Núm. 48-49 (2005): Cohesión Social y Finanzas Públicas

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El surgimiento del término “Cohesión Social” en la jerga conceptual, aparece aproximadamente unas dos décadas atrás. Sin embargo, en nuestra Región, emerge con gran fuerza en los últimos años. Así, en el 2004, en la Cumbre de Guadalajara, en México, los Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y la Unión Europea, reiteraron su responsabilidad primaria junto con sus sociedades civiles, de dirigir procesos y reformas orientados a incrementar la cohesión social, a través del combate a la pobreza, la desigualdad y la inclusión social. Estos acuerdos reafirmados en la Cumbre de Viena en el 2006, abrieron un nuevo campo de cooperación en las relaciones políticas de solidaridad, entre ambas regiones.

Este tema adquiere pertinencia para Latinoamérica en general, y Centroamérica en particular, debido a la urgente necesidad de encarar pertinaces problemas concernientes a: altos índices de pobreza e indigencia; extremas desemejanzas; diferentes formas de discriminación y marginación; dinámicas de mercado de trabajo con escasa capacidad incluyente; población con altos grados de deterioro en derechos básicos, como salud, educación, envejecimiento; transformaciones y orientaciones nuevas en los senos de las familias y comunidades, para mencionar entre otros, algunos retos sociales de actualidad. De ahí, su aparición reciente en aspectos dominantes de las agendas públicas de la Región.

Cohesión social es un concepto en construcción, con alcances difusos, no siempre consensuados, cuya noción cercana es capital social. Se asocia de manera indiferente, con distintos aspectos del desarrollo social, incorporando dentro de su ámbito problemas generales de pobreza, desigualdad, exclusión social y gobernabilidad. Su conformación a partir del estudio teórico-práctico, va adquiriendo un mayor perfil de identidad y profundidad, pretendiendo llegar a ser, un referente inconfundible en el diseño de las políticas públicas.

No obstante lo anterior, se percibe la creciente utilidad del concepto, presentando una serie de aristas e interrelación en un sinnúmero de aspectos del desarrollo social, económico y político, evidenciando las tensiones entre las estrechas vinculaciones de estas tres dimensiones, porque la exclusión económica genera separación política, que a su vez, incrementa la desigualdad y pone en peligro la justicia social, provocando malestar y descontento entre la sociedad, y violentando la solidez del orden democrático.

De ahí la relevancia de la relación entre cohesión social y finanzas públicas, al operacionalizarla en términos concretos de recursos gubernamentales y asignaciones financieras, destinadas a repensar la protección social sobre la base de derechos universalmente reconocidos, por medio de políticas, programas y proyectos que coadyuvan a mejorar el bienestar de nuestras poblaciones.

Estas reflexiones nos convocan a iniciar el examen de cómo fortalecer la cohesión social en la Región, mediante pautas que incursionen en la búsqueda de su viabilidad, al actuar sobre los obstáculos que impiden avanzar hacia una ciudadanía efectiva, horizonte sobre el que cobra sentido, la significativa preocupación de esta temática.

 

Publicado: 2021-12-08

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