en este número
artículos
La burocracia
en América Latina
p. 9
Perfil de competencias generales
del funcionario público del
Régimen de Servicio Civil
Costarricense
p. 43
Modelos de gestión por
competencias: Una oportunidad
para la calidad en los
servicios públicos
p. 81
Hacia una gestión de calidad
en la función pública
de Nicaragua
p. 127
Experiencias, retos
y posibilidades del Sistema
de Función Pública
en Puerto Rico
p. 157
El financiamiento de la
educación superior a través
del presupuesto y la autonomía
universitaria: Son compatibles
en la actualidad?
p. 173
Estrategia de gestión de la
información y del conocimiento
apropiado para el contexto de
Centroamérica, Panamá
y República Dominicana
p. 191
Laura Zuvanic
Mercedes Iacoviello
Analiza la situación actual del desarrollo de las administraciones públicas latino-americanas.
Jorge Allan Aguilar Cubillo
Edith Fonseca Sandoval
Propone un perfil de competencias generales del funcionario público del Régimen de Servicio Civil de Costa Rica.
María Gabriela Romero Valverde
Expone la contribución de los modelos de gestión por competencias a la calidad en los servicios públicos.
Humberto Antonio Miranda Rivas
Revisa conceptualmente la gestión de la calidad en los servicios públicos, contrastándola con la gestión de los servicios educativos en Nicaragua.
Hernán A. Vera Rodríguez
Sintetiza las experiencias de Puerto Rico en el desarrollo de su Sistema de Función Pública, explorando algunos retos y alternativas.
Norma Ruth Caplán
Examina el concepto puro de autonomía de las universidades en América Latina, y la necesidad de ligarlo a los aspectos de sostenibilidad presupuestaria, introduciendo la gestión basada en resultados para una mejor asignación de recursos.
Rethelny Figueroa de Jain
José Pablo Meza Pérez
Plantea los desafíos de la gestión de la información y el conocimiento en la Región, sintetizando la labor del ICAP en esta materia, en términos de los resultados obtenidos y las iniciativas en perspectivas.
Continúa…
…viene
Innovación, ciencia y tecnología
como base del desarrollo
económico, social y ambiental
de la región en el actual
contexto internacional
p. 209
cifras
Estadísticas de Empleo
Público bajo el Régimen
de Servicio Civil
p. 227
documentos
Situación del empleo público
costarricense
p. 269
Los principios de la
organización administrativa:
el proyecto dominicano
de la Ley Orgánica de
Administración Pública
p. 293
Algunas consideraciones
teórico-jurídicas para el
diseño organizacional en la
Administración Central
costarricense
p. 305
Entre fantasía y realidad:
Una historia de calidad
p. 331
El Estado de la Región en
Desarrollo Humano
Sostenible
p. 359
Olman Segura Bonilla
Presenta los rasgos básicos en términos de sus objetivos, fundamentos e instrumentos esenciales de un modelo de desarrollo apropiado para nuestros países, que permita la incorporación a la emergente Sociedad del Conocimiento.
ICAP
Muestra algunas estadísticas que caracterizan los recursos humanos que laboran para el sector público, bajo el Régimen de Servicio Civil, Función Pública y/o Carrera Administrativa de Centroamérica, Panamá y República Dominicana.
Rocío Aguilar Montoya
Repasa las principales limitaciones que enfrenta el Sistema de Empleo Público de Costa Rica.
Laura Ortiz
Explica el proyecto de Ley Orgánica de la Administración Pública de República Dominicana.
Rolando Bolaños Garita
Argumenta que la capacidad de gestión de las instituciones públicas se encuentra ligada a su diseño organizacional, y a su adecuada asignación de objetivos y funciones a determinadas unidades administrativas.
Beatriz Paez
Narra de manera sencilla y formativa el proceso de calidad institucional, con el propósito de acercar este tema a los funcionarios públicos.
Evelyn Villarreal Fernández
Resume el Informe Estado de la Región 2008, enfocándose en la Integración Centroamericana.
Continúa…
…viene
el icap
en Centroamérica
La cooperación académica
entre el ICAP y las universidades
centroamericanas: hacia el
fortalecimiento de la gestión
del conocimiento
p. 427
referencias
p. 443
Lineamientos para los colaboradores de la Revista
Centroamericana de Administración Pública del ICAP
p. 451
Harys Regidor-Barboza
Describe los retos que implica la enseñanza y formación en los momentos actuales, y la respuesta del ICAP a través del fortalecimiento de la gestión del conocimiento.
ICAP
Incluye referencias relevantes sobre el tema de esta revista.
ICAP
Instrucciones para los colaboradores de la Revista Centroamericana de Administración Pública que edita el Instituto Centro-americano de Administración Pública, ICAP.
El entorno dinámico de la administración del gobierno, la modernización de la gestión pública y la mejora de la gober-nabilidad de sus instituciones, constituyen un reto continuo, y deben ser una prioridad de los directivos políticos y públicos, conjugando nuevas prácticas que persigan la efectividad, con la promoción y garantía de los principios y valores del servicio público.
En este sentido, las Admi-nistraciones Públicas de la Re-gión están realizando esfuerzos para impulsar una cultura trans-formadora con la adopción de estrategias de calidad, innova-ción, racionalización y mejora de la gestión pública, para satisfacer a cabalidad las necesidades y expectativas de la ciudadanía con justicia, equidad, objetividad y eficiencia en el uso de los recur-sos públicos.
Revista Centroamericana
de Administración Pública
Número 58-59
Enero-Diciembre 2010
♦ Director
Hugo Zelaya Cálix
♦ Editora
Rethelny Figueroa de Jain
♦ Comité Editorial
Rethelny Figueroa de Jain
Coordinadora Técnica, ICAP
Alan Henderson García
Área de Gerencia Social, ICAP
Fremi Mejía Canelo
Área de Gestión de Políticas y
Negociaciones Internacionales, ICAP
Ramón Rosales Posas
Área de Gerencia de Proyectos, ICAP
♦ Coordinación Programa Editorial
Rethelny Figueroa de Jain
♦ Departamento de Publicaciones
Efraín Quesada Vargas
info@icap.ac.cr
Web site: http://www.icap.ac.cr
editorial
tración pública, redefiniendo sus funciones y su forma de actua-ción, incrementando la capacidad de gestión estatal (governance), mediante la profesionalización estratégica, el fortalecimiento de los instrumentos gerenciales y el mejoramiento y desempeño en la elaboración e implementación de políticas públicas. Además, debe descansar en un cuerpo de fun-cionarios públicos con conoci-miento y experiencia, capital principal y muy valioso con que cuenta la Administración Pública, cuyos aportes se concretizan en iniciativas para el mejoramiento continuo de calidad en la gestión pública.
Consecuentemente, la cali-dad y la innovación en la gestión pública están orientadas al buen gobierno. Su aplicación es una cuestión de inteligencia para en-frentar los problemas específicos, y valerse de las herramientas adecuadas a las necesidades de transformación de los aparatos administrativos, como resultado de las exigencias de la ciuda-danía, la que a su vez, legitima la actividad del sector público.
Tanto la calidad como la innovación en la gestión pública, promueven el cambio y la formu-lación de soluciones de mejora creativa. El aprendizaje y la inno-vación son determinantes para incrementar la calidad y la soste-nibilidad en el cumplimiento de los objetivos de la Administración Pública. La mejora continua y la innovación facilitan el desarrollo de nuevos servicios, procesos y prestaciones públicas, así como su racionalización, simplificación y normalización, permitiendo au-mentar la credibilidad y confianza de los ciudadanos en el gobierno.
Una gestión pública de ca-lidad implica una función pública con observancia de los valores públicos, orientada por la voca-ción del servicio público, la provi-dad, honradez, buena fe y con-fianza mutua, la solidaridad y la corresponsabilidad social, el res-peto a las personas, la escrupulo-sidad en el manejo de los recur-sos públicos,y la preeminencia del interés público sobre el privado.
Por otra parte, debe ser capaz de reconstruir la adminis-
Revista Centroamericana
de Administración Pública
♦ La Revista Centroamericana de Administración Pública es una revista abierta a todas las corrientes del pensamiento administrativo y público que aboga por el desarrollo de la dis-ciplina en Centroamérica.
♦ Esta publicación es editada cada seis meses o bien dos números anuales, por el Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP, organismo intergubernamental al servicio de la región centroamericana con sede en San José, Costa Rica.
♦ Los artículos que publica son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y no tradu-cen necesariamente el pensamiento del ICAP.
♦ La Revista permite la reproducción parcial o total de sus trabajos a condición de que se mencione la fuente.
♦ Esta publicación ha sido impresa en el Departamento de Publicaciones del Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP, en el mes de setiembre del 2010, en San José, Costa Rica.
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artículos
Laura Zuvanic** La burocracia
Mercedes Iacoviello*** en América Latina*
A PARTIR DEL CONTRASTE ENTRE EL MODELO NORMATIVO DE BUROCRACIA Y LA SITUACIÓN ACTUAL DEL DESARROLLO DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS DE LA REGIÓN LATINOAMERICANA, SE ANALIZAN LAS PARTICULARIDADES DE LOS CASOS NACIONALES EN TORNO A LA GESTIÓN DE RECURSOS HUMANOS GUBERNAMENTALES, EL ROL DE LAS BUROCRACIAS EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS Y LA SITUACIÓN ACTUAL DE LOS SISTEMAS DE FUNCIÓN PÚBLICA, SERVICIO CIVIL Y SUS INSTANCIAS RECTORAS.
PALABRAS CLAVES: ADMINISTRACIÓN PÚBLICA; CENTROAMÉRICA; BUROCRACIA; POLÍTICAS PÚBLICAS; RECURSOS HUMANOS; FUNCIÓN PÚBLICA; SERVICIO CIVIL
Introducción
* Una versión de este artículo se encuen-tra en prensa, para ser publicado bajo la siguiente denominación: The Role of Bureocracy in Policy Making Process, The Politics of Policies. Economic and Social Progress in Latin America, 2006. Report Inter-American Development Bank, en prensa por David Rockefeller Center for Latin American Studies, Harvard University, Cambridge, USA.
Este articulo es una síntesis del Back-ground paper presentado sobre el Rol de la Burocracia en los Procesos de Toma de Decisión en América Latina del Report on Economic and Social Progress in Latin America 2006 “The Politics of Policies” (IPES-BID). Agra-decemos la colaboración en esta ver-sión resumida de Ana Laura Rodríguez Gusta.
La burocracia es una pieza crucial en el diseño y ejecución de
las políticas públicas. Más allá de que la burocracia es comúnmente entendida como un cuerpo de fun-cionarios, un aparato organizativo o
_____________________________
** Máster en Ciencias Sociales. Especia-lista en Recursos Humanos. Consulto-ra Internacional para el área de desa-rrollo organizacional y recursos huma-nos del sector público y privado. Pro-fesora de la Maestría en Administración Pública de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Bue-nos Aires.
*** Máster en Gestión de Recursos Huma-nos con especialidad en el Ámbito Público. Consultora-Investigadora In-ternacional en el campo de la gestión de recursos humanos gubernamenta-les. Profesora en la Maestría en Admi-nistración y Políticas Públicas de la Universidad de San Andrés, Argentina.
Recibido: 25 de mayo del 2009.
Aceptado:13 de noviembre del 2009.
incluso un sistema de empleo, se puede concebir como una institu-ción central en el efectivo funciona-miento del sistema democrático y de la vigencia del Estado de derecho. En calidad de institución, la burocra-cia puede ser vista como un conjunto articulado de reglas y pautas de funcionamiento cuya finalidad es asegurar la continuidad, coherencia y relevancia de las políticas públicas por un lado, y prevenir la discrecio-nalidad del ejercicio del poder público por otro.
En efecto, una burocracia pro-fesional puede ser un freno a la arbi-trariedad y una salvaguarda de la seguridad jurídica. Asimismo, las burocracias son centrales para la eficacia y eficiencia de la acción de gobierno. Si la seguridad jurídica está atendida por los requerimientos de imparcialidad y transparencia de los servidores públicos, la eficacia es el valor protegido por los requeri-mientos de profesionalidad y capaci-dad propias de un sistema de mérito. Una burocracia profesional contribu-ye a limitar la adopción de políticas oportunistas, y fortalece la confianza de los actores en cuanto al cumpli-miento pleno de los compromisos contraídos como parte de los acuer-dos que se celebraron. Asimismo, una burocracia que funcione ade-cuadamente evita la captura de las políticas públicas por parte de intereses corporativos (Evans, 1992).
En la esfera más específica del proceso de toma de decisiones, una burocracia profesional bien su-pervisada por el Congreso, puede ser un canal alternativo para el re-fuerzo “intertemporal” de los acuer-dos políticos, colaborando con la efectividad de las políticas al limitar la posibilidad de que las decisiones se reviertan en función de conside-raciones de corto plazo (Spiller, Stein y Tommasi, 2003; Scartascini y Olivera, 2003).
En consecuencia, la burocra-cia debe verse como un actor clave para alentar acuerdos prolongados en el tiempo, especialmente por su capacidad para llevarlos a la prácti-ca. La misma está subordinada al gobierno dentro del sistema consti-tucional. La burocracia no es legal-mente un poder autónomo y res-ponsable del sistema político, sino una parte del Poder Ejecutivo sujeta a la responsabilidad general del gobierno.
Habida cuenta de esta imagen normativa sobre la burocracia, la realidad de la región muestra Esta-dos débiles en su capacidad de eje-cutar políticas públicas orientadas a fortalecer los derechos de los ciuda-danos. En gran medida, esta debili-dad se ha asociado al bajo grado de profesionalización y estabilidad de los cuerpos burocráticos de los Es-tados latinoamericanos. Algunos estudios han sugerido que la buro-cracia ha funcionado como un siste-ma de empleo en manos de los polí-ticos y de intereses corporativos. De esta forma, la región pocas veces ha visto burocracias caracterizadas por procedimientos regularizados e im-personales, y decisiones de empleo
basadas en calificaciones técnicas y mérito (Prats i Catalá, 2003, Klingner y Pallavicini Campos, 2001).
En la región, no se observa una definición formal del papel que debería desempeñar la burocracia en el proceso de formulación de políticas, desde su diseño hasta su ejecución, incluyendo su evaluación, control y seguimiento, así como la provisión de insumos para la discu-sión de alternativas de políticas. En efecto, en los textos constitucionales existe únicamente una vaga mención al papel de “servicio” al país por parte de los empleados públicos. Seguidamente, en los estatutos de la función pública, se definen las obli-gaciones respecto del cumplimiento de las leyes y reglamentos, las tareas y funciones, y las órdenes de los superiores jerárquicos y la res-ponsabilidad por los bienes públicos. Queda por lo tanto vago y difuso cómo los funcionarios públicos de-berían contribuir e involucrarse con las políticas públicas, incluso en sus aspectos más mecánicos y operativos.
Se podría pensar que los re-glamentos concernientes a los esca-lafones de los funcionarios podrían proveer mayor información sobre el desempeño esperado de los cuerpos burocráticos. Para cada grupo ocu-pacional, los reglamentos definen los niveles de responsabilidad, así como el tipo de función a desempeñar. Sin embargo, el bajo desarrollo de los sistemas de organización del trabajo en la región hace que la definición de tareas y perfiles se realice ad hoc al momento de la cobertura de los cargos, sin enmarcarse en criterios más globales respecto a funciones y papeles asignados a los sectores específicos de la burocracia.
Este capítulo muestra que en la región, los cuerpos burocráticos desempeñan distintos papeles, mu-chas veces contradictorios. Estos diversos desempeños varían según su grado de profesionalidad y su neutralidad respecto a la ejecución de las políticas públicas. Las buro-cracias también varían según su grado de estabilidad y capacidad de adaptación, y su orientación hacia el interés público, o por el contrario, su uso como recurso privado por los partidos políticos, o incluso por los propios empleados públicos, quienes defienden sus intereses amparados por la estabilidad laboral.
La primera parte del capítulo elabora una caracterización de las burocracias en América Latina a partir del uso de un modelo de ges-tión estratégica e integral de los re-cursos humanos. Luego de presen-tar a grandes rasgos este modelo de referencia, se analizan los hallazgos empíricos obtenidos en la región a partir de su aplicación. Para com-plementar esta caracterización gené-rica a nivel de servicios civiles na-cionales, se propone en la siguiente sección una tipología para capturar la diversidad de actores burocráticos al interior de cada país. El capítulo cierra con una sección de conclusio-nes donde se presenta la situación actual de las burocracias latinoame-ricanas y sus perspectivas de conso-lidación como instituciones profesio-nales y meritocráticas.
Caracterización de las
burocracias latinoamericanas:
la gestión estratégica
de los recursos humanos
Esta sección examina en qué medida las burocracias están dota-das de los atributos institucionales necesarios para la gestión de políti-cas públicas que se han vuelto cada vez más complejas y enfrentan en-tornos cambiantes. A efectos de garantizar cierta estabilidad de los resultados de las políticas públicas, se requiere la consolidación de una burocracia independiente y estable. Este tipo de burocracia depende de la vigencia de reglas y prácticas en la gestión de los funcionarios que obedezcan a criterios de mérito, rendición de cuentas, transparencia y flexibilidad (Grindle, 1997).
En otras palabras, los proce-dimientos, reglas y prácticas del empleo público influyen en gran me-dida sobre la capacidad institucional y la efectividad de la burocracia en el diseño y ejecución de políticas públi-cas. Las reglas concernientes al empleo público son fuente de moti-vación (o no) de los funcionarios, así como de monitoreo de sus activida-des y de la calidad de su trabajo y resultados.
¿Cuál es la situación actual en la región? Aquí se presenta una mirada detallada sobre la situa-ción de los servicios civiles latinoa-mericanos, a efectos de identificar algunas tendencias comunes, y re-saltar las distinciones existentes entre los casos nacionales. Este ejercicio empírico se realiza tomando como referencia de evaluación a un modelo integrado de gestión estraté-gica de recursos humanos propuesto por Francisco Longo (2002 y 2004).
Este modelo propone un enfo-que sistémico sobre la gestión de recursos humanos, ya que intenta dar cuenta del desarrollo del servicio civil a partir de la adecuación entre la estrategia de la organización y el comportamiento de los funcionarios. Para ello recurre a una visión global del funcionamiento de la gestión que integra al contexto interno, al entor-no, a la estrategia, y a los resultados en el análisis de la coherencia de la estrategia organizacional.
Por otra parte, la coherencia de la estrategia de gestión de recur-sos humanos se despliega a través de diferentes subsistemas de ges-tión, en concordancia con la visión global que persigue el modelo. Los subsistemas abarcan: la planifica-ción de los recursos humanos, la organización del trabajo, el empleo, el rendimiento, la compensación, el desarrollo, y las relaciones humanas y sociales.
Planificación de los recursos humanos Disponibilidad de información para la gestión. Previsiones de personal derivadas de priorida-des estratégicas. Planificación flexible que permite adaptarse a los cambios. Alto grado de tecnificación, y costos de nómina razonables.
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||||
Organización del trabajo
|
Gestión del Empleo |
Gestión del Rendimiento |
Gestión de la Compensación |
Gestión del Desarrollo
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Diseño de puestos sobre criterios de gestión, enri-quecimiento del puesto. Perfiles expre-sados en tér-minos de com-petencias y ba-sados en estu-dios técnicos.
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Reclutamiento abierto y en base a la idoneidad, con garantías para evitar arbi-trariedad y dis-criminación. Selección basa-da en perfiles de competencias, instrumentos validados, crite-rios técnicos. Mecanismos de recepción, movi-lidad, control de ausentismo, disciplinarios. Desvinculación por incumpli-miento, y no arbitraria.
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Objetivos de ren-dimiento en rela-ción con los objetivos estraté-gicos, y se co-munican a los empleados. Se apoya la gestión y el rendimiento de las personas, y se lo evalúa en relación con los estándares fja-dos, a través de un sistema eficiente y equi-tativo.
|
Política de retri-bución articu-lada con la estrategia organizativa. Equidad interna y externa. Costo salarial razona-ble. Eficiencia de los esque-mas de incenti-vos y beneficios extrasalariales. Estrategias de reconocimiento no monetario. |
Planes flexi-bles de carre-ra, incluyendo promoción horizontal. Promoción en base a rendi-miento y desa-rrollo de com-petencias. Formación orientada al aprendizaje colectivo, dise-ñada y evalua-da en función de la estrategia organizacional. |
Gestión de las Relaciones Humanas y Sociales Sistema de relaciones laborales desarrollado, equilbrado, y eficiente para prevenir y resolver conflictos, con incidencia sindical en las políticas de recursos humanos. Prácticas de salud y beneficios sociales adecuados al contexto y apreciados por los empleados. Estrategias de mejora de clima laboral y comunicación.
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CUADRO No. 1
MODELO INTEGRADO DE GESTIÓN ESTRATÉGICA
DE RECURSOS HUMANOS
Fuente: Elaboración propia a partir de Longo (2002) .
Este trabajo utiliza hallazgos de una evaluación de los servicios civiles de dieciocho países de la región de acuerdo al modelo de refe-rencia, en el marco del Diagnóstico Institucional de Sistemas de Servicio Civil del Diálogo Regional de Política del Banco Interamericano de Desa-rrollo, BID, durante el 2004 (BID, DRP, 2005). Cabe señalar que este mismo modelo conceptual ha sido tomado como base para la elabora-ción de la Carta Iberoamericana de la Función Pública (CLAD, 2003), que fue aprobada por los países de la Región como el estándar hacia el cual debería apuntar la gestión del personal público.
Tomando este modelo integral de gestión estratégica de recursos humanos como punto de referencia, ¿qué podemos decir sobre la Re-gión? En primer término, los servi-cios civiles de la Región distan bas-tante del modelo propuesto. En lugar de la gestión integral y estratégica que sugiere el modelo, la Región parece estar caracterizada por una gestión de recursos humanos seg-mentada, con decisiones y procedi-mientos azarosos más que planifica-dos (Iacoviello, 2006). Estas características pueden ser más o menos disfuncionales al diseño y ejecución de políticas públicas según el entorno nacional en cuestión. No obstante las deficiencias, en algunos de los subsistemas de gestión del modelo, se observa una mayor aproximación al estándar propuesto, lo cual son esperanzadoras noticias para los crecientes desafíos de las políticas públicas.
Comencemos por la planifica-ción cualitativa y cuantitativa de los recursos humanos: la misma presen-ta importantes deficiencias en el conjunto de la Región. En efecto, la planificación de políticas de gobierno y las proyecciones presupuestarias concernientes al personal, raramente se articulan con los indicadores insti-tucionales y las estrategias organi-zacionales del sector público. Por el contrario, se puede afirmar que la planificación de las líneas de políti-cas está fuertemente desacoplada de sus necesidades de recursos humanos, produciendo así importan-tes desfases entre el personal nece-sario para la implementación de políticas públicas exitosas y el per-sonal disponible. Esta brecha redun-da en instrumentos de coordinación gubernamental poco efectivos.
A ello se suman notorias difi-cultades para consolidar sistemas de información actualizados, relevantes, y fiables, susceptibles de ser apro-piados y utilizados por los jerarcas públicos y supervisores en la gestión del personal. Ciertamente, la infor-mación desglosada en el nivel indivi-dual con datos concernientes a los perfiles de los sujetos, sus trayecto-rias laborales, y características de los cargos es una tarea mayor. Pero sin ella, es claro que es muy difícil poder enfrentar las políticas públicas en los Estados modernos con mayo-res demandas de articulación entre tareas, que requieren tecnología cada vez más compleja.
La construcción de estos sis-temas de información enfrenta,
además, importantes imprecisiones en la definición de puestos y perfiles en las organizaciones públicas. Ello se intensifica con las dificultades para llevar adelante una efectiva gestión del rendimiento de las orga-nizaciones y sus integrantes. En cuanto a las compensaciones, los esfuerzos se centran en garantizar una administración salarial ritualista, faltando una efectiva articulación con la estrategia organizativa y el desa-rrollo de sistemas de incentivos indi-viduales. En pocos casos se obser-van estructuras de compensación que actúen como incentivos positi-vos. Es común encontrar situaciones donde, precisamente, las políticas públicas son implementadas con problemas porque las desigualdades en las compensaciones de los fun-cionarios, o aún los bajos sueldos entre ciertos grupos ocupaciones especializados, no fomentan los niveles necesarios de compromiso con el trabajo – lo que algunos in-vestigadores han llamado “ausen-tismo sustantivo”.1 .
En la incorporación y promo-ción de funcionarios, los países pre-sentan diferencias. En efecto, en algunos de ellos, la incorporación al empleo público ocurre únicamente mediante lazos políticos. En otros países, por el contrario, se observan algunas modalidades de incorpora-ción con base en criterios de mérito utilizados en la selección y promo-ción de empleados, aunque con palpables dificultades de implemen-
tación. Otros países, excepcionales, presentan sistemas sólidos de mérito en el reclutamiento y promoción de empleados, siendo Brasil un caso líder. Por la importancia del mérito en la construcción de un cuerpo burocrático eficiente para la imple-mentación de políticas públicas, y porque en el mérito encontramos importantes grados de variación empírica en la Región, centraremos la discusión en analizar cómo entra este criterio en las decisiones de incorporación, promoción, y desvin-culación del personal.
Los criterios de mérito
en la Región
¿Cómo se seleccionan los candidatos más capaces de un con-junto de aspirantes? ¿Qué meca-nismos se utilizan para convocar a los aspirantes en primer lugar? ¿Son mecanismos particularistas o por el contrario los mismos brindan oportu-nidades equiparables a personal igualmente capacitado? ¿Son com-pensados los funcionarios más ca-paces o aquellos con lazos persona-les o políticos con los jerarcas de turno? Para abordar estas interro-gantes, se trabajará con el índice de mérito elaborado en el modelo de gestión de referencia.
El índice de mérito mide en qué grado existen procedimientos objetivos, técnicos, y profesionales a efectos de reclutar y seleccionar a los empleados, promoverlos, com-pensarlos y desvincularlos de una
organización. A través de la evalua-ción de diez puntos críticos,2 este índice brinda una medida resumen acerca de cuáles son las garantías efectivas de profesionalismo en el servicio civil y la protección efectiva de los funcionarios frente a la arbitra-riedad, la politización y la búsqueda de beneficios privados. El mérito se despliega en las prácticas de incor-poración, promoción, y desvincula-ción de funcionarios del aparato del Estado. Siguiendo al índice en cues-tión, el mérito no comprende sola-mente las credenciales profesionales o de los oficios, sino también los conocimientos adquiridos en la práctica laboral, así como las capa-cidades para desempeñar las áreas más específicas.
2. La metodología plantea la evaluación de noventa y tres puntos críticos que reflejan las “mejores prácticas” en referencia a los distintos aspectos de la gestión de perso-nal. Cada índice se construye como un promedio ponderado de una selección de puntos críticos. La evaluación se basa en el análisis de información cuantitativa y cualitativa por parte de un equipo de expertos.
Los méritos de un sujeto pue-den ser evaluados mediante proce-dimientos objetivos (como las prue-bas de conocimiento) o bien subjetivos (como las entrevistas). Suponen, por otra parte, mecanis-mos abiertos de competencia y pro-cedimientos universales para aspirar a un cargo en el sector público. Idealmente, sólo la idoneidad del sujeto se toma en cuenta para la gestión de los recursos humanos, dejando de lado consideraciones que poco tengan que ver con el
desempeño de la tarea como las características adscriptas o las leal-tades políticas.
Los valores bajos sobre una escala de 0 a 100 implican la ausen-cia de consideraciones objetivas, universales y técnicas; mientras que los valores altos apuntan a criterios de mérito establecidos en las prácti-cas de gestión del personal.
En términos generales, el índice de mérito sugiere que en la Región es poco frecuente el uso sistemático e institucionalizado de criterios de mérito para incorporar, promover, y desvincular a funciona-rios. Esta situación se refleja en el promedio de este índice para los países latinoamericanos, que alcan-za apenas a treinta y tres puntos (sobre 100), aunque, como veremos más adelante, se da una enorme dispersión que va desde un máximo de ochenta y siete puntos para el caso de Brasil, hasta un mínimo de dos puntos para el caso de Panamá.
Paradójicamente, uno de los aspectos normativos más elabora-dos es la incorporación de funciona-rios tomando en cuenta principios meritocráticos, que han alcanzado incluso rango constitucional en algu-nas naciones. No faltan los intentos por introducir concursos por mérito para el reclutamiento de nuevos empleados, pero con un éxito muy desigual. También es poco común promover al personal a otros cargos de mayor responsabilidad a partir de sus méritos y cualidades laborales. Cuando existen prácticas objetivas de promoción, las mismas descan-
san en criterios de antigüedad más que en el mérito entendido como el desempeño propiamente dicho. Fi-nalmente, es muy rígida la desvincu-lación de funcionarios de carrera, y cuando ella ocurre, no refleja nece-sariamente un mal desempeño de los mismos, sino que pueden darse situaciones de “purga” política (que de todos modos implican tortuosas cuestiones legales durante años).
Habida cuenta de esta ten-dencia, es real que la región varía en cuanto al uso del mérito en sus cuerpos burocráticos, según se pue-de observar en el gráfico No. 1.
GRÁFICO No. 1
ÍNDICE DE MÉRITO
Escala 0 a 100.
Fuente: Elaboración propia a partir de la información de los diagnósticos institucionales de los dieciocho países analizados (Iacoviello y Zuvanic, 2005).
El gráfico refleja la posición de los países para este índice. Brasil, Chile y Costa Rica se ubican en primer lugar, con índices comprendi-dos entre 55 y 90 (sobre 100), lo que refleja una aceptación generalizada de los principios de mérito en las decisiones de selección, ascenso y despido de servidores públicos. Estos países son los tres casos don-de el criterio de mérito está más instalado en la gestión de personal, colocándolos, en principio, en mejor situación para las tareas de elabora-ción, implementación y control de las políticas públicas.
En Brasil hay un sistema bien institucionalizado y universal para la cobertura de puestos a través de concursos públicos, tanto para las carreras funcionariales como para cargos temporales bajo la Ley de Contrato de Trabajo. En Costa Rica, el mérito es un principio generaliza-do (con base en el Estatuto del Ser-vicio Civil de 1953), y rigen recluta-mientos abiertos a todos los candidatos, con la posibilidad de desvinculación por razones de mal desempeño. En Chile, el Estatuto Administrativo (1989) establece los concursos de ingreso, utilizados en distintas áreas; la Ley de Nuevo Trato (2004) introduce criterios de mérito para la incorporación de los cargos de libre designación a través del Sistema de Alta Dirección Pública.
Sigue un grupo de países con índices comprendidos entre 30 y 55, donde se encuentran Argentina, Colombia, México, Uruguay y Vene-zuela. En ellos coexisten las prácti-cas basadas en el mérito con tradi-ciones propias de clientelismo político. Un tercer grupo de países, compuesto por Bolivia, Paraguay, República Dominicana, Perú, Ecua-dor y los países centroamericanos (con excepción de Costa Rica), pre-sentan índices por debajo de 30 puntos. Ello indica una fuerte politi-zación de las decisiones de selec-ción, ascenso y despido, donde además de no existir criterios institu-cionalizados para seleccionar al personal a partir de méritos, tampo-co se verifican mecanismos de pro-tección contra prácticas arbitrarias en el manejo del personal.
México, Venezuela y Colom-bia presentan situaciones hasta ahora bastante politizadas, pero con un movimiento fuerte hacia la incor-poración del mérito en la gestión del personal a partir de nuevos marcos legales. A diferencia de ellos, Uru-guay y Argentina ilustran cómo los intentos de desarrollo de la carrera administrativa y de reforma del ser-vicio civil han quedado estancados al prohibir incorporar nuevos emplea-dos a la planta. A ello se suma el uso de mecanismos paralelos de contratación, particularmente en los programas con fondos internaciona-les para implementar políticas públi-cas sectoriales. Tenemos entonces bajo un mismo resultado numérico países que despliegan dos trayecto-rias muy dispares: quienes estarían buscando dejar atrás situaciones de fuerte politización, introduciendo
normas con criterios de profesionali-zación en ciernes, y países con ma-yor tradición de carrera administrati-va pero estancada, con predominio de la antigüedad al considerar crite-rios de gestión de personal.3
3. Cabe señalar que el cambio de gobierno en Uruguay ha puesto nuevamente en la agenda de las reformas a la profesionali-zación del servicio civil, siendo una de las reformas prioritarias del nuevo gobierno. Como indicó una profesional en una orga-nización pública de la Administración Cen-tral en Uruguay, “si no es por amiguismo, entonces las cosas son por antigüedad”.
Finalmente, encontramos los países con bajos niveles de mérito, resultados que se explican a partir de una fuerte politización de las de-cisiones sobre el personal. En algu-nos casos, la interferencia política viola los principios de mérito esta-blecidos en las propias normas. En otros casos, la ambigüedad legal se presta a resoluciones políticas de favoritismo. La politización del ingre-so y la desvinculación lleva a la inexistencia generalizada de siste-mas de carrera. Incluso en varios de estos países, se puede predecir la afiliación partidaria de los empleados de acuerdo al año en que fueron incorporados (Geddes, 1994).
En Panamá, Honduras, Nica-ragua, Guatemala, Perú y Ecuador, hay un importante recambio de fun-cionarios con cada cambio de admi-nistración. Esta suerte de “puerta giratoria” es problemática porque las políticas públicas necesitan de conti-nuidad de recursos para su segui-miento y control. Si los empleados más capacitados y con conocimiento
específico se desvinculan, entonces es predecible que las políticas se verán afectadas. Irónicamente, en estos países las leyes contemplan el ingreso basado en el mérito, en al-gunos casos vigentes desde hace décadas. En Paraguay y en el seg-mento del servicio civil en República Dominicana, la ambigüedad normati-va se presta para una alta politiza-ción de las decisiones de incorpora-ción, ya que sólo se exigen requisitos mínimos para el ingreso. En El Salvador hay una curiosa “ins-titucionalización” de un procedimien-to especial de selección para los candidatos sugeridos por políticos. Por su parte, en Bolivia continúan los criterios políticos predominando las decisiones de personal, aunque or-ganizaciones del Proyecto de Re-forma Institucional, PRI, han in-corporado personal por concurso público a través de convocatorias abiertas.
Más allá de los méritos, en el modelo de gestión integral y estraté-gica del personal, una burocracia debería contar con ciertas capacida-des para atraer, retener, y gestionar al personal calificado. ¿Cuál es la influencia que ejercen las prácticas y procedimientos del servicio civil sobre la motivación y compromiso laboral de sus empleados? ¿Pueden estas estructuras promover una ver-dadera vocación de servicio público, con funcionarios comprometidos con
la calidad de sus tareas y el servicio al ciudadano?
Precisamente, el índice de ca-pacidad funcional4 evalúa cómo y cuánto los procedimientos y prácti-cas existentes en el servicio civil pueden influir sobre el comporta-miento de los empleados, y si los mismos sirven a efectos de fortale-cer el compromiso de los funciona-ros con la institución y con sus tareas. La capacidad funcional no opera en el vacío, sino que está influenciada por la calidad de los sistemas de remuneración salarial y de evaluación del desempeño. La percepción de una compensación equitativa con relación al sector pri-vado (equidad externa) y al resto del sector público (equidad interna) son requisitos para atraer, motivar, y comprometer al personal capacitado. Por otro lado, el seguimiento del desempeño individual, grupal e insti-tucional, y el grado en que el desem-peño efectivamente influye en las decisiones sobre la carrera (asigna-ción de tareas, promoción en la carrera, reconocimiento monetario o no monetario) inciden en la motiva-ción y retención de los funcionarios.
4. Este índice se construye en base a un promedio ponderado de la valoración de 41 puntos críticos, que reflejan una serie de mejores prácticas asociadas a la capa-cidad del sistema para asegurar las com-petencias clave para la gestión pública (Competencia), su eficacia para incentivar la productividad, el aprendizaje y la cali-dad del servicio (Eficacia incentivadora), y su flexbilidad para promover la adapta-ción al cambio (Flexibilidad).
¿Cómo es, entonces, la capa-cidad funcional en la Región? ¿Cómo son los valores para el índice de referencia? El promedio para este índice en los países de la Re-gión es de 30 (sobre 100), con un máximo de 61 para el caso de Brasil y un mínimo de 11 para el de Hondu-ras. Como se puede ver, la disper-sión de los resultados es alta, pero menor que para el índice de mérito.
En términos generales, los servicios civiles de la Región presen-tan sistemas de gestión del rendi-miento poco desarrollados. Ello se debe, principalmente, a la conflictivi-dad intrínseca de los procedimientos de evaluación de desempeño utiliza-dos en el nivel individual, y a la falta de incentivos de las autoridades políticas y funcionarios de línea para poner en práctica sistemas que dife-rencien el desempeño de los funcio-narios. Por otra parte, en la gestión de las remuneraciones, se verifica la falta de una verdadera política sala-rial. En la práctica, la política salarial está determinada por las restriccio-nes presupuestarias, lo que genera decisiones que socavan el objetivo de garantizar la equidad interna y externa de las remuneraciones. Por otro lado, hay pocas experiencias de implementación de sistemas de re-muneración variable que efectiva-mente relacionen el desempeño individual y el cumplimiento de me-tas. En efecto, las que existen, son arbitrarias. En la mayoría de los casos, los intentos de asociar incen-tivos al desempeño individual tien-den a generar conductas fuera de las normas, como la rotación de
calificaciones máximas por período de evaluación, para dar oportunida-des a todos los funcionarios de ac-ceder a un premio adicional, desvir-tuando el sistema.
A pesar de estas tendencias en la gestión de la remuneración y del rendimiento, la capacidad funcio-nal de las burocracias no es homogénea en la Región.
Escala 0 a 100.
Fuente: Elaboración propia a partir de la información de los diagnósticos institucionales de los dieciocho países analizados (Iacoviello y Zuvanic, 2005).
Según el gráfico, Brasil y Chile presentan valores cercanos a 60 puntos sobre 100. Su puntaje refleja sistemas ordenados de gestión sala-rial, con relativa equidad interna, y la existencia de procesos orientados a mejorar la competitividad salarial, así como procesos de evaluación que toman en cuenta la gestión grupal e institucional. Estos países cuentan con sistemas más desarrollados y articulados de gestión del rendimien-to, estructura salarial y sistema de incentivos. A título ilustrativo, en Chile, la gestión de las compensa-ciones es centralizada, logrando así un alto grado de disciplina fiscal. Mediante remuneraciones asociadas a aspectos de gestión (como los Programas de Mejoramiento de Ges-tión), con base en incentivos institu-cionales y colectivos, se logró cierta flexibilidad en la capacidad funcional del servicio civil chileno. Brasil ha reordenado su estructura salarial, con importantes esfuerzos para hacerla competitiva a partir de estu-dios de benchmarking. Al mismo tiempo, se han desarrollado esque-mas de evaluación del desempeño individual e institucional.
Sigue un grupo de países con índices comprendidos entre 35 y 50 puntos, formado por Costa Rica, Colombia, Argentina, Uruguay, México y Venezuela. Este grupo se caracteriza por la persistencia de fuertes inequidades internas y pro-blemas de competitividad salarial de sus gerentes, a pesar de haber reali-zado algunos ordenamientos salaria-les. Entre estos países, y no obstan-te los valores medios que adquiere la capacidad funcional, la evaluación de desempeño se practica única-mente con intenciones ceremoniales. La misma no se transforma en una herramienta de gestión confiable que permita distinguir entre desempeños buenos y regulares. En Venezuela y Colombia el sistema se desvirtúa por la excesiva benevolencia de los su-pervisores, mientras que en Argenti-na y Uruguay el problema pasa por la rotación de calificaciones máxi-mas, como reacción al sistema de distribución forzada que establece topes máximos para las categorías de evaluación. Una excepción sería Costa Rica, con un desarrollo leve-mente más amplio de las prácticas de evaluación, mientras que, en el polo extremo, en México aún están pendientes de implementación. Con respecto a la gestión de las remune-raciones, los avances en términos de definición de escalas salariales en función de tareas y niveles de res-ponsabilidad se ven empañados por situaciones de inequidad interna y problemas de competitividad salarial en los sectores gerenciales. La inequidad se basa en la multiplicidad de compensaciones adicionales que (pese a los intentos de unificación) siguen representando una parte importante de la remuneración. A título ilustrativo, en Colombia, los adicionales representan en promedio 50% del salario básico.
Los países con la capacidad funcional más baja (entre 10 y 25 puntos), son República Dominicana, Ecuador, Bolivia, El Salvador, Gua-temala, Nicaragua, Perú, Panamá, Paraguay y Honduras. ¿A qué se
debe ello? En estos países se ob-servan múltiples criterios de pago conviviendo en forma simultánea y sin relación ni coordinación, a lo que se suma la ausencia de información sistemática y transparente sobre las remuneraciones, con altos niveles de desigualdad y una ausencia prácti-camente total de criterios de evalua-ción de desempeño de cualquier índole.
Predomina una fuerte diversi-dad en los criterios de pago para distintos grupos de funcionarios, por lo que no se puede garantizar la mínima equidad interna a partir de la cual asociar niveles de responsa-bilidad o complejidad de tareas y niveles de remuneración. Como con-secuencia, no sorprende la desmoti-vación o la sensación de desigual-dad en el servicio civil. Los casos de Perú y Ecuador son paradigmáticos en este sentido: en Perú solo el 40% de los sueldos se paga por planilla única, lo que hace prácticamente imposible obtener información para la gestión salarial, y en Ecuador la enorme diversidad de regímenes crea una fuerte inequidad interna, se generan “clases de burócratas”, y es de uso habitual el término “burocra-cia dorada” para referirse a sectores con sueldos privilegiados, que pro-ducen enojos y resistencias en otros grupos burocráticos. Por otro lado, en varios de estos países no ha lle-gado a articularse siquiera la evalua-ción del desempeño individual (Pa-namá, Nicaragua, Paraguay y Guatemala); o se aplica en organis-mos piloto (Bolivia), en algunos sec-tores restringidos (República Domi-nicana), o en el personal bajo estatu-tos especiales (Honduras).
Hasta ahora se ha visto las dimensiones de mérito y capacidad funcional en forma separada, to-mando a los casos nacionales como unidades auto-contenidas. Estas dos dimensiones brindan la posibilidad de examinarlas en forma conjunta, lo que implica obtener un “resumen” sobre las características de los ser-vicios civiles nacionales consideran-do simultáneamente estos ejes.
¿Qué podemos decir acerca de las burocracias desde una aproximación más global? ¿Hay burocracias más profesionales y otras menos profesionales? ¿Pode-mos identificar burocracias más flexibles y con capacidad de adapta-ción al entorno y otras más enfoca-das en los procedimientos?
Esto supone abordar a las bu-rocracias como configuraciones or-ganizacionales. Por configuraciones entendemos la forma y lógica global de funcionamiento de un servicio civil, lo que abarca al conjunto de prácticas y estructuras que le dan su peculiar propiedad. A continuación exploramos dos vías diferentes de trabajar con la perspectiva de confi-guraciones organizacionales, ambas empíricas, pero tomando como
referencia dos niveles de análisis distintos.
Una primera vía, donde las configuraciones burocráticas se dis-tinguen a partir del grado de desarro-llo de sus sistemas de gestión, bus-ca dar cuenta de cómo es, en términos generales, el servicio civil en un país dado. En otros términos, la unidad de análisis sigue siendo el caso nacional y el ejercicio tiene como propósito clasificar a los paí-ses de la Región según el grado de desarrollo de su servicio civil tomado como un todo. El grado de desarrollo se establece en relación al modelo de gestión de recursos humanos de referencia (Longo, 2002). La ventaja de esta perspectiva es proveer una visión “resumen” sobre la burocracia de un país determinado.
Una segunda vía cambia el ni-vel de análisis y las dimensiones de interés en cuestión. En primer térmi-no, el nivel de análisis pasa a ser la organización, ya sea tomada indivi-dualmente o bien un conjunto de organizaciones con atributos nes, más que el caso nacional. En esta perspectiva, sería incorrecto afirmar que un caso nacional cuenta con una única burocracia, sino con múltiples tipos de burocracias o con-figuraciones organizacionales. Se admite así la posibilidad de que exis-ta heterogeneidad al interior de los aparatos burocráticos de los países latinoamericanos. La ventaja de esta perspectiva es brindar una visión sobre las variaciones existentes al interior de una misma burocracia nacional.
Configuraciones burocráticas
según el nivel de desarrollo
del Servicio Civil
Considerando simultáneamen-te los índices de mérito y capaci-dad funcional, los países analiza-dos pueden agruparse en tres niveles diferenciados de desarrollo burocrático.
GRÁFICO No. 3
ÍNDICE DE MÉRITO5
Escala 0 a 100.
Fuente: Elaboración propia a partir de la información de los diagnósticos institucionales de los dieciocho países analizados (Iacoviello y Zuvanic , 2005)
Chile y Brasil se destacan: poseen un mayor desarrollo de sus
5. Este índice surge del promedio ponderado de la valoración de diez puntos críticos, de los cuales ocho corresponden al subsis-tema de empleo, uno al de compensación y uno al de gestión del desarrollo. Para mayor detalle sobre la construcción de los índices ver Longo (2002).
servicios civiles. En términos relati-vos, estos dos países presentan servicios civiles institucionalizados, con prácticas que dan cuenta de las habilidades y credenciales de los funcionarios, y cuyas estructuras tienden a mantener y fomentar una mayor calidad en la actuación del servicio civil.
Interesa aquí notar que ambos países construyen sus servicios civi-les profesionales en forma diferente. Mientras Brasil es una burocracia más clásica en sus procedimientos y estructura, Chile cuenta con elemen-tos cercanos a la nueva gerencia pública en la gestión de su personal. Más allá de estas importantes dife-rencias, ambos casos convergen en el uso de criterios donde los logros concernientes al desempeño y los incentivos a la gestión tienen un papel central en los funcionarios públicos.
Un segundo grupo de países presenta sistemas de servicio civil que podríamos calificar de interme-dios: Venezuela, México, Colombia, Uruguay, Argentina y Costa Rica. Sus burocracias están relativamente bien estructuradas, con cierta per-manencia de funcionarios en algu-nos cargos, ya que se conquistó la inamovilidad para un porcentaje importante de ellos. No obstante, no se han consolidado varias de las garantías de mérito, ni las herra-mientas de gestión que permiten una efectiva utilización de las competen-cias de los sujetos, los grupos, y las instituciones.
Por último, un tercer grupo de países presenta burocracias con un mínimo de desarrollo: el sistema de servicio civil no puede garantizar la atracción y retención de personal competente, ni dispone de meca-nismos de gestión que permitan influir en forma efectiva sobre el comportamiento de los funcionarios. Los casos nacionales más represen-tativos son Panamá, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Perú, Guate-mala, Ecuador, República Domini-cana, Paraguay y Bolivia. La poli-tización es tan fuerte que entorpece el desarrollo de un servicio civil profesional.
Más allá de estas apreciacio-nes generales sobre la comparación entre los distintos países, los siste-mas de servicio civil no se presentan como estructuras homogéneas y uniformes. Por ello se propone una tipología para reflejar las configura-ciones burocráticas que coexisten en los sistemas de empleo público en la Región.
Configuraciones burocráticas
según combinaciones
de autonomía y capacidad
técnica
Las burocracias aún dentro de un mismo país distan de ser actores homogéneos. Un servicio civil es un conjunto de organizaciones comple-jas e interdependientes, con diferen-cias en cuanto al uso del mérito y su capacidad funcional. Admitir la posi-bilidad de esta heterogeneidad pue-de proporcionar algunas claves para entender la dinámica interna del aparato estatal, y el grado en el que distintas partes de la burocracia pueden cumplir papeles diferentes (e incluso contradictorios) en el ciclo de políticas públicas aún en un mismo país.
Esta heterogeneidad se ob-serva mejor si se opta por un enfo-
que de políticas públicas más que un enfoque de análisis burocrático auto-contenido. Las burocracias importan porque sirven para la elaboración, ejecución, control, y evaluación de políticas públicas. Este énfasis en buscar entender a las burocracias desde la óptica del diseño y ejecu-ción de las políticas públicas supone que el mérito se vuelve relevante para las políticas públicas en la me-dida en que nutre burocracias autó-nomas, con prestigio y cultura insti-tucional propios. Por otra parte, la capacidad funcional adquiere reno-vada relevancia desde la óptica de las políticas públicas, porque estas últimas demandan crecientes habili-dades técnicas para su ejecución.
6. Esta tipología se basa en la incluida en Zuvanic y Iacoviello (2005), presentada por Laura Zuvanic en el Taller sobre Re-forma del Estado, Políticas Públicas y Procesos de Formulación de Políticas, Banco Interamericano de Desarrollo, 28 de febrero al 2 de marzo de 2005.
7. Esta definición de autonomía es seme-jante a la presentada por P. Evans en Embedded Autonomy (1992). La diferen-cia radica en que ponemos un mayor énfasis en la autonomía respecto al uso de los cargos públicos como recursos de intercambio por parte de los partidos políticos.
Tomando como punto de par-tida la existencia de esta heteroge-neidad, y utilizando a las organiza-ciones públicas individuales (o bien conjuntos de ellas), como la unidad de análisis, se presenta una tipología propia de los diferentes tipos de burocracias que se encuentran en los países de la Región, con cuatro categorías distintivas que resultan de cruzar dos ejes: autonomía y capa-
cidad técnica, variables que se rela-cionan con el mérito y la capacidad funcional.6
¿Qué se entiende por auto-nomía? Es el grado de aislamiento de la manipulación política y de intereses de búsqueda de rentas fuera del Estado.7 Esta variable es uno de los aspectos centrales que se consideran dentro del índice de méri-to que se presentó en la sección anterior.
Se argumenta que burocracias protegidas de la interferencia política pueden actuar en forma más profe-sional, sin estar capturadas por in-tereses externos particulares. La autonomía supone que un cuerpo burocrático se rige por normas y reglas propias. No obstante ello, grados extremos de autonomía, o el ejercicio de la autonomía sin estar sujetos a normas, podrían llevar a que los cuerpos burocráticos se transformen en actores con intereses propios, y por lo tanto corporativos, y que olviden que su función es, preci-samente, servir al interés público.
¿Qué se entiende por capaci-dad técnica? La burocracia es en parte un sistema para hacer un tra-bajo, a partir del cual se brindan bienes y servicios a los ciudadanos. Los procesos de producción de es-tos bienes y servicios requieren, junto con la incorporación de tecno-logía, el desarrollo de las competen-cias de los funcionarios, de manera de garantizar que posean la habi-lidad de resolver los problemas que plantea la gestión de manera eficiente.
Así, la capacidad técnica no depende solamente de que los fun-cionarios cuenten con las credencia-les que avalen los méritos para cu-brir un cargo, sino también que tengan las competencias laborales, ya sea adquiridas mediante educa-ción formal o por el ejercicio del car-go, para realizar su tarea, y que cuenten con incentivos para poner estas competencias en juego en su gestión. Entran aquí en acción los aspectos de la variable “mérito” que exceden la sola garantía de no inter-ferencia política, en combinación con los aspectos de la variable “capaci-dad funcional” que impactan sobre la motivación y compromiso laboral de los funcionarios.
Cruzando estas dos variables, proponemos una tipología que resul-ta así en cuatro c ategorías de burocracia: a) administrativa, b) pa-ralela, c) clientelar, y finalmente, d) meritocrática.
¿Cómo se relacionan estas categorías con los servicios civiles nacionales? Primero, un mismo ser-vicio civil nacional puede contar con organizaciones correspondientes a varias de estas categorías en forma simultánea. Es decir, diferentes tipos de burocracias pueden coexistir en un mismo país. Por ejemplo, el ser-vicio civil en Argentina cuenta con organizaciones que son burocracias clientelares (como algunas de las burocracias provinciales o aún muni-cipales), otras organizaciones que corresponden a burocracias adminis-trativas (como el segmento de gos administrativos en los rios del gobierno nacional), burocra-cias paralelas (como las de los programas internacionales), y final-mente, algunas organizaciones se asemejan a burocracias meritocráti-cas (como por ejemplo el Banco Central).
Segundo, se puede caracteri-zar a un servicio civil nacional como administrativo, paralelo, clientelar, o meritocrático en caso de que una de estas cuatro categorías sea el tipo dominante entre sus organizaciones públicas. Es decir, si una amplia mayoría de las organizaciones de un servicio civil dado, caen en un tipo específico de burocracia, entonces, y por agregación, podemos afirmar que un servicio civil nacional es un tipo burocrático específico. Pero es bastante plausible que un servicio civil nacional sea híbrido, es decir, que combine burocracias de las cua-tro categorías.
La tipología presentada tiene propósitos heurísticos, a efectos de comenzar a introducir un nivel de análisis más complejo en los proto-colos de evaluación de los servicios civiles. Una utilidad adicional de este enfoque radica en el hecho de que cada tipo de burocracia está relacio-nada con un desempeño diferente en las políticas públicas, lo que per-mitirá asociar teóricamente formas burocráticas con desempeño de las políticas públicas en futuros trabajos.
CUADRO No. 2
Alta
Baja
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BUROCRACIA ADMINISTRATIVA
Habilidad limitada para formular e implementar políticas
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BUROCRACIA MERITOCRÁTICA
Expresan opiniones y actúan, contri-buyen a la estabilidad de las políticas.
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BUROCRACIA CLIENTELISTA
Ausente del proceso de formula-ción e implementación, excepto en funciones básicas. |
BUROCRACIA PARALELA
Participan del proceso, pero con baja contribución a la estabilidad de las políticas y al fortalecimiento eventual de capacidades estatales.
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Baja Alta
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AUTONOMÍA
CAPACIDAD
Fuente: Zuvanic, Laura y Mercedes Iacoviello (2005).
Burocracia administrativa
Se caracteriza por una alta au-tonomía, ya que está altamente pro-tegida de interferencias políticas “caprichosas” y de intereses particu-laristas principalmente por la inamo-vilidad de los funcionarios. Por otra parte, su capacidad técnica es baja: sus tareas son relativas a los proce-dimientos estandarizados. Es la bu-rocracia que típicamente ejerce las funciones administrativas clásicas, en especial en los ministerios.
Empíricamente, este tipo de burocracia se observa en organis-mos del Gobierno Central sujetos a una norma general que regula el empleo público y establece una carrera administrativa formal, si bien estas normas adquieren un valor únicamente ceremonial sin mayores consecuencias sobre la gestión coti-diana. A modo de ejemplo, se puede mencionar dentro de esta categoría los casos de Perú, Vene-zuela y Ecuador, así como el seg-mento sindicalizado en México. También se da, aunque con un gra-do algo más elevado de capacidad técnica, en los casos de la adminis-tración central en Argentina, Uru-guay y Costa Rica.
En estos países, la burocracia administrativa presenta algunas ca-racterísticas singulares a resaltar. Tradicionalmente, los funcionarios se han designado con base en criterios más políticos o particularistas que exclusivamente meritocráticos, pero en general tienden a tener estabili-dad en sus cargos. Es precisamente la cláusula de inamovilidad (muchas veces de rango constitucional) la que le da autonomía a esta burocracia, aún frente a los avatares de los cambios políticos.
La historia de estas organiza-ciones sugiere que la burocracia administrativa, al menos en la forma en que se presenta en los países de la Región, representa intentos trun-cos o a medio camino de desarrollar una burocracia racional, jerárquica y basada en méritos que podría po-tenciar su capacidad técnica. Re-cientemente, son las burocracias más afectadas por recortes presu-puestarios y congelamiento de va-cantes (como es el caso de Perú, Uruguay y Argentina), y han sido objeto de paquetes de retiro incenti-vado en los intentos de reforma esta-tal durante los noventa.
El grado de competencia técnica y la orientación hacia un desempeño dinámico, con creciente valor agregado, son bajos, y han resultado difíciles de transformar. A título ilustrativo, los programas de capacitación implementados no ne-cesariamente conllevaron un aumen-to en la competencia técnica. Un límite estructural importante que enfrentan estas burocracias es el hecho de que sus tareas son en general rutinarias y estandarizadas, enfrentando entornos de políticas públicas de baja incertidumbre.
¿Cuál es el papel de este tipo de burocracia sobre las políticas
públicas? Por lo general, la burocra-cia administrativa presenta una re-ducida capacidad de ejercer un pa-pel activo en las distintas etapas del ciclo de la política pública. En lo que respecta al diseño y elaboración de políticas, su escasa capacidad técni-ca le impide tener una influencia efectiva en la fase de toma de deci-siones. Además de ello, estas eta-pas se llevan a cabo en la superes-tructura política de los ministerios, reforzando el aislamiento de la buro-cracia administrativa a la que se percibe desde la cúpula política, o bien como un cuerpo simplemente operativo o aún como un obstáculo en la implementación.
La contracara es que estas burocracias tienen un bajo potencial de transformarse en un recurso para el intercambio político por la estabili-dad de los funcionarios y su escasa importancia en las políticas públicas, especialmente aquellas que son estratégicas. Paradójicamente, este poco atractivo político las ha trans-formado en residual para varios de los gobiernos de la Región: no hay nada que ganar ni nada que perder con ellas.
No obstante este panorama, esta burocracia administrativa oca-sionalmente adquiere papeles rele-vantes en la implementación, aun-que con un sesgo hacia el formalismo y el control de procedi-mientos burocráticos más que una gestión efectiva y sustantiva de los servicios.
Burocracia clientelar
Este grupo está conformado por funcionarios públicos que ingre-san, usualmente en formal temporal, a la administración bajo criterios de lealtad política o afiliación partidaria sin ninguna otra consideración adi-cional en cuanto a su capacidad técnica. Son burocracias frágiles, ya que un cambio en el partido de go-bierno o incluso la simple rotación de las autoridades de un ministerio pueden implicar cambios masivos de funcionarios.
Este tipo de burocracia no cuenta con autonomía respecto al sistema político, que la maneja dis-crecionalmente incluso en la propia desvinculación. Tampoco presenta una capacidad técnica desarrollada porque lo que está en juego es el favor político más que el interés en reclutar funcionarios con las compe-tencias necesarias para implementar políticas públicas complejas.
Los casos más acentuados se encuentran en los países centroame-ricanos (con excepción de Costa Rica), y en República Dominicana, Paraguay y Bolivia (salvo en algunos enclaves meritocráticos). También es posible encontrar algunas de estas características en burocracias específicas en ciertos países, como Argentina, Colombia, y Perú, al am-paro de regímenes transitorios o especiales de empleo que conceden al gobierno una mayor flexibilidad en nombramientos y despidos.
El papel que pueda llegar a ejercer en las políticas públicas esta burocracia clientelar está vinculado a su carácter primario de recurso polí-tico del partido gobernante. Este tipo de burocracia es una extensión más del actor político partidario, pudiendo tener cierto poder de veto frente a segmentos burocráticos profesiona-les o meritocráticos, con los que puede entrar en conflicto. Su rol en la formulación de políticas o en su implementación es casi irrelevante, salvo en el plano operativo de las tareas más simples y rutinarias con fuerte presencia en la distribución de servicios sociales.
Burocracia paralela
También llamada burocracia de “equipos técnicos” o “equipos de proyectos”, está conformada por técnicos y profesionales cuya parti-cularidad de incorporación al Estado es mediante formas contractuales flexibles y a término, práctica espe-cialmente extendida en la región durante los noventa bajo la modali-dad de “gestión por proyectos” (Martínez Nogueira, 2002). Los sala-rios son habitualmente superiores al resto del personal de la administra-ción pública.
Si bien estas burocracias se han desarrollado en prácticamente todos los países de la Región, se presentan con mayor fuerza en aquellos con servicios civiles menos desarrollados, con la intención de cubrir la falta de recursos humanos calificados en la planta permanente con expertos externos, como sucede en los países centroamericanos.
Por su modo de reclutamiento y la temporalidad de su cargo, esta burocracia se caracteriza por una muy baja autonomía respecto al Poder Ejecutivo: la relación de em-pleo depende netamente de la volun-tad política del Ejecutivo de contratar al personal y renovar su contrato. Su régimen laboral suele estar regido por normas relativas a contratos de servicios u otras formas jurídicas extraordinarias. El personal contra-tado no forma parte de las estructu-ras permanentes de la administra-ción pública, aunque en varios países la renovación de estos con-tratos se ha vuelto una rutina. Estos grupos de funcionarios no responden necesariamente a un partido político, si bien su entrada es mediante estos mecanismos.
Su capacidad técnica es alta, porque son precisamente reclutados a partir de su conocimiento experto a efectos de conducir políticas públi-cas sectoriales y programas especí-ficos. Cuentan con conocimientos especializados en algún ámbito temático de política. En la mayoría de los casos se han incorporado con el propósito de cubrir determinadas necesidades técnicas, y en algunos casos han desarrollado aptitudes técnico-políticas. Suelen configurar instituciones paralelas o lo que se ha denominado “ministerios paralelos” dentro o fuera de las dependencias ordinarias, como hemos visto por ejemplo en los casos de Argentina y
México. Estas estructuras pueden ser más o menos exitosas y más o menos resistidas por los otros acto-res burocráticos internos, porque se constituyen en ámbitos diferenciados y no complementarios de los apara-tos administrativos regulares (Martí-nez Nogueira, 2002).
La burocracia técnica puede adquirir diferentes modalidades. En algunas de sus versiones, existen equipos de asesores técnicos que desempeñan un rol clave en el dise-ño de las alternativas de política. Estos técnicos están cerca de la cabeza del Poder Ejecutivo o bien, cuentan con importantes contactos con los organismos de cooperación internacional que hace que su voz se escuche al momento del diseño de las políticas.
Otras veces, esta burocracia está centrada en asegurar la ejecu-ción de las políticas o los proyectos, o la prestación efectiva de determi-nados servicios públicos. Esta cate-goría incluye las organizaciones que gestionan proyectos con financiación internacional o fondos sociales.
¿Cuál es la relación entre esta burocracia y las políticas públicas? Estos equipos técnicos asumen de-safíos extraordinarios en el diseño y ejecución de políticas públicas. Son contratados para nuevas modalida-des de trabajo que requieren, entre otros atributos, una mayor articula-ción entre el Estado y la sociedad civil, una mayor relación con orga-nismos de crédito internacional, y habilidades técnicas no usualmente asociadas al plantel administrativo permanente. Nuevas modalidades de políticas públicas como las que suponen implementación en redes institucionales públicos – privadas se han promovido desde estas burocra-cias paralelas.
Ahora bien, pensando en la ejecución en el largo plazo de las políticas públicas, estas burocracias paralelas poco sirven para construir una institucionalidad duradera por su propia naturaleza y su relación tan especial con el poder político ejecu-tivo. Aquí se argumenta que las bu-rocracias paralelas construyen “ca-pacidades golondrina”, ya que al terminar el proyecto, poco queda de la institucionalidad instalada para su ejecución, y el aprendizaje culmina con la salida del personal técnico. Por otra parte, Martínez Nogueira (2002) advierte que la existencia de una asociación estrecha entre las políticas públicas implementadas en el marco de estas burocracias para-lelas, y la gestión ministerial de un gobierno específico puede generar importantes vulnerabilidades políti-cas e incertidumbres con respecto a la continuidad de los esfuerzos.
Burocracia meritocrática
Esta categoría representa el clásico ideal weberiano: el cuerpo de funcionarios se recluta a partir de mecanismos abiertos, y se privile-gian sus credenciales y méritos. Una vez incorporados, ejercen sus tareas en el marco de carreras profesiona-
les estructuradas, con buenas opor-tunidades de movilidad y aprendi-zaje, y con diversos incentivos para el desempeño profesional de su trabajo.
Este tipo de burocracia se ca-racteriza por combinar, a la vez, una alta autonomía con una alta capaci-dad técnica. Por una parte, la auto-nomía está dada por la estabilidad de los funcionarios, pero también por el desarrollo de una carrera donde los intereses políticos respetan a las jerarquías organizacionales. Por otra parte, la capacidad técnica está da-da por la relevancia de las creden-ciales y las competencias, y la capa-citación y el aprendizaje en el trabajo que se produce en el marco de carreras profesionales estructuradas, donde la promoción y el avance están atados a un mayor grado en la complejidad de las tareas y de ejer-cicio de responsabilidad.
Conforman una cultura es-pecífica, aunque a veces aislada y con una fuerte cohesión de grupo, lo que puede producir sesgos institu-cionales. Por otra parte, reivindican espacios de decisión autónomos, lo que en muchos casos les genera conflictos con otras dependencias de gobierno. Pueden establecer alian-zas con otras dependencias e inclu-so con intereses sociales externos, lo que, por un lado, les atribuye ca-pacidad de intermediación entre estos intereses diferentes, pero tam-bién las hace susceptibles de captu-ra por esos mismos intereses.
En la Región, estas burocra-cias meritocráticas predominan en los servicios civiles de Chile y Brasil. Pero también se observan en varios países entre aquellas entidades sin-gulares vinculadas a la burocracia fiscal o económica. Por ejemplo, las burocracias meritocráticas parecen caracterizar a los bancos centrales, las entidades regulatorias y las ad-ministraciones tributarias. A título ilustrativo, se puede citar como ejemplos la Superintendencia Nacio-nal de Administración Tributaria, SUNAT, en Perú y el Servicio de Impuestos Internos en Chile. Tam-bién se observan estas burocracias meritocráticas en el segmento de la carrera profesional en México, o entre los cuerpos diplomáticos en varios países de la Región (siendo el más destacado el caso de Itamaratí en Brasil). En Argentina, un caso paradigmático de este tipo de buro-cracia son los denominados Admi-nistradores Gubernamentales, un cuerpo transversal de funcionarios reclutados por mérito y con carreras altamente técnicas.
¿Cómo se relacionan estas burocracias con las políticas públi-cas? En general, son muy activas en su ejecución, e influyen en su diseño si no directa al menos indirectamen-te. Debe recordarse que son buro-cracias con incumbencias específi-cas relacionadas con políticas sectoriales. Responden así a áreas temáticas de la política pública que requieren un grado de formación o conocimiento especializado. Ello permite tener opinión y capacidad de
influencia sobre el área en la que actúan, y las convierte en actores importantes para sostener la estabi-lidad y orientación al interés público de las políticas.
Las formas híbridas
La realidad empírica de la Re-gión desborda las categorías que se podrían derivar teóricamente. Interesa, por lo tanto, señalar algu-nos híbridos, o configuraciones bu-rocráticas que han quedado a medio camino de las categorías señaladas, no pudiéndose clasificar claramente entre una u otra opción. Uno de los híbridos más notorios identificados son las burocracias de los sectores sociales como el personal de la edu-cación y la salud. Ellos se sitúan a medio camino, entre las burocra-cias administrativas y las meritocráti-cas, con importantes variaciones nacionales.
El personal de la salud y la educación es reclutado con algún criterio de mérito. Médicos y maes-tros deben poseer credenciales para acceder a un cargo público donde se requieran estos perfiles específicos, siendo por tanto un atributo propio de las burocracias meritocráticas. Este criterio minimalista, la pose-sión de las credenciales correspon-dientes, en algunos países va acom-pañado de concursos de oposición, aunque no en todas las instancias, por lo que aquí estas burocracias comienzan a presentar característi-cas más mezcladas.
El grado de estructuración profesional de las carreras profesio-nales varía notoriamente, y cuenta con carencias importantes en la in-corporación de criterios concernien-tes al desempeño y el aprendizaje en el trabajo como mecanismos para seleccionar y premiar al personal. Muchas veces la antigüedad ha re-emplazado otros factores en la pro-moción del personal, especialmente en las carreras educativas, lo que hace que esta burocracia deje los aspectos meritocráticos y se aseme-je a los procesos observados en las administraciones más clásicas.
La relación entre estas buro-cracias híbridas y las políticas públi-cas es ciertamente compleja y va más allá de las asociaciones teóricas que se buscan establecer en este capítulo. No obstante, debe señalar-se su alta capacidad de lobby o al menos de bloqueo de iniciativas de reformas de políticas públicas, y su sindicalización. En experiencias re-cientes en la Región, como lo mues-tra el gobierno de Ignacio Lula da Silva en Brasil o de Tabaré Vázquez en Uruguay, estos cuerpos y sus gremios profesionales han sido con-vocados a mesas de diálogo para el diseño y formulación de las políticas públicas sectoriales que los atañen.
Las estrategias que se han desarrollado en relación a la buro-cracia en América Latina han inclui-do intentos de generar sistemas de carrera basados en el mérito para la administración en su conjunto, así como también esfuerzos por profe-sionalizar algunas áreas específicas
tales como los servicios de salud y educación o la administración tribu-taria. En otros casos se ha optado por concentrar los esfuerzos en la profesionalización del segmento directivo, como se ha dado recien-temente en los casos de México y Chile. Este abanico de procesos ha convivido con prácticas clientelísti-cas y con la tendencia cada vez más pronunciada, a partir de los años noventa, de instrumentar mecanis-mos que permitan incorporar cua-dros técnicos en forma flexible. La burocracia en América Latina pre-senta, así, un mosaico de opciones, que se ha tratado de sistematizar a través de la tipología propuesta.
Se comienza planteando la centralidad de la burocracia para garantizar, tanto el sistema democrá-tico como el estado de derecho, ya que tiene como rol asegurar la conti-nuidad y coherencia de las políticas, y prevenir la discrecionalidad en el ejercicio del poder político. Pero esta concepción normativa no se refleja en los estados latinoamerica-nos, que presentan estados débiles que en parte se deben a la falta de profesionalización y estabilidad de los cuerpos burocráticos.
Por un lado, los servicios civi-les de la Región presentan un bajo nivel de desarrollo, de lo cual se infiere una baja capacidad en la ma-yoría de las burocracias de la Región para asumir un rol activo en el pro-ceso de formulación de políticas. A esto se suma que el rol esperado de la burocracia se define en términos excesivamente genéricos, enfatizan-do el cumplimiento de las normas, los procedimientos establecidos, y el respeto de la autoridad jerárquica como ejes centrales.
A lo largo de este capítulo se mostró que las burocracias de la Región tienen desempeños diversos, que varían según el grado de im-plantación de criterios y prácticas de gestión que promuevan el mérito y la capacidad efectiva de los funciona-rios, y también del nivel de profesio-nalidad y neutralidad con que cuen-ten los distintos grupos de funcionarios.
Para aproximarnos a una ca-racterización de las burocracias en la Región, se comienza analizando las burocracias de cada país en térmi-nos globales, a través de la contras-tación de dieciocho servicios civiles nacionales de la Región con un mo-delo de gestión estratégica e inte-grada de los recursos humanos. De este ejercicio surge, en primer lugar, la confirmación de la generalizada debilidad de los sistemas de servicio civil en la Región, tanto en términos del nivel de mérito instalado y de la capacidad del sistema para geren-ciar el desempeño del personal. Tanto el Índice de Mérito como el Índice de Capacidad Funcional pre-sentan promedios regionales que rondan el 30% de la escala.
Sin embargo, también es po-sible distinguir situaciones de dife-
rente grado de desarrollo e integra-ción de los sistemas de gestión de recursos humanos de los estados en la Región a través del análisis de estos dos índices, ya que en ambos casos se da una amplia dispersión de los resultados para la Región.
Chile y Brasil son los dos ca-sos que destacan en la Región por tener un mayor desarrollo de sus servicios civiles, acompañados por Costa Rica como caso especial entre los países centroamericanos. En el extremo contrario, la situación más crítica se da en el resto de los países centroamericanos, y en los casos de Bolivia, Perú, Paraguay y Ecuador, donde la politización es tan fuerte que no se logra crear un servicio civil profesional, y no puede garantizarse la atracción y retención de personal competente, ni la disponibilidad de mecanismos de gestión que permi-tan influir en la conducta laboral de los funcionarios. El resto de los paí-ses (Venezuela, México, Uruguay, Colombia, Argentina) presentan sistemas de servicio civil mediana-mente conformados, pero que no llegan a consolidarse en términos de garantías de mérito y herramientas de gestión, que permitan una admi-nistración eficiente de los recursos humanos del Estado.
Más allá de estas tendencias generales en los servicios civiles a nivel nacional, queda claro que el “actor burocracia” no es un actor homogéneo, sino que conviven dis-tintos “tipos” de burocracia al interior de cada país, con lógicas, criterios y roles prevalentes diferenciados. Esta convivencia de modalidades de empleo diversas se debe a que el modelo weberiano tradicional no ha logrado desarrollarse plenamente en la Región, al tiempo que se ha com-plementado con estrategias de in-corporación de equipos técnicos bajo marcos laborales con mayor flexibilidad.
La tipología presentada captu-ra esta diversidad a través del cruce de dos variables: la autonomía con que cuenta cada grupo burocrático respecto del poder político, central-mente en términos de garantías contra posibles arbitrariedades; y la capacidad técnica para resolver efi-cientemente los problemas que plan-tea la gestión.
Los cuatro tipos burocráticos que surgen de este cruce: burocracia administrativa, clientelar, paralela y meritocrática, tienen características distintivas que se asocian con dife-rentes perfiles en cuanto al posible rol a asumir en el proceso de formu-lación de políticas. Según el predo-minio de los tipos burocráticos en cada país, el rol de la burocracia puede abarcar desde el rol de veto informal, acciones concretas desti-nadas a bloquear el diseño o imple-mentación de una política o resisten-cias pasivas dadas por factores de cultura organizativa, a un rol activo que pueden implicar, tanto el impul-so como la colaboración y coopera-ción para el mantenimiento o mejora de determinada política.
Si bien la tipología que plan-teamos tiene fines descriptivos, pa-
reciera deseable que los países de la Región busquen acercarse hacia un modelo de burocracia meritocráti-ca que les permita desarrollar capa-cidades estatatales permanentes. Esto sin perjuicio de que sea nece-sario contar con alguna dosis de burocracia paralela a través de la cual acercar al Estado las compe-tencias de grupos de expertos, que por la transitoriedad del proyecto o la especificidad de su expertez no se requieran dentro del personal per-manente del Estado. A su vez, las burocracias puramente administrati-vas deberían evitarse (aunque pue-dan ser toleradas en áreas con fun-ciones netamente operativas), y la burocracia clientelar debería ser superada según las posibilidades del sistema político en cada país.
Ahora bien, dado el mapa de niveles diversos de desarrollo de los servicios civiles y el complejo entra-mado al interior de cada caso nacio-nal, ¿cuáles son las perspectivas de consolidación de los sistemas de servicio civil latinoamericanos?
Los casos de Chile y Brasil, recurrentemente mencionados como los más exitosos en términos relati-vos dentro de la Región, resultan excepcionales en términos de su alta consistencia en cuanto a la política de recursos humanos para el Esta-do, y el nivel de institucionalización de la gestión del personal. Ambos aspectos permiten valorar positiva-mente sus posibilidades de consoli-dación como burocracias meritocrá-ticas. Por su parte, Costa Rica resulta una excepción para la Región centroamericana, y aún sin iniciati-vas de reforma presenta una trayec-toria consistente de avances progre-sivos en la instalación de criterios de mérito en el sistema, y fuerte institu-cionalización de la gestión de recur-sos humanos. Así, el sistema que hoy caracterizamos como burocra-cia administrativa, tiene posibilida-des de moverse hacia el cuadrante meritocrático.
Dentro del grupo con desarro-llo intermedio de sus servicios civi-les, Venezuela, Argentina y Uruguay no presentan iniciativas que impul-sen la consolidación de sus siste-mas, por lo que se valora negativa-mente su posibilidad de consolidación, a pesar de contar con enclaves meritocráticos. De todos modos los tres países han logrado algún nivel de instalación de profe-sionalización en la gestión del per-sonal, así como la institucionaliza-ción de sus áreas de recursos humanos, con lo que un cambio de política tendría bases en donde an-clar un proyecto de cambio.
Por otra parte, Colombia y México alcanzaron también algún desarrollo de sus servicios civiles y cuentan con estructuras meritocráti-cas en ciertas áreas, pero presentan situaciones de mejor perspectiva para su consolidación a futuro a partir de iniciativas de reforma en curso. Los motivos son diferentes en cada caso, identificando la fuerte institucionalización de la función de recursos humanos en el caso de Colombia y el impulso político dado a la reforma en el caso de México,
que revierte la debilidad de las nor-mas e instituciones previamente vigentes en relación con el servicio civil.
Entre los países con burocra-cias más débiles, que incluyen ele-mentos clientelares y son fuertemen-te dependientes de las estructuras paralelas, los casos de El Salvador, Paraguay, Panamá, Honduras, Re-pública Dominicana y Bolivia no pre-sentan iniciativas de cambio en cur-so, mientras que hay movimientos de reforma en Nicaragua, Guatema-la. También se dan iniciativas de reforma en Perú y Ecuador, que se identifican como burocracias admi-nistrativas aunque también impacta-das por elementos clientelares. Pero las reformas para los países de este grupo, al no estar sostenidas en cierta consistencia normativa previa o en la institucionalización de áreas que puedan liderarlas, se consideran con pocas perspectivas de éxito.
Los países de la Región coin-ciden en la intención de desarrollar sistemas meritocráticos para la ges-tión de su personal, según surge de la Carta Iberoamericana de la Fun-ción Pública. Los puntos de partida para cada país son diversos, y las áreas a enfatizar difieren según el nivel de desarrollo con que cuenten las normas y prácticas del servicio civil.
Sin embargo, un tema central a considerar para todos los países de la Región es que las instituciones no operan en el vacío, por lo que para poder transformar los sistemas de servicio civil se requiere antes que ninguna otra cosa lograr la ge-neración de consensos. Los múlti-ples actores involucrados deben coincidir en su voluntad y en su interés para establecer las bases de un verdadero sistema de ser-vicio civil en estos países. La única manera de garantizar cierto nivel de legitimidad del sistema de servicio civil es generar una estrate-gia consensuada que establezca reglas claras y aceptada por todos los actores.
La brecha entre la visión nor-mativa sobre el rol esperado de las burocracias y la situación vigente en los países latinoamericanos sigue siendo amplia. La centralidad de esta institución para el sistema de-mocrático y la gobernabilidad hace que siga siendo válido todo esfuerzo que apunte a consolidar burocracias altamente capaces, neutrales y orientadas al servicio al ciudadano.
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Perfil de competencias
generales del funcionario
público del Régimen
Jorge Allan Aguilar Cubillo** de Servicio Civil
Edith Fonseca Sandoval*** Costarricense*
ESTUDIO PRODUCTO DE UNA INVESTIGACIÓN EN EL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL COSTARRICENSE CUYO PROPÓSITO FUE ANALIZAR EL PROCESO DE RECLUTAMIENTO Y SELECCIÓN QUE REALIZA LA INSTANCIA RECTORA DE ESTE RÉGIMEN, LA DIRECCIÓN GENERAL DE SERVICIO CIVIL DE COSTA RICA, DESARROLLANDO Y PROPONIENDO UN PERFIL DE COMPETENCIAS GENERALES DEL FUNCIONARIO PÚBLICO DEL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL DE COSTA RICA.
PALABRAS CLAVES: INVESTIGACIONES; SERVICIO CIVIL; COSTA RICA; RECURSOS HUMANOS; FUNCIONARIOS PÚBLICOS; COMPETENCIAS
Introducción
* Galardonado con la Primera Mención Honorífica al Premio ICAP a la Investi-gación en Administración Pública, 2010, otorgado por el ICAP y el Foro de la Función Pública de Centroamérica, Pa-namá y República Dominicana, y entre-gado en el marco de la celebración del XV Foro de la Función Pública, en San José, Costa Rica, abril del 2010.
** Licenciado en Psicología de la Univer-sidad de Costa Rica. Funcionario de la DGSC de Costa Rica con experiencia en las áreas de Reclutamiento y Selección de Personal, Análisis Ocupacional, Ca-pacitación, Investigación y Desarrollo. Labora para el área de Investigaciones de Carrera Docente.
La Dirección General de Ser-vicio Civil, DGSC, con el propósito
de ponerse a la altura de los tiempos estableció un nuevo Modelo de Ges-tión del Potencial Humano con el que procura resolver más efectiva-mente las necesidades vinculadas con los recursos humanos de los ministerios e instituciones cubiertas por el Régimen de Servicio Civil, RSC. Uno de los insumos tomados en cuenta para la elaboración de
____________________________________
*** Estudios de Maestría en Gestión Social del Trabajo y Licenciada en Psicología de la Universidad de Costa Rica. Fun-cionaria de la DGSC de Costa Rica con experiencia en el campo de Recluta-miento y Selección de Personal
Recibido: 15 de enero del 2010.
Aceptado: 20 de mayo del 2010.
este modelo fue el documento titula-do “Propuesta del Nuevo Modelo de Reclutamiento y Selección del Talen-to Humano”.1 En este documento se presenta un modelo referente a la dotación de personal de estas insti-tuciones, mediante el que la DGSC procura llevar a cabo la selección de personal desde una perspectiva amplia y global, valorando la idonei-dad para el ingreso al RSC. Por me-dio de esta valoración, de carácter obligatorio e insoslayable, se preten-de evaluar aquellas capacidades y competencias generales e indispen-sables para el desempeño idóneo como funcionario público, y que inci-den en el desarrollo de una carrera administrativa exitosa.
En virtud de cumplir con este cometido se planteó el diseño del Perfil de competencias generales del funcionario público que labore para el RSC, el que se convierte en el insumo que orientará la consecución de los futuros candidatos que ingre-sen a laborar para el RSC.
La construcción de este perfil, desde la perspectiva de evaluar la idoneidad para el ingreso a la Fun-ción Pública en el RSC, considera
los principios esenciales que carac-terizan a este Régimen, tales como son el mérito, la demostración de la idoneidad y la equidad. Igualmente, con ese propósito, es necesario, además, tomar en cuenta aquellos principios éticos fundamentales de la convivencia e interacción humanas y que son intrínsecos a la propia natu-raleza del trabajo esencial de todo servidor público, servir a la ciuda-danía, y que por ser indispensables e imprescindibles, se estima que todo servidor público debe poseer, mostrar y cumplir. Algunos de esos principios éticos primordiales que se deben tener presente son: el de im-parcialidad, legalidad, vocación de servicio, la transparencia, buena fe y el de responsabilidad pública.
El perfil desarrollado en la in-vestigación se confeccionó basado en el enfoque por competencia. Éstas constituyen una serie de ca-racterísticas personales deseables en los funcionarios públicos que laboran para el RSC. Son particula-ridades claves que distinguen al funcionario público con un desem-peño superior. Aseguran una cierta manera de cumplir con las respon-sabilidades laborales e instituciona-les, al desarrollar las funciones y tareas asignadas con excelencia, de reafirmar el cumplimiento de su fun-ción primordial de servidor público de manera sobresaliente, de asegu-rar el desenvolvimiento y ajuste a sus distintos contextos de manera productiva y exitosa. Por tal motivo, se configuran en un conjunto de características-tipo o referenciales, parámetros, de gran utilidad, con las que se comparan y orientan los pro-cesos relacionados con la admisión de personas, la formación y la capa-citación de los funcionarios.
Las competencias delimitadas se ubican al interior de cinco dimen-siones, a saber:
Las competencias fueron ope-racionalizadas, además se estable-ció la medición de ellas a partir de cinco niveles: muy alto, alto, medio bajo y muy bajo, de acuerdo a éstos se considera el nivel en que deberá estar presente la competencia en el funcionario público que labore para el RSC.
Justificación de la investigación
Las sociedades del mundo desarrollado, entre ellas la costarri-cense, han sufrido en las dos últimas décadas cambios vertiginosos en el contexto del trabajo humano, pro-ducto del impacto de la globalización y del desarrollo tecnológico, espe-cialmente en el campo de la infor-mación y las comunicaciones, y de un mayor nivel de conciencia del ciudadano común con respecto a la calidad de los servicios que debe suministrar el Estado.
Esta circunstancia, al plantear nuevas y más apremiantes deman-das a sus organizaciones, obliga al Estado a contar con instituciones más eficientes y eficaces en la pres-tación de sus servicios, con perspec-tivas más claras y precisas de la forma en que debe desarrollarse la relación ciudadano-Estado, funciona-rio público-usuario, lo que conlleva a las organizaciones al replanteamien-to y variación de los esquemas de la gestión del potencial humano.
La DGSC, con el propósito de estar a la altura de los tiempos, es-tablece un nuevo Modelo de Gestión del Talento Humano con el que pro-cura resolver más efectivamente las necesidades vinculadas con los re-cursos humanos de los ministerios e instituciones cubiertas por el RSC. Uno de los insumos que toma en cuenta para la elaboración de este modelo es el documento titulado “Propuesta del Nuevo Modelo de Reclutamiento y Selección del Talen-to Humano”, que presenta un mode-lo de dotación de los recursos humanos para estas instituciones, por medio del cual la DGSC procura llevar a cabo la selección de perso-nal desde una perspectiva amplia y global, valorando la idoneidad para el ingreso al RSC. Mediante esta valoración, de carácter obligatorio e insoslayable, la DGSC pretende evaluar entre los concursantes la posesión de las capacidades y com-petencias generales indispensables para el desempeño idóneo como funcionario público, y las que inciden además sobre el desarrollo de una carrera administrativa exitosa.
En consecuencia, dado que el proceso de Reclutamiento y Selec-ción del Talento Humano es relativo, cuya razón de ser es dotar a las organizaciones del recurso humano que requieren, resulta necesario contar con un perfil que establezca las características fundamentales y esenciales que debe reunir la perso-na que aspire a laborar como funcio-nario público en cualquiera de las instituciones al servicio de la socie-dad costarricense. Se deduce enton-ces la importancia de contar con el correspondiente perfil, en el tanto es el recurso que permitirá orientar el proceso de reclutamiento y selección a la búsqueda de mejores candida-tos con los cuales satisfacer las ne-cesidades de personal que se le presentan a tales instituciones. No podía ser diferente puesto, ¿cómo se va a seleccionar si no se tiene claro qué tipo de funcionario en ge-neral requieren estas instituciones, de cara a las necesidades y expecta-tivas de la sociedad costarricense del siglo XXI?
Descripción del problema
La DGSC, habiendo aprobado recientemente un nuevo Modelo de Gestión del Talento Humano a apli-carse para las distintas instituciones cubiertas por el RSC, y como parte de éste un nuevo Modelo de Reclu-tamiento y Selección, requiere contar con el correspondiente Perfil de Competencias Generales del Fun-cionario Público que le permita orientar los esfuerzos y recursos a la consecución de los candidatos que reúnan dicho perfil, a efecto de satisfacer adecuadamente las va-cantes que se presenten en estas instituciones.
Objetivos
General
Específicos
Marco teórico
Como ya se indicó, el Nuevo Modelo de Reclutamiento y Selec-ción del Talento Humano, tomado como insumo del Modelo de Gestión del Talento Humano recientemente aprobado por la DGSC, requiere para su funcionamiento y desarrollo contar con el correspondiente Perfil de Competencias del Funcionario Público. Por tal motivo, en razón de que el producto de la presente inves-tigación se constituirá en uno de los insumos para el citado modelo, re-sulta lógico y esperable que del do-cumento que detalla la propuesta en mención, se retomen brevemente algunos de los aspectos planteados en ese documento, con el propósito de incorporarlos como parte del
marco de referencia del presente trabajo.
Marco legal relacionado
con la selección del talento
humano
El Perfil de Competencias Ge-nerales del Funcionario Público que se propone pretende ser un instru-mento de gran utilidad para el Mode-lo de Reclutamiento y Selección que aplique la DGSC, por lo que tendrá como ámbito de acción a las institu-ciones cubiertas por el RSC. Por tal motivo, debe considerar, respetar y contribuir al cumplimiento de una serie de principios y normativa vincu-lada con su contexto de aplicación.
El Régimen de Méritos tiene como fundamento básico referencial las disposiciones de los Artículos 191 y 192 de la Constitución Política de la República de Costa Rica, de donde se deriva la consiguiente normativa que regula la gestión de los recursos humanos dentro del RSC, en particular, la referente a las condiciones y requisitos para el in-greso a este Régimen, así como otros aspectos propios de los proce-sos de reclutamiento y selección, a efecto de garantizar la eficiencia de la administración pública.
Congruente con los principios del Régimen,2 resulta también apli-cable a los procesos de ingreso y selección lo estipulado por el Artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “…toda perso-na tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las fun-ciones públicas de su país…”3
En consecuencia, el Perfil de Competencias Generales del Fun-cionario Público aquí propuesto y, en particular el proceso en que se utili-ce, debe propiciar el resguardo de la igualdad de oportunidades para el acceso y ejercicio de los cargos, sin considerar razones de orden político, religioso, racial, género, ubicación geográfica o de cualquier otra índole, garantizando de esta manera que la selección y nombramiento de los funcionarios se realice exclusiva-mente con base en sus méritos, en la idoneidad comprobada, en acata-miento a la normativa que regula la observación de tales principios.
Para los efectos del presente trabajo cabe además considerar el
Artículo 11 de la Constitución Políti-ca de la República de Costa Rica, el que en términos generales señala el “Principio de Legalidad”4 como la responsabilidad primordial de todo funcionario público. Por su parte, la Ley General de la Administración Pública, LGAP,5 en el Artículo 113, plantea la satisfacción del interés público como el propósito fundamen-tal que debe orientar al servidor público, concepto que se comple-menta adecuadamente con el Artículo 114 de esta ley que estable-ce la “vocación de servicio” como lo que se espera de todo funcionario público.
Prosiguiendo con el esbozo del marco legal, el Estatuto de Servi-cio Civil en el Capítulo IV: “Del In-greso al Servicio Civil”, específica-mente el Artículo 20, establece las condiciones que se deben reunir para el ingreso al Servicio Civil en puestos del Título Primero, entre ellas demostrar idoneidad sometién-dose a las pruebas, exámenes o concursos que contempla esta ley y sus reglamentos (inciso d); mientras que los Artículos 21 al 31, Capítulo V: De la Selección de Personal, es-tablecen las competencias de la DGSC en cuanto a las condiciones y requisitos a cumplir en los concur-sos,6 el tipo de criterios de selección a utilizar, las escalas de calificación de las pruebas, el procedimiento a seguir en el llenado de las plazas vacantes, la conformación y solu-ción de las nóminas, entre otros aspectos.
Adicionalmente, el Reglamen-to al Estatuto de Servicio Civil com-plementa la regulación establecida para el ingreso al Régimen y el pro-ceso de reclutamiento y selección para puestos del Título Primero en los Capítulos III, IV y V, señalando por ejemplo que, además de cumplir con lo establecido en el Artículo 20 del Estatuto, los interesados deben poseer aptitud física, psíquica y mo-ral satisfactorias y que asimismo deben satisfacer los requisitos que se establecen para la clase y los requerimientos que señalan los perfiles de puesto y las bases de selección.
Por otra parte y para los efec-tos del presente trabajo cabe indicar que, en lo que respecta a la selec-ción de personal para puestos do-centes o puestos del Título Segun-do,7 el Artículo 53 de la Ley de la Carrera Docente expresa, entre otros aspectos, que se debe “…exigir del servidor docente, la necesaria solvencia moral y profe-sional… y que además ‘todo as-censo o mejoramiento del ser-vidor docente, lo sea exclusiva-mente con base en sus méritos’ y antecedentes....”.
Consecuentemente, el inciso b) del Artículo 55 de esa misma Ley expresa que para ingresar a la carre-ra docente se requiere entre otros, reunir los requisitos indicados en el Artículo 20 del Estatuto de Servicio Civil.
Aspectos éticos
Para la obtención del Perfil de Competencias Generales del Fun-cionario Público que labora para el RSC, no deben pasarse por alto los aspectos éticos involucrados en el tipo de servidor que se desea para las instituciones cubiertas por este Régimen. La parte ética de un fun-cionario público no puede soslayarse en una sociedad como la actual, en que el problema de la corrupción en la función pública se hace sentir de manera preocupante, en que por un lado tal problemática incide en la calidad del servicio, deteriora la ima-gen institucional y afecta la credibili-dad estatal, y que por otro, daña la imagen del servidor público en gene-ral, tiene altos costos económicos por los litigios judiciales que ocasio-na y afecta la moral de los demás funcionarios.
Congruente con ello, como parte del marco ético se consideran algunas disposiciones generales que plantea la misma normativa ante-riormente mencionada, las que, en razón de su directa vinculación con la parte ética y moral de la función pública y por su misma cualidad de resumir lo correspondiente a las responsabilidades esenciales de todo funcionario público, resulta ne-cesario retomarlas nuevamente pe-ro, esta vez desde el punto de vista de los valores deseables en el servi-dor público.
En ese sentido, disposiciones que integran resumidamente tales responsabilidades y perspectiva son, por ejemplo, las que expresan el:
La construcción de este perfil, en el tanto permitirá evaluar la ido-neidad para el ingreso a la función pública en el RSC, necesita ubicarse dentro de los principios esenciales que caracterizan a dicho Régimen, tales como son el mérito, la demos-tración de la idoneidad y la equidad. Requiere, además, tomar en cuenta aquellos principios éticos fundamen-tales de la convivencia e interacción humanas y que son intrínsecos a la propia naturaleza del trabajo esen-cial de todo servidor público, servir a la ciudadanía, y que por ser indis-
pensables e imprescindibles, se estima necesario que todo funciona-rio público posea, muestre y cumpla. Algunos de esos principios éticos primordiales que deben considerarse son: el de imparcialidad, legalidad, vocación de servicio, la transparen-cia y buena fe y el de responsabili-dad pública.
Otro referente como parte de este marco general, tendente al es-tablecimiento del Perfil del Funciona-rio Público del Régimen de Servicio Civil, lo constituye el documento “Decálogo del Servidor Público”, elaborado por la DGSC, el que inte-gra y resume una serie de carac-terísticas y principalmente principios, que todo funcionario público debe encarnar, a efecto de lograr una adecuada integración y cumplimiento de sus deberes. En éste se destacan los principios de lealtad, vocación de servicio, probidad, honradez, res-ponsabilidad, competencia, eficacia y eficiencia, civismo y transparencia; todos ellos valores o principios de-seables en todo funcionario público.
Marco conceptual del proceso
de selección del talento humano
Chiavenato,9 afirma que “las personas constituyen el elemento básico del éxito empresarial”, en el tanto “las personas pasan gran parte de sus vidas trabajando en las orga-nizaciones, las cuales dependen de las personas para operar y alcanzar el éxito.” (2002:4) Este autor indica además que:
“Las personas dependen de las organizaciones en que tra-bajan para alcanzar sus obje-tivos personales e individua-les. Crecer en la vida y tener éxito casi siempre significa crecer dentro de las organiza-ciones. Por otra parte, las or-ganizaciones dependen direc-ta e irremediablemente de las personas, para operar, produ-cir bienes y servicios, atender a los clientes, competir en los mercados y alcanzar los obje-tivos generales y estratégicos. Es seguro que las organiza-ciones jamás existirían sin las personas que les dan vida, dinámica, impulso, creatividad y racionalidad. Las dos partes mantienen una relación de mutua dependencia que les permite obtener beneficios recíprocos. Este es un ejem-plo de simbiosis duradera en-tre personas y organizacio-nes.” (2002:5).10
Una de las formas de contri-buir al mantenimiento y consolida-ción de tal simbiosis es aprovechan-do los procesos por medio de los cuales la organización incorpora a las personas a sus labores cotidia-nas. En este sentido, la Admisión de Personas, constituida por los proce-sos de reclutamiento y la selección del talento humano, son un recurso de gran utilidad, mediante el que:
“…las organizaciones escogen a las personas que desean como empleados y las perso-nas escogen a las organiza-ciones donde pretenden traba-jar y aplicar sus esfuerzos. Esta elección recíproca de-pende de diversos factores y circunstancias. Para que esta relación sea posible es nece-sario que las organizaciones comuniquen y divulguen sus oportunidades de trabajo para que las personas sepan cómo buscarlas e iniciar su relación. Este es el papel del recluta-miento: divulgar en el mercado las oportunidades que la or-ganización pretende ofrecer a las personas que poseen de-terminadas características de-seadas. A través del recluta-miento, la organización (que forma parte del mercado labo-ral, porque ofrece oportunida-des de trabajo) comunica a determinados candidatos (que forman parte del mercado de recursos humanos) la oferta de oportunidades de empleo. El reclutamiento funciona co-mo un puente entre el merca-do laboral y el mercado de re-cursos humanos.” (ídem, p. 85).
Es oportuno señalar que el producto del proceso de reclutamien-to se convierte en un insumo del resto del proceso de selección, en el tanto hace posible el suministro de los oferentes, participantes, en cada concurso, para que posteriormente sean calificados en diferentes as-pectos, de conformidad con los criterios de selección previamente establecidos.
Prosiguiendo, el tratadista Ansorena Cao (1996:19),11 define la selección de personal como:
“Aquella actividad estructura-da y planificada que permite atraer, evaluar e identificar, con carácter predictivo, las ca-racterísticas personales de un conjunto de sujetos -a los que denominamos “candidatos”- que les diferencian de otros y les hacen más idóneos, más aptos o más cercanos a un conjunto de características y capacidades determinadas de antemano como requerimien-tos críticos para el desempeño eficaz y eficiente de una cierta tarea profesional.”
Este autor expresa que “el buen candidato” en términos absolu-tos no existe, que:
“Una persona sólo es un buen candidato si se le coloca en una tarea profesional que sa-tisfaga sus necesidades, utili-ce sus capacidades y forma-ción y le estimule a alcanzar un puesto acorde con su nivel óptimo de capacidad. La adaptación de los candidatos-empleados...- al puesto de trabajo resulta, pues, de la
mayor importancia” (Ídem, p. 15).
Se deriva de tal afirmación que el proceso de selección justifica su existencia y aplicación en el tanto su propósito es buscar la adecua-ción, el ajuste del binomio que se conforma por las características de los puestos de trabajo y las particula-ridades del individuo. De allí que los especialistas recomiendan procurar que se armonicen las exigencias y expectativas de la organización con las características personales, ido-neidad, de sus colaboradores o so-cios, a efecto de que éstos se inte-gren productivamente a sus entornos.
Al respecto, Chiavenato indica que:
“Si no hubiera diferencias indi-viduales y si todas las perso-nas fuesen iguales y reunie-sen las mismas condiciones para aprender y trabajar, la selección de personas sería innecesaria, pero la variación humana es enorme...”
Señala además dicho autor que:
“La mejor manera de formular el concepto de selección es representarla como una com-paración entre dos variables: por un lado, los requisitos del cargo que debe llenarse (re-quisitos que el cargo exige de su ocupante) y, por otro lado, el perfil de las características de los candidatos que se pre-sentan para disputarlo. La primera variable es suminis-trada por la descripción y el análisis del cargo, mientras que la segunda se obtiene mediante la aplicación de las técnicas de selección” (Chia-venato, 2002:111).
En cuanto a los procesos de reclutamiento y selección, cabe ano-tar lo que este autor menciona en la obra citada:
“Mientras el objetivo del reclu-tamiento es abastecer el pro-ceso de selección con materia prima (los candidatos), el obje-tivo de la selección es escoger y clasificar los candidatos más adecuados a las necesidades del cargo y la organización” …“la selección busca los can-didatos -entre varios recluta-dos- más adecuados para los cargos de la organización, con el fin de mantener o aumentar la eficiencia y el desempeño del personal, así como la efi-cacia de la organización. En el fondo, está en juego el capital intelectual de la organización, que la selección debe preser-var o enriquecer (Chiavenato, 2002:110 y 111).
Ampliando al respecto convie-ne agregar que el proceso de selec-ción de personal es de carácter dis-criminatorio por definición, en el tanto pretende, mediante el uso de una serie de recursos e instrumen-tos, valorar las diferencias existentes entre los sujetos, con la intención de determinar aquellos que mejor se perfilan para cumplir con los reque-rimientos o exigencias en una de-terminada institución, de allí que las acciones desarrolladas como parte de este proceso, se orientan a la obtención de un pronóstico, al que se puede arribar aplicando básica-mente dos modelos de carácter ge-neral: el Modelo de Rendimiento o el Modelo Predictivo.
En el primer caso, el Modelo de Rendimiento se basa en la idea de que el éxito de una persona está determinado por lo que ha realizado en el pasado. Este modelo centra su atención en la tarea, especialmente en la medición de cualidades evi-denciadas a través del conocimiento específico, por esa razón le da im-portancia a la aplicación de pruebas de conocimientos y a la considera-ción de la experiencia para estable-cer la diferenciación entre las perso-nas. Parte del supuesto de que si una persona conoce la tarea, ya sea porque tiene formación teórica o porque la ha realizado, será exitoso en el futuro.
Este modelo, aunque tiene la ventaja de que goza de credibilidad, presenta, sin embargo, el problema de tener que construir pruebas de conocimientos que contengan los requerimientos técnicos a que obliga la objetividad, especialmente dentro del RSC. Además, en cuanto a la valoración de la experiencia, es co-nocida la dificultad de diferenciar entre los años laborados y los apor-tes brindados, agregándose que no necesariamente las prácticas del pasado son las adecuadas para enfrentar los problemas que se pre-sentan hoy en día, donde lo único permanente es el cambio.
Por otra parte, el Modelo Pre-dictivo se enfoca en la persona e intenta hacer un pronóstico a partir de las características que ésta po-see. No se centra en la tarea ni el conocimiento específico sino en aquellas cualidades necesarias para ejecutarla. Se parte de la idea de que las cualidades personales tienen cierta permanencia en el tiempo y que a través de ellas se puede medir la capacidad de adaptación al traba-jo y su buena ejecución. En razón de lo anterior, la evaluación no va dirigi-da necesariamente al conocimiento sino a las actitudes, aptitudes y ca-racterísticas de las personas, aspec-tos indispensables para la adecuada aplicación de ese conocimiento, y para cuya medición se recurre a las pruebas psicométricas.
En este sentido, dado que el modelo de selección que se aplica en la DGSC integra y combina las perspectivas y ventajas de ambos modelos, resulta necesario que el producto de la presente investiga-ción sea de utilidad para este mode-lo mixto y, por lo consiguiente, sumi-nistre la información necesaria y suficiente para poder determinar, escoger y aplicar los instrumentos propios del Modelo Predictivo: eva-luación psicométrica (de aptitudes, actitudes, personalidad, valores), sin que limite la posibilidad de utilizar el Modelo de Rendimiento, al tomar eventualmente en consideración la valoración de la formación académi-ca, de la experiencia y la capacita-ción de los concursantes e, incluso, la evaluación de conocimientos es-pecíficos, mediante los cuales, en conjunto, se puedan valorar las competencias conductuales y de otro tipo que se establezcan para ingre-sar al RSC.
Modelo básico de empleo
Aunque el modelo básico de empleo público que se toma de refe-rencia para el desarrollo del presente perfil se asemeja más al de “puestos de trabajo”, incluye a la vez un matiz propio del modelo de “carrera”, en el tanto concibe al candidato que in-gresa al Régimen como un funciona-rio con la posibilidad e intencionali-dad de hacer carrera administrativa dentro del mismo. Al respecto, se presenta la disyuntiva de que el pro-ceso de selección considere exclusi-vamente las necesidades del puesto o las exigencias más globales de la organización, para lo que se hace necesario reflexionar acerca de que cualquier puesto de trabajo no existe aislado, sino que forma parte de la red de cargos que integran la orga-nización y como tal, su existencia se justifica no sólo en función de las responsabilidades específicas que lleva a cabo, sino también por el cumplimiento de los intereses gene-rales de la organización.
En este sentido, debe tenerse presente que los funcionarios públi-cos son quienes hacen o no posible la satisfacción adecuada de las ne-cesidades particulares de los usua-rios, el cumplimiento de las exigen-cias específicas de cada puesto de trabajo, a la vez que son también quienes realizan la misión, visión y los objetivos generales de la organi-zación. Prosiguiendo con esa línea de pensamiento, cabe recordar que entre los principios fundamentales del RSC se encuentra el de la carre-ra administrativa, o de carrera do-cente, según se esté hablando del Título Primero o del Segundo-,12 por lo que resulta conveniente y necesa-rio orientar el proceso de selección hacia la evaluación de una idoneidad general o satisfacción de un perfil básico que deba cumplirse, como mínimo, para laborar como funciona-rio público en el RSC.
Enfatizando, es en esta rela-ción simbiótica, que aporta benefi-cios recíprocos y en la medida en que sea duradera y productiva, que se espera que los candidatos a pro-ponerse producto de la aplicación del perfil propuesto, puedan desarro-llar una carrera administrativa exito-sa para el bien de la organización y el suyo propio. Esta perspectiva, al ser más funcional y práctica, presen-ta la ventaja adicional de contribuir a la atención más eficiente y eficaz de las crecientes demandas del sistema de gestión del talento humano en el RSC.
El enfoque por competencias
Se puede afirmar que el con-cepto de competencia es producto
del desarrollo histórico de la Psico-logía del Trabajo, disciplina que al estar orientada al estudio psicológico de la actividad laboral y su estructu-ra, ha generado como resultado de su evolución metodologías, concep-tos y teorías mediante las que pre-tende explicar el complejo fenómeno del trabajo en las sociedades mo-dernas. Consecuentemente, el apor-te del enfoque por competencias ha producido un cambio en la Gestión de los Recursos Humanos, específi-camente en los procesos de reclu-tamiento y selección, al pasar del énfasis que anteriormente se le daba a las tareas del puesto de trabajo, a un enfoque orientado hacia el ser humano, hacia las competencias personales, en razón de que éstas contribuyen a garantizar un mejor pronóstico personal dentro del con-texto global de la organización.
Este enfoque, al integrar los aspectos estructurales de la perso-nalidad de los individuos (construc-tos psicológicos) con los funcionales (su aplicación en el contexto laboral), ha hecho que actualmente ya no se busquen cualidades aisladas sino conjuntos de comportamientos que distinguen un desempeño excepcio-nal de los trabajos. Al respecto, hay tratadistas que sostienen que tal viraje se dio a partir de un artículo de David McCleland publicado por The American Psychologist, en 1973, donde se menciona que algunos:
“Estudios constatan la vincu-lación existente entre el éxito laboral (resultado obtenido por las personas en el trabajo) y la práctica reiterada de una serie de comportamientos observa-bles en el contexto de su acti-vidad productiva. La explora-ción e identificación de estos comportamientos, así como su análisis, por medio de ciertas técnicas los relacionan con la posesión de determinadas cualidades o características personales. Un descubrimien-to trascendente será que tales cualidades van más allá de los conocimientos técnicos espe-cializados que se habían con-siderado tradicionalmente co-mo determinantes de la cualificación profesional para adentrarse en motivos, rasgos de carácter, conceptos de uno mismo, actitudes o valores, destrezas y capacidades cog-noscitivas o de conducta.” (Longo, 2002: 42-43).13
McClelland, durante las inves-tigaciones que realizó en la década de los setentas logra determinar que para predecir con mayor precisión el rendimiento de los trabajadores, era necesario estudiar directamente a las personas en el trabajo, contras-tando las características de aquellas que son particularmente exitosas, con las de quienes alcanzan apenas el promedio. Se observa entonces que desde el inicio, las competen-cias aparecen vinculadas a una for-ma de evaluar lo que realmente cau-
sa un rendimiento sobresaliente en el trabajo y no la simple evaluación de factores que describen las carac-terísticas de una persona, es decir, su pretensión es establecer o definir aquello que permita pronosticar un mejor desempeño de los trabajos.
Por su parte, Lyle y Signe Spencer desarrollan un concepto de competencia, definiéndola como una característica subyacente al indivi-duo que está causalmente relacio-nada con un estándar de efectividad y/o a una performance superior en el trabajo o situación. Esta concepción, aunque apunta hacia aspectos pro-fundos de la personalidad, al señalar la relación causal existente, permite pronosticar el comportamiento en una extensa pluralidad de contextos y escenarios laborales, en virtud de que origina o predice el comporta-miento, así como el desempeño, según un estándar de efectividad. Para ellos, en tanto la competencia vaticina quién ejecuta o realiza algo adecuada o escasamente, partiendo de un criterio general establecido, concluyen que las competencias son “formas de comportamiento o de pensar que se generalizan en dife-rentes escenarios y su permanen-cia se da por un largo período de tiempo”.14
A partir de esta conceptualiza-ción, se extraen y tipifican cincos competencias, a saber:
Spencer y Spencer, citados por Alles, M (2002), complementan la tipificación de las competencias con el Modelo del Iceberg, de forma que gráficamente dividen las compe-tencias en dos grupos. En el prime-ro, ubican las competencias fácil-mente detectables y susceptibles de ser desarrolladas, éstas son conoci-das como competencias de punto inicial, las que aluden a las carac-terísticas esenciales, conocimientos, habilidades básicas que todas las personas requieren para desempe-ñarse bien o a un nivel mínimo; es-
tando el segundo constituido por las competencias menos fáciles de ser detectadas y desarrolladas, las que reciben la denominación de compe-tencias diferenciales, distinguen a las personas de nivel superior y por consiguiente, van más hacia allá de lo común permitiendo un mayor nivel de exigencia personal. Tales compe-tencias le permiten a la persona visualizar mayores logros e, inclusi-ve, anticiparse a las necesidades, tanto de la empresa como de los clientes (visión futurista).
Posteriormente, otros especia-listas en el campo de las competen-cias, como es el caso de R. E. Boyatzis y Levy Leboyer15 llegaron a conclusiones interesantes relativas a que es factible establecer una serie de características personales rela-cionadas con el desempeño excep-cional en el contexto laboral, las que, en la medida que sean determina-das, permitirán encauzar los proce-sos de selección, capacitación y formación del personal, en procura de su desarrollo y consolidación, para beneficio de los trabajadores y la propia organización.
Por otra parte, a nivel latinoa-mericano, cabe citar los aportes brindados por Martha Alles, quien ha desarrollado guías para la elabora-ción de diccionarios de competen-cias para distintos tipos de organiza-ciones; en este sentido su obra “Gestión por Competencias. El Dic-cionario.”16 se convierte en un aporte de gran utilidad práctica y de aplica-ción concreta a los modelos por competencias que se orienta o ali-nean, no sólo con los objetivos orga-nizacionales, sino además con el desarrollo individual de las personas.
Como se puede entrever, en relación con el concepto “compe-tencia” se han elaborado múltiples y variadas definiciones, de las cuales, para los propósitos del pre-sente trabajo, cabe mencionar las siguientes:
“Las competencias son reper-torios de comportamientos que algunas personas domi-nan mejor que otras, lo que las hace eficaces en una si-tuación determinada (Leboyer, 1997). Según esta autora, las competencias son observa-bles en la realidad del trabajo, e igualmente en situaciones de test, y ponen en práctica de manera integrada aptitudes, rasgos de personalidad y co-nocimientos. Por lo tanto, las considera un trazo de unión entre las características indivi-duales y las cualidades reque-ridas para llevar a cabo las misiones del puesto.”17
Para el autor Boyatzis, “las competencias son características
subyacentes a la persona, que están causalmente relacionadas con una actuación exitosa en el puesto de trabajo” (MailXMail, 2008).
Otras definiciones,18 describen la competencia
“…como una capacidad efec-tiva para llevar a cabo exito-samente una actividad laboral plenamente identificada. La competencia laboral no es una probabilidad de éxito en la ejecución del trabajo, es una capacidad real y demostrada”.
Según el Instituto Nacional de Empleo, INEM, de España,
“El concepto de competencia engloba no sólo las capacida-des requeridas para el ejerci-cio de una actividad profesio-nal, sino también un conjunto de comportamientos, facultad de análisis, toma de deci-siones, transmisión de infor-mación, etc., considerados necesarios para el pleno desempeño de la ocupa-ción”.19
Por su parte:
“… la OIT ha definido el con-cepto de "Competencia Profe-sional" como la idoneidad para realizar una tarea o desempe-ñar un puesto de trabajo efi-cazmente por poseer las cali-ficaciones requeridas para ello. En este caso, los concep-tos competencia y calificación, se asocian fuertemente dado que la calificación se conside-ra una capacidad adquirida para realizar un trabajo o desempeñar un puesto de tra-bajo” (Ídem, p. 4).
Otra definición que resulta in-teresante es la que ha generado la Provincia de Quebec:
“Una competencia es el con-junto de comportamientos so-cioafectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo ade-cuadamente un papel, una función, una actividad o una tarea”. (OIT- CINTERFOR, 2008: 4)
En Australia “la competencia se concibe como una compleja es-tructura de atributos necesarios para el desempeño de situaciones especí-ficas. Es una compleja combinación de atributos (conocimiento, actitu-des, valores y habilidades) y las tareas que se tienen que desempe-ñar en determinadas situaciones” (Idem. p. 4). En este documento se aclara además que “este, ha sido llamado un enfoque holístico en la medida en que integra y relaciona atributos y tareas, permite que ocu-rran varias acciones intencionales
simultáneamente y toma en cuenta el contexto y la cultura del lugar de trabajo. Nos permite incorporar la ética y los valores como elementos del desempeño competente” (Ídem. p. 4).
Al respecto, esta definición por su concepción integral, conviene tenerla presente para los efectos de la presente investigación, en la me-dida que la determinación del Perfil de Competencias Generales del funcionario público que labora para el RSC debe integrar, además de los aspectos característicos propios del rol esencial de todo servidor público, aquellos otros relativos a la cuestión ética, al contexto y la cultu-ra, particulares de la función pública costarricense.
Desde ese punto de vista, el autor Pissinati define competencia como “la capacidad de movilizar, articular y poner en acción valores, conocimientos y habilidades necesa-rios para el desempeño eficiente y eficaz de actividades requeridas por la naturaleza del trabajo”. 20
Por su parte, José Guadalupe Vargas (2008:5)21 al realizar un aná-lisis desde una perspectiva psi-cológica de variadas definiciones del término “competencia”, destaca que en términos generales las competencias:
22 Zayas Agüero, P. (1997) “Las competen-cias como principal manifestación de la in-terrelación hombre-trabajo. Organización www.monografías.com p. 7.
23. Cooper, D., Robertson, I. y Tinline, G. (2003:25). “Reclutamiento y Selección, marco de actuación para obtener el éxito”. Thomson Editores, España.
Resumiendo, como lo indica-ran Cowling. A y James, P, citados por Pedro Manuel Zayas Agüero, “las competencias abarcan motivos, rasgos, conceptos de sí mismo, co-nocimientos y capacidades cognos-citivas y conductuales…de allí que las competencias constituyen reque-rimientos humanos valorados en la relación hombre-trabajo”.22 En otras palabras, se puede apreciar que el concepto “competencia”, retoma dialécticamente las características particulares del trabajo con las de su ejecutante, aspecto psicológico de la actividad, en el que a su vez, se integra lo cognitivo con lo afectivo.
No obstante el enfoque de carácter científico que se le ha dado
a tal concepto, la pretensión de que es factible identificar y medir las competencias para los empleos no está exenta de dificultades y dudas, pues como se señala en la obra Reclutamiento y Selección, marco de actuación para obtener el éxito:23
“Muchos autores escriben so-bre las competencias de forma muy natural, pues afirman que éstas están relacionadas con el comportamiento, hasta el punto de que, en ocasiones, definen las competencias co-mo dimensiones de un com-portamiento abierto. Sin em-bargo, basta echar un vistazo a las listas de competencias citadas, para darse cuenta de que no son comportamientos. El comportamiento tiene que definirse de forma inequívoca y, además, debe ser observa-ble. Frente a esto, la mayoría de las competencias que se utilizan habitualmente no son suficientemente específicas y, por tanto, no pueden clasifi-carse como comportamien-tos.” Incluso, las dificultades y dudas aludidas pueden rela-cionarse hasta con el concep-to mismo de competencia, en el tanto, como se menciona en la obra citada “…los autores más concienzudos que escri-ben sobre las competencias parecen no estar seguros so-bre si se están enfrentado a comportamientos, predisposi-ciones a comportarse de un modo concreto, capacidades, conocimientos o una combi-nación de muchos de estos conceptos” (Ídem, pp. 25-26).
A pesar de esos obstáculos, la realidad es que el concepto de com-petencia ha venido a satisfacer una gran necesidad en la Administración de los Recursos Humanos, al facilitar la vinculación de las diferencias per-sonales, específicamente en sus dimensiones psicológicas, con las necesidades de la organización, permitiendo de esta manera deter-minar los comportamientos indivi-duales que se estiman exitosos dentro del contexto laboral. Esto da como resultado que los procesos de reclutamiento y selección puedan enfocarse ahora, de manera más efectiva, hacia la valoración de com-portamientos específicos deseables en la realidad cotidiana del trabajo dentro del contexto particular de la organización y no a la evaluación de constructos abstractos en las perso-nas. Es por esto que “la concepción dialéctica de las competencias debe reflejar las propiedades básicas de la actividad al integrar las característi-cas del trabajo y las del ser humano en un todo, destacando el carácter activo y transformador del sujeto.” (Zayas Aguero, 2005:7).
En razón de lo expuesto se-guidamente se señalan algunos de los requerimientos que en términos generales debe reunir el enfoque por competencias:
“...Un buen perfil, especial-mente en su papel orientador del reclutamiento y selección, debe estar formado por pocas competencias, y todas ellas consideradas clave para un desempeño de éxito... con ga-rantías razonables de éxito, diseñar procesos de incorpo-ración eficaces a unos costes razonables y disponer de un conjunto de predictores con al-ta probabilidad de aproximar-se a la idoneidad persegui-da...” (Longo, 2002,124).
Procede indicar que en térmi-nos generales, dentro del enfoque por competencias se destacan dos perspectivas: una que se inclina más hacia la elaboración y utilización de competencias de tipo genérico, y otra hacia el establecimiento de competencias específicas. En nues-tro caso, para efectos de la determi-nación del Perfil de Competencias del Funcionario Público que labora para el RSC, se adopta el enfoque de competencias genéricas, en razón de que con la implantación del Modelo de Reclutamiento y Selec-ción aprobado, lo que se propone es primaria y principalmente evaluar la idoneidad general para el ingreso al Régimen, sin dejar por fuera la posi-bilidad de que, en caso que alguna institución estime necesario com-plementar esta valoración, la Oficina de Recursos Humanos, ORH, res-pectiva determine los aspectos es-pecíficos que se requieran tomar en consideración para la evaluación específica posterior. Debido a ello es que el perfil producto de esta inves-tigación se vincula con la concepción o paradigma donde el énfasis no se coloca exclusivamente en los pues-tos de trabajo con sus particularida-des, sino también en las competen-cias laborales personales, generales, que al ponerse en acción contribu-yan a garantizan un mejor desempe-ño personal y la eficacia de la orga-nización. Sobre el particular, cabe traer a colación que:
“Los diferentes puestos de trabajo y familias de puestos de trabajo requieren, eviden-temente, combinaciones dis-tintas de competencias, y cualquier empresa, por senci-lla que sea, necesitará una amplia variedad de competen-cias distintas. Con todo, es posible identificar un conjunto de competencias que sean universalmente aplicable, del mismo modo que podemos utilizar dimensiones de los Cinco Grandes (se refieren a las cinco grandes dimensiones mediante las que se puede definir la estructura de la per-sonalidad) como marco de ac-tuación para establecer las di-ferencias en cuanto a personalidad. Cualquier con-junto genérico de competen-cias de este tipo tendrá un atractivo y un valor evidentes.” (Cooper, Robertson y otros, 2005: 24).
24. Del Estatuto de Servicio Civil.
En consecuencia, ante la dis-yuntiva que se presenta relacionada con el interrogante de hacia dónde orientar el proceso de selección, si a solventar las necesidades exclusivas del puesto de trabajo o las exigen-cias más globales de la organiza-ción, fue necesario considerar varios aspectos para tomar la decisión adecuada. En ese sentido, como ya se indicó, debe tenerse presente el hecho de que cualquier puesto de trabajo no existe aislado, sino que forma parte de la red de cargos que integran la organización y como tal, su existencia se justifica no sólo en función de las necesidades específi-cas que satisface, sino también por el cumplimiento de los intereses generales de la organización. Se deduce de allí que el potencial humano, los ocupantes de los pues-tos, son los que hacen o no posible la satisfacción adecuada de las ne-
cesidades particulares de los usua-rios, el cumplimiento de las exigen-cias específicas de cada puesto de trabajo y, a la vez, la realización de la misión, visión y los objetivos gene-rales de la organización.
Además, es necesario tomar en cuenta que tal perspectiva coinci-de con las nuevas concepciones sobre el trabajo, las que promueven la polifuncionalidad en los colabora-dores dentro de sus particulares ámbitos de trabajo, la movilidad hori-zontal y vertical de los trabajadores, así como con la tendencia actual de establecer organizaciones con es-tructuras más planas. Coincidente con ello, es oportuno recordar que uno de los principios fundamentales del RSC es el de la carrera adminis-trativa o de la carrera docente, según se refiera al Título Primero o Segundo,24 motivos todos que argu-mentan y hacen conveniente orientar el proceso de selección hacia la evaluación y satisfacción de una “idoneidad general” o perfil básico que deba cumplirse como mínimo, para laborar como funcionario públi-co en este Régimen.
Se deduce de lo expuesto que el dilema de “un candidato para un puesto o un candidato para la orga-nización” se resuelve con claridad a favor de ésta, ya que resulta funda-mental que la persona disponga de un conjunto de competencias indis-pensables para desenvolverse ade-cuadamente en las diferentes situa-ciones laborales propias de las instituciones públicas del país. Al respecto, sostener una vi-sión estática y reducida que olvide el dinamismo de la administración pública, la constante evolución de los puestos de trabajo producto de los cambios frecuentes que se dan en las tareas, del impacto de las nuevas tecnologías y de los ajustes organizativos que se realizan a lo interno de las estructuras de las instituciones, del incremento de la formación académica y de la capaci-tación que experimentan los mismos funcionarios públicos, no sería con-gruente con la realidad imperante en la sociedad costarricense del siglo XXI.
Adicionalmente, determinar competencias laborales de tipo genérico tiene la ventaja de ser una opción pragmática, útil e integrativa para los intereses del RSC, puesto que concilia las distintas necesida-des de las instituciones cubiertas por dicho Régimen y las de la DGSC. Brinda por un lado la opción de satis-facer las necesidades de personal de las instituciones, al permitir sumi-nistrarles los candidatos que cum-plan con el perfil de ingreso del fun-cionario público, sin desconocer que en caso de necesitar funcionarios con otras características no conside-radas previamente en este perfil, las ORH podrán acceder adicionalmente a la posibilidad de la evaluación es-pecífica. Por otro, para la DGSC, presenta la ventaja de poder enfocar el proceso de selección hacia la búsqueda de candidatos que reúnan un único perfil, sin dispersar esfuer-zos y recursos en la consecución de distinciones innecesarias y poco útiles.
En virtud de lo expuesto, se observa que el éxito de una organi-zación depende de la calidad de sus trabajadores, del entusiasmo que éstos experimenten en el desempe-ño de sus puestos y en la forma en que se integren productivamente a sus entornos; es decir el éxito con que un funcionario pueda desempe-ñarse en un cargo se vincula en gran parte con la forma en que se armo-nicen las exigencias del puesto y de la organización con las característi-cas personales, idoneidad de su ocupante, colaborador o socio. En consecuencia, para el RSC resulta de gran provecho aumentar la posi-bilidad de que ingresen funcionarios públicos idóneos que contribuyan al desarrollo institucional y a la satis-facción de sus usuarios, mediante la aplicación de un proceso de admi-sión de personas efectivo. Se des-prende entonces que la determina-ción del Perfil de Competencias Generales del Funcionario Público que labora en el RSC ofrece el in-sumo que hará posible orientar los procesos de Reclutamiento y Selec-ción del Potencial Humano a la consecución del capital humano adecuado.
Esto concuerda con el hecho de que la tendencia actual va más allá de buscar trabajadores que cumplan con sus funciones y res-ponsabilidades y, es allí donde el enfoque por competencias brinda la posibilidad, entre otras, de detectar y seleccionar aquellos candidatos que puedan y quieran comprometerse con su trabajo, que aspiren y posean el potencial para brindar un aporte adicional a la sola realización de sus funciones y, por lo tanto, estén en capacidad de contribuir, en mayor grado, al desarrollo de la organiza-ción que los contrate. Se vislumbra, entonces por qué al determinarse los objetivos del presente se pretende contribuir a la búsqueda de funciona-rios que puedan integrarse producti-va y positivamente en la administra-ción pública y no sólo candidatos potencialmente idóneos para deter-minados puestos de trabajo.
Antecedentes del perfil
de competencias generales
del funcionario público
del Régimen de Servicio Civil
En el 2005 la Unidad de Inves-tigación y Desarrollo del Área de Reclutamiento y Selección de la DGSC, mediante Informe PDP-03-2005 de abril del 2005, titulado “Nuevas alternativas de concursos: Prueba de Proceso de Selección con Grupo Ocupacional e Inscripción”, describió los pasos que debían se-guirse para realizar un proceso se-lectivo mediante la implementación de un Grupo Ocupacional General, GOG, entendido éste como la agru-pación de clases por especialidades en función de una base de selección común, iguales predictores, donde la pretensión posterior era agrupar a los oferentes por área laboral es-pecífica, por ejemplo Ciencias Socia-les, Ciencias Exactas, Ciencias de la Salud, entre otras y, subsiguiente-mente proceder con la ubicación por clase de puesto y especialidad, según correspondiese. En ese mis-mo año se gestionó el Concurso Externo NO-03-05, el que atendería a esta modalidad.
A partir de este GOG se vis-lumbraron una serie de competen-cias incipientes que se consideró, debían formar parte del repertorio de características que estuviesen pre-sentes en toda persona que formara parte de los Registros de Elegibles, con los que solventarían las peticio-nes de personal formuladas por las ORH (véase Apéndice No. 1, Perfil general de competencias del funcio-nario del RSC). Para tales efectos se estableció una Base de Selección- predictores-, constituida por una batería de tres pruebas, a saber, de personalidad, valores e inteligencia, con sus respectivas ponderaciones, a ser utilizada en el proceso de eva-luación de los oferentes.
En esta ocasión, la selección se desarrollaría bajo la premisa refe-rente a la existencia de elementos constitutivos asociados a las áreas antes indicadas, que servían de refe-rencia para desempeñarse en pues-tos cubiertos por el RSC y, en este sentido, considerar las característi-cas que en general deben estar pre-sentes en todo funcionario público, además de garantizar que el princi-pio de igualdad de oportunidades se mantuviese presente. Los otros as-pectos asociados a lo que podría considerarse como competencias técnicas, se pretendió rescatar a partir de los conocimientos adquiri-dos producto de la educación formal, así como del proceso de inducción que, posterior a la contratación, se debe dar a los funcionarios, y con lo que se le permitiera a éste una ade-cuada incorporación a las condicio-nes organizacionales de la institu-ción contratante.
La visión contenida en ese perfil era la concebida a partir de una visión del Ser más que del Hacer, dado que los aspectos observados con el desempeño exitoso de un funcionario, no se relacionan direc-tamente con la ejecución de la tarea, sino por el contrario, se focalizan en las aptitudes asumidas por el funcio-nario para la atención de las necesi-dades de los usuarios, tanto internos como externos de la organización.
Esta primera aproximación a un perfil general de competencias, partió de la experiencia adquirida, durante más de quince años, de los profesionales en Psicología que intervinieron en la determinación de ese perfil. Asimismo, la medición de los resultados de la implementación de éste, se visualizaba en términos de establecer una muestra de fun-cionarios seleccionados de los Re-gistros de Elegibles, producto de la implementación del GOG, contrata-dos en distintas instituciones. Lo señalado permitiría consultar poste-riormente acerca del desempeño e incorporación de los funcionarios a las unidades administrativas respec-tivas y, analizar esta información con relación a variables asociadas a la escolaridad, centro de estudio donde se formó el funcionario, institución donde se contrató, tipo de actividad desempeñada, proceso de inducción y evaluación del desempeño, ello con la finalidad de evidenciar si la Base de Selección respondía a las características delimitadas en el perfil. Este proceso de medición, a la fecha, se encuentra pendiente de realizar.
La medición de las competencias
Para la evaluación de las competencias resulta conveniente que estén debidamente descritas y operacionalizadas, es decir, delimi-tadas a partir de comportamientos o conductas observables. Por lo tanto, partiendo de lo planteado por Martha Alles en su obra “Gestión por Com-petencias”, como requisito importan-te se debe considerar que:
Marco metodológico
Enfoque de la investigación
El enfoque de la presente investigación es racionalista-deductivo, en el tanto el producto resultante, Perfil de Competencias Generales del Funcionario Público del Régimen de Servicio Civil, se obtendrá principalmente haciendo uso de procesos de razonamiento (intelectuales) mediante los que se analice la teoría que al respecto se haya emitido, las características generales del amplio contexto labo-ral del Régimen, así como las res-ponsabilidades básicas y fundamen-tales de todo cargo público. El análisis deductivo correspondiente abarcará no sólo esta teoría, sino además las características del con-texto en el que laboran los funciona-rios públicos, entorno en el que se desenvolverán y deberán ajustarse los candidatos escogidos, luego de la respectiva valoración propia del proceso de reclutamiento y selección.
Este análisis, al partir de con-ceptos, situaciones y recomendacio-nes teóricas amplias y globales, permitirá lograr como producto es-pecífico (se particularizará) en la determinación de las competencias laborales generales que requiere poseer todo funcionario público para poder desempeñarse con idoneidad en el Régimen. De allí que la vía de acceso al objeto de estudio, así como los mecanismos que se utili-cen para la producción y validación del conocimiento a obtenerse, estará dada principalmente por la razón.
Tipo de investigación
Consecuente con este enfo-que, la investigación que aquí se presenta es de tipo descriptiva-cualitativa, en el tanto se parte de una cierta realidad que resulta insu-ficientemente conocida, ¿Qué com-petencias generales requiere poseer todo funcionario público para que pueda desempeñarse de manera sobresaliente?, y al mismo tiempo relevante e interesante de ser apre-hendida. El desarrollo del carácter descriptivo de esta investigación se adecua con el objeto en estudio, en el tanto permite determinar y preci-sar las competencias generales me-diante las que se establezca el Perfil de Competencias Generales del Funcionario Público para su ingreso al RSC. Para su obtención se pro-cedió a la revisión de bibliografía especializada, seguida por la elabo-ración de definiciones que identifi-quen los elementos previamente seleccionados.
Por otra parte, la investigación es de tipo contrastativa porque, si bien parte de la delimitación concep-tual de las competencias, éstas se someterán a la validación por medio del método de criterios de expertos, con lo que se compararán las com-petencias previamente delimitadas con la información proporcionada por éstos. No obstante, se aclara, los alcances del presente trabajo se limitan, momentáneamente a la construcción del perfil.
Se desprende de lo expuesto que la investigación es principalmen-te de tipo cualitativo, en el tanto se orienta en esencia al establecimiento de los atributos o cualidades que identifican al funcionario público, sin recurrir a procedimientos matemáti-cos y estadísticos complejos que justifiquen los resultados obtenidos.
Es importante enfatizar en el hecho de que el producto resultante de la presente investigación se cons-tituye en uno de los principales in-sumos del Modelo de Reclutamiento y Selección que se aplica en la DGSC, modelo que se articula en un proceso que, como un todo, debe sustentarse en el Método Científico, por lo que tiene que reunir las carac-terísticas de objetividad, validez y confiabilidad requeridas, además de ser estandarizado. Tales condicio-nes, aunque no son inherentes al proceso de selección en sí, son ca-racterísticas deseables que se le adjudican o poseen los instrumentos, los criterios de selección y predicto-res que en él se utilizan, entre ellos, el Perfil de Competencias Generales que oriente este proceso selectivo.
En consecuencia, resultado de su aplicación, se pretende suminis-trar candidatos idóneos, con un ma-yor pronóstico de éxito, que sean enviados en nómina para satisfacer las plazas vacantes que se presen-ten en las distintas instituciones cu-biertas por el RSC. Esta combina-ción de instrumentos y predictores ofrece la ventaja de contar con un proceso de Reclutamiento y Selec-ción que se adecua y satisface los requerimientos del método científico, al permitir eventualmente investigar y evaluar su confiabilidad y validez, al correlacionar los resultados obte-nidos en las pruebas con el desem-peño real que muestren los funciona-rios escogidos in sito.
El perfil de competencias
propuesto
Características
Luego de haber detallado el marco de referencia que encausa la presente investigación, procede aho-ra especificar las características y competencias indispensables que debe poseer el funcionario público del RSC, de manera que producto de su utilización en los concursos que tramita esta Dirección General, permita identificar en los participan-tes la posesión de estas característi-cas, a efecto de comprobar su “ido-neidad general” para el desempeño de los cargos, ya sean éstos propios del Título I o del Título II.
A continuación se detallan las principales consideraciones que caracterizan el Perfil de Competen-cias Generales que se presenta en este trabajo:
Las competencias generales
del funcionario público
del Régimen de Servicio Civil
Las competencias que se indi-can, constituyen una serie de carac-terísticas personales deseables en los funcionarios públicos que laboran para el RSC. Son características claves que distinguen al funcionario público con un desempeño superior. Aseguran una cierta manera de cumplir con las responsabilidades laborales e institucionales, de reali-zar las funciones con excelencia, de reafirmar el cumplimiento de su fun-ción primordial de servidor público de manera sobresaliente, de asegu-rar el desenvolvimiento y ajuste a sus distintos contextos de manera productiva y exitosa. Por tal motivo, se configuran en un conjunto de características-tipo o referenciales, parámetros, de gran utilidad, con las cuales comparar y orientar los pro-cesos relacionados con la admisión de personas, la formación y la capa-citación de los funcionarios.
Consecuentemente, el funcio-nario público que trabaje para el RSC debe desempeñarse de mane-ra sobresaliente, con idoneidad, según las cinco dimensiones que a continuación se delimitan:
TABLA No. 1
RESUMEN DE LAS DIMENSIONES Y LAS COMPETENCIAS
DEL PERFIL DE COMPETENCIAS GENERALES
DEL FUNCIONARIO PÚBLICO
Dimensiones |
Detalle de las competencias |
Organizativo-Institucional |
|
Interrelación y Servicio |
|
Motivacional y Ética |
|
Autorregulación |
|
Cognitiva |
|
Fuente: Elaboración propia. Aguilar, J. y Fonseca, E., 2010.
En cumplimiento de los reque-rimientos del modelo de competen-cias seguido, cada una de las com-petencias previamente establecidas (e indicadas en la columna de la derecha del cuadro anterior) se ca-racteriza mediante una definición que operacionaliza con mayor preci-sión el concepto en referencia (véa-se apartado Diccionario de Compe-tencias de este trabajo).
El perfil de competencias
generales del funcionario público
Diccionario de competencias
del Régimen de Servicio Civil
Una vez que fueron definidas cada una de las diecisiete compe-tencias generales, se procedió a establecer una valoración de la im-portancia relativa de cada una de ellas para el contexto del RSC, según criterio de experto de los auto-res y considerando además la biblio-grafía consultada para estos efectos. El perfil resultante se muestra a continuación en la tabla No. 2.
TABLA No. 2
PERFIL DE COMPETENCIAS GENERALES DEL FUNCIONARIO PÚBLICO
Competencia |
Muy bajo |
Bajo |
Medio |
Alto |
Muy alto |
Compromiso organizacional |
|
|
|
|
X |
Esmero/Escrupulosidad |
|
|
|
|
X |
Organización/Orden |
|
|
|
X |
|
Orientación al cliente |
|
|
|
|
X |
Comunicación efectiva |
|
|
|
X |
|
Relaciones interpersonales |
|
|
|
X |
|
Trabajo en equipo |
|
|
|
|
X |
Proactividad |
|
|
|
X |
|
Integridad personal |
|
|
|
|
X |
Responsabilidad |
|
|
|
X |
|
Autoaprendizaje |
|
|
|
X |
|
Trabajo bajo presión |
|
|
|
x |
|
Adaptabilidad/Flexibilidad |
|
|
|
X |
|
Resolución de problemas/Negociación |
|
|
|
x |
|
Pensamiento conceptual |
|
|
x |
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|
Pensamiento funcional |
|
|
X |
|
|
Pensamiento operativo |
|
|
x |
|
|
Fuente: Elaboración propia. Aguilar, J. y Fonseca, E., 2010.
Seguidamente se presenta el diccionario de las competencias generales anteriormente indicadas, agrupadas de conformidad con las cinco dimensiones previamente es-tablecidas. Ver Tabla No. 3.
TABLA No. 3
PERFIL DE COMPETENCIAS GENERALES
DEL FUNCIONARIO PÚBLICO
DIMENSIONES-COMPETENCIAS-OPERACIONALIZACIÓN-COMPORTAMIENTOS
Dimensiones |
Competencia |
Operacionalización |
Organizativa-Institucional |
organizacional |
Capacidad para comprender y utilizar la dinámica que se genera a lo interno de las organizaciones y entre éstas y la ciudadanía, orientando su compor-tamiento en la dirección indicada por las necesida-des, prioridades, objetivos y estrategias de la organización. |
Escrupulosidad |
Disposición para asumir comportamientos y hábitos de trabajo responsables y eficaces que eviten o disminuyan razonablemente los posibles riesgos de errores, accidentes y de enfermedad profesional, tanto propios como de terceras personas. |
|
Orden |
Facultad para organizar de manera efectiva el traba-jo propio y de colaborar con el de los demás, esta-bleciendo las prioridades, los procedimientos correc-tos y cumpliendo con los plazos establecidos. |
|
Interrelación y Servicio |
cliente |
Disposición a colaborar, atender y resolver en la medida de lo posble, las necesidades y expectati-vas de los clientes, superiores y compañeros de trabajo, mediante el ejercicio efectivo del rol esencial de servidor público. |
efectiva |
Capacidad para expresar ideas, emociones y men-sajes en un lenguaje comprensble, así como com-probar su comprensión por parte del interlocutor. Implica establecer y mantener canales de comuni-cación efectivos con superiores, compañeros de trabajo y clientes de la organización. |
|
Continúa… |
||
…viene |
||
Dimensiones |
Competencia |
Operacionalización |
|
interpersonales |
Habilidad para generar y mantener contactos y relaciones de colaboración y coordinación con per-sonas diversas, tendentes a promover un ambiente de trabajo cordial y de respeto, así como la atención cortés de las necesidades y expectativas razonables de los usuarios. |
equipo |
Capacidad para trabajar efectiva y coordinadamente con superiores, compañeros de trabajo y clientes, con la finalidad de promover acuerdos que cuenten con el apoyo y aprobación de los involucrados y de alcanzar los objetivos de la organización. Implica la capacidad de renunciar a sus propios intereses e ideas a favor del objetivo del grupo, sin llegar a la sumisión irracional o servilismo. |
|
Motivacional y Ética |
|
Tendencia a emprender acciones, buscar y generar oportunidades que lleven al establecimiento de nuevas ideas y formas de hacer las cosas, en procu-ra de incorporar mejoras en la ejecución del trabajo y la gestión global de la organización. |
personal |
Habilidad de provocar un efecto positivo en los demás e influir en la cultura de la organización, mediante el ejercicio habitual de comportamientos coherentes con los valores de la institución, los principios éticos del funcionario público y su profesión. |
|
|
Propensión hacia el cumplimiento de los compromi-sos encomendados y asumidos, la aplicación de los procedimientos más ágiles y sencillos, a efecto de utilizar la cantidad de tiempo requerida, previa con-sideración de las consecuencias de las acciones a tomar. Incluye la tendencia a preocuparse por el trabajo bien hecho y la mejora constante de su propio rendimiento. |
|
|
Apertura a la búsqueda e incorporación de nuevos conocimientos y destrezas que favorezcan un mejor desempeño laboral y potencialicen el desarrollo personal y profesional. |
|
Continúa… |
||
|
||
…viene |
||
Dimensiones |
Competencia |
Operacionalización |
Autorregula-ción |
presión |
Capacidad para actuar con eficiencia en situaciones de presión, oposición y adversidad, insertándose de manera eficiente en contextos de trabajo con un alto nivel de dinamismo, exigencia y energía. Implica además, la capacidad de mantener la confianza y el control en sí mismo en situaciones estresantes que puedan provocar fuertes emociones. |
Flexibilidad |
Facilidad para desenvolverse con efectividad en un entorno cambiante, comprendiendo, asimilando y poniendo en práctica las variantes requeridas. Ca-pacidad de adaptación ante situaciones nuevas y de incertidumbre o en aquellas en que se planteen sugerencias y críticas personales o profesionales que requieran cambiar de criterio o manera de comportarse. |
|
problemas/ Negociación |
Facultad para resolver obstáculos laborales y dis-crepancias interpersonales, mediante la promoción de acuerdos y soluciones que cuenten con el apoyo y la aprobación de las personas involucradas. |
|
Cognitiva |
conceptual |
Habilidad tendente a identificar y encadenar la información que no está obviamente conectada y que debe ser considerada en situaciones interper-sonales y laborales que permitan respaldar las acciones futuras. |
funcional |
Capacidad para analizar y comprender las situacio-nes de trabajo, estableciendo relaciones de causali-dad y resolución de los problemas que se le presen-ten, separando sus partes constituyentes, meditando sobre ellas de forma lógica y sistemática para extraer las conclusiones del caso. |
|
operativo |
Aptitud para concretar las acciones, persistiendo en el logro de metas predefinidas, con el objetivo de mejorar constantemente los servicios y productos brindados a los clientes internos y externos de la organización. |
Fuente: Elaboración propia. Aguilar, J. y Fonseca, E., 2010.
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Otras referencias web
competencias_laborales_base_ mejora _empleabilidad_ personas.pdf
competencias_laborales_base_ mejora_empleabilidad_ personas.pdf
APÉNDICE No. 1
PERFIL GENERAL DE COMPETENCIAS DEL FUNCIONARIO
DEL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL
GRUPO OCUPACIONAL GENERAL, GOG
|
5 |
4 |
3 |
2 |
1 |
x |
Actividad |
X |
|
|
|
|
Inactividad |
Sociabilidad |
|
|
X |
|
|
Retraimiento |
Impulsividad |
|
|
X |
|
|
Autocontrol |
Reflexibilidad |
|
|
X |
|
|
Ejecutividad |
Responsabilidad |
X |
|
|
|
|
Irresponsabilidad |
Autoestima |
X |
|
|
|
|
Minusvalía |
Ansiedad |
|
|
|
X |
|
Tranquilidad |
Felicidad |
X |
|
|
|
|
Depresividad |
Obsesividad |
|
X |
|
|
|
Despreocupación |
Autonomía |
|
X |
|
|
|
Dependencia |
Culpa |
|
|
X |
|
|
Libre de culpa |
Agresividad |
|
|
X |
|
|
Medrosidad |
Asertividad |
|
X |
|
|
|
Sumisión |
Manipulación |
|
|
|
X |
|
Empatía |
Dogmatismo |
|
|
|
X |
|
Racionalidad |
Practicidad |
|
|
X |
|
|
Practicidad |
Orientación hacia Resultado |
X |
|
|
|
|
Orientación hacia Resultado |
Variedad |
|
|
X |
|
|
Variedad |
Decisión |
|
|
X |
|
|
Decisión |
Orden y Método |
|
|
X |
|
|
Orden y Método |
Metas |
|
X |
|
|
|
Metas |
Abstracción y comprensión de relaciones |
X |
|
|
|
|
Poca Abstracción y compren-sión de relaciones |
Fuente: Bejarano, R.; Fonseca, E. y Ramírez, S.
Modelos de gestión por
competencias: Una oportunidad
para la calidad en los servicios
María Gabriela Romero Valverde** públicos*
EL PRESENTE ESTUDIO EXPONE LA CONTRIBUCIÓN DE LOS MODELOS DE GESTIÓN POR COMPETENCIAS A LA CALIDAD EN LOS SERVICIOS PÚBLICOS, MEDIANTE EL ANÁLISIS DE LOS ENFOQUES, MODELOS TEÓRICOS Y EXPERIENCIAS DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS CUBIERTAS POR EL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL DE COSTA RICA.
PALABRAS CLAVES: RECURSOS HUMANOS; MODELOS; COMPETENCIAS; CALIDAD; SERVICIOS PÚBLICOS; SERVICIO CIVIL; COSTA RICA
Introducción
* Ganador de la Segunda Mención Honorífica al Premio ICAP a la Investi-gación en Administración Pública, 2010, otorgado en el marco de la celebración del XV Foro de la Función Pública de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, en San José, Costa Rica, el 14 de abril del 2010.
** Licenciada en Administración de Em-presas con énfasis en Contaduría Pública, Universidad Estatal a Distan-cia, UNED.
Recibido: 15 de enero del 2010.
Aceptado: 25 de junio del 2010.
Esta investigación pretende determinar si los modelos de gestión por competencias contribuyen con la calidad en los servicios públicos, ya que después de muchos años de trabajar en el ámbito del empleo
público y, desde la rectoría de éste, resulta pertinente cuestionarse el paradigma que históricamente ha permitido visualizar como criterios de éxito los atestados académicos y la experiencia laboral.
En relación con lo anterior, desde hace más de veinte años, existen teorías que subrayan compe-tencias que no sólo se orientan al cúmulo de conocimientos necesarios para desarrollar una función deter-minada, sino también al saber hacer esas funciones. Ello vincula los co-nocimientos con la práctica requeri-da para obtener los resultados espe-rados e involucrándose un tercer componente, relacionado con el querer hacer, lo que incluye todos aquellos condicionantes de tipo per-sonal, que permiten evidenciar que
verdaderamente la persona no sólo sabe, sino que también sabe hacer; pero que, además, quiere hacer lo que las organizaciones requieren.
Observando los postulados teóricos en materia de gestión por competencias, el presente estudio transita por tres ejes fundamentales, cuales son: a) el servicio público, b) la calidad en los servicios públicos y c) los modelos de competencia, en razón de determinar si la gestión por competencias contribuyen significati-vamente en la calidad en los servi-cios públicos que brindan las admi-nistraciones públicas. Ver Anexo No. 1.
Se analiza el tema de la ido-neidad, en función no sólo del ingre-so a un sistema de mérito, sino tam-bién visualizando esta idoneidad de forma permanente, o sea, no es suficiente que los funcionarios públi-cos demuestren que poseen las competencias necesarias para in-gresar a laborar, sino que deben demostrar que las poseen du-rante toda la vida laboral, circuns-tancia que supone el tema de la empleabilidad.
Por motivos prácticos, el estu-dio se circunscribe a la realidad im-perante en las instituciones cubiertas por el Régimen de Servicio Civil, RSC, de Costa Rica, destacándose la investigación realizada en el 2009 por el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, MIDEPLAN, y la Escuela de Estadís-tica de la Universidad de Costa Rica, UCR, en cuanto a los Resultados Generales de la “Percepción de la Calidad en los Servicios Públicos”. El análisis se enfoca en algunos aspec-tos relevantes para efectos del tema planteado.
En este sentido, el tema tam-bién es analizado desde los principa-les esfuerzos que, con ese fin, reali-za el “Plan de Acción Regional para el Fortalecimiento de los Servicios Civiles de Centroamérica y Repúbli-ca Dominicana” por medio del “Barómetro de la Profesionalización de los Servicios Civiles de Centro-américa y República Dominicana”.
Asimismo, se plasman los re-sultados del trabajo de campo reali-zado, el que permitió recopilar infor-mación importante relacionada con las acciones emprendidas por las instituciones públicas cubiertas por el RSC en cuanto a los modelos de competencia, de ahí que se presenta un resumen de resultados, en forma anexa a la investigación. Anexo 2, 3 y 4.
A partir de tales resultados, se determina necesario estudiar con mayor profundidad el caso del Re-gistro Nacional, institución pública cubierta por el RSC, que sobresale por su importante incursión en el campo de la gestión por compe-tencias y, por ende, su experien-cia se documenta en la presente investigación.
También, se realiza un análi-sis sobre el tema de la calidad, en función de las competencias que deben poseer y evidenciar los fun-cionarios públicos, y se presentan los principales referentes de trabajos
ejecutados por la DGSC, con el áni-mo de promover procesos de gestión orientados a la calidad en los servi-cios públicos en el RSC.
El estudio transcurre en los escenarios descritos y cuando se posee un panorama claro de esa relación intrínseca entre la calidad de los servicios públicos y las com-petencias de los funcionarios públi-cos, se realiza la tercera fase del trabajo de campo, la realización de entrevistas a consultores expertos del país en materia de gestión por competencias, con la finalidad de obtener su criterio en torno al tema objeto de estudio, Determinando que es necesario para la profesionaliza-ción del empleo público y el desarro-llo de las administraciones públicas, implantar modelos de gestión por competencias en las organizaciones. Se expone el papel preponderante que posee, en este tema, la DGSC y el establecimiento de parte de la misma, de un modelo de gestión por competencias general, que les per-mita a las instituciones, además de participar en su elaboración, apro-piarse del mismo, mediante la parti-cularización del modelo a la luz de las específicas características organizacionales.
Finalmente, se reflexiona so-bre la necesidad de compartir es-fuerzos en la región centroamerica-na con el propósito de obtener cada vez los mejores perfiles de funciona-rios públicos que puedan y quieran desempeñar en forma óptima sus cargos en las administraciones públicas y, consecuentemente, con-tribuyan con la calidad en los servi-cios que ofrecen.
Antecedentes
En su obra “Mérito y flexibili-dad. La gestión de las personas en las organizaciones del sector públi-co”, Francisco Longo señala:
“Es más importante conocer los temperamentos y carac-terísticas de las personas que los de las hierbas y las pie-dras. Esta es una de las co-sas más sutiles de la vida: los metales se conocen por el so-nido y las personas por lo que dicen. Las palabras demues-tran la rectitud, pero los hechos mucho más aún. Se necesitan, en grado sumo, re-flexión, observación y capaci-dad crítica”. (Gracián, B. Cita-da por Longo, 2004, p. 15)
Gran aseveración para los que, trabajando en el ámbito del empleo público, coincidimos con esa convicción crucial del factor humano señalada por Longo, como clave para los éxitos y fracasos de los gobiernos y las organizacionales del sector público, aspecto sobre el que los Servicios Civiles poseen una gran responsabilidad.
Ante ello, es claro el esfuerzo de los gobiernos y organizaciones del sector público por encontrar el talento de los candidatos que pre-tenden ocupar un cargo público en sus administraciones, porque es precisamente a través de ellos que se hace posible la transferencia de servicio público, desde el aparato estatal hasta el usuario. En conse-cuencia, resulta muy importante orientar acciones que permitan el desarrollo de las competencias y procuren su fortalecimiento durante toda la vida laboral, lo que es un asunto que tiene que ver con todos los demás subsistemas o componen-tes de la gestión del talento humano.
Por tal razón, el presente es-tudio expone el análisis de los enfo-ques de competencias como una oportunidad para la calidad en los servicios públicos. Por motivos prácticos, el estudio se circunscribe a la realidad imperante en las institu-ciones cubiertas por el RSC de Cos-ta Rica, aplicando diversos instru-mentos a los encargados de las Oficinas de Recursos Humanos, ORH de las instituciones de este ámbito, así como a otros expertos en el tema.
Se consideran determinantes las prácticas que, en materia de calidad, adoptan cada vez con ma-yor frecuencia las administraciones públicas, tanto de Costa Rica como del resto de países de la región; circunstancia que ubica al tema en un campo protagónico en la orienta-ción de las políticas públicas de es-tas naciones.
Desafortunadamente, tal como señala Longo (2004) “En este mo-mento histórico, el mérito tiene bien poco que ver con la capacidad inter-na del Estado y sus organizaciones para producir resultados de calidad. La eficacia y la eficiencia no forman parte del modelo weberiano de Ad-ministración Pública”. Lo indicado devela la crisis del modelo burocráti-co del último tercio del siglo pasado, generándose críticas desde el cam-po económico y de otras áreas en cuanto a la capacidad de los gobier-nos para ejercer adecuadamente su rol, sin que a este escenario resulte ajeno el tema del empleo público. Al respecto, Longo establece que:
“Los arreglos institucionales de gestión del empleo público necesitaron garantizar tres nuevas finalidades: a) la ido-neidad, es decir, la incorpora-ción de los mejores para hacer cada cosa; b) el desarrollo, es decir, mecanismos e incenti-vos necesarios para estimular y compensar a quienes apren-den, mejoran, crecen profe-sionalmente; y c) el rendimien-to, es decir la contribución medida en términos de efica-cia, eficiencia y calidad del trabajo.” (Longo, 2008).
Es importante resaltar el rol trascendente del talento humano en las organizaciones, como factor in-herente al logro de la calidad del servicio público, por lo que es opor-tuno hacer referencia al Informe de Resultados Generales “Percepción de la Calidad en los Servicios Públi-cos”,1
En el estudio se aborda el te-ma de la percepción de la calidad de algunos servicios públicos, puntua-lizándose aspectos intrínsecos al desempeño de los funcionarios públicos.
En tal sentido, la mejora de la gestión pública y el fortalecimiento de las instituciones públicas como medios para la satisfacción de las necesidades de la ciudadanía, for-man parte del Eje de Reforma Insti-tucional del Plan Nacional de Desa-rrollo (PND 2006-2010), con la definición de una mejora en áreas críticas de servicio a la ciudadanía y a la actividad económica del país a cargo de dependencias del Poder Ejecutivo; para agilizar, simplificar y elevar la calidad de estos servicios.
Esta realidad en la que ha es-tado inmersa nuestra Nación desde hace varios años, aunado al tema de la globalización y su consecuente unificación de sociedades y culturas, y las transformaciones sociales, dan paso a la siguiente afirmación:
“El conocimiento no escapa a esta realidad, y las organiza-ciones, inmersas en ella, bus-can empleados con capacidad para adaptarse al entorno ca-da vez más cambiante. En es-te sentido, juega un papel fun-damental la capacitación y el desarrollo profesional de los empleados. En especial, la capacidad de renovar sus co-nocimientos y desarrollar las competencias que le permitan el óptimo desarrollo de las ac-tividades encomendadas y su contribución al logro de los ob-jetivos y metas.” (Arguedas, 2007).
En procura de ello, las institu-ciones públicas deben buscar, en forma cada vez más planificada, las competencias que deben poseer y evidenciar los candidatos a cargos públicos, de tal manera que la igual-dad de oportunidades no sea el úni-co elemento por considerar en el tema del mérito en el empleo públi-co; así lo señala el Barómetro de la Profesionalización de los Servicios Civiles de Centroamérica y Repúbli-ca Dominicana:
“...la igualdad de oportunida-des no es el único ingrediente del mérito en el empleo públi-co. Si fuera así, bastaría con manejar una visión puramente formal de éste, y atribuir capa-cidad para dirimir la compe-tencia entre las personas por el acceso al cargo, el ascenso o la compensación a factores de fácil medición, como la an-tigüedad, la exhibición de di-plomas, la memoria, los años de experiencia en el sector o cargo, o cualquier otro que sir-viera para decidir con objetivi-dad y sin favoritismo.
Pero en un sistema de Servi-cio Civil que funcione como desprende la Carta Iberoame-ricana de la Función Pública o del Marco Analítico que hemos utilizado como metodología para el barómetro, el mérito requiere dos ingredientes más que deben añadirse a la igual-dad de oportunidades. Son, en primer lugar, la idoneidad, o posesión de las competen-cias que permiten un ajuste entre la persona y la tarea. Y, en segundo lugar, el rendi-miento, es decir, la acredita-ción de un comportamiento adecuado en el desempeño de las responsabilidades concre-tas asignadas.” (Informe Barómetro, 2008-2009).
En razón de lo citado con anterioridad, se procederá a desagregar tres componentes fun-damentales del presente estudio, a saber, los modelos de competencias asociados al talento humano para un adecuado desempeño del servicio público, los antecedentes del servi-cio público en Costa Rica y la cali-dad en los servicios públicos.
Modelos de Gestión
por Competencias
Al incursionar en el tema de modelos de gestión por competen-cias, vale señalar el siguiente con-cepto “Un modelo no es sino un ins-trumento que elabora el estudioso de una realidad compleja con el fin de describirla y profundizar en su cono-cimiento y en el de los factores que la componen” (Longo, 2004). Es necesario destacar la operacionali-dad del concepto que se vierte en la anterior definición, la que permite desagregar la realidad del objeto de manera que se comprenda en todo su contexto.
El concepto se complementa más adelante, al indicar “No preten-de suministrar la única explicación posible de una realidad compleja, pero sí facilitar el acceso a la misma” (Longo, 2004). Esto permite visuali-zar que la adopción de un modelo facilita el abordaje del tema de competencias en materia de gestión del talento humano.
Asimismo, se toma como pun-to de referencia, la acepción del concepto de competencias definido por uno de los primeros autores de esa materia, según el cual, compe-tencias son “las características subyacentes en una persona que están causalmente relacionadas con los comportamientos y la acción exitosa en su actividad profesional”. (McClelland, D. Citada por Candela R., 2008).
Siguiendo este enfoque con-ceptual, las competencias se entien-den como una combinación de co-nocimientos, habilidades y actitudes que las personas poseen o pueden llegar a desarrollar y demostrar en las situaciones reales del entorno laboral, de conformidad con los re-querimientos de los cargos que eje-cutan y la organización en la que se desempeñen.
Los enfoques competenciales se basan en tres tipos de saber: el saber, el saber ser y el saber hacer. El saber está conformado por infor-mación específica de instrumentos cognitivos; el saber hacer, se consti-tuye por el conjunto de procedimien-tos necesarios para el desempeño de una determinada actividad y el saber ser, corresponde a las actitu-des necesarias para tener desempe-ños idóneos. Por lo tanto, no se puede afirmar que las competencias se adquieren exclusivamente desde la transferencia educativa, más bien son el reflejo de un contexto laboral que integra su cultura, sus códigos de conducta, sus formas de opera-ción y los medios formales e infor-males de interrelación y comunica-ción, utilizados por los trabajadores. (Cruz, 2002).
A partir de lo anterior, se pue-de construir el concepto de gestión por competencias, como un modelo de gestión que permite evaluar los conocimientos, las habilidades y las actitudes específicas para cada puesto de trabajo, en procura de propiciar el desarrollo de nuevas competencias para el crecimiento personal de los empleados en el contexto de la organización.
Es así como, la gestión por competencias debe estar alineada a la estrategia institucional, conside-rando en este sentido cinco elemen-tos que componen la cadena de alineamiento, a saber:
Sumado a lo anterior, se debe señalar que, “El desalineamiento de las competencias de las personas respecto a los requerimientos de competencias para implementar una estrategia es una de las principales fuentes de fracaso de las organiza-ciones” (Martínez, 2005).
Por lo tanto, en el caso del Registro Nacional, el primer paso en la construcción del modelo de ges-tión por competencias para esta institución, lo constituyó precisa-mente, el alineamiento del proyecto con la estrategia de la misma (Manpower, 2008).
Modelos de gestión
por competencias
en el Régimen de Servicio
Civil de Costa Rica
En la actualidad existen cua-renta y dos instituciones públicas al amparo del Régimen de Servicio Civil de Costa Rica, para cada una de las cuales se encuentra debi-damente conformada una Oficina de Recursos Humanos, que resulta de vital importancia para esta investigación.
Tales unidades organizativas se encargan de planear, organizar, dirigir y controlar los procesos rela-cionados con la administración del talento humano de las instituciones, aplicar las políticas y normativa que, en materia de Administración de Recursos Humanos, ARH emita la DGSC y otras entidades que por ley tengan competencia afín; llevar a cabo el proceso de provisión de re-cursos humanos de acuerdo con los planes estratégicos institucionales y la situación de plazas vacantes; desarrollar los concursos internos conforme lo establece la normativa vigente; coordinar los concursos externos con las instancias respecti-vas de la DGSC, realizar en coordi-nación con la DGSC los procesos de reclutamiento y selección que re-quieran el desarrollo de los concur-sos externos; elaborar los estudios y actividades correspondientes al pro-ceso de análisis ocupacional, en concordancia con la estructura y los requerimientos ocupacionales de la institución; ejecutar las actividades de registro, trámite y control de re-cursos humanos; efectuar perma-nentemente una lectura del ambiente financiero, estratégico, tecnológico, legal y político en el que se desen-vuelve su institución, de modo que le permita promover activamente los procesos de cambio que requiera la organización y, consecuentemente, desempeñar un papel protagónico en su desarrollo y actualización, acorde con la época, entre otras. (Res. DG-015-98).
Como se deduce de lo ante-rior, el contexto en el que se desen-vuelven las ORH, les permite tener un conocimiento integral de las ne-cesidades de talento humano a lo interno de sus organizaciones, razón por la cual resulta de especial importancia para el presente estu-dio, conocer las opiniones de sus encargados.
Tal experticia, aunada a los temas de servicios públicos, calidad y modelo de gestión por competen-cias, los convierte en funcionarios protagónicos en el tema que nos ocupa, por lo que se procedió a di-señar un instrumento que permitiera recabar la información necesaria en este sentido.
El objetivo del citado instru-mento consiste en conocer los avan-ces que, en materia de gestión por competencias, han experimentado las ORH, por lo que el instrumento se aplicó a los cuarenta y dos en-cargados de las ORH del RSC, de los cuales se logró la respuesta oportuna de treinta y ocho institucio-nes, obteniéndose los siguientes resultados (Cuestionarios, 2009).
Un 65.78% de los encuesta-dos, admiten tener conocimiento sobre la teoría de modelos de ges-tión por competencias, un 26.31% dicen conocer muy poco, en tanto un 7.89% admite no conocer estas teorías. En cuanto a la realización de acciones en procura de capacitar al personal de la institución en este tema, el 65.78% respondió negati-vamente y un 34.21% sí ha realizado algún tipo de capacitación referente al tema. Asimismo, en cuanto a las acciones tendientes al diseño de modelos de gestión por competen-cias en la institución, un 26.31% afirma que sí ha emprendido algún tipo de acción y el 73.68% no ha iniciado acciones al respecto.
No obstante lo anterior, un 89.47% respondió que efectivamente la gestión por competencias puede contribuir con la calidad en los servi-cios públicos, un 5.26% señala que no contribuye y un porcentaje similar no respondieron, lo que pue-de explicarse porque indicaron no conocer la teoría de la gestión por competencias.
Es importante resaltar que, pese a la importancia que le atribuye la población estudiada al tema de modelos de competencias en torno a la calidad en los servicios públicos, la cantidad de instituciones que ha emprendido procesos de capacita-ción sobre el tema a lo interno de las organizaciones puede conside-rarse como bajo, y con un conteo menor lucen las instituciones que no han iniciado acciones concretas en cuanto al diseño de modelos de ges-tión por competencias.
Del 26,31% de instituciones que han logrado efectuar avances en este sentido, se destaca el caso del Registro Nacional, institución del RSC con mayores esfuerzos en el emprendimiento de acciones en pro de implantar un sistema de gestión por competencias, siendo casual-mente una de las instituciones que forma parte del estudio “Percep-ción de la Calidad en los Servicios Públicos. Informe de Resultados Generales”.
Existen otras instituciones del RSC que han desarrollado algunas actividades tendientes a la incorpo-ración de modelos de gestión por competencias, para lo cual han reali-zado importantes inversiones en la capacitación de los funcionarios, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. En otros casos, se está incorporando el concepto a los modelos de evaluación del desempeño, tales instituciones así como sus experiencias, se citan seguidamente.
El Instituto Nacional de Aprendizaje, INA, está trabajando en la elaboración de perfiles de puestos de las clases Profesional de Apoyo y Formador para el Trabajo, como insumo para los concursos internos y lograr de esta manera seleccionar al personal idóneo.
El Centro de Investigación y Formación Hacendaria del Ministerio de Hacienda está diseñando perfiles de puestos basados en competen-cias para el desarrollo de los pro-gramas de capacitación; asimismo, ese Ministerio, para efectos de con-cursos internos, definió competen-cias por clase de puesto, y se espera que el nuevo modelo de evaluación del desempeño esté fundamentado en competencias. Como producto de la aplicación de éstas, el recluta-miento, la selección, el análisis ocupacional, la capacitación y el desarrollo, entre otras actividades, serían más concordantes con las necesidades de personal que tiene la institución.
El Tribunal Registral Adminis-trativo promovió la capacitación de la persona que tiene a cargo el proceso de recursos humanos, para contar en un futuro no muy lejano con un manual por competencias.
La Dirección General de Avia-ción Civil desarrolló capacitación en construcción de indicadores de ges-tión para el proceso de planificación. Actualmente se encuentran en pro-ceso, la implementación del modelo ISO 9001-2008, dentro del cual se han desarrollado capacitaciones en áreas como mapeo de procesos, fundamentación de la norma, siste-mas de documentación y auditorías de calidad. También se capacitó a las jefaturas en la construcción de planes de gestión estratégicos bajo el modelo del cuadro de mando inte-gral y otros funcionarios en el tema de MS-Project.
El Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones, se-ñala que, con la participación de las jefaturas de esa institución, se le-vantó información sobre las compe-tencias de los cargos.
La Comisión Nacional de Pre-vención de Riesgos y Atención de Emergencias, se encuentra actual-mente trabajando en un modelo de evaluación del desempeño, y especí-ficamente, están creando una herramienta que permita incursionar en la gestión por competencias.
El Consejo Nacional de Viali-dad ha impartido a los analistas de la ORH cursos acerca del tema de competencias, con la finalidad de asimilar el concepto y, una vez con-cluido el proceso de reorganización en el que se encuentran, se tomará el tema de la gestión por competen-cias como un proyecto por imple-mentar en esa institución.
El caso del Registro Nacional
El Registro Nacional tiene como propósito fundamental: regis-trar, en forma eficaz y eficiente, los documentos que se presenten para su inscripción, así como garantizar y asegurar a los ciudadanos los dere-chos con respecto a terceros; custo-diar y suministrar a la colectividad la información correspondiente a bie-nes y derechos inscritos o en proce-so de inscripción. Todo este proceso de registro y custodia se efectúa mediante el uso eficiente y efectivo de tecnología y de personal idóneo, con la finalidad de facilitar el tráfico jurídico de bienes y contribuir a fomentar el desarrollo social y económico del país.
Bajo esa óptica, en el sitio www.registronacional.go.cr se mues-tra la siguiente misión institucional: "En el Registro Nacional de Costa Rica protegemos los derechos inscri-tos, ofreciendo seguridad jurídica prestando servicios de calidad, con recurso humano calificado y tecno-logía idónea.", y también se puede leer su visión: "Seremos una institu-ción competitiva a nivel mundial en la prestación de servicios registrales de calidad por medios digitales."
Los cambios que la filosofía institucional ha generado a partir del 2008, llegaron hasta la ORH, por lo que esta institución es una de las que ha orientado mayores esfuerzos en procura de la consolidación de un modelo de gestión por competen-cias. El proceso inició en el 2008 mediante la contratación de los ser-vicios de la empresa consultora Manpower CR, quienes en forma conjunta con personal de la ORH de esa institución, elaboraron el Modelo de Gestión por Competencias. En este caso, se proponen grandes ejes sobre los que se diseñará e implan-tará dicho modelo, que incluye el Diccionario de Competencias, el Manual de Cargos por Competen-cias, el Sistema de Evaluación del Desempeño, el Modelo de Recluta-miento y Selección, y el Modelo de Capacitación y Desarrollo, así como el acompañamiento en la implemen-tación del Modelo de Gestión por Competencias en esa institución.
El encargado de la ORH del Registro Nacional señala:
“La Gestión por Competen-cias puede dar respuestas inmediatas y concretas a asuntos de verdadera rele-vancia en cuanto a la gestión de los recursos humanos, ta-les como: La alineación del aporte humano a las necesi-dades estratégicas de la insti-tución, la administración efi-ciente de los activos intelectuales y las competen-cias de los individuos, el di-seño de los puestos, cargos y roles partiendo de las compe-tencias que se requieren para que los procesos alcancen el máximo desempeño, la eva-luación del desempeño que permita identificar las fortale-zas y debilidades de los indi-viduos y así establecer nue-vas formas de capacitación que permitan el cierre de bre-chas competenciales.” (Calvo, 2009).
Es importante mencionar que para llevar a cabo esta iniciativa, fue necesario realizar la identificación de los elementos claves de la estrategia del Registro Nacional, del entorno y de los procesos que definen compe-tencias para los diferentes cargos de su organización. Asimismo, la defini-ción de un modelo operativo para la gestión por competencias adecuado a “Factores Críticos de Éxito” (Man-power, 2008) de esa institución se integró con los diferentes procesos de recursos humanos, con las com-petencias declaradas para la totali-dad de cargos definidos, conside-rando requisitos internos y mejores prácticas internacionales; así como, con el diseño de la operación del modelo de competencias, la defini-ción de los mecanismos de opera-ción de modelos de evaluación del desempeño, capacitación y recluta-miento y selección; constituyéndose además, la estrategia y acompaña-miento para la implantación de la propuesta.
A partir de esta consultoría y de la capacitación impartida a los funcionarios de la ORH de esa insti-tución, se ha efectuado un proceso de análisis y enriquecimiento de los productos entregados por la empre-sa, por lo que en la actualidad, ese modelo competencial cuenta con los siguientes elementos:
Al respecto, debe comentarse que existen tres competencias organizacionales: orientación al cliente, orientación al logro y alineamiento organizacional; asimismo hay cuatro compe-tencias de liderazgo (definidas sólo para puestos de jefatura) constituidas por: desarrollo de talento, pensamiento estraté-gico, directividad y persisten-cia, y finalmente, las siguien-tes dieciocho competencias específicas: adaptabilidad, au-tomotivación, disciplina, preci-sión, administración del tiem-po, capacidad de análisis, empatía, proactividad, toleran-cia a la frustración, asertivi-dad, comunicación, orienta-ción a la calidad, solución de conflictos, toma de decisiones, autosupervisión, confiable, planificación y organización, y trabajo en equipo.
Cada perfil de esa organiza-ción, tiene definidas siete competencias, tres de las cua-les son de tipo organizacional y cuatro de tipo genérico, éstas últimas son sustituidas por las cuatro competencias de liderazgo cuando se trata de cargos de jefatura.
Las pruebas neuropsicológi-cas fueron adquiridas por la organi-zación después de la realización de un estudio de mercado en este cam-po, éstas se aplican a los oferentes que conforman las ternas o nóminas que se reciben de la DGSC y para la realización de los concursos inter-nos. El proceso se realiza en forma digital y los resultados se generan automáticamente según los perfiles que son incluidos en el sistema.
Es necesario resaltar la estra-tegia seguida por el Registro Nacio-nal, en cuanto al modelo competen-cial que, desde hace más de dos años, iniciaron y que continúan desarrollando, con el objetivo de aumentar la calidad de los servicios que ofrece esa institución, de cara a la visión y misión trazadas para tan importante servicio a la ciudadanía costarricense.
Los servicios públicos
en Costa Rica
La Administración Pública de Costa Rica está constituida por el Estado y los demás entes públicos, cuya actividad está regida por un conjunto de principios fundamentales del servicio público, los que según la Ley General de la Administración Pública (LGAP, 1978), en su Artículo 4, son “para asegurar su continui-dad, su eficiencia, su adaptación a todo cambio en el régimen legal o en la necesidad social que satisfacen y la igualdad en el trato de los destina-tarios, usuarios o beneficiarios.”. Por lo tanto, circunscrito a este marco, se identifica al funcionario público como la persona responsable de prestar servicios a la Administración o a nombre y por cuenta de ésta.
En concordancia con lo ante-rior, también se manifiestan los fun-damentos del servicio público y el elemento vital para que el mismo se pueda ofrecer, esto es, el funcionario público, el empleado público, el ser-vidor público u otros términos simila-res que se utilizan con carácter equi-valente para esta importante figura.
En el tema de la calidad en los servicios públicos, los funcionarios públicos poseen un papel protagóni-co, ya que su aporte de valor al ser-vicio será percibido por los usuarios y su excelencia está prevista en la citada ley, que expresamente añade: “El servidor público deberá desem-peñar sus funciones de modo que satisfagan primordialmente el interés público, el cual será considerado como la expresión de los intereses individuales coincidentes de los ad-ministrados.” (LGAP, 1978).
El sector público, en Costa Ri-ca, está conformado por todas las organizaciones públicas y, por con-siguiente, por las instituciones de los poderes de la República, las institu-ciones autónomas, las municipalida-des, los bancos del Estado, las em-presas públicas y otras instituciones públicas no estatales. En conse-cuencia, entre los poderes de la República, se destaca el Ejecutivo, el que junto con sus ministerios, posee como régimen de relación con sus servidores el correspondiente al Servicio Civil. Este régimen nace a la vida jurídica mediante la Ley No, 1581 el 30 de mayo de 1953, con fundamento en los mandatos estipu-lados en los Artículos 191 y 192 de la Constitución Política de Costa Rica.
La diversidad de servicios ofrecidos por las cuarenta y dos instituciones públicas que, después de cincuenta y seis años de la crea-ción de este Régimen, hoy se en-cuentran a su amparo, impactan de manera directa el desarrollo económico y social de Costa Rica, desde distintos sectores, como por ejemplo: ambiente, ciencia y tecno-logía, comercio exterior, cultura, educación, finanzas públicas, infra-estructura y transporte, política exte-rior, producción agrícola y animal, salud, seguridad ciudadana y social, trabajo.
Con el ánimo de regular las relaciones entre el Poder Ejecutivo y sus servidores, garantizar la eficien-cia de la administración pública y proteger a dichos servidores, se crea el Estatuto de Servicio Civil (Ley 1581 del 30 de mayo de 1953) y su Reglamento, sobre los que se fun-damenta jurídicamente el régimen meritocrático que ha permitido la igualdad de oportunidades y el reco-nocimiento de los méritos como prin-cipios esenciales para optar por un puesto de ese ámbito institucional.
Es por tal razón, que los fun-cionarios públicos que, a través de los años, han ocupado, ocupan y ocuparán un puesto en propiedad en el RSC, deben transitar por las salas de pruebas y otros recintos que son testigos de las miles de personas que, en idénticas condiciones, deben demostrar su idoneidad física, psíquica y moral, con la finalidad de hacerse merecedoras de ocupar un cargo público.
Los procesos de selección, son vitales para lograr ocupar los diferentes cargos de abogados, ad-ministradores, psicólogos, ingenieros civiles, médicos, secretarias, cri-minólogos, trabajadores miscelá-neos, investigadores científicos, informáticos y muchísimos más que permiten llevar del papel a la prácti-ca los planes estratégicos trazados por los gobernantes; ya que además “es urgente que las instituciones públicas recobren la capacidad de reflexionar sistemáticamente sobre el futuro del país, de definir orienta-ciones estratégicas para la gestión pública y de propiciar debates nacio-nales que vayan más allá de nuestra circunstancia inmediata.” (Arias, 2007).
En este sentido, es necesario acotar que las acciones estratégicas necesarias para llevar el país a un desarrollo importante, están en ma-nos de personas, que desde las esferas pública y privada, pueden lograr el impulso que las mismas requieren, para lo que se debe tener claro el rumbo a seguir y el tipo de personas requeridas para llegar a ese punto.
Al respecto, el célebre Artículo 6 de la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano del 26 de agosto de 1789, establece la igual-dad de los ciudadanos para ser ad-mitidos a “toda clase de dignidades, puestos y empleos públicos, según su capacidad y sin otra distinción que la de sus virtudes y sus talen-tos”. La histórica fórmula combina los dos pilares sobre los que se fun-damentará la identidad de la función pública: la igualdad y el mérito.
La empleabilidad
del funcionariado
En un entorno tan delicado, en el que se debaten elementos tras-cendentales como los servicios y los funcionarios públicos, el tema de la empleabilidad es obligatorio. Este tiene una intrínseca relación con la idoneidad permanente del funcionariado.
Esta idoneidad permanente está vinculada con: “…aquella supe-ración académica, actitudinal y cog-noscitiva, que los servidores deben conservar y mejorar mediante la capacitación y actualización de sus condiciones, para el desempeño eficiente en cargos de la función pública.” (Arguedas, 2007).
Todo lo cual advierte la nece-sidad de una preparación continua que debe caracterizar al funcionario público, con el propópsito de conser-var y/o apropiarse de las condiciones necesarias para una prestación de los servicios públicos de calidad que, a la vez, le permita ser más que empleado, empleable.
En esa perspectiva, el Plan de Acción Regional de Fortalecimiento y Modernización de los Servicios Civi-les y la Función Pública en Centro-américa y República Dominicana, “…destaca la necesidad de fomentar activamente la revalorización de la función pública, de generar el para-digma de la estabilidad de los em-pleados públicos como un activo de las sociedades centroamericanas y propugnar por elevar la calidad del servicio público.” (FLACSO, 2008), labor a la que se han abocado la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, AECID, el Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP, el Centro Latinoamericano de Adminis-tración para el Desarrollo, CLAD, y las unidades de gestión de la Fun-ción Pública en cada país o unida-des seleccionadas por dicho Plan, mediante diferentes acciones em-prendidas en el período 2007-2009.
Estos esfuerzos han sido ci-mentados en cinco principios bási-cos, los que a su vez dan lugar a la estructura y contenido de dicho plan de acción, uno de ellos lo constituye, la eficiencia por medio de una opti-mización multi-objetivo, procurando la mejora del talento humano, au-mentando la calidad en los servicios públicos y buscando que los funcio-narios públicos a cargo de las insti-tuciones, sean competentes y pue-dan conducirse en altos rangos de rendimiento.
En sintonía con esta preocu-pación por la gestión del talento humano, la Dirección General de Servicio Civil, DGSC, se encuentra desarrollando un “Perfil General de Competencias del Funcionario Públi-co para el ingreso al Régimen de Servicio Civil” (Fonseca, 2010), con el que se pretende dimensionar las principales competencias que deben poseer los candidatos que opten por los puestos cubiertos por el RSC, cuyo antecedente lo constituye el Grupo Ocupacional General, el que se gestó hace unos años con la fina-lidad de evaluar algunas competen-cias requeridas por las distintas cla-ses de puesto del RSC.
El concepto de empleabilidad lleva implícita la idoneidad perma-nente del funcionariado, lo que pre-tende no sólo una adecuada selec-ción inicial, sino también un seguimiento sistemático de las ca-pacidades de las personas a lo largo de su carrera administrativa. Por ello, la idoneidad debe ser demos-trada de previo por todos aquellos candidatos que pretendan ocupar un cargo público en el RSC, según se establece en el Numeral 192 de la Constitución Política de Costa Rica, “Con las excepciones que esta Constitución y el estatuto de servicio civil determine, los servidores públi-cos serán nombrados a base de idoneidad comprobada...”. Esto mismo fue plasmado en forma poste-rior en el Artículo 20 del Estatuto de Servicio Civil, ESC, en donde se indica que, para efectos de ingreso al Título I del Servicio Civil se requie-re “…Demostrar idoneidad some-tiéndose a las pruebas, exámenes o concursos que contemplan esta Ley y sus reglamentos.” (Ley 1581, 1953).
Se pretende que esta idonei-dad, cuyo filtro inicial obliga en este caso, a la DGSC, a garantizar que los funcionarios públicos que ingre-san al Título I del RSC, posean las cualificaciones necesarias para las clases en que sean nombrados, sea conservada durante toda la vida laboral en el servicio público regula-do por el RSC.
En esa línea de pensamiento, la DGSC realizó el estudio “Diseño de nuevos modelos desconcentra-dos” (González, 2001), que presenta cuatro ejes temáticos de los proce-sos de capacitación orientados a desarrollar la idoneidad permanente, a saber:
“1. Certificación básica: Su ob-jetivo es incorporar a los nuevos servidores en un programa de capacitación, cuyos contenidos están orientados a la dotación o fortalecimiento de los valo-res y principios éticos, los conocimientos y las actitu-des requeridos para el in-greso a la función pública.
2. Actualización técnica: Su ob-jetivo es mantener un pro-ceso continuo de actualiza-ción del funcionario en su respectiva especialidad pro-fesional.
3. Actualización administrativa: Su objetivo es el desarrollo de las técnicas, habilidades y herramientas de gestión.
4. Desarrollo humano: Su obje-tivo es el desarrollo del po-tencial humano, a fin de fa-cilitar el cambio y la transformación institucional.” (González, 2001)
La empleabilidad como una consigna de los funcionarios del RSC, cobra atención, especialmente cuando observamos, por ejemplo, asuntos relacionados con una de las macrotendencias de la gestión del talento humano, perfilada como un viraje completo en dirección al clien-te, sea interna o externa. Según esta macrotendencia, los gerentes y empleados se están orientando hacia la satisfacción de los clientes, y se resalta la importancia de capaci-tar en materia de calidad y producti-vidad en forma cíclica y obligatoria, y por tanto, se puntualiza el aspecto de que la calidad debe ser reconoci-da y premiada.
Tal macrotendencia describe, no sólo la satisfacción de servicio al cliente, sino que, supera lo que en esta materia tradicionalmente se ha divulgado, y estipula el ceder esta práctica más bien a la atracción de clientes y superar las expectativas que éstos tienen de nuestros servi-cios, asignando a las administracio-nes de recursos humanos la respon-sabilidad de la búsqueda de la excelencia como una norma.
Esta necesaria concatenación entre el servicio, la calidad y el talen-to humano, permiten empezar a comprender la importancia de la empleabilidad del funcionariado con miras a la profesionalización del empleo público, con la incesante dignificación de la labor del funciona-rio público como un pilar del bien común, al encomendársele una res-ponsabilidad orientada al colectivo de un país.
En esa línea de acción, la DGSC consciente de la urgente ne-cesidad de capacitar a los funciona-rios encargados de la gestión pública costarricense, está realizando es-fuerzos en procura de la administra-ción del “Fondo de Capacitación Permanente de Funcionarios Públi-cos”, el que tiene como propósito la capacitación permanente de los fun-cionarios del Estado; es decir, “pro-mover la capacitación permanente de los funcionarios del Estado para mejorar la dotación del recurso humano y la gestión pública, elevar la calidad de los niveles de gerencia media y superior del Gobierno Cen-tral, las instituciones descentraliza-das y las empresas públicas de tal modo que se favorezcan la innova-ción y el cambio rápido, profundo y modernizante y se contribuya sus-tancialmente a la transformación hacia un Estado moderno y eficiente” (Ley 7454, 1994).
La calidad en los servicios
Públicos
De vital importancia resulta para el tema de la prestación de los servicios públicos, analizar la calidad de los mismos, por lo que conviene extraer información importante del reciente trabajo “Percepción de la Calidad en los Servicios Públicos. Informe de Resultados Generales” (Madrigal, 2009), el que surge en atención a una de las metas del Capítulo 5 del Eje de Reforma Insti-tucional del Plan Nacional de Desa-rrollo 2006-2010, que planteó como uno de sus retos “Alcanzar la mayor eficiencia en la gestión y ejecución de los recursos públicos, especial-mente de aquellos que estén dirigi-dos a los programas sociales más sensibles y el combate a la pobreza” (PND 2006-2010), y para ello propu-so que se efectuara periódicamente estudios de percepción entre usua-rios de servicios públicos.
El trabajo constituye un es-fuerzo conjunto del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, MIDEPLAN, y la Escue-la de Estadística de la Universidad de Costa Rica, UCR, y aborda la indagatoria de la percepción de los servicios públicos constituidos por las consultas y certificaciones de la Plataforma de Servicios del Registro Nacional, RN, emisión de licencias de conducir por primera vez, del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, MOPT, emisión de pasaportes de la Dirección General de Migración y Extranjería, DGME, reclutamiento y selección de perso-nal de la Dirección General de Servi-cio Civil, DGSC y aprobación de estudios de impacto ambiental de la Secretaría Técnica Nacional Am-biental, SETENA.
Refiriéndose al citado docu-mento, el señor Roberto Gallardo, Ministro de MIDEPLAN, señala:
“…es un valiosísimo instru-mento, no sólo desde el punto de vista académico y técnico, sino también para la toma de decisiones de cada uno de los jerarcas de las instituciones que fueron objeto de este es-tudio para la mejora continua del servicio al ciudadano. Los resultados que, a continua-ción se detallan, refuerzan la importancia de los servicios públicos que se prestan y la imperiosa necesidad de escu-char atentamente al ciudada-no para que nos haga mejo-rar. Este es el primer paso para la constitución de un sis-tema de monitoreo de los ser-vicios públicos que espera-mos ofrecer a las instituciones y a la ciudadanía como insu-mos para la búsqueda de la excelencia en la gestión pública, tal como lo estipula la Carta Iberoamericana de la Calidad en la Gestión Pública, suscrita en 2008 por las máximas autoridades políticas en tema de Reforma del Es-tado de Iberoamérica, y que yo he respaldado de manera sostenida y palpable.” (Madri-gal, 2009).
El estudio de referencia in-tegró tres ámbitos de análisis en el campo de los servicios públicos, a saber, satisfacción de las necesida-des de los usuarios, calidad de la atención y duración del servicio, lo que fue evaluado en cinco institucio-nes públicas.
Como objetivo general del tra-bajo se plantea: “establecer una línea de base para conocer la per-cepción que tienen los usuarios so-bre la calidad de algunos servicios públicos estratégicos en el desarrollo del país con el afán de apoyar la labor que realizan las respectivas Instituciones.” (Madrigal, 2009). Al respecto, se debe resaltar varios aspectos de especial importancia, uno de los que está relacionado con el papel preponderante que se otor-ga al usuario, al consultársele acerca de su percepción de la calidad en los servicios públicos, espacio al que las administraciones están obligadas a dedicar como el camino conducente al fortalecimiento y la profesionaliza-ción del empleo público.
Tal evaluación derivó puntos específicos, tales como brindar in-formación a los jerarcas de las respectivas instituciones para que desarrollen medidas que solventen las inconformidades identificadas por los usuarios o fortalezcan aquellas valoradas positivamente; proporcio-nar un instrumento que permita me-jorar la comunicación entre los usua-rios de los servicios públicos y los encargados de la toma de decisio-nes en la administración pública, así como, poner a disposición de la opi-nión pública información que contri-buya con los procesos de transpa-rencia y rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos.
Con ese propósito, se realiza-ron un total de 1359 entrevistas a los diferentes usuarios, los que fueron definidos por muestreo de colas, sistemático de un listado de usua-rios, estratificado y sistemático de usuarios, de concursantes y de con-sultores, en el período comprendido entre noviembre del 2008 y marzo del 2009.
La evaluación se orientó hacia servicios específicos que ofrecen las instituciones objeto de estudio, con-siderando como estrategia concep-tual, que la calidad en los servicios públicos hace referencia a que éstos deben responder a los requerimien-tos de los usuarios con el objetivo de satisfacer sus necesidades. En razón de ello, se diseñó un cuestio-nario general para todos los servi-cios con la temática definida por la guía conceptual, adaptándose este instrumento a cada servicio, por lo que finalmente se obtuvieron cinco cuestionarios que, a pesar de no ser idénticos, permitieron realizar un análisis comparativo.
Es importante mencionar que los tres componentes de evaluación están conformados a su vez, por variables específicas dictadas para cada uno, a saber: “Satisfacción de las necesidades de los usuarios”, que incluye demanda de servicios en las instituciones, calificación general de los servicios, acceso a los servi-cios, costo de los servicios, e insta-laciones físicas; “Calidad de la Aten-ción” conformado por la calidad de la información entregada, actitud de los funcionarios, capacidad técnica de los funcionarios así como procedi-mientos apropiados, y finalmente, “Duración del Servicio”, que incorpo-ra los aspectos, tiempo de espera y de atención, así como horarios de atención.
Por supuesto que la presente investigación, por su propia natura-leza, no pretende profundizar los resultados de la percepción de la calidad en los servicios públicos aludida, no obstante, para fines ilus-trativos se resaltarán algunos de los datos. Por ejemplo, la calificación general del servicio recibido, en una escala de cero a 100, obtuvo califi-caciones que oscilan entre un 80,5 y un 58,4; la calificación sobre la acti-tud de los funcionarios muestran resultados entre un 89,1 y un 65,5 (este último se obtuvo cuando se hizo referencia a dar soluciones rápidas) y, en cuanto a la capacidad técnica de los funcionarios, las califi-caciones obtenidas oscilan entre un 90,0 y un 80,5.
Como se aprecia, los resulta-dos obtenidos lucen bastante acep-tables, no obstante, es necesario que este tipo de trabajos sean reali-zados en el resto de instituciones públicas y que permitan obtener información importante que pueda traducirse en planes estratégicos que mejoren efectivamente el servi-cio público en general.
Es importante resaltar que, muchos de los factores analizados en esa oportunidad, están estrecha-mente relacionados con el talento humano y, en tal sentido, haciendo referencia a la actitud, a la capaci-dad técnica, a la calidad de la infor-mación entregada, entre otros mu-chos aspectos inmersos en la evaluación objeto de estudio, surge la relación intrínseca entre el servicio público y la idoneidad de los que facilitan tales servicios.
En relación con esto, la DGSC está impulsando desde hace algunos años un proyecto integral de gestión de la calidad para la gestión de los recursos humanos del RSC, el que tiene un enfoque gerencial y define como uno de sus objetivos, propiciar la generación de servicios y produc-tos de calidad, capaces de satisfacer las necesidades específicas de los clientes internos y externos de las organizaciones, con base en el esta-blecimiento de un Sistema de Ges-tión de Calidad, su implementación y respectiva certificación técnica. (Arguedas, 2006).
La calidad y los modelos
de competencias
El tema de la calidad en la DGSC, se viene gestando con más fuerza desde el 2007, momento en el que se adoptó una iniciativa plantea-da por la Escuela de Ciencias Am-bientales de la Universidad Nacional, UNA, ante el Consejo de Capacita-ción y Desarrollo del RSC, lo que, al principio sólo incluía la fase de ca-pacitación en materia de Gestión de la Calidad a un grupo de funciona-rios de la DGSC y de las ORH de las instituciones adscritas al RSC, pero que más tarde generó el plantea-miento de un proyecto integral de Gestión de la Calidad para la gestión de los recursos humanos del RSC.
Estas acciones se orientan sobre la base de que la Gestión de la Calidad constituye un enfoque gerencial que promueve la ejecución de acciones sustanciales en las or-ganizaciones con miras a satisfacer al cliente.
En este sentido, es importante resaltar que la iniciativa se impulsa con la intención de obtener resulta-dos que impacten de manera directa la eficiencia y la productividad, razón por la cual resulta absolutamente relevante el involucramiento de las ORH en este proceso.
De ahí que, la creación de Comités de Gestión de la Calidad resume uno de los propósitos de este proyecto, tanto a nivel de los gestores de personal de las institu-ciones, como de la propia DGSC, iniciándose con un plan piloto.
Por otra parte, la DGSC, con-juntamente con el MIDEPLAN, se encuentran trabajando en la creación de un Premio Nacional a la Calidad y Reconocimiento a Prácticas Promi-sorias en la Gestión Pública Costa-rricense; en cuyo caso, el Premio Nacional a la Calidad tiene definidos los siguientes objetivos:
“Propiciar una cultura de auto-evaluación mediante un ins-trumento para el desarrollo de organizaciones públicas, foca-lizadas hacia el logro de resul-tados y la satisfacción de las expectativas y necesidades de los ciudadanos.
Promover la motivación y el crecimiento de las personas, a través de su participación en proyectos para elevar la cali-dad de la gestión y el servicio al ciudadano.
Promover la gestión integral de la calidad en las organiza-ciones públicas costarricen-ses, a través de la utilización del Modelo de Excelencia del Premio.
Reconocer y destacar iniciati-vas cuyos resultados sean re-levantes en un proceso de me-jora de la calidad en la gestión pública.
Reconocer públicamente los logros de aquellas organiza-ciones postulantes, que de-muestren haber implementado exitosamente el Modelo de Excelencia del Premio.”
El Reconocimiento de las Prácticas Promisorias en la Gestión Pública, pretende identificar dentro de una organización, aquellas inicia-tivas relevantes y que puedan ser consideradas como Prácticas Promisorias merecedoras de un reconocimiento y utilizadas poste-riormente, como modelos de los cuales aprender.
La presentación oficial del Premio Nacional a la Calidad en la Gestión Pública y Reconocimiento de Prácticas Promisorias en la Ges-tión Pública se efectuó en el “XV Foro de la Función Pública de Cen-troamérica, Panamá y República Dominicana. Compromiso con la innovación y la calidad en la gestión pública”, actividad que fue organiza-da por la DGSC en forma conjunta con el ICAP y que se realizó, en Costa Rica, los días 14, 15 y 16 de abril del 2010.
Ante los esfuerzos realizados por la DGSC en el tema de la cali-dad, es importante mencionar que, en el Área de Desarrollo Estratégico de esta institución, se ha creado la figura de un Gestor de Calidad, por medio del cual y como una forma de crear una cultura de calidad en la organización, entre otras muchas
acciones, se elaboran periódicamen-te mensajes insertos en las denomi-nadas “Cápsulas de Calidad”. Para efectos del presente tema conviene, extractar la cápsula remitida el 3 de agosto del 2009, en la que se citan las implicaciones de gestionar la calidad, estableciendo como necesa-rios los siguientes elementos:
“La definición de una política explícita para la calidad.
El reconocimiento del cliente o usuario como el factor clave que define los lineamientos de la calidad.
El reconocimiento de las per-sonas (factor humano) como el eje del cambio y de la ge-neración de valor.
La innovación tecnológica como el sendero de expan-sión necesario.
La cultura de la incorporación permanente de desafíos sus-tentada en la participación y en un ambiente laboral sano que promueva la creatividad.” (Ugalde, G. 2009)
Para efectos prácticos se des-tacará, por una parte, el papel de reconocimiento otorgado al usuario y, por otra parte, a las personas, como facilitadoras del servicio y como eje principal para lograr cam-bios y agregar valor al mismo.
Es importante citar que en la actualidad existen enfoques teóricos orientados a la certificación de com-petencias laborales,2 en las cuales se hace referencia a las diferentes normas de calidad y a su relación con el tema de las competencias laborales; indicándose que los sis-temas de gestión de calidad se ba-san en ocho principios básicos: en-foque al cliente, liderazgo, participación del personal, enfoque basado en procesos, enfoque de sistema para la gestión, mejora con-tinua, enfoque basado en hechos para la toma de decisiones y relacio-nes mutuamente provechosas con el proveedor.
Por lo tanto, un sistema de ca-lidad basado en la determinación de las competencias laborales, implica la certificación del desempeño de la competencia laboral de una persona y garantiza que esa persona tiene la capacidad para trabajar conforme lo indica una norma; no obstante, esto no garantiza que su trabajo sea siempre desempeñado de la misma forma, por lo que se requiere un sistema que permita asegurar los estándares de rendimiento a través del tiempo, para lo cual existen nor-mas que, utilizadas en un sistema eficiente de calidad, pueden contri-buir con que las cosas siempre se hagan bien.
La búsqueda
de las competencias
La DGSC, como ente rector del sistema de administración de los recursos humanos del RSC, posee entre sus mayores preocupaciones, el tema de las competencias que deben poseer y evidenciar los fun-cionarios públicos; y consciente de la trascendencia de esta necesidad está realizando importantes esfuer-zos en esta área.
Como ejemplo de lo anterior, el Manual de Clases Anchas del RSC, incorpora en sus clases, ele-mentos relacionados con habilida-des, actitudes y conocimientos, los que pretenden establecer una plata-forma sobre la cual, las institucio-nes pueden encontrar una base para perfilar las competencias necesarias a lo interno de sus orga-nizaciones.
Durante el período 2007-2009 y con el objetivo de “Crear nuevas categorías en el Escalafón de Servi-cio Civil, para las posiciones geren-ciales y de nivel profesional, en el Gobierno Central que permita atraer cuadros especializados y de la más alta especialización ofreciendo re-muneraciones competitivas para puestos similares en el mercado.” (Plan Nacional de Desarrollo, 2006-2010), se realizó el rediseño de las clases contenidas en el Manual de Clases Anchas, analizándose las correspondientes a los estratos ope-rativo, calificado, técnico y profesio-nal; lo que permitió experimentar la eliminación de 674 clases y la crea-ción en su lugar de tan sólo treinta y ocho clases (Quirós, 2009).
El cambio provocó una mejora salarial importante para los cuatro segmentos ocupacionales citados y la integración en una evidente canti-dad menor de clases para uso del RSC, por lo que en atención a la característica de diseño ancho de las clases, están experimentando la necesidad de consolidar los perfiles de los cargos de su organización en un instrumento técnicamente.
Dentro de esta concepción, el Área de Gestión de Recursos Humanos de la DGSC, consideró de especial importancia la elaboración de una “Guía para el Diseño de Ma-nuales de Perfiles de Cargos”, con la que se pretenden establecer los principales lineamientos y las bases sobre las cuales, cada institución pueda perfilar de manera técnica, los cargos existentes en su organización (Romero, 2009).
De tal manera que, los Ma-nuales de Perfiles de Cargos, tendrán como una de sus funciones, el generar información relevante en materia de clasificación de puestos y de análisis ocupacional, lo que cobra especial importancia, a partir de la reforma cualitativa y cuantitativa de que fueron objeto las clases anchas e institucionales (“…clase detallada en un manual institucional y que se refiere al conjunto de puestos pro-pios de una organización lo suficien-temente similares en cuanto a activi-dades, deberes, responsabilidades y autoridad para que se les pueda aplicar el mismo título a cada uno de ellos, exigir a quienes los hayan de ocupar los mismos requisitos de preparación académica, formación y experiencia, se les pueda aplicar las mismas pruebas de selección y pue-da asignárseles con equidad el mis-mo nivel de remuneración bajo con-diciones de trabajo similares. La clase institucional puede ser ancha o angosta y señala los cargos que contiene.” (Glosario, 2006) del RSC.
Los Manuales de Perfiles de Cargos no requerirán el aval de la DGSC, ya que constituyen una herramienta de diseño y utilización internos, no obstante; atendiendo su rol de ente rector en administración de recursos humanos y, particular-mente, en materia de clasificación de puestos, la DGSC impulsa la ayuda técnica necesaria en ese sentido, dando paso a la producción de una guía metodológica orientada a dirigir los procesos de elaboración de tales instrumentos técnicos a partir de un marco referencial.
Esta iniciativa permitirá a las organizaciones que perfilen sus car-gos, contar con un insumo funda-mental para seleccionar, capacitar, desarrollar y evaluar a los funciona-rios a partir de modelos de gestión por competencias, ya que tal instru-mento pretende incorporar un apar-tado de competencias que deben definir las organizaciones para cada uno de sus cargos.
Asimismo, el Área de Gestión de Recursos Humanos de la DGSC está impulsando un proyecto que pretende determinar las competen-cias que deben poseer y evidenciar los mandos medios y altos del RSC, el que plantea como objetivo princi-pal “Mejorar los resultados y la ges-tión de los funcionarios de mandos medios y altos en las instituciones del Régimen de Servicio Civil Costa-rricense, traducidos en la prestación de mejores servicios a la ciuda-danía.” (Quirós, 2009), objetivo que se pretende alcanzar mediante los siguientes puntos específicos:
“1. Definir las competencias y las conductas asociadas que deben evidenciar quienes ocupen los cargos de jefatura de mandos medios y altos que permi-tan el alineamiento de la estrategia de gobierno con la del capital humano como herramienta de ase-guramiento de la efectivi-dad en la prestación de servicios públicos a la ciu-dadanía costarricense.
2. Diseñar un modelo de re-clutamiento y selección de personal dirigido a captar oferentes que demuestren tener las competencias y conductas asociadas ne-cesarias para ocupar los cargos de jefatura de mandos medios y altos en el Régimen de Servicio Ci-vil Costarricense.
3. Identificar la brecha exis-tente en las competencias y conductas asociadas que se definan para quie-nes ocupan cargos de mandos medios y altos en el Régimen de Servicio Civil.
4. Cerrar la brecha detectada en los funcionarios que ocupan cargos de mandos medios y altos del Régi-men de Servicio Civil, con respecto a las competen-cias y conductas asocia-das que se deben eviden-ciar para dichos cargos, mediante un Plan de Ca-pacitación y Desarrollo.”
A partir de lo anterior, se re-quiere la contratación de una empre-sa consultora con amplia experiencia en el campo del desarrollo de mode-los de gestión por competencias, preferiblemente en el sector público, la que trabajaría en forma conjunta con un equipo de profesionales de la DGSC durante todo el proceso; de manera que se garantice la transfe-rencia de conocimientos, así como el cumplimiento de los productos in-termedios y finales que se deman-den de dicha consultoría, para lo que resulta clave, la participación de profesionales de las ORH del RSC, con el propósito de lograr la descon-centración efectiva en la aplicación de los productos y de la gestión misma.
Por otra parte, la DGSC oficia-lizó en el 2008 la “Guía para la eva-luación del desempeño de los servi-dores cubiertos por el Título I del Estatuto de Servicio Civil”, la que pretende alcanzar los objetivos rela-cionados con el fomento de la efica-cia de los servidores cubiertos por el Título I del ESC, estimulando su desarrollo profesional y optimizando su contribución al logro de la eficien-cia en el servicio público; además, identificar el potencial de desarrollo de los colaboradores, estimulando sus deseos de superación y guiando sus esfuerzos hacia la plena realiza-ción de sus posibilidades de mejo-ramiento; facilitar la ejecución de las operaciones en los diferentes niveles de las organizaciones y la aplicación de los métodos y técnicas adminis-trativas por parte de los funcionarios que ejercen cargos de jefatura; me-jorar las relaciones humanas, facili-tando la comunicación positiva y productiva entre jefes y colaborado-res, para el logro de las metas de la organización; así como, valorar la forma en que el colaborador median-te el desempeño de las tareas asig-nadas, procura y logra una mayor productividad, reconoce el nivel futu-ro de esfuerzo requerido en ese logro, lo mismo que en la calidad de su rendimiento, grado de eficiencia y satisfacción del servicio público de-mandado. (Res. DG-637-2008).
Asimismo, dicho cuerpo nor-mativo establece las dimensiones del desempeño institucional, deno-minados factores, variables, compe-tencias u otros, que deberán estar contenidas o agrupadas en los com-ponentes del desempeño genéricos: Servicio al Usuario y al Ciudadano, Eficiencia, Competencia, Flexibilidad y Mérito, claves para la identidad de Servicio Civil, de manera que los nuevos diseños o sus modificacio-nes, incluyan las dimensiones del desempeño institucionales que pro-pongan estos componentes de desempeño transversales. (Res. DG-637-2008).
Opinión de los expertos
Al contar con un referente del servicio público y de la calidad en los servicios y, además, plantear los principales conceptos del tema de los modelos de gestión por compe-tencias, así como las opiniones de los encargados de las ORH del RSC; resulta indispensable consultar direc-tamente a profesionales de gran experticia en el tema del talento humano, tanto del sector público como privado. Por esta razón, a este segmento se les aplicó un instru-mento cuyo objetivo fundamental consiste en recabar información relevante sobre el tema de la pre-sente investigación, orientada a de-terminar si los modelos de gestión por competencias permiten, en la administración pública, contribuir con la calidad en el servicio. Seguida-mente, se cita lo que al respecto señala Gerardo Coto:
“Porque la productividad, en-tendida como el logro de re-sultados concretos mediante la utilización óptima de recur-sos, sólo es posible con un desempeño exitoso de quie-nes hacen posible la conse-cución de objetivos organiza-cionales, las personas. Para ello todos los contribuyentes organizacionales tienen que saber muy bien lo que deben hacer, saber hacer muy bien lo que deben lograr y querer hacer lo que se debe hacer.” (Coto, 2009). En tal sentido, Juan Carlos Camacho manifiesta lo siguiente:
A partir del material introduc-torio, de las reflexiones apor-tadas como resultado de nuestra investigación, y como parte de nuestra forma de hacer negocios como Firma Consultora, se concluye que la plataforma sobre la cual debe implementarse un Mo-delo exitoso de Gestión del Empleo por Competencias, tanto en el Sector Público como en el Sector Privado, es aquel en el que siempre se considere la opinión de sus clientes; el que tenga claro el o los objetivos que debe cumplir como institución o empresa; la que ha dejado claro a cada uno de sus cola-boradores qué grado de res-ponsabilidad y de aporte se espera de cada uno de ellos, y por último, asegurar un alto grado de compromiso y de colaboración de todos sus co-laboradores, dotándolos de los recursos y herramientas para desempeñar mejor su trabajo.
Por tanto, estamos frente a un cambio integral de la cultura organizacional que involucra una serie de iniciativas antes, durante y posterior a la im-plementación del Modelo de Gestión por Competencias, que sí garantizaría una con-tribución notable en la calidad de los servicios que se prestan. Es por ello, que abordamos también un ele-mento fundamental de ese cambio cultural, que trata acerca del compartir los co-nocimientos y las experien-cias como un proceso dinámi-co y fluido que debe ser parte del Sistema.” (Camacho, 2010)
Finalmente, se cita lo que en este tema plantea Marco Masís:
“Porque permiten fomentar una cultura orientada al desempeño, en la cual se vi-sibilizan una serie de roles co-rrelacionados a las compe-tencias y alineados al marco estratégico institucional que permiten potenciar los cono-cimientos, habilidades y ca-pacidades de los funciona-rios de una manera proactiva, como no ha logrado hasta ahora ninguna otra metodología.
Porque no existe una dico-tomía en cuanto a las premi-sas de dirección y desarrollo de personas entre el sector público y sector privado y por lo tanto los principios que in-ciden en la pertenencia y mo-tivación de las personas son los mismos. Por consiguiente los modelos de gestión por competencias pueden ser adaptados a las particularida-des del sector publico con las mismas posibilidades de éxito que en el privado, aunque debe quedar claro que por tratarse de un proceso, éste debe concebirse dentro de una transición y por ende re-quiere de tiempo para que paulatinamente se rompan los viejos paradigmas.” (Masis, 2010).
Como se observa, la opinión de los tres consultores, es coinciden-te, en el sentido de que los modelos de competencias sí contribuyen con la calidad en los servicios públicos, argumentando que tales modelos poseen un efecto positivo en el desempeño de los funcionarios públicos, al permitirles saber muy bien lo que deben hacer, saber hacer muy bien lo que deben lograr, y querer hacer lo que se debe hacer, lo que permite tener claro el grado de responsabilidad y de aporte que se espera de cada uno de ellos; aumentándose con esto, los niveles de compromiso con los logros insti-tucionales, todo en un marco es-tratégico institucional que permita potenciar los conocimientos, habili-dades y capacidades de los funcio-narios de una manera proactiva.
En este punto, se debe hacer mención al “…Barómetro de la Pro-fesionalización de los Servicios Civi-les de Centroamérica y República Dominicana”, el cual en el subíndice Competencia, le otorga a Costa Rica un 53%, calificación que ubica a ese país en el primer lugar de la región en cuanto a este tema, no obstante; señala como debilidades en este campo, que los perfiles se estable-cen a partir de los requisitos para el cargo, existiendo cierta tensión entre la definición de un perfil genérico, con base en los factores y los cono-cimientos específicos del cargo.
Además se menciona, que el uso de competencias en términos de conductas, no ha sido desarrollado totalmente, en los distintos subsis-temas y, que se evidencian debi-lidades en el sistema de formación en cuanto a su relación con la ges-tión del rendimiento y de los recur-sos necesarios para apoyar proce-sos de cambio e innovación y remuneraciones.
Para finalizar el presente apar-tado, es necesario hacer referencia a las palabras de la autora Martha Alles, “Dada, como se sabe, la esca-sez de candidatos adecuados, es necesario ser muy buenos entrevis-tadores para detectarlos. Nuestra tarea puede definirse con la frase “separar la paja del trigo”. Muchos relucen como oro y no lo son, y otros no brillan pero esconden personali-dades muy interesantes. Nuestro desafío es ver más allá de las apa-riencias”. (Alles, 2009).
Resumen de conclusiones
Los tres apartados que ante-ceden al presente, han procurado exaltar los elementos que constitu-yen los servicios públicos, la calidad en los servicios públicos y los mode-los de competencias.
Sobre el particular, se aborda-ron los tres campos, de manera que se evidenciara o no la correlación de los modelos de competencias con la calidad en los servicios públicos. En razón de ello, al inicio, al hacer refe-rencia a la base jurídica que susten-ta el Estado costarricense, se deter-minó que, la ley estipula como responsabilidad de las instituciones públicas la atención de las necesi-dades de los usuarios, recalcando en este contexto, la significancia explícita que en este tema, revis-te el funcionario público, al señalarlo como la persona responsable de prestar servicios a la Administración o a nombre y por cuenta de ésta.
Al circunscribirse la presente investigación al RSC, se resaltan de manera muy particular, los diferentes campos en los que se prestan los servicios públicos y se exponen, en forma resumida, los resultados de la “Percepción de la calidad en los servicios públicos”, en los que se evalúan aspectos muy puntuales relacionados con el desempeño de las personas que actúan como fun-cionarios públicos en el RSC. Esto se aprecia desde el marco concep-tual utilizado, al relacionar el servicio percibido con el trato dispensado al usuario en su interacción con el per-sonal prestador del servicio. (Martí-nez, 2009).
Al referirse, el citado estudio, a evaluaciones puntuales sobre el tema del desempeño de los prestata-rios del servicio público, surge la intención de determinar si los mode-los de gestión por competencias son una oportunidad para la calidad en los servicios públicos, por lo que se aplicó un cuestionario a los cuarenta y dos encargados de las ORH del RSC.
En tal sentido, el 89.47% de respuestas se enmarcó en la posi-ción de que efectivamente la gestión por competencias contribuye con la calidad en los servicios públicos, y en esta misma vía, respondieron los consultores a quienes se les con-sultó al respecto.
Tales referencias permiten comprender, los incesantes esfuer-zos realizados por la DGSC en el tema de modelos de competencias, como una forma de gestionar el ta-lento humano en el RSC, reflejados tales esfuerzos en acciones con-cretas lideradas por las Áreas de Gestión de Recursos Humanos y de Reclutamiento y Selección de Personal.
El tema de calidad, en la DGSC, se observa con el impulso de modelos e iniciativas, que vinculan directamente el desempeño de las personas con la calidad en los servi-cios públicos.
Por otra parte, el Premio Na-cional a la Calidad promovido por la DGSC y el MIDEPLAN, impulsa “…la motivación y el crecimiento de las personas, a través de su participa-ción en proyectos para elevar la calidad de la gestión y el servicio al ciudadano.” (Ugalde, 2009).
Entonces se retorna a la cita de Longo, “Los arreglos instituciona-les de gestión del empleo público necesita garantizar tres nuevas fina-lidades: a) la idoneidad, es decir, la incorporación de los mejores para hacer cada cosa; b) el desarrollo, es decir, mecanismos e incentivos ne-cesarios para estimular y compensar a quienes aprenden, mejoran, cre-cen profesionalmente; y c) el rendi-miento, es decir, la contribución me-dida en términos de eficacia, eficiencia y calidad del trabajo.” (Longo, 2008).
Con ello, se llega a la conclu-sión de que existe una estrecha re-lación entre el tema de la calidad en los servicios públicos y aquellos rasgos inherentes al saber, al saber hacer y al querer hacer de cada fun-cionario público, lo que se evidencia en las respuestas competentes que los funcionarios logran ofrecer en el cumplimiento del servicio.
Y más importante resulta aún, cuando se pretenden retomar mode-los de idoneidad permanente, los que coinciden con el tema de los modelos de competencias, ya que implican la demostración sistemática de competencias para conservar esa condición.
Esta realidad encuentra un fuerte asidero en el “Plan de acción regional de fortalecimiento y moder-nización de los servicios civiles y la función pública en Centroamérica y República Dominicana”, en donde se “…destaca la necesidad de fomentar activamente la revalorización de la función pública, de generar el para-digma de la estabilidad de los em-pleados públicos como un activo de las sociedades centroamericanas y propugnar por elevar la calidad del servicio público.” (FLACSO 2007-2009).
En este orden, el impulso del proyecto de identificación de las competencias que deben poseer y evidenciar los mandos medios y altos del RSC, con el que se preten-de abarcar en un primer intento, el segmento de jefaturas, como pilar de la toma de decisiones en las institu-ciones de este ámbito y responsa-bles, tanto del desempeño de las personas que tienen a cargo, como del desarrollo de las capacidades de esas personas.
Por lo tanto, con una connota-ción similar, el Departamento Admi-nistrativo de la Función Pública de Colombia, establece que “Las com-petencias laborales se definen como la capacidad de una persona para desempeñar, en diferentes contextos y con base en los requerimientos de calidad y resultados esperados en el sector público, las funciones inheren-tes a un empleo; capacidad que está determinada por los conocimientos, destrezas, habilidades, valores, acti-tudes y aptitudes que debe poseer y demostrar el empleado público.” (Decreto No. 2539, 2005) y, a partir de ese concepto, define competen-cias laborales comunes para los empleados públicos y las generales de los distintos niveles jerárquicos en que se agrupan los empleos.
Y en esa misma dirección se comenta que “El perfil del servidor público que exige la administración pública moderna ha de combinar formación disciplinaria, comprensión del mundo real, capacidad de análi-sis, capacidad discursiva para argu-mentar, destreza metodológica y habilidades demostradas para tener los elementos fundamentales que le permitan incursionar y comprometer-se con los finales institucionales del gobierno.” (Uvalle, 2006).
Después de hacer referencia a los puntos anteriormente abordados, se obtiene un panorama muy claro acerca de la conveniencia de que las administraciones públicas adopten modelos de gestión por competen-cias, en procura de que las institu-ciones públicas generen servicios de calidad.
En fin, se espera que la pre-sente investigación contribuya con la visión de que las personas son un tema medular en las administracio-nes públicas, y consecuentemente, se requiere que éstas definan estra-tegias que permitan la identificación y/o el desarrollo y el mantenimiento de las competencias que deben po-seer y evidenciar los funcionarios públicos, con el propósito de mejorar el desempeño de los roles definidos legalmente para cada institución pública. Por lo tanto, a pesar de que existen elementos sistémicos que pueden atentar contra la calidad de los servicios públicos, también, ello puede ser atribuible al comporta-miento y la actitud de quienes tienen a cargo la creación y el desarrollo de tales sistemas.
Reflexiones finales
El tema analizado en la pre-sente investigación ha permitido identificar la congruencia del tema de los modelos de gestión por com-petencias con la calidad en los servi-cios públicos, como un componente de gran trascendencia para el exito-so desempeño de las organizaciones públicas, por lo que observando los esfuerzos que, en esta materia ha realizado la DGSC, así como algu-nas de las instituciones conforman-tes del RSC, resultaría interesante que la primera adopte un proyecto estratégico que aborde en forma integral el tema de los modelos de gestión por competencias en ese ámbito.
En este momento existen mu-chos intentos en ese sentido, sin embargo; las organizaciones no tienen una línea de acción común y los esfuerzos se realizan en forma aislada, por lo que el diseño de un plan en ese sentido, permitirá direc-cionar correctamente los esfuerzos y los recursos necesarios, así como desarrollar, potencializar y divulgar un modelo competencial general que podría impulsar la DGSC, integrando en éste lo que a cada una de sus áreas compete y que, a la vez, pro-mueva la participación de las ORH en los procesos que, a partir de esa iniciativa, se generen, y que además, les permita la definición de su propio modelo, sin que en un principio, implique incorporar el as-pecto retributivo.
Aunado a lo expuesto en el presente estudio, se debe comentar que es importante aprovechar la experiencia del Registro Nacional en el tema, cuyo proyecto de modelo competencial, como se pudo obser-var, ha logrado implantarse en prin-cipio sólo en algunos procesos de la administración de los recursos humanos; pero que se perfila como una iniciativa que está en crecimien-to y que permitirá la mejora de la prestación de los servicios que ofre-ce esa organización.
De la misma forma, pueden aprovecharse los esfuerzos de las instituciones, tanto del RSC como de otras organizaciones conformantes del Sector Público de Costa Rica, que están avanzando en esta área y que pueden convertirse en referen-tes importantes para el desarrollo de un trabajo estratégico en ese sentido.
Finalmente, se espera que esta investigación genere espacios de reflexión y discusión sobre los modelos de gestión por competen-cias como una oportunidad para la calidad en los servicios públicos de la Región y que promueva el inter-cambio de experiencias entre paí-ses, de modo que aquellos funciona-rios públicos cuya responsabilidad tiene que ver con la dotación del personal idóneo para las organiza-ciones y, que todavía desconocen o tienen dudas sobre la implantación y éxito de los modelos objeto de estu-dio, encuentren el apoyo y la infor-mación, tanto teórica como práctica, necesaria para emprender el camino hacia la gestión por competencias.
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Werther, W. Administración de Per-sonal y Recursos Humanos (2005) McGrawHill Editions ◊
ANEXO No. 1
SISTEMATIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
Tema de estudio
El tema abordado se plantea de la siguiente forma: “Modelos de Ges-tión por Competencias: Una oportunidad para la calidad en los servicios públicos”.
Objetivo general
El objetivo general de la investigación se define como:
Problema
¿Es posible que los Modelos de Gestión por Competencias contribu-yan con la calidad en los servicios públicos?
El problema se formula de esta forma, ya que por años se han conoci-do modelos teóricos relacionados con el tema de la gestión por competen-cias, no obstante, no se conoce el criterio que, en este sentido, poseen los Encargados de las Oficinas de Recursos Humanos, ORH, de las institucio-nes cubiertas por el RSC, así como las acciones emprendidas en este con-texto.
En virtud de lo anterior, es necesario determinar si estos modelos apor-tan a la gestión del talento humano, metodologías que orienten las acciones hacia la búsqueda del personal idóneo, cuyo desempeño contribuya efecti-vamente a la calidad en los servicios públicos ofrecidos por las instituciones amparadas por dicho Régimen.
Elementos que integran el problema
Determinar:
Hipótesis
Es necesario establecer un modelo de gestión por competencias en el RSC que permita evidenciar las principales características que los funciona-rios públicos deben poseer y manifestar para que su desempeño pueda con-tribuir con la calidad en los servicios públicos.
Variables
ANEXO No. 2
RESULTADOS DE LOS CUESTIONARIOS APLICADOS A LOS ENCARGADOS
DE LAS OFICINAS DE RECURSOS HUMANOS DEL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL
2009-2010
Institución |
1. Conocimiento sobre la teoría de modelos de gestión por competencias |
2. Acciones realiza- das en procura de capacitar al personal en este tema |
3. Diseño de mode- los de gestión por competencias en la institución |
4. Actividades realizadas para capacitar, diseñar o implantar modelos de gestión por competencias |
5. La gestión por com- petencias puede contri- buir con la calidad en los servicios públicos |
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MAG |
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Consejo Nacional de Política Públi- ca de la Persona |
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DINADECO |
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INA |
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Propuesta de gestión de RRHH por competen- cias. Inversión de recursos para que el perso- nal asista a actividades de capacitación. Creación de equipos de trabajo dedicados a tiempo completo a la transferencia de los conocimientos relacionados con la realidad institucional. Incorporación de metas relacio- nadas con la implantación de modelos de gestión en los POA como la propuesta para la elaboración de perfiles de puestos de las clases Profesional de Apoyo y Formador para el Trabajo para la selección vía concurso interno del personal más idóneo. |
x |
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Ministerio de Hacienda |
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El Centro de Invesigación y Formación Hacendaria está diseñando perfiles de puestos basado en competencias para el desarrollo de los programas de capacitación. Para efectos de concursos internos, diseñamos una serie de competencias por clase de puesto para efectos de evaluación. Pretenden que el nuevo mode- lo de evaluación del desempeño esté funda- mentado en competencias. |
x |
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…viene
Institución |
1. Conocimiento sobre la teoría de modelos de gestión por competencias |
2. Acciones realiza- das en procura de capacitar al personal en este tema |
3. Diseño de mode- los de gestión por competencias en la institución |
4. Actividades realizadas para capacitar, diseñar o implantar modelos de gestión por competencias |
5. La gestión por com- petencias puede contri- buir con la calidad en los servicios públicos |
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NO |
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N/R |
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Ministerio de la Presidencia |
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Planes para implantar la evaluación del desempeño por competencias. |
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Consejo de Seguridad Vial |
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Se está planificando para el 2010 participación en cursos libres para algunos funcionarios del departamento. |
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Dirección General de Migración y Extranjería |
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Dirección General de Servicio Civil |
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Museo Nacional |
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Se elaboró un proyecto de modelo de evalua- ción por competencias y se envió a los jefes de departamento. A partir de las observaciones de éstos llegamos a la conclusión de que aún no estábamos preparados para ello. |
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Consejo de Transporte Público |
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x |
- |
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Ministerio de Comercio Exterior |
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Fondo Nacional de Becas |
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X
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x |
INCIENSA |
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Modelo de capacitación basado en compe- tencias. |
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Registro Nacional |
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Se contrató a la empresa consultora Manpo- wer CR, quienes en forma conjunta con perso- nal de RRHH del Registro Nacional, elabora- ron el Modelo de Gestión por Competencias que incluye el Diccionario por Competencias, el Manual de Cargos por Competencias, el Modelo de Reclutamiento y Selección, el Modelo de Evaluación del Desempeño y el Modelo de Capacitación y Desarrollo. |
x |
|
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Institución |
1. Conocimiento sobre la teoría de modelos de gestión por competencias |
2. Acciones realiza- das en procura de capacitar al personal en este tema |
3. Diseño de mode- los de gestión por competencias en la institución |
4. Actividades realizadas para capacitar, diseñar o implantar modelos de gestión por competencias |
5. La gestión por com- petencias puede contri- buir con la calidad en los servicios públicos |
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SI |
NO |
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NO |
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NO |
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SI |
NO |
N/R |
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Sistema Nacional de Áreas de Conservación |
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A través del proyecto Rompiendo Barreras para la Desconcentración SINAC, se con- templó presupuesto para el 2010 con el propó- sito de contratar servicio de consultoría para apoyo de actividades de desarrollo del recurso humano, específicamente para Gestión por Competencias y Capacitación. |
x |
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Ministerio de Salud |
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x |
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x |
Se pretende diseñar para el 2010 una metodo- logía para la construcción de un programa permanente de desarrollo de habilidades directivas, dirigido de forma personalizada a los 111 servidores con cargos de jefatura de la institución. |
x |
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Instituto Costarri- cense sobre Drogas |
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x |
x |
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No se ha realizado ninguna capacitación con respecto al modelo de gestión por competen- cias, en realidad se ha hecho un esfuerzo por implementar este modelo en perfiles de todos los puestos y adaptarlos a la propuesta de evaluación del desempeño. El conocimiento que se posee de este tema ha sido auto- didacta, leyendo muchos artículos y libros al respecto. |
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Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodepen- dencia
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Tribunal Registral Administrativo |
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A través del Consejo Académico, ha promovi- do la capacitación de los profesionales del Área Administrativa, específicamente, de quien tiene a cargo el proceso de Recursos Huma- nos, a efecto de poder, en un futuro no muy lejano, tener un Manual por Competencias. |
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Institución |
1. Conocimiento sobre la teoría de modelos de gestión por competencias |
2. Acciones realiza- das en procura de capacitar al personal en este tema |
3. Diseño de mode- los de gestión por competencias en la institución |
4. Actividades realizadas para capacitar, diseñar o implantar modelos de gestión por competencias |
5. La gestión por com- petencias puede contri- buir con la calidad en los servicios públicos |
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SI |
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NO |
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NO |
N/R |
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Fondo Nacional de Financiamien- to Forestal |
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Dirección General de Aviación Civil |
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En cuanto al proceso de planificación se realizó el curso “Construcción de Indicadores de Gestión”. Actualmente se está en el proce- so de implementación del modelo ISO 9001- 2008 dentro del cual se han llevado varios módulos entre los que se pueden citar el de Mapeo de Procesos, fundamentación de la norma, Sistema de Documentación que se debe llevar bajo esta norma y Auditorías de Calidad. Se llevaron a cabo capacitaciones dirigidas a las diferentes jefaturas con el propósito de que aprendieran lo que es la construcción de planes de gestión estratégicos institucionales bajo el modelo del cuadro de mando integral. Se capacitó a un grupo importante de funcionarios en el manejo de MS-Project con la Universidad Nacional, UNA. Se está capacitando al personal en lo que es la importancia del control interno y el SEVRI. |
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Ministerio de Ciencia y Tecno- logía |
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Imprenta Nacional |
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Ministerio de Ambiente, Energía y Tele- comunicaciones |
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x |
Curso de Evaluación por Competencias. |
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Institución |
1. Conocimiento sobre la teoría de modelos de gestión por competencias |
2. Acciones realiza- das en procura de capacitar al personal en este tema |
3. Diseño de mode- los de gestión por competencias en la institución |
4. Actividades realizadas para capacitar, diseñar o implantar modelos de gestión por competencias |
5. La gestión por com- petencias puede contri- buir con la calidad en los servicios públicos |
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SI |
NO |
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NO |
SI |
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SI |
NO |
N/R |
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Ministerio de Economía, Indus- tria y Comercio |
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Para incursionar un modelo de capacitación por competencias, antes se deben definir las competencias de los puestos. Nuestro Depar- tamento con la participación de las jefaturas levantó información sobre las competencias de los cargos. |
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Laboratorio Costarricense de Metrología |
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Procuraduría General de la República |
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Dirección General de Archivo Nacio- nal |
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Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes |
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Comisión Nacio- nal de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias |
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Se está trabajando en el modelo de evaluación del desempeño con una estudiante y se le solicitó que trabajara en una herramienta que permitiera incursionar en la gestión por compe- tencias. |
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Ministerio de Obras Públicas y Transportes |
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Se han realizado charlas de evaluación del desempeño basado en gestión por compe- tencias. |
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Ministerio de Trabajo y Seguri- dad Social |
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x |
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La evaluación del desempeño y algunos instrumentos aislados de entrevistas por selección por competencias. |
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1. Conocimiento sobre la teoría de modelos de gestión por competencias |
2. Acciones realiza- das en procura de capacitar al personal en este tema |
3. Diseño de mode- los de gestión por competencias en la institución |
4. Actividades realizadas para capacitar, diseñar o implantar modelos de gestión por competencias |
5. La gestión por com- petencias puede contri- buir con la calidad en los servicios públicos |
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Consejo Nacional de Vialidad |
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Se han impartido a los analistas de la Unidad de RRHH cursos en esta materia, con la finalidad de ir asimilando el concepto y pasan- do el proceso de reorganización en el que se encuentran, tomarlo como un proyecto a implementar en el CONAVI. |
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Ministerio de Planificación Nacional y Políi- ca Económica |
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Se han realizado cursos de capacitación. |
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Ministerio de Vi- vienda y Asenta- mientos Humanos |
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Las charlas se impartirán en el 2010. |
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Ministerio de Relaciones Exte- riores y Culto |
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Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor |
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Fuente: Información de los treinta y ocho Cuestionarios Aplicados a los Encargados de las Oficinas de Recursos Humanos del Régimen de Servi-cio Civil de Costa Rica.
ANEXO No. 3
RESUMEN DE RESULTADOS DE LOS CUESTIONARIOS APLICADOS A LOS ENCARGADOS
DE LAS OFICINAS DE RECURSOS HUMANOS DEL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL
2009-2010
[1] Un 26.31% señala que posee muy poco conocimiento en el tema de gestión por competencias.
Fuente: Cuadro No. 1: “Resultados de los Cuestionarios Aplicados a los Encargados de las Oficinas de Recursos Humanos del Régimen de Servicio Civil”.
ANEXO No. 4
RESUMEN GRÁFICO DE RESULTADOS DE LOS CUESTIONARIOS APLICADOS A LOS ENCARGADOS
DE LAS OFICINAS DE RECURSOS HUMANOS DEL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL
2009-2010
Fuente: Cuadro No. 2: “Resumen de Resultados de los Cuestionarios Aplicados a los Encargados de las Oficinas de Recursos Humanos del Régimen de Servicio Civil”.
Hacia una gestión de calidad
en la función pública
Humberto Antonio Miranda Rivas* de Nicaragua
A PARTIR DE LA REVISIÓN CONCEPTUAL DE LA GESTIÓN DE CALIDAD EN LOS SERVICIOS PÚBLICOS, EXAMINA LOS PRINCIPALES AUTORES QUE HAN DEFINIDO LA CALIDAD, ASÍ COMO LAS CARACTERÍSTICAS Y DIMENSIONES DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS, PARA RETOMAR LAS PROPUESTAS TEÓRICAS EN LA EJECUCIÓN DE UNA GESTIÓN DE CALIDAD EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, EJEMPLIFICÁNDOLA CON LA GESTIÓN DE LOS SERVICIOS EDUCATIVOS EN NICARAGUA.
PALABRAS CLAVES: CALIDAD; SERVICIOS PÚBLICOS; ADMINISTRACIÓN PÚBLICA; NICARAGUA
Introducción
* Doctorando en Gobierno y Administra-ción Pública del Instituto Ortega y Gas-set, Universidad Complutense de Ma-drid, Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos por FLACSO-México. Licen-ciado en Psicología por la UACA, Nicaragua.
Recibido: 15 de enero del 2010.
Aceptado: 25 de junio del 2010.
El clamor de la población de más y mejores servicios públicos requiere que los gobiernos desarro-llen una gestión pública de calidad que mejore la prestación de los ser-vicios. Esto hace necesario una ad-ministración pública y un ejercicio de gobierno atento a las necesidades de la población. Por ello, los políticos estratégicamente durante procesos electorales prometen mejorar servi-
cios de salud, educación, vivienda, entre otros, ante la necesidad de reconocerle a la población sus dere-chos constitucionales.
Los servicios públicos nicara-güenses tienen un marco jurídico que los regula. En la Constitución Política de Nicaragua están estable-cidos los servicios básicos que tiene que proveer el Estado y el deber de garantizar calidad en estos servicios. Este trabajo tiene como objetivo principal analizar cómo el Gobierno Central garantiza calidad en los ser-vicios educativos.
Para cumplir con este objetivo el trabajo está estructurado en tres secciones. En la primera, se revisa qué es gestión de calidad en los servicios públicos. Por ello, se exa-minan los principales autores que
han definido la calidad, a su vez se explica la definición, características y dimensiones de los servicios públi-cos. En la segunda sección, se ex-plican cuáles son las propuestas teóricas para la ejecución de una gestión de calidad en las administra-ciones públicas. Este marco analítico permite revisar, en la tercera sec-ción, cómo el Gobierno Nacional nicaragüense gestiona los servicios públicos educativos, además, se considera a la carrera docente como instrumento vital para la consecución de calidad en los servicios educati-vos proveídos por el gobierno.
La estructura de este trabajo tiene dos dimensiones analíticas. En las dos primeras secciones se desa-rrolla la dimensión teórica, y en la tercera sección se examina la empí-rica. Por ello, el análisis de la calidad en los servicios públicos de educa-ción se hace con base a los datos oficiales disponibles, pero conside-rando principalmente un estudio realizado, por funcionarios del Banco Mundial, BM, sobre acceso y calidad en el marco del Reporte de Pobreza en Nicaragua, No. - 39736 – NI. Se optó por analizar el informe elabora-do por el BM ante dos motivos. Uno, ofrece datos relevantes para los fines de este estudio; el otro, está relacionado con la poca información oficial disponible al respecto.
De acuerdo con Aguilar (2006:318):
“”Es imposible el propósito gubernamental de ser social-mente confiable y sostener su legitimidad si su actuación carece de calidad institucional y calidad de servicio, si no respeta las normas de la ac-tuación pública ni responde a las expectativas ciudadanas básicas”.
Se retoma el planteamiento en mención como el argumento central que será desarrollado en este traba-jo, ya que se plantea la necesidad de una gestión pública orientada a las expectativas del ciudadano, donde adquiere relevancia a) la calidad en los servicios públicos que las institu-ciones proporcionan a la población nicaragüense, b) la consolidación de un régimen de empleo público que garantice estabilidad laboral con base en el mérito y calidad.
Con base a estos argumentos se plantea como hipótesis de este trabajo la siguiente: “la calidad en los servicios públicos nicaragüense me-jora cuando el tomador de decisión atiende efectivamente las demandas de la población ya que tendrá que existir una decisión política compro-metida con la gestión-calidad junto con una función pública profesional y meritocrática”. Esta hipótesis consi-dera la gestión pública de calidad en función del compromiso político de los detentadores del poder, la acción colectiva y la profesionalización de la función pública.
Calidad y servicios públicos
La tarea de definir calidad en los servicios públicos remite a una doble labor que requiere analizar: ¿qué es la calidad? y ¿qué son los servicios públicos? Por ello, en pri-mer lugar, se hace una revisión de los principales autores sobre calidad ya que existen muchas definiciones al respecto. Esto permite, en segun-do lugar, relacionar la noción de calidad con las características y di-mensiones del servicio como un componente necesario en la defini-ción de la calidad, es decir, se vincu-lan los atributos de un producto con el tipo de servicio recibido, entendido como la experiencia de satisfacción del cliente, usuario o ciudadano ante el producto que consume.
¿Qué es calidad
en los servicios públicos?
Según Crosby, citado por Aguilar (2006:324) la calidad puede definirse como “la conformidad con los requisitos”. Esto significa que se necesita precisión en la definición de las características de los bienes o servicios. Existen cuatro absolutos propuestos por Crosby:
La conformidad con requeri-mientos es un elemento crucial en los planteamientos propuestos por Crosby, ya que están vinculados con la prevención de defectos a través de procesos de control que permitan medir esa conformidad según de-terminadas características.
Al respecto Muñoz Machado (1999:68) plantea que Crosby se sitúa “en la posición de productor de bienes o servicios”. Habrá calidad en la medida que se cumpla con los requerimientos que otorgan ese atri-buto a un bien o servicio. Pero el cumplimiento de requerimientos para obtener calidad no basta para con-seguirla, ya que es necesario razo-nar la calidad como “idoneidad para el uso” (J. Juran) o como “idoneidad para el propósito” (K. Ishikawa).
¿Qué significa idoneidad para el propósito o uso? Idoneidad implica adecuar el servicio o bien a las ne-cesidades del cliente, usuario o con-sumidor. De acuerdo con Muñoz Machado (1999:69) “Definir la cali-dad consistirá en conocer las expec-tativas del público respecto a las propiedades de un producto o servi-cio”. Por ello, si los servicios o bie-nes demandados no están acorde a determinados objetivos y usos del usuario, probablemente carecerán de calidad, ya que se demanda de-terminado servicio con un objetivo y para ser utilizado en la satisfacción de necesidades.
En relación con las propie-dades de un producto o servicio Ishikawa (1997:43-44) citado por Aguilar (2006: 325) plantea dos tipos de características: una hace referen-cia a la “calidad real” entendida co-mo atributos o propiedades percepti-bles que el cliente califica como apropiadas para su propósito; otra, las “características de calidad susti-tutas” que son las condiciones necesarias para alcanzar la calidad real, imperceptibles para el cliente pero resultado de requerimientos técnicos.
Deming (1989) define calidad como “un grado predecible de uni-formidad y fiabilidad a bajo coste, adecuado a las necesidades del mercado”. La citada definición está mencionada por Muñoz Machado (1999:68) y hace alusión a los costos requeridos para que un producto o servicio posea el conjunto de carac-terísticas deseadas por el consumi-dor. Es decir, en la producción de un bien se incurren en costos, por ello, la calidad está vinculada con la ca-pacidad adquisitiva de los clientes o usuarios, además, está relacionada con los impuestos que el gobierno establece para proveer servicios públicos a la población.
En relación con los costos Taguchi (1989), define calidad como “la pérdida ocasionada a la sociedad desde que se expide el producto” por los costos de “la diferencia entre lo que el servicio debería ser y lo que es” Muñoz Machado (1999). Esto implica que la calidad tiene cate-gorías de costos de calidad tales como prevención, evaluación, fallo interno y externo. Se pueden consi-derar como ejemplos de prevención a la planificación; de evaluación a la inspección; un fallo interno al reproceso de un producto; un fallo externo a los costos de ejecución de garantías.
Otra definición sobre calidad está planteada por Feigenbaum (1951): “la calidad es en esencia, un modo de dirigir la organización”. Esto hace necesario considerar aspectos como el liderazgo, dirección y orga-nización donde el ser humano está en el centro de la atención del desa-rrollo de la calidad. En relación con este planteamiento Ishikawa (1997) hace alusión a la revolución concep-tual de la gestión de calidad en fun-ción del “respeto al ser humano co-mo filosofía administrativa”, es decir, la persona tiene una valía fundamen-tal en la construcción de calidad orientada a la razón de ser de todo esfuerzo de mejora: el ser humano.
La ISO 9000: 2000, define ca-lidad como “característica inherente de un producto, proceso o sistema relacionada con un requisito, o como el grado en el que un conjunto de características inherentes satisface los requisitos, entendidos como ne-cesidad o expectativa establecida comúnmente de manera implícita u obligatoria” Esta definición tiene elementos comunes con las defini-ciones explicadas, tales como la conformidad con los requisitos que plantea Crosby, o las caracterís-ticas de la calidad propuestas por Ishikawa.
Todos estos elementos que definen la calidad hacen necesario contar con una noción integral al respecto, que considere la calidad en sus dimensiones objetivas y sub-jetivas. Esto remite a un debate so-bre qué tan posible es garantizar calidad en los servicios que están vinculados con la dimensión subjeti-va de la calidad, es decir, con las expectativas y necesidades del usuario o ciudadano, donde las in-teracciones interpersonales constitu-yen el contexto donde ocurre la ex-periencia psicológica de satisfacción respecto al servicio recibido.
En relación a la dimensión ob-jetiva de la calidad existe más certe-za de asegurarla porque sus oríge-nes están en la manufactura, donde se pueden establecer con mayor precisión estándares, requerimientos y procesos de los productos o bie-nes; mientras que garantizar calidad en los servicios es más impreciso por el carácter imprevisible para anticipar qué ocurrirá en la interrela-ción entre el proveedor del servicio y el usuario o cliente. Para continuar analizando la dimensión subjetiva de la calidad en la siguiente sección se explican las características, dimen-siones y definición de “servicio”. Esto permitirá examinar en la parte final de esta sección cómo la Carta Ibe-roamericana vincula calidad con gestión pública.
Características del servicio
“El servicio es una actividad que produce una experiencia perso-nal de beneficio por la provisión de ciertos bienes que en méritos de sus atributos responden a ciertos asun-tos de interés para el usuario” Agui-lar (2006: 330). Esta definición pone de manifiesto la dimensión psicoso-cial de un servicio de naturaleza pública o privada, donde cuentan las actitudes, valores, expectativas y necesidades del usuario porque la calidad no es sólo una propiedad de un producto, ya que incluye conduc-tas de personas porque son quienes entregan el servicio.
De acuerdo con Aguilar (2006:330-331), las características esenciales del servicio son:
Aunque las características propias de los servicios dificultan su medición, es posible establecer crite-rios generales o lineamientos que permitan servir de guía para valorar su calidad. Es decir, se pueden idear instrumentos que permitan identificar el tipo de servicio que se provee para asegurar aspectos necesarios a garantizar en la interacción entre proveedor y usuario. Este tipo de criterios generales probablemente no agoten todas las buenas prácticas de servicio, pero establecen una serie de pautas sobre las conduc-tas a evitarse para prestar un mal servicio.
Se han explicado las carac-terísticas de un servicio para revisar en la siguiente sección cómo define la Carta Iberoamericana de Calidad en la Gestión Pública los principios de calidad, e identificar los propósi-tos de una gestión orientada a ga-rantizar calidad, en los servicios públicos que se proveen a la pobla-ción. Esta Carta constituye una ini-ciativa importante en la búsqueda de criterios para garantizar calidad en función de las expectativas de la población, donde no es viable una forma de gobierno que no considere las necesidades de la ciudadanía de más y mejores servicios públicos. El ciudadano cada día está más infor-mado de sus derechos y deberes, no le bastan los discursos y promesas ya que demandan evidencias que demuestren mejora en los servicios públicos.
Carta Iberoamericana de Calidad
en la Gestión Pública
Esta Carta relaciona calidad con gestión pública en función de dos propósitos. En primer lugar, orientar la gestión pública a satisfa-cer las necesidades del ciudadano, que implica fortalecer la participación ciudadana en los asuntos públicos para integrar las demandas de la población en la planificación y ejecu-ción de políticas, programas y pro-yectos públicos. Esto hace necesario el principio de corresponsabilidad social, es decir, el ciudadano y sus gobernantes trabajan conjuntamente en la misión de mejorar los servicios públicos, por ello, las decisiones no son debatidas de manera unidirec-cional sino en colaboración entre todos o la mayor parte de los actores sociales.
En segundo lugar, “la gestión pública tiene que orientarse para resultados, por lo que debe sujetarse a diversos controles sobre sus ac-ciones, suponiendo entre otras mo-dalidades la responsabilización del ejercicio de la autoridad pública por medio del control social y rendición periódica de cuentas” CLAD (2008:5). Este propósito es funda-mental dadas las circunstancias actuales donde algunos gobiernos latinoamericanos perciben como una amenaza la rendición de cuentas, ya que existe poca tradición de informar a la población sobre su actuación, reducen la información a discursos políticos que efectivamente son rele-vantes pero no se pueden convertir en el principal medio que dispone el ciudadano para el acceso a la infor-mación pública. En la ponencia que elaboré para el XIV Congreso del CLAD (2009), argumenté: el manda-to constitucional nicaragüense esta-blece: “Los funcionarios de los cua-tro poderes del Estado, elegidos directa o indirectamente, responden ante el pueblo por el correcto desempeño de sus funciones y de-ben informarle de su trabajo y activi-dades oficiales. Deben atender y escuchar sus problemas y procurar resolverlos. La función pública se debe ejercer a favor de los intereses del pueblo” (Artículo No. 131, Cn).
Este mandato constitucional requiere una acción colectiva de control social para demandar una actuación de gobierno que efectiva-mente priorice los intereses del pue-blo. Al respecto, la gestión de cali-dad en los servicios públicos centra la atención en las necesidades de la población, es decir, retoma el recla-mo ciudadano de servicios públicos que respondan a las necesidades más sentidas de desarrollo de una población. Contemporáneamente se experimenta una gestión pública para salir del paso, y muy pocas políticas a mediano y largo plazo.
La realización de este tipo de políticas no requiere de mesías polí-ticos que pretenden perpetuarse en el poder para darles continuidad a las políticas públicas sino de valores cívicos, reglas de juego acatadas por todos, regulación de empleo público con base en el mérito y de otros aspectos relevantes para el desarro-llo democrático y de la gestión públi-ca. En este sentido, la Carta Iberoa-mericana de Calidad en la Gestión Pública constituye un aporte funda-mental para la consolidación del establecimiento de reglas de juego, porque de acuerdo con el CLAD (2008:5) “promueve el estableci-miento de un enfoque común acerca de las nociones de calidad y de ex-celencia en la gestión pública” ¿cuál es la noción de calidad en la gestión pública?
La calidad en la gestión públi-ca según la Carta Iberoamericana está definida como una cultura trans-formadora de la función pública orientada a satisfacer necesidades y expectativas de la población. Esto se puede lograr midiendo la capacidad de respuesta del gobierno a las de-mandas de la población y el logro de resultados cuantificables. Estos ar-gumentos tienen elementos comu-nes con los planteamientos de los diversos autores sobre calidad que se han analizado ya que concuerdan en que el cliente, ciudadano o usua-rio tiene que constituirse en el centro de la calidad de los servicios públicos.
La gestión de calidad en la función pública no se desarrolla a través de recetas, requiere de inno-vación y capacidad creativa. Esto hace necesario fundamentar la ges-tión de calidad en principios rectores más que fórmulas, por ello, a conti-nuación se citan los principios de calidad propuestos en la Carta Ibe-roamericana para la mejora continua en los servicios públicos.
Principios de la gestión pública
de calidad
En resumen, en esta primera sección se analizaron, en primer lugar, los principales autores sobre calidad. Esto permite plantear que existen elementos comunes en las múltiples definiciones sobre calidad, tales como las dimensiones objetivas y subjetivas. Un elemento objetivo en la definición de calidad son los requerimientos técnicos y procesos de producción necesarios para que exista calidad. Los elementos subje-tivos son aquellos que destacan la satisfacción de las expectativas del cliente-ciudadano. En la práctica los elementos objetivos y subjetivos de la gestión de calidad ocurren de forma simultánea, ya que la produc-ción de bienes y servicios está es-trechamente vinculada con la sensa-ción psicológica de bienestar que genera el consumo de un producto. Por ello, en segundo lugar, se exa-minaron las características del servi-cio, dado que este trabajo centra la atención en los servicios de natura-leza pública. Finalmente, se analiza-ron las propuestas de la Carta Ibe-roamericana de Calidad en la Gestión Pública; ahora el siguiente paso analítico consiste en revisar, en la próxima sección, cuáles son las propuestas teóricas para la ejecu-ción de una gestión de calidad en las administraciones públicas. Este mar-co analítico permite repasar, en la sección final de este trabajo, cómo el Gobierno Nacional nicaragüense gestiona los servicios públicos educativos.
Cómo desarrollar calidad
en servicios públicos
¿Qué requerimientos permiten la existencia de la calidad? ¿Quié-nes definen qué es calidad? ¿Cómo se definen esos requerimientos? La determinación de los requerimientos necesarios de un bien o servicio público es una construcción social, ya que tiene que especificarse con base a las expectativas del usuario-ciudadano; es decir, no es una tarea que le pertenece exclusivamente al personal especializado y técnico de una organización, sino a un conjunto de actores donde “el cliente y sus necesidades están en el centro de la definición de calidad, por ende, en el centro de la acción de las empresas y gobiernos que aspiran a mostrarse como organizaciones de calidad” (Aguilar, 2006: 326).
Las necesidades y expectati-vas de las personas a quién está o estarán dirigidos los servicios o bie-nes, se pueden considerar el princi-pal requerimiento para definir y con-seguir calidad. Esto significa que cuando se busquen mecanismos orientados a cómo definir los reque-rimientos de la calidad se tienen que considerar a los clientes o usuarios-ciudadano de los servicios públicos.
El Estado tiene que garantizar los derechos y deberes de los ciuda-danos en relación con la calidad de los servicios públicos. Esto constitu-ye una de las principales formas de desarrollo de una gestión de calidad que requiere considerar los siguien-tes aspectos propuestos por la “Car-ta Iberoamericana de Calidad en la Gestión Pública”:
Estas recomendaciones pro-puestas por la Carta Iberoamericana constituyen un marco común para la búsqueda de la calidad. Esto hace necesario que los países centroame-ricanos desarrollen sus propios indi-cadores de calidad en la administra-ción pública, considerando el marco de referencia que proporciona la Carta Iberoamericana de Calidad en la Gestión Pública. En el Diario Digi-tal Costa Rica Hoy, del 8 de julio del 2009, aparecía una buena noticia: La Dirección General de Servicio Civil, DGSC, y el Ministerio de Planifica-ción Nacional y Política Económica, MIDEPLAN, están trabajando para el establecimiento de un Premio Na-cional a la Calidad y la Excelencia en la Función Pública costarricense. Esto constituye un paso relevante para el desarrollo de la calidad al interior de cada país centroamerica-no, que permita la creación de un Permio Centroamericano a la Cali-dad en la Gestión Pública.
En Nicaragua desde 1996, existe el Premio Nacional a la Cali-dad que otorga el Gobierno de Nica-ragua a través del Ministerio de Fo-mento, Industria y Comercio-MIFIC; este premio según la Ley No. 219 de “Normalización Técnica y Calidad” tiene entre sus objetivos: “Ordenar e integrar las actividades de los secto-res público, privado, científico técni-co y de los consumidores para la elaboración, adopción, adaptación y revisión de las normas técnicas, en procura de la mejora sostenida de la calidad de los productos y servicios ofrecidos en el país”. Esto represen-ta un precedente en la búsqueda de una gestión pública de calidad que no ha permeado en el sector público ya que según datos oficiales del MIFIC, los ganadores de este premio han sido principalmente las empre-sas privadas.
Instrumentos de calidad
en la administración pública
En esta sección se citan algu-nos instrumentos de calidad para plantear métodos y variables que pueden utilizarse en la aplicación de una gestión pública de calidad. Esto no agota las posibilidades de la ca-pacidad innovadora del ser humano, pero facilita argumentos sugerentes para orientar la gestión pública hacia una mejora continua de los servicios que provee. A continuación se expli-can instrumentos de calidad con base a los planteamientos de Rodrí-guez Garraza, Tomás (2006), ex-puestos en su obra: la Guía de Calidad y Mejora en las Administra-ciones Públicas.
Estos instrumentos citados conforman el grupo de las siete herramientas estadísticas con ex-cepción del seis sigma. Las otras son Diagrama de Pareto, Histogra-mas, Gráfico de Control, Diagramas de dispersión, Otros tipos de gráficos y la Lista de Chequeo o comproba-ción. Ahora se hace alusión a otro tipo de herramienta, según Muñoz Machado (1999:286), han surgido ante “aquellas situaciones en las que no están disponibles todos los datos necesarios” por ello se citan el Diagrama de Árbol y el Diagrama Matricial:
Servicios públicos
en el ámbito
del Gobierno Central
Los servicios públicos básicos establecidos en la Constitución Polí-tica de Nicaragua son: energía, comunicación, agua, transportes, infraestructura vial, puertos y aero-puertos, educación, salud y seguri-dad social; asimismo, instituye la gratuidad de la salud para los secto-res más vulnerables. Estos servicios por mandato constitucional tienen que desarrollarse bajo control de calidad: “Es deber del Estado garan-tizar el control de calidad de bienes y servicios, y evitar la especulación y el acaparamiento de los bienes bási-cos de consumo” (Artículo No. 45, Cn.).
Este trabajo revisa cómo el Gobierno Central garantiza calidad en los servicios públicos. Se centra la atención en los servicios de edu-cación proveídos principalmente por el Gobierno Central, porque son servicios que constituyen una de las principales preocupaciones de diver-sos actores por su relevancia para el desarrollo del país. Los otros servi-cios planteados en la Constitución Política también tienen igual impor-tancia, pero por razones de delimita-ción de este estudio, se decidió rea-lizar un análisis de las acciones y esfuerzos orientados a la gestión de calidad en los servicios de educación que son catalogados constitucional-mente como “deberes indeclinables del Estado”. Ahora el siguiente paso analítico consiste en analizar cuáles han sido los esfuerzos para mejorar los servicios educativos prestados por el Gobierno Nacional.
Servicios educativos
El sistema educativo nicara-güense está conformado por cinco subsistemas:
Este trabajo centra la atención en el subsistema de educación bási-ca, media y formación docente por-que está catalogado por el Ministerio de Educación, MINED, como una de las principales tareas dentro de los retos del milenio asumidos por el Gobierno nicaragüense.
“El Ministerio de Educación está a cargo del subsistema de edu-cación general. Éste comprende los programas de educación inicial, edu-cación primaria, educación especial, educación de adultos, educación secundaria y formación docente. Actualmente el subsistema educativo de educación general cuenta con un total de 6.506 centros de enseñanza primaria; de éstos: 5.393 son estata-les, 532 privados, con subvención estatal, y 581 privados; 891 centros de enseñanza secundaria, de los cuales: 407 son estatales, 102 priva-dos con subvención estatal y 382 privados; veintiocho centros estata-les de educación especial y cinco privados con subvención estatal; ocho escuelas normales estatales, cuatro privadas con subvención es-tatal y una privada; 5.306 centros de enseñanza preescolar, de los cuales: 913 son estatales, 3.698 comunita-rios, 154 privados con subvención estatal y 541 privados. El personal que atiende al subsistema de educa-ción general está conformado por 34.884 empleados entre docentes y administrativos” (Dirección de Es-tadísticas, Ministerio de Educación, 2000).
La educación básica está or-ganizada en Regular, Alternativa y Especial; La Ley General de Educa-ción, Publicada el 3 de agosto del 2006 en el Diario Oficial La Gaceta, no especifica qué se debe entender por Educación Básica Alternativa. A continuación se explica cómo está organizada la Educación Básica según estas tres modalidades.
La Educación Básica es la modalidad que abarca tres niveles de Educación Inicial, Primaria y Se-cundaria. El primero, es la educación inicial también conocida como pre-escolar o educación temprana, inicia a los tres años de edad y finaliza aproximadamente a los seis años.
El segundo nivel, es la educa-ción primaria obligatoria y tiene una duración de seis años. Ésta comprende:
El tercer nivel, es la educación secundaria, gratuita cuando es ofre-cida por centros estatales y puede cursarse de forma regular, nocturna y a distancia; además, está previsto en la Ley General de Educación que los estudios de secundaria se reali-cen en un período de cinco años.
Se ha explicado la organiza-ción del subsistema de educación básica como un paso inicial para examinar cómo están los indicadores de calidad, con base al informe “Ser-vicios Educativos en Nicaragua: Acceso y Calidad”, elaborado por funcionarios del BM. Se optó por analizar el informe elaborado por el BM ante dos motivos. Uno, ofrece datos relevantes para los fines de este estudio; el otro motivo, está relacionado con la poca información oficial disponible al respecto; además, este informe revisa datos de los servicios educativos desde 1998 hasta el 2005.
Según el BM (2008), el citado informe fue debatido en un panel integrado por actores gubernamenta-les y de la sociedad civil. Los partici-pantes fueron: el Ministro de Hacienda y Crédito Público, Gerente General del Banco Central de Nica-ragua, Presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional, Presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, Fundación Violeta Barrios de Cha-morro, Representante para Centro-américa de la Cooperación Suiza para el Desarrollo, COSUDE, y miembro del Grupo de Apoyo Presu-puestario, y Economista Jefe para América Central del Banco Mundial. Esto indica que actores relevantes para el desarrollo del país estuvieron presentes en la presentación del estudio de pobreza en Nicaragua, donde se consideró la calidad de los servicios educativos.
Situación de la calidad
en la educación básica
Se analiza la calidad en fun-ción de los siguientes aspectos: nivel académico y eficiencia terminal, ratio alumno-docente, resultados de la prueba estándar dirigida a alumnos de tercer y sexto grado de primaria, realizada en el 2002; finalmente, se examinan las percepciones de los usuarios respecto a la calidad del servicio educativo, entre otros aspectos.
La permanencia de los alum-nos y alumnas en el sistema educa-tivo es un dato importante para el análisis de los servicios educativos. La mayoría de la población infantil nicaragüense ingresa al sistema educativa pero se retiran por pro-blemas de acceso y limitaciones de recursos económicos. Esto tiene mayor ocurrencia en la población más pobre, donde dos de cada diez niños logra concluir la escuela prima-ria. Al respecto se retoman los planteamientos de Deming (1989) y Taguchi (1989), revisados en la primera sección de este trabajo, quienes hacen alusión a los costos de la calidad, que están vinculados con la capacidad adquisitiva de los usuarios; en el caso nicaragüense los datos evidencian que la baja capacidad adquisitiva repercute en la permanencia de la población infantil en el sistema educativo.
El gobierno destina una parte del Producto Interno Bruto, PIB, para la prestación de los servicios educa-tivos. Según Eduquemos (2004) “se gasta un 4% del PIB en educación, sin embargo, el gasto por alumno es menor respecto a los países con similar PIB”. Esto hace necesario invertir más para atender las necesi-dades educativas de la población, que tiene una tasa de crecimiento de 2,7% promedio anual entre 1995 y 2000, así como de 2,6% entre el 2000 y el 2005, una de las más altas en la región.
Los costos de los servicios educativos públicos nicaragüenses no constituyen un obstáculo para que niños y niñas accedan al siste-ma. Esto se debe a que los costos por lo general son bajos o gratuitos, entonces ¿por qué los niños no pue-den continuar sus estudios? Por los gastos relacionados con el envío de los hijos a la escuela, el transporte, uniformes, útiles escolares; es decir, los hogares de los niños más empo-brecidos se les dificulta asumir este tipo de costos, vinculados con el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Según datos de Eduquemos (2004:10) del Foro Educativo Nica-ragüense, efectivamente existen avances en la ampliación de la co-bertura. “Se ha logrado pasar de una tasa neta de matrícula en primaria de 75,4% en 1990 a 83,5% en el 2003”; es decir, existe una mejora de 8.1% de niños y niñas matriculados en un nivel determinado en relación con el total de la población que tie-nen la edad para estar en ese nivel. Se hacen necesarios mayores avan-ces ante la cantidad de niños que requieren servicios educativos de calidad, “de 5.5 millones de habitan-tes en el 2003, el 40% (más de 2 millones) son niños, niñas y adoles-centes en edad de asistir a la escue-la” (Eduquemos, 2004:12). Esto re-quiere centrar la atención en una gestión pública de calidad orientada a satisfacer la demanda de mayores servicios educativos para atender a los que constituyen el porvenir de la Nación.
El ratio alumno-docente es otro indicador de calidad en los ser-vicios educativos. Según, Urdiñola y Laguna (2008:38) “Nicaragua es el país de América Latina con más alto ratio alumno-docente, tanto en es-cuelas primarias como secundarias”. Esto significa que un docente nica-ragüense de primaria o secundaria atiende en promedio 35 ó 32 alum-nos porque la Ley General de Edu-cación así establece la relación maestro-alumno. Al comparar este ratio con los estándares regionales se identifica en promedio una rela-ción de 27 ó 21 alumnos por docen-te. La atención personalizada que brinde un docente a sus alumnos está asociada con una mejor calidad de oferta educativa, este tipo de atención requiere ratios alumno-docente más bajos.
Los resultados del desempeño académico se pueden considerar otro elemento para analizar la cali-dad en la educación. Por ello, a con-tinuación se plantean los resultados de las pruebas de rendimiento académico en las materias de Espa-ñol y Matemáticas, aplicadas en el 2002 a alumnos de tercero y sexto grado de primaria. Los resultados “indican que entre 60 y 90% de to-dos los alumnos en tercero y sexto grado tienen un conocimiento super-ficial (por debajo de lo esperado) de los contenidos curriculares corres-pondientes a sus niveles (matemáti-cas y español). Sólo se encontró una pequeña parte (10 a 25%) de la po-blación estudiantil con los conoci-mientos normales o competentes de sus currículos” (Urdiñola y Laguna, 2008:42).
Existe un grupo de niños, ni-ñas y adolescentes que obtuvieron resultados muy próximos al nivel mínimo establecido por el Ministerio de Educación. Éstos asisten a es-cuelas privadas subsidiadas, escue-las de áreas urbanas de la capital y de la Región Central; además, sus padres realizaron estudios universi-tarios y de post-grado. En cambio, según Urdiñola y Laguna (2008:43) “los niveles más bajos de adquisición de conocimientos están en las áreas rurales, en las escuelas multigrado, en las mujeres, en los que repiten grado, y en los alumnos que hablan un idioma que no es el español”.
¿Cuáles son los factores aso-ciados con estos resultados? Al res-pecto Arcia, Porta y Laguna (2004) presentaron un estudio sobre el ren-dimiento académico en Nicaragua. “Los principales hallazgos muestran que los factores más importantes asociados con las mejoras del ren-dimiento son: el liderazgo pedagógi-co del director, la motivación de los docentes, elevados niveles educati-vos de los docentes, instalaciones escolares seguras, así como motiva-ción del alumno y de la familia. En contraste con esto, aspectos como la repetición de grado, el trabajo infan-til, ausentismo escolar, y el hecho de hablar un idioma que no es el espa-ñol, tienen un impacto negativo en el rendimiento académico de los niños nicaragüenses”.
La inversión en la formación continua de los docentes influye en la calidad de los servicios educati-vos. Según Urdiñola y Laguna (2008:38) “la fuerza de trabajo do-cente de Nicaragua está menos cali-ficada de lo que se pudiera esperar dado su nivel de desarrollo. Nicara-gua tiene la proporción más baja de docentes capacitados en América Latina, particularmente en educación secundaria. Los datos sugieren que 25 de cada 100 docentes de primaria no están capacitados correctamente para enseñar, mientras que la misma proporción alcanza más de 50% en secundaria”. Al respecto, Eduque-mos (2004:7) “el entrenamiento de los profesores aún no responde a las necesidades reales de ellos. No se hace sentir al maestro involucrado en los cambios educativos”.
La fuerza de trabajo docente está menos calificada posiblemente por la ausencia de programas de actualización docentes. Además, se requiere diseñar estándares de desempeño, evaluaciones e incenti-vos que reconozcan el buen trabajo de los profesores. La atribución de más responsabilidades a los docen-tes tiene que estar acompañada del reconocimiento social y económico de su trabajo, mejorando sus condi-ciones de vida también se mejorará lograr la calidad de sus trabajo; de acuerdo con Eduquemos (2004:35) es necesario “mejorar la educación enfatizando la calidad del profesora-do y los enlaces entre su desempe-ño profesional y su salario”.
Se han explicado datos en los servicios educativos de primaria pero qué ocurre en secundaria al respec-to. Según Urdiñola y Laguna (2008:11): asisten a secundaria 7 de cada 10 jóvenes entre 13 y 17 años de edad de los quintiles de la pobla-ción con mayores recursos económi-cos; mientras 2 de cada 10 jóvenes del 20% de los hogares en condicio-nes de empobrecimiento están en el sistema escolar. Esto hace necesa-rio centrar la atención en el acceso a los servicios educativos para poder estudiar la calidad, ya que difícilmen-te se puede hacer alusión a la ges-tión de calidad sino se han resuelto problemas de cobertura, pero desde la perspectiva de este trabajo es factible mejorar la cobertura de los servicios y la calidad de la oferta educativa existente.
Las tasas de escolarización son bajas en la educación secunda-ria nicaragüense. Según Urdiñola y Laguna (2008:12): “la tasa neta de escolarización en secundaria en las áreas rurales es la mitad que la de las zonas urbanas (28.1 versus 61.1%). La diferencia de las tasas netas de escolarización entre Mana-gua y la región del Atlántico es sor-prendente (27 versus 66.2% en pri-maria y 28.7 versus 48.1% en secundaria)” ¿Qué situaciones expli-can las bajas tasas de escolarización en secundaria? El género, el nivel educativo de la cabeza de familia, las condiciones socioeconómicas y la ubicación geográfica repercuten en el ingreso o continuación de los estudios de secundaría.
Según Handa (2006), “El hecho de ser varón está asociado con un 3% de posibilidades menores de escolarización después de los 12 años de edad en áreas urbanas y con 8% más probabilidades de ser escolarizado en las áreas rurales”; es decir, culturalmente el varón por su condición tiene que empezar a trabajar a los 12 años, ya que se convierte en una ayuda relevante dadas la condiciones de precariedad en que vive una gran parte de la población.
El nivel educativo de la cabe-za de familia es determinante para que los jóvenes continúen con estu-dios de secundaria y universitarios. Esto significa que los jóvenes cuyos jefes o jefas de familia han realizado estudios, tienen más oportunidades de continuar los estudios de secun-daria, respecto aquellos cuyas cabe-zas de familias tienen primaria in-completa o sin estudios.
También, las condiciones so-cioeconómicas permiten o no reali-zar estudios de secundaria. Los jóvenes de hogares con mayor sol-vencia económica tienen más pro-babilidades de asistir a la escuela secundaria, en cambio esa probabi-lidad disminuye en los sectores más empobrecidos. Finalmente, la ubica-ción geográfica determina la conti-nuación de los estudios de secunda-ria, ya que los jóvenes de los sectores urbanos de la Región Cen-tral y Atlántica nicaragüense, “mues-tran respectivamente probabilidades de entre 5 y 13% más altas de asistir a la escuela después de los 12 años” (Urdiñola y Laguna, 2008:13).
En la primera sección de este trabajo se definió la calidad en los servicios públicos en función del usuario-ciudadano. Por ello, a conti-nuación se explica cómo los miem-bros del hogar perciben los servicios educativos de sus hijos e hijas, dado que las percepciones de los usuarios son importantes para conseguir calidad.
La valoración de los padres sobre la educación primaria es va-riada y depende de condiciones so-cioeconómicas. Según Urdiñola y Laguna (2008) “Los hogares con hijos matriculados en la educación primaria de los quintiles más pobres tienen menos tendencia a catalogar la educación de sus hijos como excelente”.
Los hogares indígenas o que se dedican a la agricultura catalogan la educación de sus hijos de regular y mala. En cambio, los hogares de áreas urbanas y de la ciudad capital consideran la educación de sus hijos como excelente en comparación con otras regiones y áreas rurales.
Los padres en general catalo-gan como regular la calidad de los servicios educativos en secundaria. En la región del Atlántico y áreas rurales la educación secundaria, existe menor tendencia a catalogar la educación secundaria de excelen-te. En cambio, en las áreas urbanas y en Managua está valorada como regular o mala, mientras “los hoga-res de la región Central tienen una mejor percepción sobre la calidad de la educación secundaria de sus hijos que en otras regiones” (Urdiñola y Laguna, 2008:41).
La mayoría de los niños en Nicaragua están matriculados en escuelas públicas donde existe la modalidad de multigrado. Las aulas multigrados están conformadas por niños de distintos grados que reci-ben clases en una misma aula, es decir, pueden estar alumnos desde segundo hasta cuarto grado de primaria.
Seis de cada diez niños en las áreas rurales están matriculados en escuelas multigrado; Según (Urdiño-la y Laguna, 2008:31) “Generalmen-te, las escuelas multigrado tienen ratios maestro-alumno elevados, lo cual obliga a los docentes a invertir menos tiempo enseñando e interac-tuando con los alumnos. Como re-sultado, las escuelas multigrado ofrecen una calidad inferior de ense-ñanza que lo que ofrecen las escue-las normales (dado que los ratios más bajos alumno/docente a menu-do están asociados con mejor cali-dad de enseñanza)”.
Al respecto se hace necesario cuestionarse: ¿por qué el Ministerio de Educación continúa con este tipo de modalidad cuando los datos de-muestran que es baja la calidad? En primer lugar, porque está establecida en la Ley General de Educación la existencia de este tipo de modalidad; en segundo lugar, puede considerar-se una solución para evitar un mal mayor, ya que posiblemente la inexistencia de esta modalidad impli-caría que muchos niños, niñas y adolescentes quedarían fuera del sistema educativo. Los datos de-muestran que esta modalidad no beneficia los esfuerzos encaminados a mejorar la calidad, por consiguien-te, habrá que buscar otro tipo de modalidades o mecanismos que permitan resolver la ampliación de la cobertura, pero sin descuidar la cali-dad de los servicios.
Los niños que viven en hoga-res con mayor solvencia económica están matriculados en escuelas pri-marias regulares o privadas. Aun-que la mayoría de ellos están dentro del sistema educativo público, las escuelas privadas están asociadas con una educación de mejor calidad. ¿Qué hacer ante las percepciones poco favorables de los padres de familia sobre los servicios educativos públicos? Se inicia planteando los esfuerzos realizados por las autori-dades gubernamentales para reto-mar las acciones orientadas a la búsqueda de una gestión de calidad.
El Ministerio de Educación (2006) plantea como avances en la calidad educativa varios logros. En primer lugar, ejecución de un currículo basado en competencias; segundo, el Proyecto Excelencia financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, tiene como objetivo “el mejoramiento de la cali-dad de la educación primaria, por medio del método de aprendizaje activo (Aprendo-Práctico-Aplico) y la promoción de la participación comu-nitaria activa”. Tercero, la aplicación, en el 2002, de pruebas estandariza-das para medir el rendimiento académico en las asignaturas de español y matemáticas de estudian-tes de tercer y sexto grado de prima-ria. Así como la realización de la segunda aplicación en el 2006, en este mismo año se participó en la prueba internacional del Segundo Estudio Regional Comparativo y Evaluativo, SERCE, del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación, LLECE. Coordinado por la Oficina Regional de Educación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educa-ción, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, para América Latina y el Caribe.
Además de los avances de los datos oficiales citados existen otros. En los años 1999, 2000 y 2002 se evaluaron aprendizajes en la educa-ción primaria, al nivel nacional; en el 2001 se publican los Estándares Educativos Nacionales Primaria regular para sexto y tercer grado; además, el Ministerio de Educación propone un texto oficial sobre prácti-cas metodológicas (UNESCO, 2005).
Otro avance relevante en la búsqueda de la mejora de los servi-cios educativos es la existencia de varias áreas en el Ministerio de Edu-cación para atender la gestión de calidad. Por ejemplo, la División de Evaluación de Políticas, Programas y Proyectos, Dirección Nacional de Educación del Ministerio de Educa-ción, MED, entre otras. Esto es rele-vante porque existe capacidad insta-lada para desarrollar la calidad en los servicios educativos, es decir, existe un área que posiblemente pueda coordinar los esfuerzos para mejorar la calidad. Pero aún falta camino que recorrer ya que no están establecidos estándares de calidad para la educación secundaria, así como el cierre de la Escuela Normal de Estelí cuando existe necesidad de este tipo de centros para contar con docentes con formación en su ramo. En el diario nicaragüense La Prensa, del 20 de enero del 2010, aparecía como noticia: la Escuela Normal Mirna Mairena, de Estelí, no admitiría nuevos aspirantes a maes-tros. Esto afectará a otras personas, que desean ser maestros, de otros departamentos del país como las originarias de Madriz y Nueva Segovia, ya que a esa escuela asis-ten personas de los departamentos citados.
Se han abordado datos rele-vantes para el análisis de la calidad en los servicios educativos nicara-güenses. Además, se consideró a los docentes un actor clave en la consecución de la calidad; de acuer-do con Murillo Torrecilla (2007:15): “tanto la experiencia como la investi-gación han confirmado que el factor clave para conseguir una educación de calidad es contar con docentes de calidad”, por ello en la siguiente sección se aborda el sistema de carrera docente, análisis que forma parte del libro de mi autoría que actualmente está en proceso de edición.
Carrera Docente nicaragüense
El ejercicio profesional docen-te nicaragüense está regulado por la
Ley No. 114 de Carrera Docente, publicada en La Gaceta Diario Oficial el 22 de noviembre de 1990; Regla-mentada por Acuerdo Ministerial No. 38, publicado en La Gaceta Diario Oficial del 10 de setiembre de 1991. Cabe señalar, que existen Acuerdos Ministeriales que han reformado el Reglamento de la citada ley.1
Este marco jurídico se aplica a todos los docentes que ejercen la profesión de maestros en los subsis-temas de educación no superior, tanto en el ámbito privado como estatal. Están exceptuados los do-centes que desempeñan cargos de confianza, es decir, el de asistente del Ministro y Vice-Ministro, Directo-res Generales del Ministerio de Edu-cación, Delegados Regionales o Departamentales, Directores de Centros Educativos y el personal extranjero que brinda servicios es-pecializados dentro del sistema edu-cativo a través de convenios suscri-tos por el Gobierno de la República.
A continuación se explica cómo la Ley de Carrera Docente y su Reglamento tienen previsto la ejecución de la carrera a través de instancias y sistemas de gestión de recursos humanos. El Ministerio de Educación es la instancia de la ca-rrera docente que tiene por funcio-nes: cumplir y hacer cumplir la Ley de Carrera Docente y su Reglamen-to; organizar los sistemas de clasifi-cación, remuneración, escalafón, capacitación y evaluación; registrar los movimientos laborales en el ejer-cicio docente. La Comisión Nacional de Carrera Docente, conoce y re-suelve en segunda instancia los reclamos del docente.
Las Comisiones Departamen-tales de Carrera Docente y Regiona-les del Atlántico, conocen y resuel-ven en primera instancia los reclamos que le presenten los do-centes a título individual o colectivo sobre las decisiones de sus superio-res alegando perjuicio a sus dere-chos. Las Comisiones Departamen-tales de Recursos Humanos tienen por función la aplicación y admi-nistración de la Ley de Carrera Docente.
El Ministerio de Educación, la Comisión Nacional de Carrera Do-cente, Comisiones Departamentales de Carrera Docente y Departamenta-les de Recursos Humanos son ins-tancias del régimen laboral que regu-lan el ejercicio profesional docente. Cada una de estas instancias lleva su propio registro y ejecutan la Carrera Docente en forma descen-tralizada; es decir, existe transferen-cia de competencias y autoridad, otorgada por Ley, a las Comisiones Departamentales de Carrera Docen-te y de Recursos Humanos.
Descentralizar la ejecución de la Carrera Docente es necesario por la magnitud de la gestión de los re-cursos humanos del ámbito educati-vo, pero ¿cuáles han sido los avan-ces obtenidos por las citadas comisiones en la aplicación de la Ley
de Carrera Docente? La inexistencia de un mecanismo integrador de la información manejada por cada una de las comisiones no permite evaluar la ejecución de éste régimen a nivel nacional. Por ejemplo, la Comisión Nacional de Carrera Docente no tiene a su disposición un consolida-do o sistematización de la gestión de los recursos humanos, y de los re-clamos resueltos a nivel local por las Comisiones Departamentales de Carrera Docente y de Recursos Humanos.
Es recomendable que los pro-cesos de descentralización de este tipo establezcan mecanismos de intercambio de información entre las distintas instancias ejecutoras de la Carrera Docente para tener una visión integral. El cumplimento de la Ley y su Reglamento a cargo del Ministerio de Educación a través de la División de Recursos Humanos, requiere de la existencia de un software que permita registrar la gestión de recursos humanos para contar con una visión global de la carrera docente.
Actualmente no existe un software que funcione como base de datos de los aproximadamente 37.300 docentes2 que son parte del régimen de carrera, de los cuales 6.500 son empíricos. Entiéndase por empírico aquellos docentes que no cumplen con los requisitos para per-tenecer a la carrera; por ejemplo, ser graduados aunque en la práctica los profesores empíricos son parte de la Carrera Docente. Los Sistemas de Gestión de Personal de la Carrera Docente son ingreso, clasificación, remuneración, escalafón, capacita-ción, evaluación y movimientos del personal docente. En la siguiente sección se explican cada uno de los citados sistemas.
El ingreso a la carrera docente requiere de una solicitud escrita pre-sentada por el interesado, partida de nacimiento o un documento de iden-tidad legalmente reconocido y el currículum vitae, acompañado con documentos probatorios. Esto mues-tra que el ingreso al Régimen de Carrera Docente es un proceso sen-cillo, porque basta con que la perso-na interesada esté desempeñándose como docente en los subsistemas de educación no superior, tales como, preescolar, primaria, secundaria y formación profesional. Por ello, el concurso público para ocupar plazas vacantes no es una condición nece-saria para ingresar a la Carrera Docente.
Existen requisitos de titula-ción para pertenecer a la Carrera Docente.
En primaria el título básico re-querido es Maestro en Educación Primaria; en Secundaria es Profesor de Educación Secundaria y en el subsistema de formación profesional el título solicitado es el de Técnico Básico; Medio o Superior. El término maestro y profesor son dos cate-gorías profesionales distintas; el primero es utilizado para referirse a los profesionales que desempeñan la docencia en primaria; el segundo, es empleado para los docentes que laboran en secundaria aunque en la práctica se emplean indistintamente.
Pueden ingresar a la Carrera Docente extranjeros procedentes de países con los que Nicaragua ha establecido relaciones recíprocas, exceptuándose aquellos casos que participan en el sistema educativo a través de los convenios suscritos por Nicaragua con organismos no gubernamentales.
Sistema de Clasificación, la única referencia a éste sistema está en el Artículo 7 de la Ley. ¿En qué consiste el denominado Sistema de Clasificación? Ni la Ley ni el Regla-mento de la Carrera Docente especi-fican de qué trata; existe un vacío jurídico que no permite determinar cuál es la finalidad y razón de ser de un sistema de clasificación que puede ser de puestos o de centros educativos.
El Sistema de Remuneración está citado únicamente en el Artículo 7 de la Ley sin mayor explicación de que es un sistema asumido por el Ministerio de Educación. No está especificado en la norma cómo fun-ciona, en la práctica se lleva a cabo a través de la organización sindical y la negociación de convenios colecti-vos de acuerdo a lo establecido en el Artículo 36, Numeral 11 de la Ley de Carrera Docente. Cabe señalar, que el Artículo 23 de la citada Ley esta-blece que el escalafón regirá el mon-to de los diferentes sueldos de acuerdo a lo propuesto por el Re-glamento correspondiente, ¿a qué reglamento se está refiriendo el cita-do artículo? Porque el Reglamento de la Ley de Carrera Docente no especifica cuál es la bonificación salarial para los puntajes estableci-dos en el escalafón. Existe un acuerdo que establece que por cada punto registrado en el escalafón se pagará cinco córdobas, pero no en-contramos ningún documento al respecto.
El Sistema de Escalafón es la clasificación de la trayectoria docen-te con base en sus títulos, méritos y antigüedad. El Ministerio de Educa-ción a través de Recursos Humanos reconoce los diplomas obtenidos por los docentes en cursos de capacita-ción científico-técnico, pedagógicos o administrativos realizados dentro o fuera del país. A cada diploma le corresponde un puntaje, se otorga un punto por cada mes de capacita-ción recibido consecutivamente. El sistema de escalafón establece pun-tajes para los títulos o diplomas de primaria, educación media, postgra-dos, reconocimientos nacionales e internacionales, obras publicadas, Doctor Honoris Causa y por la expe-riencia profesional adquirida en la educación superior y no superior en el país y en el extranjero.
Sistema de Capacitación y Profesionalización, de acuerdo con el Artículo 112 del Reglamento de la Ley de Carrera Docente la capacita-ción es un proceso educativo, per-manente y sistemático a desarrollar-se bajo tres modalidades; primera, entrenamiento entendido como la acción de formación docente dirigida a la adquisición de habilidades y destrezas para la aplicación de nue-vas líneas curriculares. Segunda, perfeccionamiento es la acción de capacitación docente que pretende enriquecer el perfil profesional. Ter-cera, actualización consiste en un proceso de retroalimentación brinda-do al docente en función de los avances pedagógicos, científicos y técnicos.
¿En qué se diferencia la ca-pacitación de la profesionalización docente? Según los Artículos 119, 120 y 121 del Reglamento de la Ley de Carrera Docente, la capacitación es una acción educativa sujeta a un plan curricular para la obtención de un título, y está dirigida principal-mente a docentes empíricos. En cambio, los programas de profesio-nalización son desarrollados por Escuelas Normales para docentes empíricos de los subsistemas de educación no superior. Esta diferen-cia es poco precisa porque presenta criterios que no permiten identificar qué distingue una acción de otra, se puede afirmar que la capacitación es un medio para la profesionalización docente, por ello es necesario que las autoridades del Ministerio de Educación revisen la definición de cada uno de los términos utilizados.
El Sistema de Evaluación es la valoración objetiva de aspectos profesionales que determinan la eficiencia o mal desempeño del ejer-cicio docente. Este sistema se reali-za a través de tres procesos. Uno, evaluaciones sistemáticas realizadas a través de guías de evaluación, documentos y consultas al superior inmediato del evaluado; no está es-pecificado en el Reglamento de la Ley de Carera Docente la frecuencia con que se realizarán las evaluacio-nes sistemáticas ni los mecanismos de su ejecución. Segundo, evalua-ciones finales realizadas anualmente y registradas en la ficha evaluativa docente. Los resultados registrados son analizados y aprobados por las autoridades correspondientes; el instrumento de evaluación (ficha evaluativa) es dado a conocer por el jefe inmediato al docente para que éste conozca cuáles son los criterios con que será evaluado. Éstos obe-decen a características relacionadas con la capacidad, eficiencia en el trabajo, ética profesional y relaciones humanas.3
El Sistema de Movimiento del Personal Docente que contempla la Ley y su Reglamento son promoción, democión, traslados, permutas, per-misos, vacaciones, destituciones, y jubilaciones. La promoción es el ascenso del docente a un cargo superior al desempeñado en función de los puntajes establecidos en el Artículo 21 de la Ley de Carrera Docente. En cambio, la democión es el nombramiento del docente en un cargo inferior al desempeñado por razones de ineficiencia comprobada en el ejercicio de sus funciones.
Los traslados consisten en la reubicación de un docente a otro centro educativo cercano a su domi-cilio o cuando existen razones justifi-cadas para tal hecho. Permuta es el cambio por mutuo acuerdo entre docentes con un mismo cargo de un centro educativo a otro, las razones por las que se puede solicitar una permuta son cambio de domicilio, cercanía habitacional, prescripción médica o por contraer matrimonio.
Los permisos para ausentarse temporalmente de las labores docen-tes son de dos tipos. Uno, es con goce de salario por subsidio, muerte de padres, cónyuge o beca autoriza-da por el Ministerio de Educación. Otro, es sin goce de salario por desempeñar cargos directivos en instituciones del Estado, organiza-ciones sindicales, o en organismos internacionales.
Las vacaciones es el período de descanso anual al que tienen derecho los docentes de acuerdo al calendario escolar. Otro de los mo-vimientos de personal es la destitu-ción entendida como el retiro definiti-vo del cargo desempeñado por un docente que provoca pérdida de los derechos otorgados por la Ley de Carrera Docente. Recursos Huma-nos puede ejecutar una destitución por abandono de labores sin previo aviso, perjuicio material, ofensas graves a miembros de la comunidad educativa, conducta contraria a la ética profesional, sentencia que prive la libertad, suspensión temporal por abandono del cargo e incumplimien-to de la política educativa. La jubilación de acuerdo al Artículo 35 de la Ley de Carrera Docente y los Artículos 100-108 del Reglamento, es el derecho que tiene el docente a retirarse de sus labores por haber cumplido 55 años de edad y 25 años de servicio, invalidez o incapacidad física o mental. Asimis-mo, los docentes jubilados tienen derecho al décimo tercer mes, y sus pensiones están sujetas a reajustes salariales aplicados a la remunera-ción del docente activo.
Se ha analizado cómo se eje-cuta el Régimen de Carrera Docente pero quedan pendientes cuestiones tales como: ¿cuántos ascensos se han realizado en función de la anti-güedad, experiencia, preparación científica, eficiencia y méritos según lo estipula el Artículo 3 de la Ley de Carrera Docente? ¿La Comisión Nacional de Carrera Docente ha sesionado ordinariamente cada quince días para resolver los recla-mos presentados por el docente? ¿Cuáles son los casos resueltos por la Comisión Nacional y Departamen-tales de Carrera Docente en materia de reclamos docentes? ¿El Ministe-rio de Educación ha garantizado una plaza a todos los egresados de las Escuelas Normales tal como lo pro-pone el Artículo 18 de la Ley? ¿Cuántas demociones o descensos existen por ineficiencia en el desem-peño del ejercicio profesional docen-te? ¿Cuáles son los programas de capacitación y evaluación utilizados desde la entrada en vigencia de la Ley de Carrera Docente? ¿Qué im-pacto han tenido estos programas en la profesionalización docente y en la entrega de una educación de calidad?
Estas preguntas podrían ana-lizarse mucho mejor si la instancia rectora de la Carrera Docente tuvie-se sistematizada la información al respecto. En una futura edición se espera contar con los datos necesa-rios que permitan analizar cuestio-nes críticas para el cumplimiento del objetivo principal de la Ley de Carre-ra Docente, que pretende garantizar educación de calidad, estabilidad laboral, capacitación y promoción de los docentes.
Consideraciones finales
La tarea de analizar cómo el Gobierno Central garantiza calidad en los servicios educativos hizo ne-cesario formular una hipótesis. Por ello, se planteó: “la calidad en los servicios públicos nicaragüense, específicamente educativos, mejora cuando el tomador de decisión atiende efectivamente las demandas de la población ya que tendrá que existir una decisión política compro-metida con la gestión calidad junto con una función pública profesional y meritocrática”. Esta hipótesis sirvió de guía para desarrollar dos dimen-siones analíticas sobre gestión de calidad: una teórica y otra empírica.
Desde la perspectiva teórica se analizó qué es calidad en los servicios públicos. Esto permitió identificar elementos comunes en las múltiples definiciones sobre calidad tales como las dimensiones objetivas y subjetivas. Un elemento objetivo en la definición de calidad son los requerimientos técnicos y procesos de producción necesarios para que exista calidad. Los elementos subje-tivos son aquellos que destacan la satisfacción de las expectativas del cliente-ciudadano.
Respecto a lo empírico se constató que poco a poco se camina “hacia una gestión de calidad en la función pública de Nicaragua”. Pero hace falta mucho más camino que recorrer en la búsqueda de la calidad en los servicios públicos, específi-camente en los educativos. En este trabajo se identificó que el Gobierno Central provee muchos servicios públicos por mandato constitucional; ante esta situación se optó por cen-trar la atención en los servicios edu-cativos ya que la inversión en capital humano a través del sistema de educación constituye uno de los principales factores para mejorar la calidad del propio sistema educativo y de otros servicios públicos.
“Sin inversiones enfocadas en la mejora de la calidad de la educa-ción y en aumentar el acceso a las escuelas, se puede prever que el 50% de la población permanezca en la pobreza durante la década si-guiente. Los bajos niveles educati-vos alcanzados por la población nicaragüense a lo largo de los años explica, en gran medida, la baja pro-ductividad de la fuerza laboral y la pobre calidad del trabajo” (Urdiñola y Laguna, 2008: 45).
Se hace necesario que las au-toridades políticas, el ciudadano y los directivos de la administración pública nicaragüense se comprome-tan con la gestión de calidad. La revisión teórica y empírica de este trabajo revela la necesidad de forta-lecer la capacidad de escucha, res-puesta efectiva y eficaz de las auto-ridades políticas a los ciudadanos. El caso de estudio sobre los servicios educativos nicaragüenses permite plantear similitudes respecto a la situación de otros servicios públicos, ¿Cuál es esa similitud? efectivamen-te con un caso de estudio difícilmen-te se puede generalizar pero si se puede expresar que los servicios públicos necesitan mejorar su cali-dad. La situación de los servicios educativos en Nicaragua tiene re-percusión en otros sectores como la economía, salud, entre otros; es decir, en el desarrollo de la Nación.
La calidad de la gestión públi-ca necesita de acción colectiva. No basta con cuidar los requisitos y procedimientos de calidad ya que en el ámbito público existe una dinámi-ca compleja donde interactúan mu-chos intereses y actores que muchas veces olvidan el bien común. La situación política nicaragüense hace pensar que la tarea pendiente no es la calidad sino la gobernabilidad donde el ciudadano es sujeto de deberes y derechos; es decir, tiene derecho a disentir, reclamar y ser atendido con servicios públicos de calidad. Pero ocurre que cuando un ciudadano reclama se convierte en oposición, en enemigo del gobierno de turno, cuando probablemente está ejerciendo su derecho ciudada-no de solicitar más y mejores servi-cios. Por ello, no se puede desvincu-lar la búsqueda de calidad en los servicios públicos del compromiso político de los detentadores del poder.
El compromiso político tiene que demostrarse en el estableci-miento de estándares e indicadores de calidad. Por ello, es necesario crear un Premio Centroamericano a la Calidad en la Función Pública que retome las experiencias de otros Premios Nacionales a la Calidad y normas específicas para el sector público como es el caso de Argenti-na, Brasil, Colombia, Chile, Portugal, España y del Modelo Iberoamerica-no de Excelencia en la Gestión de la Fundación Iberoamericana para la Gestión de la Calidad, FUNDIBEQ.
El Gobierno de Nicaragua desde 1996, estableció el Premio Nacional a la Calidad que coordina el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio, MIFIC. Este premio se fundamenta en la Ley No. 219 de “Normalización Técnica y Calidad” que tiene entre sus objetivos: “Orde-nar e integrar las actividades de los sectores público, privado, científico técnico y de los consumidores para la elaboración, adopción, adaptación y revisión de las normas técnicas, en procura de la mejora sostenida de la calidad de los productos y servicios ofrecidos en el país”. Según datos oficiales del MIFIC, ha ganado este premio principalmente la empresa privada, esto evidencia que la cali-dad es una tarea pendiente en la gestión pública nicaragüense. Se hace necesario retomar este prece-dente para avanzar efectivamente en una gestión pública de calidad.
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Experiencias, retos
y posibilidades del Sistema
de Función Pública
Hernán A. Vera Rodríguez** en Puerto Rico*
SE PRESENTA DE FORMA SINTÉTICA LAS EXPERIENCIAS DE PUERTO RICO EN EL DESARROLLO DE SU SISTEMA DE FUNCIÓN PÚBLICA. ASIMISMO, SE EXPLORAN LOS RETOS PRINCIPALES QUE ENCARA EN LA ACTUALIDAD ESTE SISTEMA DE SERVICIO CIVIL. POR ÚLTIMO SE AUSCULTAN ALGUNAS DE ESTAS ALTERNATIVAS PARA ENCARAR ESTAS LIMITACIONES.
PALABRAS CLAVES: FUNCIÓN PÚBLICA; SERVICIO CIVIL; PUERTO RICO
Introducción
* Documento presentado en el XV Foro de la Función Pública de Centroaméri-ca, Panamá y República Dominicana “Compromiso con la innovación y la ca-lidad en la gestión pública”, realizado en San José, Costa Rica del 14 al 16 de abril del 2010 y organizado por el Insti-tuto Centroamericano de Administra-ción Púbica, ICAP y la Dirección Gene-ral de Servicio Civil, DGSC, de Costa Rica.
** Doctor en Administración Pública. DPA, Catedrático de Administración Pública y Decano del Colegio de Estudios Gra-duados en Ciencias de la Conducta. Pontificia Universidad Católica de Puer-to Rico, Ponce, Puerto Rico.
Recibido: 31 de marzo del 2010.
Aceptado: 25 de junio del 2010.
Las luchas para establecer un sistema profesional de función públi-ca en Puerto Rico tienen un poco
más de un siglo. De hecho en el año 1907, se aprobó la primera ley de servicio civil de nuestro país, a la usanza de la Ley Pendleton, la pri-mera ley orgánica del Servicio Civil de los Estados Unidos de 1883 (Goodsell, 1979). Este estatuto, aun-que imperfecto, estableció la primera piedra de nuestro sistema de servi-cio civil. En este trabajo, se presenta una síntesis de la experiencia puer-torriqueña en el desarrollo de su sistema de función pública, así como los retos que ésta ha encarado. Asi-mismo, se discuten las posibilidades para el desarrollo del mismo. Cabe señalar, que en este escrito, utiliza-mos, tal como se hace en la Carta Iberoamericana de la Función Públi-ca (CLAD, UNDESA), 2003: 15) indistintamente los conceptos fun-ción pública y servicio civil.
Trasfondo
El Gobierno de Puerto Rico consta de tres niveles fundamenta-les: las agencias o departamentos del Gobierno Central, las Corpora-ciones Públicas y las municipalida-des. De igual forma, en algunas áreas de política pública, existe una amplia injerencia de agencias del Gobierno Federal de los Estados Unidos. Por otro lado, y según datos del Departamento del Trabajo de Puerto Rico (2010), existen alrede-dor de 298.000 personas laborando en alguna dependencia guberna-mental de ese país.
Según datos de esta misma agencia, para febrero del 2010, la administración pública era el tercer sector de generación de empleos en el país, luego de las industrias no – agrícolas y el sector de servicios. Para contextualizar estos datos, es menester señalar que la población del país se estima en cuatro millones de personas y las personas dentro del grupo trabajador en 1.301.000 a febrero de 20101 Es decir, que se estima que cerca del 23% de todas las personas que trabajan en nuestro país, lo hacen para alguna depen-dencia gubernamental. Asimismo, para febrero de 2010, la tasa de desempleo en el país era de 15.8%.2 Por último, debemos señalar que existen en el país dos escuelas gra-duadas de Administración Pública: la Escuela Roberto Sánchez Vilella de
la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, fundada en 1945 y la de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, en Ponce, Puerto Rico, fundada en 1996.
Experiencias en el desarrollo
del Sistema de Función Pública
El camino para desarrollar un sistema de servicio civil en Puerto Rico ha sido largo y lleno de obstáculos. El mismo, ha estado matizado, por un lado, por los inten-tos de lograr un sistema de función pública que permita el desarrollo social y económico del país. Por el otro, han estado los partidos políti-cos que han utilizado el servicio civil como un botín mediante el cual han aumentado el poder de sus organi-zaciones políticas, en vías de lograr o perpetuarse en el poder.
Así pues, el primer paso para la profesionalización de la función pública en el país, se dio con la aprobación de la Ley de Servicio Civil de 1907. La misma, creó una Junta o Comisión de Servicio Civil formada por tres miembros que eran nombrados por el Gobernador. Este estatuto establecía el mérito como el principio que debía regir los proce-sos de administración de recursos humanos en el ámbito gubernamen-tal. Esto se ponía en vigor, entre otros medios, mediante el estableci-miento de exámenes de oposición para los puestos públicos, la prohibi-ción de solicitar a los aspirantes a puestos públicos información sobre:
Paradójicamente, la implanta-ción de esta ley se vio fuertemente limitada por restricciones presupues-tarias que provinieron del Poder Legislativo puertorriqueño de su época, el que no aprobó los fondos necesarios para el cumplimiento de sus objetivos, lo que hizo casi inope-rante a la Comisión de Servicio Civil (Goodsell, 1978: 108). Según ana-listas de este proceso, al Poder Le-gislativo no le convenía fortalecer el sistema de mérito en el país, pues recibían contribuciones económicas para los partidos políticos equivalen-tes al 2% proveniente del salario de aquellos empleados a quienes nom-braban políticamente. (Goodsell, 1979: 112).
El próximo estatuto que reguló la función pública en Puerto Rico fue la Ley No. 88 de 1931. Los cambios más importantes que trajo esta dis-posición legal fueron: el estableci-miento de un sistema de clasifica-ción de puestos y retribución, así como el establecimiento de un inci-piente sistema de capacitación y desarrollo de recursos humanos (Caballero, 2008: 19; Santiago y Robles, 2005: 39). De igual forma, dividía el servicio civil en Personal Clasificado, los que formaban la meritocracia del país, y el personal No-Clasificado, o personal de con-fianza, que era nombrado por su afiliación política o cercanía a la autoridad nominadora.
Es importante notar que según Charles Goodsell, estudioso de esta etapa del desarrollo de la función pública en Puerto Rico, y ex-Presidente de la Sociedad America-na de Administración Pública, ASPA, los estatutos arriba mencionados cobijaban únicamente entre un 20 y un 30% de los empleados públicos del país (Goodsell, 1979: 109). Las razones para esto eran, por un lado, los empleados en el servicio no-clasificado y por el otro, la gran can-tidad de empleados temporeros nombrados. De hecho, García de Serrano plantea que entre 1930 y 1940, la mayoría de los nombra-mientos llevados a cabo en el go-bierno eran de carácter temporero (1969). Esta práctica, casi dejaba sin efecto los intentos de profesionalizar la función pública en el país, legis-lados en el estatuto de 1931. Aquí vemos una vez más la pugna entre las fuerzas que intentan promover el establecimiento de una meritocracia en el país y aquellas que buscaban aumentar su poder político mediante el nombramiento de empleados leales a sus ideales políticos en puestos gubernamentales.
Más adelante, se aprueba en Puerto Rico la Ley 345 de 1947, uno de los estatutos más importantes en el desarrollo de un sistema de fun-ción pública en el país. Este estatuto estableció unas bases sólidas para el florecimiento de un sistema de mérito en el país. De hecho, algunas especializadas de la época, compa-raron favorablemente el sistema de mérito establecido por ésta, con los sistemas de recursos humanos más avanzados de Norteamérica (Goodsell: 1978:32). Más aún, algu-nos estudiosos de la administración pública en el país denominan el período entre 1947 y 1968 como el Período de Oro de la Administración Pública en el país. Sostenemos que más que los cambios llevados a cabo por este estatuto, se da este Período de Oro debido al estableci-miento en el país de un sistema de partidos (políticos) dominante o cua-si-monopartidismo, factor que pro-moverá la concentración de esfuer-zos en el desarrollo de una función pública vigorosa, en lugar de la búsqueda de la obtención del poder político.
En particular, este ordena-miento legal tenía disposiciones amplias sobre: clasificación de pues-tos, retribución, reclutamiento a base de exámenes (oposiciones), períodos probatorios, despidos por causa justificada, adiestramiento y capacitación, protección contra dis-crímenes ilegales, entre otras. De igual forma, establece una división estructural entre los aspectos técni-cos, operativos y de reglamentación del sistema de función pública, los que quedaban bajo la jurisdicción de la Oficina de Personal y aquellos de carácter apelativo, los que estaban al cuidado de la Junta de Personal (Santiago y Robles, 2005: 40 – 42). Vale la pena destacar que mediante la promoción de organismos interna-cionales como las Naciones Unidas, así como la de sus países de origen, muchos hermanos latinoamericanos se formaron en la Escuela Graduada de Administración Pública de la Uni-versidad de Puerto Rico, llevando a sus tierras la experiencia de este “Modelo Puertorriqueño de la Fun-ción Pública”.
En octubre de 1975, se aprobó en Puerto Rico, el cuarto estatuto orgánico sobre la función pública, la Ley No. 5, la que define claramente lo que era el principio de mérito e identifica sus áreas esencia-les. De igual forma, divide los em-pleados públicos en empleados de carrera (cubiertos por el principio de mérito) y empleados de confianza, los que define como “de libre selec-ción y libre remoción”. También, introduce programas innovadores de evaluación, así como de promoción de la productividad y la eficiencia gubernamental (Santiago y Robles, 2005: 47). Igualmente, la ley esta-blece un sistema de función pública compatible con la negociación colec-tiva en el sector público del país.
Por último, esta ley crea dos organismos independientes para la administración del sistema de la función pública: la Oficina Central de Administración de Personal (conoci-da como OCAP) y la Junta de Ape-laciones del Sistema de Administra-ción de Personal (conocida como JASAP). Los problemas con la im-plantación de esta ley tuvieron que ver principalmente con la gran canti-dad de empleados de confianza y temporeros que se nombraban en las agencias públicas del país, así como con la proliferación de despi-dos ilegales después de una elec-ción general, lo que redundaba en grandes costos al erario público.
Luego, en el año 1998 entró en vigor la Ley No. 45. De esta for-ma, se le concede a la mayoría de los empleados del sector público de Puerto Rico el derecho a organizarse y a negociar colectivamente. Sin embargo, este estatuto supedita las negociaciones de tipo salarial a las realidades fiscales del Estado, y prohíbe las interrupciones de servi-cios gubernamentales mediantes piquetes, huelgas y otros medios. Asimismo, excluye el personal de algunas agencias tales como la Po-licía, la Guardia Nacional, el Depar-tamento de Justicia, así como a em-pleados de otro puñado de agencias. De igual modo, excluye de la ley a empleados gerenciales, transitorios, por contrato, irregulares y de con-fianza (Santiago y Robles, 2005: 330). También, crea un organismo administrativo, la Comisión de Rela-ciones del Trabajo del Servicio Público, la que tiene las funciones de: interpretar, aplicar y hacer cum-plir las disposiciones de la Ley 45 de sindicación de los empleados públi-cos, resolver controversias sobre la aplicación de dicho estatuto, crear la reglamentación necesaria para ase-gurar el cumplimiento de esta ley, supervisar los procesos de elección sindical y llevar a cabo investigacio-nes, encuestas, vistas públicas y audiencias relacionadas con la sindi-calización de los empleados públi-cos, entre otras funciones. (Estado Libre Asociado de Puerto Rico, Ley de Relaciones del Trabajo para el Servicio Público de Puerto Rico, Ley 45 de 1998, Sección 11.15). Con la aprobación de esta ley también co-mienza a cambiar la filosofía de la Oficina Central de Recursos Huma-nos del Gobierno de Puerto Rico. A partir de este momento, se cono-cería como Oficina Central de Ase-soramiento Laboral y Recursos Humanos, OCALARH, siendo uno de los primeros pasos hacia la descen-tralización del sistema de función pública en Puerto Rico.
Por último, la Ley 184 del 2004, el cual junto a la Ley 45 de 1998, son los estatutos vigentes sobre la función pública en el país, persiguió el propósito de establecer un sistema de función pública cónsono con la sindicación de los empleados públicos, así como el culminar el proceso de descentrali-zación de la administración de recur-sos humanos en el sector público del país, el que ya había comenzado mediante órdenes ejecutivas del gobernador. (Estado Libre Asociado de Puerto Rico, Ley para la Adminis-tración de Recursos Humanos en el Sector Público, Ley No. 184 del 3 de agosto del 2004, Sección 2.1(4).).
De hecho, esta disposición le-gal convierte a todas las agencias y dependencias del Gobierno de Puer-to Rico en administradores individua-les, por lo que cada una viene obli-gada a desarrollar su propio sistema de recursos humanos cónsono con el principio de mérito. Más aún, con la puesta en práctica de esta ley, la Oficina de Recursos Humanos del Gobierno de Puerto Rico se convier-te definitivamente en una de aseso-ramiento laboral y auditoría sobre el cumplimiento con el principio de mérito. De hecho, los autores San-tiago y Robles (2005), plantean que esta ley:
“…elimina toda tarea opera-cional centralizada, incluyendo la aprobación de los planes de clasificación y retribución, así como los reglamentos.” (p.54)
Por esta razón, argumenta-mos que con esta ley, la Oficina de Recursos Humanos del Gobierno de Puerto Rico, conocida a partir de este estatuto como Oficina de Re-cursos Humanos del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, ORHELA, pasará a desempeñar principalmente funciones de asesoramiento, audi-toría y capacitación de los recursos humanos en el sector público de Puerto Rico.
En este apartado, hemos dis-cutido de forma sucinta las experien-cias o hitos más importantes en el desarrollo de la función pública de Puerto Rico durante el pasado siglo. En el próximo, se presentan los retos que encara actualmente el desarrollo de un sistema de función pública en este país.
Retos para el desarrollo
de la Función Pública
en Puerto Rico
Actualmente, son muchos los retos que encara el desarrollo de una función pública en Puerto Rico. Entendemos que el desarrollo de una función pública profesional y vigorosa es un prerrequisito para el establecimiento de una economía fuerte que nos permita competir a nivel regional y global. Sin embargo, en este trabajo se concentrará en tres de estos retos, a saber:
La pérdida de un Organismo
Rector para la Función Pública
en el país
En el desarrollo de nuestro sistema de función pública, sobre todo a partir de los años ochenta se clamaba por un sistema de función pública más descentralizado, ágil y efectivo. A tales efectos, con la Ley 184 del 2004, se culmina el proceso de descentralización de nuestra fun-ción pública, el que había comenza-do años antes mediante órdenes ejecutivas de los gobernadores y mediante la aprobación de leyes especiales. Sin embargo, a nuestro entender, este proceso careció de una planeación adecuada, lo que ha traído importantes efectos negativos al desarrollo de nuestra función pública.
En primer término, al relegar a la ORHELA a una agencia de aseso-ramiento y auditorías, el país ha perdido la uniformidad en la adminis-tración de los recursos humanos en el sector público del país. Esto se ha manifestado de muchas maneras. Como primer ejemplo, se puede señalar que al dejar en manos de cada organización gubernamental la función de preparar sus propios pla-nes de clasificación de puestos y retribución, se da en el país, la situa-ción de que personas desempeñan-do un mismo puesto en agencias gubernamentales similares, deven-guen salarios distintos, lo que viola un principio de la Constitución de Puerto Rico que establece que debe haber “igual paga por igual trabajo”. De hecho, los datos presentados en la siguiente tabla, los que son parte de un estudio llevado a cabo por Ruiz (2008), y el que fue presentado en el XIV Congreso del Centro Lati-noamericano de Administración para el Desarrollo, CLAD, en Buenos Aires, revelan estas diferencias sala-riales en una muestra de clases de puesto.
TABLA No. 1
DIFERENCIAS SALARIALES EN CLASES DE PUESTO SIMILARES
POR TIPO DE AGENCIA
(En dólares)
Puesto |
Agencia Tradicional |
Corporación pública |
Municipio |
Administrador(a) de Documentos Públicos |
N/D |
1.638-2.457 |
N/D |
Conserje |
1150-1550 |
943-2012 |
840-966 |
Guardalmacén |
N/D |
1112-2397 |
874-1005 |
Oficial de Compras |
1702-2294 |
1490-2235 |
1065-1224 |
Oficial de Nómina |
1850-2493 |
1638-2457 |
946-1088 |
Secretaria(o) |
2020-2723 |
1490-2235 |
946-1088 |
Trabajador de Conservación |
1196-1612 |
996-2132 |
857-985 |
Fuente: E. Ruiz Santana, “Diferencias en los planes de retribución de las agencias públicas de Puerto Rico”, Ponencia presentada en el XIII Congreso del CLAD sobre Reforma del Estado y Administración Pública, Buenos Aires, Argentina, 2008.
Asimismo, al darse el mencio-nado cambio de filosofía y roles de la agencia central para la función públi-ca del país, se dio también la virtual eliminación de los exámenes de oposición presenciales (o con com-parecencia) para los distintos pues-tos en el gobierno de este país cari-beño. En el pasado, la Agencia Central de Recursos Humanos, con-feccionaba, administraba y corregía las pruebas de selección para las distintas clases de puesto de nuestro servicio público. La naturaleza de éstas era muy diversa e incluían por ejemplo, pruebas escritas, pruebas de ejecución o prácticas, exámenes orales o pruebas físicas (Gerena, 2008: 68). Actualmente, estas prue-bas han sido eliminadas casi por completo y la selección de personal se hace principalmente a base de exámenes sin comparecencia, los que se fundamentan en la evalua-ción (y valoración) de las credencia-les académicas y la experiencia de los aspirantes a puestos públicos. Esta situación, como deducirá fácil-mente el lector, abre la puerta a la intromisión político – partidista en la selección de personal y a la violación de la igualdad de oportunidades de empleo de muchos candidatos. Huelga señalar, que esta situación no ha abonado al fortalecimiento de la función pública de Puerto Rico.
Otro aspecto en el que la des-centralización del sistema de función pública de Puerto Rico ha traído dificultades, es el adiestramiento y la capacitación de los recursos huma-nos. En el pasado, esta función es-taba centralizada en la Agencia de Recursos Humanos del Gobierno de Puerto Rico, quien tenía sus propios expertos o contrataba los mismos para ofrecer los adiestramientos. Ahora, con la descentralización del sistema, cada agencia, municipio u organización gubernamental tiene que pagar a la ORHELA por el adiestramiento de sus recursos humanos. Esto ha provocado que aquellas agencias con menores re-cursos fiscales (las que a veces tie-nen las mayores necesidades de adiestramiento y capacitación de sus recursos humanos) no puedan en-viar a capacitar a sus empleados como lo exige el desarrollo de un sistema vigoroso de función pública en el país.
Una situación muy similar ocu-rre con la administración de las di-versas oficinas (administradores individuales) de recursos humanos en este sistema descentralizado. Antes del 2004, cuando el sistema estaba centralizado, existía un per-sonal altamente cualificado y expe-rimentado en la agencia de personal gubernamental. Ahora, con la des-centralización, se da una amplia diversidad en los niveles de expe-riencia y capacitación de los directo-res de recursos humanos de las distintas agencias y municipalidades. Según nuestra experiencia, las agencias y municipios de mayor tamaño, en zonas metropolitanas y con mejores presupuestos, han lo-grado allegarse un personal más cualificado y experimentado en di-versos aspectos de la función públi-ca que aquellas más pequeñas, rura-les y con menor presupuesto.
Para cerrar este apartado, queremos señalar que la Carta Ibe-roamericana de la Función Pública señala sobre este particular que:
Para el cumplimiento de las finalidades que le son pro-pias, la función pública debe ser diseñada y operar como un sistema integrado de ges-tión cuyo propósito básico o razón de ser es la adecuación de las personas a la estrate-gia de la organización o sis-tema multiorganizativo… (CLAD/UNDESA), 2005: 27).
Como se colige fácilmente de la discusión presentada anteriormen-te, las reformas implantadas en el sistema de función pública de Puerto Rico a partir del 2004, no propenden el desarrollo adecuado de la función pública del país. En aras de la agili-dad administrativa, y orientadas conceptualmente por las teorías de moda, se abandonó un sistema inte-grado de función pública que aunque tenía sus deficiencias, le había ser-vido bien al país.
La implantación de políticas
neoliberales: el caso
de la Ley No. 7
Desde los noventa una parte de la clase gobernante de Puerto Rico ha promovido, como en otros países de la región, reformas guber-namentales tendientes a:
Aunque resulte paradójico se-ñalarlo, en este ideario, se ha perci-bido al sector público como un lastre para el desarrollo económico y social del país. Así por ejemplo, el Progra-ma de Gobierno del partido que re-sultó vencedor en las elecciones de 2008 en este país, planteaba que:
Existe consenso que el go-bierno es en ocasiones uno de los mayores obstáculos para la atención ágil, adecua-da y efectiva de nuestras ne-cesidades y problemas colec-tivos. (PNP, 2008,19).
De forma similar, dicho do-cumento plantea más adelante que:
El tamaño injustificado del gobierno, y su rígida estructu-ra burocrática obsoleta, impi-den la prestación ágil y efi-ciente de servicios públicos a nuestros ciudadanos. (PNP, 2008:20).
A esta ideario, se unió la si-tuación fiscal del país en la que se estima existe un déficit estructural de cerca de 3.200 millones de dóla-res. A esto se unió la postura de las casas evaluadoras del crédito de Puerto Rico en el mercado de valo-
res de Nueva York (Wall Street) tales como Moody’s y Stan-dard&Poor’s, las que amenazaban con degradar los bonos del Gobier-no de Puerto Rico a categoría de “chatarra” si el gobierno de este país no tomaba medidas de control fiscal o de “sana administración pública”. Esto claramente, ponía en riesgo el crédito del gobierno puertorriqueño. Ante esta situación, el Gobierno de Puerto Rico tomó varias medidas, entre ellas, la aprobación de la Ley Especial Declarando un Estado de Emergencia Fiscal y Estableciendo un Plan Integral de Estabilización Fiscal para Salvar el Crédito de Puerto Rico, Ley No. 7 del 9 de marzo del 2009.
Esta ley ha tenido efectos di-rectos en el desarrollo de la función pública del país, pues ha supuesto la implantación de un plan para el despido de entre 20.000 y 30.000 empleados públicos. Asimismo, deja sin efecto las siguientes accio-nes de recursos humanos en el sector público:
Como se puede apreciar, la implantación de esta ley le ha ases-tado un duro golpe al desarrollo de un sistema de función pública en Puerto Rico. Por un lado, se entien-de que es necesario administrar la precaria situación fiscal del país. Por el otro, esta estrategia lejos de ser adecuada, pudiera agravar la situación económica de un país que ya tiene una tasa de desocupación mayor a un 15%. Asimismo, se con-sidera que pudieron haberse utiliza-do otras estrategias menos lesivas al desarrollo de la función pública del país para resolver su situación pre-supuestaria. Aquí se debe puntuali-zar que la Carta Iberoamericana de la Función Pública (2005) establece que estrategias tales como el achi-camiento del Estado y de su plantilla de empleados en momentos de cri-sis económicas es una táctica anacrónica y superada por los paí-ses de nuestra zona.
La politización de la función
pública y los empleados
transitorios, por contrato
e irregulares
A partir de 1968, existe en Puerto Rico un sistema de partidos bipartidistas. Hay dos partidos políti-cos contendientes por el poder con una capacidad similar para ganar las elecciones. De hecho, desde 1968, uno de esos partidos ha ganado las elecciones generales en seis oca-siones y el otro en cinco. Esto ha provocado la politización de casi todos los aspectos de la vida puerto-rriqueña. Más aún, cada uno de ellos ha promovido prácticas clientelares que lesionan el desarrollo de un sistema de función pública ejemplar en el país. Además, a nuestro juicio, las leyes aprobadas desde principios del Siglo XX, han sido instrumentos un tanto endebles para frenar la politización de nuestro servicio civil.
La situación de los empleados por contrato, transitorios e irregula-res pone de manifiesto esta situa-ción. Según nuestro ordenamiento jurídico, un empleado transitorio es una persona nombrada en un puesto de trabajo en lo que se nombra a un empleado de forma regular en el mismo. Por otro lado, los empleados irregulares y por contrato son nom-brados en puestos de duración fija. Ninguno de estos tipos de emplea-dos pasa por todo el proceso de oposiciones que supone una contra-tación como empleado regular en las dependencias del Gobierno de Puer-to Rico. De hecho, desde la década de los treinta se utiliza este tipo de nombramientos para soslayar los requisitos del sistema de mérito (Goodsell, 1979: 117 – 118).
Estos nombramientos han creado una “estructura paralela” en la que se burlan los procesos forma-les para garantizar el mérito. De igual forma, existen múltiples prácti-cas burocráticas que hacen posible que este tipo de empleados perma-nezcan en el gobierno por largos períodos de tiempo.
La situación de estos emplea-dos ha traído varios problemas al desarrollo de un sistema adecuado de función pública en el país. En primer lugar, luego de una elección general, el partido ganador incluye miles de estos nombramientos para acomodar en el gobierno a personas leales a su ideal político; es decir a sus clientes. En segundo lugar, y más lesivo todavía para nuestra función pública, en el país se aprue-ban ocasionalmente, leyes que han convertido en empleados regulares a empleados en las categorías antes mencionadas. En décadas recientes, se han aprobado leyes de este tipo en 1989, 1995, 1996, 2000 y 2004. Esta práctica, viola totalmente los principios que deben regir la función pública en un país, pues las perso-nas que pasan a ocupar puestos públicos mediante estas leyes espe-ciales, no advinieron al gobierno mediante los mecanismos de oposi-ción tradicionales.
En esta segunda parte del tra-bajo, hemos destacado tres de los retos principales que confronta la modernización del sistema de la función pública en Puerto Rico. En la siguiente sección, se presentan al-gunas de las áreas de posible mejo-ramiento del sistema de función pública de este país.
El Sistema de Función Pública
de Puerto Rico:
Algunas de sus Posibilidades
En primer lugar, y en lo tocan-te al papel que juega la ORHELA de Puerto Rico, consideramos que la misma pudiera servir de motor a la modernización de la función pública en el país, y así como al desarrollo económico del mismo, si se imple-mentan los siguientes cambios:
En segundo lugar, y en lo to-cante a la aplicación de políticas neoliberales que han provocado el despido de miles de empleados públicos en Puerto Rico, así como la “congelación” de muchos de sus beneficios adquiridos, recomenda-mos se nombre un comité multisec-torial que evalúe estas prácticas, así como sus efectos a largo plazo en el sistema de función pública del país. Asimismo, y toda vez que el poder gubernamental parece estar inmer-so en esta mentalidad neoliberal lesiva a la función pública, las es-cuelas de administración pública del país deben exponer en foros públi-cos sus opiniones sobre los efectos de la Ley.3
Por otro lado, debe promo-verse el que los altos funcionarios directivos del Gobierno de Puerto Rico, acudan a actividades de mejo-ramiento profesional tales como los Congresos del CLAD y los Foros de la Función Pública del Instituto Cen-troamericano de Administración Pública, ICAP, para que se expon-gan a las últimas corrientes teóricas y prácticas dentro de la administra-ción pública y disciplinas afines. Entendemos que de haberse dado este último elemento, no tendríamos en Puerto Rico un estatuto como la Ley No. 7, la que está totalmente desconectada del “estado del arte” de la gestión gubernamental.
En tercer lugar, y en lo relativo a la politización del servicio civil del país y su impacto en el nombramien-to de empleados transitorios, enten-demos que la implantación de las siguientes recomendaciones ayu-daría a cerrar la brecha a esta forma de violentar el sistema de mérito en el país:
Reflexiones finales
En la discusión presentada previamente, se ha reseñado de forma muy concisa, la historia del desarrollo de la función pública en Puerto Rico. Así pues, se hizo hin-capié, tanto en sus momentos glo-riosos, cuando sirvió de modelo a otros países de la región, como en sus momentos de mayor fragilidad, en los que ha estado sometido a valores tales como la política parti-dista y las teorías económicas de moda.
De igual forma, se destacaron tres retos que encara actualmente nuestro sistema de servicio civil: la pérdida de un organismo rector de la función pública, los efectos de la implantación de políticas neolibera-les en el sistema de servicio civil, así como la politización de la función pública y su relación con el nom-bramiento de empleados transitorios, por contrato e irregulares.
Por último, se presentaron dis-tintas posibilidades o alternativas para encarar los tres retos reseña-dos en el trabajo. Algunas de ellas pudieran parecer utópicas, pero la política y la administración son las ciencias y artes de lo posible.
Esperamos que la discusión aquí presentada sirva de referencia a las futuras discusiones de otros hermanos iberoamericanos sobre los sistemas de función pública de sus respectivos países. Asimismo, con-fiamos que luego de compartir esta información con ellos, puedan com-partir con nosotros alternativas inno-vadoras para la solución o mejora de los retos que encara nuestro sistema de función pública.
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El financiamiento de la educación
superior a través del presupuesto
y la autonomía universitaria:
Son compatibles
Norma Ruth Caplán* en la actualidad?
LA AUTONOMÍA DE LAS UNIVERSIDADES EN AMÉRICA LATINA HA TENIDO VIGENCIA POR MÁS DE NOVENTA AÑOS; SIN EMBARGO, NO HAN LOGRADO CONQUISTAR LA AUTONOMÍA FINANCIERA PROPIA. ESTA LIMITACIÓN EN EL FINANCIAMIENTO, DERIVÓ EN UNA DISMINUCIÓN EN LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN, EL PRESTIGIO DE LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS, COMPETENCIA DEL SECTOR PRIVADO, LLEGANDO EL MOMENTO DE REVISAR EL CONCEPTO PURO DE AUTONOMÍA Y LIGARLO A LOS ASPECTOS DE SOSTENIBILIDAD PRESUPUESTARIA, INTRODUCIENDO LA GESTIÓN BASADA EN RESULTADO COMO HERRAMIENTA PARA UNA MEJOR ASIGNACIÓN DE RECURSOS.
PALABRAS CLAVES: EDUCACIÓN SUPERIOR; FINANCIAMIENTO; PRESUPUESTO; SOSTENIBILIDAD; AUTONOMÍA
Introducción
* Consultora ICAP. Ex Profesora Asocia-da Regular / Finanzas Públicas. Facul-tad de Ciencias Económicas de la Uni-versidad de Buenos Aires, Argentina.
1. Son las universidades persas y árabes las que parecen haber iniciado el proceso que ha dado origen a la universidad moderna durante el siglo IV y finales del V. Las uni-versidades europeas más antiguas fueron
La educación ha sido desde la creación de las primeras universida-des en el mundo1 una vía para la consolidación de los liderazgos inte-lectuales y, como bien planteó en los
albores del siglo XX Wilfredo Pareto, un mecanismo para el surgimiento de las élites gobernantes. América Latina no fue una excepción a este modelo.
_____________________________
fundadas por los árabes en España (Cali-fato de Córdoba) desde el siglo VII. A par-tir de la fundación de la Universidad de Bolonia en 1088, y bajo la cultura euro-peo-cristiana, se sucede la fundación de universidades a todo lo largo y ancho del territorio europeo.
Recibido: 31 de julio del 2009.
Aceptado: 26 de febrero del 2010.
Las primeras universidades la-tinoamericanas fueron fundadas por la Corona Española durante la etapa colonial.2 El modelo original fue el de las universidades que ya actua-ban en España. Al ser trasplantadas a América, las universidades colo-niales se constituyeron como corpo-raciones semi-eclesiásticas cuyos criterios de pertenencia, contenidos y metodología de la enseñanza, estrictamente reglamentados, per-manecieron sin cambios casi dos siglos.
2. El título de primera universidad del Nuevo Mundo (continente americano) varía entre la Universidad Autónoma de Santo Do-mingo (en 1538, operando con cédula real desde 1558) y la Universidad de San Mar-cos de Lima (en 1551, 1ª en obtener cédula real). Más tarde se fundó la Real y Pontificia Universidad de México (en 1551) antecedente de la Universidad Pon-tificia de México y la UNAM.
Hace más de noventa años, el 21 de junio de 1918, en la ciudad de Córdoba (Argentina) los estudian-tes tomaron la Universidad culmi-nando un período de luchas estu-diantiles de las cuales surgió el Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria, que consagró las aspi-raciones de la denominada Reforma Universitaria, que luego se extendió a toda América Latina y que dio lu-gar al surgimiento y consolidación de la autonomía universitaria.
Las reivindicaciones originales fueron:
Entendiendo por “autonomía universitaria”, una autonomía admi-nistrativa, diferente de los niveles gubernativos, por la cual la universi-dad debe ser autónoma y auto-gobernada, eligiendo sus propias autoridades sin injerencia del poder político, y dándose sus propios esta-tutos y programas de estudio.
El principio de cogobierno alu-de al gobierno compartido de la uni-versidad por parte de los diferentes sectores de la comunidad universita-ria. El reclamo tradicional de la Re-forma Universitaria es el cogobierno igualitario por parte de docentes, graduados y estudiantes. Algunas organizaciones estudiantiles refor-mistas proponen incluir también a los no docentes.
Con el principio de extensión universitaria se pretende "extender" la presencia de la universidad en la sociedad y relacionarla íntimamente con el pueblo.
Finalmente, ante el elitismo imperante, se propiciaba que las cátedras fuesen ocupadas por con-cursos de oposición y antecedentes y revalidadas periódicamente.
Con el correr de los años y el advenimiento de las ideas socialistas se sumaron las aspiraciones de la enseñanza gratuita, como mecanis-
mo para permitir el acceso de sectores de bajos recursos y, empu-jado por los gobiernos populistas, el ingreso con pocas o ninguna restricción.
Este último aspecto, sobre to-do, convirtió a muchas de nuestras prestigiosas casas de estudios en reductos de luchas políticas e ideológicas, que llevaron a enfren-tamientos trágicos con los gobiernos de fuerza, o bien, al borde de la in-gobernabilidad por parte de las auto-ridades universitarias presionadas por los grupos estudiantiles en pugna.
Por todo ello, casi un siglo después, la educación superior pública en nuestros países pasa un momento crítico en cuanto a su cali-dad, recursos financieros, humanos y de capital.
Surgen las preguntas: ¿Es posible y compatible para las uni-versidades públicas del continente mantener esos ideales y, al mismo tiempo, adaptarse al reto de la glo-balización, la competitividad y el acceso a la información? ¿Existe la autonomía universitaria sin una ge-nuina autosuficiencia financiera?
Este último, el financiamiento independiente y genuino, fue un aspecto que los idealistas estudian-tes de 1918 no consideraron en su Manifiesto y que hoy pone al Go-bierno Central en el foco de la discu-sión y lo ha convertido en el árbitro y a veces, verdugo del financiamiento universitario. Fue la época del mo-nopolio público y hegemonía del Estado en la educación superior.
Si los recursos para el funcio-namiento provienen del presupuesto público y, como tal, las asignaciones de partidas y los montos están liga-dos a la importancia que la educa-ción superior tenga en relación a los demás objetivos, quizás más acu-ciantes en lo inmediato, qué sentido tiene el concepto de autonomía universitaria y los demás principios de la reforma de 1918 en el actual contexto socio económico.
La autonomía universitaria
dentro del contexto actual
de la globalización,
la competitividad y el acceso
a la información
Tal como expresa Milcíades Vizcaino “El sistema latinoamericano literalmente estalló desde los años setenta, y multiplicó el número de instituciones y la cantidad de estu-diantes y profesores. De 270 mil estudiantes en 1950, pasó a 1,6 millones en 1970 y llegó a 5,9 millo-nes en 1984; para 1998, se contaba con casi 8 millones de estudiantes en más de 800 universidades (cerca del 60% de ellas privadas), y en más de 4 mil instituciones no univer-sitarias (algo más de la mitad, del sector privado). Los países de Amé-rica Latina se han desplazado de una educación de elites a una edu-cación masiva de enseñanza supe-
rior. Esta es una constatación res-paldada en datos estadísticos”.3
3. Ver Vizcaíno. Op. Cit.
4. Ver Rama .Op. Cit.
Esta expansión desordenada de la matrícula y del número de uni-versidades llevó al fin del monopolio estatal de la oferta educativa que, en los últimos veinticinco años del siglo XX, llegó a cubrir solamente el 50% del total en la región.
Surge así en los años setenta y ochenta la Segunda Reforma4 caracterizada por:
Las grandes fallas del Estado estuvieron en:
La globalización, y la conse-cuente necesidad de aumentar la competitividad, tanto a nivel nacional como personal, ha sido causa di-recta de esta explosión demográfica y en el número de universidades. La creación de subsedes o nuevas uni-versidades en las distintas regiones de cada país, como modo de permitir un acceso más equitativo evitando los traslados y mudanzas fuera de las posibilidades de los sectores de menores ingresos, ha multiplicado exponencialmente los requerimien-tos presupuestarios. Sin embargo, el modelo dual, junto con el deterioro de la calidad, hizo que durante la segunda reforma, la equidad se viera fuertemente afectada y que se agu-dizara la brecha en la formación profesional de los distintos estratos sociales.
La necesidad de acceso a la información, a fin de mantener los niveles de calidad adecuados al estado del arte, así como los siste-mas de educación virtual, también requieren de infraestructura física y de servicios que implican un aumen-to en el gasto destinado a educa-ción, y en tal sentido, las universida-des públicas no han podido responder a ello por falta de finan-ciamiento suficiente.
Finalmente, ha cambiado un paradigma básico de la organización curricular que, durante siglos, se mantuvo centrada en los aspectos teóricos relegando los técnicos y pragmáticos. La modificación curri-cular y la oferta de carreras con ma-yor aplicación concreta, también influyeron en el aumento de la po-blación. Sin embargo, estos cambios curriculares no siempre se ajustaron en las necesidades sociales ni a los registrados en la economía.
La educación superior
como bien público global
en la era del conocimiento
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO5 “La misión de la educación superior está orientada a contribuir al desa-rrollo sostenible y al mejoramiento de la sociedad como un todo, a través de la formación de profesiona-les; la creación y difusión del cono-cimiento; la interpretación, conserva-ción y promoción de las culturas; el ofrecimiento de oportunidades de aprendizaje superior durante toda la vida; la protección y el fortalecimien-to de la sociedad civil mediante la capacitación de los jóvenes, y el aporte de perspectivas críticas e
5. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, 1998. “Declaración Mundial sobre la Educación Superior para el siglo XXI: Visión y Acción”, París, octubre. En
www.columbus-web.com/es/partej/
declaracion.doc
independientes sobre las opciones estratégicas a las que se enfrentan las sociedades”.
La educación, en cualquiera de sus niveles es categorizada des-de la óptica teórica de la economía pública, como un bien público prefe-rente o meritorio en cuanto es el Estado quien le asigna el carácter de no rival y no excluyente. Si fuese dejada su provisión exclusivamente al mercado, sería posible excluir a quien no paga y, por sus caracterís-ticas, el consumo que un individuo hace del servicio limita la cantidad o el acceso de otros consumidores. Además, es posible que se produzca congestión o sea que el costo mar-ginal de adicionar un usuario deje de ser cero.
Todo ello es más que aplica-ble a la educación superior en tanto y cuanto:
Todo lo antedicho revela que la educación superior es un bien público impuro y preferente que podría perfectamente estar totalmen-te en manos privadas, de no ser por la necesidad de la sociedad como un todo de permitir el acceso universal y democratizar los claustros.
El hecho de que, al menos una parte, se provea sin rivalidad y sin exclusión a través del presupues-to público lo ubica como bien público preferente o meritorio. La no exclu-sión indica que no se “puede” ex-cluir, la no rivalidad implica que no se “debe” excluir. La acción de los gobiernos es necesaria para pro-veerla y para regularla si una parte es provista por el sector privado.
6. Goldín, K. :” Equal Access vs. Selective Access : A critique of Public Goods Theory” en Public Goods & Market Failures editado por Tyler Cowen - Transaction Publishers - New Jersey, 1992.
En su artículo “Knowldege as a global public good” Joseph Stiglitz (1999), categoriza además al cono-cimiento como bien público global. En parte basado en el hecho que los gobiernos, además de su responsa-bilidad por asegurar el acceso a la educación, al sostener que la trasmi-sión del conocimiento en la era de la comunicación hace que el conoci-miento resulte no rival y no excluyen-te, de allí las patentes y derechos de propiedad intelectual que los paí-ses productores de conocimiento aplican. En tal sentido el conocimien-to y, sobre todo, la educación supe-rior son complementos indispensa-bles para promover el desarrollo y la equidad social.
Educación superior:
No exclusión total
o exclusión selectiva?
Ubicar a la educación superior como un bien público meritorio y potencialmente impuro, o sea con-gestionable, tiene implicancias fisca-les, sobre todo si, de acuerdo al ideario de la reforma y al criterio de permitir la movilidad social, se le confiere la característica de no exclusión.
Restituir a la educación supe-rior el carácter de bien público meri-torio puro implica garantizar la no exclusión aún a expensas de la cali-dad, como sucede en muchos bie-nes públicos tales como la justicia o las calles, todos pueden acceder pero ello implica peor calidad, salvo que el Estado aumente la oferta del bien en cuestión. Esto significa des-tinar mayor cantidad de recursos, tal como reclaman las universidades.
Las asignaciones presupues-tarias se basan en priorizar objetivos y financiar los gastos que incentiven su logro. En el caso de la educación superior, que puede ser brindada privadamente la no exclusión debe ser absoluta, como en la justicia o las calles o, por el contrario, puede pensarse en la tesis de exclusión selectiva planteada por Kenneth Goldin.6
En su artículo señala que la evidencia sugiere que la realidad no nos enfrenta a un conjunto de bienes intrínsecamente no rivales y no ex-cluyentes sino que, frente a cada caso, se hace necesario determinar si todos los usuarios, reales y po-tenciales, tendrán garantizado un acceso irrestricto e igual a dicho bien. O, si por el contrario, sólo se garantizará el acceso selectivo para algunos y no para otros.
En esta línea de pensamiento, el planteo de Goldin, reside en que la asignación ineficiente de recursos surge en parte de suponer que, ante un bien señalado como público debe asegurarse el acceso irrestricto. A criterio de Goldin esto no es ni nece-sario ni eficiente. El análisis crítico de Goldin se centra no en quien provee los bienes públicos ni de que forma se financian, sino en los me-canismos de distribución de los mismos o sea en el acceso. Quizás las conclusiones más interesantes sean que un bien, para el que se decide acceso irrestricto, puede no mantener esta condición indefinida-mente en el futuro.
Esta tesis coincide en cierta forma con el criterio enunciado por la UNESCO respecto a que “El acceso a los estudios superiores debería estar basado en los méritos, la ca-pacidad, los esfuerzos, la perseve-rancia y la determinación de los aspi-rantes y, en la perspectiva de la educación a lo largo de toda la vida, podrá tener lugar a cualquier edad, tomando debidamente en considera-ción las competencias adquiridas anteriormente (UNESCO, 1998)”.
De modo que la selección de quienes acceden a la educación superior en base a méritos, lejos de resultar injusto o excluyente, reafir-ma y asegura la calidad para quie-nes acceden y evita la asignación ineficiente de recursos, representada por todos aquellos que ingresan irrestrictamente y luego abandonan. Esto obliga a mantener numerosos cursos en los primeros años y luego reducirlos drásticamente.
La inserción de la educación
universitaria en el presupuesto
público
La autonomía universitaria está fundada en la necesidad de evitar que los vaivenes del poder político se traduzcan en cambios arbitrarios en el funcionamiento y en las autoridades universitarias, inclu-yendo a los claustros. Por lo que está estrechamente ligada con la libertad de opiniones y de cátedra para evitar las discriminaciones y mantener criterios de excelencia e independencia intelectual.
Un principio directamente re-lacionado es la autarquía financiera que consiste en la forma de descen-tralización administrativa que per-mite el gobierno por sí mismo en lo administrativo, personalidad jurídi-ca y patrimonio propio, y además, tiene una finalidad pública en sus funciones.
En el caso de la educación, y específicamente de la educación superior, se han propuesto solucio-nes como la garantía legal de la asignación presupuestaria mínima para las universidades, que esté establecida y no sea modificable por los gobiernos. Esto resulta discutible por ser la educación superior de uso facultativo y no obligatorio como el ciclo de educación básica y tratarse, como se ha explicado previamente, de un bien público preferente y even-tualmente impuro.
Pero ¿qué sucede cuando esta garantía no existe o aún cuando existe, los montos legalmente asignados resultan insuficientes? ¿Por qué resulta insuficiente? ¿Es razonable restringir la capacidad presupuestaria del gobierno para asignar recursos escasos y de uso alternativo?
Los recursos, previstos en la formulación presupuestaria y luego asignados a las universidades públi-cas, aparecen en los entes autóno-mos o descentralizados según las normativas de cada país y emplean los nomencladores del gasto regla-mentarios habituales: institucional, económico, programático y aparecen en clasificador funcional del sector público total ( ver como ejemplo el Cuadro No. 1).
Cada combinación de clasifi-cadores brindará información que permite identificar el monto del gasto presupuestado, asignado y ejecuta-do por cada Institución de Educación Superior, IES, (institucional), cuanto se dedica a gastos operativos, plani-lla e inversiones (económico), así como los programas que cada enti-dad desarrolla con sus objetivos y metas (por programas). Finalmente, el clasificador funcional permite apreciar cuánto dedica cada gobier-no a educación superior en el con-texto total del gasto.
CUADRO No. 1
CLASIFICADORES: INSTITUCIONAL, ECONÓMICO, FINALIDAD
Y FUNCIÓN, POR PROGRAMAS Y ACTIVIDADES
EJEMPLO: PROGRAMA 26 / DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR / PRESUPUESTO NACIONAL, 2009
ARGENTINA
|
Gasto Total |
Gastos corrientes |
Gastos de Capital |
Jurisdiccion 70 Ministerio de Educación |
12.687.161.343 |
12.118.723.776 |
568.437.567 |
Finalidad 3 Servicios Sociales Funcion 4: Educación y Cultura |
12.295.326.704
|
Datos disponbles en la ley |
Datos disponbles en la ley |
PROGRAMA 26 Desarrollo de la Educación Superior Secretaría de Políticas Universitarias |
8.301.031 |
Datos disponbles en la ley |
Datos disponbles en la ley |
Acción Finan. de Acciones de Educación y Cultura en Uni-versidades Nacionales |
7.596.675.915 |
Datos disponbles en la ley |
Datos disponbles en la ley |
Rubro / Partida Transferencias a Universida-des Nacionales X para finan-ciar Gastos Corrientes |
|
Datos disponbles en la ley |
Datos disponbles en la ley |
Transferencias a Universida-des Nacionales de Buenos Aires |
1.344.827.479 |
Datos disponbles en la ley |
Datos disponbles en la ley |
Universidad Nacional de Córdoba |
582.077.349 |
Datos disponbles en la ley |
Datos disponbles en la ley |
Universidad Nacional de Cuyo |
334.629.346 |
Datos disponbles en la ley |
Datos disponbles en la ley |
Universidad Nacional de La Plata |
534.405.070 |
Datos disponbles en la ley |
Datos disponbles en la ley |
Fuente: Presupuesto Nacional Ley 26422/08 Argentina en www.mecon.gob.ar
Financiamiento de las
universidades públicas:
tradición y opciones
Tradicionalmente los recursos para las universidades, dado el carácter de no rivalidad y no exclu-sión, han provenido mayoritariamen-te del Presupuesto General del Es-tado, tal como lo indica el cuadro No. 2 extraído del trabajo del Dr. Claudio Rama, el financiamiento directo del presupuesto representa, en los primeros años del siglo XXI, más de dos tercios del total, llegando a superar el 90% en algunos casos.
CUADRO No. 2
COMPOSICIÓN PROMEDIO DE LOS RECURSOS
DE LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR, IES
EN AMÉRICA LATINA
EN PORCENTAJES
País |
Recursos propios |
Recursos públicos |
Otros |
Argentina |
19 |
79 |
2 |
Bolivia |
18 |
75 |
7 |
Colombia |
20 |
70 |
10 |
Costa Rica |
10 |
85 |
5 |
Panamá |
5,7 |
94,3 |
|
Perú |
37,8 |
62,2 |
|
República Dominicana |
20 |
80 |
|
Uruguay |
2,1 |
90,1 |
7,8 |
Promedio |
16,57 |
79,45 |
|
Fuente: Claudio Rama; Las tendencias del financiamiento de la Educación Superior en América Latina (presentación-conferencia Ministerio de Educación Nacional, Bogotá, Colombia 11-12 de octubre del 2007.
El ejemplo indicado en el cuadro No. 3, procedente del Presu-puesto aprobado para el 2009 en el gobierno de la República Argentina, corrobora en forma explícita que esa tendencia aún tiene vigencia ya que las cuarenta universidades públicas dependen en un 99% de los recur-sos del Presupuesto Nacional.
El aspecto más preocupante es la falencia en la obtención de recursos propios. En el caso argenti-no algunas universidades han co-menzado a cobrar por las carreras y cursos de posgrado o extensión y por algunas acciones de asistencia técnica. Sin embargo, dichos recur-sos aún son mínimos y no son, en general, gestionados por las unida-des que los generan, sino en forma centralizada por la universidad co-rrespondiente, lo que resulta un in-centivo inverso.
CUADRO No. 3
COMPOSICIÓN DE LAS FUENTES DE FINANCIAMIENTO
DE LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS
ARGENTINA
2009
PRESULPUESTO APROBADO EN MILES DE PESOS
Tesoro Nacional |
11.839.187.300 |
99.43 |
Recursos con Afectación Específica |
17.860.000 |
0.15 |
Transferencias Internas |
1.000.000 |
0.01 |
Transferencias Externas |
48.879.000 |
0.41 |
Total |
11.906.926.300 |
100.00 |
Fuente: Presupuesto Nacional Ley 26422/08 Argentina en www.mecon.go.ar
Una facultad genera los re-cursos pero no puede aplicarlos a mejorar la calidad de sus instalacio-nes o su biblioteca, sino que ingre-san al presupuesto general de la universidad. Por otra parte, al existir un régimen uniforme en cuanto a retribuciones, tampoco permite atraer o retener a los mejores profe-sores, ya que hay escasos puestos de dedicación completa lo que impli-ca que los docentes deben tener otras fuentes de ingresos, a excep-ción de aquellos que logran com-plementarlo mediante subsidios o becas científicas.
Por otra parte, cuando estos recursos propios se gestionan a través de fundaciones u Organiza-ciones No Gubernamentales, ONG, paralelas a las propias facultades, hay graves denuncias respecto a la transparencia de cómo son adminis-trados y asignados.
Resolver estos problemas re-quiere de herramientas diferentes vinculadas a la calidad del desem-peño, que incentiven y apoyen las decisiones correctas en términos de asignación de recursos y que institu-yan un sistema de mejora continua.
Resulta evidente que la auto-nomía no excluye la posibilidad de obtener recursos genuinos aún sin implantar un arancelamiento univer-sal. Sin embargo, para que las uni-versidades sean sujetos de contrata-ción por el sector privado es necesario que la calidad de sus pro-ductos sea competitiva, esté ajusta-da al estado del arte, responda a los requerimientos del mercado y sea entregada en tiempo y forma. El desafío en este sentido es compren-der que la eficiencia y la eficacia en la prestación de servicios, no traicio-na, sino que refuerza lo ideales de la autonomía y de la excelencia académica.
Quizás ha llegado el momento de incentivar a las distintas unidades académicas de las universidades públicas a obtener recursos propios provenientes de la venta de servicios y bienes al sector privado, o a otras unidades del propio sector público, para lo que están, en general, alta-mente calificadas.
En las universidades públicas
los resultados también
importan: Cómo evaluarlos?
Este apartado aborda la eva-luación de los resultados de la ges-tión universitaria desde la óptica presupuestaria. En el cuadro No. 4 se ejemplifican las metas propuestas para los programas presupuestarios correspondientes al Ministerio de Educación de Argentina en el ámbito de las Universidades. En ellas se especifican unidades de medida y los resultados que en dichas unida-des se espera obtener. Sin embargo, es evidente que por sí solas, la enunciación de metas, nada nos dicen acerca de los resultados efec-tivamente obtenidos.
Por lo tanto es necesario, a partir de toda la información que surge del presupuesto tal como la
indicada en los cuadros anteriores, construir un enfoque sistemático de análisis, evaluación y monitoreo de los aspectos presupuestarios de la educación, pero no sólo desde lo financiero, sino desde los resultados obtenidos de la ejecución de esos recursos. Al igual que en todos los aspectos de la gestión de gobierno para asegurar la transparencia y la eficiencia en el uso de los recursos públicos, no es suficiente con anali-zar la ejecución aún aplicándola a todos y cada uno de los clasificado-res empleados.
Hay en esto dos aspectos:
El análisis y revisión del gasto público7 destinado a educación debe cubrir básicamente los siguien-tes aspectos:
7. PER (Public Expenditure Review) según la metodología del Banco Mundial, BM.
Para realizar este análisis adecuadamente será necesario pro-fundizar los siguientes aspectos:
El diseño e implementación de un sistema de indicadores excede los límites de este artículo, sin em-bargo, se ejemplifican a continua-ción, un conjunto de indicadores8 aplicables a la evaluación, desde la óptica presupuestaria de la educa-ción superior específicamente. Éstos no excluyen los indicadores presu-puestarios habituales y comunes a todas las actividades del gobierno, por el contrario los complementan.
CUADRO No. 4
EJEMPLOS DE METAS PRESUPUESTARIAS
DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR, ES
Denominación |
Unidad de medida |
Cantidad |
Autorización de Carreras a Distancia |
Autorización otorgada |
10 |
Autorización de Nuevas Carreras Universitarias |
Autorización otorgada |
20 |
Autorización de Nuevas Unidades Académicas |
Autorización otorgada |
6 |
Convalidación de Títulos Extranjeros |
Título |
700 |
Formación Universitaria |
Egresado |
71.206 |
Otorgamientos de Becas a Alumnos Universitarios de Bajos Recursos |
Becario |
11.352 |
Otorgamiento de Becas para Carreras Prioritarias |
Becario |
31.135 |
Incentivos a Docentes Universitarios con Actividades de Investigación |
Docente Investigador |
22.000 |
Registro y Legalización de Títulos y Otros Documentos |
Registro |
264.000 |
Fuente: Presupuesto Nacional Ley 26422/08 Argentina en www.mecon.gob.ar
8. Basados en la experiencia del ICAP y de la autora.
CUADRO No. 5
EJEMPLOS DE INDICADORES PARA EDUCACIÓN SUPERIOR, ES
Generales |
|
Relación gasto educativo y Pro-ducto Interno Bruto, PIB |
Gasto Público Total Ejecutado en Educación / PIB x 100 |
Participación presupuestaria del gasto en ES |
Gasto Público en ES / Gasto Público Total en Educación x 100 |
Financiamiento del Gasto en ES |
Recursos del Tesoro para ES / Gasto Público Total en ES x 100 |
Autofinanciamiento de la ES |
Recursos Propios de la ES / Gasto Público Total en ES x 100 |
Ejecución Presupuestaria |
Presupuesto ejecutado en ES / Presupuesto asignado en ES x 100 |
Participación de las universidades públicas en ES |
No. de alumnos universitarios en universidades públicas / No. de universidades x 100 |
ESPECÍFICOS POR CADA UNIVERSIDAD |
|
Costo medio por alumno |
Gasto total de cada universidad / Cantidad de alumnos |
Incidencia de los salarios docentes |
Gasto ejecutado en salarios docentes / Gasto total ejecu-tado x 100 |
Tasa de egresados |
Cantidad de alumnos egresados año n/ Cantidad total de alumnos matriculados año n x 100 |
Innovación curricular |
Cantidad de carreras nuevas / Cantidad total de carreras existentes |
Extensión universitaria |
Cantidad de eventos ofrecidos año n / Cantidad de even-tos ofrecidos año n-1 |
Fuente: Presupuesto Nacional Ley 26422/08 Argentina en www.mecon.gob.ar
Conclusiones
Así planteado el contexto, puede concluirse que los principales desafíos a enfrentar las universida-des de América Latina en el siglo XXI, que deberían reflejarse en asig-naciones presupuestarias que los tomen en consideración, son:
Es probable entonces que con la expansión caótica de la matrícula, la insuficiencia de recursos, las nue-vas técnicas educativas, el modelo dual de ofertas, y la necesidad de asegurar calidad para la competitivi-dad, haya llegado el momento de repensar el financiamiento de las universidades públicas en términos del costo que tiene la universalidad en términos del acceso.
Quizás también el concepto mismo de autonomía haya llegado a un punto en el cual, sin financiamien-to genuino, carezca de contenido más allá de un antiguo ideal poco pragmático en la actualidad.
La pregunta que surge es ¿Cuál es el rol que debe cumplir el Estado en el actual contexto y de cara a estos desafíos? Consiste en implementar efectivamente una tercera reforma que tenga como eje la internacionalización de la oferta educativa, la incorporación de nue-vas técnicas de enseñanza con un fuerte acento en el control de calidad y resultados.
Bibliografía
Goldin, Kenneth. Equal Access vs. Selective Access: A Critique of Public Goods Theory - Public Goods & Market Failures. Edi-tado por Tyler Cowen
La ONDA® DIGITAL “89 años del manifiesto estudiantil de Córdoba” y las actuales “reso-nancias del corazón” disponi-ble en http://www.unc.edu.ar/ uploads/File/Documentos/ Deodoro_Roca_Escritos_
sobre_la_Universidad_II.pdf
Rama, Claudio. “La Tercera Refor-ma de la Educación Superior en América Latina” IESALC – UNESCO/ ipasme 2005.
Stiglitz, Joseph. “Knowledge as Global Public Good” en “Global Public Goods” editado por Kaul, I., Grunberg, I &
Tern, M – para UNDP por Oxford University Press – New York 1999.
UNESCO 1998. “Declaración Mundial sobre la Educación Superior para el siglo XXI: Visión y Ac-ción”, París, octubre. En www.columbus-web.com/es/ partej/declaracion.doc
Vizcaíno G, Milcíades. La educación superior en América Latina ¿Democracia o plutocracia? En publicación: Escenarios mundiales de la educación superior. Análisis global y es-tudios de casos. López Se-grera, Francisco. Consejo La-tinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO ◊
Estrategia de gestión de la
información y del conocimiento
apropiado para el contexto
de Centroamérica, Panamá
Rethelny Figueroa de Jain* y República
José Pablo Meza Pérez** Dominicana
ANALIZA BREVEMENTE LA GESTIÓN DE INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO EN CENTROAMÉRICA, PANAMÁ Y REPÚBLICA DOMINICANA, SINTETIZANDO LA LABOR DEL ICAP EN ESTA MATERIA Y PERFILANDO LA PROYECCIÓN DE SU QUEHACER, MENCIONANDO LOS PRINCIPALES RESULTADOS OBTENIDOS HASTA EL MOMENTO Y LAS INICIATIVAS EN PERSPECTIVAS.
PALABRAS CLAVES: ESTRATEGIAS; GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO; GESTIÓN DE LA INFORMACIÓN; CENTROAMÉRICA; PANAMÁ; REPÚBLICA DOMIICANA
Introducción
* Coordinadora Técnica del Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP.
** Encargado de Cátedra de Técnicas de la Información de la Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Estatal a Distancia, UNED.
Recibido: 1º de julio del 2009.
Aceptado: 1º de marzo del 2010.
El Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP, como el organismo regional orienta-do a la especialización del recurso humano para la administración pública, se ha caracterizado por realizar procesos de validación del
conocimiento, capacitar para el de-sarrollo y promover espacios para la incorporación de la innovación admi-nistrativa, ejecutando para ello tareas de docencia, investigación, consultoría, información y difusión.
Por esta razón, el ICAP man-tiene un particular interés en apoyar toda iniciativa de investigación, for-mación, publicación, desarrollando en forma sostenida unidades de información, vehículos para la mejo-ra continua de la disciplina y difusión de producción documental.
Los sistemas de información conjuntamente con las Tecnologías de la Información y la Comunica-
ción, TIC, así como los nuevos mo-delos de aprendizaje, hacen posible los procesos de integración de redes académicas, de información, de uni-dades computacionales y de traba-jadores en distintas disciplinas, for-mando comunidades que interactúan participativamente en un acerca-miento a la praxis y teoría adminis-trativa, facilitando espacios de for-mación, capacitación y aprendizaje con un enfoque orientado a la reso-lución de problemas del contexto nacional y regional.
Los nuevos escenarios educa-tivos en el contexto del uso de las tecnologías también promueven la integración de procesos de aprendi-zaje con espacios de información como los Centros Virtuales de Capa-citación, CVC, Centros de Conoci-mientos, KC, Centros Virtuales de Recursos, CVR, Centros de Recur-sos de Información, CRI, Centros de Recursos de Aprendizaje e Investi-gación, CRAI, Centros Virtuales de Información y Conocimiento, CVIC. Muchos de estos modelos corres-ponden a realidades concretas, pro-puestas de reposicionamiento de sistemas de información o procesos de integración de diferentes tipos de redes, como por ejemplo la propues-ta de los Centros Virtuales del Cono-cimiento, implementada en el 2004 en la Universidad Tecnológica de Delft, Reino Unido; o la propuesta del Centro de Recursos de Aprendi-zaje e Investigación, CRAI, estable-
ciendo una vinculación entre fuertes programas de investigación y los procesos de aprendizajes.
La propuesta del ICAP es rea-lizar un proceso de integración de recursos de información y aprendiza-je desde el contexto inclusivo regio-nal, basados en un modelo que aproveche el potencial de los recur-sos existentes, promoviendo un de-sarrollo sustentable y sostenible.
El desarrollo de las TIC han facilitado significativamente romper las barreras del tiempo y el espacio. Sin embargo, su capacidad de utili-zación se encuentra limitada por las características sociales, educativas, económicas y políticas de la Región. Pese a sus obstáculos, es posible en la Región, encontrar la entereza de lograr potenciar sus fortalezas y minimizar sus debilidades.
Una oportunidad para las nue-vas formas de aprendizaje y trabajo para impulsar la discusión de la pro-blemática de la administración públi-ca, es sumar iniciativas y gestar oportunidades de innovación admi-nistrativa, con el propósito de mejo-rar la calidad de servicios del Estado para el ciudadano, en su contexto social, cultural y económico.
Un esfuerzo en este sentido, lo constituyen los repositorios que permiten recolectar la información y ponerla a disposición de los usua-rios, convirtiéndose en medios para el acceso y la visibilidad, tanto de la producción documental como del pensamiento gestado en determina-da materia.1 Especial mención requiere la promoción de la incorporación de la gestión del conocimiento a la admi-nistración pública, como mecanismo de aseguramiento de la calidad y la inclusión de nuevos mecanismos de gestión promovidos por la Carta Iberoamericana de la Calidad en la Gestión Pública,2 (CLAD, 2008, 1p.).
Antecedentes sobre la Gestión
de la Información
y el Conocimiento
en Administración Pública
en el ICAP
Las Administraciones Públicas de la Región cuentan con datos e información que no se explota de la manera más adecuada. La informa-ción en las organizaciones, pero especialmente en las Administracio-nes Públicas, como consecuencia de su especial naturaleza político-administrativa suele estar aislada, dispersa y algunas veces almacena-da en silos organizativos. Su vincu-lación es compleja y está asociada a una diversidad de tecnologías, fre-cuentemente incompatibles entre sí, y con pocos esfuerzos orientados a la integración de la misma. La in-formación carece en la mayoría de las veces, de una clara referencia a su entorno que permita primeramen-
te, su transformación en conocimien-to, y luego su aplicación y utilización directamente, tanto interna como externamente.
Esta problemática afecta el estado de los datos y la información en la Región, con implicaciones para su divulgación y especialmente para su aprendizaje y socialización, que potencialicen procesos de genera-ción de conocimiento.
A pesar de ese panorama, la llamada Sociedad de la Información y del Conocimiento está abriendo nuevas oportunidades a las Adminis-traciones Públicas para mejorar la explotación de su información, espe-cialmente como consecuencia de la difusión de nuevas tecnologías y de redes de comunicaciones. Aunado a ello, el enfoque de la Gestión del Conocimiento aplicado en el sector público, ha planteado la necesidad de que las Administraciones Públi-cas consideren la importancia cre-ciente de los activos intangibles, es decir, que se establezcan sistemas de gestión capaces de transformar en conocimiento, el caudal de infor-mación organizativa, particularmen-te, tomando en cuenta las TIC y el nuevo entorno Web.
Las TIC representan una herramienta para la capacitación del recurso humano e integración de redes. Pero la disparidad para el acceso, la brecha digital, la conecti-vidad, el recurso energético son elementos para ser ponderados indi-vidualmente en el desarrollo de las capacidades de los países. Sin em-bargo, son cada día más, las iniciati-vas que incorporan estas tecno-logías en la Región para su uso y aplicación.
El desarrollo básico para la gestión del conocimiento se sustenta no sólo en el uso de las TIC, requie-re del complemento de otros recur-sos de infraestructura como: datos, información y compartir el aprendiza-je. Las unidades de información son un recurso indispensable para implementar estas iniciativas a todo nivel, al igual que la capacitación es parte de la infraestructura requerida para el desarrollo de esta actividad y eje central e histórico del quehacer del ICAP, que ha impulsado esta iniciativa desde su creación.
El ICAP históricamente ha mantenido procesos de enseñanza-aprendizaje y unidades de informa-ción, distinguiéndose tres períodos en el desarrollo de estas unidades que impulsaron y acompañaron pro-cesos liderados por el ICAP para la Región:
Uno de los factores que ha permitido consolidar las uni-dades de información en el ICAP es su quehacer institu-cional, y su papel preponde-rante para la gestión de infor-mación y conocimiento. También, el disponer de una Estrategia de Cooperación con los Países del Istmo cen-troamericano para la década de los ochenta, que contempló veintiocho proyectos para el desarrollo de la administración pública y apoyo a los gobier-nos de esta década. El pro-yecto número uno, fue la re-novación del Centro de Do-cumentación del Instituto, y el proyecto de control bibliográfi-co para la generación del in-sumo de información requeri-do para los programas a desarrollarse, permitiendo conformar o reunir un banco de conocimiento de la produc-ción regional. (ICAP, 1980).
La estrategia del ICAP
para hacer visible
el conocimiento en la Región
2007-2011
El mundo de las ideas se en-cuentra materializado en forma de datos e información que permite generar nuevos conocimientos. Aunque existe un conocimiento táci-to que subyace en las personas, éste debe ser materializado en co-nocimiento explícito para ser comu-nicado, su escenario ideal debe ser materializado como producción do-cumental en cualquiera de sus for-matos convencionales, no conven-cionales o electrónicos.
El proceso de divulgación y di-fusión documental implica un costo independiente de su naturaleza, comercial o no. Financieramente representa un proyecto de inversión cuyo tiempo de retorno en dinero es difícil de ponderar y sesgado por el interés de la actividad económica.
La producción y difusión de la literatura especializada en adminis-tración pública autóctona regional, no escapa a este entorno; la misma es realizada por el esfuerzo de las propias organizaciones estatales, algunas editoriales universitarias, centros de investigación y unidades de información.
Los esfuerzos editoriales se han caracterizado por la reproduc-ción de pocos ejemplares, escasa-mente suficiente para una difusa divulgación y difusión del material bibliográfico. En el mejor de los escenarios, son remitidos algunos ejemplares a bibliotecas y centros de documentación, o llegan a éstos por otros medios como la donación de material después de varios años de su publicación. Además, son pocas las unidades de información que tienen un presupuesto adecuado para equilibrar adecuadamente sus colecciones. También son escasos los recursos para cubrir los costos de una producción editorial de valor comercial y tener capacidad financie-ra para esperar la tasa de retorno de inversión. Por otra parte, existe la producción documental, que no es publicada por la incapacidad econó-mica de asumir el riesgo financiero, quedando albergada en escritorios, archivos o expedientes, sin difusión o consulta, totalmente invisible como si nunca fue producida.
Las facilidades que ofrecen las TIC para difundir y divulgar in-formación son una buena herramien-ta y alternativa para promover la producción documental. Pero para impulsar el desarrollo de la disciplina de la administración pública de cali-dad, no sólo se debe centrar en la aplicación de las tecnologías compu-tacionales, debe reunir o aprovechar, además, otros componentes como: a) la creación de comunidades de práctica, b) gestión documental, c) normalización de la estructura de datos, d) tipologías documentales y e) la gestión de información, que es la estructuración de datos significati-vos validada en contenido y forma. Además, se debe entender la ges-tión del conocimiento como un es-fuerzo colaborativo para la reutili-zación o recomposición de datos e información para compartir, inter-cambiar y crear nuevo conocimiento.
La puesta en práctica o accio-nes que promuevan la gestión del conocimiento representan una opor-tunidad para facilitar y consolidar la función del ICAP como:
“un centro de excelencia en materia de gestión pública; es decir, servir de fuente de ideas y apoyo técnico para enfrentar las necesidades de desarrollo de los países, no solamente para ejecutar la nueva agenda convencional de competitivi-dad e “inserción” internacional, sino también para contemplar estrategias innovadoras, ba-sadas en el análisis de las nuevas teorías y mejores prácticas en el mundo. La estructura más conveniente sería la constitución de un centro de excelencia, com-puesto por un pequeño núcleo de profesionales permanentes (o por lo menos con contratos de duración media) con expe-riencia comprobada y experti-se reconocida, que cuente con servicios especializados (bi-blioteca, centro de documen-tación, base de datos, base de expertos) de valor para la Re-gión.” (CEPAL/BID, 1998. 105p. )
Esta visión desarrollada a ini-cios de los años dos mil para la labor futura del ICAP, al igual que la Carta Iberoamericana de la Cali-dad de la Función Pública del 2008, hacen referencia al impulso que se le debe dar a la gestión del conoci-miento como práctica administrativa para desarrollar procesos sistemáti-cos, normando la elaboración, vali-dación y difusión de datos e informa-ción, e impulsando el intercambio de información con otras organiza-ciones públicas y privadas. Recono-cer al funcionario público como la fuente primaria para la mejora conti-nua de la calidad en la administra-ción pública, y crear mecanismos que regulen y promuevan su partici-pación. Todos estos son los ele-mentos para desarrollar una estrate-gia que visibilice el conocimiento de la administración pública, creando espacios para el intercambio en es-cenarios participativos de comuni-dad de aprendizaje y trabajo.
Sin embargo, esta estrategia para el aprovechamiento de los re-cursos disponibles en la Región, plantea un reto para las unidades de información, los sistemas computa-cionales, procesos de aprendizaje y particularmente para el ICAP, como es el integrar sus recursos en lo que podríamos llamar un círculo virtuoso de generación de conocimiento que integre los aportes de capacitación, la comunicación de información rele-vante para la toma de decisiones y acciones, y un fuerte proceso de comunicación y discusión vigoroso en espacios virtuales.
Institucionalmente la promo-ción de la gestión del conocimiento ha requerido de una política y un modelo que cobije las áreas es-tratégicas de desarrollo de la institu-ción, su proyección en las áreas de formación, la investigación y la con-sultoría. Ver Anexo No. 1.
En términos de la política insti-tucional de Gestión del Conocimien-to entendida como el desarrollo de procesos sistemáticos para captar e incorporar, generar, adaptar y difun-dir la información y el conocimiento adquirido en la Región, el ICAP ha focalizado su quehacer en una pri-mera fase en:
De estas líneas se desprende que el ICAP ha enfatizado en su política:
Así, en el ámbito de estas ideas, el ICAP con anterioridad ha impulsado procesos de normaliza-ción documental en los siguientes aspectos:
Por otra parte, para la imple-mentación de la política de Gestión del Conocimiento se ha recurrido a diversos elementos técnicos e insti-tucionales-organizacionales relati-vamente complejos como:
Así, desde el 2006 impulsa un moderno modelo de unidad de in-formación, correspondiente a la evo-lución de un tercer período de las unidades de información que forman parte de la estructura del ICAP. EL Centro de Recursos de Información y Aprendizaje, CRIA, es una contex-tualización del Centro de Documen-tación a la nueva realidad educativa, social y tecnológica en la Región. Un modelo inclusivo que incorpora las múltiples propuestas de aprendi-zaje, sistemas de información, la convergencia de la administración pública académica, y la praxis del funcionario público, para potenciar aportes y desarrollo para la Región.
La integración de redes de in-formación, de aprendizaje y compu-tacionales que confluyen en espa-cios colaborativos de trabajo, facilitando alianzas estratégicas para proveer recursos de alto valor agre-gado para la disciplina de la adminis-tración pública, entre ellas:
Centro de Recursos
de Información y Aprendizaje,
CRIA
El objetivo de la creación del CRIA es conformar una estructura organizativa para sustentar las ac-ciones que promueve el ICAP para la implementación de políticas y prácticas de la gestión del conoci-miento para la Región. Conceptual-mente se busca conformar una red social de actores en administración pública que interactúe con las herramientas de una plataforma electrónica que integre los siguientes elementos: redes de información, comunidades de aprendizaje y servi-cios basados en herramientas de la Web 2.0 como chat, foros, listas de discusión, repositorios documenta-les, calendario de actividades, recur-sos de capacitación en línea, búsqueda de información en bases de datos especializadas y un siste-ma de diseminación selectiva de información.
Las redes sociales desde su acepción general es el estableci-miento de elementos de acción so-cial de un grupo de personas con base en un interés o un objetivo en común que interactúan unas con otras. La utilización de las TIC hacen posible que ese proceso de socialización se pueda ejecutar en escenarios virtuales por medio de recursos de comunicación electróni-cos con fuertes procesos de anima-ción de redes sociales para la inte-gración, logrando la cohesión de estas redes formadas en comunida-des de aprendizaje y creando cono-cimiento para el desarrollo de la disciplina de la administración pública.
Esta iniciativa utiliza en prime-ra instancia y a nivel piloto, la plata-forma del Global Campus 21 por ser una plataforma de educación que provee recursos Web consolidados en la Región y sólida para el proce-so de integración de estos tipos de redes. El elemento central para la implementación de esta iniciativa es un espacio de trabajo en la platafor-ma del Global Campus 21 llamada “Red de Información y Aprendizaje en Administración Pública” de carác-ter privado. Para su participación se debe realizar un proceso de inscrip-ción y aceptación de las políticas de uso. Para tales efectos sólo basta enviar un correo electrónico a la dirección cria@icap.ac.cr con la información básica de nombre, foto-grafía, cuenta de correo electrónico, dependencia donde labora y perfil temático de interés. A vuelta de correo se recibe una clave de acceso.
Este espacio de trabajo permi-te la comunicación con los partici-pantes entre sí y lugar donde se realizará el proceso de animación e interacción con las herramientas de comunicación y difusión de informa-ción como las siguientes:
Herramientas de comunicación
El espacio de trabajo de la “Red de Información y Aprendizaje en Administración Pública” incorpora las herramientas de comunicación sincrónica como el chat y el correo instantáneo facilitando la comunica-ción a los actores, sin limitación de carácter físico y temporal, porque le permite interactuar al participante cara a cara con otros. La herramien-ta de chat ofrece el beneficio que no requiere instalación de programas adicionales, y se encuentra integra-da totalmente a la plataforma de Global Campus 21, facilitando el acceso y disponibilidad las veinti-cuatro horas, los 365 días al año. Se encuentran previstas dos salas de chat para que los actores partici-pantes puedan realizar reuniones virtuales.
Herramientas de trabajo
colaborativo
Este espacio de trabajo incor-pora, además, herramientas de co-municación asincrónica como los foros de discusión, correo al coordi-nador. Estas herramientas facilitan al actor participante recibir informa-ción e interactuar después, cuando se tenga la disponibilidad de hacerlo en un margen de tiempo establecido para su participación; se requiere, por lo tanto, un proceso de telefacili-tación o tutoría activa, para lograr la participación efectiva. El espacio de la “Red de Información y Aprendizaje en Administración Pública” provee: a) foros de discusión en dos esce-narios en paralelo, b) abordar dos temas distintos en forma simultánea, con el apoyo del telefacilitador o tutor para cada foro propuesto. Es-tos foros de discusión pueden ser permanentes o bien, pueden ser programadas sus temáticas cronoló-gicamente, según el interés de los actores.
También se han incorporado recursos de la Web 2.0 como las wikis, herramienta que permite crear un glosario de términos que se in-corporan en forma participativa y el actor puede llegar hacer público, validar o aportar su punto de vista con relación a un término.
Herramientas de búsqueda
de información
El CRIA provee, además, ser-vicios de búsquedas de información a través de proyectos regionales y mundiales. Reúne una buena canti-dad de bibliografía con sus contac-tos para gestionarla. Además ofrece acceso al repositorio de la UNPAN, y la posibilidad de que los usua-rios de la red puedan compartir sus documentos en el repertorio de documentos.
Ofrece también ligas a los re-cursos de información de los partici-pantes de la Red de Productores Documentales e Investigadores en Administración Pública para Centro-américa, Panamá y República Do-minicana, y provee el recurso para que los participantes puedan reco-mendar sitios web e intercambiar otros recursos de información rele-vante y oportunamente.
Herramientas de diseminación
selectiva de información
Los servicios de diseminación selectivos de información en unida-des de información no son recientes, pero si es reconocida su eficacia, según un perfil de necesidades de información de un usuario. Los re-cursos de la plataforma del Global Campus 21 permiten establecer grupos particulares de una comuni-dad de participantes, facilitando la implementación de estos servicios, y personalizando la información masi-va tradicional a un sistema de infor-mación especializado, según los intereses individuales de los partici-pantes y actores.
En la primera etapa se ofertan tres servicios de diseminación selec-tivos de información, en las áreas temáticas de administración pública, servicios de salud y e-gobierno o gobierno electrónico, información que el CRIA, hará del conocimiento de los participantes de la “Red de Información y Aprendizaje en Admi-nistración Pública”, y serán recursos de información relevante y pertinente a los perfiles de información estable-cidos en forma periódica y atendidos en forma individualizada. Además se promoverán espacios de reflexión sobre tópicos de interés por medio de expertos que abordarán temas específicos en foros virtuales, y pro-porcionará un espacio de comunica-ción vía chat para facilitar la comuni-cación personal y formación de equipos de trabajo y de discusión, además de brindar acceso a infor-mación especializada en administra-ción pública.
Conclusión
La sociedad de la información y el conocimiento es uno de los retos del desarrollo, y por lo tanto, será un proceso que conllevará un largo camino de aprendizaje para incorpo-rar sus beneficios. La integración de experiencias en la gestión de la información y el conocimiento como valor estratégico para la administra-ción pública, son contribuciones para las sociedades centroamericanas, además de fuentes de innovación administrativa en busca de la mejora de los servicios y la calidad.
La globalización como fenó-meno social debe ser inclusivo y contextualizado a las necesidades nacionales, para minimizar las dife-rencias regionales en cuanto a opor-tunidades para acceder al conoci-miento, que facilite la competitividad y conserve la identidad cultural.
Una contribución significativa que está realizando el ICAP para avanzar en la incorporación de las administraciones públicas centroa-mericanas a la sociedad de la infor-mación y el conocimiento, es el de-sarrollo del Centro de Recursos de Información y Aprendizaje, como una unidad organizativa colaborativa para la conformación de una comu-nidad de aprendizaje, que facilite el proceso de apoyo para la discusión de ideas, visibilizar la información relevante para la administración pública, y sumar colectivamente, compartiendo las experiencias ge-neradas en la Región en el marco de la Estrategia de Gestión del Conoci-miento impulsada por el ICAP.
Los retos del futuro no pueden esperar. El adoptar las TIC para el desarrollo de comunidades colabora-tivas de aprendizajes que integren a los actores sociales como individuos, académicos, funcionarios públicos y recursos de información, en un pro-ceso de fortalecimiento de la admi-nistración pública, por medio de nuevos escenarios de aprendizaje colaborativo, son alternativas útiles para el desarrollo de la disciplina, oportunidad que potencializa el en-sayo y la construcción de capacida-des para la integración de Centro-américa, Panamá y República Dominicana a la Sociedad de la In-formación y el Conocimiento.
Bibliografía consultada
Arévalo, J. (2003). Centros docu-mentales y nuevas redes de información. Consultado 18 de julio, 2008. Disponible en: http://eprints.rclis.org/archive/ 00002518/ Bustelo, C; Amarilla, R. (2001). Gestión del conocimiento y gestión de la información. En: Boletín del Instituto Anda-luz de Patrimonio Histórico. 8 (34). 226-230.
Castañeda, M.; Pérez, Y. (2005). Aspectos teórico-conceptuales sobre las redes y las comuni-dades virtuales de conoci-miento. ACIMED 13 (6).
CEPAL/BID. (1998). La integración centroamericana y la institu-cionalidad regional. San Sal-vador, SV : CEPAL/BID.
Figueroa, R. (1996). Papel del ICAP en la modernización económi-ca centroamericana. San José. CR: ICAP.
Instituto Centroamericano de Admi-nistración Pública. (1980). Ba-ses para una estrategia de cooperación del ICAP con los países del Istmo Centroameri-cano. Managua, NI : ICAP ◊
ANEXO No. 1
INSTITUTO CENTROAMERICANO DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, ICAP
MATRIZ DE COMPONENTES ESTRATÉGICOS DE GESTIÓN
DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO
Componentes |
Proyectos/Programas |
E-ACCESO |
|
E-EDUCACIÓN |
|
E-INVESTIGACIÓN |
|
E-FUNCIÓN PÚBLICA |
|
E-GESTIÓN DE REDES |
|
E-GOBIERNO |
|
ANEXO No. 2
INSTITUTO CENTROAMERICANO DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, ICAP
INSTITUCIONES QUE INTEGRAN LA RED DE PRODUCTORES DOCUMENTALES E INVESTIGADORES EN ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PARA CENTROAMÉRICA, PANAMÁ Y REPÚBLICA DOMINICANA
(RED VIRTUAL DEL ICAP)
2010
Está conformada por las siguientes organizaciones:
Innovación, ciencia y tecnología
como bases del desarrollo
económico, social y ambiental
de la región en el actual
Olman Segura Bonilla** contexto internacional*
SE PRESENTAN LOS RASGOS BÁSICOS DE UN MODELO DE DESARROLLO APROPIADO PARA NUESTROS PAÍSES. PARA ELLO SE CONSIDERAN LAS CONDICIONES DE CONTORNO GENERALES QUE PRIMAN EN LA ECONOMÍA Y LA SOCIEDAD GLOBALIZADA DE NUESTROS DÍAS, Y CUÁLES SON LOS OBJETIVOS, FUNDAMENTOS E INSTRUMENTOS ESENCIALES A DESARROLLAR, SI QUEREMOS INCORPORARNOS CON ÉXITO A LA EMERGENTE “SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO”.
PALABRAS CLAVES: MODELOS; ECONOMÍA; SOCIEDAD; DESARROLLO; GLOBALIZACIÓN; SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
* Documento presentado en el XV Foro de la Función Pública de Centroaméri-ca, Panamá y República Dominicana “Compromiso con la innovación y la ca-lidad en la gestión pública”, realizado en San José, Costa Rica del 14 al 16 de abril del 2010 y organizado por el Insti-tuto Centroamericano de Administra-ción Púbica, ICAP y la Dirección Gene-ral de Servicio Civil, DGSC, de Costa Rica.
El autor agradece la colaboración en la elaboración de este documento al señor Miguel David Baraona Cockerell, Ph.D., Asesor de la Rectoría de la Universidad Nacional, UNA.
El Modelo de Desarrollo
Es importante señalar que, las condiciones necesarias para despe-
gar hacia el desarrollo, no son hoy las mismas que en el pasado, aun-que hay un elemento en común a todos los países desarrollados que se mantiene a lo largo del tiempo: la capacidad para ser gestores y prota-gonistas de su propio desarrollo, el que no puede ser importado ni pue-de depender de factores externos, sino de la capacidad para utilizar éstos en su propio beneficio. Es decir, de la capacidad interna de una determinada sociedad para contro-lar, regular, y en último término do-
_____________________________
** Rector de la Universidad Nacional de Costa Rica.
Recibido: 2 de abril del 2010.
Aceptado: 15 de julio del 2010.
minar, las condiciones de contorno generales que predominan en la economía, la política, la cultura y la sociedad globalizada de hoy. Todo desarrollo genuino es, por lo tanto, esencialmente endógeno.
Veamos entonces algunas de las condiciones básicas que deben respetarse en la actualidad para iniciar un proceso definitivo, sos-tenido y en incremento, hacia el desarrollo.1
Hacia un nuevo paradigma:
rasgos esenciales
del desarrollo
Empecemos por señalar que el crecimiento económico, aunque éste sea de gran magnitud y prolon-gado en términos del aumento anual del Producto Interno Bruto, PIB, no es sinónimo de desarrollo. En otras palabras, el modelo de desarrollo que deseo proponer a grosso modo, no es uno que está centrado en no-ciones economicistas, sino que pro-pone una visión orgánica y sistémi-ca, en que la relación entre los numerosos factores que constituyen la sociedad y la economía (incluyen-do el medio ambiente y su uso) no es más importante que ninguno de ellos en particular. Propongo aquí que consideremos como factores casi de igual trascendencia que el PIB, las relaciones complejas entre
educación, salud colectiva, recursos naturales, capital humano, ciencia y tecnología, infraestructura, sistema político, cultura, etc.
Se trata, por consiguiente de un paradigma que enfatiza el carác-ter multi-dimensional del desarrollo, más que alguna característica dis-creta en particular. El desarrollo en el presente globalizado y altamente competitivo, debe ser entonces más que un mero desarrollo económico; debe tratarse de un desarrollo que sea sostenible, integral, armonioso, y competitivo.
Más adelante intentaré pre-sentar esta visión de forma muy resumida, por limitaciones obvias de tiempo y espacio.
Desarrollo sostenible
Dentro de la perspectiva que deseo argumentar aquí, entiendo por desarrollo sostenible aquel que es doblemente sostenido, perdurable a lo largo del tiempo, y sustentable, es decir, que el modelo de desarrollo esté basado en un uso racional de los recursos naturales, y en la crea-ción permanente de los recursos humanos, financieros, científicos, tecnológicos y productivos para que el conjunto del sistema social y económico del país se mantenga competitivo y capaz de adaptarse con éxito a los vaivenes de la eco-nomía mundial, sin sacrificar el bienestar de la población ni el medio ambiente.
Desarrollo sostenible es por ende un modelo en que el desarrollo óptimo y simultáneo de la esfera económica, la esfera social y la esfe-ra ambiental son los tres pilares so-bre los que se sustenta la capacidad de un país para alcanzar y mantener la calidad y los niveles de vida indi-viduales y colectivos que correspon-den a un país que ha alcanzado los niveles más elevados de prosperidad dentro del concierto mundial de naciones.2
GRÁFICO No. 1
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Desarrollo_sostenible
Desarrollo integral
El desarrollo de una nación difícilmente puede ser sostenible en los términos definidos más arriba, si no está fundado sobre una sólida base de formación y actualización permanente de los recursos huma-nos, sin los cuales no podemos ni siquiera concebir el simple creci-miento económico, menos aún un desarrollo sostenible. Entiendo así que la noción de desarrollo integral, indispensable para alcanzar el desa-rrollo sostenible, implica que todos los individuos y grupos sociales que forman una determinada sociedad, deben ser adiestrados, educados, protegidos y estimulados para alcan-zar y entregar el máximo de sus capacidades e integrarse así en tanto protagonistas al desarrollo nacional.
Sólo una sociedad abierta, in-clusiva, libre, democrática y con un amplio abanico de oportunidades para el avance personal y la movili-dad social, impide el surgimiento de la marginación social que es exac-tamente lo opuesto de lo que llamo desarrollo integral.
Casi huelga decir que para al-canzar un desarrollo integral se ne-cesita un sistema educativo moder-no, eficiente, plural y que brinde oportunidades de adiestramiento cultural, educativo, técnico y profe-sional a todos los sectores de la sociedad.
El desarrollo integral es, por consiguiente, un desarrollo integrador.
GRÁFICO No. 2
Fuente: Elaboración del autor.
Desarrollo armonioso
Un desarrollo armonioso im-plica que hay una búsqueda cons-tante por gestar y sostener un equili-brio o balance entre los intereses privados y los públicos, el interés individual y el colectivo, los intereses de hoy y aquellos de las futuras ge-neraciones, entre los principios de equidad y los de la competencia, y entre la ganancia y la solidaridad.
GRÁFICO No. 3
Fuente: Elaboración del autor.
Desarrollo competitivo
Sería utópico pensar en un modelo de desarrollo exitoso en nuestra era, sin considerar las gran-des fuerzas económicas que pre-valecen y dominan los mercados globales.
Estamos inmersos en una economía mundial que se caracteri-za por mercados globales en que la competencia entre los diversos agentes económicos (privados y estatales) es cada día más intensa y demandante. El desafío para gene-rar y mantener un desarrollo soste-nible es doble, puesto que se debe atender la naturaleza nacional inter-
na de este proceso, al mismo tiempo que se necesita triunfar en el exte-rior. O sea que el desarrollo sosteni-ble no se consigue sólo con controlar el impacto endógeno de las variables económicas globales, sino en parti-cipar dentro de la gestación misma de esas condiciones de contorno, de tal manera que los frutos de la pro-ducción nacional sean colocados con las mayores ganancias posibles en el mercado mundial.
Por ello, aunque todo desarro-llo sostenible es ante todo un proce-so endógeno, éste no puede tener éxito si esa capacidad interna o doméstica, no se expresa en logros positivos dentro del contexto global.
GRÁFICO No. 4
Fuente: Elaboración del autor.
Los fundamentos del desarrollo
Son demasiados los funda-mentos del desarrollo como para mencionarlos aquí, y menos aún, para analizarlos en forma concien-zuda. No obstante, quiero abordar al menos algunos que a mi juicio con-sidero como cruciales.
Pero antes de proceder con ello, permítaseme aclarar en forma muy breve qué es lo que entiendo por fundamento del desarrollo. En términos muy escuetos, defino este concepto como los elementos es-tructurales o “building blocks” que sirven de cimiento a todo el edificio del desarrollo.
Así como los rasgos tienen que ver con el diseño arquitectónico de este edificio, los fundamentos son los materiales y los cálculos que definen la ingeniería del edificio.
La trilogía del éxito: el Estado,
el mercado y la sociedad civil
Ningún fundamento es más importante hoy en día, que las alian-zas estratégicas, la cooperación y el trabajo mancomunado, planificado y coordinado entre los tres grandes sectores de nuestras sociedades modernas, y sin cuyo concurso si-multáneo es inútil hablar de desarro-llo sostenible. Me estoy refiriendo, obviamente, al Estado, en tanto ga-rante, planificador y promotor del desarrollo nacional, y que abarca no sólo la administración central del país, sino también el sistema políti-co; el mercado, constituido por todos aquellos individuos, instituciones y empresas privadas y públicas que intervienen en la conformación y orientación de todas las múltiples y diversas actividades productivas y transacciones comerciales y finan-cieras, por medio de las cuales se genera y acumula el capital y la ri-queza de las personas y las nacio-nes; y por último, aunque no de me-nor importancia, la sociedad civil, que incluye a las personas individua-les, las familias, las organizaciones sociales sin fines de lucro, los clubes y asociaciones culturales y deporti-vas, las Organizaciones No Guber-namentales, ONG, los movimientos sociales, los medios de comunica-ción, las instituciones de caridad pública, las organizaciones popula-res, etc., etc. Es decir, el conjunto de la ciudadanía.
GRÁFICO No. 5
Fuente: Elaboración del autor.
Para que esta trilogía del éxito pueda constituirse, debe regir el imperio de la ley, que en turno debe ser diligente, equitativo y universal. Es necesario, además, un sistema político representativo y democráti-co. El Estado necesita ser reformado y modernizado hasta que sea un conjunto de instituciones ágiles y facilitadoras no sólo del bien común y la administración pública, sino de las garantías sociales e individuales que fomentan el crecimiento y con-solidación de la sociedad civil, al tiempo que elimina barreras y limi-tantes excesivas o innecesarias al crecimiento económico, permitiendo así la expansión del mercado. La sociedad civil debe ser también par-ticipativa, vigilante, dinámica, infor-mada, y consciente de sus numero-sos derechos como deberes. El mercado por su parte debe ser dinámico en la búsqueda del benefi-cio económico, pero siempre en consonancia con el marco institucio-nal, jurídico, político y administrativo del Estado, y respetuoso del bienes-
tar de la sociedad civil. A su vez, todos estos tres grandes sectores que conforman la trilogía del éxito, deben procurar en forma constante la preservación del medio ambiente mediante una explotación racional (planificada), legal, y mesurada de los recursos naturales, teniendo siempre presente el interés de las futuras generaciones por venir.
Democracia, libertad
y circulación de información
En los últimos veinte años, el mundo ha sido escenario de un pro-ceso de integración económica glo-bal a través de fronteras nacionales casi sin precedentes, y de un avance significativo de muchas naciones hacia sistemas políticos abiertos, representativos y más democráticos. Esto no ha sido posible sin numero-sos obstáculos, dilaciones, resulta-dos incompletos e insatisfactorios, pero no por ellos menos valiosos y positivos.
Hay naciones que han expe-rimentado tasas de crecimiento económico que son notables, sin embargo, por carecer de sistemas políticos más abiertos y que garanti-cen una libertad de opinión, informa-ción, participación y movilidad territo-rial, las posibilidades que esos países tiene de alcanzar el modelo de desarrollo sostenible que he es-tado planteando, son bastante remo-tas, por no decir nulas.
La circulación libre, sin corta-pisas y amplia de la información, es hoy en día una de las condiciones o fundamentos más trascendentes para el surgimiento y el desarrollo sostenible de una determinada so-ciedad. La amplia y sólida experien-cia acumulada hasta el presente, muestra sin ambages que los países que carecen de sistemas políticos democráticos y de plenas libertades individuales, son casi siempre los que ponen mayores barreras a la libre circulación de la información, disminuyendo así de manera sensi-ble sus posibilidades de alcanzar un modelo de desarrollo que se pueda sostener a través del tiempo sin que graves conflictos sociales y políticos, o la corrupción en sus múltiples for-mas, reduzca el dinamismo y los beneficios de altas tasas de creci-miento del PIB.
Difícil es también la defensa del medio ambiente, cuando se ca-rece de información y de los medios políticos y organizativos que permi-ten a la sociedad civil intervenir en su preservación.
Lo anterior no significa que in-cluso en los países en que se han instaurado sistemas políticos más democráticos, no sea indispensable luchar en forma permanente por la ampliación de la democracia, las libertades individuales y colectivas, y la circulación y acceso a la informa-ción. En todas las sociedades hay limitantes, obstáculos, barreras, e intereses de diversa índole que se oponen a la consecución plena del desarrollo sostenible.
GRÁFICO No. 6
Fuente: Elaboración del autor.
De la información
al conocimiento: la gran
transición
A medida que nos adentramos más en la globalización y se extien-den y consolidan los avances de-mocráticos en el mundo, la informa-ción asume un rol cada vez más crítico. Es claro que sin los instru-mentos modernos de acumulación, difusión, clonación y circulación de información, a gran velocidad y en todas direcciones, ni la globalización ni la ampliación de la democracia en nuestros días, habrían sido tan dramáticos, intensos y relevantes.
Pero así como el crecimiento exponencial de la información en la actualidad ha sido tan espectacular como incontenible, la necesidad y capacidad para procesar, digerir y asimilar un volumen gigantesco de datos, ha pasado a ocupar un lugar privilegiado en el desarrollo de las sociedades modernas. En otros términos, se puede afirmar que mientras más elevado sea el coefi-
ciente nacional de transformación de la información en conocimiento, más cercana estará ese país de incorpo-rarse con plenitud a la “Sociedad del Conocimiento” que es una condición sine-qua-non para iniciar y consoli-dar el despegue hacia el desarrollo sostenible.
GRÁFICO No. 7
Los instrumentos del desarrollo
3. Ver: Mario Bunge.1969. La investigación científica. Barcelona: Ariel. Mario Bun-ge.1980. Epistemología Barcelona: Ariel.
Volviendo a esa metáfora so-bre la edificación del desarrollo sos-tenible utilizada con anterioridad, diría que junto a los rasgos y los fundamentos de este proceso, los métodos, las prácticas, los medios, los espacios, los mecanismos y las instituciones que permiten forjarlo, son lo que llamo los instrumentos del desarrollo.
Ciencia, tecnología y técnicas:
algunas precisiones
Según el epistemólogo argen-tino Mario Bunge, la ciencia es “el conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y falible”, tal y como es definida y entendida en la actualidad. De otra parte, la tecno-logía es la mediación teórica y práctica que permite aplicar la cien-cia a la solución de problemas prácticos y concretos. Las técnicas serían métodos e instrumentos aún más específicos para resolver pro-blemas o realizar acciones de menor alcance. Cada tecnología suele ge-nerar una multiplicidad de técnicas en acorde con los principios que la informan.3
GRÁFICO No. 8
Fuente: Elaboración del autor.
La educación como ejercicio
y conquista de la libertad
y del progreso
Se puede argumentar, sin ma-yores riesgos de equivocarnos, que la educación formal y los sistemas de educación nacionales tienen un impacto decisivo sobre el desarrollo de cada país, determinando en parte no sólo su intensidad en términos de crecimiento económico, sino también su calidad y sostenibilidad. El nivel de educación formal de los indivi-duos predice estadísticamente su nivel personal de logros socioe-conómicos, de manera tan decisiva como la calidad, amplitud y accesibi-lidad para la mayoría de la población de los sistemas educativos naciona-les, predice a largo plazo el nivel y la calidad del desarrollo de cada país. La educación y los sistemas educati-vos ocupan, por consiguiente, un lugar privilegiado dentro de todos los instrumentos para el desarrollo.
La educación permite a los in-dividuos y las naciones formarse criterios independientes e informa-dos, eleva su capacidad de razona-miento crítico e independiente, y permite de este modo la emergencia de una ciudadanía capaz de luchar y defender sus libertades individuales y colectivas, sin las cuales no hay progreso real.
GRÁFICO No. 9
Fuente: Elaboración del autor.
La investigación y el avance
científico como fundamento
de la renovación cultural
para el progreso social
y económico
La formación de cuadros y la creación de infraestructura adecuada para el desarrollo científico que per-mita innovar, replicar, difundir y apli-car el conocimiento obtenido me-diante la práctica de las ciencias es, a su vez, una pieza clave dentro de los sistemas educativos nacionales. La vinculación dinámica entre la investigación científica y la industria y producción en cada país, plantea la necesidad, además, de diseñar e implementar modelos de investiga-ción científica que se ajusten de manera inteligente a las necesidades fundamentales del modelo de desa-rrollo nacional. Ese debe ser el propósito principal de la investiga-ción científica.
GRÁFICO No. 10
Fuente: Elaboración del autor.
La tecnología en tanto correa
de transmisión de la ciencia
y del conocimiento
Puesto que la tecnología es el puente entre la ciencia y las necesi-dades prácticas de la sociedad, es evidente que ésta tiene un sitial de primera importancia en el desarrollo nacional. De poco o nada sirve el desarrollo de la investigación cientí-fica nacional, si al mismo tiempo no se gestan las tecnologías apropiadas para convertir ese corpus de cono-cimiento teórico y abstracto en solu-ciones eficientes e ingeniosas me-diante tecnologías apropiadas. Para alcanzar un desarrollo sostenible, los países deben ser capaces no sólo de importar e incorporar tecnología de afuera, sino de generar sus pro-
pias modalidades de desarrollo tec-nológico que revelen la capacidad de gestación autónoma de la nación en las esferas científica y tecnológica.
GRÁFICO No. 11
El desarrollo técnico en tanto
instrumento esencial
del desarrollo económico
Pero es necesario insistir en que la tecnología aunque sea fun-damental, necesita coronarse con éxito mediante el desarrollo de ins-trumentos tecnológicos (maquina-rias, sistemas de cómputo, progra-mas virtuales, herramientas diver-sas, sistemas de riego, productos químicos, procesos de refinación, módulos de embalaje y distribución, infraestructura vial, etc.), que consti-tuyan una aplicación tangible e in-mediata a la solución de problemas prácticos. En este terreno tampoco bastará con importar instrumentos técnicos y depender por entero de su manufactura en el exterior.
GRÁFICO No. 12
Fuente: Elaboración del autor.
Centroamérica y los desafíos
del futuro
Mientras más nos adentremos en la globalización y el avance científico y tecnológico del mañana, vislumbrándose desde ya la bioinge-niería y la biotecnología en general como uno de esos campos que serán preponderantes en el avance cognoscitivo y en su aplicación al desarrollo, mayores serán los desafíos provenientes desde el exte-rior. La competencia se incrementará en el área del conocimiento y de su aplicación práctica. Nuevos avances científicos, servirán a su vez para
resolver problemas que hoy son foco de nuestra preocupación. Las tecno-logías alternativas o “verdes” permi-tirán armonizar el crecimiento económico con la preservación del medio ambiente. Pero para ello las naciones centroamericanas deben mejorar sus sistemas educativos, crear incentivos y estímulos especia-les para el desarrollo científico y tecnológico, y trabajar en forma mancomunada y coordinada. La integración política, económica, cul-tural, científica, tecnológica y educa-tiva de los países centroamericanos, facilitará y será decisiva en este proceso. La formación de bloques regionales de naciones, marcará el porvenir del mundo y, por ende, del Istmo centroamericano ◊
cifras
Estadísticas de Empleo Público
bajo el Régimen de
ICAP** Servicio Civil*
PRESENTA ALGUNAS ESTADÍSTICAS SOBRE LAS CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS RECURSOS HUMANOS QUE LABORAN PARA EL SECTOR PÚBLICO BAJO EL RÉGIMEN DE SERVICIO CIVIL Y/O CARRERA ADMINISTRATIVA DE LOS PAÍSES MIEMBROS DEL FORO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA DE CENTROAMÉRICA, PANAMÁ Y REPÚBLICA DOMINICANA.
PALABRAS CLAVES: ESTADÍSTICAS; SERVICIO CIVIL; CARRERA ADMINISTRATIVA; RECURSOS HUMANOS; CENTROAMÉRICA; PANAMÁ; REPÚBLICA DOMINICANA; SECTOR PÚBLICO
En el marco de la moderniza-ción de los Servicios Civiles y Carre-ra Administrativa de los países miembros del Foro de la Función Pública de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, estas es-tadísticas reflejan los avances em-
* Documento presentado en el XV Foro de la Función Pública de Centroaméri-ca, Panamá y República Dominicana “Compromiso con la innovación y la ca-lidad en la gestión pública”, realizado en San José, Costa Rica del 14 al 16 de abril del 2010 y organizado por el Insti-tuto Centroamericano de Administra-ción Púbica, ICAP y la Dirección Gene-ral de Servicio Civil, DGSC, de Costa Rica.
** Instituto Centroamericano de Adminis-tración Pública.
Recibido: 8 de abril del 2010.
Aceptado: 28 de julio del 2010.
prendidos por las autoridades de las instancias rectoras de estos siste-mas, presentándose algunas carac-terísticas generales de los recursos humanos que laboran para el sector público como los resultados de algu-nos esfuerzos de modernización:
CUADRO No. 1
GUATEMALA
ORGANISMO EJECUTIVO
NÚMERO DE PUESTOS POR RENGLÓN PRESUPUESTARIO, SEGÚN INSTITUCIÓN
PERÍODO 2008 AL 2010
Nota: Renglón 011 “Personal Permanente”, Renglón 022 “Personal por Contrato” y Renglón 021 “Personal Supernumerario”.
Fuente: Información elaborada por el Departamento de Administración de Puestos y Remuneraciones y Auditorías Administrativas, con base al Presupuesto Analítico de Sueldos proporcionado por la Dirección Técnica del Presupuesto del Ministerio de Finanzas Públicas a diciembre de cada año, el 2010 información proyectada. Incluye puestos de tiempo parcial.
CUADRO No. 2
GUATEMALA
SERIE Y CLASES DE PUESTOS CUBIERTOS POR EL PLAN
DE CLASIFICACIÓN ADMINISTRADOS POR LA OFICINA NACIONAL
DE SERVICIO CIVIL, ONSEC
2010
SERIE OPERATIVA 1020 TRABAJADOR OPERATIVO II 1030 TRABAJADOR OPERATIVO III 1040 TRABAJADOR OPERATIVO IV 1060 TRABAJADOR OPERATIVO JEFE I 1070 TRABAJADOR OPERATIVO JEFE II SERIE ESPECIALIZADA 2010 TRABAJADOR ESPECIALIZADO I 2020 TRABAJADOR ESPECIALIZADO II 2030 TRABAJADOR ESPECIALIZADO III 2060 TRABAJADOR ESPECIALIZADO JEFE I 2070 TRABAJADOR ESPECIALIZADO JEFE II SERIE TÉCNICA 3010 TECNICO I 3020 TECNICO II 3030 TECNICO III 3060 JEFE TECNICO I 3070 JEFE TECNICO II SERIE TÉCNICO PROFESIONAL 4010 TECNICO PROFESIONAL I 4020 TECNICO PROFESIONAL II 4030 TECNICO PROFESIONAL III 4060 JEFE TECNICO PROFESIONAL I 4070 JEFE TECNICO PROFESIONAL II 4080 JEFE TECNICO PROFESIONAL III SERIE INFORMÁTICA 4110 TECNICO EN INFORMATICA I 4120 TECNICO EN INFORMATICA II 4210 TECNICO PROFESIONAL INFORMATICA I 4220 TECNICO PROFESIONAL EN INFORMATICA II 4230 TECNICO PROFESIONAL INFORMATICA III 4240 TECNICO PROFESIONAL EN INFORMATICA IV 4250 JEFE TECNICO PROFESIONAL EN INFORMATICA |
SERIE PROFESIONAL 5010 PROFESIONAL I 5020 PROFESIONAL II 5030 PROFESIONAL III 5060 PROFESIONAL JEFE I 5070 PROFESIONAL JEFE II 5080 PROFESIONAL JEFE III SERIE OFICINA 6010 OFICINISTA I 6020 OFICINISTA II 6030 OFICINISTA III 6040 OFICINISTA IV 6060 SECRETARIO OFICINISTA 6090 SECRETARIO EJECUTIVO I 6100 SECRETARIO EJECUTIVO II 6200 SECRETARIO EJECUTIVO III 6210 SECRETARIO EJECUTIVO IV 6220 SECRETARIO EJECUTIVO V 6230 SECRETARIO EJECUTIVO MINISTERIAL I 6240 SECRETARIO EJECUTIVO MINISTERIAL II SERIE TÉCNICO ARTÍSTICA 7010 TECNICO ARTISTICO I 7020 TECNICO ARTISTICO II 7030 TECNICO ARTISTICO III 7060 JEFE TECNICO ARTISTICO I 7070 JEFE TECNICO ARTISTICO II SERIE EJECUTIVA 8010 SUBDIRECTOR TECNICO I 8020 SUBDIRECTOR TECNICO II 8030 SUBDIRECTOR TECNICO III 8060 DIRECTOR TECNICO I 8070 DIRECTOR TECNICO II 8080 DIRECTOR TECNICO III SERIE PARAMÉDICA 9540 PARAMEDICO I 9550 PARAMEDICO II 9560 PARAMEDICO III 9570 PARAMEDICO IV |
Continúa…
…viene
9590 PARAMEDICO JEFE I 9610 PARAMEDICO JEFE II 9620 PARAMEDICO JEFE III SERIE ASISTENCIA PROFESIONAL 9710 ASISTENTE PROFESIONAL I 9720 ASISTENTE PROFESIONAL II 9730 ASISTENTE PROFESIONAL III 9740 ASISTENTE PROFESIONAL IV 9760 ASISTENTE PROFESIONAL JEFE |
SERIE ASESORIA PROFESIONAL ESPECIALIZADA 9810 ASESOR PROFESIONAL ESPECIALIZADO I 9820 ASESOR PROFESIONAL ESPECIALIZADO II 9830 ASESOR PROFESIONAL ESPECIALIZADO III 9840 ASESOR PROFESIONAL ESPECIALIZADO IV |
Fuente: Oficina Nacional de Servicio Civil.
CUADRO No. 3
GUATEMALA
CLASES DE PUESTOS NO CUBIERTOS POR EL PLAN
DE CLASIFICACIÓN ADMINISTRADO POR LA OFICINA NACIONAL
DE SERVICIO CIVIL, ONSEC
2010
ASESOR JEFE SUB SECRETARIO ASESOR ESPECIFICO VICEPRESIDENTE SECRETARIO EJECUTIVO VICEPRESIDENTE SECRETARIO GENERAL VICEPRESIDENTE SECRETARIO PARTICULAR VICEPRESIDENTE SECRETARIO PRIVADO VICEPRESIDENTE VICEPRESIDENTE DE LA REPUBLICA CONSUL CONSEJERO MENSAJERO SECRETARIO VICE CONSUL VICEMINISTRO CONSUL GENERAL DELEGADO ALTERNO DIRECTOR GENERAL AGREGADO CULTURAL PRIMER SECRETARIO TERCER SECRETARIO AGREGADO COMERCIAL AGREGADO DE PRENSA |
MINISTRO CONSEJERO SEGUNDO SECRETARIO AGREGADO DE TURISMO PORTERO DE EMBAJADA SUBDIRECTOR GENERAL REPRESENTANTE PERMANENTE PRIMER SECRETARIO Y CONSUL EMBAJADOR EXTRAORDINARIO Y PLENIPOTE MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES EMBAJADOR EXTRAORDINARIO Y PLENIPOTENCIARIO ASISTENTE TECNICO II DIRECTOR TIPOGRAFIA NACIONAL ECONOMO ENCARGADO SERVICIOS ESPECIALIZADOS JEFE ESCRIBANO DEL GOBIERNO GOBERNADOR DEPARTAMENTAL INSPECTOR GENERAL DE MIGRACION INTERVENTOR INVESTIGADOR I INVESTIGADOR IV MINISTRO OFICIAL ADMINISTRATIVO II PROFESIONAL ESPECIALIZADO I |
Continúa…
…viene
PROFESIONAL ESPECIALIZADO II PROFESIONAL ESPECIALIZADO JEFE SECRETARIO GENERAL SUBINTERVENTOR VICEMINISTRO TESORERO NACIONAL SUBTESORERO NACIONAL ADMINISTRADOR GENERAL INTERNO ASISTENTE TECNICO PROFESIONAL III CATEDRA 10 PERIODOS CATEDRA 15 PERIODOS CATEDRA 2 PERIODOS CATEDRA 20 PERIODOS CATEDRA 3 PERIODOS CATEDRA 4 PERIODOS CATEDRA 5 PERIODOS CATEDRA 6 PERIODOS CATEDRA 7 PERIODOS CATEDRATICO AUXILIAR CATEDRATICO DE ARTES 15 PERIOD CATEDRATICO DE ARTES 7 PERIODOS CATEDRATICO ESPECIALIZADO T. C DIR. ESC. LAB. No. 2 GRUP ESC DIRECTOR DE EDUCACIÓN ENCARGADO DE AYUDAS AUDIOVISUALES INSTRUCTOR CONJUNTO MUSICAL JEFE SECCION PREPRIMARIA Y PRIMARIA BI MINISTRO DE EDUCACION ORIENTADOR ESC. Y VOCACIONAL ORIENTADOR TEC SOCIO EDUCATIVO PREPARADOR LABORATORIO FISICA 5 PERIODOS PREPARADOR LABORATORIO QUIMICA 5 PERIODOS SECRETARIO CONTADOR JEFE BIENESTAR SECRETARIO CONTADOR SUB DIRECTOR EDUCACION POSTPRIMARIA SUPERVISOR EDUCACION BILINGUE SUPERVISOR EDUCATIVO SUPERVISOR TECNICO D/EDUCACION TECNICO EN AYUDAS AUDIOVISUALES TECNICO EN PLANIFICACION Y PROGRAMACION TECNICO ESPECIALIZADO EN TELESECUNDARIA VICEMINISTRO JEFE DE AREA OFICIAL MAYOR |
DIRECTOR REGIONAL SUB DIRECTOR GENERAL DIRECTOR DE HOSPITAL DIRECTOR DE AREA DE SALUD SUB DIRECTOR DE HOSPITAL DIRECTOR DE HOSPITAL DISTRITAL DIRECTOR DE DISPENSARIO I OFICIAL MAYOR INSPECTOR GENERAL DE TRABAJO CONSEJERO OMC I CONSEJERO OMC II DIRECTOR GENERAL OMC REGISTRADOR MERCANTIL SECRETARIO GENERAL OMC REGISTRADOR PROPIEDAD INTELECTUAL SECRETARIO GENERAL DE LA COGUANOR SUBREGISTRADOR PROPIEDAD INTELECTUAL SECRETARIO GENERAL REGISTRO MERCANTIL COORDINADOR DE CALIDAD OFICIAL DE ACREDITACION ASISTENTE TECNICO EN METROLOGIA JEFE DE LABORATORIO DE MASA FINA Y GRUESA JEFE OFICINA GUATEMALTECA DE ACREDITACION DIRECTOR TECNICO I SUB DIRECTOR GENERAL SUB DIRECTOR TECNICO I SEGUNDO SUB DIRECTOR GENERAL INTERVENTOR VICEMINISTRO DE DESARROLLO SOSTENIBLE VICEMINISTRO ENCARGADO DEL AREA ENERGETICA OFICIAL MAYOR PROFESORA DEL CONSERVATORIO DE MUSICA ASESOR ESPECIFICO PRESIDENCIAL ASESOR JEFE PRESIDENCIAL ASESOR PRESIDENCIAL CONSULTOR ESPECIFICO PRESIDENCIAL SECRETARIO GENERAL PRESIDENCIAL SUB SECRETARIO GENERAL PRESIDENCIAL SUB SECRETARIO PRIVADO SECRETARIO PRIVADO PRESIDENCIAL SUB SECRETARIO PRESIDENTE REGIONAL SECRETARIO EJECUTIVO |
Continúa…
…viene
SUBSECRETARIO EJECUTIVO PARA LA DESCENTRALIZACIÓN SUB SECRETARIO SECRETARIO ANÁLISIS ESTRATÉGICO AGENTE DE SEGURIDAD I AGENTE DE SEGURIDAD II JEFE SECCION SEGURIDAD INVESTIGADOR DE SEGURIDAD SUBJEFE SECCION DE SEGURIDAD SUB SECRETARIO RELACIONES PUBLICAS PRES SECRETARIO RELACIONES PÚBLICAS ADMINISTRADOR GENERAL INTERNO ARMERO I CONSERJE ARMERO II ENFERMERO PSICOLOGO MARIMBISTA NUTRICIONISTA MEDICO 4 HORAS AUDITOR INTERNO DIRECTOR TECNICO JEFE DE TRANSPORTE MEDICO DE COMITIVA ODONTOLOGO 4 HORAS MOTORISTA MENSAJERO ANALISTA DE SISTEMAS ASESOR DEL DESPACHO. JEFE DE DEPARTAMENTO SUBDIRECTOR TECNICO. TECNICO EN SOPORTE I CONDUCTOR DE COMITIVA DIRECTOR DE SEGURIDAD MESERO PRESIDENCIAL I TECNICO EN SOPORTE II ASISTENTE ODONTOLOGICO DELEGADO DEPARTAMENTAL ENCARGADO DE LOGISTICA FOTOGRAFO PRESIDENCIAL MESERO PRESIDENCIAL II PROGRAMADOR DE SISTEMAS ASESOR JURIDICO 7 HORAS. ANALISTA DE INFORMACION I PROFESIONAL FINANCIERO II ANALISTA DE INFORMACION II ASISTENTE ADMINISTRATIVO I ASISTENTE DE SUBSECRETARIO PRESIDENTE DE LA REPUBLICA PROFESIONAL FINANCIERO III SUBDIRECTOR DE SEGURIDAD I TECNICO EN MANTENIMIENTO I |
ANALISTA DE INFORMACION III ASISTENTE ADMINISTRATIVO II INVESTIGADOR DE PERSONAL II INVESTIGADOR DE PERSONAL IV SUBDIRECTOR DE SEGURIDAD II SUBDIRECTOR DE SEGURIDAD IV TECNICO EN MANTENIMIENTO II ASISTENTE ADMINISTRATIVO III ASISTENTE DE CONTROL MAESTRO INVESTIGADOR DE PERSONAL III SUBDIRECTOR DE SEGURIDAD III TECNICO EN MANTENIMIENTO III PROFESIONAL ADMINISTRATIVO II INSTRUCTOR DE DEFENSA PERSONAL ANALISTA DE RECURSOS HUMANOS II OPERADOR DE PLANTA TELEFONICA I ANALISTA DE RECURSOS HUMANOS III OPERADOR DE PLANTA TELEFONICA II TECNICO ESPECIALIZADO EN ARMERIA TECNICO EN PREPARACION DE ALIMENTOS I TECNICO EN PREPARACION DE ALIMENTOS II TECNICO EN PREPARACION DE ALIMENTOS V AUXILIAR EN PREPARACION DE ALIMENTOS II TECNICO EN PREPARACION DE ALIMENTOS III AGENTE CIVIL DE SEGURIDAD PRESIDENCIAL I AGENTE CIVIL DE SEGURIDAD PRESIDENCIAL II AGENTE CIVIL DE SEGURIDAD PRESIDENCIAL IV AGENTE CIVIL DE SEGURIDAD PRESIDENCIAL III SECRETARIO DE ASUNTOS ADMINISTRATIVOS Y DE SEGURIDAD SUBSECRETARIO DE ASUNTOS ADMINISTRATIVOS Y DE SEGURIDAD SECRETARIO DE BIENESTAR SOCIAL SUBSECRETARIO DE PROTECCIÓN, ABRIGO Y REHABILITACIÓN FAMILIAR SUBSECRETARIO DE FORTALECIMIENTO Y APOYO FAMILIAR Y COMUNITARIO SUBSECRETARIO DE REINSERCION Y RESOCIAL. DE ADOLESCENTE ASESOR ESPECIFICO VICEPRESIDEN SECRETARIO DE OBRAS SOCIALES SECRETARIO NACIONAL SUBCOORDINADOR NACIONAL |
Continúa…
…viene
SECRETARIO DE ASUNTOS AGRARIOS SUBSECRETARIO DE POLITICA AGRARIA SUBSECRETARIO DE COORDINACION Y ENLACE JEFE DE TRANSPORTE MEDICO DE COMITIVA ODONTOLOGO 4 HORAS MOTORISTA MENSAJERO ANALISTA DE SISTEMAS ASESOR DEL DESPACHO. JEFE DE DEPARTAMENTO SUBDIRECTOR TECNICO. TECNICO EN SOPORTE I CONDUCTOR DE COMITIVA DIRECTOR DE SEGURIDAD MESERO PRESIDENCIAL I TECNICO EN SOPORTE II ASISTENTE ODONTOLOGICO DELEGADO DEPARTAMENTAL ENCARGADO DE LOGISTICA FOTOGRAFO PRESIDENCIAL MESERO PRESIDENCIAL II PROGRAMADOR DE SISTEMAS ANALISTA DE INFORMACION I PROFESIONAL FINANCIERO II ANALISTA DE INFORMACION II ASISTENTE ADMINISTRATIVO I ASISTENTE DE SUBSECRETARIO PROFESIONAL FINANCIERO III SUBDIRECTOR DE SEGURIDAD I TECNICO EN MANTENIMIENTO I ANALISTA DE INFORMACION III ASISTENTE ADMINISTRATIVO II INVESTIGADOR DE PERSONAL II INVESTIGADOR DE PERSONAL IV SUBDIRECTOR DE SEGURIDAD II SUBDIRECTOR DE SEGURIDAD IV TECNICO EN MANTENIMIENTO II ASISTENTE ADMINISTRATIVO III ASISTENTE DE CONTROL MAESTRO INVESTIGADOR DE PERSONAL III SUBDIRECTOR DE SEGURIDAD III TECNICO EN MANTENIMIENTO III PROFESIONAL ADMINISTRATIVO II INSTRUCTOR DE DEFENSA PERSONAL ANALISTA DE RECURSOS HUMANOS II OPERADOR DE PLANTA TELEFONICA I ANALISTA DE RECURSOS HUMANOS III OPERADOR DE PLANTA TELEFONICA II TECNICO ESPECIALIZADO EN ARMERIA TECNICO EN PREPARACION DE ALIMENTOS I |
TECNICO EN PREPARACION DE ALIMENTOS II TECNICO EN PREPARACION DE ALIMENTOS IV AUXILIAR EN PREPARACION DE ALIMENTOS II TECNICO EN PREPARACION DE ALIMENTOS III AGENTE CIVIL DE SEGURIDAD PRESIDENCIAL I AGENTE CIVIL DE SEGURIDAD PRESIDENCIAL II AGENTE CIVIL DE SEGURIDAD PRESIDENCIAL IV AGENTE CIVIL DE SEGURIDAD PRESIDENCIAL III SECRETARIO DE ASUNTOS ADMINISTRATIVOS Y DE SEGURIDAD SUBSECRETARIO DE ASUNTOS ADMINISTRATIVOS Y DE SEGURIDAD SECRETARIO GENERAL SUBSECRETARIO DE COOPERACION INTERNACIONAL P/DES SUBSECRETARIO DE PLANIFICACIÓN E INVERSION PUBLICA DIRECTOR DE LA ONSEC SUB DIRECTOR DE LA ONSEC DEFENSORA DE LA MUJER INDIGENA DELEGADA REGIONAL DIRECTOR EJECUTIVO DE COPREDEH PRESIDENTE EJECUTIVO SUB DIRECTOR EJECUTIVO SECRETARIO DE CONAP SUB SECRETARIO DE CONAP AGENTE DE SEGURIDAD ASISTENTE ADMINISTRATIVO I ASISTENTE ADMINISTRATIVO II ASISTENTE DE RECURSOS HUMANOS ASISTENTE EJECUTIVO ASISTENTE EJECUTIVO II AUDITOR INTERNO AUXILIAR DE RESCATE AUXILIAR DE SERVICIOS AUXILIAR JURIDICO I AUXILIAR JURIDICO I I CAMAROGRAFO CONDUCTOR DE VEHICULOS I CONDUCTOR DE VEHICULOS II DELEGADO REGIONAL DE LA PROCURADURIA DIRECTOR ADMINISTRATIVO DIRECTOR DE CONSULTORIA |
Continúa…
…viene
DIRECTOR DE PROCURADURIA DIRECTOR FINANCIERO ENCARGADO CENTRO DE DOCUMENTACION ENCARGADO DE CAJA FISCAL ENCARGADO DE INVENTARIOS GUARDALMACEN JEFE DE ABOGACIA DEL ESTADO JEFE DE ABOGACIA DEL ESTADO CIVIL JEFE DE ABOGACIA LABORAL JEFE DE ASUNTOS CONSTITUCIONALES JEFE DE COMPRAS JEFE DE MEDIO AMBIENTE JEFE DE RECURSOS HUMANOS JEFE DE SEGURIDAD JEFE DE SERVICIOS GENERALES JEFE PROCURADURIA DE MENORES JEFE SECCION DEL ADULTO MAYOR Y PERSONAS DISCAPACITADAS |
JEFE UNIDAD DE LA MUJER JEFEDE CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO OFICINISTA I OFICINISTA II PROCURADOR GENERAL DE LA NACION PROFESIONAL DE LA PROCURADURIA PROFESIONAL EN TRABAJO SOCIAL SECRETARIO GENERAL SUBDIRECTOR FINANCIERO TECNICO INVESTIGADOR TRABJADOR DE MANTENIMIENTO DIRECTOR EJECUTIVO I DIRECTOR EJECUTIVO II DIRECTOR EJECUTIVO III DIRECTOR EJECUTIVO IV SUBDIRECTOR EJECUTIVO I SUBDIRECTOR EJECUTIVO II SUBDIRECTOR EJECUTIVO III SUBDIRECTOR EJECUTIVO IV |
Fuente: Oficina Nacional de Servicio Civil, ONSEC.
CUADRO No. 4
GUATEMALA
NIVEL ACADÉMICO DEL SERVIDOR PÚBLICO POR SERIE
2010
SERIE OPERATIVA hasta tercer grado de educación primaria. SERIE ESPECIALIZADA hasta sexto grado de educación primaria. SERIE TÉCNICA título o diploma de una carrera del nivel de educación media (diversificado). SERIE TÉCNICO PROFESIONAL desde el segundo hasta el sexto semestre de una carrera universitaria. SERIE INFORMÁTICA desde diploma de bachiller en computación, título de perito en computa-ción o carrera de nivel medio con orientación en computación hasta cursos equivalentes al sexto semestre en una carrera universitaria en Informática. SERIE PROFESIONAL título Universitario a nivel de Licenciatura. SERIE OFICINA título o diploma del nivel de educación media; secretaria oficinista o bilingüe. SERIE TÉCNICO ARTÍSTICA desde un año de estudios en la disciplina o género del arte que se requiera hasta maestro o bachiller en artes. SERIE EJECUTIVA título Universitario a nivel de Licenciatura. SERIE PARAMÉDICA diploma de capacitación específica hasta título de enfermera profesional. SERIE ASISTENCIA PROFESIONAL desde el quinto hasta el octavo semestre de una carrera universitaria. SERIE ASESORIA PROFESIONAL ESPECIALIZADA título Universitario a nivel de Licenciatura. |
Fuente: Oficina Nacional de Servicio Civil, ONSEC.
GRÁFICO No. 1
GUATEMALA
NIVEL ACADÉMICO DEL SERVIDOR PÚBLICO DE LOS PUESTOS CUBIERTOS POR EL PLAN DE CLASIFICACIÓN
ADMINISTRADO POR LA OFICINA NACIONAL
DE SERVICIO CIVIL, ONSEC
Fuente: Oficina Nacional de Servicio Civil, ONSEC.
CUADRO No. 5
GUATEMALA
RÉGIMEN O LEGISLACIÓN POR LA CUAL ESTÁN REGULADOS O SUJETOS LOS SERVIDORES PÚBLICOS
2010
Ley/Decreto No. |
Instrumento |
Congreso de la República de Guatemala, 1748 |
Ley del Servicio Civil |
Acuerdo Gubernativo 18-98 |
Reglamento de la Ley de Servicio Civil |
Acuerdo Gubernativo 11-73 |
Ley de Salarios de la Administración Pública |
Acuerdo Gubernativo 114-97 |
Ley del Organismo Ejecutivo |
Actualmente 38.886 servidores públicos comprendidos dentro del Plan de Clasificación Adminis-trado por la Oficina Nacional de Servicio Civil, se encuentran dentro del proceso de la Carrera Administrativa del Sector Público. El desarrollo de los mismos en las distintas instituciones dependerá del desempeño laboral, experiencia, capacidad y formación académica.
Fuente: Oficina Nacional de Servicio Civil, ONSEC.
GRÁFICO No. 2
GUATEMALA
REPRESENTACIÓN POR GÉNERO EN EL SECTOR PÚBLICO
2010
Fuente: Oficina Nacional de Servicio Civil, ONSEC.
GRÁFICO No. 3
EL SALVADOR
DETALLE DE PUESTOS POR INSTITUCIÓN
2010
Fuente: Secretaría de Asuntos Estratégicos.
CUADRO No. 6
EL SALVADOR
DETALLE DE PUESTOS POR INSTITUCIÓN Y SALARIOS PAGADOS
2010
Institución |
No. de Puestos |
Monto Total Salarial Anual Millones US $ |
Presidencia de la República |
787 |
8,0 |
Ministerio de Hacienda |
2,930 |
34,4 |
Ministerio de Relaciones Exteriores |
781 |
16,9 |
Ministerio de la Defensa Nacional |
396 |
2,5 |
Ministerio de Gobernación |
517 |
4,2 |
Ministerio de Seguridad y Justicia |
3,024 |
18,5 |
Ministerio de Educación* |
36,129 |
272,8 |
Ministerio de Salud Pública y Asisten-cia Social* |
23,723 |
216,6 |
Ministerio de Trabajo y Previsión Social |
796 |
6,5 |
Ministerio de Economía |
651 |
6,8 |
Ministerio de Agricultura y Ganadería |
1,069 |
7,4 |
Ministerio de Obras Públicas |
1,339 |
9,3 |
Ministerio del Medio Ambiente |
426 |
4,7 |
Ministerio de Turismo |
21 |
0.367 |
* El Ministerio de Educación incorpora el personal docente y el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social incorpora al personal de los hospitales.
Fuente: Ministerio de Hacienda, DINAFI – Desarrollo SIRH.
GRÁFICO No. 4
EL SALVADOR
MONTO TOTAL SALARIAL ANUAL
2010
Fuente: Secretaría de Asuntos Estratégicos.
CUADRO No. 7
EL SALVADOR
DETALLE DE PUESTOS POR GRUPO OCUPACIONAL
2010
Institución |
Denominación |
Puestos |
Presidencia de la República |
Educación Básica |
188 |
Tercer Ciclo |
96 |
|
Bachillerato |
213 |
|
Post Grado Técnico |
62 |
|
Universitario |
171 |
|
Post Grado Universitario |
28 |
|
Estudiantes Universitarios |
29 |
|
Ministerio de Hacienda |
Educación Básica |
249 |
Tercer Ciclo |
115 |
|
Bachillerato |
635 |
|
Post Grado Técnico |
214 |
|
Universitario |
1.322 |
|
Post Grado Universitario |
27 |
|
Estudiantes Universitarios |
368 |
|
Ministerio de Relaciones Exteriores |
Educación Básica |
69 |
Tercer Ciclo |
23 |
|
Bachillerato |
210 |
|
Post Grado Técnico |
129 |
|
Universitario |
339 |
|
Post Grado Universitario |
9 |
|
Estudiantes Universitarios |
2 |
Continúa…
…viene
Institución |
Denominación |
Puestos |
Ministerio de Defensa |
Educación Básica |
68 |
Tercer Ciclo |
55 |
|
Bachillerato |
163 |
|
Post Grado Técnico |
27 |
|
Universitario |
80 |
|
Post Grado Universitario |
1 |
|
Estudiantes Universitarios |
2 |
|
Ministerio de Gobernación |
Educación Básica |
53 |
Tercer Ciclo |
80 |
|
Bachillerato |
192 |
|
Post Grado Técnico |
37 |
|
Universitario |
128 |
|
Estudiantes Universitarios |
27 |
|
Ministerio de Seguridad y Justicia |
Educación Básica |
315 |
Tercer Ciclo |
941 |
|
Bachillerato |
975 |
|
Post Grado Técnico |
100 |
|
Universitario |
406 |
|
Post Grado Universitario |
16 |
|
Estudiantes Universitarios |
27 |
|
Ministerio de Educación |
Educación Básica |
1.391 |
Tercer Ciclo |
274 |
|
Bachillerato |
1.853 |
|
Post Grado Técnico |
17.496 |
|
Universitario |
15.023 |
|
Post Grado Universitario |
61 |
|
Estudiantes Universitarios |
31 |
Continúa…
…viene
Institución |
Denominación |
Puestos |
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social |
Educación Básica |
668 |
Tercer Ciclo |
1.018 |
|
Bachillerato |
3.403 |
|
Post Grado Técnico |
1.587 |
|
Universitario |
3.095 |
|
Post Grado Universitario |
41 |
|
Estudiantes Universitarios |
297 |
|
Hospitales Nacionales |
Educación Básica |
1.382 |
Tercer Ciclo |
1.499 |
|
Bachillerato |
3.848 |
|
Post Grado Técnico |
4.300 |
|
Universitario |
6.178 |
|
Post Grado Universitario |
54 |
|
Estudiantes Universitarios |
655 |
|
TOTAL |
72.589 |
Fuente: Ministerio de Hacienda, DINAFI – Desarrollo SRIH.
GRÁFICO No. 5
EL SALVADOR
NÚMERO DE PUESTOS POR GRUPO OCUPACIONAL
2010
Fuente: Secretaría de Asuntos Estratégicos.
CUADRO No. 8
EL SALVADOR
DETALLE DE PUESTOS POR GÉNERO
2010
Institución |
Sexo |
Puestos |
Masa Salarial Anual |
Presidencia de la República |
F |
261 |
$2,874,755.28 |
|
M |
526 |
$5,128,678.32 |
Ministerio de Hacienda |
F |
1,285 |
$13,952,964.00 |
|
M |
1,645 |
$20,480,366.40 |
Ministerio de Relaciones Exteriores |
F |
404 |
$8,569,427.52 |
|
M |
377 |
$8,409,924.96 |
Ministerio de Defensa |
F |
70 |
$359,019.48 |
|
M |
326 |
$2,109,281.16 |
Ministerio de Gobernación |
F |
192 |
$1,482,528.48 |
|
M |
325 |
$2,718,425.64 |
Ministerio de Seguridad y Justicia |
F |
836 |
$5,699,686.80 |
|
M |
2,188 |
$12,807,838.56 |
Ministerio de Educación |
F |
23,648 |
$176,908,435.32 |
|
M |
12.481 |
$95.917.446.36 |
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social |
F M |
5.922 4.186 |
$54.427.701.72 $37.499.278.56 |
Hospitales Nacionales |
F M |
8.931 4.683 |
$83.291.348.52 $41.393.061.84 |
Ministerio de Trabajo y Previsión Social |
F M |
345 451 |
$2.878.703.64 $3.606.842.88 |
Ministerio de Economía |
F M |
271 380 |
$2.735.141.52 $4.078.008.00 |
Ministerio de Agricultura y Ganadería |
F M |
305 764 |
$2.132.267.16 $5.290.864.56 |
Ministerio de Obras Públicas |
F M |
305 1.034 |
$2.587.407.00 $6.756.593.28 |
Ministerio del Medio Ambiente |
F M |
135 291 |
$1.887.645.96 $2.835.745.68 |
Ministerio de Turismo |
F M |
12 10 |
$189.538.80 $178.285.32 |
|
|
72.589 |
$609.187.212.72 |
Fuente: Ministerio de Hacienda, DINAFI – Desarrollo SIRH.
GRÁFICO No. 6
EL SALVADOR
DETALLE DE PUESTOS POR SEXO
2010
Fuente: Ministerio de Hacienda, DINAFI- Desarrollo SIRH.
CUADRO No. 9
EL SALVADOR
DETALLE DE PUESTOS POR RÉGIMEN DE CONTRATACIÓN
2010
Institución |
Forma de Pago |
Total Puestos |
Masa Salarial Anual $ |
Presidencia de la República |
Contrato Ley de Salarios |
331 456 |
4.521.827.40 3.481.606-20 |
Ministerio de Hacienda |
Contrato Ley de Salarios |
2.222 708 |
28.233.937.56 6.199.392.84 |
Ministerio de Relaciones Exteriores |
Contrato Ley de Salarios |
294 487 |
10.152.427.68 6.826.924.80 |
Ministerio de Defensa |
Ley de Salarios |
396 |
2.468.300.64 |
Continúa…
…viene
Institución |
Forma de Pago |
Total Puestos |
Masa Salarial Anual $ |
Ministerio de Gobernación |
Contrato Ley de Salarios |
515 2 |
4.142.702.52 $58.251.60 |
Ministerio de Seguridad y Justicia |
Contrato Ley de Salarios |
3.022 2 |
18.449.273.76 $58.251.60 |
Ministerio de Educación |
Contrato Ley de Salarios |
1.765 34.364 |
21.947.446.92 250.878.434.76 |
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social |
Contrato Ley de Salarios |
3.320 6.789 |
24.089.165.40 67.844.457.84 |
Hospitales Nacionales |
Contrato Ley de Salarios |
3.263 10.351 |
20.675.954.88 104.008.455.48 |
Ministerio de Trabajo y Previsión Social |
Contrato Ley de Salarios |
477 319 |
4.172.880.12 2.313.666.40 |
Ministerio de Economía |
Contrato Ley de Salarios |
289 362 |
4.108.684.08 2.704.465.44 |
Ministerio de Agricultura y Ganadería |
Contrato Ley de Salarios |
62 1.007 |
574.875.12 6.848.256.60 |
Ministerio de Obras Públicas |
Contrato Ley de Salarios |
1.186 153 |
8.325.825.24 1.018.175.04 |
Ministerio del Medio Ambiente |
Contrato Ley de Salarios |
401 25 |
4.369.317.60 354.074.04 |
Ministerio de Turismo |
Contrato Ley de Salarios |
14 7 |
235.296.36 132.52776 |
TOTAL |
|
72.589 |
609.193.855.68 |
Fuente: Ministerio de Hacienda, DINAFI – Desarrollo SIRH.
GRÁFICO No. 7
EL SALVADOR
RÉGIMEN DE CONTRATACIÓN
2010
Fuente: Ministerio de Hacienda, DINAFI – Desarrollo SIRH.
GRÁFICO No. 8
COSTA RICA
NÚMERO TOTAL DE FUNCIONARIOS POR SECTOR
2008
Fuente: Dirección General de Servicio Civil, DGSC, marzo del 2010.
GRÁFICO No. 9
COSTA RICA
TOTAL RELATIVO DE FUNCIONARIOS POR GÉNERO
2008
Hombres Mujeres Total
Porcentajes 33.34% 66.66% 100.00%
Totales 29.640 59.271 88.911
Género
Fuente: Dirección General de Servicio Civil, DGSC, marzo del 2010.
GRÁFICO No. 10
COSTA RICA
NÚMERO TOTAL DE FUNCIONARIOS POR EDADES
2008
Porcentajes 46% 36% 18% 100.00%
Rango de edades
Fuente: Dirección General de Servicio Civil, DGSC, marzo del 2010.
CUADRO No. 10
REPÚBLICA DOMINICANA
ESTATUS GENERAL DE LA IMPLEMENTACIÓN DE LA PRIMERA FASE DEL SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN DE SERVIDORES PÚBLICOS, SASP, EN EL GOBIERNO CENTRAL (MARZO 2010)
100% DENTRO DEL SASP (EN PRODUCCIÓN)
(70.000 SERVIDORES PÚBLICOS APROXIMADAMENTE)
1. Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social 2. Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo 3. Ministerio de Administración Pública, MAP 4. Ministerio de Relaciones Exteriores 5. Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, MESCyT 6. Ministerio de la Mujer 7. Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales 8. Ministerio de Interior y Policía, MIP 9. Ministerio de la Juventud 10. Ministerio de Trabajo 11. Contraloría General de la República 12. Consejo Nacional de Reforma del Estado, CONARE 13. Consejo Nacional de Competitividad 14. Dirección General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial (DGODT.antiguo CONAU) 15. Despacho de la Primera Dama 16. Programa de Solidaridad 17. Instituto Nacional de Administración Pública, INAP 18. Oficina Nacional de Estadísticas, ONE 19. Dirección General de Presupuesto, DIGEPRES 20. Dirección General de Minería
Muy avanzadas para iniciar en el SASP en corto plazo (1-3 meses) 1. Ministerio de Industria y Comercio, MEIC 2. Dirección General de Normas, DIGENOR 3. Ministerio de Agricultura
En proceso de implementación del SASP para iniciar en el mediano plazo (4-8meses) 1. Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones 2. Ministerio de Deportes, Educación Física y Recreación 3. Sistema Único de Beneficiarios, SIUBEN 4. Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo
Con retrasos en el proceso de implementación del SASP (8-12 meses) 1. Ministerio de Turismo 2. Ministerio de Cultura 3. Procuraduría General de la República 4. Policía Nacional |
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Instituciones que NO han respaldado la implementación del SASP 1. Secretariado Administrativo de la Presidencia 2. Ministerio de Hacienda 3. Ministerio de Educación
Otras instituciones que iniciaron el proceso de implementación del SASP (y que no estaban contempladas en la 1ra. fase del proyecto original) 1. Ministerio de las Fuerzas Armadas 2. Compañía Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales, CDEEE 3. Oficina para el Reordenamiento del Transporte, OPRET 4. Instituto Dominicano de Aviación Civil, IDAC |
Fuente: Ministerio de Administración Pública, MAP.
CUADRO No. 11
REPÚBLICA DOMINICANA
RELACIÓN DE ORGANISMOS DEL ESTADO DOMINICANO (296)
PODER EJECUTIVO: (289) 1. Presidencia de la República
CONSEJOS Y ORGANISMOS ASESORES (64) 1. Comité Técnico Nacional de Prevención y Mitigación de Riesgos 2. Comisión Ejecutiva de Reforma del Sector Salud (CERSS) 3. Comisión Nacional de Emergencia (COE) 4. Consejo Intersectorial para la Política del Libreo, la Lectura y las Bibliotecas 5. Consejo Asesor del Presidente de la República 6. Consejo de Asesores Económicos del Poder Ejecutivo 7. Asesorías Especializadas 8. Consejo de Administración y Regulación de Taxis (CART) 9. Consejo de Coordinación de la Zona Especial de Desarrollo Fronterizo (COZEDEF) 10. Consejo de Fomento Turístico (CONFOTUR) 11. Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS) 12. Consejo Nacional de Agricultura (CONA) 13. Consejo Nacional de Agricultura Ecológica (CONAE) 14. Consejo Nacional de Competitividad (CONACOMP) 15. Consejo Nacional de Comercio Exterior 16. Consejo Nacional de Cultura (CNC) 17. Consejo Nacional de Estrategias Deportivas 18. Consejo Nacional de Drogas (CND) 19. Consejo Nacional de Educación (CNE) 20. Consejo Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (CONESCYT) 21. Consejo Nacional de Estancias Infantiles (CONDEI) 22. Consejo Nacional de Fronteras |
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23. Consejo Nacional de Seguridad y Defensa Nacional 24. Consejo para la Seguridad Alimentaría 25. Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (CONIAF) 26. Consejo Nacional de la Persona Envejeciente 27. Consejo Nacional de la Vivienda Económica 28. Consejo Nacional de la Magistratura 29. Consejo Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales (CONAMARENA) 30. Consejo Nacional de Población y Familia (CONAPOFA) 31. Consejo Nacional de Producción Pecuaria (CONAPROPE) 32. Consejo Nacional de Promoción y Apoyo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME) 33. Consejo Nacional de Reforma del Estado (CONARE) 34. Consejo Nacional de Salud (CNS) 35. Consejo Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional 36. Consejo Nacional de Seguimiento de las Asociaciones Sin Fines de Lucro (CONASONG′S) 37. Consejo Nacional de Seguridad Social 38. Consejo Nacional de Seguridad 39. Consejo Nacional de Prevención, Mitigación y Respuesta ante Desastres 40. Consejo Superior Policial 41. Consejo Superior de la Administración Tributaria 42. Consejo Nacional de Valores (CONAVA) 43. Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación 44. Consejo Nacional de Zonas Financieras Internacionales 45. Consejo Nacional Minero 46. Consejo Nacional para la Reglamentación y Fomento de la Industria Lechera (CONALECHE) 47. Consejo Presidencial del Sida (COPRESIDA) 48. Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo 49. Dirección de Información y Defensa de los Afiliados (DIDA) 50. Tesorería de la Seguridad Social 51. Consejo Asesor en Materia de Lucha Anticorrupción de la Presidencia de la República 52. Consejo de Ministros 53. Consejo de la Medalla Presidencial al Merito Civil 54. Consejo Nacional de Agricultura Orgánica 55. Consejo Nacional de Protección Radiológica (CONAPRORA) 56. Consejo Nacional de Reestructuración Industrial (CONARI) 57. Consejo Nacional Interinstitucional de Reforma y Modernización de la Educación y Formación Técnico Profesional (CONETEC) 58. Consejo Nacional para la Innovación y Desarrollo Tecnológico 59. Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio 60. Gabinete de Coordinación de la Política Institucional 61. Gabinete de Coordinación de la Política Económica 62. Gabinete de Coordinación de la Política Social 63. Gabinete de Coordinación de la Política Medioambiental y Desarrollo Físico 64. Comisionado de Apoyo a la Reforma y Modernización de la Justicia
ORGANISMOS ADSCRITOS DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA (27) 1. Autoridad Metropolitana del Transporte de Santiago (AMETRASAN) 2. Central de Apoyo Logístico (PROMESE/CAL) |
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3. Administradora de Subsidios Sociales 4. Comisión de Reforma de la Empresa Pública (CREP) 5. Consultoría de Cooperación, Educación, Ciencia y Tecnología (COCECYT) 6. Fondo de Desarrollo del Transporte 7. Despacho de la Primera Dama (DPD) 8. Dirección General de Desarrollo Fronterizo (DGDF) 9. Dirección General de Comunidad Digna 10. Dirección General de Embellecimiento de Carreteras y Avenidas de Circunvalación del País (DGECAC) 11. Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) 12. Fondo de Promoción a las Iniciativas Comunitarias (PRO-COMUNIDAD) 13. Junta de Aviación Civil 14. Oficina de Coordinación Presidencial (OCP) 15. Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE) 16. Oficina de la Defensa Civil (ODC) 17. Oficina Presidencial de Tecnología de la Información y Comunicación (OPTIC) 18. Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) 19. Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) 20. Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructuras y Edificaciones (ONESVIE) 21. Oficina Presidencial de Iniciativas Democráticas (OPIDEMO) 22. Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT) 23. Dirección General de Sistema Único de Beneficios (SIUBEN) 24. Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción 25. Centro de Operaciones de Emergencia (COE) 26. Administración General del Parque Nacional Mirador Norte 27. Programa Solidaridad
MINISTERIOS (20) 1. Ministerio de Agricultura 2. Ministerio de Administración Pública (MAP) 3. Ministerio de Cultura 4. Ministerio de Educación 5. Ministerio de Hacienda 6. Ministerio de Interior y Policía 7. Ministerio de Juventud 8. Ministerio de Mujer 9. Ministerio de la Presidencia 10. Ministerio de las Fuerzas Armadas 11. Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales 12. Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones 13. Ministerio de Relaciones Exteriores 14. Ministerio de Trabajo 15. Ministerio de Turismo 16. Ministerio de Deportes y Recreación 17. Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología 18. Ministerio de Industria y Comercio 19. Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social 20. Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo
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OTROS ORGANISMOS DEL PODER EJECUTIVO (3) 1. Contraloría General de la República 2. Procuraduría General de la República 3. Secretariado Administrativo de la Presidencia
DIRECCIONES GENERALES, OFICINAS NACIONALES (77) 1. Administradora de Riesgo de Salud de las Fuerzas Armadas 2. Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro de Santo Domingo 3. Centro de Capacitación de Planificación e Inversión Pública 4. Dirección General de Análisis y Política Fiscal 5. Dirección General del Libro y la Lectura 6. Dirección General de Bienes Nacionales 7. Dirección General de Catastro Nacional 8. Centro de Información Gubernamental 9. Centro de Capacitación en Política y Gestión Fiscal 10. Comedores Económicos del Estado 11. Cuerpo de Ayudantes Militares del Presidente de la Republica 12. Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria 13. Cuerpo Especializado de Seguridad Portuaria 14. Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFRONT) 15. Departamento Nacional de Investigación (DNI) 16. Dirección General de Albergues y Residencias para la Reeducación Ciudadana de Niños, Niñas y Adolescentes 17. Dirección de Fomento y Desarrollo de la Artesanía Nacional (FODEARTE) 18. Dirección General de Formación y Capacitación 19. Dirección de Información, Análisis y Programación Estratégica (DIAPE) 20. Dirección General de Pasaportes (DGP) 21. Dirección General de Crédito Público 22. Dirección General de Contrataciones Públicas 23. Dirección General de Bellas Artes 24. Dirección General de Contabilidad Gubernamental (DIGECOG) 25. Dirección General de Control, Mantenimiento y Supervisión del Sistema de Peajes Nacionales (DGPEAJES) 26. Dirección General de Cooperación Multilateral 27. Dirección General de Cooperación Bilateral 28. Dirección General de Desarrollo de la Comunidad (DGDC) 29. Dirección General de Desarrollo Económico y Social 30. Dirección General de Edificaciones (DGE) 31. Dirección General de Ganadería 32. Dirección General de Jubilaciones y Pensiones a Cargo del Estado 33. Dirección General de Información, Publicidad y Prensa de la Presidencia (DGIPPP) 34. Dirección General de Inversiones Públicas 35. Dirección General de la Reserva de las Fuerzas Armadas (DGRFA) 36. Dirección General de las Escuelas Vocacionales de las F.F.A.A y la P.N. 37. Dirección General de Migración 38. Dirección General de Minería (DGM) 39. Dirección General de Normas y Sistemas de Calidad (DIGENOR) 40. Dirección General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial 41. Dirección General de Políticas y Legislación Tributaria 42. Dirección General de Planificación y Programación de Inversiones (DGPPI) 43. Dirección General de Presupuesto |
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44. Dirección General de Prisiones (DIGEPRI) 45. Dirección General de Promoción de las Comunidades Fronterizas (DGPCF) 46. Dirección General de Reglamentos y Sistemas (DGRS) 47. Dirección General de Supervisión y Fiscalización de Obras (DGSFO) 48. Dirección General de Tránsito Terrestre (DGTT) 49. Dirección General de Persecución de la Corrupción Administrativa 50. Dirección de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas 51. Hospital Central de las Fuerzas Armadas 52. Instituto Cartográfico Militar 53. Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas 54. Instituto Militar de los Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario 55. Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) 56. Instituto Nacional de Ciencias Forenses 57. Industria Nacional de la Aguja 58. Jefatura de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana 59. Jefatura de Estado Mayor de la Marina de Guerra 60. Jefatura de Estado Mayor del Ejército Nacional 61. Junta de Retiro de las Fuerzas Armadas 62. Lotería Nacional 63. Oficina Nacional de Estadística (ONE) 64. Policía Nacional 65. Tesorería Nacional 66. Dirección General Administrativa (Ministerio de Obras Públicas) 67. Dirección General de Planificación y Desarrollo (Ministerio de Obras Públicas) 68. Dirección General de Estudios y Diseño de Infraestructura y Presupuesto (Ministerio de Obras Públicas) 69. Dirección General de Empleo 70. Dirección General de Higiene y Seguridad Industrial 71. Dirección General de Operaciones de Mantenimiento Vial (Ministerio de Obras Públicas) 72. Dirección General de Trabajo 73. Dirección General de Museos 74. Escuela de Graduados de Altos Estudios 75. Escuela de Graduados de Educación Superior 76. Hospital central de las Fuerzas Armadas 77. Comisión Permanente para la Reforma y Modernización de las Fuerzas Armadas
ORGANISMOS DESCENTRALIZADOS (97)
Instituciones Financieras (4) 1. Banco Agrícola de la República Dominicana (BAGRICOLA) 2. Banco Central de la República Dominicana (BC-RD) 3. Banco de Reservas de la República Dominicana (BR-RD) 4. Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y la Producción
Instituciones No Financieras (56) 1. Liga Municipal Dominicana 2. Instituto de Dignidad Humana de la Policía Nacional 3. Comité de Retiro de la Policía Nacional 4. Museo Policial Dominicano
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5. Instituto Especializado de Estudios Superiores de la Policía Nacional 6. Dirección de Reservas de la Policía Nacional 7. Instituto Especializado de Estudios Superiores de las Fuerzas Armadas 8. Dirección General de Aduanas 9. Caja de Ahorros para Obreros y Monte de Piedad (CAOMP) 10. Autoridad Portuaria Dominicana (APORDOM) 11. Dirección General de Impuestos Internos 12. Instituto Nacional de Educación Física 13. Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil 14. Instituto Nacional de Formación y Capacitación Magisterial 15. Instituto Nacional de Bienestar Magisterial 16. Instituto Superior de Formación Docente Salome Ureña 17. Cruz Roja Dominicana 18. Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia 19. Consejo Nacional para las Comunidades Dominicanas en el Exterior 20. Comisión Nacional de Regulación de Prácticas Desleales de Comercio y Medidas de Salvaguarda 21. Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional 22. Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (FONPER) 23. Instituto Nacional de la Uva 24. Instituto Agrario Dominicano 25. Instituto Azucarero Dominicano 26. Consejo Dominicano del Café 27. Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura 28. Instituto Nacional del Algodón 29. Instituto del Tabaco de la Republica Dominicana 30. Consejo Estatal de Azúcar 31. Instituto de Estabilización de Precios (INESPRE) 32. Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF) 33. Instituto Nacional de la Vivienda 34. Departamento Aeroportuario 35. Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria 36. Instituto Postal Dominicano 37. Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillado (INAPA) 38. Comisión Nacional de Energía 39. Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor 40. Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI) 41. Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (PROINDISTRIA) 42. Centro de Exportación e Inversión de la Republica Dominicana (CEI-RD) 43. Instituto de Innovación en Biotecnología (IIBI) 44. Corporación de Fomento de la Industria Hotelera y Desarrollo del Turismo 45. Instituto de Formación Turística del Caribe 46. Instituto Duartiano 47. Archivo General de la Nación 48. Fondo Nacional para el Medio Ambiente y Recursos Naturales 49. Museo Nacional de Historia Natural 50. Jardín Botánico Nacional 51. Acuario Nacional 52. Parque Zoológico Nacional 53. Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDHRI) |
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54. Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) 55. Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA) 56. Instituto Superior para la Defensa
Instituciones de la Seguridad Social (10) 1. Administradora de Riesgo de Salud (ARS-Salud Segura) 2. Administradora de Riesgo de Salud de las Fuerzas Armadas 3. Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional 4. Seguro Nacional de Salud 5. Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores de la Construcción 6. Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores Portuarios 7. Fondo Nacional de Jubilaciones de los Trabajadores Metalmecánicos de la Industria Metalúrgica y Minera 8. Caja de Pensiones y Jubilaciones para Chóferes 9. Instituto Dominicano de Seguros Sociales 10. Instituto de Auxilios y Viviendas
Empresas Públicas (16) 1. Corporación del Acueducto y Alcantarillado de La Romana (CORAAROM) 2. Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Moca (CORAAMOCA) 3. Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Puerto Plata (CORAAPLATA) 4. Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN) 5. Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) 6. Corporación del Acueducto y Alcantarillado de la Provincia Duarte (CORAAPLATA) 7. Refinería Dominicana de Petróleo 8. Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE) 9. Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) 10. Empresas de Transmisión Eléctrica Dominicana 11. Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana 12. Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (EDESUR) 13. Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (EDENORTE) 14. Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (EDEESTE) 15. Unidad de Electrificación Rural y Sub-Urbana (UERS) 16. Corporación Estatal de Radio y Televisión (CERTV)
Organismos Reguladores (11) 1. Superintendencia de Bancos 2. Superintendencia de Valores 3. Superintendencia de Seguros 4. Instituto Dominicano de Aviación Civil 5. Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales 6. Superintendencia de Pensiones 7. Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo 8. Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL) 9. Comisión Nacional de Defensa de la Competencia 10. Superintendencia de Electricidad 11. Superintendencia de Vigilancia de la Seguridad Privada
OTROS PODERES DEL ESTADO (4) 1. Poder Legislativo (Senado, Cámara de Cuestas) 2. Poder Judicial (Suprema Corte de Justicia) |
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3. Dirección Nacional de Mesuras Catastrales 4. Dirección Nacional de Registro de Títulos
ORGANISMOS ESPECIALES (3) 1. Junta Central Electoral 2. Cámara de Cuentas 3. Junta Monetaria
AYUNTAMIENTOS (384) 1. Ayuntamientos (155) 2. Juntas Municipales (229) |
Fuente: Dirección de Diagnóstico y Diseño Organizacional, Ministerio de Administración Públi-ca, MAP.
CUADRO No. 12
REPÚBLICA DOMINICANA
SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN DE SERVIDORES PÚBLICOS
ESTADÍSTICAS BÁSICAS CONSOLIDADAS
DICIEMBRE 2009
DISTRIBUCIÓN DE EMPLEADOS POR INSTITUCIÓN
Institución |
Siglas |
General |
% Total |
Consejo Nacional de Reforma del Estado Consejo Nacional de Competitividad Contraloría General de la República Despacho de la Primera Dama Dirección General de Minería Dirección General de Presupuesto Dirección General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial Dirección General de Sistemas y Normas de Calidad* Instituto de la Administración Pública Oficina Nacional de Estadísticas Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología |
CONARE CNDC CGR DEPRIDAM DGM DIGEPRE
DGODT DIGENOR
INAP ONE
SEECYT |
77 30 1.246 387 178 225
65 0
85 260
493 |
0.08 0.03 1.27 0.39 0.18 0.23
0.07 0.00
0.09 0.26
0.50 |
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Institución |
Siglas |
General |
% Total |
Secretaría de Estado de Administración Pública Secretaría de Estado de Interior y Policía Secretaría de Estado de la Juventud Secretaría de Estado de la Mujer Secretaría de Estado de Planificación y Desarrollo Secretaría de Estado de Trabajo Secretaría de Estado de Deportes* Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores Secretaría de Estado de Deportes* Secretaría de Estado de Cultura* Secretaría de Estado de Turismo* Secretaría de Estado de Industria y Comercio* Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social Policía Nacional* Programa Solidaridad, Presidencia de la República
Total de empleados
Instituciones en Producción 20
* Instituciones en Proceso de Implementación 6 |
SEAP SEIP SEJ SEM
SEEPYD SET SEDEFIR SEREX SEC SEC SECTUR SEIC
SEMARENA
SESPAS PN
SOLIDARIDAD
|
215 1.029 609 429
601 910 0 1.317 0 0 0 0
3.280
55.562 30.070
1.271
98.339
|
0.22 1.05 0.62 0.44
0.61 0.93 0.00 1.34 0.00 0.00 0.00 0.00
3.34
56.50 30.58
1.29
100.0
|
Fuente: Ministerio de Administración Pública, MAP.
CUADRO No. 13
REPÚBLICA DOMINICANA
DISTRIBUCIÓN DE EMPLEADOS POR SEXO
2010
Sexo |
Cantidad |
Femenino Masculino
TOTAL |
49.907 48.432
98.339
|
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DISTRIBUCIÓN DE EMPLEADOS POR EDAD
Escala (Años) |
Cantidad |
Menos de 20 20-29 30-39 40-49 50-50 Más de 60
TOTAL |
357 16.755 25.057 27.223 16.933 12.014
98.339 |
DISTRIBUCIÓN DE EMPLEADOS POR TIPO DE NÓMINA
Tipo de empleado |
Cantidad |
Fijo Trámite de pensión Contratado en prueba Contratado en servicios Personal de vigilancia Pasante Educador infantil
TOTAL |
84.205 2.643 1.574 9.785 132 0 0
98.339 |
DISTRIBUCIÓN DE EMPLEADOS POR RANGO SALARIAL
Escala (Miles RD$) |
Cantidad |
Menos 10 10-19 20-29 30-49 50-100 Más de 100
TOTAL |
55.449 22.537 15.642 3.747 813 151
98.339 |
Fuente: Sistema de Administración de Servidores Públicos, SASP, diciembre 2009.
Ministerio de Administración Pública, MAP.
CUADRO No. 14
REPÚBLICA DOMINICANA
RESUMEN DE SERVIDORES DE CARRERA DOCENTE POR SEXO
Descripción |
Personas |
Porcientos |
Femenino Masculino TOTAL |
7.888 2.909 10.797 |
73.06 26.94 100.00 |
Fuente: Ministerio de Administración Pública, MAP.
CUADRO No. 15
REPÚBLICA DOMINICANA
RESUMEN DE SERVIDORES DE CARRERA ADMINISTRATIVA
POR SEXO
Descripción |
Personas |
Porcientos |
Femenino Masculino TOTAL |
14.666 9.959 24.625 |
59.47 40.53 100.00 |
Fuente: Ministerio de Administración Pública, MAP.
.
GRÁFICO No. 11
REPÚBLICA DOMINICANA
Fuente: Ministerio de Administración Pública, MAP.
CUADRO No. 16
REPÚBLICA DOMINICANA
RESUMEN DE SERVIDORES DE CARRERA ADMINISTRATIVA
POR GRUPO OCUPACIONAL
2010
Código |
Descripción |
Personas |
Porcientos |
1 2 3 4 5
|
Servicios Generales Apoyo Administrativo Técnico Profesionales Dirección y Supervisión
TOTAL |
6.685 8.072 4.736 4.369 763
24.625 |
27.15 32.78 19.23 17.74 3.10 |
Fuente: Ministerio de Administración Pública, MAP.
GRÁFICO No. 12
REPÚBLICA DOMINICANA
RESUMEN DE SERVIDORES DE CARRERA ADMINISTRATIVA
POR GRUPO OCUPACIONAL
2010
Fuente: Ministerio de Administración Pública, MAP.
CUADRO No. 17
REPÚBLICA DOMINICANA
SERVIDORES PÚBLICOS SEPARADOS DEL SERVICIO CIVIL
O CARRERA ADMINISTRATIVA
DESDE 1/1/2008 HASTA 31/12/2009
Descripción |
Personal |
Función Pública Estatuto Simplificado Carrera Administrativa Servicio Civil Carreras Especiales
TOTAL
|
30.00 681.00 2.784.00 1.966.00 18.00
5.479.00
|
Fuente: Ministerio de Administración Pública. Sistema de Reclamación
Laboral, RECLASOFT
GRÁFICO No. 13
REPÚBLICA DOMINICANA
Fuente: Ministerio de Administración Pública. Sistema de Reclamación Laboral, RECLASOFT.
GRÁFICO No. 14
REPÚBLICA DOMINICANA
CUADRO COMPARATIVO DE INSTITUCIONES BENEFICIADAS DE LAS CAPACITACIONES OFRECIDAS POR EL INAP
2000-2008
Podríamos decir sin temor a equivocarnos que prácticamente todo el aparato gubernamental se ha beneficiado en mayor o menor medida de los cursos que ofrece el INAP. Las Secretarías de Estado, Direcciones Generales, organismos autónomos y descentralizados han recibido la mano amiga del INAP para la coordinación y ejecución de sus políticas de formación y capacitación.
Fuente: Instituto Nacional de Administración Pública, INAP / Ministerio de Administración Públi-ca, MAP.
GRÁFICO No. 15
REPÚBLICA DOMINICANA
CIFRAS Y ESTADÍSTICAS DE LA GESTIÓN DEL INAP
2000-2008
Fuente: Instituto Nacional de Administración Pública, INAP / Ministerio de Administración Públi-ca, MAP.
CUADRO No. 18
REPÚBLICA DOMINICANA
RELACIÓN DE CANTIDAD DE CURSOS EN LÍNEA Y PARTICIPANTES POR AÑO DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA, INAP
1999-2008
Período |
Cantidad de cursos |
Participantes |
Setiembre 1999-diciembre 2002 |
6 |
34 |
Enero 2003-agosto 2004 |
10 |
313 |
Setiembre 2004-diciembre 2005 |
7 |
618 |
Enero 2006-diciembre 2007 |
7 |
629 |
Enero-julio 2008 |
2 |
466 |
Fuente: Instituto Nacional de Administración Pública, INAP / Ministerio de Administración Públi-ca, MAP.
GRÁFICO No. 16
REPÚBLICA DOMINICANA
PARTICIPANTES EN CURSOS EN LÍNEA DEL INAP
2000-2008
Fuente: Instituto Nacional de Administración Pública, INAP / Ministerio de Administración Pública, MAP.
GRÁFICO No. 17
REPÚBLICA DOMINICANA
BENEFICIOS OBTENIDOS LUEGO DE LA CAPACITACIÓN
RECIBIDA EN EL INAP
2010
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
31.88%
23.19%
21.01%
22.46%
1.45%
Aumento de la productivi-dad
Mejorar las relaciones personales con otros
compañeros
Me permitió ser
ascendido
Mayor com-promiso con la institución donde labora
Mayor capa-cidad analíti-ca
Fuente: Instituto Nacional de Administración Pública, INAP / Ministerio de Administración Públi-ca, MAP.
documentos
Situación del empleo público
Rocío Aguilar Montoya** costarricense*
REPASA LAS PRINCIPALES LIMITACIONES QUE ENFRENTA EL SISTEMA DE EMPLEO PÚBLICO COSTARRICENSE ENFATIZANDO ENTRE OTRAS, LA FALTA DE RECTORÍA POLÍTICA QUE DEFINA LA GESTIÓN DEL POTENCIAL HUMANO CON POLÍTICAS, PRINCIPIOS, LINEAMIENTOS Y DIRECTRICES CLAROS QUE PERMITA PROPORCIONARLE COHERENCIA Y UNICIDAD A TODOS LOS COMPONENTES ORGÁNICOS Y FUNCIONALES DEL SISTEMA Y A LA VEZ, DISMINUIR LAS DIFERENCIAS AL INTERIOR DEL MISMO.
PALABRAS CLAVES: ADMINISTRACIÓN PÚBLICA; EMPLEO PÚBLICO; POLÍTICAS PÚBLICAS; RECURSOS HUMANOS; COSTA RICA
Cerca de tres mil millones de dólares pagó el Sector Público de Costa Rica por sueldos y salarios en los años 2008 y 2009; alrededor de 280.000 personas laboran para este sector; es decir, aproximadamente un 25% del gasto total de este sec-tor, el 10% del Producto Interno Bru-to, PIB, y del 14% de la fuerza labo-
* Documento presentado en el XV Foro de la Función Pública de Centroaméri-ca, Panamá y República Dominicana “Compromiso con la innovación y la ca-lidad en la gestión pública”, realizado en San José, Costa Rica del 14 al 16 de abril del 2010 y organizado por el Insti-tuto Centroamericano de Administra-ción Púbica, ICAP y la Dirección Gene-ral de Servicio Civil, DGSC, de Costa Rica.
** Contralora General de la República de Costa Rica.
Recibido: 8 de abril del 2010.
Aceptado: 25 de junio del 2010.
ral del país, están vinculados al em-pleo público, lo que indica que cuan-do se habla de este tema, no se está hablando de cualquier asunto, sino de uno cuya pertinencia es funda-mental para el país.
Con la adopción de un nuevo modelo de desarrollo, posiblemente, varias áreas del quehacer estatal se han quedado rezagadas y, una de ellas es, indudablemente, la relacio-nada con el empleo público, a tal punto que no se puede hablar de reforma del Estado sino se pasa primero por una reforma del sistema de empleo público en Costa Rica. En efecto, se observa un gran dinamis-mo en sectores impactados por la apertura económica, como lo son las telecomunicaciones y los seguros, sin que las instituciones públicas que competirán con el sector privado en
la prestación de tales servicios, hayan alcanzado una verdadera modernización de sus sistemas de gestión del potencial humano.
En consecuencia, estamos frente a un tema de importancia ca-pital que requiere de acciones inme-diatas en todos los ámbitos, algunas de las que asumiré en el presente documento.
Unicidad del sistema de empleo
público: ¿una necesidad
o una debilidad?
Si bien el origen del régimen de empleo público en Costa Rica se ubica en la Constitución Política, ese hecho no ha impedido que en la práctica exista una gran diversidad de sistemas de empleo público, lo que per se no debería ser cuestio-nable, siempre y cuando se tratara de sistemas que respondan a una vinculación clara entre el quehacer institucional y el entorno en el que se desenvuelve, garantizando la efi-ciencia de la Administración para satisfacer la ejecución de un fin público, aunque ello no obsta para que los principios que rijan el siste-ma se apliquen indistintamente del tipo de servicio que presta el ente u órgano.
Por supuesto que entre los di-versos subsectores del sector públi-co, existen diferencias en cuanto a las competencias de los funcionarios contratados e incluso en los esque-mas de remuneración. Sin embargo, deberían existir políticas muy simila-res en cuanto a diseño de puestos y de los perfiles de los funcionarios requeridos, vinculación del desem-peño individual con el institucional, evaluación del desempeño, esque-mas de incentivos salariales, regí-menes disciplinarios, promoción y desarrollo del talento del funciona-riado, respetándose para cada caso las particularidades del servicio que se presta.
Así, por ejemplo, no es lo mismo la existencia de una organi-zación que promueve la venta de servicios públicos como es el caso del Instituto Costarricense de Electri-cidad, ICE, el Instituto Nacional de Seguros, INS, o un banco, y otra que promueve la cultura, como lo es el caso del Teatro Nacional o el Minis-terio de Cultura. Aquí son claras las diferencias que deben existir per se entre los sistemas de empleo que apliquen, dadas las diferentes com-petencias que se requieren de sus funcionarios, pero, así como existen una serie de principios que se apli-can a la prestación del servicio público, que no importando su natu-raleza, son siempre los mismos; en esa misma analogía los principios del sistema de empleo serán los mismos sin importar el tipo de activi-dad que se realice.
Ahora bien, en nuestro país existen dos regímenes claramente diferenciados, el operado por la Di-rección General de Servicio Civil, DGSC, y aplicado al Gobierno Cen-tral con su propio marco regulador y sistema de empleo, y el del llamado sector descentralizado, donde en-contramos una diversidad de regí-menes que se han diseñado según el buen leal saber y entender de cada quien.
Entre los sistemas relevantes en este último están las convencio-nes colectivas las que, según un reporte de la OIT1 del 2008, alcan-zaron cincuenta y cuatro en el sector público, lo que plantea todo un reto en cuanto a la diversidad de regíme-nes de empleo en el sector descen-tralizado, ya que cada convención colectiva plantea sus propias particu-laridades, lo que establece sistemas de empleo casi que particulares para cada ente u órgano público.
1. International Labor Office, Application of International Labor Standardads 2008 (I), p. 102.
2. Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, San José, Voto No.2003-00280 de las diez horas con veinte minu-tos del dieciocho de junio del dos mil tres.
Por otro lado, el régimen esta-tutario también opera en buena parte del sector público descentralizado, lo que hace que cada ente u órgano tenga su propio sistema según el estatuto de servicios que se haya dictado de conformidad con sus competencias, régimen amparado en la misma Constitución, según la Sala Constitucional:
“Los Artículos 191 y 192 de la Constitución Política contem-plan, en sentido amplio, un régimen especial de servicio para todo el sector público o estatal, basado en los princi-
pios fundamentales de espe-cialidad para el servidor públi-co, el requisito de idoneidad comprobada para el nombra-miento y la garantía de estabi-lidad en el servicio, con el fin de lograr mayor eficiencia en la Administración; a la vez que otorgan, en especial en el se-gundo numeral citado, una se-rie de derechos públicos, pero que sólo fueron enunciados por el constituyente, dejándole al legislador la tarea de nor-marlos de manera concreta y especificarlos a través de la ley ordinaria”.2
Ahora bien, podría pensarse que la existencia de un régimen para el Gobierno Central simplifica la ope-ratividad del Sistema de Servicio Civil, sin embargo, al no haberse dado una evolución a la par de los cambios que enfrenta el Estado y su entorno, la misma Contraloría Gene-ral de la República, CGR, ha venido señalando que es fundamental que se haga un esfuerzo para que la DGSC:
“…se ajuste a los requerimien-tos de un Estado que está cambiando por los procesos de globalización y apertura a que se enfrenta, como el dotar a esa Dirección General de los recursos necesarios para que atienda esos nuevos desafíos, precisando las competencias que efectivamente debe asu-mir como órgano técnico y de-legando aquellas de naturale-za operativa que corresponde a las unidades de recursos humanos su ejecución.”3
Estructura organizativa
del sistema
3. Contraloría General de la República, Área de Servicios Públicos Generales, Ambien-tales y Agropecuarios, Informe No. DFOE-PGAA-IF-65-2009, “Informe sobre La ges-tión del Estado en materia de empleo público en procura de la eficiencia admi-nistrativa”,29 de enero, 2010, pp. 20-21.
4. Contraloría General de la República, Área de Servicios Públicos Generales, Ambien-tales y Agropecuarios, Informe No. DFOE-PGAA-4-2009, “Informe sobre La función de rectoría en materia de empleo y públi-co y la gestión de competencias de la Di-rección General de Servicio Civil”, 6 de marzo del 2009, p.4.
5. Contraloría General de la República, Ibid., p. 6.
Desde el punto de vista de or-ganización del Sistema de Empleo Público, un primer aspecto que de-beríamos analizar es el que tiene que ver con la rectoría de este sis-tema, ya que desde ahí se deben articular todos sus componentes orgánicos y funcionales.
Desde el punto de vista orgá-nico o institucional, podría pensarse, en primera instancia, que correspon-de al Ministerio de Trabajo, como organismo político, la rectoría de este sistema, sin embargo, del análi-sis de las competencias de éste, se puede concluir que legalmente:
“Las competencias asignadas al MTSS, no son ni van dirigi-das a otorgarle alguna rectoría política en materia de empleo
público, mediante la emisión de políticas, lineamientos y di-rectrices generales en esa materia, y que por el contrario, […], su intención radica en ga-rantizar los derechos laborales de los trabajadores indepen-dientemente de a quien pres-ten sus servicios, ya sea un patrono público o privado. Tampoco se advierte en dicha normativa que se le hayan asignado funciones propias de rectoría técnica en empleo público.”4
Al no corresponder tal rectoría al Ministerio de Trabajo, otra instan-cia llamada a ejercer alguna rectoría es la Autoridad Presupuestaria, sin embargo, nuevamente se encuentra una insuficiencia entre el rol de este órgano del Ministerio de Hacienda y la rectoría de empleo público en el país, al determinarse que:
“Es así como, la competencia de la Autoridad Presupuesta-ria está orientada hacia aspec-tos de política presupuestaria, a un nivel más operativo razón por la cual no encaja dentro de los requerimientos concep-tuales propios de una rectoría política o técnica en materia de empleo público, con potes-tades de dirección y coordina-ción a otros entes y órganos públicos.”5
Institucionalmente, la rectoría del Sistema de Empleo Público no descansa ni en el Ministerio de Tra-bajo ni en el Ministerio de Hacienda, por lo que, entonces, pareciera que es la misma DGSC, la llamada a cumplir con esta tarea. No obstante, ha sido criterio de la CGR que:
“En consecuencia, las atribu-ciones y deberes descritos no corresponden con la función de rectoría política, pues no se refieren a la dirección de los entes y órganos públicos me-diante políticas de empleo público o la emisión de direc-trices y coordinación que las haga efectivas; las competen-cias asignadas a dicha Direc-ción se asocian más bien a actividades técnico–operativas en materia de recurso huma-no. Por ello este Órgano Con-tralor considera que la Direc-ción es un órgano técnico dedicado a la materia de clasi-ficación, ingreso, selección, promoción y traslado de los servidores públicos que inte-gran el Poder Ejecutivo; cir-cunscrito a los ministerios, sus órganos adscritos y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA). Es así como se des-prende de las atribuciones y competencias otorgadas en el Artículo No. 13 del Estatuto de Servicio Civil y No. 4 de su Reglamento, que su función corresponde más bien a una rectoría técnica, encomenda-da al Director General de Ser-vicio Civil.”6
6. Contraloría General de la República, Ibid. p. 8.
Consecuentemente, no es po-sible hablar de la existencia de una rectoría en materia de empleo públi-co en Costa Rica, a lo sumo se llega a una seudo-rectoría con alcances muy limitados, en cuanto a su natu-raleza (presupuestaria o técnica pero no política) y en cuanto a los sujetos cubiertos por esta rectoría.
Por otro lado, producto de la falta de unicidad del Sistema de Empleo Público costarricense, seña-lada anteriormente, existen también una serie de operadores del sistema, con sus propias reglas, sin unicidad de principios aplicables a la gestión del potencial humano, que constitu-yen un verdadero archipiélago de sistemas sin la existencia de vasos comunicantes que los lleve en una misma dirección a partir de una de-terminada política pública en esta materia.
En tal situación, es imposible estructurar un sistema único, con sus componentes orgánicos debi-damente identificados, operando de manera armónica, bajo una sola dirección.
Políticas de Estado
sobre el empleo público:
otra insuficiencia del sistema
La existencia de varios regí-menes de empleo y la falta de una rectoría que permita definir clara-mente los componentes orgánicos del sistema y su orientación, llevan también a que “no se perciben políti-cas ni acciones estratégicas a nivel de Estado que procuren abordar en forma integral la problemática del empleo público, sino que correspon-den a esfuerzos aislados que atien-den un sector específico, en una gran mayoría orientados a las de-pendencias cubiertas por el Régimen de Servicio Civil y que por tanto no tienen incidencia en el resto de la Administración Pública; situación que denota que el Gobierno no le ha dado toda la importancia que exige este tema.”7
7. Informe No. DFOE-PGAA-IF-65-2009, 29 de enero, 2010, p. 6.
8. Informe No. DFOE-PGAA-IF-65-2009, 29 de enero, 2010, p.6 y siguientes.
La carencia de una política de Estado en materia de empleo públi-co, indudablemente, genera un cierto desorden en la gestión institucional y por supuesto en la gestión del po-tencial humano. En ese sentido, la CGR ha identificado una serie de elementos que sustentan esta con-clusión,8 tales como:
Esta situación llevó a la misma CGR a recomendar varias acciones, tales como:
9. El Banco Interamericano de Desarrollo, BID, agrupa estos componentes en seis categorías que llama: planificación, orga-nización del trabajo, gestión del empleo, gestión del rendimiento, gestión de la compensación y gestión del desarrollo. Al respecto puede verse el modelo integrado de gestión estratégica de recursos huma-nos utilizado para el diagnóstico institu-cional de sistemas de servicio civil, reali-zado por el BID en el 2006.
Componentes funcionales
del sistema
Cuando se habla de los com-ponentes funcionales del Sistema de Empleo Público, pueden enfocarse desde dos perspectivas, la política, donde ha quedado demostrado que el país tiene una serie de insuficien-cias, ya que no existe una rectoría, no hay una política de Estado sobre el empleo público, y en consecuen-cia, tampoco existe una adecuada planificación de los diferentes com-ponentes funcionales del sistema. La segunda perspectiva es la técnica, la que tiene que ver con los componen-tes funcionales del sistema, donde tampoco se encuentra un adecuado desarrollo de estos componentes, ya que se circunscriben a partes del mismo sistema.
Independientemente del mo-delo9 que se utilice, el sistema de empleo, debe tener al menos seis componentes:
10. Contraloría General de la República, Área de Servicios Públicos Generales, Ambien-tales y Agropecuarios, Informe No. DFOE-PGAA-IF-65-2009, “Informe sobre La ges-tión del Estado en materia de empleo público en procura de la eficiencia admi-nistrativa”, 29 de enero, 2010.
Si se utilizan estos componen-tes como el filtro para medir el nivel de operatividad de nuestros siste-mas de empleo público, en el caso del sistema operado por la DGSC, de las fiscalizaciones realizadas, la CGR ha encontrado que más que una rectoría política esta instancia lo que ejecuta es una especie de rec-toría técnica, circunscrita a activida-des técnico–operativas en materia
de potencial humano, relacionadas con la clasificación, ingreso, selec-ción, promoción y traslado de los servidores públicos que integran el Poder Ejecutivo; circunscrito a los ministerios, sus órganos adscritos y el Instituto Nacional de Aprendizaje, INA.
Se encuentra, entonces, un vacío importante en temas como la planificación, la rendición de cuen-tas, los esquemas de remuneración e incentivo y la promoción del desa-rrollo del funcionario público.
De la planificación institucional
a la planificación
de los requerimientos
en potencial humano
Es claro que como parte del proceso de planificación institucional, además de determinar qué debe hacerse y cómo se hará, también es necesario determinar con quién se hará. Es decir, que existe una vincu-lación lógica entre la planificación institucional y la gestión del potencial humano. En el caso de Costa Rica, en sus estudios sobre empleo públi-co, la CGR, determinó a partir de una encuesta realizada en diecisie-te10 instituciones, aspectos como los siguientes:
En ese mismo orden de ideas, el 29% de las instituciones evaluadas, considera que los citados sistemas de informa-ción no permiten un conoci-miento razonable de las dis-ponibilidades cuantitativas y cualitativas existentes en la materia objeto de análisis. Lo anterior por cuanto los siste-mas que poseen no están in-tegrados. En el 71% restante se determinó que si bien los sistemas les permiten un co-nocimiento cuantitativo de los recursos existentes, no brin-dan información adecuada y oportuna para hacer frente a las previsiones de potencial humano, dadas las limitacio-nes de los equipos con que disponen para realizar tales labores. humano, dadas las limitacio-nes de los equipos con que disponen para realizar tales labores. humano, dadas las limitacio-nes de los equipos con que disponen para realizar tales labores.
11. Contraloría General de la República. Área Servicios Públicos Generales y Ambienta-les. Informe No. DFOE-PGA-I-05-207 del 9 de abril de 2008, citado en el Informe No. DFOE-PGAA-IF-65-2009, “Informe sobre La gestión del Estado en materia de empleo público en procura de la eficiencia administrativa”, 29 de enero, 2010, p. 20.
Estos hallazgos ponen de ma-nifiesto debilidades importantes del Sistema de Empleo Público costarri-cense en la planificación de la ges-tión del potencial humano, lo que mantiene vigente una conclusión a la que ya había llegado en el 2008 la CGR, en el sentido de que:
“A su vez, en cuanto a este tema de planificación del re-curso humano, en el dia-gnóstico realizado por esta Contraloría General, según in-forme interno No. DFOE-PGA-I-05-200715, del 9 de abril de 2008, se señaló que la planifi-cación de los recursos huma-nos en la Administración Pública es débil por cuanto en algunos casos es incipiente y se encuentra divorciada de la estrategia institucional y na-cional, lo cual es coincidente con los resultados obtenidos del análisis efectuado a insti-tuciones seleccionadas en es-te estudio...”11
La rendición de cuentas
interna: una tarea olvidada
por la gerencia pública
La evaluación del desempeño o la rendición de cuentas de la labor desarrollada por el funcionario públi-co, es otro componente funcional del sistema de empleo público que ha venido a menos y se ha circunscrito a través de los años a medir aspectos poco relevantes del alcan-ce de la gestión de los colaborado-res sobre el logro de los objetivos institucionales.
La rendición interna de cuen-tas, constituye una herramienta de gestión que permite integrar el desempeño del servidor público dentro de la misión y el logro de los objetivos institucionales, con la fina-lidad de generar valor agregado al ciudadano a través de la ejecución efectiva de los compromisos de desempeño, medidos a partir de los criterios de evaluación e indicadores acordados entre el jerarca y el cola-borador. En consecuencia, esta eva-luación debe suministrar informa-ción, basada en evidencias que demuestren las competencias del servidor, con el propósito de orientar la toma de decisiones relacionadas con las acciones de mejoramiento individual e institucional, la aplica-ción de los esquemas de incentivos y hasta la permanencia en la función pública.
A pesar de ser un mecanismo muy potente para insertar a las or-ganizaciones en un proceso de me-jora continua y a sus colaboradores en uno de desarrollo permanente, al contrario se ha convertido en un mecanismo que opaca la responsa-bilidad del gerente público para exi-gir rendición interna de cuentas, ya que se rehúye la obligación que tie-ne el jerarca de medir el desempeño de sus colaboradores, a efectos de lo cual, la utilización de herramientas poco útiles se convierte en un escu-do que da confort a quien evalúa y al evaluado ante eventuales dife-rencias sobre los resultados de tales ejercicios.
Los hallazgos de los estudios de fiscalización de la CGR, confir-man esta situación. Así, por ejemplo, se llegó a determinar en algunos casos la inobservancia de la norma-tiva interna establecida para evaluar el desempeño, ya que al analizar el 5% de la planilla de una institución, correspondiente a veintisiete expe-dientes de los funcionarios, el 52% no contaban con las evaluaciones del desempeño de los dos últimos años; lo anterior, no obstante que el Manual de Procedimientos para la Evaluación del Desempeño vigente en esa institución, preceptúa la res-ponsabilidad de los superiores jerár-quicos de evaluar anualmente a sus colaboradores, definiendo como un acto de negligencia por parte del jefe inmediato no realizar tal evaluación. Asimismo, al revisar treinta y cinco expedientes personales, es decir, el 5% de los servidores de otra de las instituciones estudiadas, se observó que en el 65.7% de esos expedien-tes se carecía de las evaluaciones de desempeño de los funcionarios por varios años; además, de que en algunos no se especificaba la fecha de realización de la evaluación ni la firma del evaluador.
Esta situación tiene una serie de consecuencias que no debemos dejar de mencionar, tales como:
“ARTICULO 5º.- De conformi-dad con esta escala de suel-dos, cada categoría tendrá aumentos o pasos, de acuer-do con los montos señalados en el Artículo 4º anterior, hasta llegar al sueldo máximo, que será la suma del salario base más los treinta pasos o au-mentos anuales de la corres-pondiente categoría.
Todo servidor comenzará de-vengando el mínimo de la ca-tegoría que le corresponde al puesto, salvo en casos de inopia a juicio del Ministro res-pectivo y de la Dirección Ge-neral de Servicio Civil. Los aumentos anuales serán con- cedidos por méritos a aquellos servidores que hayan recibido calificación por lo menos de "bueno", en el año anterior, otorgándoseles un paso adi- cional, dentro de la misma ca- tegoría, hasta llegar al sueldo máximo .”
12. Procuraduría General de la República, dictamen C -242-2005 del 1º de julio de 2005.
Esta norma se refiere a un in-centivo que se aplica dentro del Sis-tema de Empleo Público costarricen-se, denominado “anualidades”, el
que se percibe en función del resul-tado de la evaluación del desempe-ño o calificación anual, como la lla-ma la ley.
Sin embargo, en la práctica este incentivo se aplica de manera automática, sin importar el resultado de esta evaluación, desnaturalizán-dose el incentivo por desempeño, hasta el punto que se ha dicho que:
“El complemento salarial de-nominado ‘anualidad’, es un reconocimiento otorgado por la Administración, cuya finali-dad es premiar la experiencia adquirida de sus funcionarios que han permanecido en for-ma continua prestando sus servicios a ésta. Básicamente, este incentivo es un premio por la antigüedad del funcio- nario que ha dedicado su es-fuerzo, experiencia y conoci-miento adquirido en el transcurso de los años para ponerlo al servicio de un solo patrono, en este caso del Es-tado y sus instituciones.”12
Este tema deberá revisarse ya que legalmente no estamos frente a un premio por antigüedad, sino que se trata de un incentivo que se gana por desempeño, por lo que actuar en otro sentido puede conllevar a un mal uso de los fondos públicos, lo que es grave, dado el peso tan im-portante que tiene dentro de la retri-bución total del funcionario este rubro.
Al respecto, la CGR, ha de-terminado en el estudio de repetida cita en este documento, las siguien-tes situaciones respecto del recono-cimiento de anualidades:
Al establecerse este incentivo como un porcentaje sobre el salario base percibido por el funcionario, esto tiene un impacto importante en la retribución total que se percibe, por lo que significa una proporción alta del pago total de salarios que hace el sector público a sus funcio-narios. En el siguiente cuadro, se muestra el peso que tiene dentro de cada colón percibido por el funciona-rio, la anualidad según el número de años servidos, llegando a ser el do-ble en algunos casos.
PAGO PORCENTUAL POR CADA COLÓN DE SALARIO BASE
DEL RUBRO DE ANUALIDADES EN DISTINTAS INSTITUCIONES
AÑOS 5, 10, 15 Y 26
Año/ Institución |
Régimen Servicio Civil |
Institución B |
Institución G |
Institución A |
Institución D |
5 |
0.11 |
0.25 |
0.39 |
0.18 |
0.35 |
10 |
0.22 |
0.55 |
0.74 |
0.36 |
0.69 |
15 |
0.33 |
0.94 |
0.94 |
0.53 |
1.04 |
26 |
0.57 |
2.14 |
1.27 |
0.93 |
1.80 |
Fuente: Tomado de CGR, Informe No. DFOE-PGAA-IF-65-2009, “Informe sobre La gestión el Estado en materia de empleo público en procura de la eficiencia administrativa”, 29 de enero, 2010, p. 27.
En conclusión si se otorga el incentivo sin vincularlo con el desempeño del funcionario, se pue-de estar incurriendo en un mal ma-nejo de los fondos públicos, que no debe pasar desapercibido por los jerarcas institucionales, dada la res-ponsabilidad que esto conlleva, ya que el supuesto, bajo el cual proce-de el pago, no está siendo valorado por el jerarca responsable, además de que se le está restando transpa-rencia al sistema de estímulos y promociones.
En efecto, dado que la eva-luación del desempeño pretende dar a conocer al funcionario evaluado, cuáles son sus aspectos fuertes o sus fortalezas y cuáles son los as-pectos que requieren un plan de mejoramiento o acciones enfocadas hacia el crecimiento y desarrollo continuo, tanto personal como profe-sional, para impactar sus resultados de forma positiva y lograr el cumpli-miento de los objetivos instituciona-les, el no evaluar implica una limita-ción al mejoramiento del funcionario.
Al no recibir el funcionario re-troalimentación oportuna, puede repetir errores o desviarse de las metas establecidas sin tener la posi-bilidad de reorientar el camino, lo que a su vez lo expone a algún tipo de responsabilidad que podría llevar-lo hasta perder su puesto, dada la reincidencia en acciones que no se ajusten a los objetivos institucionales ni al desempeño esperado, lo que se puede determinar en posteriores evaluaciones.
Por otro lado, los diferentes estatutos de servicios establecen como obligación del funcionario cumplir con las obligaciones inheren-tes a sus cargos, lo que a su vez convierte en un derecho suyo el conocer la organización y competen-cias de la unidad en la que presta sus servicios, los objetivos que debe alcanzar y los resultados asociados al cumplimiento de cada objetivo. Si no hay una adecuada evaluación del desempeño, el funcionario no tendrá claridad de si está o no cumpliendo con ese mandato y si está o no ejer-ciendo adecuadamente su función.
Asimismo, establece el enca-bezado del Artículo 43 del Estatuto de Servicio Civil, lo siguiente:
“Artículo 43.- La evaluación del desempeño servirá como reconocimiento a los buenos servidores, como estímulo pa-ra propiciar una mayor eficien-cia y como factor que se puede considerar para capaci-tación, ascensos, concesión de permisos, reducciones for-zosas de personal y los de-más fines que la Dirección General de Servicio Civil de-termine mediante resolución.”
Similares disposiciones se en-cuentra en otros estatutos de servi-cios, lo que plantea el derecho a la formación continua o a la actualiza-ción de sus conocimientos que le permitan ejercer sus competencias con eficacia y eficiencia, derecho que no podrá ejercerse si no se hace una adecuada evaluación del desempeño.
Igualmente, podría verse limi-tado el derecho a la carrera adminis-trativa o bien, la permanencia en su cargo, cuando se apliquen procesos de reorganización que conlleven la reducción forzosa de servicios.
La evaluación del desempeño se convierte, de cara a los derechos del funcionario, en un tema de con-trol interno, ya que establece el Artículo 13 de la Ley General de Control Interno, Ley No. 8292 del 4 de julio del 2002, que tanto el jerarca como los titulares subordinados deben:
“e) Establecer políticas y prácticas de gestión de recur-sos humanos apropiadas, principalmente en cuanto a contratación, vinculación, en- trenamiento, evaluación, pro- moción y acciones disciplina-rias; todo de conformidad con el ordenamiento jurídico y técnico aplicable.”
Así, prácticas deficientes de rendición de cuentas internas pue-den implicar un menoscabo al siste-ma de control interno, con las con-secuentes responsabilidades para los jerarcas y sus colaboradores y la limitación al ejercicio de algunos derechos del funcionario.
13. Contraloría General de la República. Informe No. DFOE-PGAA-IF-65-2009, “In-forme sobre La gestión del Estado en ma-teria de empleo público en procura de la eficiencia administrativa”, 29 de enero, 2010, p. 36.
Tal y como se ha venido indi-cando en este acápite, la evaluación del desempeño debe servir para conocer, entre otras cosas, el aporte del funcionario al logro de los objeti-vos institucionales y los resultados asociados a ellos. Sin embargo, al no existir una adecuada vinculación entre las tareas a ejecutar por el funcionario y los resultados que debe alcanzar la organización, será muy difícil cumplir con ese objetivo.
Precisamente, dentro de los hallazgos de la fiscalización ejecuta-da por la CGR en un grupo de insti-
tuciones públicas, destacan los si-guientes aspectos:
14. Idem.
15. Ibid, p. 37.
El cambio en la cultura organi-zacional empieza por cambiar la cultura de no evaluación que parece estar incorporada en la gestión de la gerencia pública. Si la rendición de
cuentas interna no recibe la impor-tancia que tiene será realmente difí-cil que sirva como un medio para modificar la cultura organizacional.
Se requiere entonces, un compromiso por parte de los jerarcas con la utilización de estos instrumen-tos, que generen los insumos nece-sarios para tomar decisiones y moni-torear el grado de avance, sin el cual es difícil generar los modificado-res necesarios para ir modelando una cultura diferente, más compro-metida con el logro de resultados de calidad, oportunos y útiles para la ciudadanía.
Esto último, lleva a que la me-jora y la modificación de la cultura organizacional no puede ser un fin en sí mismo, sino que debe respon-der a la demanda a la que está lla-mado cada organismo público a atender, ya que su razón de ser es la satisfacción de una serie de necesi-dades colectivas mediante los servi-cios que se prestan y sólo midiendo el impacto es posible conocer cuál es ese grado de satisfacción.
Indudablemente, identificar cuáles son las áreas de mejora a nivel de cada funcionario, cuál es su aporte al logro de los objetivos insti-tucionales, la correcta vinculación entre la planificación de la gestión del potencial humano y la planifica-ción institucional, son herramientas que permiten ir modificando los valo-res, la forma de realizar el trabajo, la proyección institucional, la orienta-ción al usuario, en fin todos aquellos elementos que integran la cultura de una institución. Por ello, la CGR concluye en su informe de febrero del 2010, que:
16. Contraloría General de la República. Informe No. DFOE-PGAA-IF-65-2009, “In-forme sobre La gestión del Estado en ma-teria de empleo público en procura de la eficiencia administrativa”, 29 de enero, 2010, pp. 39-40.
“…es urgente e impostergable que el Estado defina políticas y estrategias para el manejo del empleo público, donde se elaboren propuestas tendien-tes a implementar en el sector público, modelos de gestión que procuren la eficiencia en la función pública, conside-rando, entre otros aspectos, la planificación de los recursos humanos de cara a la prioriza-ción y desarrollo de las activi-dades sustantivas de los órganos y entes públicos; la compensación salarial acorde con las exigencias del sector en el que se desenvuelvan las instituciones públicas, respe-tando los derechos laborales de los funcionarios y los prin-cipios constitucionales de igualdad, idoneidad compro-bada, eficiencia y estabilidad; y por último, la evaluación del desempeño institucional e in-dividual, utilizándola como un instrumento que permita la in-terrelación del rendimiento de los servidores con los objeti-vos y metas institucionales y con los eventuales reconoci-mientos salariales. En este análisis, se deberán evaluar los modelos o esquemas de
planificación del recurso humano, de compensación sa-larial y de gestión del rendi-miento, entre otros, que se ajusten a la capacidad fiscal del Estado y a las políticas gubernamentales destinadas a propiciar el desarrollo y bienestar del país, coadyu-vando con los esfuerzos para garantizar la prestación de servicios públicos efectivos a la sociedad costarricense.”16
Es decir, que hay un gran tra-bajo por hacer si se quiere generar un cambio en la forma de hacer las cosas, y sobre todo, de utilizar los fondos públicos para mejorar la cali-dad de vida del ciudadano, siendo la rendición de cuentas interna un ele-mento esencial para no privilegiar el interés individual sobre el interés público, manteniendo un equilibrio adecuado; generar mayor producti-vidad e impacto sobre el bienestar colectivo; instaurar una cultura de medición continua de la gestión y la autocrítica como mecanismo de me-jora continua.
El régimen de remuneración
e incentivos
La falta de unicidad del Siste-ma de Empleo Público en Costa Rica, también genera una pluralidad de regímenes de remuneración, que producen desigualdades no sólo entre los diferentes órganos y entes públicos, sino también al interior de una misma institución, tanto que se pueden encontrar colaboradores que tienen un nivel de remuneración superior al de su jefe, dada la exis-tencia de pluses que se entregan en función de la antigüedad y que son de ajuste automático.
Tales diferencias también de-penden de la claridad en la definición de los puestos, ya que no se hacen distinciones, por ejemplo, entre car-gos dedicados a la razón de ser de la institución, al corazón de su nego-cio, y aquellos que son de apoyo administrativo, lo que hace que las políticas de remuneración se apli-quen de manera indiscriminada, desde el nivel más bajo en la escala de puestos hasta el nivel gerencial, sin importar el tipo de servicio que se presta a la institución.
17. Contraloría General de la República. Informe No. DFOE-PGAA-IF-65-2009, “In-forme sobre La gestión del Estado en ma-teria de empleo público en procura de la eficiencia administrativa”, 29 de enero, 2010, p. 28.
Por otro lado, existe una des-vinculación entre el comportamiento del mercado laboral entre pares, lo que obligaría a mantener un nivel de competitividad razonable dentro del sector en el que se desenvuelve el servicio que presta la institución, con la finalidad de que no sólo se remu-nere apropiadamente, sino que tam-bién los puestos se definan en fun-ción de los objetivos y fines institucionales insertos en un merca-do determinado.
Asimismo, no se ha logrado establecer una política de incentivos variables que estén en función del
resultado de la rendición de cuentas interna, sino que lo que opera es un sistema que privilegió en algún mo-mento, por ejemplo, la profesionali-zación de la función pública, lo que hoy no tiene mayor transcendencia dadas las amplias posibilidades de educación superior que existen y, además, forma parte del perfil del puesto; o bien, premiar la estabilidad o la permanencia en el servicio público, aunque no necesariamente la experiencia; o también reconocer el esfuerzo que hacen las mismas instituciones por capacitar, sin impor-tar en qué, a sus funcionarios, creándose pluses como carrera pro-fesional, cuando la mejora continua es una obligación del profesional o del trabajador si quiere mantenerse competitivo en el mercado, aunque por supuesto, en materias especiali-zadas las instituciones también de-ben desarrollar su potencial humano.
Estos pluses, según el estudio de la CGR,17 conllevan diferencias significativas entre las instituciones a las que se aplicó el análisis, “los cuales oscilan en promedio entre un 55.24% y un 147.75% del salario base y entre un 28.05% y un 56.84% del salario total”.
En ese mismo estudio la CGR realizó un ejercicio de homologación de ciertos puestos con el propósito de hacerlos comparables en una muestra de diecisiete instituciones, obteniendo que el salario total de los puestos homologados a mayor nivel salarial se presenta una mayor dis-persión de los salarios totales, además, la diferencia entre el máxi-mo valor de cada puesto y el mínimo valor de ese mismo puesto se amplía conforme se avanza en la jerarquía institucional. Así tales dis-paridades salariales oscilan entre 225% (2.25 veces) la mínima y 614% (6.14 veces) la máxima. Por su parte, el estudio también concluye que, la mayor diferencia se observó para el caso del máximo jerarca, quien en una institución del sec-tor municipal devenga la suma de ¢2.090.689,00 (cerca de USA$3.800) y en una institución descentralizada devenga la suma de ¢12.844.585,00 (cerca de USA$23.350).
Del desarrollo del potencial
humano
18. Idem, p. 36.
19. Contraloría General de la República, Área de Servicios Públicos Generales, Ambien-tales y Agropecuarios, Informe No. DFOE-PGAA-4-2009, “Informe sobre La función de Rectoría en materia de empleo público y la gestión de competencias de la Direc-ción General de Servicio Civil”, 6 de mar-zo del 2009, pp. 21-24.
Los informes de fiscalización de la CGR son claros en que “la ausencia de estándares e indicado-res para evaluar el desempeño, no permite a la administración conocer el aporte de cada funcionario al al-cance de los objetivos o metas insti-tucionales, así como tampoco el identificar el potencial de desarrollo de los colaboradores, ni cuáles son los aspectos que deben mejorar; lo que dificulta estimular sus deseos de superación, fomentar la eficacia de
los servidores y guiar sus esfuerzos hacia la plena realización de sus posibilidades de mejoramiento”.18
Al respecto, el tema es ma-nejado por cada dependencia pública, en respuesta a los dos regímenes que operan en el Sistema de Empleo Público, el de Servicio Civil y el resto propio del sector des-centralizado, por lo menos en el caso de los órganos sujetos a la DGSC, existe una estructura básica para apoyar el desarrollo del poten-cial humano mediante programas de capacitación.
Sin embargo, este sistema no opera en la práctica, según lo ha determinado la misma CGR en un informe del 2009,19 donde conviene resaltar al menos los siguientes aspectos:
Esta realidad, de una estructu-ra establecida para apoyar la forma-ción del potencial humano, por lo menos en las entidades sujetas al Régimen de Servicio Civil, que no cumple el rol que está llamado a cumplir, plantea un reto para las entidades públicas, ya que debe evolucionarse no sólo a tener la es-tructura funcional que apoye estos procesos, sino que también el con-tenido deberá revisarse con la finali-dad de conocer de previo qué nece-sidad de desarrollo se va llenar y cómo va a incidir en el desarrollo del funcionario, según se determinó desde la evaluación del desempeño.
A la par del diseño de la for-mación que requiere el funcionario, se encuentra la escasa cantidad de recursos que se destinan al desarro-llo del potencial humano, por lo que la disponibilidad de fondos para ca-pacitación también plantea una serie de diferencias entre las instituciones y, por consiguiente, entre la capaci-dad de llenar las brechas que tiene el funcionario para ejecutar las com-petencias de su puesto de trabajo.
A manera de conclusión
Sin pretender ser exhaustivos se han repasado en los acápites anteriores, las principales limitacio-nes que enfrenta el Sistema de Em-pleo Público en Costa Rica, lo que demanda una acción impostergable para atacar tales debilidades.
Las insuficiencias que enfren-ta el Sistema de Empleo Público costarricense deben dejar de ser una preocupación para los políticos y gerentes públicos, para convertirse en un gran plan de acción que per-mita al sector público dar un salto cualitativo en la gestión del potencial humano, lo que a su vez redundará en una mejor gestión pública.
Dotar al sistema de empleo de una rectoría que defina el norte de la gestión del potencial humano, con políticas, principios, lineamientos y directrices claros, permitirá irle dan-do coherencia y unicidad a todos los componentes orgánicos y funciona-les del sistema, pero sobretodo irá disminuyendo las diferencias que se han creado en el contenido de tales componentes, no sólo entre las insti-tuciones sino también dentro de ellas.
Una acción en este sentido requiere en primera instancia, de un gran acuerdo a nivel de los jerarcas públicos, con el propósito de resca-tar las instituciones encargadas de apoyar en este tema, de manera que reciban el empoderamiento que re-quieren para liderar los procesos de reforma que se diseñen y ejecuten. Ésta debe ser una iniciativa del Po-der Ejecutivo y sus instituciones, donde la participación legislativa se dará para aprobar aquellas modifica-ciones legales que lleguen a reque-rirse, pero que no puede dejar de ser parte del consenso que se requiere para empujar la reforma requerida.
Pero este acuerdo sería insu-ficiente si no involucra a los colabo-radores, quienes deben comprender la importancia de este proceso, ya que se trata de rescatar una serie de derechos que, por el inadecuado funcionamiento del sistema, pueden estar siendo limitados en cuanto a su alcance.
Este acuerdo también deberá tomar en cuenta las diferencias natu-rales que existen entre las institucio-nes, sobre todo entre aquellas que prestan servicios que se han venido abriendo a la competencia, lo que requiere un tratamiento diferente y urgente de cara a tener la capacidad de insertarse en un mercado donde los privados también prestarán estos servicios. En este caso, la situación es más crítica ya que se trata no sólo de mejorar e innovar rápida-mente, sino también de la supervi-vencia de la institución y por ende de sus funcionarios. Sin embargo, a pesar de las reformas que han sufri-do dichos servicios, aún persiste una deuda con el Sistema de Empleo Público que operan.
Asimismo, debe quedar claro que mantener la operación del Sis-tema de Empleo Público de la misma manera en que se ha hecho hasta hoy, puede estar comprometiendo la responsabilidad del jerarca público y de sus colaboradores a nivel de di-rección, ya que mantener ciertos esquemas de ejecución o inactividad como en el caso de la rendición de cuentas interna, puede estar gene-rando una aplicación errónea de la normativa, lo que a su vez produciría un mal uso de los fondos públicos.
En fin, es una tarea que no debe postergarse más, es una re-forma del Estado que se ha enfoca-do erróneamente en reducciones de planilla, pero que no han impactado en la mejora de la gestión del poten-cial humano y, por consiguiente, no han logrado empujar una mejora significativa y sostenible en la aten-ción eficiente de los fines públicos que está llamada a lograr la función pública. Se trata también de rescatar la importancia de la función pública, la dignidad de quienes la ejercen y el orgullo de pertenencia a ella ◊
Los principios de la organización
administrativa: el proyecto
dominicano de la Ley Orgánica
Laura Ortiz** de Administración Pública*
DESCRIBE LOS PRINCIPIOS, ENFOQUES Y MÉTODOS DE ORGANIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, QUE FUNDAMENTAN EL PROYECTO DE LEY ORGÁNICA DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DE LA REPÚBLICA DOMINICANA, CUYO OBJETIVO ES LA RACIONALIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DE ESTE PAÍS.
PALABRAS CLAVES: ADMINISTRACIÓN PÚBLICA; MODERNIZACIÓN DEL ESTADO; ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA; REPÚBLICA DOMINICANA
Introducción
* Ponencia presentada en el Forum sobre Profesionalización y Consolidación del Servicio Público en el contexto de Re-forma del Servicio Civil, desarrollado durante la Segunda Semana de la Cali-dad, en Santo Domingo, República Do-minicana del 18 al 22 de enero del 2010.
** Directora del Instituto de Ciencias Polí-ticas, Toulouse, Francia.
Recibido: 22 de enero del 2010.
Aceptado: 31 de mayo del 2010.
Se expondrán “los Principios de Organización de la Administra-ción Pública”, tratando de dar cuenta de los conceptos, enfoques y méto-dos que se movilizan para elaborar juntos, entre agosto del 2006 y agos-to del 2008 el anteproyecto de Ley Orgánica de Administración Pública. Se hizo bajo los auspicios de la
Secretaría de Estado de Administra-ción Pública, SEAP y el Consejo Nacional de Reforma del Estado, CONARE, con la contribución de la Unión Europea, UE, mediante el programa PARMA. El futuro de este texto se suspendió a la revisión constitucional que acaba de apro-barse y se promulgará próximamen-te. La próxima Constitución no con-sagrará a varias instituciones que esperaban leyes orgánicas, no ne-cesitan mayoría calificada, ni acce-den a un rango superior, ni se refiere a la noción de Ley Orgánica de la Administración Pública. Por lo tanto, el trabajo cumplido resulta importantísimo para la racionaliza-ción de la Administración Pública dominicana.
Así que entonces se ofrece una formidable y doble oportunidad:
Doble oportunidad pero tam-bién doble dificultad para esta ponencia:
¿Cuál es el tema o el asunto? ¿o más bien el contexto?
A través de la definición de los principios de organización de la ad-ministración pública se trata de ra-cionalizar el conjunto de los órganos que conforman la administración pública, bajo la autoridad del Poder Ejecutivo para que cumplan con sus fines con respeto al principio de le-galidad y los controles democráticos. Se trata de establecer los principios, normas, criterios y métodos que permitan:
Los objetivos que plantean los principios organizativos, se refieren a una meta común. Pero la metodo-logía debe ajustarse a la configura-ción particular de la administración pública dominicana. Ésta sufre dos caos:
La determinación de los principios organizativos funciona como un “hilo de Ariane” o “una cuerda de recordatorio”, que permite invocar todos los vicios que se deben corregir para forta-lecer el Estado. Y para cumplir este propósito, no hay más re-medio que construir un derecho público verdaderamente ade-cuado a la situación nacional y sistematizarlo. Este marco obliga a pensar en una articulación dialéctica entre racionalidad ge-rencial y racionalidad jurídica, o entre principios ético-políticos y principios de economía, eficacia y eficiencia.
El reto esencial del forta-lecimiento del Estado es resta-blecer la unidad de la adminis-tración pública, condición sine qua non de la implementación de las políticas públicas de calidad en los servicios públicos. La flexibilidad resulta de los princi-pios de eficacia y eficiencia. Esos permiten fijar, en un se-gundo lugar, las normas, requi-sitos y criterios que deberían re-gir la elección de los modos de gestión de los servicios públicos, la coordinación y el control de las políticas organizativas de la administración pública.
El principio de unidad
de la administración pública
En todos los países, desarro-llados o subdesarrollados, los servi-cios públicos se cumplen mediante un conjunto complejo de las adminis-traciones estatales y locales que presentan una heterogeneidad de misión, función, estatuto, composi-ción interna, financiación, patrimonio, autonomía administrativa. Restable-cer la unidad al nivel orgánico y fun-cional es el reto del proyecto de Ley Orgánica de la Administración Pública.
La unidad orgánica
de la administración pública
Para conseguir la unidad orgánica de la administración pública proponemos dos enfoques:
Se considerará un órgano administrativo a toda per-sona física o entidad jurídi-ca, cualesquiera que sean su origen por ley o decreto, denominación, función y atribución, autonomía jurí-dica, administrativa o pre-supuestaria, que, de modo permanente, ocasional o provisional, a título profe-sional, benévolo u honorífi-co, ejerza una de las acti-vidades civiles de servicio público o de interés gene-ral, bajo una habilitación del Poder Ejecutivo o de los Municipios hecha de conformidad con el princi-pio de legalidad.
Se considerará una función pública a toda misión, atri-bución, actividad o compe-tencia de interés general, otorgada conforme al prin-cipio de legalidad para de-finir, orientar, regular, im-plementar y controlar las normas y políticas públicas, o suministrar los servicios públicos, aunque tengan éstos un carácter industrial o comercial.
Los principios fundamenta-les que rigen la administra-ción pública no pueden im-plementarse sólo en base a incentivo comunicacional o pedagogía, sino con nor-mas sancionable.
Para asegurar la preemi-nencia de los intereses del Estado, y garantizar la in-tegración y la coordinación interna de la gestión públi-ca, tanto entre las organi-zaciones como entre los individuos, debe primar o bien una relación jerárquica o una de supervisión, que nunca podrá constituirse en un obstáculo para la efecti-vidad de la gestión, o para establecer la responsabili-dad jurídica de los actores institucionales.
Para evitar consagrar en el mármol de la ley la comple-jidad del esquema actual, todos los órganos se tipifi-can según los conceptos estrictamente definidos: personalidad jurídica del órgano; atribuciones y competencias del órgano; división política del territo-rio; competencia material y territorial; objeto de la acti-vidad administrativa; es-tructura interna del órgano y modo de gestión del ser-vicio público. Esos criterios permiten integrar todo tipo de órgano y resolver de manera clara la definición de todas las nociones en uso en la administración pública, determinando el alcance jurídico de cada denominación.1
Sin embargo es preciso no describir sino regular, ob-vio: el papel de la ley.
La unidad normativa
Se distribuyen las atribuciones y competencias en materia de orga-nización de la administración públi-ca, por una parte, y se construye el sistema de distribución de todas las otras atribuciones y competencias en la administración pública.
El proyecto de ley define los instrumentos que es-tablecerán los principios, métodos y requisitos para determinar políticas orga-nizativas que garanticen la racionalidad, eficacia y eficiencia de la organiza-ción administrativa. Se propone que el Presi-dente de la República, Autoridad Máxima de la Administración Pública, concrete su política orga-nizativa mediante un Re-glamento General de la Administración Pública, que determine las normas directrices en materia de procedimientos, criterios, metodología e indicado-res de evaluación cualita-tiva y cuantitativa de los resultados de la actua-ción de la administración pública, y fije los métodos de su implementación en los ministerios. Cada mi-nistro se debería respon-sabilizar, ante su adminis-tración y todas las instancias adscritas a su sector bajo jerarquía o supervisión, con el cum-plimento del Reglamento General de la Administra-ción Pública, especifican-do las normas en Re-glamentos de Aplicación Sectorial. En base al principio de unidad del Estado, y sin que se les pueda restringir las pre-rrogativas de autoorgani-zación que les reconoz-can la Constitución y la Ley a los Municipios, el Reglamento General de Administración Pública debería prever las nor-mas de aplicación de su objetivo en el ámbito terri-torial, adaptando las obli-gaciones según el tama-ño de su población.
Se sugiere que en base a los informes de resulta-dos se iniciará, por lo menos cada tres años, un plan de revisión periódica de la organización admi-nistrativa, y se dictarán las directrices de reforma orgánica para los secto-res cuya organización, no les ha permitido cumplir con efectividad su misión.
Se determina, en térmi-nos orgánicos, quién tie-ne la competencia para organizar la administra-ción pública: crear, su-primir, fusionar, reestruc-turar los órganos, considerando qué crite-rios, qué evaluación qué objetivos, qué métodos. Esto es un punto clave del trabajo cuya resolu-ción depende de la cons-titución vigente. En Re-publica Dominicana, la competencia organizativa la tiene el Congreso que crea los órganos. Eso no facilita la visión global del aparato administrativo. Debido a las décadas de autoritarismo que el país sufrió, toda la organiza-ción administrativa domi-nicana permanece en el dominio de la ley. Si no se discute la oportunidad de redistribuir las compe-tencias organizativas en-tre la ley y el reglamento, por lo menos se puede establecer una distribu-ción clara del poder re-glamentario y del norma-tivo en el seno de la administración. Esto es indispensable, tanto para organizar el sistema de distribución de las atribu-ciones, como para contro-lar la implementación de las políticas públicas.
A cada órgano de la ad-ministración pública le co-rresponde un conjunto de atribuciones, esto es el ámbito material y funcio-nal de actuación del órgano. El ejercicio de las atribuciones y competen-cias otorgadas constituye un deber para su titular, salvo las facultades de delegación de firma o de competencias previstas en la ley. Cada órgano debe atenerse a la reali-zación estricta de la com-petencia que le ha sido asignada, cuyas dimen-siones (finalidad, ámbito material, temporal y terri-torial) constituyen los cri-terios de la legalidad de sus actos.
La asignación de las atri-buciones y competencias se hace con respeto a los principios organizativos fundamentales, esto es lo que tiene que garantizar la administración pública al cumplimiento de su finalidad y que impac-tan directamente la es-tructura, el sistema de distribución de las com-petencias y los procedi-mientos de la administra-ción pública (principios de legalidad, objetividad, ca-lidad, profesionalismo, transparencia, efectivi-dad, racionalidad, co-herencia, responsabili-dad, eficacia, eficiencia). Se detalla para cada uno lo que implica en térmi-nos de organización y su alcance jurídico. Además de condicionar la legali-dad de los actos adminis-trativos, condicionan la creación, supresión, fu-sión y reestructuración de los órganos de la ad-ministración pública, así como las normas y requi-sitos de la distribución de las atribuciones y competencias.
Los principios de eficacia
y eficiencia
Bajo el principio de eficacia y eficiencia se subsumen todos los demás principios, normas y criterios que condicionan el cumplimiento de la administración pública a sus fines con respecto a la legalidad y máxima calidad. Organizar una administra-ción pública racional, eficaz, eficiente y rápida, significa, hoy en día, en primer lugar, asegurar flexibilidad dentro del principio de unidad; y, en segundo lugar, regular el conjunto mediante una política de coordina-ción, evaluación y control.
La flexibilidad
de la administración pública
Conciliar la flexibilidad y la unidad de la administración pública significa facilitar la diversidad institu-cional de la administración pública y la variedad de los modos de gestión.
De igual manera se ha hecho para la clasificación de los órganos administrativos, se abordan los dife-rentes modos de gestión dentro de conceptos y categorías jurídicas reducidas, establecidas a partir de criterios jurídicos claves. En esta perspectiva, dos conceptos jurídicos centrales para llevar a cabo toda la tipificación de los sistemas de ges-tión vigente en la administración pública dominicana son: a) la perso-nalidad jurídica y b) la competencia.
La personalidad jurídica
Consagra la capacidad de una institución administrativa de actuar en nombre propio comprometiendo su responsabilidad administrativa, civil y penal, incluso su capacidad de actuar en justicia. La atribución de la personalidad jurídica supone la asig-nación de los elementos ligados a su responsabilidad: demarcación de las misiones, atribuciones y competen-cias conferidas; órganos en situación de asumir; presupuesto y patrimonio propios.
En primer lugar, la personali-dad jurídica es el criterio de determi-nación del tipo de relación, jerárqui-ca o de supervisión, que se establece con el Poder Central, Es-tado o Municipio. En segundo lugar, es el criterio de circunscripción de los tipos de atribuciones y compe-tencias de los órganos administrati-vos. En tercer lugar, es el criterio de discriminación de la autonomía jurí-dica o sencillamente administrativa y/o presupuestaria. Finalmente, es el de distinción de los órganos centrali-zados o desconcentrados del Estado o de los municipios, por un lado, y los órganos autónomos o descentra-lizados del Estado o de los munici-pios, por otro lado.
La competencia
La distinción entre la titulari-dad y el ejercicio de la competencia desemboca en dos regímenes de organización de las atribuciones y competencias usados: a) la delega-ción de la competencia y b) la trans-ferencia de competencia. La primera se refiere unánimemente al ejercicio sin alteración de la titularidad. El titular conserva las prerrogativas de avocación, reformación y anulación previa de los actos delegatorios. Al contrario, en la transferencia de competencia lo que se transfiere es la titularidad de la competencia, lo que supone dualidad de personas jurídicas. La transferencia de compe-tencia conlleva a la descentraliza-ción; la delegación de competencia a la desconcentración.
Partiendo de las dos teorías combinadas de la personalidad jurí-dica y de la competencia, se or-ganizan y regulan todos los siste-mas de gestión de la administración pública: centralizada y desconcen-trada; delegada; descentralizada territorialmente; descentralizada funcionalmente. Se distingue la des-centralización funcional, cuyo con-cepto es bastante tramposo, y la descentralización territorial.
La regulación organizativa
de la administración pública
Debido al carácter polimorfo, poly-céntrico e indudablemente complejo de sus sistemas adminis-trativos, los Estados democráticos modernos deben establecer meca-nismos sofisticados de coordinación, evaluación y control de la ejecución de las políticas públicas. El éxito de las políticas públicas de calidad se juega esencialmente a nivel de la organización administrativa; elemen-to estratégico de la reforma del Es-tado. La reorganización de la admi-nistración pública está al centro del programa francés de “Revisión Ge-neral de las Políticas Públicas”.
La regulación organizativa se hace a través de procedimientos que garantizan la circulación de la infor-mación, la deliberación concertada de las decisiones, pero también a través de la creación de órganos dedicados a la regulación de la ad-ministración pública. Claramente, nuestro punto de vista es que se necesita elaborar una política pública que tenga la eficacia y eficiencia de la organización administrativa como meta y objeto, y que se responsabili-ce un órgano para ello.
La coordinación de las políticas
públicas
En primer lugar, se necesita sistemas de coordinación política, central y territorial, lo que implica la creación de sistemas normativos e institucionales a nivel de la planifica-ción, vinculados con el sistema de administración financiera del Estado, el mismo integrado por los principios, normas, órganos y procesos que hagan posible la captación de los recursos públicos y su aplicación para el cumplimiento de los fines del Estado. La Ley Orgánica de Admi-nistración Pública debería fijar las líneas directrices para ordenar lógica y jurídicamente los instrumentos de planificación, a nivel horizontal y vertical, indicando el alcance norma-tivo respectivo de cada uno, y el carácter de compatibilidad o de con-formidad de sus interrelaciones.
Al nivel territorial, y al igual que en Francia antes de 1964, cada Secretaría de Estado dominicano define su perímetro de coordinación territorial para desarrollar lo suyo, sin armonización con las circunscripcio-nes de los otros ministerios. Los sistemas de planificación, elabora-ción e implementación de las políti-cas públicas se enmarcan en foros de concertación social, pero acaban por permanecer, cruzarse y dupli-carse inútilmente. La racionalidad administrativa pasa por la subdivi-sión administrativa, sino política, del territorio en regiones, y por protoco-los de colaboración entre los órga-nos desconcentrados y descentrali-zados actuando al nivel territorial.
En segundo lugar, se necesita un sistema integrado de administra-ción presupuestaria y financiera del Estado, articulado con los sistemas de políticas macroeconómicas de planificación, ordenamiento territorial e inversiones nacionales.
La evaluación y el control
de la administración pública
De conformidad con los prin-cipios organizativos, todos los com-ponentes de la administración públi-ca deben estar sometidos, en todos los aspectos de su actuación y ges-tión, a la evaluación y a los controles internos o externos, administrativos, técnicos, políticos y jurisdiccionales.
Se supone la organización en los ministerios de unidades dedica-das a la implementación interna de los procesos de la evaluación y con-trol, y encargadas de la recuperación o producción de los documentos de rendición de cuentas.
Está claro que la organización de la administración pública debe ser objeto de una verdadera política pública, organizada, coordinada y garantizada por un ministerio dedi-cado a la regulación de la adminis-tración pública. Este órgano rector debería encargarse de la elabora-ción de las normas directrices del Reglamento General de la adminis-tración pública, diseñar las políticas de reestructuración de la administra-ción pública y proponer, en el marco de los planes nacionales de desarro-llo y de los recursos presupuestarios disponibles, las reformas de las es-tructuras orgánica y funcional de la administración pública. Más bien dicho, la calidad de la administración pública exige una flexibilidad, entendido como la adap-tación de la organización administra-tiva a la evolución continua de las demandas de los ciudadanos y ne-cesidades de las políticas públicas, pero la flexibilidad, o se organiza en el marco de un derecho riguroso y sistematizado, o acaba debilitando al Estado.
La Ley Orgánica de Adminis-tración Pública y sus instrumentos adjetivos, solucionan ese dilema ◊
Algunas consideraciones
teórico-jurídicas
para el diseño organizacional
en la Administración Central
Rolando Bolaños Garita* costarricense
LA CAPACIDAD DE GESTIÓN DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS SE ENCUENTRA LIGADA A SU DISEÑO ORGANIZACIONAL Y POR ENDE A LA ADECUADA ASIGNACIÓN DE SUS OBJETIVOS Y FUNCIONES A DETERMINADAS UNIDADES ADMINISTRATIVAS. SIN EMBARGO, PARA PODER LOGRAR ESTA TAREA, DEBE TENERSE EN CUENTA TANTO LOS ASPECTOS TEÓRICOS QUE HAN VENIDO A ENRIQUECER LAS CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, COMO ELEMENTOS TÉCNICO-JURÍDICOS QUE IGUALMENTE DEBEN SOPESARSE PARA ASÍ CONTAR CON UN ESQUELETO ORGÁNICO CAPAZ DE LOGRAR LA CONCRECIÓN DE TALES OBJETIVOS Y FUNCIONES.
PALABRAS CLAVES: ADMINISTRACIÓN PÚBLICA; DISEÑO ORGANIZACIONAL; DIVISIÓN DE FUNCIONES.
Introducción
* Licenciado en Administración de Ne-gocios con énfasis en Recursos Humanos y en Finanzas, Director Ad-ministrativo-Financiero de la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comuni-dad, DINADECO, Profesor de la Univer-sidad de las Ciencias y el Arte.
Recibido: 10 de mayo del 2010.
Aceptado: 19 de julio del 2010.
El presente trabajo surge como parte de la preocupación que ha despertado para el autor, el notar como estudiantes de grado y pos-
grado, así como profesionales del sector público, desconocen una serie de elementos y terminologías rela-cionadas con el diseño organizacio-nal en las instituciones públicas, las que basan su accionar en el modelo organizacional bucrocrático estable-cido hace tanto tiempo por el soció-logo y economista alemán Max Weber.
Así a lo largo de muchas dis-cusiones en ambientes informales, laborales y a través del ejercicio de la docencia, se vislumbra cómo poco se hace a nivel universitario para formar profesionales de las Ciencias
Administrativas1 que dominen las variables que inciden en nuestras organizaciones, reconociendo parti-cularidades jurídicas y conceptuales de comprobado apego a la realidad cultural, política, tecnológica y de recursos humanos o financieros del entorno costarricense.
“El significado por mi atribuido al término administración, y generalmente adoptado, amplía en forma notable el dominio de las ciencias administrativas. Además de los Servicios Públicos, él comprende también a las empresas de cualquier índole, ampli-tud, forma y objeto. Todas las empresas necesitan previsión, organización, mando, coordinación y control; para funcionar de-bidamente, todas han de respetar los mismos principios generales. Ya no se trata de varias ciencias administrativas, sino de una sola ciencia que se aplica tan-to en los asuntos públicos como en los privados, y ambos elementos principales se encuentran, resumidos, en lo que hoy se denomina doctrina administrativa.” (Fayol, 1957, p.179-180)
Tenemos claridad por nuestra formación y experiencia académico-laboral, que la rea-lidad político-jurídica que rige a la Admi-nistración Pública, difiere diametralmente de la realidad jurídico-lucrativa que rodea a las empresas privadas. La primera se constituye en todo un Sistema Político-Administrativo que ve su razón de ser en las necesidades de la sociedad a la que pertenece, y por tanto, sus instituciones se modelan a partir del cumplimiento de sus objetivos sociales, sin que sea el lucro o la ganancia la razón primordial (para un mejor detalle sobre esta disparidad entre Gestión Administrativa Pública y Gestión Administrativa Privada consúltese: Intro-ducción al análisis de la Burocracia Públi-ca de Johnny Meoño Segura, EUCR, San José, 1980). De igual forma el principio de legalidad al que se ve sujeta la primera, no lo notamos en lo más mínimo en la administración privada.
De igual manera, el presente aporte busca proveer de una herra-mienta a todo aquel funcionario público llámese jerarca, profesional, técnico, etc., que busque la manera de mejorar el desempeño de la or-ganización a la que pertenece, con-siderando aquellos elementos que la afectan, los cuales no son los mis-mos que afectan a las empresas privadas. Tenemos claridad en que existe copiosa bibliografía referente al diseño de organizaciones a nivel de Administración de Negocios, la que sigue usándose indiscriminada-mente en la formación de futuros funcionarios públicos y privados, sin que se haga un esfuerzo por reco-nocer que existen diferencias muy marcadas entre ambos campos de acción.
_____________________________
En su defecto, las empresas privadas si bien comparten con la Administración Pública, características como las indica-das por Fayol (previsión, organización, mando, coordinación y control) no están sujetas a cumplir con el principio de lega-lidad instituido en el Artículo 11 de la Constitución Política y Artículo 11 de la Ley General de la Administración Pública, en su defecto, éstas pueden hacer todo lo que la ley no les impida. De igual forma, la necesidad para el cumplimiento de objeti-vos será enfocado al lucro y la ganancia, por lo que su articulación interna será más sencilla.
Consideraciones teóricas
Conceptualización
de la administración pública
El Gobierno es la articulación del Estado y sus habitantes para el
logro de aquellos objetivos que faciliten el desarrollo socioe-conómico de todos ellos, el primero encuentra su materialización a través de la Administración Pública y la forma en que las instituciones pertenecientes a ésta se organizan y estructuran, sea en la Administración Central que comprende el Poder Ejecutivo y sus instancias adscritas; el Poder Legislativo, Poder Judicial, Tribunal Supremo de Elecciones, o en la Administración Descentralizada (Instituciones Autónomas creadas al amparo del Artículo 188 de la Consti-tución Política, Municipalidades, etc.). Así el académico costarricense Johnny Meoño Segura señala en cuanto al significado del campo de-nominado Administración Pública lo siguiente:
“…entendemos por Adminis-tración Pública: toda la rama Ejecutiva del Estado, incluidos entes ministeriales y descen-tralizados (autónomos, semi-autónomos, empresas públi-cas), así como en un plano especial: las Municipalidades. Constituye la Administración Pública el principal mecanismo de conversión del Sistema Político y por ende, de todo el Sistema Social.” (Meoño, 1986, p. 34)
Por su parte Pedro Muñoz Amato indicó sobre la Administración Pública:
“En su sentido más amplio, la administración pública es el gobierno, es decir, todo el con-junto de conducta humana que determina cómo se distribuye y ejerce la autoridad política. Frente a esta realidad –el Es-tado, el sistema de gobierno– se han desarrollado, desde la antigüedad, diversos métodos de sistematización.” (Muñoz, 1963, p. 15)
Finalmente, Orlando Cervan-tes y Gerardo Corrales en su obra antológica sobre Administración de Instituciones Públicas señalan:
“Hemos dicho ya que, en su sentido más amplio, “adminis-tración pública” significa “polí-tica”, “sistema político”, “siste-ma de gobierno”- el conjunto de manifestaciones de con-ducta humana que determina cómo se distribuye y ejerce la autoridad política y cómo se atienden los intereses públi-cos-. Es el patrón de ideas, ac-titudes, normas, procesos, ins-tituciones y otras expresiones humanas que caracterizan la dirección de la sociedad por su grupo de gobernante. Y si dentro de ese conjunto enfo-camos los procesos adminis-
trativos, inmediatamente ve-mos cómo están ligados a las otras fases del gobierno y la cultura. “(Benavides y Corra-les, 1999, p.108-109)
La necesidad de una adecuada
articulación administrativa
¿Cuál es la importancia de que las instituciones públicas basen su diseño organizacional en adecua-dos planteamientos técnicos? Para responder adecuadamente citare-mos lo indicado por las Naciones Unidas e incluido en la obra de Wilburg Jiménez Castro que a la fecha no pierde vigencia:
“La falta de capacidad admi-nistrativa, de dirección y ges-tión a través de la cual se modifiquen estructuras institu-cionales, sistemas, procesos y procedimientos, actitudes y comportamiento humano es una de las grandes limitacio-nes que existen para alcanzar el desarrollo económico y, por eso, como parte de la estrate-gia de ese crecimiento, debe tomarse en cuenta la necesi-dad de contar con una Admi-nistración Pública que lo per-mita y que ojalá lo promueva.” (Jiménez, 1975, p. 79)
En primera instancia debe de-jarse claro que las propuestas de nuevas estructuras organizacionales deben considerarse a nivel de aspectos:
Debe tenerse claro que el es-tablecimiento de una estructura ad-ministrativa es un medio y no un fin en sí mismo, un medio que debe tener como meta organizar o reorga-nizar objetivos y funciones para el cumplimiento de una función social establecida, por lo que la tarea no finaliza al aprobarse el organigrama, el cual no es más que la manera en que se mecanizan administrativa-mente la concreción de dichos obje-tivos y funciones a través de unida-des administrativas concretas, mecanización ésta que se define como División del Trabajo. Es impor-tante indicar que ya muchos auto-res han externado planteamientos sobre la manera de concretar una adecuada división del trabajo o de las funciones, por lo que en párrafos siguientes se rescatarán tales planteamientos.
Señala Luther Gulick, a quien consideramos uno de los grandes precursores de las Ciencias Adminis-trativas, específicamente a nivel de Administración Pública que:
“Los estudiosos de la adminis-tración han estado buscando, desde hace mucho tiempo, algún principio común o gene-ral para la creación de depar-tamentos, de la misma manera que los alquimistas anduvieron siglos enteros en la búsqueda de la piedra filosofal. Pero am-bas búsquedas han sido en vano. Aparentemente no existe ningún sistema general y ex-clusivo para crear departamen-tos.” (Gulick, 1982, p.31)
Dicho criterio lo compartimos en parte, ya que si bien efectivamen-te no existe una única receta para la creación o supresión de unidades administrativas que funcione con el mismo impacto para todas las insti-tuciones públicas, sí existen criterios generales que orientan a los admi-nistradores públicos sobre qué tipo de elementos deben al menos con-siderarse. En esta misma línea indi-ca Meoño:
“…los elementos macroadmi-nistrativos de ámbito de con-trol, especialización, jerarqui-zación, línea, asesoría, apoyo, sectorialización y regionaliza-ción, información, etc., configu-rarán de manera distinta la or-ganización interna de cada institución, según ésta los to-me o no en cuenta plenamen-te.” (Meoño, 1986, p. 115)
Previo a iniciar incluso la lluvia de ideas que pudiera coadyuvar al planteamiento de una propuesta técnica de organigrama, resulta ineludible clarificar los siguientes aspectos:
División del trabajo
La manera en que se esta-blecen y separan funciones asignán-dolas a unidades administrativas claramente diferenciadas y poste-riormente a clases de puestos dife-renciados, es lo que concebimos como División o Divisionalización del Trabajo, o sea, la forma en que una institución echa mano al principio de Organización y decide qué funciones desempeñará y a través de qué ins-tancias administrativas. Hilando aún más delgado, este agrupamiento de funciones responde en palabras de Pfiffner & Sherwood (1971) a un ideal de especialización de las labo-res en torno a las cuales tanto ha girado la filosofía de la Administra-ción, definición conceptual que se ve fortalecida por la combinación entre lo indicado por Frederick Winslow Taylor y su necesidad de especiali-zación de los empleados para el aumento de la eficiencia industrial del momento (Taylor, 1980), así como por Henry Fayol, con la finali-dad de que las empresas produjeran más y mejor con el mismo esfuerzo, muy a pesar de que fuera éste último (Fayol, 1956) el que lo denominara tal y como hoy lo conocemos: “Divi-sión del Trabajo”. Pero es Luther Gulick (1982) quien primeramente concibe una obra de enorme valor teórico para la división y organiza-ción de instituciones, bajo lo que él denomina sistemas básicos de orga-nización, teniendo entonces para el diseño de organizaciones las si-guientes opciones:
2. Nos apoyamos nuevamente en el marco referencial establecido por Meoño para cimentar nuestro comentario y para un mayor ahondamiento sobre este tema pueden consultarse entre otras las si-guientes obras del autor de referencia: In-troducción al análisis de la Burocracia Pública (EUCR, San José, 1980), p. 102; Teorías Administrativas en América Latina (perspectivas críticas) (Guayacán, San José, 1988), p. 131; Crisis nacional, Esta-do y burocracia: pasado, presente y… ¿futuro?, o ¿Cómo superar nuestra rígida cultura política (Tecnológica, Cartago 2001), pp. 197-198; Evolución, actualidad y prospecciones del Modelo Político Insti-tucional Costarricense (IICE, UCR San José, 2005), p. 150; Guía para un exce-lente Gobierno y para un ciudadano me-nos indolente (IICE, UCR, San José, 2008), p. 121.
Regionalización
“Regionalización: significa la capacidad de la Administración Pública para organizarse y proyectarse territorialmente, con una amplia desconcentra-ción en administración de re-cursos y en identificación de necesidades y prioridades re-gionales, con el fin de facilitar una mayor vinculación y una mayor capacidad de respues-tas del aparato público a tales necesidades y prioridades re-gionales.” (Meoño, 1986, p. 123)
Este concepto nos recuerda la responsabilidad del Estado por arti-cularse, de manera que su presencia sea nacional, con capacidad de res-puesta ágil y oportuna, y como lo dice la definición transcrita: vincu-lando las instituciones públicas con las necesidades y prioridades regio-nales, erradicándose así dilaciones injustificadas por la consiguiente espera de órdenes emanadas desde la capital, las cuales muy segura-mente no sean acertadas en cuanto a la definición efectiva de tales ne-cesidades y prioridades.2
Así, toda la Administración Pública deberá contar con unidades administrativas en todo el territorio nacional, logrando agilidad en la prestación de bienes y servicios públicos a los ciudadanos. Según el planteamiento de Gulick, la Regiona-lización es una Organización por Localidad.
Resulta indefectible tener pre-sente lo concerniente a la Regionali-zación a la que están sujetas las instituciones públicas costarricenses, fundamentada en el Decreto Ejecuti-vo Nº 7944-PLAN-MP, ya que duran-te la fase de organización o reorga-nización cada institución deberá tomar las previsiones técnicas, fi-nancieras, humanas y legales para cumplir con dicho cuerpo legal y poder brindar sus bienes y/o servi-cios a todos los usuarios y ciudada-nos que lo requieran, bajo adecua-dos parámetros de tiempo y calidad.
Así cada Ministro, Director, Presidente Ejecutivo o Jerarca res-pectivo, deberá tomar muy en serio que previo a dar aprobación formal a la estructura de su institución y en el caso de los Ministros Rectores a las de su respectivo Sector, no deberán alejar la mirada al hecho de que más que tener presencia a nivel nacional a través de sus Direcciones Regio-nales, éstas deberán ostentar las facultades necesarias para poder desarrollar adecuadamente sus fun-ciones, lo que significa asignarles los recursos humanos, técnicos y finan-cieros óptimos, que puedan tomar decisiones sobre los mismos y sobre la forma en que mejor las concretan, según los planes y proyectos que estén en sintonía con el contexto regional.
No obstante, nuestra realidad administrativa sigue en muchos ca-sos siendo otra, ya que las Direccio-nes Regionales de muchas institu-ciones se limitan a concretar análisis de proyectos de acuerdo con las necesidades detectadas, pero la decisión de cuáles de ellos se deben desarrollar se toma a nivel central, o sea, en la capital. Esta reticencia a empoderar a las Unidades Regiona-les del poder de decisión sobre la mejor manera de desarrollar proyec-tos socioeconómicos, propia el coar-tar valiosas iniciativas que están en poder de los funcionarios que sí conocen el terreno donde pudieren germinar grandes obras necesarias para las comunidades, sin mencio-nar que este hecho nos sigue posi-cionando como un país subdesarro-llado incapaz de lograr el mejoramiento de sus territorios a partir de las necesidades detectadas por los actores pertenecientes a ellos y no desde la visión distorsio-nada, coartada y/o irreal de la capital.
en la administración pública
Las estructuras administrati-vas públicas concebidas como sub-sistemas de un sistema organizacio-nal mayor, tienden por efecto de la entropía3
Los organigramas son el refle-jo o representación formal de las relaciones jerárquicas, de autoridad y responsabilidad, de supervisión y comunicación en toda institución, así como la forma en que se ha concre-tado la divisionalización de las fun-ciones institucionales en determina-das unidades administrativas. Históricamente el primero en realizar este tipo de diseños fue Daniel McCallum alrededor de 1854, quien trabajaba en la Compañía del Ferro-carril de Nueva York.
El organigrama de mayor uso es el vertical-piramidal, por cuanto representa acertadamente el objetivo de la estructura, y sus niveles jerár-quicos se diagraman de arriba-abajo para reflejar la cantidad de instan-cias administrativas existentes y por correlato la dirección de la informa-ción y los responsables de ejercer supervisión y control siguen esa línea; de igual manera, la pirámide sustenta el argumento de un único nivel jerárquico máximo y de una base administrativa más amplia que sustenta y atiende a ese nivel jerárquico.
Otra denominación que han ostentado los organigramas de ma-yor uso a nivel mundial, son los lla-mados funcionales y la razón para esta denominación radica en lo indi-cado por Pfiffner y Sherwood:
“…por regla general, cuando a una actividad se la califica de “funcional”, la connotación es de especialización; según la terminología de Taylor, son supervisores funcionales per-sonas de la plana mayor técni-ca que poseen conocimientos y capacidades especializados.” (Pfiffner y Sherwood, 1971, p. 161).
De lo anterior se puede inferir que los organigramas verticales-piramidales son a la vez funciona-les, ya que su organización atiende a una razón de especialización de sus instancias administrativas para con-cretar determinadas actividades, permitiéndoles reunir o agrupar a determinado tipo de clases de pues-tos en tales instancias, por ejemplo un Departamento Financiero Conta-ble contará con: Contadores y Admi-nistradores de Negocios con énfasis en Contabilidad o Finanzas; el De-partamento de Recursos Humanos tendrá por razones lógicas y eviden-tes: Administradores con énfasis en Recursos Humanos o una rama académica afín; las Asesorías Jurí-dicas contarán con: profesionales en Derecho y Notarios, entre otras.
En el momento de reflejar es-tructuralmente las relaciones jerár-quicas y de coordinación institucional en lo que concierne al espectro de la Administración Central costarricen-se, se ha reconocido la existencia de tres niveles preponderantes, a saber:
El Nivel Jerárquico Superior
o Dirección Política
Este aglutina la serie de auto-ridades políticas de libre nombra-miento por parte del Presidente de la República y demás autoridades su-peditadas directamente a él, in-cluyéndose en orden jerárquico: Juntas Directivas, Presidentes Eje-cutivos, Gerentes y Subgerentes para instituciones descentralizadas, y Ministros, Viceministros y los Di-rectores supeditados directamente a éstos, incluso Oficiales Mayores pertenecientes a los ministerios.
El Nivel Asesor o Staff
Valga indicar que actualmente existe confusión sobre cuáles unida-des administrativas deben conside-rarse Staff y por correlato separarse del resto que son más bien ejecuto-ras o como se les denomina, “unida-des de línea”, por lo que procede-mos a analizar primeramente el radio de acción organizativa que com-prende este término.
Según Wilburg Jiménez Cas-tro (1974), Staff se concibe como una derivación de la acepción militar del “Estado Mayor” y significa báculo o soporte, y que lleva implícita la ausencia de autoridad para decidir sobre aspectos ejecutivos y para tomar parte o acción en la operacio-nalización de las funciones adminis-trativas, correspondiendo más bien tales labores a los funcionarios de línea, por lo que su labor es directa-mente asesora para todos los nive-les de la organización.
Tradicionalmente en nuestra realidad administrativa costarricense, las unidades de este tipo han sido sobre todo aquellas que cumplen funciones “asesoras-fiscalizadoras” para todos los niveles organizacionales y con particular asesoría para con el máximo nivel jerárquico. Ejemplo de ello son las Auditorías Internas, las que, según el mandato establecido en la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República Nº 7428 y la Ley General de Control Interno Nº 8292, su labor consiste en ejercer activida-des fiscalizadoras del funciona-miento institucional en los diferen-tes niveles organizacionales y asesorar al jerarca sobre las medi-das que logren un mejor accionar institucional.
El Nivel de Línea
o Dirección Administrativa
El presente nivel se conforma a partir de la serie de unidades que ostentan una fundamentación de gran tecnicidad y encargadas de operacionalizar los objetivos y fun-ciones asignadas a la institución, así como los planes y proyectos formu-lados, diferenciándose de aquellas consideradas Staff por cuanto son más bien ejecutoras de acciones particulares.
La relación entre el primer y el tercer nivel de referencia la conside-ramos a luz de lo expuesto por Meoño quien señala:
“En forma muy sencilla, puede decirse que la Dirección Políti-ca decide qué hacer, con qué objetivos y en qué ámbito; y la Dirección Administrativa deci-de cómo hacerlo, pero sujeta en todo momento al control y evaluación de los responsa-bles de la Dirección Política.” (Meoño, 1986, p. 67)
En la siguiente página se pre-senta un ejemplo de un organigrama vertical-piramidal que muestra la ubicación de los niveles jerárquicos detallados infra y perteneciente a la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad, adscrita al Ministerio de Gobernación.
Al analizar dicha representa-ción gráfica, notamos que el nivel jerárquico máximo es uno solo, trátese de un cargo en el caso de Ministros y/o Gerentes, o un órgano colegiado en el caso de Juntas rectivas o Administrativas. Este plan-teamiento es un claro reflejo del principio de Unidad de Mando, el que señala la necesidad de existen-cia de un solo jerarca, ya que de lo contrario la institución incurriría en la desorganización y el caos adminis-trativo, al tener que obedecer a dis-tintos jefes con igual rango de auto-ridad y potestades.
Consideraciones técnico-
Jurídicas
Unidades administrativas
que cuentan con fundamento
técnico-legal
en la administración
pública costarricense
A continuación se presenta una serie de unidades administrati-vas, pertenecientes sobre todo a la Administración Central, que han sido creadas ya sea por Ley o Reglamen-to, dejando claro que si bien existen otras muchas que responden a parti-cularidades de las diferentes institu-ciones, las que se presentan a conti-nuación resultan ser genéricas o comunes a todas ellas.
ORGANIGRAMA
Fuente: Elaboración propia.
Auditorías internas
El artículo 20 de la Ley Gene-ral de Control Interno Nº 8292 estipu-la que todos los entes sujetos a la fiscalización de la Contraloría Gene-ral de la República, CGR, tendrán una Auditoría Interna, la cual dicho cuerpo legal define como: “la activi-dad independiente, objetiva y aseso-ra, que proporciona seguridad al ente u órgano, puesto que se crea para validar y mejorar sus operacio-nes. Contribuye a que se alcancen los objetivos institucionales, median-te la práctica de un enfoque
sistémico y profesional para evaluar y mejorar la efectividad de la admi-nistración del riesgo, del control y de los procesos de dirección en las entidades y los órganos sujetos a esta Ley. Dentro de una organiza-ción, la auditoría interna proporciona a la ciudadanía una garantía razo-nable de que la actuación del Jerar-ca y la del resto, de la administración se ejecuta conforme al marco legal y técnico y a las prácticas sanas”.
Tal y como se indicara ante-riormente, la Ley General de Control Interno Nº 8292 en su Artículo 24 “Dependencia orgánica y regulacio-nes administrativas aplicables”, esti-pula que los Auditores y Subaudito-res Internos de los entes y órganos sujetos a esta Ley, dependerán orgánicamente del máximo Jerarca. Ya previamente en la Ley Orgánica de la Contraloría General, se esta-blecía en sus Artículos 61 y 62 que cada sujeto componente de la Hacienda Pública tendrá una Audi-toría Interna y que el Auditor y el Subauditor dependerán orgánica-mente del Jerarca unipersonal o colegiado, cuando éste exista.
Por razones obvias, toda Uni-dad de Auditoría Interna se ubicará dentro del máximo nivel Institucional, tanto en Ministerios de Gobierno, como en Instituciones Descentrali-zadas administrativa o territorialmen-te. En este último caso, la Con-traloría General en uso de sus facultades constitucionales y legales de fiscalización de la Hacienda Pública, ha emitido normativa técni-ca que es de acatamiento obligato-rio, refiriéndonos a las “Directrices de Control Interno relativas a la ubi-cación de las Auditorías Internas en la estructura organizativa y a la clasi-ficación y funciones de los cargos de Auditor y Subauditor en los Manua-les de las entidades de carácter mu-nicipal D-1-2004-CO-DDI”.
Tales Directrices reiteran a to-dos los Concejos Municipales, Con-cejos Municipales de Distrito y Con-sejos Directivos que deberán garantizar que la Auditoría Interna se ubique, mantenga y funcione dentro de la organización como una de las unidades de mayor rango y con dependencia orgánica directa de éstos, pues conforme la autonomía constitucional de las municipalida-des, son tales Consejos los máximos Jerarcas.
Unidades de Informática
o de Tecnología de la Información
Mediante Resolución del Des-pacho de la Contralora General R-CO-26-2007, se emiten las “Nor-mas Técnicas para las gestión y el control de las Tecnologías de Infor-mación N-2-2007-CO-DFOE”.
La Norma 2.04 “Independen-cia y recurso humano de la Función de TI”, señala que el Jerarca debe asegurar la independencia de la Función de TI respecto de las áreas usuarias, y que ésta mantenga la coordinación y comunicación con las demás dependencias, tanto internas como externas.
En nuestro entender, si la in-dependencia se refiere a la ubica-ción organizacional, el criterio del Órgano Contralor carece totalmente de un criterio técnico que lo valide y permita sustentar el porqué dichas unidades administrativas no deben ser parte del nivel de Línea o de Dirección Administrativa, ya que no se aprecian valoraciones administra-tivas, sistémicas, de control interno u otras que lo fundamenten. No se entiende el criterio de dicho órgano para concebir tal independencia orgánica, ya que debe recordarse que el diseño de sistemas informáti-cos es un medio y no un fin en sí mismo. Un medio para la accesibili-dad y el adecuado resguardo de la información institucional, donde se proveen servicios a toda la organiza-ción, tal y como ocurre con las Uni-dades de Gestión de Recursos Humanos o las Unidades Financie-ras, por ejemplo. Máxime cuando se cae en cuenta de que son muy po-cos los Jerarcas de turno que están familiarizados con la visión o incluso con el lenguaje técnico del campo de la informática.
Para sustentar nuestro criterio citamos a Jiménez Castro quien indica:
“b) las unidades centrales de los sistemas de estadística, de contabilidad, de control, de in-formación, de compras, sumi-nistros y almacenamiento e informática tienen fundamen-talmente funciones de “servi-cios auxiliares” y no activida-des de carácter asesor” (Jimé-nez, 1975, p. 275)
Coincidimos plenamente con tal argumentación, ya que si bien no es nuestro afán demeritar la valiosí-sima labor que cumplen las Unida-des Informáticas, no puede dejarse de lado que igual importancia es-tratégica ostentan éstas, como otras que se dedican al apoyo administra-tivo. El desarrollo de sistemas de resguardo y acceso a la información digital, así como el diseño de una infraestructura técnica que sostenga, (sistemas de redes y hardware), actualice (nuevas versiones de sis-temas en lenguaje digital), controle (niveles de acceso según perfiles y claves) y resguarde (mecanismos de Spyware y antivirus) a los mismos, efectivamente resultan en instrumen-tos para la mejor gestión institucional y deben ser el resultado de una pla-nificación, organización, dirección, control y evaluación constantes, pero no se podría ir más allá en cuanto a revestirlos de una figura de inmacu-lada ubicación y casi de inaccesi-bilidad para el resto de unidades internas.
Una Unidad de Informática, como ya se dijo, desarrolla sistemas en acceso y resguardo a la informa-ción por medios digitales, pero no debe caerse en la miopía de creer que los desarrollan “a su gusto”, ya que son el resto de unidades inter-nas (en este caso los usuarios) las que solicitan mediante un perfil de requerimientos, estos sistemas, o sea, el ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo? y ¿para qué? de un determinado
programa informático lo deciden los usuarios, y si bien se destinan gran-des cantidades de fondos públicos para poder desarrollarlos, actualizar-los y reforzarlos, no debe perderse la objetividad y el razonamiento admi-nistrativo, asignándoles una configu-ración errónea.
El Artículo 12 de la Ley de Planificación Nacional Nº 5525 esti-pula que habrá unidades y oficinas de planificación en los ministerios y en las instituciones autónomas y semiautónomas pudiendo, por inicia-tiva del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, MIDEPLAN, integrarse varias de ellas en una misma oficina siempre que trabajen en un mismo campo de actividad (oficinas sectoriales) y con arreglo a los lineamientos de política general del Plan Nacional de Desa-rrollo a que se alude en el Artículo 4 de la Ley Nº 5525 y a las directrices particulares de cada entidad. Fun-cionarán de conformidad con las normas que establezca el MIDEPLAN para que operen efecti-vamente como partes integrantes del Sistema Nacional de Planificación.
Este Artículo 12 no hace refe-rencia clara a cuáles diferencias ostenta una Unidad de Planificación y una Oficina de Planificación, por lo que no se podría hacer distinción donde la misma ley no la hace, así que para efectos prácticos y de or-ganización administrativa, ambos términos se refieren a una instancia administrativa que forma parte del Sistema Nacional de Planificación creado al amparo de esa misma ley.
Según el Artículo 4, estas ins-tancias administrativas dentro de cada estructura orgánica depen-derán de los Ministros de Gobier-no o del más alto nivel jerárquico en el caso de las instituciones des-centralizadas.
Unidades de Recursos
Humanos
El Reglamento al Estatuto del Servicio Civil Decreto Ejecutivo Nº 21, en su Artículo 8, párrafo tercero, establece que los Jefes o Encarga-dos de Recursos Humanos depen-derán administrativamente del jerar-ca de la institución respectiva, o de quien éste delegue, y técnicamente de la Dirección General del Servicio Civil, DGSC, por lo que para su rele-vo, separación o remoción del cargo, se requiere autorización previa de ésta.
Sus funciones se plasman en el Artículo 132 del Reglamento; no obstante, es el Artículo 133 del mis-mo el que asigna una estructura para estas unidades a nivel de pro-cesos, dentro de los que se cuentan:
Como se denota, al emitirse tanto el Estatuto del Servicio Civil como su Reglamento, pudo visuali-zarse la importancia y estrategia de que están revestidas las funciones relativas al campo de la Gestión de los Recursos Humanos dentro del Poder Ejecutivo. Este es un argu-mento que compartimos, ya que la intención fue que los Jefes de Re-cursos Humanos tuvieran una rela-ción directa con el jerarca, y por lo tanto, que estuvieran en la capaci-dad de tomar decisiones estratégi-cas con la mayor celeridad posible, pero siempre al amparo directo del máximo responsable institucional.
Muy a pesar de lo anterior, es-tos encargados, y por ende las Uni-dades de Recursos Humanos, han sido ubicados dentro de la Gestión Administrativo-Financiera de la res-pectiva institución, por cuanto tam-bién se debe reconocer que muy a pesar de las acciones de alto impac-to que las mismas desarrollan, os-tentan una gran carga de funciones sumamente operativas que no pue-den ser decididas constantemente por los Jerarcas Institucionales, ya que les consumiría tiempo valioso de su labor esencial, estratégica y diplomática.
El desarrollo de concursos in-ternos, los análisis de puntos de Carrera Profesional, la resolución de nóminas de elegibles para puestos en propiedad, la firma de contratos de Dedicación Exclusiva y de permi-sos con goce de salario o sin él, son todas ellas funciones de vital impor-tancia que de una u otra forma pue-den y deben ser de conocimiento del jerarca cuando lo amerite, y recono-cemos el impacto de las mismas para la adecuada gestión institucio-nal, pero se debe dejar en claro que igualmente consumen mucho tiempo para su concreción, y que los jerar-cas no están tan cerca del nivel de línea de la organización como para medir el impacto de éstas u otras acciones de similar naturaleza, por lo que se mantiene el criterio de que sigan dependiendo de la Gestión Administrativo-Financiera.
Son creadas al amparo del Artículo 1º del Reglamento del Sub-sistema de Capacitación y Desarrollo del Régimen del Servicio Civil Decre-to Ejecutivo Nº 15302-P, y podrán ubicarse de forma autónoma o de-pendientes de las Unidades Especia-lizadas de Recursos Humanos.
Las Unidades de Capacitación de Personal, tal y como son denomi-nadas en el decreto de referencia, son: “las encargadas de planificar, organizar, ejecutar, dirigir, supervisar y evaluar las actividades de capaci-tación desarrolladas en los Ministe-rios o Instituciones cubiertas por el Régimen de Servicio Civil.”
El hecho de que puedan ubi-carse dentro de la estructura de las Unidades de Recursos Humanos, reafirma que la labor que cumplen es propiamente de apoyo administrati-vo, por lo que bien se puede decir que deben ubicarse dentro de la Gestión Administrativo-Financiera de la respectiva institución.
El Artículo 105 de la Ley de Contratación Administrativa Nº 7494 establece que en cada uno de los órganos y sujetos públicos que estén sometidos a los alcances de esa Ley (entiéndase: el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, el Poder Legislativo, el Tribunal Supremo de Elecciones, la Contraloría General de la Repúbli-ca, la Defensoría de los Habitantes, el sector descentralizado territorial e institucional, los entes públicos no estatales y las empresas públicas) existirá una dependencia encargada de los procedimientos de contrata-ción administrativa, con la organiza-ción y las funciones que en cada caso se determinarán por medio del reglamento, siendo resorte del Poder Ejecutivo en el caso del Gobierno Central dictar tales reglamentos.
Muchas de las Proveedurías Ministeriales han sido creadas por Decreto Ejecutivo; no obstante, con base en la Ley Nº 7494, se promulgó el Reglamento para el funcionamien-to de las Proveedurías Instituciona-les de los Ministerios de Gobierno Decreto Ejecutivo Nº 30640-H, el que define las competencias para tramitar los procedimientos de con-tratación administrativa que intere-sen al respectivo ministerio, así co-mo para realizar los procesos de almacenamiento, distribución o tráfi-co de bienes y llevar un inventario permanente de los mismos, y osten-tarán como mínimo la siguiente se-paración administrativa:
Valga señalar que ninguno de los instrumentos técnico-jurídicos citados previamente, establecieron la ubicación jerárquica de las provee-durías, pero se concluye que al ser la naturaleza de sus funciones pro-piamente operativa, su ubicación será dependiente de la Gestión Ad-ministrativo-Financiera de la respec-tiva institución.
Unidades de Administración
de Bienes
Conforme el Artículo 53 del Reglamento para el Registro y Con-trol de Bienes de la Administración Central, Decreto Ejecutivo Nº 30720-H, cada ministerio debía dotar a las Unidades de Administración de Bie-nes de los recursos humanos y ma-teriales indispensables para su fun-cionamiento. Nótese que en el Reglamento para el funcionamiento de las Proveedurías Institucionales de los Ministerios de Gobierno, no se incluyeron estas unidades, las que dependen de cada Proveeduría Institucional, con base en dicho Artículo 53.
Las funciones propias de es-tas dependencias se encuentran desperdigadas por todo el Regla-mento, pero de manera general las mismas están orientadas hacia el acatamiento de principios, métodos y procedimientos para el adecuado manejo y disposición de bienes (ac-tivos) de la Administración Central, sea por ingreso, rotulación, donación o baja de éstos.
La dependencia de esta Uni-dad para con las Proveedurías Insti-tucionales, fue reafirmado por la Dirección General de Administración de Bienes y Contratación Administra-tiva del Ministerio de Hacienda según nota DGABCA-NP-510-2007, según consulta del suscrito.
Unidades Financieras
El Artículo 22 del Reglamento a la Ley de la Administración Finan-ciera de la República y Presupuestos Públicos, Decreto Ejecutivo Nº 32988-H-MP-PLAN, estipula que en cada órgano componente de la Ad-ministración Central, existirá una Unidad encargada de la Administra-ción Financiera, que dependerá ad-ministrativamente de la jerarquía formal del órgano de que se trate y técnicamente del Ministerio de Hacienda.
Ya anteriormente se había emitido el Reglamento General del Sistema Presupuestario de la Admi-nistración Central, Decreto Ejecutivo Nº 26402-H, el que en sus Artículos 4, 5 y 6 daba vida a las Oficialías Presupuestales, dependientes técni-camente de la Dirección General de Presupuesto Nacional y considera-das instancias auxiliares en la formu-lación, control de la ejecución y eva-luación del presupuesto.
Esta dependencia técnica que ostentan las Unidades Financieras, que por cierto no les reviste de algún rango administrativo o incluso de alguna ubicación dentro de la jerar-quía institucional, hace que deben acatar irrestrictamente las disposi-ciones, lineamientos y cualquier clase de mandato que emita el Órgano Rector del Sistema de Ad-ministración Financiera, que en nuestro caso para todos los efectos es el Ministerio de Hacienda según lo establece el Artículo 27 de la Ley de Administración Financiera de la República y Presupuestos Públicos Nº 8131.
Su responsabilidad es el adecuado y oportuno cumplimiento de todas las etapas relacionadas con la gestión de los recursos financieros del órgano del que for-man parte: programación, formula-ción, ejecución, control y evaluación presupuestaria.
Al tener muy presente el prin-cipio administrativo de “División del Trabajo”, estas unidades se han incluido como parte de la agrupación de funciones de apoyo administrati-vo, tal y como serían las funciones de recursos humanos, aprovisiona-miento de materiales, gestión de transportes, mantenimiento de edifi-cios, etc., por lo que bien se puede decir que deben ubicarse dentro de la Gestión Administrativo-Financiera de la respectiva institución.
El Artículo 9 del decreto de Creación, Organización y Funcio-namiento del Sistema Nacional de Contralorías de Servicio, Decreto Ejecutivo Nº 34587-PLAN, establece que se crean las Contralorías de Servicios como órganos para pro-mover, con la participación de los usuarios, el mejoramiento continuo en la prestación de los servicios públicos que brinda el Estado costa-rricense, las que dependerán del máximo jerarca del órgano o ente público al que pertenezca, y su creación será de carácter obligatorio en las instituciones que conforman la Administración Pública, dedicadas a la prestación de bienes y servicios a los ciudadanos.
Estas tienen fundamento en la creación del Sistema Nacional de Contralorías de Servicios, según el Artículo 4 del mismo decreto y cuya Secretaría Técnica será parte del Área de Modernización del Estado de MIDEPLAN.
Unidades de Transporte
El Artículo 243 de la Ley de Tránsito por vías públicas terrestres Nº 7331 establece que la responsa-bilidad del buen uso de los vehículos oficiales es de la autoridad superior de cada ministerio o de la institución respectiva, y para cumplir con dicha función el Artículo 244 señala que existirá una unidad interna de Trans-portes que dependerá de la respecti-va Dirección Administrativa.
Los artículos siguientes de esa norma incluyen algunas conside-raciones sobre los controles para con los vehículos del Estado y que son responsabilidad de estas unida-des como lo son: el personal que utiliza los vehículos, el kilometraje, los combustibles, los lubricantes utilizados, las reparaciones de que son sujetos e incluso la autorización para que los vehículos de uso admi-nistrativo general circulen en horas y días fuera del horario normal.
Nótese que según la ley de marras, la unidad indicada sí ostenta una ubicación específica dentro de la estructura orgánica y la incluye como parte de las funciones de apoyo administrativo en toda institución.
Unidades de Archivo
En acatamiento del Artículo 41 de la Ley del Sistema Nacional de Archivos Nº 7202, todos los órganos del Sistema Nacional de Archivos y de los archivos de los Poderes Le-gislativo, Judicial y Ejecutivo, y de los demás entes públicos, cada uno con personalidad jurídica y capaci-dad de derecho público y privado, salvo normativa especial, deberán contar con un Archivo Central y con los Archivos de Gestión necesarios para la debida conservación y orga-nización de sus documentos.
Su responsabilidad va dirigida a reunir, conservar, clasificar, orde-nar, describir, seleccionar, adminis-trar y facilitar la documentación pro-ducida por las diferentes unidades, que forme su pre-archivalía y que deba mantenerse técnicamente or-ganizada, debiendo centralizar toda la documentación producida por el ente en el caso de los Archivos Cen-trales, con la asesoría y adiestra-miento de la Dirección General del Archivo Nacional.
En cuanto a su ubicación, ni la ley de referencia, ni su Reglamento Decreto Ejecutivo Nº 24023-C, esta-blecen una ubicación taxativa dentro de la estructura orgánica para este tipo de instancias. No obstante, en ambos sí se indica que en cada insti-tución que se encuentre obligada al acatamiento de esta normativa, de-berá existir un Comité Institucional de Selección y Eliminación de Do-cumentos, conformado por el Asesor Legal, el Superior Administrativo y el Jefe o Encargado del Archivo, todos de la entidad productora de la docu-mentación. A la luz de la conforma-ción de este Comité, es nuestro cri-terio que el Archivo Central de toda institución pública deberá depender del máximo nivel Institucional con carácter de Staff, tanto para el jerar-ca unipersonal o colegiado, como para el resto de unidades internas y al amparo del Artículo 39 de la Ley Nº 7202. Lo anterior se refuerza en cuanto esta unidad es la encargada de guiar y asesorar al resto de ins-tancias administrativas en la forma en que deben clasificar, ordenar, describir, seleccionar y facilitar la información dispuesta en sus res-pectivos archivos de gestión.
Al analizar igualmente la natu-raleza de las funciones de un Archi-vo Central en cuanto a la forma de guiar, tanto en la clasificación que debe darse para el adecuado acceso a la documentación de carácter público o confidencial que produzcan las instituciones públicas, como en el proceso de eliminación que deba darse de ésta, se refuerza por ende el argumento de que tales unidades brindan asesoría de carácter trans-cendental a todas las unidades ad-ministrativas, por lo que se reitera se ubicación en el nivel Staff.
Ocupacional
Atendiendo lo dispuesto en el Artículo 300 del Código de Trabajo Ley Nº 2, toda empresa que ocupe permanentemente más de cincuenta trabajadores está obligada a mante-ner una Oficina o Departamento de Salud Ocupacional. Sus competen-cias y obligaciones se plasman en el Reglamento sobre las Oficinas o Departamentos de Salud Ocupacio-nal, Decreto Ejecutivo Nº 27434-MTSS, pero su fin principal radica en lograr la reducción de accidentes y enfermedades laborales mediante la ejecución de diagnósticos y progra-mas en la materia.
Es mediante el Artículo 3 de dicho Reglamento que puede visua-lizarse la ubicación de estas instan-cias dentro de cualquier estructura orgánica, tanto a nivel público como privado, ya que en cuanto al segun-do se establece que dependerá del nivel gerencial. En cuanto a las insti-tuciones públicas textualmente indi-ca que: “dependerá de la más alta línea jerárquica”.
Coincidimos plenamente con la ubicación establecida en dicho cuerpo normativo, ya que la preven-ción y reducción de accidentes y riesgos laborales (físicos y/o menta-les) cobija a toda la organización y debe ser resorte del Jerarca Institu-cional la emisión, valoración, opera-cionalización y seguimiento de aque-llas políticas que logren tal objetivo.
Otro tipo de denominaciones
utilizadas en la administración
pública
Desde hace aproximadamente cinco años, en ciertas instituciones públicas, descentralizadas sobre todo, han venido operando las de-nominadas Unidades Estratégicas de Negocios, tal y como en el caso del Instituto Costarricense de Electri-cidad, ICE, y el Instituto Costarricen-se de Acueductos y Alcantarillados, AyA, Lizette Brenes Bonilla se refiere así a estas instancias:
“En la actualidad, las corpora-ciones que implican una mez-cla de negocios diferentes, han adoptado una forma de orga-nizarse conocida con el nom-bre de Unidad Estratégica de Negocios (UEN) que separa a los negocios según su natura-leza. Esta práctica ha sido adoptada también por institu-ciones, solamente que utilizan el término “actividad” en el lu-gar de negocio (UEA). Esta organización permite a la uni-dad más independencia y li-bertad estratégica.”(Brenes, 2008, p. 109)
Este concepto lo reforzamos conforme lo indicado por la Contra-loría General en el informe DFOE-ED-16-2007 “Informe sobre los resul-tados de la fiscalización evaluativa efectuada en el Instituto Costarricen-se de Electricidad sobre la planifica-ción de las adquisiciones de tecno-logía para el Sistema Nacional de Telecomunicaciones”, al indicar so-bre las UEN lo siguiente:
“La organización anterior se había diseñado con base en Unidades Estratégicas de Negocios (UEN), las cuales tenían el objetivo de desa-rrollar y entregar un conjunto de productos específicos de telecomunicaciones al cliente. En ese sentido, el concepto de UEN estaba asociado con dotar a una unidad admi-nistrativa con las carac-terísticas necesarias para funcionar con ciertos niveles de independencia.
Sobre el particular, a cada UEN se le otorgó, vía reglamento, de las facultades necesarias para llevar a cabo una gestión ágil y flexible en el cumplimiento de sus objetivos, de modo que pudieran ofrecer un servicio con calidad y con la oportunidad debida. Así, a manera de ejemplo, la UEN móvil se encargó de todo lo relacionado con la tecnología móvil, tanto a nivel de planificación, contratación y ejecución de los proyectos de desarrollo de la red, de los servicios y del mercado de dicha tecnología, como de la operación del sistema móvil.”
Posterior a la valoración de ambos argumentos, se puede evi-denciar que este tipo de mecanismo de organización administrativa, es implementado en aquellas institucio-nes públicas que generan igualmen-te sus propios ingresos, con motivo de desarrollar un enfoque de Nego-cios, sin desprenderse del cordón umbilical que las une a todo un Sis-tema Administrativo Público, argu-mento que el lector podrá reafirmar, al analizar la totalidad del informe de referencia, en el cual incluso se menciona cómo la Contraloría Gene-ral reitera la necesidad y la impor-tancia de un planeamiento es-tratégico corporativo para todo el Grupo ICE a través de sus sub-sidiarias: Radiográfica Costarricen-se S.A., RACSA, y Compañía Na-cional de Fuerza y Luz S.A., CNFL, desarrollándose así todo un conglo-merado que abarque la totalidad del espectro empresarial, o sea: electri-cidad y telecomunicaciones.
Este enfoque de Negocios que da fundamento a las UEN, se ve revestido de una necesidad de efi-ciencia y eficacia diferente al que podría encontrarse en el resto de instituciones públicas, por cuanto su interés si bien igual incluye un in-terés socio-político por ser parte de un Sistema Administrativo Público, de igual forma se busca la genera-ción de ingresos.
Hasta este punto no se podría argumentar efectos negativos para con esta forma de organización, pero sí se debe dejar claro que no puede ser implementada en otras institu-ciones públicas que no comparten este tipo de características.
Superintendencias
Este término lo observamos por primera vez en el planteamiento de José Galván Escobedo en su Tratado de Administración General (Araya, 1988). Es así como las Su-perintendencias, según el autor, responden al establecimiento de una clasificación extrapolada de los Es-tados Unidos de América y que se utiliza en la determinación de los principios básicos para el estableci-miento de diversos grados de la jerarquía ejecutiva, respondiendo sobre todo a dos preguntas impres-cindibles de tomarse en cuenta en cualquier análisis jerárquico:
El cuadro No. 1 nos permite dimensionar de mejor manera la propuesta en cuanto a supervisión y responsabilidad de dichos niveles jerárquicos:
Conclusiones
Cuando se analiza la capaci-dad de gestión de las instituciones pertenecientes a la Administración Pública, indefectiblemente debemos referirnos a la adecuada organiza-ción estructural que éstas han desarrollado, considerando prime-ramente sus objetivos y funciones y, en segunda instancia, el acatamiento a toda una gama de disposiciones técnico-jurídicas que toman como fundamento el salvaguardar deberes de tales instituciones y derechos de los funcionarios y/o usuarios que atienden.
Por lo tanto, en un extremo tenemos los principios teóricos que a través de las Ciencias Administrati-vas se han formulado a lo largo de los años y que buscan dotar de herramientas para la mejor organi-zación de las instituciones. En el otro, contamos en la Administración Central costarricense con normas que compelen a las instituciones a contar con una serie de Unidades Administrativas que desarrollan acti-vidades muy particulares, y que en buena lid deben abonar esfuerzos que permitan a los jerarcas respecti-vos, concretar una mejor gestión institucional en pro de las necesida-des sociales detectadas y que dan vida a dichas instituciones.
CUADRO No. 1
NIVELES DE SUPERVISIÓN DE LAS OPERACIONES
GRADO DE SUPERVISIÓN QUE SE EJERCE |
RESPONSABILIDAD DE LOS SUBORDINADOS EN LO QUE CONCIERNE A RESULTADOS |
1. SUPERINTENDENCIA GENERAL |
|
Disquisición del programa: evitar las interfe-rencias en cuanto a medios o métodos. Jerarquía superior a la de los subordinados y jefes técnicos principales. |
Obtener resultados satisfactorios en forma creciente que están de acuerdo con el programa, sin necesidad de instrucciones especiales. |
2. SUPERINTENDENCIA ADMINISTRATIVA |
|
Instrucciones en cuanto a programas y discusión ocasional de medios y métodos. Jerarquía superior a la de los jefes y división y departamento y otros trabajadores inde-pendientes de igual rango. |
Obtener resultados satisfactorios en forma creciente de acuerdo con el programa, sin consultar en cuanto a método. |
3. SUPERINTENDENCIA EJECUTIVA |
|
Consulta frecuente, asesoramiento y guía. Jerarquía correspondiente a los puestos de supervisión y superior a los trabajadores capacitados y funciones independientes. |
Diseñar métodos para lograr el objetivo; lle-var a cabo el trabajo por propia iniciativa y aceptar la responsabilidad por los resulta-dos de éste. |
4. SUPERVISIÓN GENERAL |
|
El supervisor está disponible, pero no inter-viene en las fases de menor importancia del trabajo de aquellos empleados que están familiarizados completamente con sus deberes y con los medios de llevarlos a cabo. |
Mantener una norma satisfactoria de los re-sultados, sin necesidad de una comproba-ción constante.
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5. SUPERVISIÓN EJECUTIVA |
|
Sobre empleados que han aprendido la rutina de su labor pero que necesitan ins-trucciones en cuanto a cualquier desviación de la misma que se presente. |
Obtención de resultados energéticos y exactos de acuerdo con el procedimiento adoptado.
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6. COMPROBACIÓN |
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Una vigilancia constante sobre el modo o el método del trabajo en todos sus detalles sobre un aprendiz o un neófito. |
Atención rigurosa a las instrucciones y es-fuerzo continuo para llevar éstos a cabo.
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Fuente: José Galván Escobedo (Araya, 1988).
Se nota cómo se desatienden, tanto la teoría, como la normativa vigente aquí presentadas, por lo que se llama la atención a todo aquel funcionario público que tenga rela-ción con la formulación de estructu-ras orgánicas, con el propósito de que tenga adecuados basamentos para todas aquellas propuestas técnicas de organización o reorgani-zación administrativa, ya que no se contribuye con las instituciones de-mocráticas, dotarlas de estructuras que no toman en cuenta el contexto que las rodea, máxime cuando se denota una relación estrecha entre dichas estructuras y el cumplimiento sistémico de objetivos socioe-conómicos que mejoren la calidad de vida de los habitantes.
Bibliografía
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Entre fantasía y realidad:
Beatriz Paez* Una historia de calidad
NARRA DE MANERA SENCILLA Y UTILIZANDO UNA ESTRATEGIA PEDAGÓGICA-PRAGMÁTICA, LA DINÁMICA DE UN EQUIPO DE TRABAJO SOBRE CALIDAD, RESCATANDO EN FORMA AMENA Y FORMATIVA, EL PROCESO DE CALIDAD INSTITUCIONAL, CON EL PROPÓSITO DE ACERCAR CON UN MÉTODO SIMPLE, ESTE TEMA A LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS.
PALABRAS CLAVES: CALIDAD; ADMINISTRACIÓN PÚBLICA; FUNCIONARIOS PÚBLICOS; EQUIPOS DE TRABAJO
empresa u organización por los cua-les se administra de forma ordenada la calidad de la misma, en la búsqueda de la satisfacción de las Si hubiese querido en mis lecciones hablar el tema de calidad o gestión de calidad, seguramente habría consultado el diccionario de la Real Academia Española, para co-nocer el significado de la palabra calidad y encontraría la siguiente definición: “Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor”. (RAE, 2010). O bien buscaría información de Wikipedia, para obtener un acer-camiento rápido a la temática y se-guramente hallaría: “Un sistema de gestión de la calidad es el conjunto de normas interrelacionadas de una
* Catedrática de la Universidad Estatal a Distancia, UNED, de Costa Rica.
Recibido: 15 de enero del 2010.
Aceptado: 18 de junio del 2010.
necesidades y expectativas de sus cli entes.” (Wikipedia, 2010).
A partir de lo anterior, comen-zaría a desarrollar la lección, mas, considero que el concepto de calidad necesita para su comprensión, y puesta en práctica, un abordaje más constructivista; lograr que el funcio-nario se empodere del término, y lo haga una realidad en su gestión institucional.
La incomprensión sobre esta temática se agrava aún más, si se considera el hecho de que en pro-medio, el 21% de los funcionarios son profesionales y en algunos ca-sos específicos, la cifra apenas llega al 4%; cantidad que para efectos de formación sobre calidad, se reduce en el tanto que salvo ciertas excep-ciones, quienes asisten a cursos especializados sobre esta temática, suelen ser una parte de los profe-sionales que han sido debidamente
seleccionados; por lo que se podría concluir que el segmento al que no ha llegado el mensaje de calidad, puede ser sumamente significativo, que aún sin disponer de cifras exac-tas, de seguro es la mayoría.
La complejidad de la función pública requiere de otros cuestio-namientos, como el hecho que de los pocos funcionarios que han asis-tido a los cursos de calidad, algunos no encuentran cómo darle aplicabili-dad en sus labores, o señalan que la temática no es atinente con su función, lo que ocasiona que la ges-tión continúe sin mejorar, circuns-tancias que en última instancia per-judican al cliente o usuario.
Entendiendo la situación, es que surge la pregunta, ¿cómo pue-de lograrse que el tema de calidad llegue a todos? Incluyendo la posibi-lidad de alcanzar a muchos funcio-narios públicos de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, a través de una historia, que tiene algo de realidad y una pizca de fan-tasía, aderezada con situaciones que ocurrieron ¿o no?, en una insti-tución gubernamental.
La idea es guiar al lector hacia el entendimiento sencillo, pero no por ello poco formativo, en los procesos de gestión de la calidad en la función pública; para lograr este cometido, surge Pedro, un persona-je humilde, pero de gran sabiduría pueblerina, que un día indetermina-do, al ser “las 7:23 a.m., cuando llegó a la capital el autobús en que viajaba [procede a] recorrer los 550 metros de distancia que separan la Terminal hasta el puesto de revisión del Parlamento Nacional”.
Durante ese trayecto, Pedro recuerda la aventura que lo ha lle-vado al evento que ese día le co-rresponde compartir en uno de los edificios más emblemáticos del país, y que a su vez, es la sede del máximo poder de la República. A su memoria, necesariamente se aso-man sus compañeros, La Pre, Doble A, El Doc`, YoYo, Norma y Faro, un consultor que se sumó al Equipo de Mejora Continua de la SGFP, ésta última, es la institución donde se desarrollan los hechos y cuyo nom-bre, cual aparente descuido, queda reservado para el último apartado de la historia.
Durante la trama, se ve cómo los personajes principales, reciben el llamado a la gestión de calidad, algunos de las muchas dificultades que acontecieron en el camino, cómo las enfrentaron e incluso, cómo esta experiencia impactó sus vidas personales, todo ello para bien. La narración no es ajena a las fricciones y temores humanos que se vive en este tipo de proyectos, condimento que pretende ayudar a la asimilación de la teoría de cali-dad, que se va filtrando, a veces más discreta y otras más abierta-mente, durante el recorrido al Par-lamento Nacional y los recuerdos de Pedro.
La historia toma un giro cuan-do al fin el personaje principal arriba al evento, donde se revelan nuevas sorpresas, para concluir sin termi-nar, no por falta de argumento con
qué hacer el cierre de la trama, sino para ser consistente con los plan-teamientos de calidad, que de ma-nera existencial se podrían interpre-tar como vivir cada día tratando de superar el anterior, aun cuando el día de mañana probablemente su-pere al de hoy.
¿Por qué entre fantasía
y realidad?
Desde hace mucho tiempo, escucho hablar de gestión de cali-dad, incluso he visto libros de me-diados del siglo pasado que la tratan con diferentes nombres y ligeras variaciones, pero es evidente que en el fondo, se refieren exactamente a lo mismo, lo que incluye el enfo-que formal, sobrio y técnico, con que explican cualquier asunto rela-cionado con la calidad. Eso puede estar muy bien para profesores que den clases en las universidades, o para que los especialistas discutan sobre ella en sus reuniones; sin embargo, de lo que he observado, pareciera que todos los escritos son consistentes en plantear, que para que la gestión de calidad sea efecti-vamente aplicada en una institución, tiene que llegar a todas las perso-nas que laboran ahí, personas para quienes los planteamientos tradi-cionales, incluyendo tecnicismos, pueden ser poco interesantes, como para mi lo es la mecatrónica, la física cuántica y muchas otras materias.
El asunto es que quienes forman parte de ese nutrido grupo de personas a los que no está lle-gando el mensaje de la calidad, es una cantidad apreciable, pues pue-de incluir a los funcionarios que han tenido menos estudios, lo que es particularmente importante si se tiene que hay grandes contrastes entre los perfiles generales de fun-cionarios que laboran en las diver-sas instituciones y dependencias de un país. Así por ejemplo, puedo compartirles que en el caso de Cos-ta Rica, para finales del 2009, se tiene instituciones como el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, MIDEPLAN, en que de los 190 funcionarios, un 78% son profesionales y en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, MICIT, y la Procuraduría General de la Repúbli-ca, el 75% de sus colaboradores también lo son. En contraposición, en los Ministerios de Obras Públicas y Transportes, MOPT, Adaptación Social y el Ministerio de Seguridad, los profesionales representan desde un 19%, hasta un 4%. En resumen, se puede decir, que para el país citado, al concluir el 2009, en las diversas dependencias que confor-man el Régimen de Servicio Civil, (exceptuando el Ministerio de Edu-cación), el 21% son profesionales y el remanente 79% no lo es.
Sin embargo, el analfabetis-mo respecto a los temas de calidad, es aún mayor, si se considera que de quienes probablemente hayan tenido mayor posibilidad de acceder a capacitación en esta temática, salvo ciertas excepciones, suelen ser algunos profesionales que han pasado algún proceso de selección, es decir, un segmento de la propor-ción anteriormente referida. Más aún, de dicho selecto grupo, puede haber una parte que, por el tipo de trabajo que realizan, pasan el día muy ocupados atendiendo asuntos operativos urgentes, como para asistir a elaborados cursos de larga duración, tal es el caso de una gran cantidad de jefaturas y profesionales que deben atender público, preparar certificaciones, realizar matrículas, emitir informes, dictar cursos, asistir a reuniones, resolver gestiones que tienen plazos legales imposterga-bles, u otro tipo de responsabilida-des que no admiten dilación.
Pero como si lo anterior no fuera suficiente, el nivel de aprove-chamiento del discurso de calidad, puede ser aún menor, si se conside-ra que de los servidores públicos que han tenido el privilegio de recibir capacitación sobre estos temas, es probable que su interés personal y profesional no sea muy afín con los desarrollos teóricos de la calidad, lo que puede operar en perjuicio de la asimilación de éste tópico.
Ante esta situación que además de ser real, y probablemen-te compartida en muchos países latinoamericanos, se tiene que las exigencias del siglo XXI que nos corresponde vivir, y donde vivirá nuestra descendencia, hacen que sea indispensable que todos apren-damos a comunicarnos, trabajar y vivir en el lenguaje de la gestión de calidad, como lo hicieron quienes más adelante les contaré. Precisa-mente el relato de la experiencia de esos personajes pretende servir, cuál estrategia pedagógica, para acercar el tema a los funcionarios, en lugar de forzarlos a estudiarlo.
De esta manera, tratando de hacer uso de ciertas condiciones constructivistas, como lo es el am-biente de trabajo en que regular-mente laboran los funcionarios públicos y las relaciones interperso-nales que de manera natural se dan entre quienes comparten determi-nadas tareas, incluyendo temores y fricciones, les contaré la historia de la SGFP, esperando que la misma hasta les pueda ser agradable, con lo que es posible que se facilite el proceso de construcción y consoli-dación del conocimiento (metacog-nición), necesario para implementar la calidad en el quehacer profesional y más aún, para sacar provecho de ella, incluso en los aspectos cotidia-nos de la vida personal.
Como el relato trata de asun-tos que pasaron hace mucho tiem-po, es probable que se mezclen recuerdos de la experiencia, con lo aprendido sobre teoría de la gestión de calidad, así como apreciaciones personales alimentadas de propias quimeras; en fin… la fábula se teje alrededor de un personaje sencillo pero diligente, que representa la vivencia de la calidad, de manera que la historia resulte un plato atrac-tivo para una parte importante de los funcionarios públicos, quienes difí-cilmente podrían imaginarse estu-diando normas de estandarización de calidad, ni siquiera poniendo atención a una conferencia sobre reingeniería de procesos, autoeva-luación o acreditación, pero quienes indispensablemente, son necesarios sumar en cualquier proyecto de gestión de calidad, si se quiere que una institución sea exitosa en seme-jante aventura, como lo fue la SGFP.
Dado que los personajes y si-tuaciones presentados, no preten-den corresponder a ninguna situa-ción en particular, cualquier semejanza con casos específicos, debe entenderse como una respe-tuosa invitación a la reflexión sobre la vivencia personal y laboral con miras a su mejora continua, invita-ción que a su vez es producto de la conjugación entre fantasía y reali-dad, que se ha hecho para construir esta historia alrededor de los princi-pios de la gestión de calidad.
¿Quiénes y dónde?
Hace mucho tiempo, en un país del Istmo Centroamericano, Panamá o República Dominicana, en una institución pública conocida como SGFP, siglas cuyo significado no quiero acordarme, laboraban un singular grupo de trabajadores, que por azar del destino y para suerte de los usuarios de sus servicios, tuvie-ron que compartir una historia de calidad.
El primero de ellos, Pedro, era un chofer, alto, grueso y bien parecido, dirían algunas. Su vida había transcurrido en una ciudad fuera de la capital, donde se había criado junto a sus padres y sus dos hermanos, cosechando lo poco con que comían, recogiendo huevos y comprando fiado en la pulpería, hasta que llegara el jornal de su padre, que a decir verdad era bien poco para una familia de cinco per-sonas. Sin embargo, Pedro gozó su infancia y adolescencia, corrió a más no poder por la llanura, apren-dió a montar toros bravos y con ello a traer algún dinero a la casa. En cuanto a los estudios… sólo pudo terminar la primaria, ya que su fami-lia no tenía más dinero para man-darlo a la secundaria y dado que era el mayor de los hermanos, debía ir a ayudar a su padre a arriar las reses en la finca de don Agustín, quien era todo un hacendado.
Don Agustín, era un señor de la capital, que tenía su finquita allá en las llanuras, con algunas cabe-zas de ganado, siembras de caña y de frijol. Le gustaba recorrer la finca montado en su jeep, y apenas Pe-dro pudo llegar los pies a los peda-les, se ofreció para ser su chofer personal.
Así fue como Pedro, cuando don Agustín sufrió un accidente y no pudo manejar más, fue a trabajar a la capital, ayudando a don Agustín a desplazarse para realizar sus nego-cios. Con la muerte de su patrón, llenó algunos formularios de la SGFP y se colocó como chofer.
Habían varias personas, que en el ambiente informal de trabajo eran más conocidas por sus seudó-nimos que por sus nombres, como pasaba con La Pre, como le dicen cariñosamente a la Profesora Elia, que fungía como Presidenta Ejecuti-va. Persona de escasa estatura, apenas 1,49 cm, pero que se carac-teriza por su gran confianza y alegría, al grado de no tener reparo en bromear sobre sí misma diciendo que su optimismo se debía a que: -por mi baja estatura física, me he acostumbrado a siempre mirar hacia arriba-. La Pre había empezado como asistente administrativo dentro de la SGFP, pero siguió estudiando en la universidad y obtuvo su título de Maestría, lo que le permitió as-cender a diferentes puestos, hasta llegar al más alto nivel. El hecho de haber estado en las más variadas dependencias, le permitió conocer muy a fondo el desarrollo de la insti-tución, cuáles eran sus puntos débi-les y cuáles los fuertes, también conocía muy bien qué elementos podían mejorarse y cuáles eran necesarios eliminar del todo.
Aunque la Pre llegó hasta la presidencia ejecutiva, no olvidaba el esfuerzo de sus padres para enviar-la a estudiar, y las noches enteras que tuvo que dejar de dormir para concluir más rápido sus estudios y de esta forma ayudar al sostén de la familia. Quizás por ello, es que la Pre, ayudaba en la institución a todo aquel joven que quisiera superarse y trataba con mucho respeto a todos sus compañeros de trabajo, ya sean sus iguales profesionales, el conser-je o al chofer; probablemente esa parte de su vida era la más respeta-da dentro de la institución por los demás funcionarios.
Por su lado, Doble A, era un buen hombre, pero sus palabras, aún cuando solían ser dulces, tenían poco sustento, por eso era conocido como Algodón de Azúcar, lo cual hacía juego con las iniciales de su nombre y su puesto, es decir, Axel Arrieta, que era el Asistente de la Administración. Su vida personal no marchaba bien y estaba interfi-riendo con su desarrollo profesional, incluso se sentía desmotivado, in-seguro, creía que sus compañeros juzgaban negativamente su trabajo, por lo que desde hacía varios me-ses, no participaba de las activida-des de la oficina, los almuerzos, y su tensión se reflejaba en su rostro, el cual denotaba angustia y tristeza. Algodón de Azúcar, tenía realmente una amarga existencia.
Había un joven de gran inicia-tiva y dinamismo, llamado David Ocampo, quien trabajaba como Director de Operaciones y Compras, le gustaba mucho leer sobre salud, buenos hábitos de vida y solía darle consejos a los demás, sobre estos temas, por eso le habían dado el epíteto de El Doc`.
El Doc` intentaba constante-mente animar a sus compañeros a iniciar procesos nuevos, generar distintas estrategias y encontrar nuevas soluciones a los viejos pro-blemas. En cuanto veía a alguien desanimado, llenaba su correo electrónico con mensajes positivos, graciosos y relajantes, o improvisa-ba un café casual, hasta que veía a su compañero con otra actitud.
Por otro lado, Yoel Yoldi, Se-cretario de la Subgerencia de Pro-yectos, destacaba por ser muy ex-presivo, especialmente le gustaba presumir de sí mismo y criticar a los demás, al grado que sus colegas bromeaban sobre él diciendo que era el YoYo; por cierto, era integran-te de la Comisión del Cambio y Pro-greso, sobre lo que hablaremos más adelante.
Yoel tenía mucho tiempo de trabajar en la institución, había visto pasar por allí a muchos colegas que ante un mejor salario, se traslada-ban de oficina, por lo que no conta-ba con un compañero cercano con el cual charlar durante el café o las diferentes actividades. Su mayor logro era ser miembro de la Comi-sión de Cambio y Progreso, donde sus comentarios mordaces y la críti-ca destructiva, ante cualquier intento de cambiar el formato de alguna gestión, eran bien recibidas. Los resultados de dicha comisión eran mínimos y de escasa utilidad, por eso pocos funcionarios deseaban pertenecer a ella y los que la com-ponían, estaban muy a gusto, pues nadie entorpecía su trabajo.
También estaba Norma, quien era una señora muy formal, que seguía todas las pautas estableci-das; se distinguía por su personali-dad muy estructurada, por ser cono-cedora de temas de etiqueta y protocolo aplicables en las distintas situaciones sociales y laborales, y quien había realizado un curso so-bre ISO 9001, en donde estudió las normas INTE-ISO 9000:2000, que son las mismas que seguían las empresas transnacionales para certificarse en calidad.
Sin embargo Norma, tenía problemas para relacionarse con funcionarios que no fueran profesio-nales, conciente o inconcientemente los rechazaba, al grado de ni siquie-ra dedicarles un saludo de buenos días, menos mostrar interés por asuntos personales de otros. Pen-saba que en la vida todos debían superarse profesionalmente y el que no lo hacía era porque no lo desea-ba, olvidando por completo que algunos contaron con pocas oportu-nidades de formación, como era el caso de Pedro, quien muy al pesar de Norma, siempre estaba dispues-to a brindarle una generosa sonrisa y un atento saludo, al cual ella se veía comprometida a responder entre dientes.
Esta historia no estaría com-pleta sin la participación de Faro, consultor del Foro Regional de la Administración Pública; el día que lo presentaron trataron de resaltar su gran conocimiento en los temas de calidad, capaz de dar claridad e iluminar con sus exposiciones sobre dicho tema, lo que apoyado en su alta estatura, hizo que en seguida lo asociaran con un Faro del conoci-miento de la calidad y a partir de ahí, se le conoció con dicho mote, y ya nadie preguntó por su nombre verdadero.
Faro tenía una personalidad pragmática, fácilmente lograba or-ganizar un grupo de trabajo y dele-gar las funciones, no había persona que lo conociera y no se sintiera como si su amistad fuera de toda la vida. Le gustaba leer mucho, la temática era variada, desde: “El Quijote”, pasando por autores como Chopra, D´Melo, García Márquez, así como “Claro Luna” o “Luna Nue-va”, esto por cuanto debía tener temas para conversar con la gente de todas las edades, y para entre-tener a los más jovencitos, solía estar en contacto con los libros de la editorial Barcos de Vapor, y cabe decir que de allí sacaba muchos de los ejemplos que utilizaba en sus conferencias.
Tenía un don y él lo sabía, podía conversar durante horas con una audiencia grande y los asisten-tes no se distraían, ni se retiraban. Solía frecuentar asilos de ancianos con los que compartía animadamen-te y les alegraba el día, pensaba que todos llegaríamos a viejos y esperaba que también alguien joven quisiera compartir con él, cuando platearan sus sienes.
Empezando por el final
Eran las 7:23 a.m., cuando llegó a la capital el autobús en que viajaba Pedro. -El tiempo era sufi-ciente para recorrer los 550 metros de distancia que separan la Termi-nal hasta el puesto de revisión del Parlamento Nacional- pensó, es decir, -a la entrada para el ingreso al público-. Y es que hoy tenía que venir con más tiempo del necesario, pues Pedro sabía que la activi-dad era importante y no quería llegar sudado ni agitado a un evento en un lugar tan distinguido. Además, el recorrido le servía para repasar algunos recuerdos de toda esta aventura en que ahora se encontraba.
Hasta hace apenas un par de años, aquel chofer, para quien el diploma escolar era el único título que había ganado en su vida, esta-ba lejos de comprender palabras sofisticados como Kaisen, Reinge-niería de procesos, Modelos de Autoevaluación, Iso 9000, Modelo CAF, Balanced Scorecard y Kankan entre otros. Pero su desconoci-miento de toda esas, para él, confu-sas teorías, contrastaban con la enorme claridad que guardaba en su corazón, más que en su memo-ria, sobre el deber de cumplir con sus responsabilidades de la mejor manera posible y la satisfacción que eso generaba, todo ello, conforme lo vio de sus padres durante su infan-cia, y se lo explicó su maestro en los siete años que duró su primaria; sí fueron siete, pues tuvo que repetir el tercero.
Y es que cuando Pedro reci-bió el comunicado de La Pre, sólo entendió algunas palabras aisladas, pero ni siquiera supo reconocer si aquello era una felicitación o una sanción. Efectivamente, para él, no quedaba claro qué pretendía decir La Pre con eso de que: -en virtud de sus calidades y desempeño, se le hace saber que a partir de esta fe-cha, pasa a formar parte del Equipo de Mejora Continua, con la finalidad de delinear un derrotero institucio-nal, conforme a los principios de excelencia que privan la calidad.- Para mayor preocupación, la carta iba con copia para su jefe y el De-partamento de Recursos Humanos.
La revelación: la primera
sesión del equipo
de mejora continua
Más resignado que otra cosa, Pedro asistió a la primera reunión, donde se llevó la sorpresa, de en-contrar que al igual que él, habían sido convocados otros cuatro com-pañeros, es decir, que si acaso la famosa carta era para algo malo, al menos tendría con quien compartir la carga que ello significara. Sin embargo, en su mente había algo que no calzaba, y es que los demás integrantes del denominado Equipo de Mejora Continua, eran personas muy estudiadas, incluso algunos hasta tenían posiciones de jefatura.
La reunión empezó apenas llegó La Pre acompañada de un desconocido: -Muy buenos días-, dijo, aquella menuda persona que siempre se caracterizaba por su cálida sonrisa, justo lo necesario para romper el hielo de la primera reunión, y de veras que lo rompió, pues a partir de ahí, iba explicando respecto a la conformación de este grupo, que era, para que estudiaran el tema de la calidad, pero con una clara advertencia de que necesa-riamente lo hicieran con un sentido práctico, es decir, con miras a identi-ficar formas de hacer que la institu-ción fuera más eficiente y brindara un mejor servicio a sus clientes.
Norma, que evidentemente había estudiado, y muy a fondo, el asunto aquel de la calidad, se lució al comentar sobre la importancia de que las cosas se hicieran de la me-jor forma y desde el principio, es decir, sin tener que estar devolvién-dose a corregir lo que se había hecho mal, pues si se hacía correc-tamente desde la primera vez, no se perdería tiempo ni dinero repitiendo el trabajo.
A propósito, qué suerte que ahí estaba El Doc`, pues por moti-vos de trabajo, en varias ocasiones Pedro lo había tenido que llevar a distintos lugares en algún carro de la institución, lo que le había permi-tido hablar con él en muchas opor-tunidades y a partir de ahí le había tomado confianza. Esa cordialidad que le inspiraba El Doc`, fue lo que alentó a Pedro a sentirse cómodo y sobrellevar tranquilamente aquella primera sesión.
La Pre planteó: -Tenemos un gran trabajo para hacer, el cual es muy importante pues puede marcar una diferencia significativa en la labor que realizamos día con día; para ello, requeriremos su mayor atención y esfuerzo, pero no esta-remos solos, ya que contaremos con la asesoría de un gran especia-lista en gestión de calidad, me refie-ro al consultor del Foro Regional de la Administración Pública, quien nos acompañará durante las primeras sesiones de trabajo y luego de ma-nera alterna, conforme se requiera.
A lo que Faro agregó: -Buenos días, quisiera empezar felicitándolos por tener el valor de emprender este proyecto. En mi experiencia de consultor, resulta sorprendente ver la gran cantidad de instituciones que ni siquiera in-tentan realizar una gestión de cali-dad, con lo que, en lugar de evitar el posible fracaso de un proyecto, lo único que logran es condenarse a sí mismas, a vivir en la derrota perma-nente. Les comento que tal como señala una amiga de quien he aprendido mucho, Lorgía Grullón (2009, pp. 11-12) se tienen identifi-cadas grandes etapas en la evolu-ción del concepto de calidad, empe-zando por la corriente de los años 1940 y 1950´s, que se centraba en corregir los defectos, mientras que entre los 1950 y 1970, la atención se centró en el Aseguramiento de la Calidad, por medio de medidas pre-ventivas e inspecciones durante la realización de las labores para evitar los defectos. Así se llega a la ges-tión de calidad total que toma mayor fuerza en la década de 1990, donde la calidad se extiende a todas y cada una de las labores, para ase-gurar la satisfacción total de las expectativas del cliente.
Norma intervino nuevamente para concluir que: -En lo que yo he estudiado, he visto que la calidad total, más que una teoría, es una forma de vida, que abarca a la or-ganización en su conjunto, propi-ciando la mejora continua e incluso en aspectos personales de quienes la adoptan como práctica en sus acciones diarias-, a lo cual Faro asintió con la cabeza y agregó: -tiene usted razón, siempre que no se pierda de vista que ello tiene una finalidad, y es la satisfac-ción del cliente, o en el caso de ustedes, de los usuarios de los ser-vicios institucionales.
En la segunda sesión, el nue-vo grupo se centró en profundizar en las implicaciones que puede tener la calidad en la labor diaria de cada uno, en las actividades del departamento al que pertenecían y en la proyección de la institución, Faro no los acompañó pues andaba en Brasil, en un congreso sobre calidad en la función pública.
Entrando en materia
Para la tercera sesión, La Pre indicó que: -hoy comenzaremos a trabajar en la definición de la misión institucional, es decir, “la razón de ser de la institución, el propósito fundamental por el cual la organiza-ción fue constituida, el motivo que justifica [su] existencia”. (ICAP, 2008a, p.17).
Ese breve planteamiento fue suficiente para generar una serie de aportes. Nuevamente Norma fue la primera en replicar -pues yo creo que la misión institucional de la SGFP debería ser el convertirse en líder a nivel regional en normativa, infraestructura y proyección-. YoYo fue un poco más formal y riguroso, al afirmar que: -nosotros no de-beríamos de inventar lo que ya defi-nió la ley que creó la institución, es decir, en los primeros artículos de la Ley, se dice lo que debemos hacer, por eso, a nosotros lo que nos co-rresponde, es ejercer el control en las funciones que nos han sido asignadas por Ley y la aplicación de medidas correctivas a todos aque-llos, ciudadanos y funcionarios, que en alguna forma o momento, trans-gredan las normativas.
El Doc`, tratando de suavizar el tono planteó: -yo quisiera resaltar la importancia de establecer y man-tener excelentes relaciones con la ciudadanía, con otras instituciones y el desarrollo de un excelente am-biente laboral-, a lo que YoYo re-futó con otra perspectiva: -pues como los libros de textos y los jerar-cas siempre dicen que lo más im-portante de cualquier institución son sus funcionarios, entonces la misión debería de orientarse a facilitar que personas con la preparación y ca-pacidad que algunos tenemos, po-damos ascender y progresar, tanto profesional como económicamente.
Pedro, que sentía la mirada curiosa de La Pre, tímidamente dijo: -yo pienso que el propósito para el cual se creó la SGFP, es satisfacer las necesidades de las personas que nos vienen a buscar, porque necesitan algo de nosotros, espe-cialmente a quienes carecen de dinero para recurrir a otra alternati-va. Faro intervino -¿A usted que lo hace pensar eso?, a lo que Pedro respondió, -por ejemplo, recuerdo aquella vez que llegó una viejita viuda, Doña Soledad, que después de andar por varias instituciones gubernamentales, ya no sabía qué hacer para resolver su problema, aún puedo ver cuando El Doc` le explicó, e incluso le ayudó a llenar los formularios: a Doña Soledad se le escapó una sonrisa y al salir de la institución, los ojos que una hora antes entraron vidriosos, ahora tenían un brillo de esperanza y has-ta su respiración era más tranquila.
Se generó un silencio que duró aproximadamente un minuto, pero que a Pedro le pareció más largo que la hora y 48 minutos que ya llevaba la reunión, entonces Faro comprendió por qué habían incluido a Pedro en ese grupo. Fue el suave susurro del borrador en las manos de La Pre, limpiando la pizarra acrí-lica, lo que hizo volver a los presen-tes a la realidad; una vez que se había borrado buena parte de lo que se había escrito anteriormente, Faro reorientó la discusión hacia la satis-facción de necesidades de los usua-rios y clientes, con los servicios institucionales.
Era evidente que Pedro, aún cuando no dominaba tecnicismos, tenía en su forma de ser, de pensar y de sentir, el espíritu de la gestión de calidad, forma de ser en la que mucho había influido su maestro cuando le decía a él y todos sus compañeros de escuela, que se podría ser pobre pero aseado, que lo humilde no quita lo diligente y por ello, les insistía que aún cuando sus pantalones fueran remendados, no había excusa para no llevarlos debi-damente lavados y planchados a las clases. Efectivamente, esa sen-cilla pero particular sabiduría, era la que ahora, ya siendo un hombre y funcionario público, seguía rigiendo su forma de sentir, de pensar y ac-tuar, y quizás sea la misma sa-biduría de muchas otras personas humildes y nobles, que encuentran en el servicio al prójimo, una fuente de realización.
A partir de los apuntes de Doc`
El resto de la reunión, El Doc` participó relativamente poco, pero no por falta de interés, sino porque estaba muy atento a lo que los otros decían, para tomar nota de ello y luego escribirlo, en forma resumida, ordenada y clara. Estos apuntes, meses después, fueron descubier-tos por La Pre, quién le solicitó que los convirtiera en un boletín, de for-ma tal que periódicamente, se le informaba a todos los demás com-pañeros de la SGFP, tanto por electrónico, como en físico a quie-nes no tenían acceso a las compu-tadoras, sobre aspectos básicos de calidad, conceptos esenciales, en qué consistía el trabajo que estaba haciendo el Equipo de Mejora Con-tinua y en qué podía ayudar cada uno, desde sus puestos, a este proceso tan importante para la institución.
El boletín se caracterizaba por ser sencillo y comprensible para todos los funcionarios, algunas ve-ces con ilustraciones, otras anun-ciando concursos para premiar ini-ciativas de mejoras, refranes o pensamientos del mes sobre cali-dad, o diversas iniciativas que man-tuvieran vivo el interés en dicho tema. De esa manera, aún sin pla-nearlo ni proponérselo, fue de las mismas reuniones del Equipo de Mejora Continua y las anotaciones de uno de sus integrantes, que se inició una campaña de concientiza-ción institucional sobre la importan-cia y forma de gestionar la calidad en la SGFP.
Al que del todo no se le es-cuchó la voz, al menos durante las primera sesiones, era a Doble A, que estaba en las reuniones por compromiso, pues apenas tenía oportunidad, se la pasaba revisando documentos relacionados con un trabajo que tenía sumamente atrasado.
Desde la misión,
hasta la montaña rusa
Las siguientes sesiones se dedicaron a afinar la Misión, hasta ahí todo iba bien, pero la situación se tornó más compleja cuando se trató de que desarrollaran la Visión, pues aún cuando Faro, quién esa vez sí los acompañaba, aclaró que la Visión institucional es cómo quie-re verse la SGFP dentro de deter-minado tiempo, casi todos res-pondían reiterando lo que ya se había dicho en la misión. -Es que precisamente yo lo que veo es a la SGFP cumpliendo su misión, ¿sino para qué se define la misión?- dijo YoYo, mientras Norma comenzó a acercarse a la distinción entre Mi-sión y Visión, -la Misión se refiere a un aspecto externo, de proyección a la sociedad, mientras que la Visión esta más orientada a lo interno de la institución- dijo, a lo que La Pre agregó que ella entendía que: -mientras la Misión se centraba en el motivo o razón de ser de la insti-tución, la Visión se dedicaba a las transformaciones necesarias para que la SGFP llegara a ser lo que se había propuesto en la Misión.
Faro, que al igual que la ma-yoría, ya estaba un poco cansado de la discusión, celebró el ver que el grupo estaba encontrando la luz al final del túnel, pues -efectivamente, la Misión y la Visión no son idénticas ni se oponen, es decir, no son sim-ples repeticiones ni contradicciones, sino que se complementan, la una desde la perspectiva externa a la organización y la otra desde la ópti-ca interna, necesaria para alcanzar la primera- concluyó.
Nuevamente YoYo tomó la palabra, para comenzar a lanzar ideas de lo que consideraba nece-sario, que se le prestara atención dentro de la SGFP, para lograr lo que ya habían establecido en la Misión, sin embargo, la sesión tuvo que suspenderse, pues era hora de salida; de hecho, esta discusión, la de proponer una Visión, que además, fuera consistente con la Misión, fue una labor que les requi-rió dos sesiones más.
De esta manera, el trabajo del Equipo de Mejora Continua, tendía a tener momentos más llevaderos y otros más difíciles, que dependiendo de las tensiones que internamente vivía cada uno, habían quienes lo sentían como un subibaja semejante a los que hay en los parques infanti-les, mientras que otros lo percibían más como una montaña rusa. Afor-tunadamente, La Pre supo manejar esas tensiones de manera positiva e incluso, cuando en algún momento sintió que era conveniente calmar las aguas, dejó un par de semanas sin convocar a reuniones, decisión que todos agradecieron, pues de paso coincidía con las vacaciones de los hijos en edad escolar. El úni-co que no estuvo de acuerdo con el receso, fue Doble A, pues con todo y que no participaba mucho, prefería estar en la oficina antes que en su casa.
La tormenta que precede
a la calma
Lo interesante de este asunto de la calidad, -comentaba un día Faro, aproximadamente a los tres meses de que se había empezado el proyecto, -es que conforme se va avanzando en ella, uno se tiende a acostumbrar y eso hace que sea más fácil el desarrollo de las siguientes etapas-. YoYo, dijo algo que sorprendió a los presentes: -¡pues quizás es que uno se acostumbra a perder el tiempo, ya que yo no veo lo que se ha hecho en toda esa gran cantidad de horas que hemos desperdiciado reuniéndonos!-.
Ese día, La Pre no había po-dido asistir a la reunión, a Norma, que estaba enviando un mensaje, hasta se le cayó el celular de la impresión al escuchar las palabras de su compañero, mientras que Doble A se cuestionaba si sería cierto lo que se había oído. El Doc`, sin estar muy seguro de enfrentarse con YoYo, le contestó -¿porqué dice usted eso?, ¿acaso le parece que todo lo que hemos estudiado y aprendido en estos meses está equivocado? -No he dicho eso, sino que a lo que me refiero es que nada de eso funciona aquí, pues todo se va en puras conversaciones y no se ven cambios concretos -respondió YoYo.
Y es que en el fondo, YoYo, quien desde el inicio de las reunio-nes se había sentido incómodo con el Equipo de Mejora Continua, sentía que este grupo de trabajo era una amenaza para la Comisión del Cambio y Progreso a la que él per-tenecía. Ésta, era una comisión que pareciera haber nacido incluso an-tes de que la misma SGFP, pues hasta donde todos tenían memoria, se había subrogado el derecho de definir que sí y que no, se podía hacer y prácticamente siempre había estado integrada por las mis-mas personas, excepto uno que ya se había pensionado, por lo que se había convertido en un grupo de tradiciones muy arraigadas, que supuestamente estaban a favor del cambio, pero siempre y cuando, el mismo no le afectara a quienes con-formaban dicha comisión. Por eso, era regular escucharles expresiones como: -Cambiemos en lo que sea indispensable, pero para no correr riesgos innecesarios, hagamos cambios sólo hasta estar completa-mente seguros de que van a ser positivos- con lo que casualmente nada cambiaba.
Otra de las ideas que impera-ba en la citada comisión, y que in-cluso YoYo había repetido al menos media docena de veces durante los recesos de las reuniones, era que -la estabilidad es amiga del progre-so, por lo que antes que exponerse a cambio, se debía estar muy bien sustentado en estudios profundos-. Según la posición de los que con-forman la Comisión del Cambio y el Progreso, -los cambios son buenos, pero con medida, para evitar el ries-go de caer en situaciones peligro-sas-, lo que en la práctica se había traducido en que eran partidarios de que -cambien los otros, que son los que ocupan cambiar-.
Como ese día La Pre no había asistido a la reunión, Faro estaba coordinando, y por un mo-mento se sintió desconcertado, pues no esperaba que nadie, menos del grupo con que tenía meses de com-partir, le saliera con un enfrenta-miento tan directo, cuestionándole que todo este trabajo, al que le había dedicado tanta atención y esfuerzo, no era más que una pérdida de tiempo. Pedro, con su sencillez, pero a la vez con la fran-queza que lo caracterizaba, puso un alto a la discusión, al devolver el cuestionamiento a YoYo: –Pues si a usted le parece que todo esto no sirve de nada, que tal si nos dice, ¿cómo cree que puede mejorar la SGFP?, es más, díganos qué han hecho ustedes, en la Comisión del Cambio y Progreso, durante los últimos 23 años, que realmente le haya ayudado a la SGFP a ser una mejor institución?, a menos que usted crea que la institución no ne-cesita mejorar e incluso ser un ejemplo para el país y para la región-.
Si bien la réplica de Pedro frenó el ataque de YoYo, aún hacía falta tranquilizar el ambiente para seguir trabajando, para eso vino en auxilio la creatividad de El Doc`, que sugirió: –¿Qué tal si para hacer más visible la labor del Equipo de Mejora Continua, hacemos un concurso para que todos en la institución nos propongan un logotipo para nuestro equipo?- Faro identificó que aquello era una salida para terminar la se-sión en paz, y así ganar tiempo para revisar lo sucedido, por lo que aco-gió la idea, concluyeron la jornada con la planificación de los detalles del concurso.
No estoy segura si después de aquel incidente, Faro o La Pre hablaron en privado con YoYo, o si él solo necesitaba desahogar sus frustraciones para sentirse mejor, pero lo cierto es que a partir de en-tonces, se mostró más tolerante y hasta parecía que comenzaba a sentirse más identificado con el Equipo de Mejora Continua… des-pués de todo, la Comisión del Cam-bio y Progreso casi no tenía activi-dad y menos aún resultados. El que seguía consumido en el silencio, era Doble A, de hecho, su reserva era tan regular, que ya se hacía eviden-te para el resto del grupo que casi nunca hacía aportes.
Los temores del camino
Apenas había caminado 250 metros desde la parada de buses hacia el Parlamento Nacional, cuan-do Pedro se topó con La Pre, que entraba en un parqueo público, quien le dijo: -¡Hola Pedro!, vienes muy arreglado, hasta con zapatos nuevos; ahorita lo alcanzo-. Y es que, aún y cuando la Pre estaba equivocada, no dejaba de tener razón, los zapatos de Pedro no eran nuevos, sino que él mismo los había teñido y lustrado cuidadosamente, pues estaba acostumbrado a que la calidad se vive en todo momento y en todas las cosas que hacemos, por eso, para un evento en el Par-lamento Nacional, le parecía que lo menos que podía hacer, era ir con sus mejores prendas y debidamente arreglado.
Si bien el camino desde la pa-rada de buses hasta el puesto de revisión era relativamente corto, no lo había sido el recorrido que implicó la aventura del Equipo de Mejora Continua, empezando por los treinta días que duró el curso de Técnico en Gestión de Calidad, que tuvo que llevar, junto con otro importante grupo de compañeros, donde no sólo aprendió muchos asuntos, tan importantes, como a hacer un análi-sis FODA, es decir, de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Ame-nazas, sino que además se sintió muy motivado, lo que resultó opor-tuno para el duro trabajo que signi-ficó la documentación de los proce-sos y procedimientos.
Esta intensa capacitación le permitió comprender que conceptos como procesos, no tiene nada de complejos, pues un proceso sim-plemente es “una serie de tareas de valor agregado que se vinculan en-tre sí para transformar un insumo en un producto [sea este una] merca-dería o producto [por ello, un proce-so lo constituyen cosas tan sencillas como] preparar una tasa de café, ingresar datos a su computador o recoger información para un informe de trabajo” (ICAP, 2008a, p.15), mientras que un procedimiento, constituye la “descripción sistemáti-ca de actividades que se documenta para ser realizada cada vez que se requiera” (ICAP, 2008a, p.79). En términos de su trabajo, Pedro veía el proceso, como el tener que tras-ladar a un compañero de la SGFP a otra institución, mientras que el pro-cedimiento, se refiere a todas las actividades detalladas necesarias para hacerlo, tales como revisar que el carro esté en buen estado, que la boleta de autorización del viaje ten-ga los datos correctos, incluyendo la autorización, ponerse de acuerdo en el lugar y hora de salida, etc.
Cuando tuvieron que docu-mentar, es decir, que escribir, todos los procesos y procedimientos, sur-gieron muchas inquietudes, pues habían quienes tenían temor que quedara en evidencia que su trabajo realmente no era tan importante, tal como le pasó a Doble A, quien fue ahí cuando se enteró que le decían Algodón de Azúcar, por lo meloso pero soso, entonces comprendió porqué las evaluaciones del desem-peño que periódicamente le hacía su jefe, tenían todas las letras posi-bles, pero nunca tenían una “A”, ya que sus resultados parecían no alcanzar el nivel necesario para una excelente calificación.
No obstante, que tanto La Pre como Faro habían dicho, una y otra vez, que con el trabajo del Equipo de Mejora Continua no se pretendía dañar a nadie, sino solamente mejo-rar el funcionamiento de la SGFP, los temores e inquietudes sólo se fueron calmando con el paso del tiempo, y en algunos casos, de mu-cho tiempo, cuando aún los más escépticos, pudieron comprobar, por cuenta propia, que lo peor que les pasaba, es que los pusieran a hacer actividades más interesantes, o al menos más productivas, pero que de ninguna manera se atentaba contra su salario, su dignidad, ni su trabajo.
¿Qué quieren nuestros clientes?
Como aún era temprano, Pe-dro se sentó en una de las bancas a la sombra de un árbol en el parque que está en el costado norte del Parlamento Nacional, para disfrutar el fresco de la mañana y ver si lle-gaba alguien conocido, en eso vio pasar a un hombre muy parecido a Don Víctor, uno de los señores a los que le había tenido que aplicar una encuesta; y es que en este asunto de la Gestión de Calidad, Pedro, que a nada le tenía miedo, se ofre-ció de voluntario cuando, aproxima-damente al año y medio del proyec-to, se dijo que era necesario consultar a los clientes instituciona-les para conocer sus necesidades.
Creo que fue en la sesión No. 50, cuando Faro dijo que era nece-sario que los procesos y procedi-mientos, que ya habían escrito, fue-ran redefinidos, lo que implicaba volver a escribirlos otra vez. Esto generó mucha confusión y algo de frustración, pues a varios les costó entender el porqué de semejante papeleo; a lo que Faro tuvo que replicar, una y otra vez, que eso era necesario para optimizar los proce-sos y procedimientos, es decir, para hacer que los mismos fueran mejo-res y por consiguiente, que la SGFP fuera más eficiente. También advir-tió que para que dicha labor resulta-ra realmente efectiva, se necesitaba consultar a los clientes instituciona-les, es decir, a quienes suelen hacer uso de los servicios que brindaba la SGFP, sobre qué querían o espera-ban ellos de la institución.
Propiamente sobre el redise-ño, Norma fue de gran ayuda al explicarles a los demás, que: –el rediseño es necesario hacerlo para buscar disminuir costos, brindar mejores y más rápidos servicios y en definitiva, para ofrecer una mayor satisfacción a los usuarios o clientes institucionales-. Faro se alegraba de ver que los mismos integrantes del Equipo de Mejora Continua, toma-ran la iniciativa y se explicaran unos a otros los conceptos, pues de esa manera, los iba preparando para que cuando dejara de brindarles sus servicios de consultor, ellos solos pudieran transitar por este nuevo camino. Sin embargo, probablemen-te lo que más satisfacción le produjo a La Pre, fue el sentir como, progre-sivamente, YoYo fue deponiendo su actitud individualista y pensaba, cada vez más, en el grupo y en la institución, de hecho, con mucha frecuencia, en las decisiones que se tomaban y en los procesos y proce-dimientos que se rediseñaban, él salía beneficiado, pero ello era pro-ducto de acciones conjuntas, pen-sadas en el bien de la colectividad y no del simple egoísmo individualista.
Sin embargo, El Doc` insistió sobre un asunto que no le quedaba claro: -Pero ¿cómo va a garantizar que esas mejoras en los procesos y procedimientos se mantengan en el tiempo, si cada persona tiene su forma particular de hacer las cosas y además, es normal que con el paso del tiempo, se cambie de fun-cionario, ya sea porque renuncie, se traslade, lo despidan o se pensio-ne?-, a lo que Norma contestó -precisamente por eso es que como parte del rediseño, una vez que se han hecho todas las mejoras identi-ficadas, primero a los procesos y luego a los procedimientos, los mismos deben escribirse e incluso se grafican, para ayudar a las per-sonas a comprenderlos; el sistema-tizarlos, tiene como objetivo que no se olvide ningún detalle y garantizar que siempre se realicen de la misma manera.
Doble A al fin se atrevió a par-ticipar: -Por lo tanto, ¿una vez que los procesos y procedimientos estén debidamente sistematizados, todos en la institución, incluso trabajado-res actuales y futuros, están obliga-dos a hacerlos de la misma forma, tal como está escrita?- Efectivamen-te -contestó Norma- de eso trata la estandarización o uniformidad de los procedimientos, en que una vez que se aprueben los procesos y proce-dimientos rediseñados, necesaria-mente se hagan siempre de la mis-ma manera.
Al ver que su participación había sido positiva, Doble A se sin-tió animado y dejándose llevar por la emoción exclamó: -Creo que ya entendí, el rediseño y todo este asunto de las Normas ISO, de lo que se trata, es que no importa si el trabajo se hace bien o si se hace mal, sino que se haga siempre igual!-
No sé quien fue el primero que dejó salir la risa, pero en instan-tes, hasta La Pre y Faro, se conta-giaron del buen humor, ante tan ingeniosa como imprudente expre-sión… bueno, casi todos, pues la-mentablemente para Doble A, que como era usual en él, se encontraba pasando por un mal momento en su vida personal, aquellas risas fueron como un balde de agua fría que le terminó de bajar los ánimos.
En ese momento Norma se sintió enredada en sus propias pa-labras y por primera vez, se vio a YoYo hacer algo generoso por otra persona, cuando le aclaró a Doble A que: –tienes razón en que después del rediseño se espera que los pro-cesos y procedimientos se hagan siempre igual, pero recordemos que precisamente para eso, el rediseño debe ser muy cuidadoso en aplicar técnicas como el ESIA que vimos en el cuarto módulo de la capacitación, es decir, en Eliminar todas aquellas actividades que no sumen valor al trabajo, en Simplificar las tareas que se conserven, en Integrar las que puedan fusionarse y finalmente, en Automatizar todo lo que sea posi-ble-. Faro agregó: –Excelente tu aporte YoYo, sólo quisiera que re-cordemos que además a todo eso, la gestión de calidad implica la me-jora continua, por lo que periódica-mente deben de revisarse tanto los procesos como los procedimientos, para determinar nuevas oportunida-des de mejora.
Mucho más allá
de la dimensión laboral
Aún cuando era jueves, los días en que los compañeros solían ir a la cancha de Football 5 a me-jenguear, esa tarde Doble A prefirió no ir, pues para él, que vivía atrasa-do con su trabajo, con dificultades familiares en su hogar y que solía recibir bajas calificaciones de su jefe, lo único que le faltaba era sen-tir que las pocas veces que habría la boca, sus compañeros se burlaban de él… con todo eso, estaba real-mente desanimado.
Pedro que tampoco se había aguantado la risa, al menos había visto la expresión de Doble A cuan-do todos se rieron y pudo detectar que las cosas no estaban bien, más cuando se enteró que esa tarde no iba a mejenguear con ellos, pues si algo le gustaba hacer a Doble A, era jugar bola. Por eso Pedro decidió seguirlo con mucha precaución, tratando de que él no se diera cuen-ta de su presencia.
Doble A, caminó por unos diez minutos y se sentó a ver la fuente del parque cercano, en ella unos patos graznaban a más no poder, para que los visitantes les tiraran semillas de girasol. Doble A, revisó los bolsillos de su saco y encontró que todavía le quedaban algunas de la vez anterior que había venido al parque, lo cual se estaba volviendo una costumbre. Lanzó unas tres semillas, sonrió cuando un niño se le acercó a pedirle algunas porque se le habían acabado y él le entregó lo que restaba del paquete, se peinó el cabello, se acomodó el pantalón e hizo el intento de levan-tarse de la banca, cuando en ese instante se tropezó con Pedro, quien le dijo: -Lo siento, te aseguro que cuando me reí no fue con mala in-tensión, es que simplemente tu ex-presión me causó hilaridad-. Pedro se sentó a su lado, tratando de ini-ciar una conversación.
Si algo ocupaba Doble A esa tarde, era alguien con quien hablar, fue así como pasó al menos un par de horas, contándole sus problemas a Pedro, quien no hallaba qué con-testarle, así que hizo, lo que mejor sabía hacer: escuchar.
Luego de un rato de ponerle atención, y como no quería dejarlo irse para la casa sin darle algún tipo de apoyo, le dijo: -Mira amigo, los cursos sobre calidad es de las po-cas cosas que he estudiado en mi vida, por eso recuerdo bien las pa-labras de Norma cuando dijo que “la calidad total, más que una teoría es una forma de vida, que abarca [… y propicia] la mejora continua e inclu-so en aspectos personales de quie-nes la adoptan como práctica en sus acciones diarias”, por eso, qué te parece si tratas de aprovechar todo eso que hemos tenido que leer y estudiar, para sacarle provecho en tu vida personal, empezando por identificar las cosas que no son productivas en tus relaciones fami-liares y resolverlas, buscando, tu mismo, formas de mejorar en tu desempeño laboral, y así sucesiva-mente, de manera que no te sientas atacado por nadie, pues todas las mejoras nacerían de ti mismo y si lo que hemos estudiado es cierto, con el tiempo, tendrías una vida perso-nal y hasta profesional de calidad-.
Doble A se quedó pensando en las palabras de Pedro, pues si acaso tenía razón, como hasta aho-ra parecía tenerla, lo aprendido so-bre calidad, no le daba espacio al conformismo, a la mediocridad y menos para la derrota, pues su pos-tulado principal es que no importaba cuan bien o mal te encuentres, siempre se puede mejorar, es decir, la calidad es un camino sin retorno. Con esas ideas en su mente, re-gresó a su casa apenas a la hora de acostar a la niña y ayudarle a su esposa con los deberes domésticos, cosa que usualmente no hacía… nadie más que Doble A y su esposa, supieron que pasó en detalle aque-lla noche, lo cierto es que a la ma-ñana siguiente, al llegar a la mesa, estaba servido su desayuno favorito y sólo tenía en la mente que la vida siempre podía ser mejor, y eso le bastó para no preguntar, disfrutar su desayuno y salir con entusiasmo para su trabajo, por primera vez en los últimos años; ese entusiasmo lo mantuvo cálido aún en aquella llu-viosa mañana.
Si bien fue un día común y corriente, en alguna medida que ni él comprendía, era particularmente especial, y aún sin proponérselo, también lo fue para sus compañeros de trabajo, su hija y su esposa, pues sólo así se explica que pocos meses después se confirmara que una nueva criaturita venía en camino. De esa manera, Doble A había apren-dido una lección muy importante, que se prometió a sí mismo que nunca olvidaría, y es que vivir con calidad, no es ni más ni menos, que vivir cada día tratando de superar el anterior, aun cuando el día de ma-ñana probablemente supere al de hoy, sin esperar una recompensa de nadie, más que la satisfacción del deber cumplido.
Desde esa fecha, Doble A, que nunca se consideró un buen estudiante, siguió con gran empeño, las diversas capacitaciones, a veces identificando aplicaciones para su vida personal y otras simplemente por rutina, pero con la convicción de que de ellas, sólo podría obtener cosas buenas. Quizás una de las mayores satisfacciones que había tenido en su vida laboral, fue cuan-do le dieron el resultado del último curso de calidad, donde había obte-nido una “A”, lo que ocurrió el mis-mo día que su jefe le dio la califica-ción anual del primer semestre del 2009, donde también obtuvo una “A”. ¡Así es, nuevamente era Doble A, pero esta vez no por ninguna broma o burla, sino porque había logrado, por sus propios méritos, obtener dos calificaciones de “A”!
A partir de esto, Doble A, no sólo aprendió a disfrutar los plan-teamientos teóricos sobre calidad, sino que fue de los que con más entusiasmo trabajó en la redefinición de procesos y procedimientos asun-to éste, el del rediseño, que aún le seguía pareciendo un tanto burocrá-tico, pero que había comprendido que era necesario para ejecutar y consolidar los cambios de mejora, es decir, como parte de perfilar, con bases sólidas, el camino a seguir para una correcta gestión, en ese caso, laboral.
Llegó el momento
Faltan 5 minutos para las 8:00 a.m. y a Pedro le pareció que ya era buen momento de ingresar al Par-lamento Nacional; ya había visto entrar a la mayoría de los jefes de la SGFP, compañeros e incluso algu-nos Secretarios de Estado y parla-mentarios. Parece que todos habían llegado temprano, tal como había insistido La Pre, pues quería que el acto inaugural del Congreso Inter-nacional del Foro Regional de Ad-ministración Pública, fuera un éxito, pues este año le correspondía a la SGFP ser el anfitrión de dicho congreso.
Era usual que el Foro Regio-nal de Administración Pública rotara el país donde realizaba su congreso internacional y la SGFP, como or-ganizadora del actual, había defini-do el tema del mismo como “Fun-ción Pública y Calidad de los Servicios Públicos”, tema que impli-caba un mayor compromiso en cuanto a la calidad que debía tener todo lo relacionado con tan impor-tante evento.
Las diversas delegaciones nacionales e internacionales se fueron registrando y las edecanes les ayudaban a localizar su lugar en el histórico auditorio que servía de marco a la inauguración; al ser las 8:30 a.m., tal como estaba previsto, dieron inicio los actos formales, el maestro de ceremonias, un joven alto, delgado y muy formal, dio la bienvenida a todos, explicó el pro-grama de actividades y presentó a los miembros de la mesa principal: el primer Vicepresidente de la Re-pública, tres secretarios de Estado y el Presidente del Parlamento Na-cional, además del Director General del Foro Regional de Administración Pública, quien dio el discurso de apertura:
-“La calidad en la gestión pública constituye una cultura trans-formadora que impulsa a la Adminis-tración Pública a su mejora perma-nente para satisfacer cabalmente las necesidades y expectativas de la ciudadanía con justicia, equidad, objetividad y eficiencia en el uso de los recursos públicos. La calidad en la gestión pública debe medirse en función de la capacidad para satis-facer oportuna y adecuadamente las necesidades y expectativas de los ciudadanos, de acuerdo a metas preestablecidas alineadas con los fines y propósitos superiores de la Administración Pública y de acuerdo a resultados cuantificables que ten-gan en cuenta el interés y las nece-sidades de la sociedad.
La concepción de la calidad ha ido evolucionando e incorporan-do nuevos aspectos hasta confor-mar una aproximación holística e integradora de la gestión, donde cobran especial importancia todas las partes interesadas en sus dife-rentes formas de relación, así como la sostenibilidad y la corresponsabi-lidad social.
La calidad en la gestión públi-ca puede y debe ser constantemen-te mejorada, buscando elevarla a niveles de excelencia, es decir ob-tener resultados sostenibles, con tendencias crecientes de mejora, y que tales resultados se comparen favorablemente con los más desta-cados referentes nacionales e inter-nacionales.” (CLAD, 2008, p. 8).
Hora del examen
La apertura del congreso era tan formal, que incluso superaba la presentación de los auditores de calidad externos… eso fue para los dos años de formación del Equipo de Mejora Continua. La SGFP había concluido la fase rediseño de proce-sos y procedimientos, incluyendo su implementación; a ese momento, muchas habían sido las experien-cias compartidas, como la capacita-ción, la definición del marco estraté-gico institucional, la campaña de difusión y concientización, la docu-mentación, la consulta a clientes, y el ultimo, quizás por ello más can-sado, el rediseño, del cual la ejecu-ción también resultó muy laboriosa. Ahora seguía una fase que en un inicio parecía muy lejana, pero que ya le había llegado su turno: el es-tablecimiento y aplicación de los métodos de seguimiento de la cali-dad, para determinar la conformi-dad, es decir, satisfacción obtenida, con los procesos y procedimientos de trabajo, de manera que se pudie-ra evaluar el funcionamiento integral del sistema de gestión de la calidad en la institución.
Faro les había explicado, que en esta primera experiencia de cali-dad, se apoyarían con auditores de calidad externos, del Foro Regional de Administración Pública; y es que dicho organismo internacional, esta-ba muy interesado en estimular los procesos de calidad en la región, por eso es que había brindado el aporte tan valioso que representa-ban los servicios de Faro durante todo este tiempo y ahora los servi-cios de los auditores externos, in-cluso se rumoraba que tenía otro proyecto relacionado con este tema, que lo daría a conocer en el próximo congreso internacional (al que ahora iba Pedro).
Los auditores de calidad del Foro Regional de Administración Pública, fueron presentados con un detalle de sus hojas de vida, que probablemente fue lo que hizo que se sintiera como un asunto muy formal. Llegaron a la SGFP un lunes de mayo y trabajaron, conjuntamen-te con funcionarios de toda la insti-tución durante dos semanas, tiempo en el que realizaron una revisión minuciosa, que simultáneamente servían de asesoría, pues les per-mitía a dichos compañeros, y parti-cularmente a las integrantes del Equipo de Mejora Continua, apren-der, una vez más, diversos aspectos sobre la gestión de calidad.
Cuando los auditores exter-nos de calidad se despidieron, pre-sentaron un informe de los resulta-dos obtenidos ante la Reunión General de Jefes, donde también se invitó al Equipo de Mejora Continua; fue hasta que el coordinador de los auditores dijo que: –la evaluación, en términos generales había sido positivo- que los compañeros recor-daron que aquella visita, en alguna manera, era un examen. Ciertamen-te desde una perspectiva formal, el trabajo de los auditores implicaba un escrutinio de la labor del trabajo sobre calidad que había realizado la SGFP, pero en la práctica, se sintió como parte del acompañamiento que tanto les había ayudado para realizar este proyecto.
Los auditores externos de ca-lidad, se despidieron recordándoles que el siguiente paso era la forma-ción, dentro de la SGFP, de su pro-pio equipo de auditores de calidad, de manera que la institución, pudie-ra replicar el trabajo de auditoría con completa independencia, es decir, sin tener que estar sujeta a terceros. Si bien dichas palabras implicaban una nueva tarea, que requeriría nuevos procesos de capacitación y muchas otras cosas, a nadie le ge-neró temor, pues ahora sabían, por cuenta propia, que todo lo relacio-nado con la gestión de calidad, sólo tenía efectos positivos para la insti-tución, para sus funcionarios y prin-cipalmente para los usuarios de los servicios que brindaban.
La gran sorpresa
Volviendo al evento, afortu-nadamente a los integrantes del Equipo de Mejora Continua les había tocado uno de los últimos lugares del auditorio, de manera que Pedro, que solía ser muy inquieto, podía moverse sin llamar mucho la atención, y así fue durante los dis-cursos de las diversas personalida-des y hasta que el Director General del Foro Regional de Administración Pública, concluyendo su discurso oficial de apertura, dio una importan-te noticia: - Como parte de sus es-fuerzos por impulsar el desarrollo de la gestión de calidad, el Foro Regio-nal ha apoyado toda iniciativa rela-cionada con la mejora continua en la región de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, donde algu-nos países han tenido avances ma-yores, pero todos ellos valiosos; en el interés de darle un nuevo aire a dichos esfuerzos, hoy les comuni-camos que se esta haciendo una convocatoria directa, a cada institu-ción de la función pública, de los citados países, para que aquellos que aún no lo han hecho, procedan a crear el “Premio Nacional a la Calidad y Reconocimiento a las Prácticas Promisorias en el Sector Publico”-.
Para la convocatoria, -agregó el Director-, se le estará entregando, a un funcionario público por país, una invitación formal, para que a nombre de los colegas reciba el desafió y lo lleve a la Secretaría de Estado, Dirección u Oficina de Ser-vicio Civil respectiva. Se ha querido entregar la convocatoria a un fun-cionario, precisamente como recor-datorio de que la calidad se crea y desarrolla en todos los niveles de la institución, es decir, que no es un tema que deba quedar reservado a las élites jerárquicas y para la elec-ción de a quienes se les estará entregando la convocatoria, hemos pedido la colaboración a nuestros asesores en los diferentes países, a quienes les solicitamos que busca-ran, a un servidor público que de alguna manera, ejemplificara la ges-tión de calidad.
Así, fueron llamando, uno por uno, a los funcionarios que habían sido elegidos en cada uno de los países visitantes, para que llevaran la convocatoria al Premio a la insti-tución rectora respectiva. De último lugar, le correspondió al país anfi-trión… ahí, delante de todos, en el auditorio del máximo poder de la República, seguido de un fuerte aplauso, se escuchó a Faro quien llamó a Pedro para que pasara a recibir la convocatoria por su país.
Fue necesario que Doble A le dijera – ¡hey, eres tú, que pases al frente!- para que Pedro saliera de sus absortos pensamientos, y co-menzara a asimilar, que aquel cho-fer, aprendiz de calidad, como se solía definir a sí mismo, había sido elegido para recibir, en nombre de los funcionarios públicos de su país, la convocatoria del Foro Regional de la Administración Pública, para la creación del Premio Nacional a la Calidad y Reconocimiento a las Prácticas Promisorias en el Sector Publico, convocatoria que debería llevar al ente rector del empleo público y que a su vez, implicaba el compromiso de parte del citado organismo regional, de seguir brin-dando la colaboración necesaria para que dicha invitación generara abundantes frutos.
Pedro subió al podio y recor-dando una vez más las enseñanzas de su maestro, sobre la importancia del trabajo en equipo y el respeto a dicho equipo, dijo: –Recibo esta convocatoria en nombre de mis compañeros del Equipo de Mejora Continua de la SGFP, a quienes aprovecho, para agradecer una vez más, todo lo que he aprendido y compartido en nuestro proyecto de calidad-, inmediatamente se tras-ladó a donde ellos estaban, para compartir aquella invitación, que en alguna forma tenía un reconocimien-to implícito por todo el trabajo reali-zado en ese tiempo.
Más allá de la historia
Es importante advertir, que el relato se ha centrado en el Equipo de Mejora Continua, pero que tam-bién eran usuales que todo lo que ahí se discutía y produjera, fuera llevado por La Pre, como insumo para discusión o como propuesta para aprobación de la Reunión Ge-neral de Jefes de la SGFP, esto, si bien era necesario para involucrar y comprometer a todos los jefes en el proyecto de calidad, también impli-caba grandes dificultades, pues muchas veces, sobre todo al inicio, lo que el Equipo de Mejora Continua planteaba, pasaba varias semanas en discusión y al final, de la Reunión de Jefes, devolvían algo completa-mente diferente a lo que original-mente se había planteado. Más complicado resultaba ser cuando el trabajo del Equipo de Mejora Conti-nua se llevaba a conocimiento de la llamada Reunión Ampliada de Jefes, donde además de todos los jefes, también participaban otra serie de funcionarios, con lo que práctica-mente se duplicaba la cantidad de opiniones sobre cualquier tema.
La Pre estaba consciente de las dificultades que implicaba el llevar las cosas a dichas reuniones, para revisión, discusión y aproba-ción, pero mantuvo tal rutina, ya que Faro le había advertido claramente que de no hacerlo, era prácticamen-te seguro que todo el trabajo de gestión de calidad que estaban haciendo se perdiera, ya que dichos jefes no se sentirían comprometidos a respaldarlo con sus actuaciones diarias. No obstante lo burocrático que eso parecía, con el tiempo, tanto los integrantes del Equipo de Mejora Continua, como de las Reu-niones Generales de Jefes y de las Reuniones Ampliadas de Jefes, se fueron acostumbrando a este proceso de revisión y corrección, e incluso, aprendieron a valorarlo, pues de dichas revisiones, con fre-cuencia salían importantes mejoras e ideas que del todo no se habían considerado.
Muchos detalles más podría contarles, pero no terminaría hoy, al igual que no termina esta historia, pues aún cuando se combina reali-dad con fantasía, en este caso no cabe el estribillo de “colorín colora-do, este cuento se ha acabado”, pues si hay algo que probablemente nunca esté acabado, es la calidad, dado que la misma se rige por un principio de mejora continua; por lo que Pedro y sus compañeros, tenían claro que el día siguiente al Congreso, al regresar a trabajar a la institución, seguirían buscando cómo satisfacer mejor a sus clien-tes, lo cual incluiría nuevos servicios que los mismos puedan requerir.
Terminando por el inicio
Este relato empezó identifi-cando a quienes participaron en él y dónde fue que ocurrieron los hechos; para terminar, les contaré cuándo fue esto. Y es que si bien todo ello sucedió en un lugar geográficamente muy cercano de aquí, temporalmente es algo distan-te, pues aconteció hace aproxima-damente unos veinte años, cuando una amiga iniciaba su labor como funcionaria pública en una institu-ción, que para ese entonces, tanto en Centroamérica, como en Pa-namá y República Dominicana, hacían importantes esfuerzos para crear conciencia de brindar servicios públicos de calidad; y fueron atrevi-mientos como los que les he conta-do, con personas visionarias como Pedro y sus compañeros, quienes hicieron posible que en las últimas décadas, éstos países hayan llega-do a contar con instituciones públi-cas ejemplares como la que hoy tenemos; a propósito, SGFP signifi-caba Secretaría General de la Fun-ción Pública.
Esto le sucedió a una visiona-ria mujer, quien años después, con orgullo mira a su hijo ejerciendo la profesión, en una respetada institu-ción, donde son conscientes de que la razón de sus puestos, es el usua-rio, y son consistentes de dicho pensamiento, según lo demuestran cada día, con la mejora incesante de los servicios que brindan.
Mi amiga, fue contratada para brindar charlas sobre calidad en otras instituciones gubernamentales nacionales e internacionales, pres-tando mucha atención a todos los funcionarios, especialmente a aque-llos que ejecutan labores indispen-sables en las entidades, pero que el valor de su trabajo es poco recono-cido, no obstante es, indispensable para el desarrollo de la labor conjun-ta. A la institución donde se inició le guarda mucho aprecio, por cuanto le brindó las bases para desarrollar una gestión de calidad, a ella regre-sa cada vez que puede, a saludar a los funcionarios y alentarlos a seguir con el esfuerzo que hacen para desarrollar trabajos de calidad, y algunas veces comparte con el Equipo de Mejora Continua.
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El Estado de la Región
en Desarrollo Humano
Evelyn Villarreal Fernández** Sostenible*
PRESENTA EL RESUMEN DEL INFORME ESTADO DE LA REGIÓN 2008, CON EL OBJETIVO DE QUE EL SERVIDOR PÚBLICO CONTEXTUALICE SU QUEHACER EN UN PANORAMA MÁS AMPLIO QUE SU ENTORNO NACIONAL. SE ENFOCA EN LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA PARA ENFRENTAR LOS NUEVOS RETOS, LO QUE PASA POR REDESCUBRIR CENTROAMÉRICA DESPLEGANDO ACCIONES PARA ADMINISTRAR ACTIVOS COMUNES Y ENCARAR DESAFÍOS REGIONALES.
PALABRAS CLAVES: INFORMES; INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA; DESARROLLO HUMANO; FUNCIONARIOS PÚBLICOS; CENTROAMÉRICA
Valoración general
de la región
* Documento-resumen del “Informe Esta-do de la Región 2008” presentado en el XV Foro de la Función Pública de Cen-troamérica, Panamá y República Domi-nicana “Compromiso con la innovación y la calidad en la gestión pública”, reali-zado en San José, Costa Rica del 14 al 16 de abril del 2010, organizado por el Instituto Centroamericano de Adminis-tración Púbica, ICAP y la Dirección Ge-neral de Servicio Civil, DGSC, de Costa Rica.
** Coordinadora de Investigación del Informe Estado de la Región, Costa Rica.
Recibido: 9 de abril del 2010.
Aceptado: 16 de julio del 2010.
Centroamérica enfrenta una nueva y más compleja situación internacional, sin haber logrado, en años recientes, avances acelerados
en su desarrollo humano e integra-ción regional. Los profundos cam-bios que experimentan las socieda-des del Istmo han sido insuficientes para superar los rezagos históricos, y tampoco son la plataforma necesa-ria para afrontar el nuevo contexto mundial. Este panorama plantea desafíos estratégicos que no sólo exigirán innovadoras y audaces res-puestas regionales y nacionales, sino mejoras significativas en la ca-pacidad colectiva de aplicarlas. Este Informe propone, como opción, en-carar estos desafíos en conjunto, redescubrir la región y la integración como fortalezas que complementen las acciones que cada Estado, inelu-diblemente, debe acometer para el bienestar de su población.
La situación internacional que afronta el Istmo se caracteriza por:
Ninguno de estos factores se había manifestado con claridad hasta hace muy poco tiempo. Por su magnitud, ningún país puede aten-derlos por separado; antes bien, se requiere una estrecha y efectiva colaboración entre ellos para resol-ver problemas prácticos.
Los nuevos desafíos se agre-gan a los rezagos históricos del Ist-mo, que no ha sido posible remover de manera sustancial debido al limi-tado desempeño económico y social de Centroamérica a partir de 1990 y al desaprovechamiento de los años de moderado crecimiento al inicio del siglo XXI. En términos generales, este desempeño fue inferior al pro-medio latinoamericano, un área que tampoco destacó en el plano mun-dial. Como lo señalaron los dos pri-meros informes regionales, muy pronto se agotó el dinamismo obser-vado luego del advenimiento de la paz en el Istmo. En la actualidad, Centroamérica enfrenta una nueva y más apremiante situación interna-cional con la carga de importantes deficiencias históricas: una mano de obra barata y no calificada, mayorías pobres, una alta población emigran-te, un medio ambiente degradado y débiles Estados de derecho. Este escenario reduce las opciones es-tratégicas para afrontar los nuevos desafíos. En cada uno de estos ámbitos Centroamérica, como re-gión, necesita dar pasos firmes.
El Informe Estado de la Re-gión reconoce que, desde múltiples perspectivas, la región no es lo que solía ser. Hoy Centroamérica está más poblada, es más urbana, posee economías abiertas al sistema inter-nacional y democracias electorales. Estas transformaciones son nota-bles. Sin embargo, la suma de los cambios sociales, demográficos, económicos y políticos no produce mejoras sensibles en el desarrollo humano, ni convierte al Istmo en un polo dinámico de crecimiento económico y progreso social. Además, estos cambios han amplia-do las profundas brechas entre paí-ses y las aun mayores dentro de los países.
Los desafíos actuales impo-nen una nueva manera de entender Centroamérica y convivir en ella. En los últimos veinte años la región exhibe logros que dan pie a un cau-teloso optimismo. Pese a tremendas dificultades y evidentes debilidades, consiguió avanzar en una triple tran-sición (de la guerra a la paz, de regímenes autoritarios a sistemas políticos democratizados, de eco-nomías de guerra a economías abiertas). Si hace dos décadas la región pudo iniciar su alejamiento del autoritarismo y el conflicto bélico, hoy, con más conciencia de sus necesidades y potencialidades, pue-de también encarar el dilema que significa impulsar una época de sig-nificativo progreso en desarrollo humano, en las nuevas y más estre-chas condiciones internacionales.
Para navegar en estas aguas, Centroamérica cuenta con induda-bles fortalezas:
Pero estas fortalezas no son fácilmente explotables. Se requerirá forjar acuerdos políticos nacionales y regionales, reformar las instituciones de la integración centroamericana, modernizar los Estados nacionales e
implementar políticas públicas coor-dinadas que permitan avanzar en acciones regionales al mismo tiempo que se promueven los intereses de cada país.
Centroamérica experimenta
rápidos cambios
Todas las sociedades cen-troamericanas viven profundos y rápidos cambios. Desde el punto de vista de la población, los 41,3 millo-nes de personas que habitaban el Istmo en el 2007 representan casi un 20% más que las registradas en 1995 (ocho millones más), pese a que, para el 2006, más de cuatro millones de centroamericanos habían migrado dentro o fuera de la región.1 Las sociedades son mayori-tariamente urbanas, lo que contrasta con la situación prevaleciente a lo largo de la historia, cuando la mayoría de las personas residía en el campo. En Honduras, el país don-de la urbanización ha sido menos intensa, el 47,8% de la población vive en centros urbanos.
Todas las sociedades experi-mentan, aunque en distinto grado, transiciones demográficas que han creado un beneficio conocido como “bono demográfico” (gráfico 1.1). Debido a la reducción en la tasa de fecundidad, la actual generación joven contará, a lo largo de su vida productiva, con la ventaja de tener una carga de dependientes relativa-mente baja (infantes y personas de la tercera edad), en comparación con períodos anteriores. Esto crea una gran oportunidad para el desa-rrollo humano: si esa generación joven se capacita, mejora su salud e incrementa su productividad, puede dar un fuerte impulso al desarrollo durante las siguientes décadas, como sucedió en Europa y Asia. Para El Salvador, Honduras, Nicara-gua y Guatemala, esta ventaja se prolongará por varias generaciones, mientras que para Costa Rica y Pa-namá esta será la última generación que disfrute de estas condiciones, por lo avanzado de sus transiciones demográficas. La amenaza reside en que, si tal cosa no se logra, estos grupos no tendrán las fortalezas y herramientas necesarias para impul-sar el progreso y podrían convertirse en una pesada carga para las guientes generaciones, que serán menos numerosas.
GRÁFICO 1.1
CENTROAMÉRICA: DISTRIBUCIÓN POR SEXO Y EDAD
DE LA POBLACIÓN
1980 Y 2008
Nota: La línea gris corresponde a los datos de 1980.
Fuente: Elaboración propia con información del Centro Latinoamericano de Demografía, CELADE.
En poco más de una década, la estructura y la orientación de la mayoría de las economías centroa-mericanas cambiaron notablemente. Todas ellas son más abiertas a la economía internacional que hace pocos años, situación que resulta evidente al observar el creciente peso de las exportaciones e impor-taciones dentro de su producción (coeficiente de apertura) y lo son mucho más si se consideran los procesos migratorios, el flujo de re-mesas familiares y la inversión ex-tranjera directa que reciben. La agroexportación tradicional tiene un peso mucho más reducido. El sector terciario, dinamizado por los servi-cios financieros, el turismo y el co-mercio, se ha convertido en el más importante dentro de la estructura productiva de la región; constituye, además, un dinámico generador de empleo y divisas, mientras que el sector primario, que agrupa las acti-vidades extractivas y agropecuarias, ha perdido importancia relativa y apenas supera el 10% del Producto Interno Bruto, PIB, regional. También todas las economías, algunas mucho más que otras, se han diversificado productivamente. En todos estos aspectos, Panamá y Costa Rica muestran los mayores progresos.
Luego de tener economías en crisis, afectadas por episodios de inestabilidad y recesiones en la década de los ochenta, las naciones centroamericanas han logrado una importante estabilidad macroeconó-mica. Este avance se ha conseguido mediante la aplicación de políticas públicas orientadas a combatir la inflación y mantener controladas las variables fiscales. En todos los paí-ses del Istmo, aunque con diversos grados de éxito, la inflación y las tasas de interés disminuyeron en relación con la década anterior, re-ducción en parte alentada por las condiciones prevalecientes en el entorno internacional. Esta situación permitió mejorar significativamente el clima de negocios en toda la región (los abruptos incrementos en los precios internacionales del petróleo y los alimentos en los últimos meses están generando, sin embargo, fuer-tes y preocupantes presiones infla-cionarias). Muy secundariamente, la estabilidad se ha debido a la mejora en los ingresos tributarios, que au-mentaron en todo el Istmo durante los últimos cinco años, pero que se encuentran lejos de los niveles re-queridos para financiar de manera sostenida el desarrollo. En promedio la recaudación creció de 11,5% del PIB en 1999, a 13,9% en el 2006.
Cabe señalar que los esfuer-zos para lograr niveles más elevados de recaudación fiscal se han visto afectados por las dificultades de los Estados para mejorar la calidad de los servicios públicos, así como la transparencia y la rendición de cuen-tas en la gestión gubernamental. En varias naciones las remesas que la población emigrante envía a sus familias son el principal factor que explica la estabilidad: su peso dupli-ca los ingresos por concepto de ex-portaciones en El Salvador y Hondu-ras. En este último país representan el 28% del PIB. Todo ello refleja un gran cambio con respecto a la situa-ción que imperaba a mediados de la década anterior. Sin embargo, aun-que las remesas financian la estabi-lidad, no son una fuente generadora de altos y sostenidos niveles de cre-cimiento económico.
Por último, la violencia política en Centroamérica se redujo de modo significativo (aunque sigue siendo inaceptablemente alta en al menos un país). La emergencia de demo-cracias electorales y de gobiernos civiles logró controlar la violencia sistemática que las fuerzas armadas, y en general los cuerpos de seguri-dad, ejercían contra las poblaciones. En consecuencia, las violaciones de los derechos humanos por los Esta-dos disminuyeron. Sin embargo, el ocaso de la violencia política no im-plicó el advenimiento de sociedades pacíficas, y en años recientes la violencia adquirió un perfil radical-mente distinto. Varios países expe-rimentan altos niveles de violencia social, entre los más elevados del mundo para sociedades sin conflic-tos militares, y en otros el fenómeno ha aumentado de manera notable. Esta violencia social está vinculada a distintas formas de criminalidad y a las reacciones, en muchos casos extralegales, ante la inseguridad ciudadana.
El problema es de tal grave-dad que, como se analiza en el ter-cer Informe, en varias naciones del Istmo la inseguridad constituye una amenaza al orden público y a la vi-gencia del Estado de derecho.
Mayor progreso en varios
frentes, pero inercial
e insuficiente
En otros ámbitos de la vida social, económica y ambiental, cla-ves para el desarrollo humano, los cambios han tenido desafortunada-mente un carácter inercial y resultan insuficientes para cumplir con la promesa del desarrollo humano, aunque debe reconocerse que son los más positivos que se haya do-cumentado en los informes regiona-les (cuadro 1.1). Todos los países mejoraron sus valores en el índice de desarrollo humano calculado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. PNUD, (véase la desagregación del IDH en el Com-pendio Estadístico). Costa Rica y Panamá ostentan los mejores índi-ces y se ubican en el grupo de na-ciones con alto desarrollo humano, en tanto que el resto de los países se inserta en el grupo de desarrollo humano medio.
CUADRO 1.1
CENTROAMÉRICA: INDICADORES SOCIOECONÓMICOS SELECCIONADOS
Y SU EVOLUCIÓN RECIENTE, POR PAÍS
Indicador |
Belice |
Costa Rica |
El Salvador |
Guatemala |
Honduras |
Nicaragua |
Panamá |
Centroamérica |
Población total 2007 (millones |
0,3 |
4,5 |
7,1 |
13,3 |
7,2 |
5,6 |
3,3 |
41,3 |
Distribución renglón al 2007 (porcentaje) |
0,7 |
10,9 |
17,2 |
32,2 |
17,4 |
13,6 |
8,0 |
100,0 |
Crecimiento anual 2000-2007 |
2,3 |
1,9 |
1,8 |
2,5 |
2,0 |
1,3 |
1,8 |
2,0 |
Residentes en zona rural (2005) porcentaje |
|
37 |
42 |
50 |
52 |
43 |
34 |
46 |
Territorio total (miles de Km2) 2006 |
23,0 |
51,1 |
21,0 |
108,9 |
112,5 |
131,8 |
75,5 |
523,8 |
Distribución renglón 2006 |
4,4 |
9,8 |
4,0 |
20,8 |
21,5 |
25,2 |
14,4 |
100,0 |
Densidad (personas por Km2) 2006 |
13 |
87 |
338 |
123 |
64 |
42 |
44 |
79 |
Producción 2006 |
|
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(millones de dólares a precios corrientes) |
1.202,3 |
22.229,2 |
18.653,6 |
30.636,9 |
10.850,9 |
5.300,8 |
17.133,8 |
106.007,5 |
Distribución regional 2006 (porcentaje) |
1,1 |
21,0 |
17,6 |
28,9 |
10,2 |
5,0 |
16,2 |
100,0 |
Crecimiento anual 2000-2006 |
6,3 |
5,7 |
60 |
10,1 |
7,1 |
5,1 |
6,7 |
7,2 |
Índice de desarrollo humano 2005 |
0,778 |
0,846 |
0,735 |
9,689 |
0,700 |
0,710 |
0,812 |
0,729 |
Posición entre 177 países |
80 |
48 |
103 |
118 |
115 |
110 |
62 |
102 |
Tendencia 2000-2005 |
|
Mejoró |
Mejoró |
Mejoró |
Mejoró |
Mejoró |
Mejoró |
Mejoró |
Gasto social percápita 2004-2005 |
|
772 |
120 |
100 |
120 |
90 |
724 |
230 |
(dólares del 2000) |
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Prioridad macroeconómica (porcentaje del PIB) |
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17 |
6 |
6 |
12 |
11 |
17 |
12 |
Prioridad fiscal (porcentaje del gasto público) |
|
36 |
31 |
54 |
53 |
48 |
40 |
40 |
Tendencia 2000-2005 |
|
Aumento |
Aumentó |
Aumentó |
Aumentó |
Aumentó |
Aumentó |
Aumentó |
Pobreza por ingresos-incidencia |
34 |
19 |
48 |
60 |
72 |
69 |
31 |
55 |
(porcentaje) 2006 |
(2002) |
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(2002) |
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Tendencia 2000-2006 |
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Disminuyó |
Disminuyó |
Disminuyó |
Disminuyó |
Disminuyó |
Disminuyó |
Disminuyó |
Desigualdad (coeficiente de Giti hacia 2006) |
0,530 |
0,478 |
0,493 |
0,543 |
0,587 |
0,579 |
0,548 |
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(1999) |
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Incidencia 2000-2006 |
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Aumentó |
Disminuyó |
Disminuyó |
Aumentó |
Disminuyó |
Aumentó |
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Fuente: Trejos, 2007, con base en CEPAL, 2007; PNUD, 2005 y 2007, Proyecto Estado de la Región, 1999.
En el período 2003-2007, el crecimiento económico de los países y del Istmo fue el mejor desde la década de los sesenta y representó la mayor tasa promedio de Centro-américa en el largo plazo. Este período coincide con una era de fuerte expansión de la economía de los Estados Unidos. Sin embargo, este crecimiento ha sido elusivo, cuando menos, para la región en su conjunto. Desde 1995, el PIB por persona ha tenido un aumento mo-derado y volátil: la tasa media regio-nal de su crecimiento ha sido del 1,6% anual. No obstante, los valores son muy diversos y con muy impor-tantes altibajos en la mayor parte del área. En términos generales, los desempeños fueron mucho más favorables en las dos naciones de mayor ingreso (Panamá y Costa Rica). Por sus diversos puntos de partida y la disparidad del crecimien-to, las brechas del producto por per-sona entre países subsisten o se han ampliado. En cuanto al PIB per cápita real, buena parte de los paí-ses que tenían pendiente recobrar sus máximos históricos alcanzó esa meta en estos años (salvo Nicara-gua), pero sólo dos lograron recupe-rar su senda de crecimiento histórico (nuevamente, sólo Panamá y Costa Rica), aunque sin diferenciarse mu-cho de la tendencia latinoamericana (gráfico 1.2).
En el último decenio Centro-américa ha progresado en varios frentes sociales, si bien de manera inercial e insuficiente. Así por ejem-plo, las coberturas educativas mejo-raron en todos los niveles y en la mayoría de los países. En educación primaria, las tasas netas de matrícu-la se acercaron o mantuvieron por encima del 90% durante el período 2000-2006 (con la excepción de Belice, donde la información dispo-nible indica cierto retroceso). Las tasas netas en educación secundaria mejoraron en todos los países, es-pecialmente en Guatemala, aunque a partir de una situación inicial muy baja en el 2000. Un progreso similar se registró en la educación preesco-lar durante el período mencionado. No obstante, cabe anotar que en la mayoría de los países del Istmo to-davía no se logra la universalización de la educación primaria (salvo Pa-namá y Costa Rica); las coberturas en secundaria y preescolar, pese al progreso, son bajas, en términos generales inferiores al 60% con las excepciones ya indicadas. Desde un punto de vista internacional, en Cen-troamérica los indicadores educati-vos más agregados tienden a ser claramente insuficientes.
La esperanza de vida al nacer se incrementó en dos años (prome-dio para el Istmo) y la mortalidad infantil se redujo a veintitrés por ca-da mil nacidos vivos (promedio re-gional), la cifra más baja en la histo-ria. Sin embargo, en ambos temas se mantienen importantes disparida-des dentro y entre los países. El panorama de morbi-mortalidad está siendo transformado por las mejoras en las condiciones de abastecimien-to de agua y saneamiento y los cambios en los estilos de vida, que han contribuido a que las naciones del área se encuentren en distintas
GRÁFICO 1.2
CENTROAMÉRICA: PRODUCTO INTERNO BRUTO PER CÁPITA
1965-2006
DÓLARES CONSTANTES DE 2000
Fuente: Elaboración propia con base en Banco Mundial, BM, 2006 y 2007.
fases de un proceso de transición epidemiológica. Por su parte, las coberturas de las vacunas básicas (BCG, DTPE, HepB3, HibB3) tendie-ron a aumentar durante el período 2000-2006, alcanzando o mante-niendo niveles iguales o superiores al 85% en todo el Istmo.
En esta década la desnutrición se redujo, pero de manera lenta y desigual, y sigue afectando a am-plios grupos de población, entre ellos los habitantes de las zonas rurales, niños, indígenas y adultos mayores. Durante los últimos años la región ha logrado una disponibilidad superavi-taria de alimentos. Sin embargo, esto se ha debido a la importación de alimentos y no a su producción, especialmente en lo que concierne a granos básicos, cuyo cultivo más bien fue desestimulado. La depen-dencia de alimentos importados en la actual escalada de los precios internacionales supone un serio de-safío para la seguridad alimentaria de Centroamérica.
De modo especial debe des-tacarse la mejora relativa de los ni-veles de pobreza en el Istmo, pues en el período 2002-2007 ésta dismi-nuyó cinco puntos porcentuales (promedio regional), hasta alcanzar un mínimo histórico. Aun así, la po-breza afecta a más del 40% de las y los centroamericanos y, en términos absolutos (número de personas), creció.
En general, en todos los paí-ses las políticas públicas sociales tienen un financiamiento mayor que hace cinco años. En varios de ellos, sin embargo, los niveles de la inver-sión social siguen estando entre los más bajos de América Latina, y las brechas en el gasto social per cápita entre las naciones del Istmo llegan a ser de más de siete veces, lo que se refleja en las disparidades en desa-rrollo humano. La evidencia que aporta el Informe (2008) permite concluir que la baja inversión en salud y educación afectó las posibili-dades de elevar la calidad de la ma-no de obra de la región, tema al que todas las economías exitosas han asignado una prioridad estratégica.
En todo el Istmo se admite hoy la inspección de los derechos de los trabajadores, aunque ésta sigue siendo débil y aplicada sólo en cier-tos centros urbanos. Asimismo, en todos los países se han creado insti-tuciones de defensa de los consumi-dores como instrumentos de protec-ción de los derechos ciudadanos.
Desde los años ochenta, Cen-troamérica ha hecho grandes es-fuerzos para desarrollar esquemas tendientes a proteger y conservar su biodiversidad. En la actualidad, más del 10% del territorio del Istmo está bajo alguna categoría de protección. También se registran avances en la legislación ambiental en casi todos los países. No obstante, las capaci-dades institucionales para garantizar la conservación del patrimonio son exiguas, como lo documenta este Informe, y varios ecosistemas están prácticamente desprotegidos (por ejemplo los humedales). La agenda ambiental establecida en la Alianza
para el Desarrollo Sostenible, Alides, suscrita por los gobiernos a inicios de la década anterior, en la práctica y en la asignación de recursos públi-cos, ha sido relegada.
En otros frentes la falta
de progreso es una
vulnerabilidad estratégica
En otros ámbitos sociales y económicos, la falta de progreso de Centroamérica es un lastre para su lanzamiento como un polo dinámico de desarrollo.
El Informe Estado de la Re-gión no puede consignar cambios importantes en los niveles de desigualdad social en la región, pese al mayor crecimiento económico y la reducción de la pobreza experimen-tada durante el período 2002-2007. En El Salvador la evidencia muestra una cierta disminución de este fenómeno, mientras que en Costa Rica éste ha aumentado. Es impor-tante hacer constar, sin embargo, las dificultades para una buena medi-ción de la desigualdad.
Tampoco se pueden reportar mejoras en la segmentación de los mercados laborales. La mayoría de los ocupados en Centroamérica con-tinúa inserta en sectores de baja productividad e ingreso. El autoem-pleo de baja productividad, medida de aproximación al sector informal, genera el 41% del empleo regional. La posibilidad de acceder a puestos de trabajo de calidad se ve limitada por la baja calificación de la mano de obra, pero también por la desarticu-lación entre la oferta y la demanda laboral. Sólo el 28% de los trabaja-dores disfruta de empleo con ciertas garantías sociales. Esta situación no cambió pese al progreso económico de los últimos años.
Igualmente nulo es el progre-so en la capacidad de la región para retener a sus habitantes. La emigra-ción, principalmente hacia Estados Unidos y como resultado de la falta de oportunidades laborales, sigue afectando a Centroamérica. Más aun, debido a la importancia de las remesas familiares para la estabili-dad macroeconómica de varios paí-ses de la región, y su efecto asocia-do de disminuir la incidencia de la pobreza, la emigración se ha conver-tido en una necesidad estructural del funcionamiento de algunas eco-nomías y sociedades del Istmo.
En vista de la favorable situa-ción demográfica que se vive en el área, la rigidez de los altos niveles de desigualdad, la segmentación de los mercados laborales y la persis-tencia de la emigración configuran una seria vulnerabilidad estratégica para una región que necesita pro-gresar rápidamente en su desarrollo humano. En efecto, en los próximos años los países requerirán fuertes incrementos en la productividad de la población trabajadora, para apro-vechar la positiva relación de depen-dencia que implica el “bono de-mográfico”. Para ello deberá aumentar el ahorro y la inversión (tanto privada como, especialmente,
pública) con el propósito de dedicar recursos a elevar la calidad de la mano de obra, mediante la universa-lización de la educación secundaria, académica y técnica, y la generación de oportunidades laborales y empre-sariales, entre otras acciones. La escolaridad de las personas prueba que sigue siendo el principal movili-zador social (gráfico 1.3). No obstan-te, la emigración supone una sangría de la fuerza laboral, la persistencia del sector informal perpetúa la baja productividad y afecta la recaudación tributaria, y los altos niveles de desigualdad bloquean el acceso de amplios segmentos de la población a las oportunidades de desarrollo so-cial y económico.
Las capacidades de gestión de la rica diversidad biológica del Istmo, un recurso estratégico para la región, son exiguas, y las mejoras recientes en este tema han sido marginales. Es cierto que el presu-puesto asignado para los entes rec-tores en materia ambiental (ministe-rios del ramo) pasó de 70,4 millones de dólares corrientes en el 2002 a 152,4 millones en el 2006. Sin em-bargo, este aumento no implicó un cambio importante en las prioridades públicas: el peso de este presupues-to dentro del gasto de consumo final de los gobiernos centrales pasó de 0,9% a 1,6% en esos años. Esto representó un gasto anual per cápita que, en el mejor de los casos (Pa-namá), alcanzó apenas 8,1 dólares (la Agencia de Protección Ambiental
de los Estados Unidos invierte anualmente cerca de $24).
La protección ambiental y el uso racional de los recursos natura-les son débiles e incapaces de con-trarrestar la tendencia a lesionar el patrimonio natural.2 Algunos ejem-plos: el número de especies en ries-go crítico pasó de 94 a 220 entre el 2002 y el 2007 para la región en su conjunto, y las catalogadas como “en peligro de extinción”, de 257 a 389 en los mismos años. La emisión de toneladas de gases contaminantes a la atmósfera (dióxido de carbono y sustancias que agotan el ozono) aumentó de manera considerable entre el 2003 y el 2005, período para el cual se tiene la última información. El consumo de fertilizantes y pestici-das, poco regulado, mostró un in-cremento importante en el período 2003-2006 para la región en su con-junto, aunque con notables dispari-dades en los volúmenes y ritmos según los países. Si bien son nece-sarios para las actividades agrope-cuarias, los fertilizantes y pesticidas, usados sin los controles adecuados, pueden representar amenazas para la salud pública; ejemplo de ello son los frecuentes episodios de contami-nación de fuentes de agua en diver-sas localidades. Cabe señalar que, aunque el consumo de fertilizantes por área sembrada (no hay informa-ción para pesticidas) ha tendido a aumentar en la región, se encuentra todavía muy por debajo de los nive-les reportados en Brasil y Chile.
Finalmente, no hay duda de que la democratización de los regí-
menes políticos es uno de los mayo-res logros de Centroamérica. Hoy en todos los países se llevan a cabo reñidas competencias electorales. Sin embargo, la pérdida de dina-mismo y, en algunos casos, el es-tancamiento del proceso de demo-cratización, son preocupantes. En al menos un caso (Nicaragua), la ins-tauración plena de la democracia electoral es una tarea pendiente. En Guatemala la campaña electoral del 2007 se caracterizó por elevados niveles de violencia política (más de cincuenta asesinatos). En varias naciones, el requisito básico de la inclusión ciudadana universal no se ha cumplido, pues las personas que experimentan distintas modalidades de exclusión social tienden a partici-par menos en la política, incluyendo las elecciones nacionales.
GRÁFICO 1.3
CENTROAMÉRICA: POBLACIÓN ENTRE 15 Y 64 AÑOS DE EDAD,
EN CONDICIÓN DE POBREZA,
SEGÚN AÑOS DE EDUCACIÓN ACUMULADOS
2006
Fuente: Elaboración propia con base en las encuestas de hogares de cada país.
Con mucho, el ámbito en que la democratización ha progresado menos es el de la instauración de Estados democráticos de derecho y el marco institucional para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y el buen manejo de los recursos públicos. La actualización del diagnóstico efectuado hace cinco años por el Segundo Informe Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible arroja pocos cambios. En varios países existe un control parti-dario sobre el Poder Judicial, que cuenta con escasos recursos para operar (el gasto judicial per cápita es menor a $10 anuales en tres paí-ses); además hay desbalances pro-cesales importantes derivados de la extrema debilidad de las defensas públicas, en naciones donde una gran cantidad de personas, si no la mayoría, es pobre. Las diferencias entre Costa Rica y el resto de la región son aquí, quizás, más pro-nunciadas que en cualquier otro tema. Por otra parte, pese a los avances normativos, en todo el Ist-mo los órganos encargados de fisca-lizar la gestión pública tienen seve-ras limitaciones. En general, los países centroamericanos están entre los peor calificados en los índices internacionales de combate a la co-rrupción, y el mejor caso (Costa Ri-ca) apenas logra una puntuación intermedia.
Las dificultades de Centro-américa para consolidar el funcio-namiento de Estados democráticos de derecho constituyen una barrera para asegurar la plena vigencia de los derechos de las personas, atraer inversión extranjera directa y lograr la reinversión local de las utilidades, acciones vitales para el desarrollo del Istmo en virtud de su escasez de capital.
Desafíos emergentes plantean
una nueva situación estratégica
En los últimos años (y al mo-mento de escribirse el tercer Infor-me) una serie de eventos está cam-biando dramáticamente el contexto internacional y, con ello, ha hecho emerger complejos desafíos estraté-gicos para Centroamérica. En térmi-nos generales, la región enfrenta márgenes de maniobra más estre-chos debido a una convergencia de factores que penalizan severa-mente sus debilidades en desarrollo humano.
En el terreno económico, el In-forme plantea que la mayoría de las naciones centroamericanas impulsó un programa relativamente sencillo y unilateral de apertura comercial y financiera, basado en la utilización de una mano de obra barata y en el aprovechamiento de las ventajas de localización del Istmo en relación con el principal mercado del mundo. Es preciso reconocer que, finaliza-das las guerras civiles y al interrum-pirse los flujos de ayuda internacio-nal, los países tampoco tenían muchas alternativas. A esta situación objetiva se adicionó una subjetiva: la creencia de que la apertura econó-mica era una condición suficiente para inducir mejoras sostenidas y rápidas en el desarrollo humano.
Si no se hubiera llevado a ca-bo este proceso, probablemente la región estaría hoy en peores condi-ciones económicas y sociales. Sin embargo, en la actualidad es claro que la apertura económica en su etapa fácil, la que se desentiende del reto de crear sistemas productivos más competitivos, no es suficiente siquiera para lograr metas estricta-mente económicas, y menos aun un rápido desarrollo. Pero, además, la apuesta de inserción internacional basada en la utilización de mano de obra barata y no calificada ha sido afectada, de manera radical, por la irrupción en los mercados mundiales de China, India y Vietnam, países que tienen mucha más capacidad y productividad y menores costos de producción que las naciones cen-troamericanas. Esta situación ame-naza a sectores enteros de los apa-ratos productivos del Istmo.
A esto se agrega, además, una situación coyuntural adversa: a diferencia del resto de América Lati-na, todas las naciones centroameri-canas, sin excepción, han experi-mentado un deterioro sistemático y significativo en los términos de inter-cambio (gráfico 1.4). Tienen que dedicar cada vez más recursos para adquirir igual o menor cantidad de productos y servicios del exterior que en el pasado. Las mediciones reali-zadas para el tercer Informe indican que una buena parte de la oferta exportable del Istmo ha perdido competitividad.
En el terreno político, Centro-américa enfrenta un grave y multi-facético problema de inseguridad ciudadana. Como se dijo anterior-mente, en varios países la violencia social y delictiva se encuentra entre las más altas del hemisferio. En otros, este fenómeno, aunque me-nor, están en ascenso. En todos cunde la sensación de inseguridad y las personas invierten cada vez más sus recursos, muchos o pocos, en sistemas de protección.
A este punto, la inseguridad ciudadana es un problema de orden público que cuestiona la autoridad legítima de los Estados. Constituye un factor de desarticulación social, pues afecta las relaciones de con-fianza y reciprocidad dentro de las comunidades. Es, asimismo, un obstáculo al crecimiento económico, pues implica costos más altos de operación para los sectores produc-tivos. Los niveles actuales de crimi-nalidad afectan, deprimiéndolo, el apoyo ciudadano a los sistemas políticos y han creado climas de opinión que, en el mejor de los ca-sos, toleran las soluciones extralega-les al problema.
En materia de energía, el de-safío emergente está asociado a la alta dependencia de hidrocarburos importados, que representan el 45% del consumo energético total, y a patrones de uso poco eficientes (en este ámbito la región está a la zaga en América Latina). El consumo de petróleo se debe mayoritariamente al sector transporte y a la generación eléctrica, en tanto que el empleo de leña, segunda fuente de energía en la región (38%), corresponde sobre
GRÁFICO 1.4
CENTROAMÉRICA: EVOLUCIÓN DE LOS TÉRMINOS
DE INTERCAMBIO EN COMPARACIÓN CON AMÉRICA LATINA
2000-2006
(ÍNDICE AÑO 2000= 100)
Fuente: CEPAL, 2007.
todo al sector residencial de las zo-nas rurales. La alta dependencia de los hidrocarburos se agrava en un marco internacional complejo, de altos precios y perspectivas de ago-tamiento petrolero, lo que reduce la competitividad, dispara la inflación y ensancha el déficit comercial de economías cuyo crecimiento está fuertemente ligado al uso de energía. Al cierre de edición del In-forme del 2008, el precio del petróleo superaba los 138 dólares por barril y entre el 2000 y el 2006 la factura de los países del Istmo por este con-cepto se había duplicado, hasta lle-gar a representar más del 7% del PIB regional.
Finalmente, otro complejo de-safío que ha surgido en el frente internacional es el de la seguridad alimentaria y nutricional. Hasta hace poco, el relativo dinamismo de eco-
nomías emergentes como las de China e India, y los bajos precios en los mercados mundiales hicieron viable para los países centroameri-canos la opción de abastecer el con-sumo nacional con alimentos impor-tados, que estuvieron disponibles de manera creciente en los últimos años. Este panorama ha cambiado en forma abrupta, debido a un fuerte incremento de la demanda y de los precios internacionales en este ru-bro. Esta situación se deriva de una relativa inestabilidad en la produc-ción de alimentos, asociada a su vez a recurrentes eventos hidrome-tereológicos y a variaciones en las precipitaciones por efecto del cambio climático, pero también está siendo influida por el uso de productos ali-menticios para la elaboración de biocombustibles, como una alternati-va para enfrentar la crisis petrolera. En una región con una alta depen-dencia de alimentos importados, en muy corto plazo ello podría transfor-marse en una amenaza y generar escenarios de inseguridad relacio-nados con problemas de desabaste-cimiento alimentario y una agudiza-ción de las carencias nutricionales que sufre la población más pobre.
Oportunidades para la acción
regional
Centroamérica puede obtener beneficios de la nueva situación internacional si logra identificar las ventajas y oportunidades que ésta ofrece y aprovecharlas para relanzar la acción regional como vía para atender desafíos comunes. La ac-ción regional no sustituye la respon-sabilidad que cada Estado tiene con su población, pero ciertamente, en condiciones tan difíciles como las actuales, puede contribuir a generar mayores oportunidades. Para esto, sin embargo, se requerirá audacia y pensamiento innovador.
En materia energética es po-sible que el amplio potencial de ge-neración a partir de fuentes renova-bles incentive las inversiones regionales, y que la escasez y los altos precios de los hidrocarburos, a su vez, estimulen el desarrollo de estrategias comunes para transfor-mar los sistemas de transporte y los hábitos de consumo.
Al enfrentar el problema de la inseguridad ciudadana, en Centro-américa se ha oscilado entre la “ma-no dura” y la inacción, respuestas que no han rendido frutos y han te-nido implicaciones sociales y políti-cas negativas. Ante tal situación, el tercer Informe hace un llamado a la sensatez: la cooperación regional puede ayudar al cuidadoso diseño de intervenciones, de diversa com-plejidad y naturaleza, para incidir sobre una multiplicidad de factores de riesgo, en un contexto de institu-ciones fortalecidas del Estado de derecho.
Las tendencias recientes del mercado internacional de alimentos podrían albergar oportunidades para Centroamérica. La disponibilidad de suelos fértiles y agua, especialmente en la zona central del Istmo, junto
con una larga tradición agrícola, podrían ser factores favorables para relanzar la producción agrícola, aun-que para cristalizar una iniciativa en ese sentido se requeriría robustas políticas públicas. Esto abre posibili-dades para que, desde la acción regional, se impulse el desarrollo rural y se procure solventar el rezago socioeconómico de casi la mitad de la población pobre que vive en esa zona.
Ver oportunidades donde hay amenazas no es un optimismo in-fundado. Hace dos décadas, bajo condiciones extremas, Centroaméri-ca puso en marcha acciones decisi-vas y conjuntas para abrir paso a transiciones en materia de paz, de-mocracia e inserción internacional. Al cabo de veinte años, de nuevo la región está obligada a rechazar cier-tas tentaciones y atreverse a hacer lo que no se ha intentado antes.
El Informe Estado de la Re-gión plantea con claridad que “más de lo mismo” es un curso de acción que compromete el futuro del Istmo. Mantener bajos los niveles de inver-sión en educación y salud, o recor-tarlos en tiempos de menor creci-miento de la producción o de merma de la recaudación fiscal, como los que se pueden avecinar, agudizaría los problemas. Abandonar los es-fuerzos por proteger el bosque e incrementar el uso de leña para sos-layar los precios crecientes de la energía amenazaría el patrimonio natural, una de las grandes ventajas de la región en el escenario interna-cional. Recurrir a la “mano dura” y a la erosión de la institucionalidad democrática para combatir la insegu-ridad ciudadana puede crear severos problemas de estabilidad política.
Enfrentar los nuevos retos pa-sa por redescubrir Centroamérica, ese espacio común, un tanto relega-do de las prioridades mundiales lue-go de haber protagonizado el último conflicto de la guerra fría, para entrar en el juego global. No es posible excusarse, ni esconderse. Tampoco actuar en solitario. Ningún país de la región puede darse el lujo de pres-cindir de sus vecinos. Nadie es tan potente o autosuficiente.
Redescubrir Centroamérica es más que “estar” en Centroamérica. Significa, en particular, desplegar acciones comunes para administrar activos comunes (biodiversidad, ventajas de localización, nodo del comercio mundial) y encarar de-safíos comunes (geopolítica de la seguridad, la dependencia energéti-ca de los hidrocarburos y la crisis alimentaria).
La institucionalidad regional puede ser una valiosa herramienta para esa acción. El Sistema de Inte-gración Centroamericana, SICA, fue remodelado en el contexto de la reconstrucción posbélica. Sin em-bargo, las condiciones y necesida-des actuales son distintas. El Infor-me advierte que el proceso de integración del Istmo se encuentra en una disyuntiva: hacerse útil o ser abandonado. Hoy en día existen fuertes y diversos estímulos para la acción conjunta. La tarea prioritaria
es construir un acuerdo político que permita la doble articulación del pro-yecto regional con los intereses de cada país, en una serie de temas estratégicos. Para ello será necesa-rio que los Estados nacionales, las partes del proceso integracionista, superen su tradicional indisciplina con respecto a Centroamérica, la casa común.
El Informe Estado de la Re-gión (2008) se presenta a las socie-dades centroamericanas en momen-tos en que resulta central fijar rumbos, emprender caminos y con-tar con información pertinente, veraz y oportuna, que sirva para evaluar las consecuencias de las acciones y de las omisiones de hoy. Éstas, fi-nalmente, se proyectarán en la cali-dad de vida de los y las habitantes del Istmo a lo largo de mucho tiem-po. Resulta claro, entonces, que la ausencia de información afecta la calidad de las decisiones, a los que toman decisiones y, por supuesto, a quienes quedan relegados de, o por las decisiones.
Dilemas estratégicos del Istmo
Centroamérica se adentra en un nuevo y difícil período histórico. La convergencia de rezagos históri-cos (sociales, institucionales y económicos) con un contexto inter-nacional cada vez más complejo, obliga a reconsiderar las estrategias que han seguido los países, tanto para alcanzar su desarrollo como para impulsar una región más próspera e integrada. Por ser un informe centroamericano, el análisis se concentra en el ámbito regional, sin desconocer que muchas de las posibilidades de desarrollo humano dependen de acciones a lo interno de los Estados nacionales. Aun en esta dimensión regional, la principal conclusión es que seguir “haciendo lo mismo” puede tener serias conse-cuencias para el futuro del Istmo.
Con el propósito de contribuir a un debate centroamericano sobre las opciones y estrategias que el Istmo tiene ante sí, el Informe desa-rrolla, como novedad, un enfoque prospectivo mediante el cual se examinan “dilemas estratégicos” del desarrollo humano en la región, las tendencias actuales, escenarios y alternativas de acción. Específica-mente se analizan dos de estos di-lemas, que fueron investigados por mandato del Consejo Consultivo del Informe. El primero de ellos se rela-ciona con las posibilidades de pro-veer, en democracia, un bien público fundamental: un orden público que, basado en el respeto a los derechos y libertades de las personas, garan-tice la seguridad ciudadana. En cuanto al segundo dilema, frente a la conjunción de rezagos históricos y un contexto internacional más com-plejo, se valoran las posibilidades de reorientar los estilos de inserción de las naciones centroamericanas en el sistema económico internacional, para generar crecimiento y rápidos progresos en el desarrollo humano y la equidad social.
La situación actual de la (in)seguridad ciudadana y las vulne-rabilidades de la inserción interna-cional generan importantes amena-zas y riesgos para la región, las que tienen un carácter estratégico por-que, en mayor o menor grado, afec-tan al Istmo en su conjunto y blo-quean severamente su potencial de desarrollo humano y avance de-mocrático. Son dilemas porque re-solverlos implica superar disyuntivas, reales o percibidas, entre objetivos deseables pero difíciles de conciliar en la práctica.
En el índice del Informe los di-lemas coronan el estudio, pues son sus capítulos finales. Sin embargo, en esta “Sinopsis” se presentan an-tes que los demás. La razón de tal proceder es que los dilemas anudan los complejos desafíos económicos, políticos, ambientales, sociales e institucionales tratados en el resto del Informe y, por tanto, ofrecen un contexto para interpretar los resú-menes de los otros capítulos que se presentan más adelante.
Dilema estratégico
de la seguridad de las personas
y el Estado democrático
de derecho3
Resumen de situación
Al finalizar la primera década del siglo XXI Centroamérica experi-
menta un grave problema de seguri-dad ciudadana. Este, sin embargo, no afecta de manera homogénea a todos los países. Se pueden distin-guir al menos tres grupos de países que presentan situaciones estratégi-cas de seguridad ciudadana distin-tas. Esas tres situaciones tienen en común una percepción generalizada de alta inseguridad ciudadana, pero se diferencian por los niveles de violencia existentes, la respuesta gubernamental y el grado de institu-cionalidad del Estado de derecho.
La primera situación estratégi-ca es la más grave y se caracteriza por una alta violencia social y delicti-va, combinada con debilidades insti-tucionales y la aplicación de políticas de “mano dura”, tal como sucede en el norte de Centroamérica. En la segunda situación estratégica tam-bién hay debilidad institucional pero, a diferencia de la anterior, en la últi-ma década ha habido renuencia a aplicar políticas de “mano dura” y los indicadores de violencia social y delictiva son bajos, aunque con ten-dencia al alza. Los países que más se aproximan a este prototipo son Nicaragua y, en menor medida, Pa-namá. La tercera situación estratégi-ca coincide con el segundo grupo de países en cuanto a la más baja vio-lencia social y delictiva, y la resisten-cia a la aplicación de políticas de “mano dura”, aunque ello no implica que se estén ejecutando políticas de prevención consistentes. La principal diferencia con las anteriores es la fortaleza del Estado de derecho. El país que más se acerca a este proto-tipo es Costa Rica.
En las tres situaciones es-tratégicas la articulación entre las políticas de seguridad y el Estado de derecho está condicionada por una serie de factores regionales que sobrepasan las particularidades de los países y, en algunos casos sus capacidades de actuar, tales como la inmersión de Centroamérica en la geopolítica del narcotráfico, las acti-vidades delictivas de las maras, la debilidad de los Estados de derecho y el fácil y generalizado acceso de la población a armas ligeras.
Escenarios
De no acometerse acciones que modifiquen las condiciones ac-tuales, las tres situaciones estratégi-cas tienen el potencial para engen-drar profundas fracturas económicas y políticas en el Istmo, que obstacu-lizarán aun más el desarrollo huma-no y la integración regional. Al 2020, en la primera situación estratégica, el escenario más grave llevaría a los países a un alto riesgo de desestabi-lización política, con una violencia delictiva superior a la actual y aso-ciada a acciones extralegales de grupos irregulares y a “guerras” en-tre bandas rivales. La institucionali-dad del Estado de derecho sería más débil.
En la segunda situación es-tratégica se produciría una “balcani-zación” del orden público territorial; es decir, lo más probable es que la inseguridad ciudadana ponga en riesgo el orden público democrático, pero sin llegar a desestabilizarlo del todo. Bajo este escenario, las débi-les instituciones del Estado lograrían mantener niveles moderados de violencia social en la mayor parte de sus territorios, pero habrían entrega-do el control de otras áreas a diver-sos actores del crimen organizado.
Finalmente, en la tercera si-tuación estratégica el escenario iner-cial más probable es aquel en el que coexistirían democracias con niveles ampliados de violencia. Los focos de mayor violencia social y delictiva estarían concentrados en “bolsones” urbanos de pobreza. En varias re-giones de los países ocurrirían epi-sodios, todavía poco frecuentes, de violencia extralegal (“limpieza so-cial”) que contarían con la conniven-cia de la población y algunas autori-dades policiales.
Los escenarios analizados no son, sin embargo, inevitables. Son proyecciones lógicas cuyo punto de partida es el supuesto de que las condiciones actuales se mantendrán relativamente estables en el tiempo. Estas condiciones, sin embargo, son modificables. La experiencia interna-cional muestra que, aun en situacio-nes muy complejas, la seguridad ciudadana puede ser mejorada en forma duradera. Esta es una base objetiva para la esperanza. La clave radica en el diseño y puesta en mar-cha de intervenciones públicas que, de manera simultánea y desde múltiples frentes, modifiquen los factores de riesgo.
CUADRO 1.2
CENTROAMÉRICA: SITUACIONES ESTRATÉGICAS PROTOTÍPICAS
DE INSEGURIDAD CIUDADANA Y ESTADO DE DERECHO
2007
Situación prototípica |
Países que se aproximan |
Resultados del ejerci-cio de escenario a mediano plazo |
Alta violencia social y delictiva, intensa inseguridad ciudadana, frágiles o incipien-tes Estados de derecho y aplicación de “mano dura”. |
Guatemala, Hondu-ras y El Salvadora/ |
Muy alta probabilidad de amenazas severas al orden democrático. |
Baja violencia social y delictiva, inseguri-dad ciudadana en aumento, frágiles Esta-dos de derecho y poca o nula aplicación de “mano dura”. |
Nicaragua y Pa-namáa/ |
Alta probabilidad de amenazas severas al orden democrático. |
Baja violencia social y delictiva, inseguri-dad ciudadana en aumento, robusto Esta-do de derecho y nula aplicación de “mano dura”. |
Costa Rica |
Baja probabilidad (pero no despreciable) de amenazas severas al orden democrático. |
a/ Son los casos que muestran al menos una diferencia importante con los otros que han sido agrupados en la misma categoría.
Fuente: Elaboración propia.
Planteamiento
Para modificar los cursos de evolución más probables, el Informe hace un llamado para abandonar las políticas de “mano dura”, que no sólo han probado ser ineficaces, sino que parten de supuestos falsos y erosio-nan las instituciones del Estado de derecho. Asimismo, se critica la in-acción pública frente a los serios problemas de inseguridad o la adop-ción acrítica de experiencias inter-nacionales.
El Informe apuesta por la sen- satez en la política pública de seguri- dad ciudadana. Ello permitirá encon- trar soluciones introduciendo vías de compromiso y equilibrio entre dos valores hasta ahora enfrentados: la protección social y el respeto de las garantías procesales. Desde esta perspectiva pueden plantearse dos grandes objetivos: por una parte, uno de contención, orientado a evitar el empeoramiento de la situación en todos los países, especialmente en
aquellos que padecen un importante deterioro de su seguridad (primera situación estratégica); por otra parte, un objetivo de desarrollo, dirigido a mejorar las condiciones existentes en los casos más agudos o, in-cluso, a modificar el escenario que enfrentan.
El Informe formula propuestas de intervenciones de carácter gene-ral y específico. Entre las primeras destacan las siguientes:
Las propuestas específicas se asocian a la atención de factores de riesgo, mediante acciones como las siguientes:
Finalmente se sugieren accio-nes puntuales relacionadas con el sistema penal, con el doble propósito de fortalecer el control del delito y aumentar la confianza ciudadana en él. Se proponen intervenciones, tan-
to para reforzar la aplicación efectiva de la ley (con el propósito de reducir la impunidad) como, en especial, para ampliar la protección de las víctimas de delitos. El Consejo Con-sultivo del Informe consideró rele-vante agregar la consideración sobre la importancia de desarrollar políti-cas de reinserción laboral para ex-convictos.
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
Implicaciones de los hallazgos |
3. Empleo |
√ |
Economía subterránea y blanqueo de capitales gene-ran empleos informales. |
4. Salud |
√ |
Alta violencia social y criminalidad causan pérdida de vidas y se convierten en un problema de salud pública. |
6. Migración |
√ |
Redes de “coyotes” ilegales vulneran derechos de migrantes y penetran instituciones públicas. |
7. Democracia |
√ |
Presiones sobre las instituciones del Estado de dere-cho y dificultades para garantizar un orden público. |
8. Corrupción |
√ |
Penetración de narcotráfico en sistemas de justicia y sistemas políticos. |
9. Gobiernos locales |
√ |
Actores ilegales son poderes locales y más recursos que las municipalidades. |
10. Patrimonio natural |
√ |
Operación de narcotráfico en áreas protegidas. |
12. Seguridad ciudadana |
||
13. Inserción internacional |
√ |
Altos niveles de inseguridad y violencia afectan la inversión y la producción. |
Nota: No se documentaron implicaciones del dilema de seguridad ciudadana sobre la seguri-dad alimentaria (Capítulo 5) y la energía (Capítulo 11).
Fuente: Elaboración propia.
Dilema estratégico
de la inserción internacional
en Centroamérica4
Resumen de situación
A partir de 1990 todos los paí-ses del Istmo promovieron una ma-yor integración a la economía internacional, mediante políticas explícitas de promoción de exporta-ciones, disminución de las barreras arancelarias y no arancelarias a las importaciones, apertura de la cuenta de capitales y, más recientemente, la suscripción de acuerdos de libre comercio con sus principales socios comerciales.
Hoy en día, sin embargo, la inserción internacional de Centro-américa encara serios desafíos, pues sus resultados económicos y sociales no han sido los esperados. En comparación con otros países del mundo, que también han experimen-tado procesos de apertura y promo-ción de exportaciones, las naciones del Istmo han mostrado menos ca-pacidad para “sacarle el jugo” a este dinamismo exportador y traducirlo en tasas de crecimiento más altas y sostenidas, como vía para mejorar el bienestar social de sus poblaciones.
Dado que las economías cen-troamericanas son pequeñas y sus mercados internos reducidos, la inserción económica internacional
es, sin duda, conditio sine qua non para el crecimiento y el desarrollo en la región. Pero la inserción per se no garantiza el desarrollo. El dilema que enfrenta Centroamérica en este te-ma es: ¿cómo lograr una inserción ventajosa en la economía interna-cional? En otras palabras, ¿cómo aprovechar esta inserción para po-tenciar las oportunidades de creci-miento económico y desarrollo humano? La experiencia mundial muestra que la relación entre apertu-ra, inserción, crecimiento y desarro-llo no es automática. Las vinculacio-nes entre estos factores dependen críticamente del aprovechamiento de las condiciones del entorno interna-cional y la optimización de los recur-sos propios.
Pese a la existencia de facto-res comunes a todos los países de la región, como su ubicación estratégi-ca, la cercanía al canal de Panamá y la suscripción de tratados comercia-les multilaterales, el Informe plantea la tesis de que en Centroamérica es posible distinguir con claridad dos estilos de inserción en la economía internacional.
La primera situación combina:
La segunda situación estraté-gica combina:
Escenarios
Para cada una de estas situa-ciones estratégicas el Informe plan-tea escenarios que toman como referencia el 2020 y que describen el curso de evolución más probable, si se mantienen constantes las tenden-cias y condiciones observadas du-rante los últimos años. En la primera situación estratégica, el escenario más probable es el de una inserción internacional vulnerable, sin desarro-llo humano. A mediano plazo se habría profundizado la apertura de la economía, pero no el desarrollo humano de la sociedad ni la produc-tividad de los factores. Esta última se mantendría en niveles similares a los observados en la actualidad. En la segunda situación estratégica el escenario más probable es que la inserción internacional haya obtenido logros sub-óptimos en desarrollo humano. Aunque se habrían gene-rado mayores niveles de desarrollo humano, tanto los logros como su progresión estarían significativamen-te por debajo de los resultados obte-nidos por los nuevos países indus-trializados (NIC).
La principal conclusión de los escenarios es que la etapa fácil de la apertura y la inserción internacional en Centroamérica ha concluido. Los próximos pasos en este proceso se darán en un contexto en el que se han estrechado los márgenes de maniobra de las pequeñas eco-nomías del Istmo, debido a la com-petencia cada vez mayor de otras regiones del mundo y los altos pre-cios del petróleo y los alimentos.
Los escenarios analizados no son, sin embargo, inevitables. Son proyecciones lógicas cuyo punto de partida es el supuesto de que las condiciones actuales se mantendrán relativamente estables en el tiempo. Estas condiciones son modificables. La experiencia internacional muestra que, aun en situaciones muy com-plejas, cambios en los estilos de inserción generan mejoras significa-
tivas en el desarrollo humano de los países.
Planteamiento
En Centroamérica se suelen pregonar “soluciones mágicas” para el logro de una inserción internacio-nal ventajosa; se desestima la com-plejidad de los problemas y se reco-mienda un programa relativamente sencillo de política pública. Frente a la incapacidad de tales estrategias para inducir rápidas mejoras socia-les, se ha generado una reacción contraria: la negación de que la exis-tencia de economías abiertas sea una necesidad y que, por tanto, Cen-troamérica puede vivir en lo funda-mental de sus propios recursos, gracias a su vocación agropecuaria.
La creación de condiciones para una inserción internacional ventajosa en la región parte de una serie de realidades difíciles de igno-rar: restricciones importantes para obtener resultados sociales y económicos significativamente mejo-res, notables brechas en los niveles de desarrollo económico y social entre los países, “apuestas” comer-ciales cada vez más divergentes, falta de un liderazgo económico evi-dente en el Istmo y carencia de commodities estratégicos.
Una mirada realista a las con-diciones actuales identifica no sólo las restricciones sino también los intereses comunes que tiene Cen-troamérica en su conjunto, pese a la diversidad de los países que la com-ponen. Estos intereses son de carác-ter ofensivo, es decir, de creación de condiciones para una nueva fase de la inserción internacional, y defensi-vo, para evitar que las debilidades se conviertan en obstáculos para lograr una inserción ventajosa.
Desde el punto de vista ofen-sivo, el principal interés regional es aprovechar sus ventajas de localiza-ción en el sistema económico inter-nacional para crear una plataforma de producción y un portafolio de bienes y servicios para socios extra-rregionales. Existen varias condicio-nes iniciales que posibilitan plantear-se este objetivo. Por una parte, el canal de Panamá (y su ampliación en curso) es una de las principales rutas del comercio internacional. Por otra, dentro de la misma región hay experiencias exitosas de atracción de inversiones y desarrollo de nue-vos sectores productivos (Panamá y Costa Rica).
En los últimos diez años se han planteado diversas propuestas para aprovechar la localización es-tratégica de Centroamérica. Todas ellas coinciden al señalar la necesi-dad de que los países pongan en marcha acciones comunes para:
El Informe Estado de la Re-gión tiene importantes coincidencias con estos planteamientos. Además propone otras acciones que per-mitirían avanzar con rapidez hacia el objetivo de convertir a Centroaméri-ca en una plataforma internacional para la producción y el comercio:
Desde el punto de vista de-fensivo, el principal interés de Cen-troamérica es la creación de enca-denamientos productivos y sociales, tanto dentro como entre países, para evitar que las desigualdades intra-rregionales fracturen el Istmo y es-trangulen la posibilidad de establecer la plataforma extrarregional de bie-nes y servicios. Algunas acciones que podrían contribuir a ello son:
La pregunta, sin embargo, es por qué países que históricamente han estado centrados en sus in-tereses de corto plazo, nacionales o incluso más específicos, habrían de cooperar con la implementación de una propuesta regional. En otras palabras, cuáles serían las razones por las que países que históricamen-te han sido indisciplinados en lo que concierne a las acciones de carácter regional, y que han aprovechado la primera oportunidad para desertar con la finalidad de obtener ventajas sobre sus vecinos, encontrarían necesario y deseable modificar sus patrones de conducta. Para las na-ciones mejor posicionadas del Istmo, Panamá y Costa Rica, una fractura regional entre un “sur” más desarro-llado y un “centro-norte” estancado es problemática. La capacidad de atracción de flujos ampliados de inversión pasa por tener un “vecinda-rio” que no conspire contra esa in-tención. Para los países más reza-gados, una vez concluida la etapa fácil de la inserción internacional, no existen muchas otras opciones para relanzar el desarrollo.
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
Implicaciones de los hallazgos |
3. Empleo |
√ |
Estilo de inserción internacional es determinante del dinamismo y la estructura de la demanda laboral. |
4. Salud |
√ |
Poca tributación por parte del sector exportador afecta la capacidad de inversión social. |
5. Seguridad alimentaria |
√ |
Apertura unilateral del sector agropecuario afectó a productores. Altos precios internacionales limitan acceso a alimentos. |
6. Migración |
√ |
Falta de oportunidades sociales y económicas impulsa flujos migratorios. |
7. Democracia |
√ |
Inserción internacional ventajosa requiere baja insegu-ridad y violencia. |
9. Gobiernos locales |
√ |
Instalación de sectores dinámicos puede mejorar ingresos municipales. |
11. Energía |
√ |
Creciente demanda energética para sostener el dina-mismo exportador. |
12. Seguridad ciudadana |
√ |
Inserción internacional ventajosa requiere orden públi-co y vigencia del Estado de derecho. |
13. Inserción internacional |
Nota: No se documentaron implicaciones del dilema estratégico de inserción internacional sobre la lucha contra la corrupción (Capítulo 8) y sobre las áreas naturales protegidas (Capítulo 10).
Fuente: Elaboración propia.
Desafíos del desarrollo
humano sostenible
El Informe Estado de la Re-gión (2008) da seguimiento a los desafíos del desarrollo humano ana-lizados en las ediciones anteriores. A lo largo de nueve capítulos se actua-liza la información y se profundiza en temas abordados previamente. Además, producto de las rondas de consulta preliminares, se incluyeron en el análisis temas nuevos cuya consideración es producto del cam-bio en las circunstancias desde la fecha de publicación del Segundo Informe (2003). En la selección de los desafíos que estudió el Informe subyace el símil de una Centroamé-rica como un ser vivo, cuyas necesi-dades podrían ser satisfechas con mayores niveles de desarrollo humano en toda la región.
El desafío regional de ofrecer
trabajo a los habitantes5
Resumen
Los mercados de trabajo en Centroamérica han mejorado su capacidad para ofrecer oportunida-des laborales a la población. Durante el último quinquenio aumentaron los empleos formales, mejoró el perfil educativo de la fuerza de trabajo y se registraron algunos avances en la inspección laboral como medio para
asegurar el cumplimiento de la legis-lación en esta materia.
Pese a estas evoluciones po-sitivas, los mercados de trabajo muestran severos problemas estruc-turales: persiste el claro predominio del empleo en actividades de baja calidad y productividad (autoempleo y micronegocios), una proporción significativa de la fuerza de trabajo no ha logrado completar la primaria, lo que reduce sus posibilidades de acceder a empleos de calidad y me-jorar sus ingresos, y las mujeres enfrentan claras desventajas, aun-que su participación laboral ha au-mentado y tienen en promedio ma-yor calificación que los hombres. A esto se suman debilidades en la tutela y ejercicio de los derechos laborales; los órganos de inspección laboral siguen teniendo importantes limitaciones técnicas y materiales, con matices según el país y la zona. Por otra parte, se registra un ex-tendido desconocimiento, por parte de las y los trabajadores, acerca de sus derechos laborales y los me-dios que prevé la legislación para defenderlos.
Existe una amplia heteroge-neidad entre países en las carac-terísticas y el desarrollo de sus mer-cados de trabajo. Guatemala, Honduras y Nicaragua son los de menor desempeño, Costa Rica y Panamá muestran los mejores resul-tados y El Salvador está en una po-sición intermedia. Este panorama revela un ensanchamiento de las brechas entre las naciones, particu-larmente entre los trabajadores más
calificados y los que, por falta de calificación, sólo tienen las opciones de insertarse en puestos de baja calidad o emigrar.
Para una región que se en-cuentra en un proceso de transi-ción demográfica, este desequilibrio podría significar que la ventaja aso-ciada a contar con una creciente proporción de población en edad productiva se traduzca en una gran frustración, en términos de sus resul-tados económicos y sociales. Este es un costo demasiado alto para un grupo de naciones que requieren potenciar las oportunidades del mer-cado laboral y, por esta vía, dismi-nuir la pobreza, mejorar los ingresos y reducir la desigualdad. La eviden-cia recogida por el Informe muestra que los esfuerzos por elevar la califi-cación de la fuerza laboral no están siendo correspondidos en todos los países con nuevos proyectos pro-ductivos y más puestos de trabajo de buena calidad.
Hallazgos más relevantes
del Informe Estado
de la Región (2008)
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
Implicaciones de los hallazgos |
3. Empleo |
||
4. Salud |
Autoempleo y subempleo reducen cobertura de la seguri-dad social. |
|
5. Seguridad alimentaria |
Empleos de baja calidad generan ingresos insuficientes para garantizar seguridad alimentaria y nutricional. |
|
6. Migración |
Falta de oportunidades de empleo y bajos salarios incenti-van la emigración. |
|
7. Democracia |
Debilidad en protección de derechos laborales afecta representación política. Desempleo y subempleo limitan la inclusión ciudadana. |
|
10. Patrimonio natural |
Baja productividad agrícola genera presiones negativos sobre las áreas protegidas. |
|
12. Seguridad ciudadana |
Jóvenes sin empleo o subempleados son población en riesgo de caer en la delincuencia. |
|
13. Inserción internacional |
Baja calificación de la mano de obra limita la inserción internacional ventajosa. |
Nota: No se documentaron implicaciones de la dinámica del empleo sobre la lucha contra la corrupción (Capítulo 8), los gobiernos locales (Capítulo 9) y la energía (Capítulo 11).
Fuente: Elaboración propia.
Valoraciones de los informes
regionales de 1999 y el 2003
El desafío regional de contar
con personas saludables6
Resumen
Desde 1999, las condiciones generales de salud de la región cen-troamericana han mejorado: la espe-ranza de vida se ha incrementado para ambos sexos en más de dos años, la mortalidad infantil ha dismi-nuido y ha crecido el abastecimiento de agua potable y el acceso a servi-cios de saneamiento. Además, du-rante la presente década las eco-nomías de los países se expandieron y la región logró reducir la población pobre en cerca del 5%. No obstante, esta positiva evolución resulta insuficiente para revertir los rezagos históricos y cerrar las bre-
chas entre y dentro de los países en materia de salud.
El panorama de morbi-mortalidad de la región está determi-nado por las condiciones de pobre-za, los comportamientos sociales y los estilos de vida. Las mejoras en el abastecimiento de agua y los servi-cios de saneamiento han contribuido a que los países se encuentren en distintas fases de un proceso de transición epidemiológica, en las que coexisten el patrón de las enferme-dades infecciosas, nutricionales y las relacionadas con el embarazo, con los padecimientos crónicos como las neoplasias y las enfermedades del sistema circulatorio. Además, llama la atención la alta mortalidad debida a causas externas como homicidios, accidentes de tránsito y lesiones producto de la violencia. La inciden-cia del VIH-SIDA y los problemas para controlar el dengue y otras en-fermedades reemergentes son lla-madas de alerta sobre la eficacia de las políticas para atacar problemas de salud pública.
La pobreza como determinan-te social de la salud está presente en todos los países y condiciona dispa-ridades entre grupos de población y sus posibilidades de mejorar su es-tado de salud y calidad de vida. Afecta especialmente a la niñez, los habitantes de zonas rurales, la po-blación indígena y las mujeres. Estas disparidades llegan a ser alarman-tes, como en el caso de Honduras, donde la tasa de mortalidad infantil es cuatro veces el promedio nacional en algunos departamentos, o en el
de Panamá, donde el 86% de la población indígena vive en pobreza extrema, lo que equivale a un retro-ceso de casi una década en la ex-pectativa de vida al nacer con res-pecto al promedio nacional.
Garantizar una mejor situación de salud en el Istmo cobra mayor relevancia ante el imperativo de aprovechar el “bono demográfico”, ese beneficio asociado al período en que los países experimentan una tasa de dependencia decreciente, propia del proceso de transición demográfica que vive la región. La población en edad productiva de la que dependerá Centroamérica en el próximo medio siglo, enfrenta el reto de financiar un sistema de salud que requerirá cada vez más recursos para atender a una mayor proporción de habitantes envejecidos, que ne-cesitarán mayores y más complejos servicios, y que además, en su gran mayoría, no cotizan en ningún sis-tema de pensiones.
La cobertura de los servicios de salud y el gasto público en este rubro, pese a un relativo crecimiento, resultan insuficientes para garantizar el acceso universal y oportuno, prin-cipalmente en las zonas rurales e indígenas. Con excepción del siste-ma de salud de Costa Rica, que cuenta con distintos esquemas de aseguramiento para toda la pobla-ción, y de Panamá, donde la cober-tura asciende al 65%, los demás países tienen sistemas de seguridad social que abarcan a menos del 20% de la población. Cerca del 70% de las y los centroamericanos carece de seguro social. La población pobre sin acceso a los sistemas públicos de salud debe pagar de su bolsillo ser-vicios privados. Se estima que alre-dedor de un 25% de la población (diez millones de personas) no cuen-ta con un acceso razonable a estos servicios.
La inversión social per cápita ronda los $700 anuales en Panamá y Costa Rica, mientras no sobrepasa los $200 en los demás países. La inversión específica en salud ha sido en promedio del 2,1% del PIB en los últimos años y alcanza el 4% si se incluye el gasto en seguridad social. En el 2004 el gasto social per cápita promedio en salud para la región fue de $114; sólo Costa Rica y Panamá superaron esa cifra por más del do-ble, en tanto que en El Salvador el monto rondó los $75 y en el resto del área fue menor de $50.
Hallazgos más relevantes
del Informe Estado
de la Región 2008
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
|
Implicaciones de los hallazgos |
3. Empleo |
√ |
Baja cobertura de los servicios de salud limita la productividad de la mano de obra. |
|
4. Salud |
|||
5. Seguridad alimentaria |
√ |
En hogares pobres, los gastos en salud (en au-sencia de seguridad social) compiten con crecien-tes gastos en alimentación. |
|
6. Migración |
√ |
La población migrante tiene dificultad para acce-der a servicios de salud durante el desplazamiento y en los lugares de destino. |
|
7. Democracia |
√ |
Bajo financiamiento del derecho a la salud aumen-ta la exclusión social, que a su vez incide sobre la exclusión política. |
|
13. Inserción internacional |
√ |
Falta de acceso a servicios la salud impide apro-vechar el “bono demográfico”. |
Nota: No se documentaron efectos de la situación en salud sobre la lucha contra la corrupción (Capítulo 8), los gobiernos locales (Capítulo 9), las áreas protegidas (Capítulo 10), la energía (Capítulo 11) y la seguridad ciudadana (Capítulo12).
Fuente: Elaboración propia.
Valoraciones de los informes
regionales de 1999 y el 2003
El desafío regional
de garantizar alimentos
a los habitantes7
Resumen
Los avances generales que ha experimentado la región en los indi-cadores sociales han contribuido, en relación con épocas anteriores, a una mayor seguridad alimentaria y nutricional (SAN). Sin embargo, esta mejora es insuficiente. Persiste una alta vulnerabilidad alimentaria y nu-tricional de amplios contingentes de la población, debido a la desigualdad social, la pobreza y la fragilidad en la oferta de alimentos.
Hasta ahora, la disponibilidad de alimentos no había sido un pro-blema en Centroamérica. Sin em-bargo, por efecto de los estilos de inserción económica internacional se desentendió el sector agropecuario, particularmente en los rubros rela-cionados con la producción de ali-mentos para el mercado interno. En parte ello se debió a la reasignación de los factores productivos a la agri-cultura no tradicional de exportación; como resultado, creció la dependen-cia de los alimentos importados, sobre todo de los granos básicos. En un contexto de precios internaciona-les de alimentos baratos esto no fue un problema. Pero la situación se ha tornado compleja por el acelerado incremento que han tenido estos precios recientemente, entre otras cosas por el uso de productos ali-menticios para la generación de biocombustibles.
Este panorama constituye una amenaza para Centroamérica, una región en la que una proporción sig-nificativa de la población es pobre y tiene bajo poder adquisitivo. Los niveles de subnutrición y desnutri-ción de las poblaciones rurales e indígenas son sustancialmente ma-yores a los del resto de los habitan-tes de la región (mapa 1.1). Pese a los avances alcanzados durante las últimas décadas, la subnutrición afecta a cerca de una quinta parte de las y los centroamericanos.
Las acciones emprendidas por los países para mejorar la SAN evi-dencian cierto dinamismo en la ge-neración de proyectos, estrategias, políticas, nueva legislación y marcos institucionales. Pese a ello, las inicia-tivas han tenido una articulación débil y poseen limitadas coberturas e insuficientes mecanismos para la evaluación de sus impactos. En al-gunos países los programas depen-den fuertemente de los fondos de cooperación internacional, lo que limita su sostenibilidad financiera y el desarrollo y mejora de las capacida-des institucionales públicas para su continuidad. Los ciclos políticos difi-cultan la continuidad de muchas de estas iniciativas.
La coyuntura actual de altos precios internacionales de los pro-ductos agrícolas podría constituir una oportunidad para superar los rezagos y potenciar el desarrollo rural de Centroamérica, a partir de estrategias productivas enfocadas a potenciar las ventajas de contar con suelos fértiles, fuerza laboral con experiencia agrícola y condiciones climáticas que viabilizan la produc-ción durante la mayor parte del año. Ello podría ampliar las oportunidades de desarrollo humano para la pobla-ción pobre de las zonas rurales del Istmo.
En este contexto, mejorar la capacidad de producción interna de alimentos es un asunto estratégico. Después de más de dos décadas, la apuesta por la apertura comercial sin atender los encadenamientos pro-ductivos y el mercado interno ha evidenciado sus debilidades. Conso-lidar los avances alcanzados y en-frentar los nuevos retos requiere, además de acciones intersectoriales, una clara voluntad política para op-timizar los esfuerzos y recursos dis-ponibles alrededor de las alianzas y estrategias que ya han comenzado a gestarse. El riesgo de que un contin-gente de población joven experimen-te inseguridad alimentaria es un costo demasiado alto, para una re-gión que necesita aprovechar las oportunidades que le ofrece su ac-tual transición demográfica para impulsar su desarrollo humano sostenible.
MAPA 1.1
CENTROAMÉRICA: DESNUTRICIÓN CRÓNICA EN ESCOLARES
A NIVEL MUNICIPAL
VARIOS AÑOS
Fuente: INCAP. Sistema de Información Geográfica. Unidad de vigilancia, monitoreo y evalua-ción de la seguridad alimentaria y nutricional.
Hallazgos más relevantes
del Informe Estado
de la Región 2008
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
Implicaciones de los hallazgos |
3. Empleo |
√ |
Inseguridad alimentaria afecta a la mayoría de los hogares con población laboral poco calificada. |
4. Salud |
√ |
Inseguridad alimentaria y nutricional afecta la salud y el desarrollo de capacidades de las personas. |
5. Seguridad alimentaria |
||
6. Migración |
√ |
Limitaciones en el acceso a los alimentos puede incentivar desplazamientos internos y externos. |
10. Patrimonio natural |
√ |
Baja productividad y prácticas agrícolas inadecua-das generan invasión y presionan los recursos de áreas protegidas. |
11. Energía |
√ |
Tierras destinadas al cultivo de alimentos compi-ten con agricultura para la producción de biocombustbles. |
13. Inserción internacional |
√ |
Crecientes precios de los alimentos generan vulnerabilidad en la inserción económica inter-nacional. |
Notas: No se documentaron implicaciones de la seguridad alimentaria sobre la estabilidad democrática (Capítulo 7), la lucha contra la corrupción (Capítulo 8), los gobiernos locales (Capítulo 9) y la seguridad ciudadana (Capítulo 12).
Fuente: Elaboración propia.
Valoraciones de los informes
regionales de 1999 y el 20038
El desafío regional de no
expulsar a los habitantes9
Resumen
Hoy en día viven fuera de sus países de origen poco más de
cuatro millones de centroamerica-nos, aproximadamente el 10% de la población regional. La mayoría de los migrantes viven en Estados Uni-dos. Esta situación es el resultado de intensos movimientos emigrato-rios experimentados en el Istmo durante los últimos treinta años.
La alta población migrante ha generado un flujo considerable de remesas familiares, que en el 2006 representaron cerca del 10% del PIB regional. Las remesas constituyen la principal fuente de ingresos de va-rios países del área, donde permiten enjugar los crecientes déficits de la balanza comercial y apuntalar la estabilidad del tipo de cambio.
Las remesas han sido utiliza-das por las familias principalmente para atender sus necesidades de consumo y paliar la pobreza. El peso de este financiamiento en el ingreso de los hogares es mayor en El Sal-vador y Honduras (cerca del 37%) que en el resto de la región; sin em-bargo, es en Guatemala donde más contribuye a aliviar la pobreza. En ausencia de remesas, los hogares pobres en ese país aumentarían en 5,2 puntos porcentuales.
El impacto económico de las migraciones no sólo se manifiesta en los flujos de remesas, sino que tam-bién incide en las dinámicas socio-productivas en los lugares de origen y destino de los traslados a través del intercambio promovido por acti-vidades como el comercio nostálgico y los encomenderos. No obstante, la creciente expulsión de población, en su mayor parte en edad productiva y con algún nivel de educación, ero-siona la capacidad productiva de los países.
Pese a la suscripción de di-versos instrumentos legales interna-cionales y nacionales, la protección de los derechos de las personas migrantes es aún débil. Los avances que se han logrado con la promulga-ción de leyes no han implicado una ampliación de las capacidades y la cobertura institucional necesarias para garantizar su aplicación efecti-va. Ello ha sido acompañado por un endurecimiento de los mecanismos de regulación y control de la migra-ción en los Estados Unidos, principal destino de las migraciones centroa-mericanas. Esto evidencia una nota-ble tensión entre los incentivos económicos al libre flujo de capitales y tecnología, y el fortalecimiento de las barreras para el libre tránsito de las personas y la integración de los mercados laborales.
El endurecimiento de los con-troles migratorios, junto con la ope-ración de actores ilegales como los coyotes y los traficantes, genera un escenario de mayor vulnerabilidad para los migrantes que, en no pocas ocasiones, resulta en graves riesgos para su integridad física y patrimo-nial. De ello dan cuenta cerca de 300.000 centroamericanos deporta-dos de los Estados Unidos durante el período 2004-2006.
En los últimos años han surgi-do numerosas organizaciones socia-les que, a lo largo de las principales
rutas de tránsito y en los lugares de destino, brindan protección, asesoría legal y otro tipo de asistencia a las y los migrantes. Ellas han venido a llenar vacíos institucionales, y han ido ampliando su ámbito de acción hacia la incidencia política y la co-hesión social, especialmente en los lugares de destino.
Los esfuerzos regionales en materia de protección de derechos de los migrantes son aún incipientes, lo que pone de manifiesto una impor-tante brecha entre las capacidades institucionales y las acciones de integración real de las poblaciones.
Hallazgos más relevantes
del Informe Estado
de la Región 2008
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
Implicaciones de los hallazgos |
3. Empleo |
√ |
Migración reduce la oferta de mano de obra con alguna calificación. Recepción de remesas modifica la inserción laboral de los hogares. |
4. Salud |
√ |
Las remesas generan ingresos adicionales para sufragar gastos privados en salud. |
5. Seguridad alimentaria |
√ |
Una parte importante de las remesas se destina a consumo, especialmente de alimentos. |
6. Migración |
||
7. Democracia |
√ |
La migración limita el ejercicio de la ciudadanía y la participación democrática. |
8. Corrupción |
√ |
Migrantes son víctimas de corrupción en pues-tos fronterizos y rutas de tránsito. |
10. Patrimonio natural |
√ |
Migraciones internas hacia zonas de coloniza-ción presionan áreas protegidas. |
12. Seguridad ciudadana |
√ |
Flujos internacionales de migrantes propician el tráfico ilegal de personas. |
13. Inserción internacional |
√ |
La migración es una característica estructural de la inserción internacional en el Istmo. |
Nota: No se documentaron implicaciones de la migración sobre los gobiernos locales (Capítulo 9) y la energía (Capítulo 11).
Fuente: Elaboración propia.
Valoración del informe
regional 1999
El desafío regional
de la estabilidad democrática10
10. Capítulo 7.
Resumen
La democratización de los regímenes políticos sigue siendo el mayor logro político de las últimas décadas en Centroamérica. La ma-yoría de los sistemas políticos de la región son democracias electorales.
Sin embargo, por diversas razones la democratización de los regímenes es una tarea inconclusa como objeti-vo regional, tal como muestra la situación observada en algunos paí-ses. Esto impone algunas amenazas y riesgos a la estabilidad en el Istmo.
Ciertamente en todas las na-ciones del área existen elecciones libres y competidas, que constituyen el mecanismo indisputado para la escogencia de las autoridades na-cionales y locales. Asimismo, los niveles de participación ciudadana son similares a los del resto de Amé-rica Latina. No obstante, desde un punto de vista funcional en el Infor-me detectó problemas importantes: la falta de regulaciones y transpa-rencia en el financiamiento político en todos los países y, con excepcio-nes, la escasa independencia de las autoridades electorales. Además, en el caso de Nicaragua se observaron defectos en el diseño institucional de los sistemas electorales, que gene-ran ventajas indebidas en favor de partidos políticos (y gobiernos). En dos países (Guatemala y, nueva-mente, Nicaragua), la conformación y la dinámica de los sistemas de partidos crean amenazas a la estabi-lidad democrática.
Las debilidades de los Esta-dos democráticos de derecho, y la lentitud de los avances en este tema, configuran el ámbito de menor pro-greso en la democratización del Ist-mo. Las barreras para el acceso ciudadano a la justicia se agravan por las fuertes restricciones presu-puestarias y la falta de transparencia
y rendición de cuentas en varios poderes judiciales. Esta es una seria amenaza a la democracia que, en al menos un país (Nicaragua), ha ge-nerado turbulencia social en años recientes.
11. Por su importancia estratégica, este tema es analizado en profundidad en el Capítu-lo 12 del presente Informe.
Uno de los hallazgos más re-levantes del Informe es la constata-ción de que la inclusión ciudadana es un proceso todavía incompleto. En varios países del Istmo, importan-tes segmentos de la población que, de acuerdo con las respectivas cons-tituciones políticas, son ciudadanos, en la práctica no están habilitados como tales, pues carecen de los documentos que los identifiquen o enfrentan barreras para ejercer su derecho al sufragio. Este hecho está asociado a la exclusión social. En Guatemala, El Salvador y Nicaragua, las personas que sufren esta condi-ción tienden a no estar formalmente incluidas como ciudadanas.
Los países donde la inclusión ciudadana es más baja son los que gastan menos en el financiamiento de derechos sociales (gráfico 1.5). Los bajos ingresos tributarios de los Estados minan sus capacidades para promover y proteger los dere-chos de las personas.
Pese a las dificultades de las democracias centroamericanas para generar progreso económico-social para las mayorías, no existe un clima ciudadano favorable a una ruptura
del sistema democrático. Sin embar-go, ha surgido un difuso (no susten-tado por fuerzas específicas) pero mayoritario apoyo al advenimiento de un líder “milagroso”, con poderes especiales para enfrentar los pro-blemas del país. Esta propensión es preocupante pero, en la medida en que no ha sido articulada por fuerzas políticas específicas, no ha generado riesgos de corto plazo a la estabili-dad democrática.
En el ámbito de la convivencia ciudadana, la amenaza proviene de la compleja situación de inseguridad que vive la región.11
Hallazgos más relevantes
del Informe Estado
de la Región 2008
GRÁFICO 1.5
CENTROAMÉRICA: DISTRIBUCIÓN DEL GASTO PÚBLICO SOCIAL,a/
POR QUINTILES DE INGRESOb/
CIRCA 2004
DÓLARES
a/ Sectores que incluye: E=educación. S=salud. SS=seguridad social. AS=asistencia social. V=vivienda. SAN=saneamiento y O=otros. Para Costa Rica los datos son del 2004 e inclu-yen los sectores E, S, SS y AS. Para El Salvador los datos son del 2002 e incluyen E y S. Para Guatemala los datos son del 2000 e incluyen los sectores E, S, SS y AS. Para Hondu-ras los datos son del 2004 e incluyen los sectores E, S, SS y AS. Para Nicaragua los datos son del 2005 e incluyen los sectores E, S, AS, V, SAN y O. Para Panamá los datos son del 2003 e incluyen los sectores E, S, SS y AS.
b/ Para calcular el monto del gasto en cada quintil se multiplicó la proporción del gasto social en cada quintil por el gasto per cápita correspondiente a cada país. Por lo tanto, el gasto en cada quintil está dividido entre la población total del país.
Fuente: Elaboración propia a partir de Fuentes, 2007.
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
Implicaciones de los hallazgos |
3. Empleo |
√ |
Inestabilidad política afecta el crecimiento económico y la generación de empleos. |
4. Salud |
√ |
La limitada habilitación ciudadana está asociada al bajo financiamiento de los derechos (salud). |
5. Seguridad alimentaria |
√ |
Fragilidad institucional puede afectar la aplica-ción de políticas oportunas para garantizar la seguridad alimentaria. |
6. Migración |
√ |
Inestabilidad política es factor de expulsión de población. |
7. Democracia |
||
8. Corrupción |
√ |
Inestabilidad política debilita o impide el desarro-llo de instituciones del Estado de derecho. |
9. Gobiernos locales |
√ |
Inestabilidad política debilita o impide la descen-tralización y la democratización local. |
12. Seguridad |
√ |
Inestabilidad política es fuente de inseguridad. |
13. Inserción internacional |
√ |
Inestabilidad política impide una inserción inter-nacional ventajosa. |
Nota: No se documentaron implicaciones de la estabilidad democrática sobre las áreas prote-gidas (Capítulo 10) y la energía (Capítulo 11).
Fuente: Elaboración propia.
Valoraciones de los informes
regionales de 1999 y el 2003
12. Capítulo 8.
El desafío regional
de la lucha contra la corrupción12
Resumen
La corrupción, entendida co-mo “el abuso en el poder para obte-ner un beneficio propio”, constituye un reto para las democracias cen-troamericanas. En el Istmo, la ges-tión pública es muy vulnerable a las prácticas corruptas, incentivadas por débiles sistemas de control y rendi-ción y petición de cuentas. En este ámbito se mantienen las serias limi-taciones institucionales que se apun-taron en el Segundo Informe (2003) sobre los mecanismos de accounta-bility o rendición de cuentas, con las excepciones también señaladas en ese Informe con respecto a Costa Rica y Panamá, y en algunos casos incluso empeoraron.
Sin embargo, el tema de la corrupción política ha sido posicio-nado con especial fuerza en el deba-te público en todo el Istmo. Además, se ha incrementado la participación ciudadana por medio de la denuncia, incentivada por la creación de cana-les institucionales, un periodismo investigativo en auge y el trabajo de organizaciones civiles dedicadas a este asunto. La ratificación de con-venios internacionales y compromi-sos en la materia también ha sido abundante; por ejemplo, todos los países centroamericanos son parte de la Convención Interamericana Contra la Corrupción, CICC, y en el 2007 los presidentes firmaron la Declaración de Guatemala contra la Corrupción.
La mayor petición de cuentas por parte de la ciudadanía y los me-dios de comunicación no encuentra contraparte en la institucionalidad estatal de control y lucha contra la corrupción. En varios países ésta más bien actúa como un cuello de botella que desacelera lo avanzado en los planes normativo y de con-cienciación ciudadana. Las principa-les instancias en la lucha contra la corrupción, el Poder Judicial y las cortes de cuentas o contralorías, tienen serias dificultades para inves-tigar y sancionar a funcionarios co-rruptos. Aún en Costa Rica, donde el desarrollo de esas entidades se ini-ció hace más de cincuenta años, y en Panamá, donde se cuenta con una contraloría general de las más fuertes del área, las capacidades institucionales limitan la fiscalización y el seguimiento de la corrupción.
El tercer Informe identifica a dos instituciones que están llamadas a jugar un papel fundamental en la lucha contra este problema: los ombudsman y las defensorías del consumidor. En el primer caso se documentaron debilidades en su desempeño.
Aunque no es posible cuantifi-car la extensión de la corrupción o la magnitud de sus costos e impactos, sí se pudo constatar que en tres áreas específicas (contratación pública, servicios de salud y trámites empresariales) tiene efectos negati-vos sobre la calidad de los servicios y limita el acceso de la ciudadanía a ellos. En el área de contratación pública el impacto es fuerte por lo cuantioso de las pérdidas y lo que significan en comparación con los exiguos presupuestos públicos. En el caso de los servicios de salud, resul-ta perjudicada buena parte de la población más vulnerable, que no puede costear servicios privados de salud. En cuanto a los trámites a cargo de entidades públicas, los países donde el soborno tiene mayor presencia registran costos más altos y tiempos más prolongados para el otorgamiento de permisos e inscrip-ciones, con las consecuencias que ello tiene en el clima para la instala-ción de empresas y la inversión.
Hallazgos más relevantes
del Informe Estado
de la Región 2008
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
Implicaciones de los hallazgos |
4. Salud |
√ |
Debilidades de control y fiscalización favorecen corrupción en los sistemas de salud. |
7. Democracia |
√ |
Corrupción debilita el Estado democrático de derecho y favorece la intromisión de actores ilega-les en la política. |
8. Corrupción |
||
9. Gobiernos locales |
√ |
Poca transparencia debilita el desarrollo de la institucionalidad de los gobiernos locales. |
10. Patrimonio natural |
√ |
Corrupción genera vulnerabilidad en la aplicación de los principios de comando y control en las áreas protegidas. |
12. Seguridad |
√ |
Abuso de autoridades públicas (judiciales) favore-ce la penetración de actores ilegales. |
13. Inserción internacional |
√ |
Altos niveles de corrupción afectan la atracción de inversión externa. |
Nota: No se documentaron implicaciones de la corrupción sobre el empleo (Capítulo 3), la seguridad alimentaria (Capítulo 5), la migración (Capítulo 6) y la energía (Capítulo 11)
Fuente: Elaboración propia.
Valoraciones de los informes
regionales de 1999 y el 2003
13. Capítulo 9.
El desafío regional
de fortalecer los gobiernos
locales13
Resumen
Casi veinte años después de haber sido planteada en el Istmo centroamericano, la descentraliza-ción de recursos y competencias públicas a favor de los gobiernos locales no termina de materializarse. Es evidente el desequilibrio entre el discurso político a favor de la des-centralización, la estructura institu-cional y la gestión pública realmente existente. Asimismo, la democratiza-ción de los regímenes políticos municipales no ha tenido avances sustantivos durante la primera déca-da del siglo XXI. Los impulsos des-centralizadores y democratizadores de los gobiernos locales experimen-tados en los años noventa han disminuido de manera sensible su intensidad.
La debilidad financiera y ad-ministrativa de los ayuntamientos constituye la principal barrera para la descentralización. En los últimos diez años las municipalidades cen-troamericanas experimentaron un deterioro de sus recursos propios, debido a su creciente dependencia de las transferencias de los gobier-nos centrales. Este hecho se agrava por la inexistencia de una política de descentralización de los ingresos que incentive la generación de nue-vas fuentes de recursos. Además, el marco de competencias y potesta-
des municipales no ha sufrido mayo-res transformaciones, lo mismo que su estructura tributaria.
Pese a la ralentización de la descentralización y de la democrati-zación de los gobiernos locales, es preciso reconocer algunos avances puntuales entre 1999 y el 2007. Por una parte, las reformas legales en-caminadas a proporcionar a los go-biernos locales mejores instrumentos para la administración municipal, así como a definir obligaciones para que las autoridades rindan cuentas sobre su gestión, fueron la base para una mayor apertura democrática en el plano local. Por otra parte destaca la tendencia regional a aprovisionarse de un mayor número de mecanismos de democracia directa, que facilitan el traslado de decisiones políticas municipales a la ciudadanía.
Hallazgos más relevantes
del Informe Estado
de la Región 2008
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
Implicaciones de los hallazgos |
7. Democracia |
√ |
Gobiernos locales débiles limitan la presencia institucio-nal del Estado en el territorio. Nuevos mecanismos de participación local favorecen el desarrollo democrático. |
8. Corrupción |
√ |
Una base tributaria frágil genera financiamiento inesta-ble y débiles mecanismos de rendición de cuentas. |
9. Gobiernos locales |
Nota: Los temas de este capítulo son específicos y tienen poca relación con el resto de los capítulos del Informe. También influyen las limitaciones de las fuentes de información.
Fuente: Elaboración propia.
Valoración del informe
regional de 1999
14. Capítulo 10.
El desafío regional
de proteger el patrimonio
natural14
Resumen
Centroamérica es una región de enorme riqueza natural. En los últimos años ha desarrollado es-quemas territoriales para la protec-ción y el resguardo de su biodiversi-
dad, de sus variados ecosistemas y de los valiosos bienes y servicios ambientales que éstos generan para la población y para el conjunto de los seres vivos (mapa 1.2). Estos es-quemas, sin embargo, se desarrollan y gestionan en un marco condicio-nado por la amplia presencia de población pobre, pocos recursos y capacidades técnicas y financieras para gestionar su patrimonio prote-gido, así como prácticas de uso de los recursos naturales y de la tierra poco sostenibles y favorables para el ambiente. En consecuencia, la po-blación, la demanda de recursos y las actividades productivas poco reguladas generan fuertes presiones sobre las áreas protegidas. El marco formal, pese a significativos avan-ces, no evita la presencia de amena-zas dentro y fuera de estas áreas, y es débil para armonizar las acciones de conservación con las demás di-mensiones del desarrollo humano sostenible.
MAPA 1.2
CENTROAMÉRICA: ÁREAS PROTEGIDAS
CON DECLARATORIA OFICIAL Y PROPUESTAS
2007
Fuente: TNC, 2008.
Durante la última década, es posible acreditar avances destaca-bles en materia de gestión de áreas protegidas en la región. Se cons-truyó un marco legal, institucional y de políticas que permite impulsar diferentes procesos de gestión, en una variada y compleja realidad so-cioambiental, con el concurso del sector privado, pueblos indígenas, comunidades rurales y agencias de cooperación internacional.
Sin embargo, los países aún exhiben enormes carencias, que se reflejan en el estado de situación de los respectivos sistemas nacionales de protección. En primer lugar, eco-sistemas de gran importancia no están adecuadamente representa-dos dentro de las áreas protegidas. En segundo lugar, la mayor parte de las tierras del sistema centroameri-cano de áreas protegidas está dedi-cada a formas de uso sostenible de los ecosistemas, y muy poca super-ficie está sometida a conservación estricta. Además persiste una débil institucionalidad que carece de res-paldo político efectivo, lo que da como resultado presupuestos y per-sonal insuficientes para combatir las amenazas, mitigar impactos ambien-tales y controlar las actividades ilíci-tas en áreas protegidas. Como una respuesta ante estas limitaciones, desde los años noventa se han im-pulsado en todo el Istmo mecanis-mos de participación de la sociedad civil en el manejo de estas áreas.
Asimismo, la gestión de la biodiversidad se ve condicionada por la estructura social de tenencia de la tierra, el crecimiento de la población, las migraciones internas y la pobre-za, así como por prácticas producti-vas (principalmente agrícolas) que han generado pérdida, degrada-ción y fragmentación de hábitats, sobreexplotación de recursos natura-les, contaminación y degradación ambiental.
Pese a lo mucho que ha cala-do el discurso del desarrollo sosteni-ble, es notorio que Centroamérica ha centrado su atención en otras priori-dades de orden socioeconómico, relegando lo ambiental. Esto, ante el crecimiento de la demanda por re-cursos naturales, lleva a prever pro-blemas más serios en el futuro y el surgimiento de nuevas presiones sobre las áreas protegidas y su gobernabilidad.
Hallazgos más relevantes
del Informe Estado
de la Región 2008
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
Implicaciones de los hallazgos |
3. Empleo |
√ |
Protección y uso sostenible del patrimonio natural puede generar nuevas oportunidades de ingreso y trabajo. |
5. Seguridad alimentaria |
√ |
Restricciones en el uso del suelo en áreas protegi-das impiden ampliación de la frontera agrícola. |
6. Migración |
√ |
Mal uso del patrimonio natural en zonas agrícolas y limitaciones para el uso de los recursos de las áreas protegidas provocan desplazamientos de población. |
9. Gobiernos locales |
√ |
Protección del patrimonio natural puede generar nuevas fuentes de ingresos a las municipalidades. |
10. Patrimonio natural |
||
11. Energía |
√ |
La protección del patrimonio natural restringe el aprovechamiento de fuentes de energía renovable. |
13. Inserción internacional |
√ |
El rico patrimonio natural del Istmo es una ventaja estratégica en el sistema internacional. |
Nota: No se documentaron implicaciones de la protección de áreas sobre la salud de las per-sonas (Capítulo 4), la estabilidad democrática (Capítulo 7), la lucha contra la corrupción (Capítulo 8) y la seguridad ciudadana (Capítulo 12).
Fuente: Elaboración propia.
Valoraciones de los informes
regionales de 1999 y el 2003
15. Capítulo 11.
El desafío regional de contar
con energía para producir15
Resumen
Centroamérica enfrenta serios problemas para garantizar el abaste-cimiento de energía necesario para impulsar el crecimiento económico y ampliar las oportunidades de desa-rrollo humano sostenible para su población.
Los principales factores que determinan esta situación son la alta dependencia de hidrocarburos im-portados, que representan el 45% del consumo energético total, y pa-trones de uso poco eficientes. Esta dependencia resulta en condiciones que aumentan la desigualdad y las brechas con otras zonas del mundo, entre los países y dentro de ellos (el 52% de la energía primaria mundial está concentrado en cinco países, mientras Centroamérica representa una parte poco significativa de su uso).
El consumo de petróleo se debe mayoritariamente a los secto-res de transporte y de generación eléctrica, en tanto que el empleo de leña, segunda fuente de energía en la región (38%), corresponde sobre todo al sector residencial y a las zonas rurales. A lo largo del Istmo se observan condiciones desiguales: más de 7,8 millones de centroameri-canos no reciben servicio eléctrico en sus hogares, y hay poco acceso a fuentes limpias y tecnologías eficien-tes y baratas que reduzcan los im-pactos en su salud y en el costo de la vida.
GRÁFICO 1.6
CENTROAMÉRICA: INTENSIDAD ENERGÉTICA
1995 Y 2006
BARRILES EQUIVALENTES DE PETRÓLEO/1.000 DÓLARES
Fuente: Elaboración propia con datos de la Organización Latinoamericana de Energía, OLADE.
Estos usos intensivos de hidrocarburos y leña también causan desequilibrios, pues generan gran-des cantidades de desechos y un fuerte impacto ambiental. Esto se expresa en una mayor emisión de gases de efecto invernadero, degra-dación del recurso hídrico, defores-tación y otros fenómenos que inci-den directamente sobre la calidad y disponibilidad futura de los recursos naturales.
La alta dependencia de los hidrocarburos se agrava en un mar-co internacional complejo, de eleva-dos precios y perspectivas de ago-tamiento petrolero. El aumento de la factura petrolera (132% en el perío-do 2000-2006) reduce la competitivi-dad, dispara la inflación y ensancha el déficit comercial de economías cuyo crecimiento está fuertemente ligado al uso de energía. La presión inflacionaria, a su vez, afecta los ingresos reales de la población y el acceso a este recurso, en espe-cial para los sectores de menores ingresos.
Hallazgos más relevantes
del Informe Estado
de la Región 2008
CONEXIONES DOCUMENTADAS CON OTROS CAPÍTULOS
Capítulo |
|
Implicaciones de los hallazgos |
3. Empleo |
√ |
Altos costos energéticos reducen el dinamismo económico e inciden en la creación de nuevos pues-tos de trabajo formal. Precios del petróleo generan inflación y deterioro de los salarios reales. |
4. Salud |
√ |
Uso intensivo de combustibles fósiles y leña provoca contaminación y deteriora la salud de las personas. |
5. Seguridad alimentaria |
√ |
Auge de los biocombustibles genera fuerte incre-mento en los precios de los alimentos. |
10. Patrimonio natural |
√ |
Uso extendido de la leña como fuente de energía presiona los bosques. Expansión de áreas de cultivo para la producción de biocombustbles amenaza las áreas protegidas |
11. Energía |
||
13. Inserción internacional |
√ |
Dependencia de combustbles fósiles y baja eficien-cia energética afectan la balanza de pagos y limitan una inserción internacional ventajosa. |
Nota: No se documentaron implicaciones de la energía sobre la migración (Capítulo 6), la estabilidad democrática (Capítulo 7), la lucha contra la corrupción (Capítulo 8), los go-biernos locales (Capítulo 9) y la seguridad ciudadana (Capítulo 12).
Fuente: Elaboración propia.
Valoración del informe regional
de 2003
La integración regional
El presente Informe apuesta por la integración regional como un valioso instrumento para realizar acciones conjuntas en temas de importancia estratégica para las naciones centroamericanas. Para ello se requiere no sólo un acuerdo sobre esos temas estratégicos, sino también un marco normativo fortale-cido y una institucionalidad capaz de responder a los desafíos que se le planteen.
16. Capítulos 11 y 5.
17. Capítulo 13.
18. Capítulo 10.
19. Capítulo 2.
20. Capítulo 3 y 13.
21. Capítulo 12.
No todo tema relevante para el desarrollo humano sostenible del Istmo es, sin embargo, un tema de integración regional. Por ejemplo, el fortalecimiento de las instituciones del Estado democrático de derecho es de interés objetivo para el conjun-to regional, pues permite afianzar democracias de más alta calidad, pero es una tarea que, al menos por ahora, debe ser asumida principal-mente por las ciudadanías en el marco de sus Estados nacionales. Este Informe ha identificado varios temas estratégicos en los que la acción conjunta es urgente, a saber:
La acción conjunta de carácter regional puede efectuarse mediante estrategias distintas. En algunos ámbitos, puede basarse en relacio-nes de cooperación interguberna-mental más activas y eficaces; este pareciera ser el caso de los estánda-res sociales mínimos en salud y educación, así como lo que con-cierne a la geopolítica del narcotráfi-
co. En otros asuntos la acción con-junta requiere formas de coordina-ción más complejas, que se concre-tan a través de instituciones regionales. Esta estrategia puede ser más adecuada para fomentar la producción y distribución de energía limpia e incentivar programas regio-nales de producción alimentaria. Finalmente, en otras áreas será ne-cesaria la creación de regímenes especiales, cuya normativa e institu-cionalidad impliquen algún grado de supranacionalidad. Este enfoque sería el apropiado para los casos en que haya bienes públicos regionales (las áreas protegidas y la infraestruc-tura de transportes, por ejemplo).
Por otra parte, la apuesta por la integración regional demanda un remozamiento del Sistema de Inte-gración Centroamericana, SICA. El SICA comprende un amplio y diverso entramado institucional que cubre una gran cantidad de temas. De acuerdo con el Protocolo de Teguci-galpa (1991), su máximo órgano político es la Reunión de los Presi-dentes de los Estados miembros. A la vez, su brazo ejecutivo es la Se-cretaría General (con sede en El Salvador), cuyas capacidades coor-dinadoras no incluyen a dos de las principales entidades de la integra-ción: la Secretaría de Integra-ción Económica Centroamericana, SIECA, y el Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE. En los últimos años, el SICA y el BCIE se han caracterizado por su dina-mismo y por el abordaje de una vas-ta gama de temáticas, en buena parte debido a la mayor disponibili-dad de fondos de cooperación inter-nacional (especialmente de origen europeo).
La institucionalidad regional exhibe notables debilidades de di-verso orden. En parte son de carác-ter burocrático, derivadas de las dificultades para el desarrollo de suficientes capacidades técnicas. Sin embargo, los problemas no son puramente técnicos, ni se circunscri-ben a la burocracia regional. Los órganos de conducción política de la integración presentan disfunciones, que van desde el desequilibrio en las relaciones entre ellos mismos, hasta la poca preparación para la toma de decisiones. Esta situación resta cali-dad a los mandatos de la Reunión de Presidentes, ya que propicia un crecimiento no planificado de la agenda de integración, crea proble-mas de seguridad jurídica por falta de un orden procesal y afecta la previsibilidad de los mandatos en-comendadas a las instituciones de la integración.
Por diez años se ha discutido, de modo intermitente, un proceso de reforma institucional del SICA. A la fecha no se han aplicado las trans-formaciones propuestas en 1997 por el Banco Interamericano de Desarro-llo, BID, y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL. En su lugar se han adopta-do cambios más acotados, centra-dos en corregir las debilidades en el nivel gerencial-administrativo del Sistema. Las principales reformas durante el período 2003-2007 son las siguientes:
Los cambios aprobados por la Reunión de Presidentes no han in-cluido reformas a los procedimientos para la toma de decisiones políticas, ni a las relaciones entre órganos y el mejoramiento de la seguridad jurídica.
En los últimos años ha habido un creciente reconocimiento sobre la necesidad de llevar a cabo una pro-funda reforma institucional del siste-ma de integración. En la práctica no se ha logrado resolver los problemas de acción colectiva que han dificul-tado el avance del proceso, en parti-cular la falta de un acuerdo político sobre el contenido y los alcances de la integración y sobre las caracterís-ticas deseables de la estructura regional.
Las dificultades para arribar a acuerdos se originan no sólo en intereses discordantes de los Esta-dos centroamericanos, sino también en distintas corrientes de pensa-miento (recuadro1.1).
RECUADRO 1.1
DOS ENFOQUES DE LA INTEGRACIÓN REGIONAL
En Centroamérica existen divergencias en la forma de concebir el proceso de integra-ción regional. En un extremo están quienes pregonan el “minimalismo inter-gubernamentalista”, es decir, la idea de limitar la integración al establecimiento de relaciones de cooperación entre países, a propósito de ciertos intereses comunes. En el otro extremo están quienes propugnan el “maximalismo comunitario”, el establecimiento de un bloque regional con robustas instituciones supranacionales. De estas posiciones se derivan dos corrientes de pensamiento, una de corte pragmático y otra normativa1 las que a su vez gene-ran parámetros para evaluar la institucionalidad regional y su desempeño, que no necesaria-mente coinciden entre sí.
En la corriente pragmática se utiliza como parámetro de evaluación/comparación el di-seño mismo del marco institucional y jurídico del SICA contemplado en el Protocolo de Tegu-cigalpa. Se pregunta primero: ¿es y funciona la institucionalidad tal como fue diseñada?, y segundo: ¿es este el esquema institucional que necesita y debe tener el proceso centroameri-cano de integración?
En la corriente normativa el principal parámetro de medición es el marco comunitario de la Unión Europea, UE, en su expresión actual. Con este enfoque, el análisis asume como cierto que el esquema institucional que tiene Centroamérica no es el que se necesita. Para avanzar se requiere un modelo menos intergubernamental, con más rasgos de supranaciona-lidad, con mayor autonomía e iniciativa de las instituciones regionales, tal como sucede en la UE. Por lo tanto, los cambios en las instituciones se valoran de acuerdo con el parámetro: ¿se acerca o se aleja la integración centroamericana del modelo europeo? (cfr. Caldentey, 2004; Herdocia, 2008 y BID-Cepal, 1997).
|
Fuente: White, 2008.
Mientras estos dos requisitos se cumplen, el acuerdo político y el avance de la reforma institucional, el presente Informe logró identificar, con el concurso de expertos, al me-nos siete puntos de decisiones con-cretas esenciales para mejorar la institucionalidad regional. Éstas podrían adoptarse en el corto plazo, sin necesidad de reformas jurídicas complejas. Las primeras cinco reco-mendaciones tienen como propósito lograr un mayor ordenamiento nor-mativo y procesal de los órganos directivos de la integración regional. Las últimas dos recomendaciones se orientan a la búsqueda de definicio-nes conjuntas de política regional. Específicamente se propone:
En los próximos años, ¿podrá Centroamérica redefinir los temas, instituciones y acciones de integra-ción regional para enfrentar los nue-vos y los viejos desafíos? Este In-forme no puede, naturalmente, arriesgar una respuesta, aunque con
toda certeza asume que tal redefini-ción no sólo es posible, sino necesa-ria. Sin embargo, sí puede dejar claro que, en la actualidad, le ha llegado la hora a la integración re-gional. Si ésta no logra convertirse hoy en una herramienta valiosa para promover el desarrollo humano en el Istmo, será difícil que tenga una nueva oportunidad ◊
el ICAP en
centroamérica
La cooperación académica
entre el ICAP y las universidades
centroamericanas: hacia el
fortalecimiento de la gestión
Harys Regidor-Barboza** del conocimiento*
LOS RETOS QUE IMPLICA LA ENSEÑANZA Y FORMACIÓN EN ESTE NUEVO SIGLO, HAN PERMITIDO QUE EN ATENCIÓN AL USO DE LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN, EL ICAP ABORDE COMO ASPECTO FUNDAMENTAL DEL APORTE A LA REGIÓN CENTROAMERICANA, EL FORTALECIMIENTO DE LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO, INCLUYENDO ALGUNOS DE LOS PRINCIPALES ESFUERZOS QUE LA INSTITUCIÓN HA REALIZADO PARA CUMPLIR CON SU MANDATO ORIGINAL, AJUSTÁNDOSE A LOS NUEVOS TIEMPOS.
PALABRAS CLAVES: EDUCACIÓN; TIC; EDUCACIÓN SUPERIOR; CENTROAMÉRICA; CURSOS VIRTUALES
Antecedentes históricos
en la constitución
del Instituto Centroamericano
de Administración Pública
ICAP
* Ponencia presentada en el “1er. Con-greso Internacional de Universidades del Caribe y Área Andina: gerencia y perspectiva de la Educación Superior”,
El ICAP, puede considerarse como la materialización de uno de
los primeros esfuerzos producto de los procesos integracionistas en la región centroamericana, a inicios de la segunda mitad del siglo XX.
_____________________________
celebrado en las instalaciones de la Universidad Autónoma del Caribe, Ba-rranquilla, República de Colombia, 24 y 25 de mayo del 2010.
** Consultor del Área de Gerencia Social del Instituto Centroamericano de Admi-nistración Pública, ICAP.
Recibido: 31 de mayo del 2010.
Aceptado: 19 de julio del 2010.
En el marco de la reunión del Comité de Cooperación Económica del Istmo Centroamericano, de la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas, cele-brada en Tegucigalpa, República de Honduras en agosto de 1952, se propuso por primera vez, la idea de constituir una institución regional encargada de la capacitación y la formación de los funcionarios de la administración pública de la región.
1. Las fechas de suscripción de estos Con-venios suplementarios son: Costa Rica, 26 de enero; Honduras, 4 de febrero; Ni-caragua, 6 de febrero; El Salvador, 12 de febrero; y Guatemala, 10 de marzo, todos de 1954.
Este mismo Comité, reunido en la Ciudad de San José en octubre de 1953, conoció el informe prepa-rado por la División de Administra-ción de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas, NN.UU, que re-comendaba a los Gobiernos de la Región, dirigirse a las NN.UU. para solicitar asistencia técnica y a la vez, retomaba la idea de la creación de la Escuela Superior de Administración Pública para Centroamérica. Dicho informe fue acogido favorablemente mediante la resolución No. 23 (AC. 17) del 16 de octubre de 1953, dan-do origen a lo que se conoció origi-nalmente como ESAPAC. Para este mismo período, los Gobiernos de la región suscribieron convenios su-plementarios de Asistencia Técnica con NN.UU., estableciendo el marco jurídico por el cual operaría dicha instancia regional.1
Aun cuando la institución inició labores desde 1954, no fue sino hasta el 12 de diciembre de 1956, durante la Tercera Reunión Ordina-ria de la Junta General de la ESAPAC, en San José, que los re-presentantes de los Gobiernos de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua aprobaron el Convenio para el establecimiento de la Escuela Superior de Administra-ción Pública América Central, ESAPAC, sobre bases internaciona-les regionales.
Adicionalmente, se aprobó el Convenio de Asistencia Técnica entre las Naciones Unidas y los Go-biernos Centroamericanos, por el cual la administración técnica de NN.UU. cooperaría técnica y finan-cieramente con ESAPAC, durante tres años, renovada sucesivamente la ayuda por períodos bienales. Este Convenio, que se considera el pri-mer estatuto internacional regional de ESAPAC, fue suscrito por los Ministerios de Economía centroame-ricanos, en la ciudad de Guatemala, el 22 de febrero de 1957.
Desde sus orígenes, ESAPAC fue constituida como una institución regional para facilitar la organización e implementación de programas de formación académica, capacitación, extensión para funcionarios públicos, investigación académica, el fomento del conocimiento de técnicas y métodos, la promoción de activida-des de cooperación interguberna-mental y el asesoramiento a los go-biernos miembros, entre otros objetivos.
Posteriormente, el incremento de actividades en el marco de ESAPAC, llevó a que la Junta Direc-tiva reconsiderara sus alcances. Así, durante la Reunión Ordinaria del 30 de octubre de 1964, se iniciaron las gestiones para convertir a la ESAPAC en lo que hoy se conoce como el Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP, siendo que en la Reunión Ordinaria del 20 de noviembre de 1965, se presentó la propuesta para que el Fondo Especial de las Naciones Unidas, financiara junto a otras ins-tancias gubernamentales y coope-rantes internacionales, el proceso de transformación.
De tal forma, en la Reunión Ordinaria del 17 de febrero de 1967,2 la Junta General aprobó dicho pro-yecto y firmó el “Plan de Operacio-nes”, que se encuentra respaldado jurídicamente por convenios básicos firmados entre los Gobiernos de la Región y el PNUD,3 conocido como el documento que da origen al ICAP en su forma actual.
Considerando sus orígenes y proceso participativo, el ICAP se ha integrado como una institución parte
del Sistema de Integración Centroa-mericana, SICA. Sus ámbitos de acción, competencia, así como los acuerdos normativos suscritos, le han facultado para interactuar como parte del Subsistema Económico y del Subsistema Social del SICA. Como referente jurídico, en el marco de sus acciones a favor del fortale-cimiento de la integración centroa-mericana, el ICAP observa los si-guientes instrumentos jurídicos regionales:
La formación del recurso
humano: eje transversal
de los objetivos estratégicos
del ICAP
La creación de ESAPAC, des-de sus orígenes, puede vincularse con la imperiosa y siempre actual necesidad de profesionalizar y ac-tualizar al recurso humano para que ejecute con eficiencia, eficacia y alta
calidad la labor para la cual ha sido contratado. De esta forma, su fun-ción social ha estado fuertemente ligada a la formación de los funcio-narios y funcionarias de la adminis-tración pública centroamericana, como se puede notar desde el Con-venio de 1956, al destacar entre algunos de sus fines:
Con la transformación de ESAPAC a ICAP en la década de los años sesenta, los objetivos centrales producto de esta modificación, conti-nuaron siendo relevantes y prioriza-dos en el ámbito de formación académica. Bajo este enfoque de trabajo, el Plan de Operaciones para llevar a cabo dicha transformación, no desvirtuó la filosofía constitutiva original, la que por el contrario, forta-leció la necesidad de continuar pres-tando dichos servicios al recurso humano de la administración pública centroamericana. El mismo Plan de Operaciones lo destaca al revitalizar la finalidad primordial del naciente Instituto: “(…) sustentar el movimien-to regional de entrenamiento admi-nistrativo, investigación y servicios de asesoría” (Revista de la Integra-ción Centroamericana 1971:115).
Desde este momento y en adelante, para lograr el cumplimiento de sus objetivos estratégicos, el trabajo institucional del ICAP se de-sarrolla a partir de las siguientes áreas de especialización:
Durante el 2010, el ICAP se encuentra desarrollando si-multáneamente nueve pro-gramas de maestría (Costa Rica y Honduras) con un aproximado de 280 estudian-tes. Se destacan a lo largo de su historia, las Maestrías en Gerencia de la Salud (diecisie-te promociones); Gerencia de Proyectos de Desarrollo (die-ciocho promociones, tres de las cuales se han ejecutado conjuntamente con la Univer-sidad Nacional de Agricultura de Honduras); Gerencia Social (una promoción); Gerencia de la Calidad (cuatro promocio-nes) conjuntamente con la Es-cuela de Producción Industrial del Instituto Tecnológico de Costa Rica, ITCR; y Gestión Pública próxima a su lanza-miento oficial. Adicionalmente, se realiza el Diplomado Re-gional sobre Gestión Ambien-tal Municipal en el marco de la Agenda Local 21 en conjunto con InWEnt, Alemania.
De particular impacto han sido los Programas Gerencia Mo-derna y Gestión del Cambio en Salud, realizado para la Caja Costarricense de Seguro Social, CCSS, y el Programa de Pasantía Regional para países beneficiarios, ejecuta-do con apoyo financiero del Banco Mundial, BM, y de la cooperación alemana InWEnt, respectivamente. Algunos otros temas abordados, en los programas de capacitación son: Fortalecimiento de la In-versión Pública; Administra-ción de servicios de salud; Negociaciones Internaciona-les; Gestión de la Cooperación Internacional; Integración Cen-troamericana; Informática para la Gestión Pública; Fortaleci-miento de los Gobiernos Loca-les; Administración Financiera Integrada y Finanzas Públicas; Gobierno Electrónico; Comer-cio Electrónico; Sistemas de Gestión de la Calidad basadas en la metodología Six Sigma; Calidad y atención al cliente; Liderazgo y motivación al lo-gro; Manuales de procesos y procedimientos; Planificación estratégica basado en el enfo-que de Cuadro de Mando In-tegral; y Agilización de trámi-tes, entre otros.
De igual manera, la institución ha desarrollado vigorosamen-te un Centro de Recursos de Información y Aprendizaje, CRIA, cuya labor se ha exten-dido desde aspectos funda-mentales como la tenencia de una colección amplia de mate-rial bibliográfico y acceso a bases de datos con informa-ción especializada vía página web, hasta convertirse en un importante referente de docu-mentación especializada en materia de administración pública en la región.
El CRIA, es un socio estraté-gico subregional de la Red en Administración Pública de NN.UU. (UNPAN por sus si-glas en inglés), cuyos aportes a la gestión del conocimiento ha sido coronada con la de-signación para el ICAP en el 2009, con el galardón Exce-lencia para la gestión del co-nocimiento compartido, que entrega las NN.UU. por medio de la División de Administra-ción Pública y Desarrollo de la Gestión, DPADM, del Depar-tamento de Asuntos Económi-cos y Sociales, DESA.
Los programas se orientan al logro de la eficiencia, eficacia y efectividad de la gestión ins-titucional en la administra-ción pública, promoviendo la cooperación horizontal y el in-tercambio de experiencias en-tre países miembros. A la fe-cha, el ICAP ha participado en numerosas consultorías a ni-vel nacional y regional, en las instituciones del Gobierno Central, descentralizadas y autónomas, que componen la administración pública cen-troamericana y fuera de ella.
Adicionalmente, como una forma de reconocer la con-tribución creativa para el mejoramiento, modernización y eficiencia de las administra-ciones públicas, el ICAP con-juntamente con los Directores Generales de Servicio Civil y Carrera Administrativa de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, im-plementó desde el 2006 y de forma bianual, el Premio ICAP a la investigación en Adminis-tración Pública, para impulsar el estudio de las problemáti-cas en el sector público. Para el 2010, el premio fue entre-gado en ocasión del XV Foro de la Función Pública, cele-brado en San José, en el 2010.
Esfuerzos regionales
hacia la gestión
del conocimiento:
el bien público regional
del ICAP
El respaldo y éxito del ICAP en las actividades mencionadas en cada una de sus áreas de especiali-zación, está íntimamente ligado no sólo a la satisfacción de los usuarios de la región con los servicios y pro-ductos generados, sino también, a la excelencia académica y técnica que en la práctica evidencian los profe-sionales y que conforman la gran familia icapiana.
Parte primordial para el desa-rrollo institucional del ICAP, ha sido su convencimiento ante la importan-cia de la generación de redes de trabajo interinstitucionales, para la generación de conocimiento y por consiguiente, el eficaz cumplimiento de sus compromisos con la sociedad centroamericana, a partir de un rol protagónico.
Por tal motivo, ha llevado a cabo constantes procesos de acer-camiento y relacionamiento integral con instituciones públicas y privadas de la región, para el desarrollo de nuevas habilidades y la construcción conjunta de importantes espacios de intercambio y trabajo, que se consi-deran como esfuerzos regionales vitales para el mejoramiento de la administración pública y el fortaleci-miento de la gobernabilidad en la región. Se pueden destacar en esta oportunidad, dos de éstos: los acuerdos y convenios de coopera-ción suscritos con entidades acadé-micas; y la conformación de redes para el fortalecimiento de la gestión del conocimiento.
La suscripción de acuerdos
y convenios de cooperación
Un ejemplo de los esfuerzos regionales del ICAP para el fortale-cimiento de la gestión del conoci-miento lo constituyen los Convenios que la Institución ha suscrito con instituciones académicas públicas y privadas de la región centroamerica-na, sin que esto haya demeritado sus esfuerzos por ampliar sus lazos con instituciones del Norte y Sur de América, así como del Caribe y por supuesto, con Europa.
Desde la década de los años ochenta, el ICAP ha suscrito conve-nios de cooperación horizontal con instituciones académicas de toda la región, donde se destacan entre otros:
Como resultado de estos Convenios, el ICAP cuenta con un alto margen de cooperación horizon-tal que ha implicado entre otros beneficios, un mejoramiento de su capacidad instalada para brindar programas de formación académica a nivel de maestría, con solidez académica, actualización constante según los más altos estándares edu-cativos; se ha visto favorecida por el intercambio constante de docentes y especialistas que contribuyen al intercambio de información y cono-cimientos, así como la enseñanza con profesionales de distintas regio-nes cuya experiencia resulta vital para mejorar la calidad de la ense-ñanza-aprendizaje.
Principalmente, estos conve-nios han sido básicos para el desa-rrollo de programas de formación académica conjunta, las cuales a partir de la construcción de alianzas estratégicas institucionales, tanto estudiantes y profesores de la región centroamericana, han forma-do parte de proyectos académicos transnacionales.
La conformación de redes
y su impacto
en el fortalecimiento
de la gestión del conocimiento
Por medio del Centro de Re-cursos de Información y Aprendizaje, CRIA, el ICAP ha logrado posicio-narse activamente y asumir un im-portante liderazgo en redes regiona-les e internacionales, dirigidas a consolidar el intercambio de infor-mación y conocimientos en diversas áreas temáticas.
Hoy día, la institución ha pro-movido acuerdos de colaboración e intercambio de información para poner a disposición de sus usuarios, una base de datos superior a los 15.000 registros bibliográficos sobre el área de especialización en admi-nistración pública centroamericana, una producción autóctona de más de 450 tesis y trabajos finales de maestría, más de 400 títulos mono-gráficos de diversas temáticas, y más de 300 textos completos de acceso en línea por la red de Inter-net. Entre las bases de datos que el ICAP utiliza, se citan: Agri2000, compuesta por más de 220 bases de datos especializadas en temas agrí-colas, con un acceso superior al millón setecientos mil registros bi-bliográficos; Metabase, red que per-mite el acceso a unas 79 bases de datos bibliográficas con más de se-tecientos mil registros a nivel cen-troamericano y; UNPAN, Red en Línea de Instituciones Regionales para el Desarrollo de Capacidades en Administración Pública y Finan-zas, que promueve el intercambio de conocimientos, experiencias y lec-ciones aprendidas, con más de diez millones de consultas al año. Esta red, confluye un portal virtual para el intercambio de información de diver-sa índole (documental, noticias y eventos), que las organizaciones afines integran, creando un acceso a un repertorio de aproximadamente 32.000 documentos en administra-ción pública.
La agresiva estrategia de ac-ceso al campo de la gestión del co-nocimiento desde hace más de dos décadas, que incluye la implementa-ción de las tecnologías de la infor-mación y la comunicación, ha permi-tido que el ICAP se convierta en un importante referente virtual en mate-ria del fortalecimiento de la gestión del conocimiento, participando como socio subregional en la Red UNPAN, el establecimiento de la Red Virtual ICAP (Red de Productores Docu-mentales de Centroamérica) y la creación y coordinación de la Red de la Función Pública, REDFUP.
La Red Virtual (Red colabora-tiva de productores documentales e investigadores en Administración Pública de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, impulsada por el ICAP, agrupan a mayo del 2010, un total de diecinueve institu-ciones productoras documentales de la región, quienes aportan aproxima-damente 600 documentos mensua-les, que han permitido visibilizar la excelencia y profesionalismo de una producción documental centroameri-cana de muy alta calidad, pero con un nivel limitado de difusión. Dicha Red, por ser una de las más relevantes para efectos de la gestión del conocimiento en la actualidad, está conformada por las siguientes entidades:
Los esfuerzos anteriormente mencionados, han sido producto de una reflexión constante interna, don-de las instituciones dedicadas a la formación académica del recurso humano, recuerdan que en la actua-lidad se enfrentan a una realidad educativa, social y tecnológica dife-rente, que requiere nuevos modelos inclusivos para la enseñanza-aprendizaje, que debe incorporar propuestas atractivas y de alta cali-dad académica, que incluya un alto acceso a sistemas de información, a la interacción y convergencia entre entidades especializadas y el público (como cliente principal), con el prin-cipal objetivo de continuar ofreciendo una oferta académica actualizada, de alta calidad y que genere alto impacto.
Retos y desafíos de la gestión
del conocimiento
en la institucionalidad
centroamericana
Al observar un breve recuento de las acciones que ha realizado el ICAP a lo largo de sus cinco décadas de vida, en atención al me-joramiento de la administración pública centroamericana, es preciso reconocer que el camino a la exce-lencia, siempre está en constante construcción.
La necesidad constante de la mejora continua y la búsqueda de la calidad, se presentan en forma de retos y desafíos, como una serie de ideas primordiales para promover la discusión, que permita la integra-ción y desarrollo de nuevos enfo-ques hacia el fortalecimiento de la gestión del conocimiento y la impor-tancia de la activa participación en este proceso para la gestión pública, de las instituciones académicas centroamericanas:
La implementación
de una estrategia regional
para la gestión
del conocimiento
Para el desarrollo de esta es-trategia, se han establecido como aspectos fundamentales los siguien-tes criterios y desafíos:
Promoción de acuerdos
de cooperación extrarregionales
El ICAP ha mostrado un in-terés en construir, consolidar y dar permanente seguimiento a las redes interinstitucionales de cooperación en que participa. A partir de su expe-riencia, la celebración de acuerdos regionales, cuyos principales objeti-vos han estado dirigidos al fortaleci-miento de las capacidades del recur-so humano, en ámbitos de acción específicos con instituciones de re-conocida capacidad, constituyen los principales pilares de éxito. No obs-tante ello, debe saberse que en es-tos instrumentos constituyen en no pocas ocasiones un arma de doble filo, al poner en evidencia las falen-cias estructurales de las organiza-ciones, para poder cumplir de mane-ra exitosa los acuerdos y compromisos suscritos.
Bajo esta premisa, el ICAP ha buscado permanentemente, au-mentar sus vínculos institucionales, observando en el ámbito extrarre-gional un importante espacio para el desarrollo de sus intereses inme-diatos por generar espacios de cola-boración y cooperación académica horizontal, enfocado a los ámbitos de la investigación y formación académica.
La cooperación horizontal ex-trarregional, permite ampliar el hori-zonte de acción y apoyar los esfuer-zos por incluir ideas innovadoras para el mejoramiento de las capaci-dades instaladas propias, al tiempo que favorece la generación de alian-zas estratégicas, los intercambios de información, conocimiento y mejores prácticas.
Aprovechamiento de las Tecnologías
de Información y Comunicación, TIC
en los modelos
de enseñanza-aprendizaje virtual
La era de las TIC se han con-vertido en un instrumento vital de apoyo, para las instituciones educa-tivas del siglo XXI. El ICAP, conside-ra fundamental la implementación de estas herramientas para continuar generando espacios de confluencia para el trabajo y aprendizaje virtual, entre actores internacionales para el intercambio constante y la conectivi-dad permanente.
El ICAP se encuentra actual-mente en un proceso dirigido al de-sarrollo de modelos académicos de aprendizaje inclusivos, cuyos objeti-vos estratégicos se enfocan a gene-rar en la era de la modernidad, valo-res agregados para los estudiosos y funcionarios de la administración pública centroamericana.
La implementación
de una estrategia regional
para la gestión de la calidad
en la Función Pública
Durante los últimos años, el ICAP ha incursionado agresivamente en el ámbito de los sistemas de ges-tión de calidad y la mejora continua para la función pública, donde los programas de maestría en gerencia de la calidad son un claro ejemplo del espacio abierto para la investiga-ción académica y el planteamiento de proyectos de mejora en la gestión pública de la región.
Paralelamente, se elabora un proyecto regional para la formación de gestores de la calidad en el sec-tor público, cuyo principal objetivo es dotar a un grupo de funcionarios centroamericanos de los conoci-mientos, herramientas y destrezas para que asuman la responsabilidad de liderar en sus respectivos servi-cios una “revolución por la calidad y el mejoramiento continuo”.
Parte de esta estrategia, es la creación a nivel regional, del Obser-vatorio de la calidad en la función pública centroamericana, cuyo prin-cipal aporte será la construcción de modelos, indicadores de gestión y la existencia de un espacio para el intercambio de información, conoci-mientos y mejores prácticas en los países centroamericanos, dirigidos a la mejora continua y la búsqueda constante de la excelencia en la prestación de los servicios.
Finalmente, el Instituto Cen-troamericano de Administración Pública, ICAP, desea aprovechar este espacio, para reconocer y des-tacar los esfuerzos de todos los fun-cionarios públicos que día con día, generosamente aportan su grano de arena en la construcción de una región más próspera, democrática e incluyente, basados en los más altos valores fundamentales de integridad, respeto, honestidad, compromiso y responsabilidad.
Bibliografía
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_______________ (1971) Plan de Operaciones para Transfor-mación de la ESAPAC, en Ins-tituto Centroamericano de Administración Pública. En: Revista de la Integración Cen-troamericana (No. 4), pp.115-128.
Instituto Centroamericano de nistración Pública, ICAP (2008). Dossier de informa-ción: Cuestionario institucional del Sistema de la Integración Centroamericana -SICA- con-cerniente a los actos normati-vos centroamericanos con es-pecial referencia al quehacer del Instituto Centroamericano de Administración Pública -ICAP-, 1993-2008. San José, C.R.: ICAP; octubre 2008.
Informe del Director a la Junta General del ICAP: 2009. Insti-tuto Centroamericano de Ad-ministración Pública. San José, C.R.: ICAP; febrero 2010.
Premio ICAP a la investiga-ción en administración pública. Lineamientos generales y convocatoria del concurso. San José, C.R: ICAP; 2009 ◊
referencias
CRIA del ICAP*
PRESENTA ALGUNAS REFERENCIAS BIBILIOGRÁFICAS AL TEMA DE FUNCIÓN PÚBLICA: CALIDAD E INNOVACIÓN EN LA ADMIISTRACIÓN PÚBLICA, INCLUYENDO UN RESUMEN SUSCINTO DE LAS MISMAS.
PALABRAS CLAVES: CALIDAD; INNOVACIÓN; FUNCIÓN PÚBLICA; ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, CENTROAMÉRICA; PANAMÁ; REPÚBLICA DOMINICANA
Amaro, R. (2007). Ejercicio de la función pública y los principios constitucionales de derechos humanos que deben susten-tarla. Santo Domingo, RD: Publicaciones ONAP.
Resumen: Presenta un ensa-yo que concentra los aspectos para definir la formación constitucional y la misión de la administración públi-ca dominicana enmarcado en los principios del Servicio Civil y Código de Trabajo, vista a su vez desde la participación del Derecho en la fun-ción pública, los partidos políticos y los principios de derechos humanos a nivel Latinoamericano.
Descriptores: FUNCIÓN PÚ-BLICA. DERECHOS HUMANOS. LEGISLACIÓN. AMÉRICA LATINA.
REFORMA CONSTITUCIONAL. PARTIDOS POLÍTICOS. REPÚ-BLICA DOMINICANA. GESTIÓN PÚBLICA. ADMINISTRACIÓN PÚ-BLICA
Arguedas, J. (2006). Los nuevos retos del Régimen de Servicio Civil en Costa Rica ante la demanda del entorno globali-zado. Revista de Servicio Ci-vil, 19, 9-25.
Resumen: La práctica de Re-cursos Humanos en las diferentes latitudes del planeta no puede tratar-se como un compartimiento aislado de ese entorno global en el que tie-nen lugar las relaciones empresaria-les y las funciones públicas de los países de diversas condiciones geo-políticas, económicas, sociales y culturales. Quiérase o no, el talento humano constituye una realidad inserta en paradigmas más amplios, sin los cuales no podría explicarse, contextualizarse, ni gestionarse, para ponerlo al servicio de la estra-tegia y los objetivos de organización alguna.
Descriptores: SERVICIO CI-VIL. GLOBALIZACIÓN. RECURSOS HUMANOS. FUNCIÓN PÚBLICA. ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. EM-PLEO PÚBLICO. COSTA RICA
Enlace a recurso electrónica:
http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/icap/unpan 027145.pdf
Ávalos, R. (1995). Innovación de la Gestión Pública: análisis y perspectiva. En: Gestión y Es-trategia. Consultado el 07/29/2010 en http://www.azc. uam.mx/publicaciones/gestion/num8/doc1.htm.
Resumen: Este artículo tiene como objetivo identificar algunos puntos que puedan contribuir a iden-tificar los elementos necesarios para poder llevar a cabo la innovación de la administración pública de cara al siglo XXI. El documento se compone de cuatro partes. En la primera, se hace un diagnóstico de los cambios, su naturaleza y características que tienen en la gestión pública en Méxi-co. En el segundo, se presentan las principales visiones de las nuevas formas de gestión pública. La terce-ra, muestra las características míni-mas necesarias para generar el cambio e innovar. La última parte, señala algunas reflexiones y reco-mendaciones en torno a las posibili-dades y limitantes que tiene el papel de la nueva gestión pública, en ma-teria de innovación.
Descriptores: GESTIÓN PÚ-BLICA. ADMINISTRACIÓN PÚBLI-CA. INNOVACIÓN. FUNCIÓN PÚ-BLICA. MÉXICO
Bonifacio, J. (2006). La función pública en el buen gobierno. En: Revista Centroamericana de Administración pública, (50-51), 9-35.
Resumen: Aborda el tema manifestando que el buen gobierno busca el interés general, la equidad, la participación ciudadana, respeta los derechos humanos y el estado de derecho. La falta de credibilidad de la ciudadanía en el gobierno, es una problemática que hay que superar.
Descriptores: GOBIERNO. PARTICIPACIÓN CIUDADANA. EQUIDAD. DERECHOS HUMANOS. ESTADO. CIUDADANÍA. COSTA RICA. FUNCIÓN PÚBLICA
Enlace a recurso electrónico:
http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/icap/unpan 027961.pdf
Cejudo, G. & Zabaleta, D. (2009). La calidad del gobierno: una defi-nición basada en atributos del ejercicio del poder. Revista del CLAD: Reforma y Democra-cia, 45, 31-62.
Resumen: En este artículo se presenta una propuesta conceptual de la calidad de gobierno basada en atributos del ejercicio del poder, en términos de arquitectura institucional -contrapesos constitucionales y res-tricciones a la autoridad del Ejecutivo sobre la burocracia pública- y de prácticas de gestión -gestión finan-ciera, de personal, de la información y estratégica- que controlan la auto-ridad discrecional de oficinas y agen-tes del gobierno. Esta definición no sólo es más sólida conceptualmente que las pocas definiciones alternati-vas, sino que permite análisis más finos y abre la puerta a derivaciones prácticas que no se construirán co-mo recomendaciones genéricas a partir de principios abstractos, sino de intervenciones específicas con base en diagnósticos informados.
Descriptores: CALIDAD. GO-BIERNO. ADMINISTRACIÓN PÚ-BLICA. GESTIÓN. INFORMACIÓN
CLAD / NU (DESA) (2003). Carta Iberoamericana de la Función Pública. Consultado el 07/29/2010 en http://www. clad.org/documentos/ declaraciones/cartaibero.pdf.
Resumen: Diversos estudios realizados por organismos interna-cionales registran evidencias acerca de una relación positiva entre la exis-tencia de sistemas de función públi-ca o servicio civil investidos de tales atributos y los niveles de confianza de los ciudadanos en la administra-ción pública, la eficacia gubernamen-tal y la lucha contra la corrupción, y la capacidad de crecimiento económico sustentable de los paí-ses. Por otra parte, una administra-ción profesional que incorpora tales sistemas contribuye al fortalecimien-to institucional de los países y a la solidez del sistema democrático.
Descriptores: ADMINISTRA-CIÓN PÚBLICA. FUNCIÓN PÚ-BLICA. CIUDADANOS. SISTEMA DEMOCRÁTICO. ESTADO. SOCIE-DAD. EFICACIA. GESTIÓN. CA-LIDAD
Cortés, J. (2005). La descentraliza-ción de funciones y la eficacia de la administración pública. Documentación administrativa, (273), 41-60.
Resumen: Analiza de qué forma el Poder Legislativo regula las tradicionales esferas de intervención del Poder Ejecutivo.
Descriptores: DESCENTRA-LIZACIÓN. ADMINISTRACIÓN PÚ-BLICA. ESPANA. FUNCIÓN PÚBLICA. PODER EJECUTIVO. EFICACIA
Delegación de Costa Rica / ICAP (1996). Costa Rica: Ley del Régimen de la Función Públi-ca. Consultado el 29/07/2010 en http://unpan1.un.org/ intradoc/groups/public/
documents/icap/unpan036518.
pdf.
Resumen: Considerando que el Estado debe actuar de la misma manera ante similares circunstan-cias, y debido a la necesidad de contar con funcionarios que sean tomadores de decisiones, este pro-yecto pretende luchar contra los privilegios e inamovilidad de algunos funcionarios, permitiendo al mismo tiempo eliminar las diferencias sala-riales entre una institución y otra.
Descriptores: INSTITUCIO-NES. ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. COSTA RICA. PROYECTOS. FUNCIÓN PÚBLICA
Feinstein, O. (2010). Relaciones entre la evaluación de las polí-ticas y la calidad de los servi-cios. Revista del CLAD: Re-forma y Democracia, 46, 105-122.
Resumen: El artículo hace re-ferencia a quienes trabajan en eva-luación pocas veces conocen lo que hacen los expertos en calidad, y viceversa, a pesar de la complemen-tariedad entre esas perspectivas. De esta forma se desaprovechan siner-gias potencialmente valiosas.
Descriptores: EVALUACIÓN. POLÍTICAS. SEVICIOS. ADMINIS-TRACIÓN PÚBLICA. CALIDAD. PROCESOS. RESULTADOS
Figueroa de Jain. R. (2008). Estadís-ticas de la función pública de Centroamérica Panamá y Re-pública Dominicana. En: Re-vista Centroamericana de Administración Pública, (54-55), 133-202.
Resumen: Presenta estadísti-cas relevantes en relación a las prin-cipales características de los funcio-narios que laboran para el sector público de los países que integran el Foro de la Función Pública en Cen-troamérica, Panamá y República Dominicana.
Descriptores: CENTROAMÉ-RICA. INDICADORES. FUNCIÓN PÚBLICA. PANAMÁ. REPÚBLICA DOMINICANA
Instituto Nacional de la Administra-ción Pública (1996). Nuevas tecnologías de gestión en la administración pública. Con-sultado el 07/29/2010 en http://www.inap.gov.do/images/stories/Nuevas_Tecnologias_Gobierno.pdf.
Resumen: El objeto de esta investigación es caracterizar los modelos de cambio organizacional en la administración pública y las nuevas tecnologías inspiradas en las propuestas de gestión de calidad, reingeniería de procesos y producti-vidad, así como relevar experiencias significativas de innovación en la gestión pública que permitan obser-var sus posibilidades y problemas en nuestro país. La literatura sobre ad-ministración pública refleja la gene-ralización de experiencias de refor-ma e innovación. Hay consenso entre los analistas acerca de que la magnitud y la velocidad de las muta-ciones en la sociedad de hoy y las renovadas demandas de los ciuda-danos requieren cambios profundos en la gestión gubernamental para adaptarla a las nuevas condiciones.
Descriptores: ADMINISTRA-CIÓN PÚBLICA. GESTIÓN PÚ-BLICA. CALIDAD. INNOVACIÓN.
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Resumen: El Estado moderno debe caracterizarse por sus resulta-dos y por sus prácticas. Resultados que mejoren la calidad de vida de la ciudadanía y que sean la conse-cuencia de prácticas transparentes y legítimas acotadas a principios económicos racionales. El reclamo social respecto de un Estado mejor es incuestionable para cualquier agenda política y para cualquier gestión de gobierno que pretenda superar los tradicionales escollos a la eficiencia de la gerencia pública. La modernización del Estado es ya una iniciativa generalizada en los países más desarrollados y se hace explícita en no pocos países de in-gresos medios o emergentes.
Descriptores: ESTADO. ADMI-NISTRACIÓN PÚBLICA. CALIDAD. GESTIÓN. CAMBIO. MODERNI-ZACIÓN. GOBIERNO
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Resumen: Los objetivos de desarrollo de la Declaración del Mi-lenio de las Naciones Unidas no pueden llevarse a la práctica a me-nos que los países en desarrollo afiancen sus instituciones democrá-ticas de gobierno, mejoren la capa-cidad de los recursos humanos del sector público, hagan más eficiente y eficaz la movilización de recursos y la administración financiera, y fo-menten la creación de capacidad en el ámbito de la tecnología de la in-formación dentro del sector público. Se reconoce cada vez más que mu-chos de los problemas que afrontan los países en desarrollo y de eco-nomía en transición se deben, en buena parte, al déficit de capacidad del Estado, la debilidad de las insti-tuciones políticas democráticas y la ineficiencia y mala gestión de la ad-ministración pública.
Descriptores: ADMINISTRA-CIÓN PÚBLICA. NACIONES UNI-DAS. GOBIENO. RECURSOS HUMANOS. SECTOR PÚBLICO. DESARROLLO ECONÓMICO. GO-BIERNO.
Robles, B. (2008). Experiencias de gestión de calidad: el caso de la Dirección General de Servi-cio Civil, DGSC, de Costa Ri-ca. En: Revista Centroameri-cana de Administración Pública, (54-55), 225-245.
Resumen: describe el proceso inicial y reciente de introducción de un sistema de gestión de calidad para la DGSC y los recursos huma-nos del Régimen de Servicio Civil de Costa Rica, destacando los avances obtenidos al 2008.
Descriptores: ADMINISTRA-CIÓN PÚBLICA. SERVICIO CIVIL. CALIDAD. COSTA RICA. CENTRO-AMÉRICA. RECURSOS HUMANOS
Rodríguez, L. (2008). Profesionaliza-ción de la función pública para la gobernanza y la gestión de calidad en la administración gubernamental. En: Revista Centroamericana de Adminis-tración Pública, (54-55), 37-70.
Resumen: presenta un repaso de conceptos sobre gobernanza, gestión de calidad, nueva gestión pública para señalar las principales dificultades para la profesionaliza-ción, la gobernanza y la calidad, identificando algunas posibles estra-tegias orientadas a mitigar estos problemas.
Descriptores: ADMINISTRA-CIÓN PÚBLICA. GOBERNABILI-DAD. GESTION PÚBLICA. PRO-FESIONALIZACIÓN. SERVICIO CI-VIL. RECURSOS HUMANOS. CENTROAMÉRICA. FUNCIÓN PÚ-BLICA. CALIDAD.
Enlace a recurso electrónico:
http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/icap/unpan 035275.pdf
Sojo, C. (2008). La Modernización sin Estado. San José, C.R.: FLACSO
Resumen: A la vuelta del siglo América Latina se encuentra en me-dio de profundas transformaciones. En los últimos lustros, se han produ-cido notables cambios políticos, económicos y culturales. Grosso modo, la democracia electoral hegemonizó los medios de elección de gobernantes; la liberalización económica le ganó la batalla a diver-sas formas de conducción estatal de la economía; y la sociedad, por últi-mo, se reveló en su compleja diver-sidad sacando a la luz prácticas y mecanismos de exclusión basados, ya no sólo en las diferencias de cla-se, sino en las más duras discrimi-naciones relacionadas con el géne-ro, la etnia, la edad.
Descriptores: AMÉRICA LA-TINA. POBREZA. CONDICIONES SOCIALES. MODERNIZACIÓN. ES-TADO. ADMINISTRACIÓN PÚ-BLICA.
Enlace a recurso electrónico:
http://www.flacso.or.cr/fileadmin/ documentos/FLACSO/Ano_2008/ Libro_ La_Modernizacion.pdf
Spink, P. (2001). Modernización de la Administración Pública en América Latina: evaluación de los recientes cambios en la gerencia de los ministerios y de las agencias reguladoras: orientaciones metodológicas. Consultado el 07/29/2010 en http://unpan1.un.org/intradoc/ groups/public/documents/clad/clad0040202.pdf.
Resumen: En el curso de los años recientes, se han hecho efecti-vos numerosos cambios por parte de los gobiernos miembros del CLAD, no sólo en términos de las prácticas administrativas sino también en el marco más amplio en el que se desempeña la tarea de gobierno. La posición descrita en un documento del CLAD en 1998 como “Una Nueva Gestión Pública para América Lati-na”, hace énfasis en los resultados de las acciones gubernamentales y en el control que es ejercido sobre ellas, más que en el control proce-dimental de los sistemas de activi-dad organizacional y de las tareas cotidianas que los sustentan.
Descriptores: MODERNIZA-CIÓN. ADMINISTRACIÓN PÚBLI-CA. AMÉRICA LATINA. GESTIÓN PÚBLICA
Tanzi, V. (2000). El papel del Estado y la calidad del sector público. Revista de la CEPAL, 71, 7-22.
Resumen: Este artículo llega a la conclusión de que la calidad del sector público sólo puede evaluarse en relación con el papel del Estado. En general, un sector público te debería poder alcanzar los objeti-vos del Estado, con la menor distor-sión posible del mercado, con la carga tributaria más baja posible sobre los contribuyentes, con el me-nor número posible de empleados públicos y con la menor absorción posible de recursos económicos por el aparato público. Los procesos y resultados del sector público deben ser transparentes. La corrupción no debería desempeñar papel alguno en las decisiones de los burócratas y de los dirigentes políticos. Y los re-cursos en manos del sector público deberían dedicarse a usos que maximicen su rentabilidad social. La calidad del sector público también es importante para alcanzar el objetivo de equidad que hoy se percibe como una de las metas fundamentales del Estado.
Descriptores: ESTADO. SEC-TOR PÚBLICO. ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. CALIDAD. TRANSPA-RENCIA. CORRUPCIÓN. EQUI-DAD. FUNCIÓN PÚBLICA. ECO-NOMÍA.
Enlace a recurso electrónico:
http://www.eclac.org/publicaciones/ xml/8/19268/tanzi.pdf ◊
Lineamientos para los colaboradores
de la Revista Centroamericana
de Administración Pública
del ICAP*
* Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP.
NORMATIVAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ARTÍCULOS, CON EL PROPÓSITO DE ORIENTAR A LOS COLABORADORES DE LA REVISTA CENTROAMERICANA DE ADMI- NISTRACIÓN PÚBLICA QUE EDITA EL INSTITUTO CENTROAMERICANO DE ADMINIS- TRACIÓN PÚBLICA, ICAP.
Introducción
La Revista Centroamericana de Administración Pública, es una publi-cación semestral del Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP, con sede en San José, Costa Rica. Su propósito consiste en promover una mejor comprensión de los asuntos gubernamentales y de la administra-ción pública. Con este fin, publica los resultados inéditos, de creación propia y originales concernientes a investigaciones, estudios comparados de interés regional, artículos firmados, cifras e información documental, destinadas a facilitar perspectivas y antecedentes sobre la actualidad y los fenómenos novedosos; así como reseñas de libros de reciente aparición en esta materia.
Propósito
El propósito de la Revista es publicar lo mejor del material pertinente y relevante a las áreas del conocimiento que más frecuentemente apoyan los trabajos académicos, políticos y técnicos de esa especialidad de las ciencias sociales denominada Administración Pública, que a la vez sean de interés particular para la región centroamericana. Para permitir la mayor profundiza-ción posible en los trabajos de los eventuales colaboradores, se aclara que las opiniones expresadas en los artículos no tienen que reflejar necesaria-mente la política de las entidades para las cuales trabajan, así como tampoco la orientación del ICAP, o la Editora de la Revista Centroamericana de Admi-nistración Pública.
Esta Revista es la única publicación a nivel regional especializada en Administración Pública, está incluida en varios índices bibliográficos de circu-lación mundial y en bancos electrónicos de datos: SIDALC, METABASE y UNPAN. A partir de los números 48 y 49 estará disponible en versión digital en el sitio web del ICAP: www.icap.ac.cr
Instrucciones para los colaboradores
Además de su papel central en la educación y de su objetivo funda-mental de proveer un medio de difusión de la información concerniente a las instituciones gubernamentales, realiza esfuerzos para promover la excelencia en la preparación de los manuscritos para publicación. Así las orientaciones aquí contenidas son producto del ajuste para cumplir con los requisitos inter-nacionales de publicaciones de las ciencias sociales:
° Pueden presentarse revisiones bibliográficas, ensayos, casos, tra-bajos de investigación, de creación propia, no sometidas anterior o simultáneamente a publicación en otra fuente.
° Podrán someterse a consideración, artículos o documentos pre-sentados en reuniones o congresos siempre que se indique el evento.
° Asimismo, se podrán presentar trabajos basados en tesis de grado, monografías u otras ponencias de carácter académico y creación propia, que no hayan sido objeto previo de publicaciones en revistas o libros.
Procedimiento para la aceptación de las colaboraciones
Los trabajos sometidos a consideración del ICAP serán evaluados por el Comité Editorial, quien se reserva el derecho de aceptarlos o rechazarlos para su publicación, y quien recurre a especialistas internos y/o externos en su campo, para complementar sus criterios. La decisión final del Comité Edi-torial es inapelable.
Todos los trabajos aceptados para su publicación en la Revista podrán ser reproducidos en libros u otras revistas, mencionando la fuente respectiva.
No se devolverá el manuscrito al autor, quien debe guardar copia, ya que la Revista no se hace responsable de daños o pérdidas del mismo ◊
Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP
100 mts. Al sur y 50 mts. Al oeste de la Heladería POPS, Curridabat
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(506) 2253-4059 – 2253-2287
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