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Buenas Prácticas en la Gestión Pública
Núm. 64 (2013)En más de una década de aplicación de reformas del Estado, se han concretizado en el Istmo Centroamericano, algunos de los siguientes aspectos que ya son materia de consenso: a) el fortalecimiento de la institucionalidad del sector público; b) el mejoramiento de las organizaciones públicas y de la calidad del servicio; c) la optimización del gasto público; d) mayores niveles de responsabilización por parte del sector público; e) el incremento de la participación ciudadana en la gestión pública y en general; f) la necesidad de compatibilizar mejor el mercado y el Estado; y g) la adecuación del sector público y del aparato administrativo para atender nuevas demandas.
Las lecciones aprendidas en este proceso de modernización en el ámbito de la gestión pública, indican que las mayores dificultades para lograr éxito en las iniciativas antes mencionadas radica en el cómo hacer, más que en qué hacer, debido particularmente a los aspectos prácticos que presenta la gestión pública, observándose un interés creciente por el intercambio de experiencias exitosas conocidas también como “buenas prácticas”.
Una buena práctica gubernamental es una experiencia, una actividad, un proceso que haya llevado a cabo una entidad pública exitosamente. Se caracteriza por: a) haber tenido resultados medibles, concretos y sistematizados; b) estos resultados hayan beneficiado a la población; y c) que sea replicable, despertando el interés de los tomadores de decisión de acceder a experiencias probadas, dada la orientación de los mismos a soluciones concretas y efectivas.
En Centroamérica en particular, se cuenta con la difusión de buenas prácticas en la gestión pública, a partir de los concursos emprendidos por las administraciones públicas en las temáticas de la calidad y la función pública, experiencias reconocidas y difundidas que promueven la replicabilidad, posibilitando el mejoramiento del desempeño y un ambiente favorable para la administración pública.
Ejemplos de estas buenas prácticas son cada vez más accesibles y constituyen referentes para la mejora continua y la modernización de la administración pública, especialmente en algunos ámbitos como: calidad en los servicios públicos (educación, salud, etc.), atención al usuario, mecanismos de quejas de los ciudadanos, etc., y otros como indicadores de desempeño, evaluación, planificación institucional, etc.
El ICAP en este proceso de diseminar el desarrollo de ciertos procesos o aplicaciones que han dado buenos resultados, mostrando su pertinencia en la gestión pública de los países de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, genera el presente número de la Revista Centroamericana de Administración Pública, dedicada al tema de la Buenas Prácticas en la Gestión Pública.
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Función Pública: acceso a la información, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad social
Núm. 62-63 (2012)El proceso globalizador ha propiciado un cambio de para-digmas en diferentes aspectos sociales, económicos y políticos en general. En particular, la administraciónpública ha experimentado transformaciones en el aparato estatal y en la gestión, constituyendo una agenda más orientada al mejoramiento de los servicios, con gran énfasis en la efectividad de las políticas públicas, en el fortalecimiento de la función pública, en la democrati-zación del aparato gubernamental, con el objetivo de afianzar una verdadera ciudadanía.
El legado de la Administración Pública de años anteriores, contrasta con las reformas administrativas que tuvieron lugar recientemente para concretar una nueva gestión pública. Así, con la democratización de la gestión pública, emerge un mayor control del quehacer del gobierno por parte de la ciudadanía, es decir, se convierte en una obligación del gobierno, la rendición de cuentas. Asimismo, se les exige a las autoridades gobernantes, transparencia en los procesos, los que deben ser visiblesdivulgando, tanto los datos con respecto a las actividades propias del quehacer gubernamental, como la información concerniente a los individuos que ostentan las diferentes posiciones en los gobiernos.
Este nuevo accionar es lo que se conoce con el nombre de gobierno abierto, el que con el apoyo de las nuevas tecnologías de información y comunicación y de normativa apropiada para el acceso a la información, han hecho que la gestión pública incursione de manera más cercana, en la participación ciudadana y en la agilización de procesos para la entrega de bienes y servicios a la sociedad. El tema de gobierno electrónico se ha posicionado como uno de los grandes avances dentro de la función pública, fomentando el desarrollo de una sociedad vinculada a la gestión, tanto de la información como del conocimiento, de forma inclusiva e integral.
Las redes sociales también forman parte importante de este proceso de actualización en la administración pública, porque son el medio por el cual existe una comunicación fluida, recepción de consultas y respuestas, aunando la notificación de avances, y las convocatorias de participación ciudadana, acercando el vínculo gubernamental administrativo con la sociedad civil, promoviendo acciones responsables en el buen manejo de los recursos y la correcta implementación de las políticas públicas, siempre en pro del desarrollo y bienestar de la población.
El ICAP como institución al servicio de la Región y concordante con su Plan Estratégico 2011-2015, presenta en estos números el tema “Función Pública: acceso a la información, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad social”, exponiendo diferentes textos de expertos que fundamentan su experiencia para ejemplificar los avances y retos que presenta la realidad de la Región.
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Buenas Prácticas de Gestión Pública
Núm. 60-61 (2011)El concepto de calidad ha evolucionado desde principios del siglo XX, hasta hoy que la conocemos como Calidad Total. A inicios de ese siglo se entendía la calidad como “control de calidad de los productos”. Después de la Segunda Guerra Mundial, los japoneses fueron los primeros en adoptar los sistemas de calidad y es en los años cincuenta, cuando surge el término de “aseguramiento de la calidad”, que engloba todas aquellas actividades sistemáticas que dan la confianza y garantía de que un producto o servicio, va a satisfacer los requisitos que se preestablecieron. En esa misma década, se empieza a hablar de Calidad Total como un sistema de gestión para satisfacer las necesidades de los clientes o usuarios, de los trabajadores, de los accionistas y de la sociedad en general, y por lo tanto, se trasciende del ámbito de la producción al de toda la organización.
A partir de los años ochenta se da un fuerte impulso al concepto de Calidad Total. En la Región latinoamericana, la introducción de estos sistemas se dio en la década de los noventa y particularmente para los países miembros del Foro de la Función Pública de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, su implementación a través de la praxis de la Administración Pública, se lleva a cabo a inicios del siglo XXI, siendo República Dominicana el país pionero para promover la cultura de la calidad, seguido de Costa Rica y posteriormente El Salvador y Guatemala.
Estos países para cumplir con este cometido han creado en su primera fase, los “Premios Nacionales a la Calidad y las Prácticas Promisorias”, utilizando diferentes modelos de excelencia, principalmente el Marco Común de Evaluación, CAF, por sus siglas en inglés, y el Malcom Baldrige. Así, República Dominicana y Guatemala utilizan el pri-mero, y Costa Rica y El Salvador, el segundo.
Estos premios son otorgados en República Dominicana por el Ministerio de Administración Pública, MAP, a partir del 2005; Costa Rica en el 2010, por el Ministerio de Planificación Nacio-nal y Política Económica, MIDEPLAN, y la Dirección General de Servicio Civil, DGSC, de Costa Rica, iniciativa conjunta de ambas instituciones; la Secretaría de Asuntos Estratégicos de El Salvador lanzó su Premio en el 2010, y en el 2011 en Guatemala, coordinado por la Oficina Nacional de Servicio Civil, ONSEC, producto del Comité Interinstitucional integrado por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia, SEGEPLAN, el Ministerio de Finanzas Públicas, el Ministerio de Educación, y el Instituto Nacional de Administración Pública, INAP.
El ICAP como Secretaría Técnica del Foro, y en el marco de su “Estrategia de Gestión de la Calidad 2011-2014”, dedica estos números al tema de “Buenas Prácticas de Gestión de Calidad”, presentando sistematizaciones documentadas tanto para optar a los premios aludidos, como para la aplicación de sistemas de gestión en esta materia, aunando esfuerzos a través del MAP de República Dominicana y MIDEPLAN-DGSC de Costa Rica, con las instituciones galardonadas con los Premios Nacionales a la Calidad y a las Prácticas Promisorias, con el propósito de que sean referentes de esta materia en la Región.
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Función Pública: Calidad e Innovación en la Administración Pública
Núm. 58-59 (2010)El entorno dinámico de la administración del gobierno, la modernización de la gestión pública y la mejora de la gobernabilidad de sus instituciones, constituyen un reto continuo, y deben ser una prioridad de los directivos políticos y públicos, conjugando nuevas prácticas que persigan la efectividad, con la promoción y garantía de los principios y valores del servicio público.
En este sentido, las Administraciones Públicas de la Región están realizando esfuerzos para impulsar una cultura transformadora con la adopción de estrategias de calidad, innovación, racionalización y mejora de la gestión pública, para satisfacer a cabalidad las necesidades y expectativas de la ciudadanía con justicia, equidad, objetividad y eficiencia en el uso de los recursos públicos.
Tanto la calidad como la innovación en la gestión pública, promueven el cambio y la formulación de soluciones de mejora creativa. El aprendizaje y la innovación son determinantes para incrementar la calidad y la sostenibilidad en el cumplimiento de los objetivos de la Administración Pública. La mejora continua y la innovación facilitan el desarrollo de nuevos servicios, procesos y prestaciones públicas, así como su racionalización, simplificación y normalización, permitiendo aumentar la credibilidad y confianza de los ciudadanos en el gobierno.
Una gestión pública de calidad implica una función pública con observancia de los valores públicos, orientada por la vocación del servicio público, la providad, honradez, buena fe y confianza mutua, la solidaridad y la corresponsabilidad social, el respeto a las personas, la escrupulosidad en el manejo de los recursos públicos, y la preeminencia del interés público sobre el privado.
Por otra parte, debe ser capaz de reconstruir la administración pública, redefiniendo sus funciones y su forma de actuación, incrementando la capacidad de gestión estatal (governance), mediante la profesionalización estratégica, el fortalecimiento de los instrumentos gerenciales y el mejoramiento y desempeño en la elaboración e implementación de políticas públicas. Además, debe descansar en un cuerpo de funcionarios públicos con conocimiento y experiencia, capital principal y muy valioso con que cuenta la Administración Pública, cuyos aportes se concretizan en iniciativas para el mejoramiento continuo de calidad en la gestión pública.
Consecuentemente, la calidad y la innovación en la gestión pública están orientadas al buen gobierno. Su aplicación es una cuestión de inteligencia para enfrentar los problemas específicos, y valerse de las herramientas adecuadas a las necesidades de transformación de los aparatos administrativos, como resultado de las exigencias de la ciudadanía, la que a su vez, legitima la actividad del sector público.
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Tendencias modernas de la Nueva Gestión Pública
Núm. 56-57 (2009)A partir de la década de los ochenta, el tema de la reforma del Estado se convirtió en un aspecto central de la agenda mundial, surgiendo una nueva ola de carácter económico, orientada hacia el mercado, cuyo resultado preponderante fue una corriente más gerencial de la administración gubernamental. Este movimiento vino acompañado además, de una oleada de democratización en cuanto a amplitud, extensión geográfica y durabilidad; de un proceso de liberalización guiado por la apertura económica, la institucionalización de la Nueva Gestión Pública, NGP, y la integración de la economía mundial.
La tendencia de transformación de la NGP rearticula las relaciones Estado-Sociedad, ofreciendo no solamente la oportunidad para la modernización del aparato del Estado, sino también, el fortalecimiento de la misma sociedad y la generación de un crecimiento económico basado en la productividad, competitividad, equidad y sustentabilidad ambiental. Consecuentemente, la NGP persigue la creación de una administración eficiente y eficaz, que satisfaga las necesidades reales de los ciudadanos al menor costo posible, favoreciendo para ello la introducción de mecanismos de competencia, elección por parte de los usuarios, y el desarrollo de servicios de mayor calidad. Todo este accionar basado en sistemas de control que faculten una plena transparencia de los procesos, planes y resultados, para que por un lado, se perfeccione el sistema de elección, y por otro, favorezca la participación ciudadana.
Las principales trayectorias de estas transformaciones se pueden agrupar de la siguiente manera:
• Estructurales organizativas. Adoptando medidas en las que se han variado las fronteras entre el Estado, el mercado, la sociedad civil y la ciudadanía, trasladando responsabilidades de gestión pública a otras esferas, las que incluyen medidas como la privatización, contractualización, descentralización, devolución, y desregulación.
• Racionalización normativa y cultural. Introducción de nuevos patrones de actuación y comportamiento que han llevado a diseñar un nuevo sistema operativo público, concretizadas en la reforma del empleo público, financiera presupuestal y la desregulación, pasando por la simplificación administrativa, el perfeccionamiento de herramientas de dirección y control, mediante la introducción de técnicas privadas de carácter gerencial, hasta la innovación tecnológica orientada a un gobierno digital.
• Transparencia de la administración pública. Apertura y acceso del ciudadano a la información pública como planes y presupuestos, etc., e incorporación de los administrados en el proceso público de decisiones, fomentando la participación ciudadana.La Administración Pública Centroamericana ha emprendido esfuerzos en el marco de la institucionalización de la NGP. Algunos de los resultados que se han obtenido como producto de los avances de la implementación de esta nueva corriente de modernización de la Administración Pública, alimentan esta edición de la Revista Centroamericana de Administración Pública, que hoy nos congratulamos en ofrecer a la comunidad académica y de profesionales de la Región.