Núm. 10 (1986): Administración de Proyectos
Esta edición se dedica a la temática de proyectos, por considerarse de actualidad y de suma utilidad en la concreción de planes y programas gubernamentales en favor del desarrollo de los países.
La gestión por proyectos adquiere importancia porque constituye un poderoso instrumento que, al ser utilizado adecuadamente, acrecenta y permita medir la eficiencia y eficacia de las inversiones en el sector público.
Todas las etapas del ciclo de vida de los proyectos son susceptibles de administrarse utilizando el instrumental técnico que se ha ido desarrollando.
Los principios de formulación, evaluación y administración de proyectos y técnicas básicas, aplicadas acertadamente, se amoldan a proyectos de diversa naturaleza y magnitud, pero su potencialidad está íntimamente ligada a la posibilidad de análisis y a la inclusión de condiciones propias que realice el grupo gerencial del proyecto.
La administración de proyectos comprende las siguientes cinco etapas para lograr una gestión eficiente y eficaz.
La primera es la definición exacta de los objetivos del proyecto, tanto en la etapa de ejecución como en la de operación.
La segunda es la planificación del proyecto, etapa cualitativa en la que se establece el curso de acción para el logro de los objetivos, obteniéndose un listado ordenado de las tareas que habrán de realizarse para alcanzarlos.
La tercera etapa es la de programación, en la cual se asignan los recursos a las actividades planificadas.
La cuarta etapa debería definir el papel de cada organización existente o ad-hoc desempeñará en la concreción de la planificación y de la programación del proyecto. El recurso humano asignado se departamentalizará de cierta manera, adecuándose a las estructuras funcionales que participen o creando nuevas estructuras.
Por último el sistema de información y control deberá establecer cómo se medirá el adelanto del proyecto, para detectar desviaciones, pronosticar, tomar decisiones gerenciales y elaborar informes realistas.