trabajo
productivo competitivo al año 2020 en los países de la organización del convenio Andrés Bello, Lima
Perú, 2010.
Francisco José Mojica, Teoría y aplicación de la Prospectiva.
Godet M. (1987) Scenarius and Statec Managerment, London Butercorth.
Javier Medina Vásquez, Steven Becerra, Paola Castaño. CEPAL, 2012.
Javier Medina y Edgar Ortegón (2006) Manual de Prospectiva y Decisión Estratégica: Bases Teórica e Instru
mentos para América Latina y el Caribe.
José Luis Orts Palés y Antonio Torres Diaz-Malaguilla (2007), “Prospectiva de Seguridad y Defensa: Viabilidad de
una Unidad de Prospectiva en el CESEDEN”, Monografías del CESEDEN.
La caja de herramienta de la prospectiva estratégica, Michel Godet, cuarta edición, 2000.
Las bolsas chinas pasan de lunes negro a gris oscuro.
Metodología de la prospectiva por Rafael Popper.
Planificación, Prospectiva y Gestión Pública, reflexión para la agenda del desarrollo, Jorge Mattar, Daniel E. Per
rotti, editor CEPAL.
Prospectiva, Eneko Astigarraga. htpp://www.opti.org , informe de prospectiva tecnológica industrial.
Prospectiva y política pública para el cambio estructural en América Latina y el Caribe.
Real Instituto Alcano.
Retos y desafíos de las ciudades del futuro: innovadoras inclusivas, sostenibles y sustentables, Universidad
abierta y a distancia, Bogotá DC Colombia, 2013.