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Dirección estratégica y un modelo
de gobernanza para el desarrollo
comunitario a través del deporte
Strategic direction and a governance model for
community development through sport
Jesús Osmani Juárez Artiga 1
José Raúl Dubón Huezo 2
Recibido: 3 de octubre del 2024 / Aceptado: 19 de marzo del 2025 / DOI: 10.35485/rcap88_9
Como citar:
Juárez, J. y Dubón, J. (2025). Dirección estratégica y un modelo de gobernanza para el desarrollo comunitario a través del
deporte. Revista Centroamericana de Administración Pública, 88, 172 -182. DOI: 10.35485/rcap88_9
A medida que el ámbito deportivo cambia en El Salvador, surge la necesidad de profundizar el
análisis sobre las decisiones y opciones que la administración pública tiene para poder continuar
el avance de dichos cambios, el mejoramiento de la calidad de los servicios y la adopción de los
enfoques de derechos, en la ejecución técnica y administrativa en el deporte. El siguiente ensayo
plantea una propuesta teórica de cómo debería interactuar el Estado, a través de Instituto Nacional
de los Deportes, municipalidad y las comunidades para poder aprovechar los recursos materiales,
técnicos y económicos en beneficio del desarrollo integral de la población, el lector puede interpretar
el presente esfuerzo como el ofrecimiento de una propuesta con una base científica a través de una
categorización deductiva y la sistematización de experiencias que, poniendo en tensión/diálogo la
realidad actual de la gobernanza en el ámbito deportivo, pueda, por medio de los supuestos teóricos
de la dirección estratégica y la hipótesis de lo que podría ser la relación entre el Instituto Nacional de
los Deportes de El Salvador, municipio y comunidad, aumentar el bienestar general de la población y
la participación de las comunidades en el acceso al deporte, actividad física y recreación.
Palabras clave: GOBERNABILIDAD, ORGANIZACIÓN DEPORTIVA, SOCIEDAD CIVIL, DESARROLLO
COMUNITARIO
1 Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador, San Salvador, El Salvador. EMBA en Dirección Estratégica (c). Coordinador Social de Programa en
el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador. Email: j.juarez@indes.gob.sv
2 Investigador independiente, San Salvador, El Salvador. MBA en Gestión Óptima de Proyectos (c), Investigador Asociado, Centro de Investigación Salud
y Sociedad, Universidad Evangélica de El Salvador. Consultor independiente. Email: j.dubon@indes.gob.sv
Resumen
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As the sports environment changes in El Salvador, there is a need to deepen the analysis of the
decisions and options that the public administration has to continue the progress of such changes, the
improvement of the quality of services and the adoption of Human Rights approaches in the technical
and administrative execution of sports. The following essay presents a theoretical proposal of how
the State, through the National Sports Institute of El Salvador, the municipality (autonomous entity
under public law and its own assets) and the communities should interact in order to take advantage
of the material, technical and economic resources for the benefit of the integral development of the
population, the reader can interpret the present effort as the offering of a proposal with a scientific
base through a deductive categorization and the systematization of experiences that, by putting in
tension/dialogue the current reality of governance in the field of sports, can, through the theoretical
assumptions of strategic direction and the hypothesis of what could be the relationship between the
National Sports Institute, municipality and community increase the general welfare of the population
and the participation of communities in access to sport, physical activity and recreation.
Keywords: GOVERNANCE, SPORTS ORGANIZATION, CIVIL SOCIETY, COMMUNITY DEVELOPMENT
Introducción
El Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES) ha sido un actor clave en la gestión del
deporte en el país desde su creación en 1980 (Méndez, Reyes, Santos y Aquino, 2010). Sin embargo,
uno de los hitos más significativos en su historia reciente tuvo lugar en 2021, cuando la Asamblea
Legislativa reformó los artículos 59 y 153 de la Ley General de los Deportes de El Salvador. Esta
modificación otorgó a INDES la exclusividad para el otorgamiento de personalidad jurídica a todas
las asociaciones, federaciones y organizaciones deportivas. Como resultado, en ese mismo año se
inscribieron 170 asociaciones deportivas (Secretaría de Prensa de la Presidencia, 2021), mientras
que aquellas previamente registradas en el Ministerio de Gobernación y Desarrollo Territorial debieron
trasladar su inscripción al Registro Nacional de Federaciones y Asociaciones Deportivas del INDES.
Este cambio en la realidad asociativa de las entidades deportivas plantea un reto significativo para
la gobernanza deportiva en El Salvador. Las organizaciones deportivas, tanto personas jurídicas como
naturales, enfrentan ahora el desafío de gestionar su participación en los presupuestos municipales,
del gobierno central y de la cooperación internacional. Este escenario evidencia la necesidad de un
enfoque integral para garantizar el fortalecimiento del deporte y la participación de la población.
A nivel operativo, las entidades deportivas atraviesan dificultades históricas como la falta de
financiamiento, la insuficiente formación del talento humano, la necesidad de capacitación continua de
entrenadores y la adecuación de los escenarios deportivos (Cárcamo, 2021). Estas situaciones también
impactan a las Asociaciones de Desarrollo Comunal (ADESCO) 3 , que enfrentan retos adicionales
relacionados con la organización de eventos comunitarios y la falta de una política nacional integral
de deporte y recreación. La ausencia de un marco político estructurado no solo ralentiza el desarrollo
3 Organización comunitaria cuyos estatutos y junta directiva son reconocidos por el Consejo Municipal desde la entrada en vigencia del decreto
legislativo número doscientos setenta y cuatro de 1986. Estas organizaciones tienen una gran importancia para la vida social y económica de las
comunidades, son las que gestionan o reciben donación, apoyo técnico o logístico debido a su nivel organizacional y factores de entorno, políticos y
ambientales.
Abstract
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deportivo, sino que también contribuye a problemas sociales como el aumento de enfermedades
crónicas, la desigualdad social y la falta de cohesión comunitaria (Ulloa y Ortiz, 2016)
Para abordar estas problemáticas, este ensayo plantea la siguiente pregunta orientadora:
¿Qué entidad o lineamiento debe organizar las expresiones deportivas en el país? A partir de esta
interrogante, se propone un enfoque basado en la dirección estratégica, un concepto que, según
Blacutt (2019), permite tomar decisiones con impacto en la sociedad y gestionar los recursos de
manera eficiente. La aplicación de la dirección estratégica ha demostrado ser efectiva en diversos
sectores, como lo muestra el estudio de Núñez, Martínez, Ruiz y Palma (2022), en el cual el 82%
de 120 empresas encuestadas en distintos rubros utilizaban este enfoque para evaluar procesos y
encontrar oportunidades de mejora.
Uno de los principales desafíos en la gobernanza deportiva salvadoreña es identificar el ente
responsable de liderar la coordinación entre las distintas organizaciones deportivas y entre las múltiples
acciones deportivas que ejecutan otras entidades las cuales están directamente relacionadas a la
prestación de servicios a las comunidades en los distritos municipales del país. Una vez establecido
este liderazgo, una vez identificada y legitimada esta entidad, es fundamental diseñar mecanismos
eficaces de articulación y colaboración en todo el país.
Este ensayo propone a manera de objetivo general, afirmar la necesidad de la implementación de
un modelo de gobernanza que fomente la interacción entre organizaciones deportivas comunitarias,
autoridades municipales, entidades del Estado e INDES. Como lo ilustra la figura 1. Para lograrlo,
se considerarán documentos normativos y herramientas administrativas vigentes, permitiendo un
análisis basado en la sistematización de experiencias y en un marco teórico sustentado en la dirección
estratégica. De esta manera, como objetivo específico del ensayo se pretende explicar cómo se
desarrollaría esa dinamización de la relación entre los distintos actores deportivos y construir un
modelo sostenible que permita el crecimiento del deporte en El Salvador, con base en una relación
armónica entre INDES, instituciones, municipalidades y las comunidades.
Figura 1.
Interacción entre organizaciones deportivas comunitarias, autoridades municipales, entidades del Estado e INDES
Nota. Elaboración propia.
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Conceptos clave para el debate: dirección
estratégica, modelos de gobernanza y evidencia
empírica
La propuesta de interpretación del argumento de este ensayo es directa: existen barreras que
limitan el acceso de las comunidades salvadoreñas al deporte, la recreación, la actividad física y la
competencia. Para abordar esta problemática, es esencial fomentar la organización y colaboración
entre el gobierno central (representado por el INDES), las municipalidades, otras entidades públicas
y las propias comunidades.
Para analizar la situación se debe partir de la premisa que la función democratizadora del
deporte en El Salvador choca contra el hecho de que el acceso a actividades físicas y recreativas
es actualmente un privilegio para una determinada clase social y estilo de vida, y un reflejo de las
fracturas estructurales que atraviesan al país. INDES aborda esta realidad desde un modelo centralista
—avalado por reformas legales como la exclusividad en la otorgación de personalidad jurídica a
asociaciones (Secretaría de Prensa de la Presidencia, 2021)—, mirando todavía desde una distancia
considerable a las comunidades y su práctica deportiva las cuales enfrentan barreras sistémicas para
su desarrollo en este campo.
La colaboración y ampliación de la participación debe ser intencional y estar respaldada por un
plan estructurado. Dicho plan debe incluir una lógica de administración de recursos, una organización
territorial coherente, normas claras para la participación deportiva comunitaria y mecanismos de
evaluación de las acciones implementadas. Estos elementos deben derivarse de los principios de la
dirección estratégica (Aguilar, 2020; Casate, 2007; Ganga, Viancos y Suárez, 2019; Stassi, 2021) y
considerar una visión integral basada en modelos de gobernanza deportiva.
Situación actual de las entidades deportivas
municipales en El Salvador
En junio de 2022, la Comisión de Asuntos Municipales de la Asamblea Legislativa aprobó una
modificación al Código Municipal, específicamente en los artículos 4-A y 5. Esta reforma facultó a las
alcaldías para destinar fondos institucionales a programas y proyectos deportivos en sus localidades.
La intención era clara: el INDES no podía cubrir las necesidades de los 262 distritos municipales 4 sin
un marco legal que promoviera la colaboración entre las alcaldías y el instituto.
Sin embargo, esta reforma no garantizó un enfoque integral del desarrollo deportivo. Muchas
municipalidades con tradición futbolística priorizaron la compra de categorías en segunda o tercera
división, en lugar de diseñar planes municipales que fomentaran el deporte en su conjunto. Esta
situación no es responsabilidad directa de la reforma, sino el reflejo de una cultura deportiva limitada
que se centra en un solo deporte. Esta dinámica recuerda la época del monocultivo en El Salvador:
una fórmula repetitiva que no aprovecha la diversidad de oportunidades.
4 El 22 de julio de 2024 entró en vigencia la Ley Especial para la Reestructuración Municipal con la que, el país pasó de tener 262 municipios a tener
solamente 44. Todos los demás se constituyeron distritos municipales.
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El párrafo anterior ilustra cómo la compra de categorías o el impulso de un solo deporte, como el
fútbol, a nivel municipal puede influir en el desarrollo deportivo local. Sin emitir juicios desproporcionados,
Bello Suazo, en una publicación realizada por El Faro (2018) en la red social Facebook, señala ciertos
aspectos clave sobre el estado del fútbol en el país:
La historia del fútbol en El Salvador está estrechamente ligada a la coyuntura política, permeada
por guerras y proyectos políticos de los funcionarios de turno. La clasificación al Mundial de
México 1970, la primera de las dos logradas por el país, fue un hito del que poco se habla, en
comparación con el logro de 1982. (párr.1)
Sin embargo, dejando de lado la observación anterior, existen otros problemas relevantes en
la gestión del deporte a nivel municipal. Uno de los más visibles es la financiación insuficiente, que
limita los fondos asignados a los programas deportivos. Esta restricción afecta directamente el
mantenimiento de instalaciones, la compra de equipamiento y la organización de eventos deportivos
y recreativos (Tipping, 2023). Otro desafío importante es la contratación de personal capacitado
para gestionar y ejecutar estos programas (Northwest Missouri State University, 2021). Finalmente, la
construcción, renovación y mantenimiento de la infraestructura deportiva municipal también enfrenta
dificultades significativas. 5
Importancia del deporte para el desarrollo comunitario
Es importante destacar que una buena gestión municipal del deporte contribuye significativamente al
bienestar general de la población. Si bien este artículo podría centrarse en los beneficios del deporte
para la salud respaldados por amplia evidencia, el enfoque principal reside en el papel del deporte
como un fenómeno social con una misión renovada en la sociedad salvadoreña actual. Sobre todo,
por su alto impacto en las comunidades tanto rurales como de la zona urbana.
Muestra de lo anterior es la revisión del panorama actual de la política pública deportiva en El
Salvador la cual no escapa a la lógica de la desigualdad espacial. En San Salvador, colonias de alto
ingreso como Escalón o Santa Elena cuentan con polideportivos privados, mientras en asentamientos
precarios como se muestra en la figura 2, en la Comunidad Iberia, los niños juegan fútbol en calles.
Esta geografía del privilegio no es neutral: responde a una histórica concentración de recursos
en zonas urbanas influyentes, ignorando a periferias rurales e indígenas. Como demuestra Martínez
Aguado (2013), en países con alta fragmentación social, “la infraestructura deportiva se convierte en
un marcador de estatus, no en un bien común”. El caso de El Salvador es emblemático: el 80% de
los complejos deportivos con estándares internacionales se ubican en municipios gobernados por
partidos oficialistas, según datos de la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social (2023).
Desde 2022, el número de personas encarceladas ha aumentado en más de 70,000 debido a la
extensión del Estado de Excepción en el país (Observatorio Universitario de Derechos Humanos de
la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, 2024) con el objetivo de aumentar la seguridad
de las personas. Sin embargo, esta medida debería ser solo una parte de la solución. Es fundamental
complementar esta acción con un plan global que ofrezca a la juventud alternativas para el uso
5 Se recomienda a las personas que lean este ensayo y que deseen profundizar en los retos de la gestión deportiva municipal no solo en El Salvador
sino en toda la región de Iberoamérica, el libro: La gestión deportiva municipal en Iberoamérica: historia, teoría y práctica de Daniel Martínez Aguado
(2013).
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constructivo de su tiempo y oportunidades concretas de desarrollo para la población en general.
Figura 2.
Niñez jugando futbol en una comunidad urbana de la capital de El Salvador
Nota. Fotografía realizada en la Comunidad Iberia de San Salvador conocido por la presencia de pandillas. La policía calcula que el 80% de habitantes tenían relaciones
con las estructuras delincuenciales hasta la entrada en vigencia del Estado de excepción en 2022. Foto. Mauro Arias.
En este contexto histórico, el deporte debe desplegar todo su potencial como herramienta
de cohesión social (Herrera, 2021; Huerta et al., 2020), transformación positiva de la personalidad
(Coakley, 2011) y fortalecimiento del tejido social (Ulloa y Ortis, 2016). Además, puede fomentar la
organización comunitaria para mantener a niños y niñas en la escuela (Eime, Young y Harvey, 2013)
y enseñar habilidades transferibles y valores universales. Este es un argumento sólido para promover
una articulación interinstitucional, intersectorial y estratégica entre actores beneficiarios y entidades
obligadas, a fin de poner a disposición de la población los servicios del Estado. La importancia de
esta articulación radica en impactar a toda la población salvadoreña, con especial énfasis en quienes
enfrentan mayores dificultades para acceder a actividades deportivas y recreativas.
Propuesta de modelo de gobernanza
Los elementos que se han traído a la discusión sobre la responsabilidad y pertinencia de los actores
no terminan de construir la propuesta, la evidencia anterior muestra que la identificación de una figura
o entidad líder en el modelo de gobernanza deportiva es determinante para asegurar que se está
abordando el problema desde una perspectiva de la dirección estratégica. En este caso, es el INDES
quien debe asumir el rol de ente rector. Como afirman Odriozola, Romero y Fornés (2023): el papel
del liderazgo es llevado a cabo por el sector público. Su responsabilidad como referente y actor que
toma la iniciativa en este proceso debe ser la de coordinar y supervisar todas las acciones deportivas,
asegurando, en primer lugar, una correcta asignación de recursos y fomentando la colaboración entre
las municipalidades y las comunidades.
El INDES debe establecer un marco normativo claro que oriente a las asociaciones comunitarias
y deportivas. Este marco ideal debe fomentar la transparencia y la rendición de cuentas, definir
los mecanismos de colaboración, sus alcances y limitaciones, así como establecer formas de
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autorregulación y administración.
Además, como entidad líder, INDES debe desempeñar un papel fundamental en la capacitación
y el desarrollo profesional de los gestores deportivos locales, fortaleciendo sus capacidades
organizativas a nivel comunitario. Todas las necesidades identificadas en un esfuerzo diagnostico
deben ser atendidos. Este liderazgo debe centrarse en la creación de alianzas estratégicas entre
diversos actores, promoviendo una cultura de cooperación y compartición de recursos.
El INDES debe implementar mecanismos claros de monitoreo y evaluación continua. Esto permitirá
ajustar las estrategias a las necesidades emergentes y responder a la naturaleza metodológica de
la tarea, que requiere una visión estratégica para administrar el presente y crear el futuro (Blacutt,
2019). Un modelo de gobernanza eficiente también depende de la capacidad del ente rector para
articular una visión compartida y movilizar a las partes interesadas hacia objetivos comunes. En última
instancia, el objetivo debe ser maximizar el impacto positivo del deporte en el desarrollo integral de la
población salvadoreña, fomentando la salud, la cohesión social y el acceso equitativo a actividades
recreativas y competitivas.
Para poner en acción esta visión estratégica, INDES debe crear una subunidad o departamento
especializado, dotado de presupuesto y personal calificado no solo del campo de la Educación Física,
Deporte y Recreación sino también del campo de las Ciencias Sociales. Las primeras acciones de esta
unidad deberían orientarse a identificar las necesidades de las comunidades en términos de actividad
física, deporte, recreación y competencia. Esta investigación debe proporcionar información detallada
sobre las condiciones sociales, físicas, de salud, infraestructura e historia de las comunidades.
Una muestra inicial de liderazgo sería el establecimiento de una alianza intersectorial con las
instituciones involucradas. Este trabajo colaborativo debería enfocarse en crear un órgano operativo
para el desarrollo del deporte comunitario, con capacidad para agilizar la toma de decisiones. La
Figura 3 ilustra la estructura propuesta para esta colaboración estratégica.
Figura 3.
Propuesta de primer órgano de trabajo para el desarrollo del deporte comunitario
Nota. La articulación de estas instituciones evitará la duplicidad de esfuerzos facilitando la coordinación interinstitucional elevando la calidad de los servicios. Elaboración
propia.
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Ya se ha abordado cuales son las instituciones que deben participar en la fase de inmersión
en la realidad. Esta etapa implica la recolección de información para dimensionar las necesidades
y establecer proyecciones y limitaciones en la fase de planificación. Sin esta articulación inicial, el
proyecto del ente rector se vería limitado desde su inicio al no poder reunir la información diagnóstica
necesaria.
Para convocar y coordinar a estas instituciones, es fundamental considerar los marcos normativos
que respaldan su vinculación con el binomio “deporte-comunidad”. Por ejemplo, el artículo 175 de
la Ley Crecer Juntos establece que el Instituto Crecer Juntos debe articular y proveer servicios de
atención integral para la primera infancia, fomentar el fortalecimiento familiar y promover alianzas
estratégicas para el desarrollo integral. Asimismo, el artículo 4 de la Ley del Sistema Nacional de
Integración señala que la Dirección Nacional de Integración debe generar programas e iniciativas para
reducir la violencia y la pobreza en El Salvador.
Las alcaldías municipales también son actores clave, conforme a los artículos 4-A y 5 de la
legislación correspondiente. Otras instituciones que deben integrarse incluyen la Dirección de
Reconstrucción del Tejido Social y el Ministerio de Educación, cuya trayectoria en la promoción de
la actividad física está respaldada por la Ley General de Educación y su reglamento. Finalmente, el
Ministerio de Salud también tiene un rol relevante, según el artículo 241 del Código de Salud, que
establece su responsabilidad en la relación deporte-comunidad.
Los mecanismos de colaboración entre instituciones son aspectos relativos a la administración y
liderazgo institucional de cada entidad, sin embargo, la figura orientadora del proyecto debe poseer
no solo la capacidad de entender la problemática a resolver sino también las limitaciones de cada
parte implicada. Este reconocimiento, de actores públicos, privados y la comunidad es un aspecto
relevante del cual hace mención Cucaita (2019) cuando afirma que entender la comunidad “pasa por
saber que instituciones están involucradas en la vida de la comunidad”.
Para articular los pasos metodológicos de la construcción del diagnóstico se debe tomar en
cuenta la figura 4, que expone los pasos desde la convocatoria interinstitucional hasta la generación del
primer gran producto: el diagnóstico de necesidades y oportunidades deportivas de las comunidades
en El Salvador, este instrumento que se podría denominar el “comdeportes” se conocería como la
línea de base de todas las iniciativas deportivas del país, el ente rector poseería así un mapa de los
deportes, lugares físicos, cantidad de personas beneficiadas, indicadores y su nivel de cumplimiento
en todos las entidades participantes (incluidas las comunidades) y nivel de presupuesto ejecutado en
conjunto y de cada entidad.
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Figura 4.
Pasos para la creación del diagnóstico de necesidades y oportunidades deportivas de las comunidades en El
Salvador (comdeportes)
Nota. Elaboración propia
Conclusiones
La incorporación de una perspectiva estratégica en la gestión deportiva municipal y comunitaria
requiere una coordinación efectiva entre el INDES, las municipalidades y las comunidades. Desde
2021, la reforma del Código Municipal y la capacidad de INDES para otorgar personalidad jurídica
han representado avances realmente significativos en la gobernanza deportiva. Sin embargo, es
necesario que se adopte un enfoque más estratégico para enfrentar desafíos como la desconexión,
la falta de comunicación y el desfinanciamiento.
El INDES debe asumir un rol de liderazgo mediante la coordinación y supervisión de acciones,
la promoción de la transparencia y el fortalecimiento de la colaboración. Esto implica establecer
un marco normativo claro que permita la flexibilidad y la iniciativa de las entidades involucradas,
capacitar a gestores deportivos y fomentar alianzas estratégicas que movilicen a todos los actores
hacia objetivos comunes.
El deporte en El Salvador no es un “espacio aparte”: es un campo en donde se libran luchas
por el poder, los recursos y la representación. Para que deje de ser un espejo de la exclusión y se
convierta en un puente hacia la equidad, se requiere más que reformas legales.
Es necesario problematizar el rol del ente rector en la reproducción de jerarquías y exigir políticas
que prioricen el acceso de las mayorías, no los intereses de minorías. La implementación de un
modelo de gobernanza deportiva requiere no solo un liderazgo decidido del INDES, sino también
la capacidad de articular una visión compartida. Su éxito dependerá de mecanismos efectivos
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de control, comunicación, toma de decisiones, monitoreo y evaluación continua para ajustar las
estrategias según las necesidades emergentes.
La creación de una subunidad especializada dentro del INDES, con presupuesto y personal
capacitado, es un paso crucial. Esta unidad debe llevar a cabo un diagnóstico exhaustivo que
contemple aspectos sociales, físicos, de salud, infraestructura e historia de comunidad. Una
muestra inicial de liderazgo sería articular una alianza intersectorial con el Ministerio de Educación,
la Dirección Nacional de Integración y las alcaldías municipales. Este enfoque garantizará que las
políticas deportivas no solo fomenten el desarrollo físico, recreativo y competitivo, sino que también
actúen como herramientas de cohesión social, mejorando la calidad de vida y las oportunidades de
desarrollo integral de la población salvadoreña.
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