Archivos - Página 10

  • La integración Regional en Marcha
    Núm. 22-23 (1992)

    La ruptura de la integración centroamericana en 1969, como derivación de la crisis generada por el sesgo comercial y la concentración de la inversión en unos pocos países del pacto, que despuntó con la guerra Honduras-El Salvador, contrajo un pésimo desconcertante en Centroamérica y estimuló las tesis disonantes  con la integración, que siempre convergieron con el separatismo y el aislamiento, Luego las circunstancias prevalecientes en la década del ochenta, de crisis económica, social y política, profundizaron aquella visión, pues parecía que la tendencia imperante sería la atomización extrema de los países centroamericano.

    En el mes mayo de 1986 los Presidentes Centroamericanos se reunieron en Esquipulas, Guatemala, en una cita histórica, a la que se le denominó "Esquipulas I" para discutir la problemática regional en la relación con el proceso de pacificación, la democratización y el desarrollo económico.

    Es a partir de la Cumbre de Esquipulas que recién comienza a gestarse nuevamente el interés por la integración. Desde entonces, apareció como punto de agenda en casi todas las Reuniones Presidenciales y comenzó el debate en diversos foros de opinión.

    En principio, la aplicación y la democratización ocuparon un lugar de privilegio en las Reuniones de Presidentes, sin embargo, conforme se fue logrando la distensión, la integración regional fue cobrando mayor importancia, hasta colocarse finalmente en el eje de mayor jerarquía en las discusiones y acuerdos.

    Precisamente, a partir de la Séptima Reunión, celebrada en Montelimar, Nicaragua, en abril de 1990, acuerdan retomar para siguiente Reunión; a) la restauración, fortalecimiento y reactivación de la integración económica regional b) la evolución hacia un sistema productivo integrado a un nivel de la región.

    En la "Declaración de Antigua", en junio de 1990, se contempla "restaurar y fortalecer el proceso de integración y de los organismos, con la aspiración de conformar la Comunidad Económica del Istmo". Fue en el seno de esta reunión que se aprobó la creación del Plan de Acción Económica para Centroamérica (PAECA) para darle cumplimiento a los compromisos del desarrollo económico y social. La nueva concepción percibe la integración como una de las estrategias para expandir el mercado regional y aunar esfuerzos para negociar una mejor inserción en el mercado internacional.

    El proyecto de la integración tomó forma al contemplar en el "Protocolo de Tegucigalpa" (diciembre de 1991), la creación del Sistema Centroamericano de la Integración (SICA), que será la estructura clave para vigencia a la nueva integración regional. Este esquema, fue finalmente aprobado en la Reunión Cumbre de Panamá, celebrada en diciembre de 1992. En este marco se define a Centroamérica como una comunidad que se integra y; el SICA, como tal, será el marco jurídico e institucional de la nueva integración. Se aspira, a partir de esta nueva concepción, lograr en estos países un ambiente de paz, libertad, democracia y desarrollo.

    Demás esta decir que el nuevo enfoque de la integración es un reto de los nuevos lideres políticos, económicos y sociales; y cualesquiera que sea el desenlace a futuro, este hecho formará parte de la historia de Centroamérica. Por ello creemos que la nueva integración de Centroamérica representa realmente un verdadero desafío.

  • Perspectivas de las Inversiones Públicas en Centroamérica
    Núm. 20-21 (1991)

    Entre el 30 de octubre y el 1° de noviembre de 1991, el Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP) realizó la Primera Conferencia sobre "Las perspectivas de las inversiones públicas en Centroamérica" en el contexto de los programas de estabilización y ajuste estructural.

    Los ejes centrales objeto de discusión en la Conferencia fueron los siguientes:

    1. Políticas de estabilización y ajuste estructural

    El objetivo que se persiguió fue abordar los aspectos fundamentales de las políticas de estabilización y de ajuste estructural, es decir, los antecedentes, actores, qué tipo  de instrumentos de política económica se han aplicado y cuáles han sido los efectos económicos, sociales y políticos; así como su incidencia en las inversiones públicas.

    2. Reestructuración y modernización del aparato administrativo del Estado en el marco de las políticas vigentes y el desarrollo sostenible.

    Este tema tuvo como objetivo el abordar los aspectos más importantes de las políticas económicas ligadas a la reestructuración y modernización del Estado. En ponencias se resaltó la ubicación del papel de la administración pública con miras a la obtención de una mayor flexibilidad de gestión dentro del nuevo contexto, así como, considerar, entre otros aspectos, algunos lineamientos relacionados con las perspectivas del nuevo papel del Estado.

    3. Análisis del proceso de planificación de las inversiones públicas: su nuevo rol ante las perspectivas de la década

    La inversión constituye, un elemento fundamental del proceso de reactivación de las economías centroamericanas. Básicamente, a través del incremento de la inversión pública y privada se podrán mejorar las posibilidades de crecimiento futuro y lograr la actualización tecnológica necesaria. Esto nos plantea que los escasos recursos tanto internos como externos habrá que utilizarlos de manera eficiente, por lo tanto, será necesario el establecimiento de un sistema de planificación de los programas de inversión pública acorde con los cambios que deben darse en la estructura productiva.

    Las ponencias que se presentan en la presente Revista, responden a los ejes centrales planteados anteriormente, y sin duda, proporcionan información valiosa sobre las inversiones públicas en Centroamérica.

     

  • Reforma del Estado
    Núm. 19 (1990)

    Los procesos de democratización política que se han venido perfilando en Centroamérica en los últimos años han sido acompañados por un proceso de Reforma del Estado que pretende en primer lugar, promover la participación ciudadana y mejorar su representatividad y en el segundo lugar, lograr una modernización del Estado para que éste se inserte dentro de las nuevas políticas económicas de ajuste estructural que se están implementando en casi todos los países de la región.

    La reforma del Estado se concibe como un instrumento de apoyo a la apertura económica, la democratización de la sociedad y el saneamiento de las finanzas públicas. De esta forma, este proceso se torna en una escuela para administrar la escasez de recursos con que cuenta el Estado y lograr un aumento en la eficacia, eficiencia y productividad.

    La reforma del Estado ha requerido diversas acciones: reformas tributarias para mejorar la base de recaudación y eficiencia tributaria, reformas en el sector bancario/financiero, saneamiento de las finanzas públicas y una promoción de la desconcentración y descentralización de su aparato administrativo.

    Este proceso se ha planteado en la mayoría de los países centroamericanos y lo que los diferencia son las acciones implementadas hasta el momento. Los casos que se presentan en este número de Guatemala, Honduras y Costa Rica dan crédito de ello. Sin embargo, el objetivo perseguido es el mismo: lograr una mayor eficiencia y eficacia con un aparato estatal que responda a los constreñimientos de orden económico que son impuestos por la aplicación de las políticas de ajuste estructural.

  • Descentralización política administrativa
    Núm. 18 (1990)

    El Estado benefactor caracterizado por una fuerte injerencia e intervención en los campos económicos y sociales, tendió a impulsar políticas dirigidas al fortalecimiento del desarrollo nacional, por medio de la creación de instituciones autónomas encargadas de realizar las funciones especializadas en servicios específicos.

    La proliferación de estos organismos y la ausencia de instituciones equilibradas de poder público, llevó poco a poco al Legislativo a entregarle más funciones y atribuciones al Poder Ejecutivo, convirtiéndose los gobiernos locales en el apéndice de este poder, lo cual conllevó a la inactividad de las municipalidades y a la mengua de la función representativa de los intereses comunales.

    La pérdida del poder local y la falta de lineamientos básicos del Legislativo con respecto a la autonomía municipal, constituyen factores de análisis fundamentales que diagnostican la realidad local, necesarios para proponer los cambios relativos que dicho régimen requiere, y posibilitar el relajamiento de los centros de poder, facilitando la participación ciudadana.

    Por otra parte, el robustecimiento del nivel central y el consecuente debilitamiento de la descentralización política administrativa, constituyen problemáticas de actualidad que requieren procesos de cambio que potencialicen opciones de descentralización importantes, para transformar el aparato estatal y lograr la participación ciudadana en la gestión de los asuntos públicos.

    La actual dinámica social de los países centroamericanos y la apertura política, manifiesta una voluntad para llevar adelante procesos que robustezcan la representación fiel y democrática de los gobiernos locales, por medio de la participación popular, como una respuesta a la crisis económica-social y política.

    Desde este punto de vista, el fortalecimiento de los gobiernos locales y la descentralización política administrativa, se expresa en la actualidad como el derecho y la capacidad de las comunidades para ordenar y gestionar una parte importante de los asuntos públicos que le conciernen, en el marco de la ley, bajo su propia responsabilidad y en beneficio de sus propias localidades.

    Es en este contexto que el ICAP se permite dedicar este número a la democratización político administrativa y a los Gobiernos Locales, para invitarlos a reflexionar en los problemas y medidas opcionales de acción práctica, en beneficio del robustecimiento de la participación ciudadana.

  • Políticas públicas: enfoques metodológicos
    Núm. 17 (1989)

    El análisis de políticas públicas ha cobrado desde los años setenta una gran importancia para académicos, técnicos y políticos.

    Uno de los factores que más ha contribuido a este hecho es, sin duda alguna, la llamada crisis del Estado Keynesiano o Estado Interventor. Lo que para algunos analistas había constituido la posibilidad de alcanzar una racionalización de la sociedad que garantizará la cohesión e integración social que el mercado no había sido capaz de conseguir, se transformó en un factor de crisis sistemática. Para otros que identificaban, como señala Gouh, las políticas del "Welfare State" exclusivamente con los intereses privados vinculados a las grandes corporaciones, durante la crisis, se han visto en la paradoja de defender el intervencionismo estatal. Unos y otros se han visto obligados a redefinir los enfoques. Así pues, encontramos que los primeros, desde distintas ópticas, se han sentido obligados a reconocer el carácter diverso y multideterminado de las políticas públicas, al mismo tiempo que se han esforzado por desarrollar una serie de "tecnologías" evaluativas que procuran dotar a la toma de decisiones y la gestión de la política de una mayor racionalidad.

    Los segundos, quienes se ubican desde una perspectiva más crítica, han reconocido, no solo que las políticas estatales son un resultado histórico de luchas y compromisos entre clases y sectores sociales, sino que internamente pesan una serie de factores de diversa índole (organizacional, administrativos, etc), ubicados en lo que Foucault ha llamado la "microfísica del poder", que sin ser determinantes, sí condicionan la formulación y aplicación de las políticas.

    Ello ha conllevado a nuevas concepciones del Estado y la política, y a preocuparse más para comprender la dinámica que estas realidades encierran, propiciando la incorporación de perspectivas heterodoxas y diversas en términos de las dimensiones que se incorporan a tales análisis.

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