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Tendencias modernas de la Nueva Gestión Pública
Núm. 56-57 (2009)A partir de la década de los ochenta, el tema de la reforma del Estado se convirtió en un aspecto central de la agenda mundial, surgiendo una nueva ola de carácter económico, orientada hacia el mercado, cuyo resultado preponderante fue una corriente más gerencial de la administración gubernamental. Este movimiento vino acompañado además, de una oleada de democratización en cuanto a amplitud, extensión geográfica y durabilidad; de un proceso de liberalización guiado por la apertura económica, la institucionalización de la Nueva Gestión Pública, NGP, y la integración de la economía mundial.
La tendencia de transformación de la NGP rearticula las relaciones Estado-Sociedad, ofreciendo no solamente la oportunidad para la modernización del aparato del Estado, sino también, el fortalecimiento de la misma sociedad y la generación de un crecimiento económico basado en la productividad, competitividad, equidad y sustentabilidad ambiental. Consecuentemente, la NGP persigue la creación de una administración eficiente y eficaz, que satisfaga las necesidades reales de los ciudadanos al menor costo posible, favoreciendo para ello la introducción de mecanismos de competencia, elección por parte de los usuarios, y el desarrollo de servicios de mayor calidad. Todo este accionar basado en sistemas de control que faculten una plena transparencia de los procesos, planes y resultados, para que por un lado, se perfeccione el sistema de elección, y por otro, favorezca la participación ciudadana.
Las principales trayectorias de estas transformaciones se pueden agrupar de la siguiente manera:
• Estructurales organizativas. Adoptando medidas en las que se han variado las fronteras entre el Estado, el mercado, la sociedad civil y la ciudadanía, trasladando responsabilidades de gestión pública a otras esferas, las que incluyen medidas como la privatización, contractualización, descentralización, devolución, y desregulación.
• Racionalización normativa y cultural. Introducción de nuevos patrones de actuación y comportamiento que han llevado a diseñar un nuevo sistema operativo público, concretizadas en la reforma del empleo público, financiera presupuestal y la desregulación, pasando por la simplificación administrativa, el perfeccionamiento de herramientas de dirección y control, mediante la introducción de técnicas privadas de carácter gerencial, hasta la innovación tecnológica orientada a un gobierno digital.
• Transparencia de la administración pública. Apertura y acceso del ciudadano a la información pública como planes y presupuestos, etc., e incorporación de los administrados en el proceso público de decisiones, fomentando la participación ciudadana.La Administración Pública Centroamericana ha emprendido esfuerzos en el marco de la institucionalización de la NGP. Algunos de los resultados que se han obtenido como producto de los avances de la implementación de esta nueva corriente de modernización de la Administración Pública, alimentan esta edición de la Revista Centroamericana de Administración Pública, que hoy nos congratulamos en ofrecer a la comunidad académica y de profesionales de la Región.
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Profesionalización de la Función Pública
Núm. 54-55 (2008)A mediados del siglo XX, Centroamérica consideró pertinente ordenar la gestión de los recursos humanos al servicio de los gobiernos, instituyendo normativas, estructura y programas, que permitieran crear una institucionalidad orientada a dar respuesta a las demandas sociales con eficiencia, eficacia y efectividad, de tal forma que, en todos los países integrantes del Foro de la Función Pública del Istmo Centroamericano, Panamá y República Dominicana, existen instancias a cargo del Servicio Civil, la Función Pública, la Carrera Administrativa y/o la Gestión de Recursos Humanos, con grados de avances diferentes y niveles jerárquicos distintos.
Actualmente, con la necesidad de fortalecer el “buen gobierno”, los esfuerzos por incrementar la capacidad y productividad institucional y la respuesta a la demanda ciudadana con calidad, se ha retomado la importancia de la temática de la profesionalización de la función pública, no solamente por la reforma y modernización del Estado en general, sino por los propios servidores públicos y la sociedad civil en particular, ya que existen una serie de razones para ponderar la relevancia de este cuerpo de funcionarios en el desarrollo nacional y sostenible. Es así, que la formación de los servidores públicos es hoy en día, un tema vigente y permanente en la agenda de la administración pública y especialmente del Instituto Centroamericano de Administración Pública, ICAP.
El Servicio Civil de carrera o profesionalizado, representa para la gobernabilidad democrática, no solamente una expresión de la institucionalidad gubernamental, sino también una profundización del proceso de construcción de la democracia, fortaleciendo a la vez, la capacidad, tanto gerencial de los diferentes ámbitos de las administraciones públicas, como la ejecución descentralizada de las mismas. Por otra parte, una mejora sistemática en la gestión y el desarrollo de los funcionarios públicos, aumenta la productividad en el sector público, coadyuvando al accionar de la gobernanza.
No obstante lo anterior, los países miembros que forman parte de este Foro, enfrentan algunos retos para avanzar en la conformación de un servicio profesional de carrera, los que sucintamente menciono a continuación:
a) Articular en forma integral el servicio profesional de carrera para toda la administración pública.
b) Garantizar que en la transición por el relevo en la titularidad de los poderes, se aprovechará la experiencia y los conocimientos del personal, y no se interrumpirá el funcionamiento administrativo, olvidando la práctica tradicional de la vieja injerencia política.
c) Proporcionar al ciudadano certidumbre y credibilidad con respecto al ejercicio de la función pública.
d) Mejorar la acción del gobierno, tanto en términos de cobertura como de calidad de los bienes y servicios brindados. -
Comercio e Integración Centroamericana
Núm. 52-53 (2007)En el entorno de las relaciones económicas internacionales, la importancia tanto del tema comercial como de la integración es indiscutible, no sólo como instrumentos idóneos para promover un mayor auge de las economías domésticas, sino también, como forma de obtener poder de negociación y generar características geoestratégicas que contribuyan a obtener resultados comunes y ganancias mayores. Esto resulta todavía más claro, en el caso de la Región Centroamericana, integrada por países pequeños y economías limitadas, los que no pueden depender de su escaso o inexistente poder político o económico para promover sus intereses.
Por tanto, como estrategia de carácter regional, Centroamérica se apoya en iniciativas como la concretización de acuerdos comerciales bilaterales, regionales, interregionales o multilaterales, orientados a promover un papel protagónico en la creación de agendas comunes para el desarrollo en el hemisferio, que aliente la creación de una comunidad de naciones, con dos grandes propósitos: insertarse competitivamente en la economía mundial e integrarse como bloque para sacar el máximo provecho de los Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Asociación, Zonas Comerciales, entre otros.
No obstante lo anterior, estos nuevos esquemas del Istmo Centroamericano enfrentan algunos retos de trascendencia. Por una parte, el acelerado ritmo de cambio en el mercado mundial, en cuyo contexto surgen día a día nuevas tecnologías, nuevas modalidades de comercio y nuevas normas internacionales para el sistema de comercialización, suscitando una fuerte demanda de conocimientos y aptitudes para el manejo de las relaciones internacionales y sobre todo, en el campo comercial, principal argumento del desarrollo de estrategias tanto de los países en desarrollo como de los desarrollados.
Por otra parte, la relación entre la integración, la apertura comercial y el crecimiento económico, constituye un proceso complejo que ha sido abordado desde la literatura económica, de forma muy diversa, con proposiciones de revisión crítica de las mismas. Una de sus fuentes de discrepancia obedece al propio concepto de integración, en ocasiones asociado a la apertura exterior, en otras, a la definición de políticas comerciales que incentiven o restrinjan el comercio. Sin embargo, la Integración Económica Centroamericana se concibe como un medio de promover el desarrollo económico, a través de la consolidación del espacio regional, es decir, se visualiza a Centroamérica con una estrategia común de integración con inclusión social, entendida como integración con equidad, con desarrollo productivo y un comercio justo, para afrontar escenarios complejos marcados por importantes amenazas y oportunidades.
Es así que el ICAP con los números de esta Revista, centrada en la temática del Comercio y la Integración, pretende llamar la atención de la comunidad académica, profesional, gubernamental centroamericana, sobre muchas de las inquietudes y preocupaciones aquí expresadas.
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Buen Gobierno y Función Pública
Núm. 50-51 (2006)El desarrollo de la institucionalidad gubernamental en los países del Istmo Centroamericano ha respondido a hitos significativos en la construcción de los Estados nacionales, revistiendo singular importancia, la creación de las dependencias de Servicios Civiles y Carreras Administrativas, hoy popularizadas en la jerga conceptual como función pública.
En el marco de la modernización actual de las administraciones públicas de la Región y de los cambios sociales, económicos y políticos, tanto a nivel doméstico como mundial, la calidad de la función pública y el buen gobierno, se han constituido en activos importantes para la sociedad centroamericana.
En este sentido, algunos autores han considerado que el contar con un cuerpo profesional de funcionarios públicos es un “bien común” (common good) de gran relevancia para enfrentar losretos de los países del Área. Ejemplos particulares de administraciones públicas que cuentan con un sistema de mérito para los funcionarios gubernamentales han ilustrado al respecto, la contribución de una tecnocracia proba y bien calificada en relación a la competitividad de los países, la satisfacción de las demandas sociales, la gobernanza, la transparencia, y el desarrollo sostenible.
Así, en el marco de estas ideas, algunos de los aspectos relevantes que actualmente ha retomado esta temática en el contexto global, surgen:
•En el marco de los procesosde democratización y modernización que han emprendido los gobiernos de la Región, constituyéndosela función pública en un elemento fundamental del Estado de Derecho y de los procesos de participación y profundización democrática.
•Una característica básica importante de las iniciativas del “buen gobierno” es apoyarse en la institucionalidad de la función pública, como un cuerpo de funcionarios alservicio de la administraciónpública, que responda a un sistema de méritos, orientada al servicio del ciudadano, y capaz de atender con calidad las necesidades de la sociedad.
•Estudios recientes sobre la competitividad de las naciones en el marco de la globalización económica, han demostrado que uno de los criterios de éxito de los países que han alcanzado la inserción en la economía mundial, así como cierto grado de desarrollo sostenible, se ha debido en cierta manera, a la existencia e institucionalización de una burocracia profesional, con un perfil meritocrático, bien informada y con cierta capacidad de autonomía para impulsar políticas públicas en pro del bienestar colectivo.
•Actualmente, la tendencia moderna de la nueva gestión pública es considerar a una administración pública eficiente y efectiva, como un activo nacional y/o un “bien público de calidad”, para potenciar el impulso del desarrollo económico, social y político de los países de la Región.
Con estas consideraciones, la Revista Centroamericana deAdministración Pública, se honra dedicar los números 50 y 51, al tema de “Buen Gobierno y Función Pública.
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Cohesión Social y Finanzas Públicas
Núm. 48-49 (2005)El surgimiento del término “Cohesión Social” en la jerga conceptual, aparece aproximadamente unas dos décadas atrás. Sin embargo, en nuestra Región, emerge con gran fuerza en los últimos años. Así, en el 2004, en la Cumbre de Guadalajara, en México, los Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y la Unión Europea, reiteraron su responsabilidad primaria junto con sus sociedades civiles, de dirigir procesos y reformas orientados a incrementar la cohesión social, a través del combate a la pobreza, la desigualdad y la inclusión social. Estos acuerdos reafirmados en la Cumbre de Viena en el 2006, abrieron un nuevo campo de cooperación en las relaciones políticas de solidaridad, entre ambas regiones.
Este tema adquiere pertinencia para Latinoamérica en general, y Centroamérica en particular, debido a la urgente necesidad de encarar pertinaces problemas concernientes a: altos índices de pobreza e indigencia; extremas desemejanzas; diferentes formas de discriminación y marginación; dinámicas de mercado de trabajo con escasa capacidad incluyente; población con altos grados de deterioro en derechos básicos, como salud, educación, envejecimiento; transformaciones y orientaciones nuevas en los senos de las familias y comunidades, para mencionar entre otros, algunos retos sociales de actualidad. De ahí, su aparición reciente en aspectos dominantes de las agendas públicas de la Región.
Cohesión social es un concepto en construcción, con alcances difusos, no siempre consensuados, cuya noción cercana es capital social. Se asocia de manera indiferente, con distintos aspectos del desarrollo social, incorporando dentro de su ámbito problemas generales de pobreza, desigualdad, exclusión social y gobernabilidad. Su conformación a partir del estudio teórico-práctico, va adquiriendo un mayor perfil de identidad y profundidad, pretendiendo llegar a ser, un referente inconfundible en el diseño de las políticas públicas.
No obstante lo anterior, se percibe la creciente utilidad del concepto, presentando una serie de aristas e interrelación en un sinnúmero de aspectos del desarrollo social, económico y político, evidenciando las tensiones entre las estrechas vinculaciones de estas tres dimensiones, porque la exclusión económica genera separación política, que a su vez, incrementa la desigualdad y pone en peligro la justicia social, provocando malestar y descontento entre la sociedad, y violentando la solidez del orden democrático.
De ahí la relevancia de la relación entre cohesión social y finanzas públicas, al operacionalizarla en términos concretos de recursos gubernamentales y asignaciones financieras, destinadas a repensar la protección social sobre la base de derechos universalmente reconocidos, por medio de políticas, programas y proyectos que coadyuvan a mejorar el bienestar de nuestras poblaciones.
Estas reflexiones nos convocan a iniciar el examen de cómo fortalecer la cohesión social en la Región, mediante pautas que incursionen en la búsqueda de su viabilidad, al actuar sobre los obstáculos que impiden avanzar hacia una ciudadanía efectiva, horizonte sobre el que cobra sentido, la significativa preocupación de esta temática.