
Revista Centroamericana de Administración Pública (89) Julio / Diciembre 2025
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industriales a buscar nuevas fuentes de energía más económica. Los avances tecnológicos permitieron
adaptar el uso del carbón a distintas aplicaciones, otorgándole una participación signicativa en la
matriz energética mundial, especialmente en la calefacción doméstica, la cocción de alimentos y en el
uso del ferrocarril o la máquina de vapor.
El descubrimiento del petróleo en Estados Unidos en el año 1859 marcó un hito en la evolución
energética mundial, especialmente hacia la Primera Guerra Mundial, se produjo una transición del
carbón al petróleo, impulsada por razones tecnológicas asociadas a la velocidad, la exibilidad, la
facilidad de repostaje y la reducción del recurso humano en su manejo. Para el año 1960, el petróleo se
consolidó como una fuente de energía a nivel mundial impactando de igual forma la matriz energética
de ALC.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, varios países de la región comenzaron a explotar
sus propias reservas de petróleo, posicionándose como actores relevantes en el mercado energético
internacional. Venezuela, México y más recientemente, Brasil, se consolidaron como productores y
exportadores clave de hidrocarburos. Esta incorporación al modelo energético basado en combustibles
fósiles marcó profundamente las estructuras económicas, políticas y sociales de estos países,
generando una fuerte dependencia de los ingresos derivados del petróleo, así como una conguración
de sus matrices energéticas centradas en los hidrocarburos.
Durante los siglos XIX y XX, la energía hidroeléctrica también cobró relevancia. Para el año
1950, casi toda la electricidad del mundo se generaba mediante centrales hidroeléctricas, una fuente
renovable y no contaminante, lo que posicionó esta tecnología como un pilar del sistema eléctrico
global.
Por otro lado, el auge del petróleo comenzó con el desarrollo de la industria del automóvil. La
invención del motor de combustión interna, hacia el año 1945, marcó un punto de inexión que llevó a
algunos países a abandonar la construcción de redes ferroviarias impulsadas por carbón, optando en
su lugar al desarrollo de la infraestructura vial. Así, la utilización de los combustibles fósiles se convirtió
en una fuente signicativa de energía debido a sus diversos usos y aplicaciones desarrolladas.
En la segunda mitad del siglo XX, la producción de energía nuclear se desarrolló como resultado
de los avances tecnológicos derivados de la Segunda Guerra Mundial, no obstante, su expansión ha
sido limitada en muchos países debido a los altos costos de instalación y mantenimiento, así como a
los graves accidentes que han marcado su historia.
Según la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), (s.f) en ALC, la energía nuclear
ha tenido un desarrollo limitado, centrado en usos como la generación eléctrica, la medicina y la
investigación. Países como Argentina, Brasil y México lideran la región en la operación de reactores.
En la región, la capacidad instalada de energía nuclear es de 1,1% y la producción de energía es
aproximada de 2%. En los demás países de la región la energía nuclear es utilizada para aplicaciones
no energéticas
4
.
4 Las aplicaciones no energéticas corresponden a aquellos usos de la tecnología nuclear que no están relacionados a la generación
de electricidad, sino que aprovechan el calor, la radiación o las propiedades nucleares para nes industriales, ambientales, médicos,
Revista Centroamericana de Administración Pública (89) 100-118 Julio / Diciembre 2025