Núm. 8 (1985): Gestión de recursos humanos
El servicio público como institución es la parte de la comunidad que se especializa en la ejecución de las políticas para el logro de los objetivos públicos. Para tal fin, el elemento humano constituye el recurso esencial y la gestión del mismo influye y condiciona el carácter del servicio público.
A pesar de su importancia, la administración de recursos humanos, como un campo de especialización funcional, es relativamente nueva. Surge como administración de personal y sus principios datan de la época justamente anterior a la Primera Guerra Mundial. En su desarrollo, el campo de los recursos humanos y de personal se ha basado en gran medida en las contribuciones de otras disciplinas, destacando los aportes de las ciencias sociales, especialmente la psicología y la economía, las cuales han influido grandemente en la gestión de recursos humanos.
Las actuales circunstancias del proceso de trabajo y la complejidad de los organismos públicos demandan de la gestión de recursos humanos la integración de estos a la organización en que laboran, conjugando el avance de la institución hacia sus objetivos y a la realización de la función social, con la calidad y eficiencia del personal. Esta gestión requiere la creación de un clima organizativo adecuado y estimulante dentro de la organización, factores que superan las actividades tradicionales de la Administración de Personal.
Los esfuerzos para integrar al personal en una organización, se realizan desde diversos ángulos y con distintos objetivos, sin embargo en todos ellos aparece un denominador común: la convergencia entre los objetivos institucionales y el trabajo de un personal calificado para cada una de las funciones; la asignación de este personal debe ser flexible, es decir que pueda avanzar con la dinámica socioeconómica que tarde o temprano arrastra a las organizaciones hacia los cambios.
Así, muchos cambios han ocurrido en el clima en el cual opera la función de administración de los recursos humanos. Estos cambios junto con el desarrollo de las teorías y técnicas correspondientes, han modificado la estructura y la calificación del personal de las unidades de recursos humanos. Un esfuerzo en este sentido, ha sido cada vez más frecuente la intervención del Estado para reformar los regímenes de servicio civil, teniendo como fin el incrementar la productividad, por medio de programas de adiestramiento y capacitación. Por otra parte, el proceso de la gestión de recursos humanos ha sufrido algunas variaciones, tales como el hecho de compartir las funciones de personal entre las unidades sustantivas y las unidades de personal, permitiendo a los primeros operar de manera más independiente.
A pesar de estos esfuerzos, los problemas que afectan la gestión de recursos humanos ni ha sido superados y la "crisis" de personal consumen demasiado tiempo de la administración; con mucha frecuencia la administración de personal se ocupa casi exclusivamente de la supervisión estricta de las actividades de los empleados, descuidando el establecimiento de las condiciones bajo las cuales se pueden adquirir una máxima autodirección.
Es en este sentido de autodirección que la gestión de recursos humanos demanda la integración del personal bajo diferentes perspectivas: a) promoviendo las condiciones que coadyuven a la confianza en el recurso humano, b) generando la participación del personal en tareas de identificación y/o definición de las políticas públicas; c) articulando conjuntamente con los responsables de movilizar e integrar las labores del proceso de trabajo, la ejecución y solución de los problemas de personal; d) estimulando a los pensadores creativos dentro de la organización; e) planificando en términos de las políticas públicas existentes y la acción ejecutada y evaluada f) estimulando la generación de propuestas viables que permitan arribar a decisiones de interés público. Estos son algunos de los retos de la gestión de recursos humanos para satisfacer las necesidades futuras.