Revista Centroamericana de Administración Pública (87) Julio / Diciembre 2024
Como hemos visto en la tabla 2, la ideología de los partidos en el poder son elementos que
afectan las decisiones diplomáticas de los Gobiernos. Por eso, cuando los partidos de otras
ideologías toman el poder en estos países, siempre hay cambios en la política exterior, incluidas
las actitudes hacia EE.UU. y China. Después de asumir la Presidencia de Panamá en 2019,
Laurentino Cortizo volvió a alinear su política exterior hacia EE.UU. Su gobierno interrumpió las
conversaciones para lograr un acuerdo comercial con China, a fin de revisar el contenido de
las negociaciones. Además, empresas chinas perdieron licitaciones claves en infraestructura,
se rechazó la propuesta de un tren de alta velocidad de más de 4.000 millones de dólares para
conectar la Ciudad de Panamá con el norte del país, y se canceló el proyecto de transmisión
eléctrica en la costa del Caribe, en el cual un grupo chino se encontraba entre los dos licitadores
calificados, al reestructurarse como una asociación público-privada. El Ministerio de Obras
Públicas confirmó que el nuevo puente sobre el Canal de Panamá, adjudicado en julio de 2018
a un consorcio liderado por China Harbor Engineering y China Communications Construction
Company, iba a ser reducido (Sipmann, 2023).
Otro caso fue el de Costa Rica. Después de que Rodrigo Chaves, del Partido Progreso Social
Democrático (centroderecha), asumiera el poder y se reuniera con Joe Biden en agosto de 2023,
se anunció un decreto que excluía a los proveedores chinos de las redes de telecomunicaciones.
Las presiones o condiciones de intercambio son elementos que tampoco se pueden ignorar.
Por ejemplo, la compañía Intel anunció su plan de inversión de 1,2 billones de dólares en Costa
Rica en los dos años siguientes, al mismo tiempo que el gobierno de Rodrigo Chaves dejaba la
cooperación con Huawei (Reuters, 2023).
3.2 La nueva estrategia de EE.UU. en Centroamérica
En su libro La Tierra es plana publicado en 2005, Thomas Friedman retrató el panorama floreciente
de la fabricación y los servicios multinacionales en el contexto de las cadenas de suministro
globales constituidas por la “deslocalización” (offshoring). En la última década, el concepto de
nearshoring se ha vuelto cada vez más popular, y consiste en una estrategia en la cual una
empresa acerca todo o parte de su producción al consumidor final, reduciendo costos y evitando
contratiempos logísticos (Zaga, Ortiz, 2023).
Después de que Donald Trump llegó al poder, el Gobierno de EE.UU. empezó a considerar
a China como un rival estratégico mundial. A partir de 2018, el gobierno de Trump anunció un
arancel adicional para los productos chinos. Muchas empresas optaron por salir del país y viajar a
lugares más baratos por intereses comerciales. En 2020, la rápida expansión del COVID-19 llevó
al cierre de las fronteras a nivel mundial, lo que afectó la disponibilidad de bienes y los tiempos de
entrega en un momento en el que la demanda de diversos productos aumentó. Y más adelante,
el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania en 2022 limitó el suministro de materias primas, lo
que obligó a las empresas de todo el mundo a buscar proveedores alternativos.
En 2021, Estados Unidos propuso implementar una estrategia de nearshoring en América
Latina. El Banco Interamericano de Desarrollo incluyó el nearshoring en su plan de visión y se
comprometió a financiar la reubicación de empresas estadounidenses de China a América Latina
(Michael, 2021). En la Cumbre de las Américas de junio de 2022, Joe Biden presentó el plan de
la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas, con el objetivo de fortalecer el control
general sobre América Latina en las cinco áreas siguientes: comercio, inversión, cadena de
suministro, innovación y economía baja en carbono (The White House, 2022). México y América
Central en particular están a la vanguardia del empuje inminente, con miles de millones de dólares
Revista Centroamericana de Administración Pública (87): 107 - 121 Julio / Diciembre 2024
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