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Revista Centroamericana de Administración Pública, (86) Enero / junio 2024
características específicas en comparación
con las organizaciones privadas; es decir,
tomando en cuenta a) su enfoque para lograr
objetivos sociales o políticos; b) la utilización
de los fondos públicos; c) la importancia
del ciclo presupuestario y de planeamiento,
y d) la complejidad de su funcionamiento.
Esto significa hacer un balance entre los
valores tradicionales como la legalidad, la
integridad y la transparencia, presentes
por su naturaleza en los asuntos públicos y
los valores gerenciales modernos como la
eficiencia y la eficacia. Al mismo tiempo, esta
evaluación del control interno nos permite
obtener un conocimiento más amplio de las
empresas e informar a la administración o a
los responsables del gobierno corporativo,
respecto a fallas o debilidades en los sistemas
de control interno que deben ser reforzadas
para un mejoramiento en el sistema.
Otro antecedente es el estudio
denominado “Análisis del modelo de
autoevaluación del sistema de control
interno. Caso: Ministerio de Cultura y
Juventud”. Dicho estudio fue realizado por
Alonso Meza, Bryan Olivas y Daniela Salas,
en el 2014, como trabajo final de graduación,
para optar por el grado de Licenciatura en
Administración Pública de la Universidad de
Costa Rica y se plantea, entre los principales
objetivos específicos:
Realizar un diagnóstico general de la
situación del control interno en el Ministerio
de Cultura y Juventud, para identificar
los puntos de mejora que presente. Por
otra parte, también se pretende: Elaborar
un plan de autoevaluación del sistema
de control interno en el Ministerio de
Cultura y Juventud, para establecer el
marco orientador del componente de
autoevaluación. (p. 126)
Entre las principales conclusiones, el
estudio deja entrever que “a pesar de que
el MCJ ha venido trabajando en implantar
y desarrollar un SCI, aún no se ha logrado
consolidarlo plenamente, y continúa
presentando puntos de mejora en sus
diferentes componentes funcionales y en
algunos aspectos de tipo orgánico” (p. 193).
Por otra parte, en cuanto a los
componentes funcionales, “No existe en el
MCJ un ambiente de control propicio que
sirva como base para el desenvolvimiento
del SCI”. Es decir, hay una resistencia a los
temas de control interno e impera la idea, en el
imaginario colectivo de su personal, de que las
actividades relativas a esta materia no tienen
una utilidad clara e inmediata y, por ende, son
vistos como una carga más que obstaculiza
sus otras labores. Estas y otras conclusiones
llevan a los autores a recomendar que “se
tomen como parámetro los ejes estratégicos
que se establecen en el Plan Estratégico de
Autoevaluación, para seleccionar a los titulares
de aquellos departamentos o unidades claves
para el cumplimiento de los ejes planteados”.
Por otra parte, también se recomienda que “el
MJC realice esfuerzos por elaborar un plan
estratégico que le dé mayor direccionalidad
a su gestión y que procure el mapeo y
documentación de sus procedimientos”.
En este sentido, el 04 de setiembre
de 2002, se publica en el Diario Oficial de
Costa Rica, La Gaceta la Ley General de
Control Interno N°. 8292 que en su artículo
1, indica como objetivo, establecer “los
criterios mínimos que deberán observar la
Contraloría General de la República y los
entes u órganos sujetos a su fiscalización,
en el establecimiento, funcionamiento,
mantenimiento, perfeccionamiento y
evaluación de sus sistemas de control interno”.
De igual manera, el artículo 18 de la Ley
N°. 8292 indica que:
Todo ente u órgano deberá contar con
un sistema específico de valoración del riesgo
institucional por áreas, sectores, actividades
o tarea que, de conformidad con sus
particularidades, permita identificar el nivel de
riesgo institucional y adoptar los métodos de
uso continuo y sistemático, a fin de analizar y
Revista Centroamericana de Administración Pública, (86): 9-30, enero-junio/2024